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vamos a buscar en la palabra de dios y puestos de pie leer de mateo capítulo 2 mateo capítulo 2 una lectura de la escritura mateo capítulo 2 son tan amables ustedes sigan con sus vistas de mateo 2 los primeros 12 versículos mateo 2 1 a 12 La Escritura dice, Cuando Jesús nació en Belén de Judea, en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo, ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron, en Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta, y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá, porque de ti saldrá un guiador que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella. y enviándolos a Belén, dijo, id allá y averiguad con inteligencia acerca del niño, y cuando lo halléis, hacedmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Ellos, habiendo oído al rey, se fueron. Y aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron. Y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes, oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Estamos platicando con una amiga, ella es de la Ciudad de México, y nos comentó que en este tiempo de Navidad, en el sur sobre todo, no se dan los regalos a los niños hasta el Día de los Reyes. Esa costumbre está basada en la historia que leímos de Mateo capítulo 2, la acabamos de leer. Ahora, tradicionalmente se dicen que fueron tres reyes magos, pero la Biblia no dice en ninguna parte que eran tres, ni dice que eran reyes. Dicen que eran magos, pero no se imaginan a los que hacen trucos con cartas y palomas y cosas así. Magos en ese tiempo son lo que llamaríamos nosotros astrónomos, los hombres sabios, así como el profeta Daniel, ¿se acuerdan? Que él interpretaba, era muy sabio. un mago de ese tiempo. Yo creo que conocemos la historia, es un favorita de muchos, la conocemos desde hace mucho tiempo, no vamos a estudiarla versículo por versículo. Hay varias lecciones que pudiéramos aprender de ella, por ejemplo, esta historia confirma que Dios salva a gente de todo el mundo, no tan solamente a judíos. Esta historia confirma, ilustra, profetiza la verdad que Dios salvaría a gente, a personas de todo el mundo, no tan solamente a la gente de Israel. Los magos no eran de Israel, nos dice claramente que era del oriente. Probablemente de Babilonia o de Persia. Entonces, estos hombres, que no eran de Israel, eran judíos, supieron del nacimiento de Cristo. Dios se los había revelado. Ellos viajaron a buscarlo, viajaron a adorarle, dice aquí. Y le ofrecieron unos regalos muy significativos. Oro, incienso y mirra. Si ustedes no saben qué significa, eso le pueden preguntar a nuestro hermano Francisco que nos está visitando, ¿verdad? El Chihuahua, él sabe muchas cosas y de seguro que puede darles la respuesta correcta. Ahora, es obvio que por la historia que acabamos de leer, que ellos recibieron cierta revelación de Dios y creyeron la noticia que había nacido el Rey, el recién nacido Rey, como dice el himno. Yo creo que veremos en el cielo a estos magos. Entonces sabremos si de verdad se llaman Melchor, Gaspar y Baltasar, como dicen la gente. Yo lo dudo. Pero el punto aquí es que esta historia confirma la verdad que Cristo venía como el Corredor de Dios que quita el pecado del mundo, no tan solamente de los judíos. Otra lección que podríamos aprender de esta historia es que confirma la verdad que hay hombres que pueden conocer de la Biblia y aún turbarse, pero aún así ser incrédulos, desobedientes, rechazar a Cristo. Los principales sacerdotes, nos dice la historia, y los escribas junto con Herodes, fueron turbados. Es más, nos dice el versículo 2. ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó y toda Jerusalén con él. Se impresionaron mucho. Aún tuvieron miedo, se turbaron con las noticias que trajeron los magos del oriente. Ahora, Ellos no tuvieron que sacar sus celulares y buscar en Google ¿Dónde nacería el Cristo? ¿Dónde va a nacer el Cristo? Por supuesto estoy hablando en teoría, no tenían teléfonos inteligentes. Pero ellos no tuvieron que investigar mucho. Ellos sabían de memoria, sabían de la profecía de Miqueas 5-2. Dios les había profetizado 500 años antes. que Cristo nacería en Belén. Ellos lo sabían esto de niños. Conocían la geografía. Sabían que Belén estaba a unos nueve kilómetros de Jerusalén. Sabían de la promesa que Cristo sería el buen pastor que apacentaría a Israel, como dice ahí la profecía. Y ellos la repitieron. Pero ellos no fueron a Belén a buscarlo. Ellos no le recibieron. Y al fin lo rechazaron y lo crucificaron. Es increíble, ¿verdad? Y qué trágico. Conocían la palabra de Dios. Tuvieron miedo, tuvieron temor ante las noticias. Supieron interpretar la profecía de Miqueas. Y a lo último siguieron rechazando, desobediciendo a Dios. Y así en nuestros días. Muchos. Tal vez usted es uno de ellos. Tienen Biblias, celebran la Navidad, saben que celebramos que Cristo nació en Belén. Es más, hay algunos que pueden recitar versículos de memoria, pero no han buscado al Señor, no le adoran de corazón, no han creído en Él. Hace tiempo, hace unos años, prediqué sobre el infierno, algo de lo más difícil de predicar, pero al final Una muchacha, una señorita muy impresionada me dijo que le dio miedo el sermón y tenía temor de morir, que se podía ir al infierno por sus pecados. Pero increíble, ella no está aquí. Ella no siguió buscando a Dios. No creyó en la solución del Evangelio. Con miedo, con nervios de escuchar el infierno. Pero no creyó. Tú, usted puede tener mucho conocimiento de la Biblia, de las historias de Navidad, tener miedo a las cosas de la eternidad, a lo mejor tener pesadillas de esto, pero aún así rechazar las buenas noticias de la Navidad y rechazar a Cristo el recién nacido Rey. Arrepiéntete. ¡Oh, arrepiéntete! ¡Pidele a Dios misericordia! ¡Cree en Él! ¡Cree como un niño! Estaba pensando el otro día, y me dio mucha tristeza. ¡Qué terrible va a ser si usted se va de esta congregación, de esta iglesia, donde cantamos estos himnos tan preciosos, y leemos la Biblia todos los domingos, y enseñamos las Escrituras, el Evangelio, la verdad de Dios, y de aquí se va al infierno! ¡Qué terrible sería! Y hay hombres y mujeres así. Considera tu corazón, considera tu estado. No vaya a ser que sepas cantar los himnos y sepas los versículos y como esa gente que sabía hasta la geografía y las profecías y aun así rechazaron a Cristo. Esa es una lección que podemos aprender de esta historia. Otra lección de esta historia es que confirma la verdad que la creación es guiada por la providencia de Dios. La creación, la naturaleza, las estrellas. Aquí leemos que una estrella se apareció en el oriente. Fue delante de los magos hacia Israel. Se detuvo, nos dice, donde estaba el niño. Y se alegraron, ¿verdad? Que también cantamos un himno de eso. No sabemos qué tipo de estrella era. La mayoría cree que era un tipo de cometa o algo así. No sabemos cómo pudieron interpretar los magos que era la estrella de Cristo y cómo pasó. Pero obviamente fue guiada por Dios. Se ven relativamente muy pocas estrellas aquí en Hermosillo por la luz de la ciudad, pero no sé cuántos de ustedes han ido a un rancho, o allá, ¿verdad?, en el Giro del Triunfo, allá en la costa, o estaban de cacería, que pueden ver las estrellas. Miles y millones de estrellas que hay, y galaxias llenas de estrellas. Hay un Salmo que dice que el Señor las conoce por nombre. Y el Señor guía todo eso, y todas las galaxias, y todo el cosmos. Ustedes saben que a mi esposa Julia no le gusta la fantasía, que se les cierran los oídos, ¿verdad? Pero a mí me encanta la fantasía. Y cuando leí este pasaje, me estaba imaginando a Dios diciendo, ¿a quién enviaré? ¿A quién anuncio a los sabios que mi hijo ha nacido? Y me imaginé a las estrellas, me imaginé a los cometas, me imaginé a las galaxias y todo lo que no conocemos acerca de eso. Y como niños, ¿verdad? Grita, a mí, a mí, a mí, a mí. Yo quiero ir, yo quiero decirles, yo quiero ser la estrella, yo quiero ser el cometa que anuncie el nacimiento de nuestro creador. Bueno, el punto es, La historia confirma que la creación obedece la providencia de Dios y una estrella no se mueve a menos que Dios lo mande. Un pajarito, nos dice la escritura, no cae a menos que sea sin su permiso. Confiemos entonces en su protección, su providencia en nuestras vidas. Una última lección que podríamos notar antes y todavía no llegamos al sermón pero podríamos estudiar estas cosas es que esta historia confirma la verdad que Cristo es el rey de los judíos. Cristo es el rey de los judíos. No dice, por supuesto, una vez más nos pudiéramos imaginar a los magos llegando a el cima de Jerusalén o al San José, ¿verdad? A un buen hospital buscando dónde ha nacido el rey de los judíos. Lógicamente sería en la capital, lógicamente sería un buen hospital. ¿Dónde ha nacido el rey de los judíos? Y es lógico pensar que cuando los de Jerusalén escucharon la noticia, ha nacido el próximo rey, se pusieron a preguntar, bueno, ¿y cómo le va a poner Herodes? ¿Cuál va a ser su nombre? O se pusieron a preguntar, ¿y cómo está la esposa de Herodes? Si Herodes era el rey y había nacido el próximo rey, el rey de los judíos, entonces quiere decir que su esposa había tenido un bebé, ¿verdad? Obvio, lógico. Es obvio que los magos preguntaron de tal manera que los judíos no pensaron en un hijo de Herodes. Pensaron inmediatamente en el Mesías, en Cristo. La esposa de Herodes no estaba esperando ningún bebé. Ya tenían a Arkelao, que gobernaría después de su padre, Herodes. Y notaron, no sé cuántos de ustedes notaron esto, que les preguntó Herodes a los principales sacerdotes y a los escribas. ¿Dónde va a nacer el próximo rey? No preguntó eso. Vean lo que nos dice la Biblia en el versículo 4. Convocados todos los principales sacerdotes y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo, no el rey de Israel, no el próximo rey, pero el Cristo, Herodes. Los sacerdotes, los de Jerusalén, entendieron cuando los magos hicieron esa pregunta que se referían al prometido rey, hijo de David, Cristo, el Mesías de Dios. Y el punto es que la historia confirma la verdad que Cristo es el rey de los judíos, que Dios cumplió su promesa. a Israel, que el rey nacería, que Cristo nació para ser rey. Y por cierto, ¿se acuerdan cuando murió? ¿Se acuerdan del letrero imborrable? Pilato no lo quiso borrar, ¿se acuerdan? ¿Qué decía el letrero de la cruz? Jesús Nazareno, rey de los judíos. Podríamos profundizarnos y extendernos en estas lecciones. Pero esta tarde vamos a estudiar una lección muy importante y que se repite tres veces en este pasaje. Les voy a leer los versículos y ustedes me dicen cuál es la lección. Muy bien, versículo 2. Versículo 2. Llegaron los magos y diciendo, ¿dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle. Versículo 8. Y enviándolos a Belén dijo, id allá y averiguad con diligencia cerca del niño, y cuando le halléis, hacedmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Y luego nos dice el versículo 11. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron. ¿Cuál es el verbo que se repite? Adorar, adorar, adorar. Y la lección es clara. ¿Cuál es tu responsabilidad en este tiempo de Navidad? ¿Cuál es tu gran responsabilidad en este tiempo de Navidad? Adorar al Señor. Adorar al Señor. ¿Cierto o no? La mayoría de la gente en estos días adora la comida. el menudo, los tamales. Adora los regalos, adora los aguinaldos, adora las vacaciones que no tienen que trabajar y no adoran al recién nacido rey. Como cristianos, por supuesto, adoramos al Señor todos los domingos y todos los días. Pero debemos de adorarlo, especialmente en este tiempo de Navidad. Esto es lo que vamos a estudiar brevemente en el tiempo que nos queda. Tres preguntas van a guiar nuestro estudio. La primera, ¿qué es adorar al Señor? La segunda, ¿por qué tenemos que adorar al Señor? Y la tercera, ¿cómo adoramos más al Señor en este tiempo de Navidad? Oye, la primera pregunta es básica. ¿Qué es adorar al Señor? ¿Qué es adorar al Señor? ¿Qué es adorar al recién nacido Rey? En muchas iglesias Esta tarde o el día de Nochebuena, aún en la Navidad, tienen cultos especiales donde habrá dramas, unas, pantominas, danzas, nacimientos, recitación de poesías y cosas así. ¿Pero es eso adorar al Señor? Es eso, y esa es la pregunta, es eso lo que Dios nos manda en su palabra. Según la Biblia, podemos tener nacimientos, bebés que representen a Cristo, aún bebés vivos, bebés chiquitos, que podemos hacer imágenes del bebé de Belén. Pero cierto o no, es la realidad. Muchas veces se adoran más a los protagonistas de los dramas que a Dios. ¡Qué bien actuaste! ¡Qué bien te vestiste! Se alaba al orador de la poesía. No te equivocaste. Toda la perfección. ¡Qué bien! Aún se adora a los niños, aunque salgan como burritos, ¿verdad? ¡Ay, qué suave, qué bonito! Y no, se adora al Señor. A lo mejor suena como el Grinch, ¿verdad? El Grinch que se robó la Navidad. Si no saben quién fue el Grinch, le preguntan a Sergio. Una vez lo vi en su WhatsApp. Pero vamos a lo positivo. ¿Qué es adorar al Señor? El diccionario dice que adorar es reverenciar o rendir culto a un ser que se considera de naturaleza divina. Reverenciar o rendir culto a un ser que se considera de naturaleza divina. El diccionario dice que adorar es amar con extremo, orar. Tener puesta la estima o veneración en una persona. Muy buenas definiciones del diccionario que podríamos aplicar aquí. Adorar al Señor es reverenciarlo por su gran majestad, su santidad. ¿Quién es Él? Le rendimos culto, es decir, le honramos, lo alabamos como a Dios. Oramos a Él, le estimamos, le amamos a Él sobre todas las cosas. La palabra bíblica es interesante, conota ser reverentes. Literalmente significa apostarse ante alguien. Y la palabra bíblica conota humillarse ante el Señor, reconociendo su gran gloria. ¿Quién es Él? Así como Isaías, ¿se acuerdan? Isaías capítulo 6, cuando vio y los ángeles cantaban, ¿se acuerdan? ¡Santo, santo, santo! Isaías se humilló. Hay de mí. Ese es el sentimiento. Y conota devoción, la exaltación de Dios, la alabanza de sus atributos, su carácter divino. Eso es lo que debemos de hacer. Muy bien. ¿Qué es adorar al Señor? Ya lo sabemos. Ahora vamos a contestar la segunda pregunta. ¿Por qué tenemos que adorar al Señor? Esta pregunta es como la pregunta de, no sé si las hicieron ustedes en primaria, de qué color era el caballo blanco de Napoleón. La pregunta no es la respuesta. ¿Por qué debemos de adorar al Señor? Porque es el Señor. Él merece nuestra oración porque Él es Dios. El bebé que nació en Belén es el Señor, Emmanuel, Dios con nosotros. Debemos adorarle, por supuesto. Pero además, nosotros somos su creación. Él nos hizo. El Señor nos hizo. Por supuesto que debemos de adorarle, alabarle por la vida que nos dio y nos sustenta este día. Y nosotros como cristianos, mucho más. Pues no tan solamente nos ha creado. Pero nos ha escogido, nos ha rescatado, nos ha ayudado a perseverar hasta este día. Es una enseñanza básica de la cristiandad. La cristiandad a lo último es vivir adorando a Dios. ser adoradores de Dios como nos enseñó nuestro Señor Jesucristo en Juan 4 más la hora viene y ahora es cuando los verdaderos adoradores adoraron al padre en espíritu y en verdad porque también el padre tales adoradores busca que le adoren Dios es espíritu y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario que adoren en todo lugar con toda sinceridad los cristianos son los que adoran al Señor y pensándola bien. Es por eso que tenemos la Navidad. ¿Por qué nació Cristo en Belén? Alguien contesta, bueno, para vivir y morir, para salvarnos de nuestros pecados. Bueno, es cierto. ¿Pero por qué? ¿Por qué vino Cristo para salvarte de tus pecados? Él vino, ¿cierto? Y nació y vivió a la perfección, cumplió la ley de Dios, todos los mandamientos, y Él nos representa y murió en la cruz por nuestros pecados, ¿cierto? Pero, ¿por qué? Y usted contesta, para que no vaya al infierno. Es cierto. Por supuesto, para que no vayas al infierno. Pero, ¿por qué? Ay, Paco, ¿cómo que por qué? Pues para que me vaya al cielo. ¿Pero por qué? ¿Por qué quiere Dios que vayas al cielo? Para que disfrutes tu palacio allá, las calles de oro. ¿Por qué quiere Dios que vayas al cielo, que no te vayas al infierno? ¿Por qué te perdona por la muerte de Cristo? ¿Por qué? Porque Dios quiere que le adores ahora y por la eternidad. Como ha dicho el hermano. Para la gloria de Dios. Por eso, por eso es la Navidad. Y el punto es que debemos adorar más al Señor en ese tiempo de Navidad, pues celebramos que vino a este mundo a vivir y a morir por nosotros para que pudiéramos adorar al Señor de gloria. Esto nos lleva a la última pregunta, que es la práctica. ¿Cómo adoramos más al Señor en ese tiempo de Navidad? La mayoría de nosotros escucha la palabra adoración y nuestro cerebro piensa en cantar himnos. Y está bien, está bien. Pero la adoración bíblica incluye más. Incluye orar, incluye meditar, incluye ofrendar, incluye escuchar la predicación, incluye consagrar nuestras vidas al Señor. Probablemente ustedes se saben de memoria Romanos 12.1. Así que hermanos ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos en un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. Y nuestra Biblia dice que es nuestro culto racional. Hay otras Biblias que dicen es la adoración racional. Es la adoración lógica. Eso es lo que deben hacer. Consagramos nuestras vidas y así alabamos, adoramos al Señor. Y lo que quiero enfatizar de esto es que adorar a Dios incluye nuestra devoción a Dios durante toda la semana, todos los días. Adoramos al Señor al obedecerle. Pero también al vivir de una manera que le agrada, sea cual sea nuestra profesión. Como niños, adoramos al Señor, obedeciendo a nuestros padres, nuestros maestros. Como jóvenes, estudiando, obedeciendo a nuestros padres, ahorrándolos, trabajando como adultos. Seamos empleados, seamos patrones, seamos comerciantes, seamos jubilados cumpliendo con nuestra profesión día a diario. Ese es el tipo de adorador que Dios busca que le adore en vida, no tan solamente en la iglesia. Un famoso cantante de ópera. Puede cantar himnos en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México y muy bonito. Pero realmente Su corazón no adora al Señor porque no conoce al Señor. En su corazón no cree en Cristo, no adora al Señor. Él está ahí para ganar dinero, no para adorar al Señor. En cambio, una viuda muy pobre, paupérrima, que está enferma y ni siquiera puede salir de su casa, puede adorar al Señor con sus oraciones. su piedad diario. Llega una hermana a visitarla y le ofrece, mira me levanté temprano y les hice unas tortillitas, ten. Compartiendo. Y así adora al Señor, mucho más que ese famoso cantante de ópera. En la práctica práctica, si me permiten la repetición de la práctica práctica. ¿De qué se trata, Paco? ¿Cómo adoras más al Señor en ese tiempo de Navidad? Número uno, agradece a Dios por todo lo que tienes y recibes esta Navidad. Agradece a Dios por todo lo que tienes y recibes esta Navidad. El aguinaldo, la familia, los regalos, la comida, Que te lleven a adorar a Dios, agradecerle a Él, porque Él te lo da, Él te lo proveyó. Número 2. Relee las historias del nacimiento del Señor para que te provoquen devoción, cristiandad real. Al leer los evangelios, las historias de Navidad una vez más, pídele al Señor que te ilumine, que te enseñe y que te emociones con las verdades de la Navidad, meditando ¿Por qué tuvo que hacerse hombre? ¿Por qué tuvo que nacer? ¿Qué atributos, qué cualidades, qué virtudes resaltan en estas historias? Que te emociones adorar al Señor. Número tres, agrada a Dios cuidándote de los pecados navideños. agrada a Dios, adora al Señor, cuidándote de los pecados navideños. En los tiempos de oración, me gusta cada año, ¿verdad?, finalizar, cuando entramos en diciembre, orar, que Dios nos cuide de las tentaciones de Navidad. ¿Cuáles son las tentaciones, los pecados navideños? La gula, glotonería, codicia, envidia, pereza, cosas que desagradan a Dios. No adoramos al Señor así. Pero lo positivo también. Esfuérzate por ejercer las virtudes navideñas. Hay pecados navideños, pero también hay virtudes navideñas. ¿Cuáles son? Vivir en paz, vivir en armonía, en amor, con paciencia, contentamiento con lo que Dios nos da. Número cuatro. Canta los himnos fijándote en las palabras. Canta, alaba al Señor, fijándote en las palabras, sobre todo de los himnos navideños. A veces cantamos himnos, cierto o no, confesemos, hermanos, tan solo por la melodía. Nos encantan. Oh, santísimo, felicísimo, grato tiempo de... ¿Y qué está pasando? No estamos adorando al Señor. En cierto sentido estamos adorando la melodía. Lo que debemos de hacer es fijarnos en las palabras, la letra de los himnos, que estamos adorando al Señor en espíritu y en verdad, con el entendimiento, fijándonos en las palabras de los himnos con los cuales adoramos a Dios. Tenemos que adorar a Dios, no a los himnos. ¿Me explico? Número cinco, y con eso termino. Alégrate en este tiempo de Navidad. ¿Has notado que muchos de los salmos nos animan a adorar al Señor con gozo? La exhortación y el consejo del hermano Alfonso Álvarez siempre nos anima a estar contentos. Es muy bíblica. Cuando estamos adorando, cuando venimos a la iglesia, cuando venimos a cantar, a adorar al Señor, lo debemos de hacer con gozo. Alégrate en este tiempo de Navidad. Es así como adoras y alabas al Señor. Es parte de nuestra adoración cristiana. En este tiempo de Navidad tenemos mucho. porque estar alegres a lo mejor no recibimos ningún regalo ni nos dan ningún ayinaldo ni salimos de vacaciones ni comemos pozole menudo y tamales y todas esas cosas pero tenemos un gran salvador tenemos un gran y poderoso salvador que nació para perdonarnos de todo pecado Nació para perdonarnos de nuestra naturaleza pecaminosa. Pero eso no es todo. Lo máximo es que nació, vivió y murió y resucitó y ascendió para llevarnos al cielo. Para adorar al Señor por toda la eternidad. Eso nos debe dar mucha alegría en esta Navidad. Él merece toda la gloria. Oremos al Señor. Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño, y cuando lo halléis, hacedmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María y postrándose, lo adoraron. ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle. Nuestro gran Dios, nuestro gran Salvador, como iglesia te damos gracias. por la oportunidad que tenemos de venir a adorarte esta tarde en este servicio, en este culto. Damos gracias por nuestro gran y poderoso Salvador que nos ha reunido aquí. Nos ha perdonado nuestra esperanza de vida eterna. Podemos tener comunión con Dios, podemos adorarle en espíritu y en verdad por Él. Como iglesia, Señor, te pedimos que en este tiempo de Navidad, tú nos ayudes a adorarte, a alabarte, a enfocar nuestra vista, nuestra visión espiritual en ti, lo que has hecho por nosotros, a disfrutar, sí, de las cosas que nos has dado, los alimentos que nos das, los regalos, todas las cosas que nos das sin merecerlo. Pero sobre todo, Señor, que nos fijemos, que pensemos y meditemos y adoremos a Cristo, nuestro gran Salvador. Te pedimos, Señor, en este tiempo que nos protejas, ayuda a los hermanos que no están con nosotros, especialmente a aquellos que están de viaje, que están enfermos, cuidarlos de todo mal gracias por tu providencia para cada uno de nosotros rogamos señor que en estos días nuestro señor jesucristo se ha exaltado en nuestras vidas en todo lo que hagamos que aprovechemos este tiempo edifican un señor como iglesia ayúdanos en nuestros ministerios que proclamemos el evangelio las buenas noticias tenemos un gran salvador y podemos adorar en cristo jesús
Tu gran responsabilidad en la Navidad
Series Navidad
Se medita en nuestra gran responsabilidad de adorar al Señor durante la navidad.
Esto es lo que nos enseña la historia de los "3 Reyes magos."
Sermon ID | 131945382230 |
Duration | 33:54 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Matthew 1:1-12 |
Language | Spanish |
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