
00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Buen día, hermanos. Acompáñenme en una oración para iniciar con la predicación de esta mañana. Padre eterno, te damos muchas gracias porque tú nos permites estar reunidos en tu nombre, Señor. Te pedimos, por favor, Señor, que abras nuestros corazones, que des palabras al predicador, Señor, y que con humildad tu mensaje pueda llegar hasta los oídos de cada uno, Señor, y sea acepto a ti, Señor. Recordamos también la salud del hermano Paco, Señor. Te pedimos que lo guardes, lo sanes en el nombre de tu hijo Cristo. Amén. Bien. Voy a comenzar con una pregunta, hermanos. ¿Existe Dios? Les resultará una pregunta muy extraña para que sea hecha en una iglesia y más allá desde un púlpito, ¿verdad? Sin embargo, fuera de estas paredes, a menudo se toma como una pregunta simple, una pregunta sin importancia, algo como una cosa cultural, como si la respuesta no fuera importante. Así como la respuesta a una pregunta como ¿Qué hay del otro lado de la luna? ¿Habrá extraterrestres? Respuestas que posiblemente no tengan la mayor implicación en la vida diaria de nosotros. Sin embargo, la respuesta a la pregunta sobre la existencia de Dios tiene implicaciones severas para la vida del ser humano. Por un lado, si Dios no existe, entonces estamos condenados a la intrascendencia y a la extinción de nuestro ser. Bertrand Russell un famoso ateo del siglo pasado, fue cuestionado en una entrevista sobre lo que él creía que pasaría con él el día que muriera. Y él sarcásticamente respondió, bueno, simplemente me voy a convertir en estiércol. Esa fue su respuesta. Es decir, voy a volver a la tierra. Los elementos con los que fue hecho mi cuerpo, pues volverán al ciclo natural de las cosas. Porque él tenía esta perspectiva materialista de que esto es todo lo que existe. Pero si Dios existe y él está equivocado, todo cambia. Porque entonces hay lugar para la trascendencia. Hay alguna luz de esperanza y no estamos aquí por un mero accidente cósmico, por una mera casualidad. Si Dios existe, nuestra preocupación entonces es cómo nosotros nos relacionamos con ese ser creador. del cual dependemos a cada momento de nuestra existencia. Para el cristiano, la existencia de Dios es el componente fundamental de la fe. Dice Hebreos 11 6, si gustan acompañarme, Hebreos 11 6. Hebreos en el Nuevo Testamento, casi al final del Nuevo Testamento. Hebreos 11.6 nos revela un componente fundamental de la fe, que es el principio de la fe. Dice la palabra de Dios en Hebreos 11.6, pero sin fe es imposible agradar a Dios. Pero luego, fíjense lo que dice, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan. Hasta ahí, hermanos. Nada más vamos a leer ese versículo. Parte de esta fe, parte de la fe que tenemos, es fe primeramente en la existencia de Dios. Porque no podemos tener fe en una salvación sin Dios. No podemos tener fe en la providencia de Dios sin Dios. Entonces, la fe en la existencia de Dios es la base principal a partir de la que construimos todo el resto de nuestra cristiandad. Y así, como todos somos llamados a ser capaces de defender el evangelio en el cual creemos, Es decir, la Biblia nos llama a saber argumentar a favor de los evangelios. Muy bien, pero no solamente nos vamos a enfrentar a eso allá afuera, porque nos vamos a enfrentar a personas que digan, ok, está muy padre eso, o sea, tiene sentido, pero ¿cómo sé yo que existe un Dios? Me encanta cómo manejas los versículos, cómo me llevas de aquí a allá. Es más, ya me convenciste. Pero ahora me tienes que convencer que ese Dios existe. Ciertamente nosotros no lo vamos a convencer, no vamos a entrar a su corazón, pero así como la Biblia nos llama a estar preparados a defender la fe que hay en nosotros, a defender el Evangelio del Señor, también es un mandato bíblico saber defender o argumentar a favor de la existencia de Dios. Porque a eso nos vamos a enfrentar afuera. Entonces he decidido titular esta predicación. La existencia de Dios da sentido a la vida. La existencia de Dios da sentido a la vida. Y el día de hoy voy a exponer tres razones por las cuales la existencia de Dios hacen toda la diferencia. Y espero poder demostrar por qué la respuesta a esta pregunta de si Dios existe no es algo sin importancia, sino todo lo contrario. Trataré de explicar tres argumentos para la existencia de Dios de la manera más simple que me sea posible. Pero antes voy a comenzar hablando de las implicaciones de un mundo donde Dios no existiera. Implicación número uno. Recuerden, es un mundo donde Dios no existe. Si Dios no existe, la vida al final no tiene sentido ni significado. Si tu vida está condenada a terminar en la muerte, entonces al final no importa cómo vives. Ni siquiera importa si viviste. Al final, no hace la más mínima diferencia si exististe o no. Sin Dios, la vida del ser humano es irrelevante. Y alguien podría argumentar, pero qué duro es este mensaje. Esto no me gusta porque, a ver, espérate, ¿cómo me estás diciendo que mi vida es irrelevante? Pudieras tú ser alguien muy importante, que ha hecho logros o descubrimientos muy importantes. ¿No sabes quién soy yo? Yo descubrí la vacuna para el COVID. ¿No sabes cuántos usan mis medicinas? ¿No sabes tú el negocio que yo tengo? ¿A cuánta gente le doy empleo? ¿No sabes el impacto que yo tengo en la economía? Bueno, deberías tú de ver qué clase de empleado soy yo, como para que me vengas a decir que yo soy intrascendente en un mundo sin Dios, lo eres. Seguro, tu vida podría tener algún significado relativo en que influenciaste a otros, que tuviste algún efecto en el curso de la historia, pero al final, Al final, la humanidad está condenada a perecer en la muerte fría del universo. Al final, no hace diferencia alguna quién eres y qué haces. Tu vida no tiene importancia alguna. Eres una vida que vive atado a un grano de arena que flota en el espacio, en la vastedad del universo. Pudiste haber influenciado a la humanidad, pero al final sigue siendo eso, una vida que flota en un grano de arena en el espacio, que eventualmente se va a extinguir. Por lo tanto, si el ateísmo es verdadero, la vida al final no tiene significado. También, la segunda implicación de la vida sin Dios es que, si Dios no existe, tampoco la esperanza. Si no hay Dios, entonces, al final, no hay esperanza alguna de la liberación de los defectos que resultan en esta vida que tiene un final. Si Dios no existe, entonces estamos atrapados en un mundo lleno de sufrimientos injustificados y sin redención. Y no hay esperanza de que seamos liberados de la maldad, tampoco de las enfermedades. Pudiera existir a lo mejor ciertos avances médicos que nos lleven a extender la vida, a tener más comodidades. De hecho, Nuestra vida actualmente es mucho más cómoda que la de los reyes de la Edad Media. Quizás no tengamos tantas personas a nuestro cargo, pero vivimos más cómodamente, vivimos de manera más saludable. Ese es un avance, claro, es bueno. Y se espera que dentro de 100 años todavía el ser humano viva mejor, más años, más cómodo, con más recursos a su alcance. Pero al final, los de antes, los de ahora y los de después, todos moriremos. Porque recuerden, no hay Dios, no hay vida más allá de la tumba, por lo tanto, el ateísmo es una filosofía sin esperanza. Recuerdo que en una conferencia que yo estaba viendo, el ateo, famoso ateo, Richard Dawkins, le manifestaba su decepción a una persona que había sido su alumna, que él había formado. Porque él, habiéndola formado en el camino del ateísmo y habiéndole enseñado a despreciar el cristianismo con la misma intensidad que él lo despreciaba, ahora ella se había vuelto cristiana. Y él, de alguna manera, se sentía traicionado. Y se lo manifestó, le manifiesta su decepción. A lo que ella responde, tú eres mi mentor y hemos sido amigos por mucho tiempo, pero yo sé que en el lugar de donde tú vienes no hay nada. Porque ella había experimentado la vida sin Dios. Ella verdaderamente creía que no había un Dios. Y ella tenía razón. Sin Dios solo existe el vacío y la temporalidad, la falta de significado. Y tenemos entonces que convencernos a nosotros mismos constantemente que la vida sí tiene un propósito, pero en el fondo no es cierto. Sin Dios no hay propósito trascendente. Pero por el contrario, la implicación en un mundo donde Dios existe Implicación número tres. Si Dios existe, entonces no solo hay significado, propósito y esperanza, sino que también existe la posibilidad de llegar a conocer personalmente a ese Dios y su amor. La existencia de un Dios que se relaciona con sus criaturas hace toda la diferencia del mundo y hace que el concepto de trascendencia tenga un significado real. Si Dios existe, ya no necesitamos inventar significados para evitar caer en ilusiones, en depresiones o incluso en locuras debido a la insignificancia de las cosas. El significado y la esperanza se vuelven algo plausible ante la existencia de Dios. Ahora, ciertamente, esto no demuestra que Dios existe, pero sí muestra la gran diferencia entre un mundo y otro. demuestra que la existencia de Dios no es solamente un simple hecho cultural, sino trascendental. Y en realidad existen buenas razones para creer en Dios. Y hoy voy a iniciar con esas tres buenas razones, que yo espero que sean tres buenas razones, que vamos a abordar de una manera muy breve. La razón número uno es que Dios le da sentido al origen del universo. La existencia del universo es en sí mismo, dice la palabra de Dios, lo acabamos de leer en el Salmo, una evidencia de su existencia. Por muchos años, los ateos argumentaron que el universo está ahí y punto. Es eterno. Vemos en las noches cuerpos celestes que brillan y así ha sido toda la eternidad. Pero eso es irracional. Solo pensemos, a ver si me pueden seguir por un segundo. Pensemos por un minuto. Si el universo nunca tuvo un comienzo, eso significa que es eterno en el pasado, ¿verdad? Que el hecho de acontecimientos pasados en la historia es infinito. En otras palabras, si usted se sube en una máquina del tiempo y le da hacia atrás, quiero ir un millón de años hacia atrás. Entonces, eso significa que todavía hay universo allá y más y más y más y más y más y más. Entonces, en el universo de los ateos, usted nunca llega al inicio. Pero resulta que la infinidad o el término de infinito es algo que es imposible en el mundo material. Es algo que existe en la mente. Si el pasado fuera infinito, el universo, hermanos, piensen en esto, se habría quedado sin energía ya hace mucho tiempo. Porque por más millones de años que nos digan que tiene el sol de vida, nos dicen, no, todavía le quedan cinco mil millones de años, este, no lo vamos a ver, etcétera. Esos cinco mil millones de años ya pasaron, porque es eterno. Sí, correcto. Entonces, ¿Qué tendríamos ahorita? Si eso fuera cierto, lo que tendríamos es que sería un universo que ya se habría quedado sin energía y no solamente no habría vida alguna, sino que todo sería obscuridad total y ausencia de calor, sin vida en ningún rincón de toda la parte material. Por lo tanto, El universo no es eterno. Y por una cuestión lógica y filosófica, entonces esto nos lleva a deducir que el universo tuvo que haber comenzado en algún momento. Y esta conclusión ha sido confirmada por descubrimientos recientes de astronomía, astrofísica, y ahora tenemos evidencia muy fuerte de que el universo tuvo un comienzo. Entonces, ante esta evidencia, ahora muchos ateos dicen, no, pues, no, está bien, está bien, todo demuestra que sí es cierto. Es imposible que el universo sea eterno. ¿Pero qué creen? ¿Se iban a rendir así de fácil? No. Ahora argumentan que el universo salió de la nada. Es decir, que de repente, pues por ahí puede salir otro universo. Y es que eso es no comprender el concepto de lo que nada significa. Nada es nada. Absolutamente nada. Y es imposible que algo emerja a partir de la nada. Es un punto de vista absurdo, irracional. De la nada, nada puede salir. De tal manera que uno se pregunta, ¿por qué existe el universo en lugar de simplemente nada? ¿De dónde vino esto? Entonces es cuando encontramos, hermanos, el principio de la causalidad. Todo efecto, toda cosa que ocurre, debe tener siempre una causación o no. Usted, si usted de repente se encuentra caminando por el campo en algún lugar inhóspito, imagínese que va caminando y de repente se encuentra con un auto. Ese auto no tiene conductor. Ese auto está apagado. Y cuando usted toque el auto, pues está caliente. Usted no va a decir, no va a concluir que el auto llegó ahí manejándose solo. Bueno, ahora con los autos Tesla eso puede llegar a ser posible. Pero imagínense que no es un auto Tesla. No es un auto autónomo de manejo. Usted, que tiene el principio de causalidad en su chip de fábrica, va a deducir, aunque no haya ido a la escuela, que alguien llevó ahí ese auto. Usted no está viendo al conductor, pero usted tiene suficiente evidencia como para deducir tal cosa. Usted ve el carro, ve las rodadas, no necesita más. Por lo tanto, siguiendo este mismo principio de causalidad, llegamos a la conclusión de que debe haber existido una causa que trajo el universo a la existencia. Ahora podemos reunir, resumir nuestro argumento de la siguiente manera. Premisa número 1. Todo lo que comienza a existir tiene una causa. Lo que nos lleva a la premisa número 2. El universo comenzó a existir. Y premisa número tres y concluyente, por lo tanto, el universo tiene una causa. Ahora bien, la causa de un universo que se formó en algún momento, por lógica, debe apuntar a alguien que es antes o después del universo. Antes. Así es. Entonces, esa causa del universo es antes del universo. De hecho, considerando que también el tiempo debería iniciar en cuanto se forme el universo, pasa lo mismo con el tiempo, es antes o después del tiempo. Antes del tiempo. deducimos que ese alguien no solamente es antes del universo, sino que es atemporal, antes de los tiempos. Y si es antes de los tiempos y antes del universo, entonces quiere decir que es eterno e inmaterial. ¿Se dan cuenta hacia dónde comienzan a apuntar las cosas una vez que por el principio de causalidad se van analizando los hechos? Si ustedes hacen un contraste, ¿qué tiene más sentido? ¿Que el teísta cristiano tenga razón o que el universo saltó de la nada a la existencia sin haber sido causado? Y ahora, como decía alguien que hace chistes sobre esto, ¿quiénes se burlan de quién? Los que se sienten inteligentes y hombres de ciencia, se burlan de los que dicen que el universo tiene una causa porque ellos creen que el universo saltó de la nada. Las burlas deberían ser al revés. Génesis 1.1 dice, Creo Dios los cielos y la tierra. Y Salmo 102, 25 al 27 dice, desde el principio, es decir, antes de que todo iniciara, tú estabas allí, dice, tú fundaste los cielos, tú fundaste la tierra, perdón, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán porque ellos están sujetos al tiempo. más tú permanecerás. Y todos ellos como una vestidura se envejecerán, como un vestido los mudarán y serán mudados, pero tú eres el mismo y tus años no acabarán. ¡Qué curioso! Un ser que dice que es atemporal, que es inmaterial, capaz de crear. En la Biblia, Dios se adjudica el título de creador del universo. Y no solamente eso, sino que la misma Biblia describe a Dios como un ser eterno, atemporal, inmutable, inmaterial y todopoderoso. Pasamos entonces a nuestro argumento número dos. Dios le da sentido al ajuste fino del universo. Entre más datos se van conociendo, más pareciera que estas condiciones que tenemos para que la vida ocurra parecieran haber sido calculadas, fíjense, y en un rango muy fino. Y existen múltiples ejemplos de eso. Por ejemplo, pensemos en la temperatura de nuestro planeta. ¿Cuál es el lugar más caliente de la Tierra de temperatura ambiental? Hay algunos que dicen que está por el desierto del Sahara. Hay discusiones que está en Estados Unidos. Más o menos la temperatura puede ir arrosando los 55 grados centígrados. Nosotros decimos, es un infierno. Nuestra misma ciudad aquí tiene temperaturas altísimas en verano. Y la temperatura más fría en el planeta será menos 50. Entonces tenemos una variación de 100 grados centígrados, ¿verdad? La temperatura del universo va desde los menos 273 hasta los miles de millones de grados centígrados. Entonces, ¿qué se hace en esos 100 grados centígrados en esa escala? Es nada. Es una variación imperceptible. es como si fuera la temperatura perfecta, como si estuviera algo ajustado para que el planeta no variara más allá de ese rango. De hecho, pensemos también en la distancia que existe entre el Sol y la Tierra. Si acercáramos, aquí está el Sol y aquí está la Tierra, si acercamos un 1% la Tierra, la temperatura en lugares como Ciudad de México subiría hasta los 70 grados centígrados y acá no les digo cuánto. sería imposible vivir. Tendríamos que mudarnos a los polos y allá cultivaríamos alimentos, si es que se pudiera. Si le acercáramos un 5%, la vida como la conocemos sería imposible. Todo el planeta se volvería prácticamente inhabitable para nosotros. En otro ejemplo, si no tuviéramos una luna, nuestro océano sería un pantano. no sería un océano, sería un pantano. Porque la Luna ejerce este efecto de gravedad sobre la marea, es decir, levanta el agua y a medida que se mueve alrededor del planeta, la va moviendo. Entonces, habrán visto ustedes en las albercas cómo ocupa ver movimiento. ¿Qué pasa cuando no hay bombas en las albercas? Se empieza a poner verde, si no tiene suficiente cloro, se empieza a llenar de moho, porque no se mueve el agua, no hay oxígeno. La luna mueve las aguas y tiene el tamaño y la distancia perfecta de la Tierra. Si fuera un poquito más grande, si estuviera un poquito más cerca, no les quiero comentar cómo serían nuestras olas. Algunas ciudades costeras no existirían. En alguna ocasión leí un artículo de Roger Penrose, de la Universidad de Oxford, y él estaba hablando sobre, no necesariamente desde un punto de vista religioso, pero él estaba hablando de las constantes físicas que gobiernan el universo y que también permiten la vida en este planeta. Y me llamó la atención este párrafo que les voy a leer. Y él deduce, dice, Y no es solo que cada constante o cantidad debe estar exquisitamente bien ajustada a sus proporciones una a la otra, también deben estar ajustadas. Así que la improbabilidad se multiplica por improbabilidad hasta que nuestras mentes se enredan con números imperceptibles. En otras palabras, Lo que él quiso decir es como si alguien hubiese llevado a cabo cálculos perfectos para diseñar el planeta en el que vivimos. Acompáñenme por favor a Job 38. Vamos a leer Job 38. Hacia el Antiguo Testamento, Más o menos como a la mitad, hermanos. Job, capítulo 38. Dice la palabra acerca de esto, de esto que parece haber sido un ajuste fino, de esto que parece haber sido un diseño para que nosotros vivamos en este planeta. Dice Job 38, y vayan, lleven sus vistas al versículo 4, por favor. Dice, Dios preguntándole a Job, ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular cuando alababan todas las estrellas del alba y se regocijaban todos los hijos de Dios? Y de ahí pasamos al 31, por favor. Esto habla sobre nuestro planeta, pero luego sigue argumentando sobre el universo. o parte de él. Dice en el 31, ¿podrás tú atar los lazos de las pléyades o desatarás las ligaduras de Orión? ¿Sacarás tú a su tiempo las constelaciones de los cielos o guiarás a la osa mayor con sus hijos? ¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad? Bien, Dios no solamente es el creador del universo y el que lo trajo a su existencia, sino su diseñador. El libro de Job nos revela que Dios diseñó y ajustó a las galaxias cada cuerpo celeste, pero que también en su soberanía y en su poder se encargó de diseñar de manera perfecta nuestro grano de arena flotante, al que llamamos hogar. No estamos aquí por una serie de casualidades imposibles multiplicadas por otra serie de accidentes cósmicos imposibles y de repente llegamos acá y acá se formó la vida y por puras casualidades logramos llegar a esta iglesia. No hermanos, no. Dios está detrás de cada cosa. El ajuste fino es entonces evidencia de la existencia de Dios. Usted puede llegar a concluir eso, porque dice la palabra, mira todo esto. ¿Realmente, honestamente, crees que se formó de la nada? ¿Crees que se ordenó de la nada? Si somos honestos, en nuestra conciencia sabemos que hay un creador. Y tenemos entonces el último punto, punto número tres, que Dios da sentido a los valores morales objetivos. Toda moralidad, todo concepto de lo bueno o malo, está necesariamente atada a Dios, emana de Él, sale de Él. Por lo tanto, Si Dios no existe, los valores morales objetivos no existen. ¿A qué me refiero con esto? Que, por ejemplo, decir que algo está bien o está mal en un mundo sin Dios no tiene fundamento. Si Dios no existe, tampoco existe objetivamente el bien o el mal. Pueden existir ciertamente situaciones que me gusten o me disgusten, pero no puedo decir que sean realmente buenas o realmente malas. Y va a haber muchas cosas en las que estemos de acuerdo. Por ejemplo, imagínense que yo les pregunto aquí qué les parece el canibalismo. Yo estoy seguro que todos aquí lo van a calificar como algo malo, como algo aberrante, Pero yo les podría contraargumentar, bueno, hay culturas donde no es visto así. ¿Qué tal? Y hay culturas incluso donde históricamente han hecho culto a Dios practicando el canibalismo o incluso quemando a sus propios niños. A pesar de que esto último nos parece descabellado, en un mundo donde Dios nuevamente no existe, ¿con qué autoridad moral podemos objetar a alguien que piensa diferente? ¿Porque quién es la autoridad última? No, bueno, lo que pasa es que el gobierno es la autoridad última. ¿Y qué tal si cambiamos las leyes para que sí se permita? ¿Sabían ustedes que los nazis, ante sus leyes, no hicieron nada ilegal? Los nazis, cuando fueron juzgados, no fueron juzgados por sus leyes, porque ante sus leyes ellos no habían hecho nada malo. porque ellos opinaban distinto. Ellos opinaban que era bueno lo que estaban haciendo. Ellos creían que estaban limpiando al mundo. Ellos nunca se consideraban malos, lejos de eso. Ellos pensaban que eran los salvadores del mundo, que iban a tener una raza más pura, que el hombre iba a ser mejor, que el mundo iba a ser mejor con lo que ellos estaban haciendo. se dan cuenta cómo sin Dios, cómo sin una autoridad suprema, todo tiende a ser relativo. Relativo a la moda, relativo a mi opinión, relativo al gobierno, a que un gobierno lo dicte, relativo a la cultura, relativo a cualquier subjetividad que se me ocurra. El ateo Friedrich Nietzsche, quien proclamó la muerte de Dios, él entendía qué significaba la no existencia de Dios. Para él significaba la destrucción de todo significado y valor en la vida. Que si no había Dios, todo era relativo. Porque no hay una autoridad suprema que defina qué es bueno y qué es malo. Entonces, si lo bueno o lo malo, depende de mi opinión, entonces el bien y el mal son cosas cambiantes. Veamos, por ejemplo, el ejemplo del aborto, valga la redundancia. Hace 50 años, esta práctica aberrante era considerada como tal, como un asesinato. Nada podía justificarlo. Ahora, con el progresismo, con el huoquismo, que es una filosofía basada en el libertinaje vestido de libertad, en una supuesta liberación del yugo opresor de Dios, a lo que es claramente y a todas luces un asesinato, se le considera un derecho. Ya lo he dicho antes, y se le adorna con palabras como derecho reproductivo, interrupción legal del embarazo, medida de salud, responsabilidad, etc. Hermanos. Dice la palabra que Dios es inmutable, si. Dios no es liberal. Dios es un conservador en el sentido de que él conserva sus preceptos, de que sus preceptos son los mismos ayer y hoy y por los siglos. Lo que para él es un asesinato va a ser un asesinato siempre. Lo que Él dice que es malo, va a ser malo siempre. No va a haber un momento en el que Él tenga que cambiar o se vea forzado a cambiar. Pero solamente hemos hablado del mal relativo, porque también si Dios, el bien es relativo. Por ejemplo, sacrificarse por una buena causa puede ser calificado por algo heroico por unos o como una tontería monumental por otros. Es decir, a ver, ¿para qué te sacrificas si ya te moriste, perdiste todo lo que tenías y a quién salvaste? Salvaste a otra persona que también se va a morir. Entonces, en un mundo sin Dios, el bien y el mal no existen realmente, no existen. C.S. Lewis decía, él era ateo, pero dice que en su ateísmo estaba enojado con Dios. O sea, no existía, perdón, no creía en la existencia de Dios, pero estaba muy enojado con él. como muchos ateos hoy en día. Y él decía que su principal argumento contra Dios era que el universo le parecía demasiado cruel e injusto. Pero luego, en un ejercicio de honestidad, él dice, ¿pero de dónde saco yo la idea de lo justo y lo injusto? Es decir, y él dice, un hombre no dice que una línea es torcida a menos que tenga una idea de lo que es una línea recta. ¿Quién es Dios? Es la línea recta, hermanos. Él es el estándar con el que nos comparamos. Porque si eliminamos el estándar, nuevamente todo es relativo. Y Él se pregunta al final, ¿con qué estaba yo comparando el universo cuando lo llamé injusto? Porque el único justo es Dios. En conclusión, para que un valor sea objetivo, para que algo pueda ser objetivamente calificado como bueno o malo, se necesita de una autoridad suprema desde donde emane la definición de lo que es bueno y malo. Y solamente un ser absoluto puede decir que algo es absolutamente u objetivamente bueno y malo. Entonces, ¿Por qué podemos decir con certeza si algo es bueno o es malo? Porque Dios, de quien emana la ley, así lo dice. Esa autoridad, ese ser absoluto, es Dios, hermanos. Dice Santiago 4.12 que sólo Dios es el dador de la ley. Y Salmo 19 nos dice que esa ley que Él nos ha dado, ya lo leímos, es perfecta. de acuerdo con la naturaleza perfecta de su dictador. Salmo 19 nos dice, del 7 al 8, la ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma, el testimonio de Jehová es fiel. que hace sabio al sencillo. Él no va a cambiar. Y dice, los mandamientos de Jehová son rectos. No es como que, uy, híjole, creo que Dios no consideró esto cuando dijo aquello. No. Dice que alegran el corazón y que el precepto de Jehová es puro, sin dobles intenciones, sin dobles motivaciones, sin motivaciones ocultas, porque al final alumbra los ojos. Podemos resumir finalmente este argumento de la siguiente manera. Si Dios no existe, los valores morales objetivos no existen. El bien y el mal son cosas ilusorias. Punto número dos entonces, los valores morales existen. Lo que nos lleva al punto número tres, por lo tanto, Dios existe. Al final, hermanos, estos tres argumentos, el principio de la causalidad aplicada al origen del universo, la evidencia del ajuste fino en el universo, la existencia de los valores morales objetivos que nos gobiernan o que están en nuestro corazón, porque dice la palabra que Dios ha puesto su ley también en nuestro corazón, constituyen juntos una fuerte evidencia para la existencia de Dios. que se ha manifestado no sólo a través de su creación, sino a través de la segunda persona de la Trinidad, nuestro Señor Jesucristo, Creador de todo lo que existe. Y que de su boca han salido las siguientes palabras en Juan 8, 12. Él dice, yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Y también en Juan 6, 37, el que viene a mí, yo no le echo fuera. Un Dios personal, hermanos, dispuesto a relacionarse con sus criaturas a través de su Hijo Cristo. La fe del cristiano no es irracional, si lo piensan bien, porque de eso nos acusan. Irracional es la postura contraria, que cree ciegamente que el universo se crea de la nada, que el desorden causa orden y que la inconsciencia produce conciencia, que el bien y el mal son lo que ellos dicen. pero que para decir eso tienen que robarse los valores de Dios para decir que algo es bueno o es algo malo, que es ético y que es deshonesto, que creen que son un accidente cósmico sin propósito alguno. No, hermanos. Nosotros como creyentes estamos también fundamentados en la razón. Y la razón nos asiste. Pero más importante, en la palabra de Dios, porque como pudimos ver, todos estos razonamientos, si ustedes leen la palabra de Dios, ahí están. Y debemos de ser capaces de usarlos para defender también de esa manera la fe que hay en nosotros. Hermanos, terminamos con esto. Le pido, Checo, nos puedes despedir, por favor.
La existencia de Dios da sentido a la vida
Existe Dios?
Tres evidencias de la existencia de Dios y que implica para nosotros que Dios existe.
Sermon ID | 21025455364132 |
Duration | 41:42 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Hebrews 11:6; Psalm 19 |
Language | Spanish |
© Copyright
2025 SermonAudio.