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El Salmo ocho, y voy a leer todo el Salmo. Al músico principal sobre Egipto, Salmo de David. Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra. Has puesto tu gloria sobre los cielos. de la boca de los niños y los que maman, fundaste la fortaleza a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo. Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo, ¿qué es el hombre? Para que tengas de él memoria, el hijo del hombre para que lo visites. Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos, todo lo pusiste debajo de sus pies, ovejas y bueyas, todo ello, y así mismo las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces del mar, todo cuanto pasa por los senderos del mar. Oh Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra. Vamos a orar. Señor, gracias por este salmo. Gracias por la oportunidad de poder orar estas palabras inspiradas y tomarlas como las nuestras y alabarte por quien eres Jehová y Señor nuestro, soberano y creador de todas las cosas. Y otra vez damos gracias que aún así. Tú nos creaste. Pienses en nosotros y nos cuidas. Señor, usa este salmo hoy para maravillarnos de quién eres. Y para vernos a nosotros correctamente a la luz de quién eres. Te pedimos en el nombre de Cristo. Amén. Uno de los mejores remedios para el orgullo humano es un estudio y una meditación en la gloria y los atributos de Dios. Todo ser humano tiene un problema, todo ser humano. Nosotros como cristianos no estamos exentos. Pensamos demasiado en nosotros. Somos egoístas del mayor grado, porque interpretamos todo lo que sucede en este mundo y todo lo que sucede en nuestro entorno a la luz de cómo afecta a nosotros. Qué egoísta. Nosotros no somos el centro del universo. De hecho, desde una perspectiva global, nosotros no somos muy importantes. Es puro orgullo interpretar todos los eventos de todos los días solamente a la luz de cómo afectan a nosotros y nuestras vidas diarias. Puro orgullo. Con cristianos intelectualmente sabemos que esa es la verdad, que somos muy egoístas, que pensamos que todo debería girar alrededor de nosotros. cuando realmente entendemos que toda la gloria pertenece a Dios, que Él está controlando todo el universo para bien y para cumplir su voluntad. De todos modos, aún sabiendo intelectualmente que así somos y no está bien, caemos muchísimo en este pecado, el pecado del egoísmo, el pecado de pensar demasiado en nosotros. Tú no eres el centro del universo. Pero Dios sabe esto, sabe esa tendencia humana, sabe de este pecado, y en Su Palabra nos enseña suficientemente de Sí mismo, de quién es. que puede quitar todo orgullo y todo egoísmo humano. Y por eso digo que uno de los mejores remedios para el orgullo humano es un estudio de y una meditación en la gloria y los atributos de Dios. La Biblia nos enseña de quién es Dios. Y necesitamos meditar mucho más en esto, mucho más en sus atributos, mucho más en su grandeza, mucho más en quién es, y mucho menos en nosotros y nuestras circunstancias y nuestros problemas. Y el Salmo 8 nos enseña esta verdad. El Salmo 8 nos ayuda a meditar en los atributos de Dios y maravillarnos de quien es. Nos enseña aquí que Dios es tan glorioso, tan grande, tan infinito, tan poderoso, que es un absoluto milagro que es digna de interactuar con nosotros. Es un milagro que Él nos creó. Es un milagro que Él nos usa y nos cuida y nos da dominio sobre el resto de su creación. Consideren los versículos 3 a 4. Cuando veo tus cielos, over tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo, ¿qué es el hombre? Para que tengas de él memoria, elijo el hombre para que lo visites. Cuando David escribió esto, creo que era mucho más impactante, porque no había luz artificial en las noches allá en Israel en esos días. Seguro que todos allá habían visto el cielo nocturno llenísimo de miles y miles y miles y miles de estrellas. Sin duda, David mismo, cuando era joven y cuidando al rebaño de su padre, pasaba muchas noches viendo el cielo a la noche y maravillándose de la creación de su Dios. Hoy en día casi no tenemos este privilegio porque vivimos en un lugar tan contaminado un lugar con tanta luz artificial que realmente no vemos las estrellas. Aquí en algunos países de la ciudad pueden ver algunas estrellas. Aquí sí, se puede ver algunas, pero no muchas. En otros países de la ciudad creo que casi nunca. Yo pienso que perdemos el impacto. Yo creo que algunos de ustedes, me imagino, cuando están en provincia, cuando están en el campo, han visto mucho más el esplendor de todas las estrellas en la noche. Y tal vez algunos de ustedes nunca lo han visto. Yo creo, cuando yo estaba en España, fui a visitar a un misionero que vive en el campo. Una noche, él apagó todas las luces de su casa. No había nada en su alrededor. Yo nunca, nunca he visto el cielo así. lleno de estrellas. Aquí vemos el 1, 2, 3, 4, 5. Yo no podía contar como dice la Biblia, no en cielo nocturno estaba casi completamente iluminado todas las miles y millones y millones de estrellas. Y por primera vez yo podía entender los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Yo podía entender más lo que David dijo aquí. Cuando vemos la maravillosa creación de Dios, cuando vemos los cielos, la luna y las estrellas que él formó. ¿Quién es el hombre? ¿Quiénes somos en comparación con toda la creación de Dios? Nada. Eso debería impulsarnos a darle a Él toda la honra y toda la gloria y toda la albanza, porque nosotros, en comparación con el universo, somos polvo, somos menos que polvo. Vamos a ver más adelante que el ser humano sí tiene valor, de todos modos, porque Dios nos creó a su imagen. Pero pensando en nosotros, necesitamos manivillarnos mucho más. de nuestro Dios creador y su creación, entender que naturalmente no hay razón para Dios interactuar con nosotros. Entonces, Salmo, vamos a considerar la gloria de Dios demostrada en su creación, especialmente la gloria de Dios vista en los seres humanos. Vamos a aprender que deberíamos maravillarnos mucho más de la gloria de Dios, porque aún siendo el creador de todo, Él cuida y usa a nosotros, débiles seres humanos. En primer lugar, vamos a ver el hecho de que Dios es el Soberano y Glorioso Creador de todo. Fíjense en cómo el Salmista describe a Dios en este Salmo. El es primero Jehová. El yo soy, el Dios eterno e infinito, el Dios del pacto, el Dios omnipotente. No es un Dios entre muchos dioses, sino es Jehová, el único Dios verdadero. También dice que es el Señor. Esto habla de su dominio, de su control sobre todas las cosas. Y no habla solamente de él como Señor, sino el Dios con todo el dominio sobre todas las cosas es el Señor que dice nuestro Jehová. El Señor es un Dios personal. Es un Dios que hizo un pacto con su pueblo y es un Dios que está involucrado en las vidas de su creación. Esto va a ser muy importante en la segunda parte del mensaje, cuando pensamos en el hecho de que Dios, aun siendo trascendente, grande y todopoderoso, sea digna de usar y cuidarnos y darnos dominio sobre el resto de la creación. Pero aquí al principio del Salmo, David está escribiendo estas palabras para que fijemos nuestros ojos en la gloria y la majestad de Dios, para que veamos su grandeza y soberanía y su gloria. El Dios verdadero es un Dios trascendente. ¿Qué quiere decir? Trascendente quiere decir que es un Dios más allá de los límites de nuestra comprensión humana. que él está infinitamente más arriba del ser humano, que su poder es ilimitado y su esencia es incomprensible. Después David habla del glorioso nombre de Dios, en el versículo uno. Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra. En este contexto, como en muchas otras partes de la Biblia, el nombre de Dios representa todo su ser. El nombre de Dios habla de quién es, habla de sus atributos, habla de todo lo que es el Dios grande y verdadero. Él es glorioso, más glorioso que cualquier otra cosa o persona, es trascendente y más allá de la comprensión plena de la mente humana infinita. Y David aquí no solamente habla de su gloria, sino aún con palabras que... aún usa palabras aquí que demuestran que en este momento David está adorando a Dios, está maravillándose de quién es su Dios, y no solamente hablando en términos técnicos y fríos. Otra vez, vea en versículo uno. Empiezo con ese signo de exclamación, dice o Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra. David no dice hermanos. Yo creo en Jehová. Es el señor glorioso. Así es técnico, es una clase, es una conferencia. David está predicando. David está adorando. David está alabando a Dios con todo su ser. David está emocionado, pensando en su Dios. Y espero que no vayamos a los extremos, ¿no? Porque a veces pensamos, la vida es carismática, además sea de emoción. Nosotros aquí, en la vida reformada, bien, bien, bien fríos. Pues tampoco. Tú conoces a tu Dios o no. No queremos ir al otro extremo y hablar nada más técnicamente, analíticamente de quién es Dios y no. Está bien, hermanos. Si nos emocionamos, deberíamos. Cada personalidad es diferente. Ustedes tal vez van a llorar más que yo. Quién sabe, no? Pero cada persona es diferente. Pero deberíamos estar llenos de alabanza y adoración y sí, emoción. Porque nuestro Dios es tan grande, es tan glorioso, tan infinito, tan prodoso. Es el único Dios y es nuestro Dios. Por eso está tan grande su nombre en la tierra. Vemos aquí si seguimos. En los reciclos 3 y 4, David empieza a hablar de Dios como su creador. Otra vez leamos, reciclos 3 y 4. Cuando veo tus cielos, obra tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste. Digo, ¿qué es el hombre? Para que tengas de él memoria. Elijo al hombre para que lo visites. En reciclo 4, vamos a ver más adelante. Ahora vamos nada más a pensar en reciclo 3, que describe a Dios como creador. ¿Qué dice aquí? Los cielos son obra de sus dedos. Todo lo que Dios hizo en los cielos, todo lo que vemos, todo ese universo que está, que parece infinito, nada más así con sus dedos. Ni necesitaba todo su ser. Obviamente es una imagen, es una ilustración, no? Dios habló y todo llegó a ser. Pero así pensando en la imagen, la ilustración, nada más sus dedos. Él formó, dice, la luna y las estrellas. Pero otra vez, David no lo dijo de manera tan fría. David no dijo, hermanos, creo en un Dios creador. Yo creo que Él creó los cielos y la tierra. Es que aburrido, ¿verdad? David está muy diferente, dice aquí, bueno, ¿qué es una palabra que podemos usar? Está eufórico. ¿Es una buena palabra? ¿Podemos usar esta palabra? Eufórico, está asombrado con la creación de Dios, el pensamiento de que Él conoce a este Creador. Dice, Dios, cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, cuando veo la luna, las estrellas que Tú has formado, ¿quién soy yo? ¿Quién es el hombre de que Tú nos salves y nos amas y nos das gracia y todo eso? ¿Para qué, Dios? ¿Por qué no entiendo? Yo creo que a veces estamos en otro lado, ¿no? Decimos, por supuesto Dios me ama. Soy una buena persona. Por supuesto Dios me ayuda. Por supuesto Dios me bendice. Yo merezco las bendiciones de Dios. ¿No? Y en parte es porque no entiendes quién es Dios. Él creó todo. Te creó, bueno, creó de ese hermano de polvo. Somos polvo. Pues digo que somos polvo. Dios nos creó del polvo. No merecemos nada. Deberíamos estar maravillados de quien es Dios. Deberíamos estar literalmente asombrados de quién es este Dios que quiere algo conmigo increíble. No merezco nada. Necesitamos fijarnos los ojos mucho más en quién es. alabarle, adorarle, porque eso nos va a cambiar cuando entendemos quiénes somos a la luz de la grandeza de Dios. Es decir, el pensar en nuestro Dios así debería afectarnos. Tampoco deberíamos siempre platicar solamente de manera fría y analítica. Entonces, si a veces estamos en una clase y tenemos que ver cosas analíticas, a veces tenemos que ver cosas profundas y hablar de manera mucho más técnica, pues también necesitamos momentos cuando nada más estamos tan llenos de gracia, estamos tan llenos de adoración y acción de gracias, de eso, que explota en nosotros, que no podemos hacer otra cosa que solamente decirle a Dios, cuán grande eres, gracias por amarme, no lo merezco. No lo hacemos mucho, ¿verdad? ¿Por qué? Porque somos orgullosos. Pensamos que merecemos todo de Dios y no le conocemos como deberíamos. No estamos llenos de conocimiento de Él y no estamos llenos siempre de maravilla de quién es. Es lo que nos falta. lo que nos falta individualmente, lo que nos falta como iglesia. Porque si queremos el testimonio, un mundo tan oscuro. Ellos no van a ser atraídos a personas o iglesias cuando es todo tan frío y todo es una, todo es un ensayo de hora y media, cada domingo de dioses. Ellos necesitan ver que esto nos ha cambiado. que estamos maravillados, que estamos llenos de alabanza y adoración a nuestro Dios. Necesitamos a veces orar como David, cerrar la puerta a la recambra, derrumbarnos en el Si Dios, Jehová, Señor mío, cuán glorioso eres en toda la tierra. No hay nadie como tú. Tú formaste todo con tus dedos. Tú creaste a todo. No merezco nada de ti. Gracias por amarme. Estoy completamente maravillado de que tú pienses en mí. Gracias, gracias. Nosotros oramos así. Adoramos a Dios así, alabamos a Dios así, maravillados, no pidiendo nada en el momento. Olvídate de las peticiones, nada más maravillándote de quien es Dios y alabándole y adorándole con tus palabras y con todo tu ser. Necesitamos aprender cómo orar en esta manera. Necesitamos aprender cómo vivir así constantemente maravillados de los atributos de nuestro Dios, porque más la gran razón por la cual nos desesperamos mucho. La razón por la cual no confiamos como deberíamos. La razón por la cual no ponemos a Dios en primer lugar como deberíamos es porque no meditamos en quienes en su ser y nombre y atributos. Es porque todavía no estamos suficientemente maravillados y asombrados y pasmados de quién es nuestro Dios. Decimos que nos maravillamos de Él. En realidad, lo hacemos muy poco. En realidad, tenemos muchísimo conocimiento intelectual de Dios. Podemos explicar y analizar sus atributos y su carácter, pero nos falta caernos a nuestros rostros y levantar nuestras voces y exclamar, Jehová, Dios mío, mi Señor y Creador, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra. El mundo está lleno de tu gloria. No hay nadie como tú. Necesitamos aprender más de quién es Dios. Y después alabarle constantemente con todo el ser por quién es. Obviamente podríamos continuar hablando por literalmente todas nuestras vidas de quién es Dios. Pero ese salmo habla no solamente de quién es Dios, no solamente habla de Dios trascendente, poderoso y creador y soberano. También ese salmo habla del ser humano. Habla de la maravilla de que aún siendo débiles seres humanos, el Señor Jehová, el Soberano Creador de todo, cuida y nos usa. Es decir, el hecho de que este Salmo no solamente habla de Dios, sino que también habla de nosotros. No es para que nos jactemos en quienes somos. No es para que pensemos que estamos al mismo nivel que Dios. No es para que pensemos en nosotros mismos, tenemos la misma gloria y majestad como nuestro creador. Claro que no. El Salmo habla del hombre para que veamos el contraste entre nosotros y quienes somos y nuestro Dios, para que aprendamos a tener humildad. En vez de compararnos los unos con los otros, que hacemos muchísimo, deberíamos aprender a vernos a la luz de la gloria y majestad de Dios y darnos cuenta de que no somos Dios, que no todo el mundo gira alrededor de nosotros. Es solamente por la misericordia y la gracia de Dios que nos permite existir y vivir y servirle. Vamos a ver que en segundo lugar, aún siendo el Dios glorioso y majestuoso, aún siendo el glorioso y soberano creador de todo, Dios se indigna de usar y cuidarnos y darnos dominio sobre su creación. Piensa en esto. No, si por supuesto Dios me usa, si por supuesto Dios me cuida. No, no, no. Ya, a un lado tu orgullo, a un lado mi orgullo. El Soberano, Glorioso, Majestuoso, Soberano, Creador de todo, te conoce, piensa en ti, te cuida, te usa, te da dominio sobre su creación. ¿Ya estamos maravillados o todavía no? Pero que sí, no es increíble. Dios nos usa a nosotros, seres humanos, ante todo, en primer lugar, porque Él usa a los débiles. Podemos ver en mi ciclo dos. David dijo de la boca de los niños y los que maman. Fundaste la fortaleza a causa de tus enemigos para hacer callar al enemigo y al vengativo. Naturalmente, el ser humano esperaría que Dios usara a los líderes poderosos, los generales, los ejércitos, los científicos y profesores más intelectuales, para cumplir su voluntad. Es lo que esperaríamos naturalmente, para demostrar su poder, para fundar la fuerza de la ley, todo lo que dice aquí. Es lo que esperaríamos, pero no. Aquí dice en el versículo 2, Dios usa la boca de los niños y de los que maman para hacer esas cosas. Podemos ver dos aplicaciones aquí. Al hablar de los niños, el samista está ilustrando que Dios usa a los débiles. Que parte de la manera en la cual Dios demuestra su poder y su soberanía como Creador, es que no necesita a otros para cumplir su voluntad. sino puede usar a unos más débiles y pequeños para cumplir su voluntad en la tierra. Es un principio muy importante, especialmente cuando meditamos en los atributos de Dios. ¿Y quién es nuestro Dios? El principio es este. Dios no nos necesita. Perdón si yo he roto tu sueño de Dios no nos necesita. Dios no necesita a ningún ser humano. Dios no necesita a ningún ángel, Dios no necesita nada ni a nadie, no necesita a mí, no necesita a ti. Pero lo más maravilloso de todo esto es que aunque no nos necesita, nos usa y no solamente nos usa, sino que nos ama. Nos ha salvado, nos ha adoptado como sus hijos. Otra vez, no nos salvó, no nos creó, no nos adoptó porque nos necesitaba. Dios ha escogido usarnos, nada más. Dios no necesita a nadie. Y puesto que no necesita a nadie, entonces él puede usar quien quiera. Dios no tiene que escoger a los más poderosos para ayudarle, sino, puesto que no nos necesita, puede escoger a los débiles, a los necios, a los viles, como dice 1 Corintios 1. Es decir, puede escoger a nosotros. Porque no necesita a los más poderosos, no necesita a los más fuertes, no necesita a los más sabios para cumplir su perfecta voluntad en la tierra. Entonces, esta idea de que Dios no nos necesita, debería animarnos en vez de desanimarnos. Porque si Dios necesitara a un ser humano para cumplir su voluntad, no escogería a tú ni a yo. Simplemente no. Entonces, el hecho de que no necesita a nadie, significa que puede usar a quien quiera, puede usar a los más débiles, y por eso puede, y sí usa, a nosotros. Hermanos, este buen ánimo es de mucha ayuda para nosotros entender, Dios no me necesita, pero me usa, precisamente porque no me necesita. En el versículo 2, si regresamos, dice que Dios usa a los niños y bebés para fundar la fortaleza y hacer callar a sus enemigos. Entonces, en primer lugar, nos enseña, Dios usa a los débiles. No necesita a la persona poderosa para cumplir su voluntad. Pero tampoco aquí deberíamos ignorar la aplicación más obvia, que es que Dios puede usar aún a los niños para su gloria y para cumplir su voluntad. Me da tristeza que no hay niños aquí hoy. A veces están aquí con nosotros y hoy no, porque quiero hablar con ellos. Hagan sus cinco años. Dios puede usarlos. Pero bueno, aquí tenemos jóvenes también. Joven, entonces. Dios te puede usar. Tú no eres demasiado joven. Dios te puede salvar. Dios te puede llamar. Dios te puede usar para servirle y glorificarle. No tienes, no tienes que esperar hasta que seas más grande. No tienes que esperar hasta que tengas una edad mayor. No importa la edad que tengas. Necesitas buscar a Dios, humillarte ante él, servirle con todo tu corazón. Dios te puede usar joven. para fundar la fortaleza, para hacer callar a sus enemigos. Fíjense, Dios te puede usar para cualquier cosa que Él quiere que tú hagas. Nunca pienses que eres demasiado joven. Nadie es demasiado joven para ser usado por Dios. Entonces recuerda lo que Cristo dijo en Marcos 10, cuando sus discípulos estaban reprendiendo a los que presentaron sus niños para ser bendecidos por él. Dios dijo, dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan. Y por eso quiero los niños aquí en la iglesia con nosotros. Cuando no están, nos hace falta. Honestamente, los chiquitos que a veces no entienden todo, pero Dios dice que vengan a mí. Sigue siendo poquito de los tales es el reino de Dios decirles digo que el que no recibe el reino de Dios como un niño no entrará en él y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía. Cristo quiere que los niños vengan a él, los niños o niña joven. Cristo quiere que tú vengas a él. Quiere que vengas con un entendimiento de tus pecados, con una fe en él, creyendo en él como salvador. Quiere que vengas a él como su hijo, pidiéndole como papá por lo que necesitas. Cristo quiere que vengas a él con humildad y reverencia, diciendo en aquí, Señor, envíame a mí, úsame a mí. Quiero servirte con todo mi ser. Dios puede salvar y usar a los niños y jóvenes para su propia gloria. Eso no solamente algo que pertenece a los adultos, sino a todos los niños y jóvenes aquí, a todos aquellos aquí también, que tal vez el mundo dice que no son importantes. Dios usa a personas así. Dios nos usa a todos nosotros, todo tipo de gente, para demostrar su gloria y cumplir su voluntad en nuestro mundo. Todos aquí pueden ser usados por Dios, no importa la edad, no importa el género, no importa el nivel económico, social, no importa nada. Dios puede usar a cualquiera, puesto que no necesita a nadie. Después de los versículos 3 a 4, regresando a estos dos versículos, los amistos nos dicen que cuando vemos la grandeza de la creación de Dios en la naturaleza, deberíamos estar asombrados que Él se acuerde de nosotros, que nos cuida. Antes vimos en el versículo 3 y consideramos la grandeza del Creador. Ahora vamos a ver el gran contraste entre el Creador y la criatura. Porque cuando aquí habla del hombre, para que ustedes entiendan, no está hablando de solamente el masculino, está hablando de la raza humana. ¿Qué es el hombre? dice. ¿Quién es el ser humano? Hombre y mujer. Y la pregunta de David aquí en versículo 4, ¿qué es el hombre? para que tengas de ya memoria, y dice el hombre, para que lo visites, esta pregunta de David, es una pregunta muy, muy válida. De hecho, es una pregunta que nosotros deberíamos hacer a veces también, especialmente cuando empezamos a sentir mucho orgullo. Cuando tú empiezas a sentir orgullo, haz esta pregunta. ¿Quién soy yo en comparación con Dios? ¿Quién soy yo en comparación con Dios infinito y eterno y el creador de todo? ¿Qué es el ser humano para que Dios tenga memoria de él? Dios es tan trascendente. No nos necesita. Entonces, ¿qué hay en nosotros que hace que Él piense en nosotros o que nos visite? Que en ese contexto significa que nos cuide. ¿Ves la respuesta? En nosotros, naturalmente, no hay nada que trae a Dios amarnos y pensar en nosotros y cuidarnos. Dios piensa en nosotros y nos cuida solamente por su gran amor, solamente porque ha decidido amar y cuidar a su creación. ¿Por qué nos creó? Recibimos el versículo 3. Él es el creador. Dios nos creó. Versículo 5 también dice Dios nos creó. ¿Y cómo? poco menor que los ángeles. Esa es la verdad, sin duda. No estamos al nivel de los ángeles en cuanto a poder y duración de vida. Pero también muchos piensan que la traducción aquí debería ser Dios, o dioses, en vez de ángeles, basado en el texto en hebreo. La verdad es que cualquier de las dos traducciones nos diría más o menos lo mismo. Pero creo que es algo más fuerte si pensamos que, si lo traducimos como Dios. Porque sí, David está diciendo, aunque no somos dioses, aunque no somos Dios, aunque no estamos al nivel de Dios, ni estamos al nivel de los ángeles, de todos modos, Dios piensa en nosotros. Él nos ama, Él nos cuida, Él nos ha honrado. y vemos la segunda parte del siglo cinco, no los coronaste de gloria y de honra. ¿A quién se refiere aquí? El ser humano. Dice que Dios ha coronado de gloria y de honra al ser humano. Decimos cómo? Bueno, aún no siendo nosotros nada en comparación con Él, aún siendo menor que Él, menor que los Andes, Dios nos ha honrado, Dios nos ha coronado de gloria y honra. ¿En cuál manera? Creo que pensando en el contexto aquí de Dios el creador, es correcto pensar en esta gloria y honra en cuanto a lo que Dios dijo en Genesis 1 cuando creó al ser humano. hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza. ¿Qué más gloria y honra podemos pedir? Somos creados a la imagen de Dios. Es lo que significa aquí, coronado de gloria y honra, porque Dios nos creó a su imagen y a su semejanza. Sabemos que no hay nada en el ser humano que viene del ser humano, que atrae el amor y la atracción de Dios, la atención de Dios. Pero si hay algo en nosotros que Dios nos ha dado, que es de honra y gloria. ¿Qué es? la imagen de Dios. Cuando leemos esos versículos, debemos pensar en una aplicación muy importante y muy práctica para nosotros hoy en día, que esas verdades en este Salmo destruyen, completamente destruyen la teoría de la evolución. Fíjense, hermanos, la palabra inspirada aquí nos dice que Dios nos creó, eso primero, nos creó, pero nos creó un poco menor que los ángeles, o un poco menor que Dios mismo. Es lo que dice, ¿verdad? ¿Sí? ¿Sí? No dice que Dios nos hizo un poco mayor que los animales. ¿Ven la importancia de esta distinción? El ser humano, en creerlo, con su creencia en la evolución, siempre está comparando al ser humano con los animales, que son supuestamente sus antepasados, esa es la cadena de hace años en la evolución. Pues la comparación siempre en la evolución es que el ser humano está un poquito mayor que los animales, o a veces, al mismo nivel. Pero la perspectiva de Dios es muy diferente. Dios no nos ve como nada más un poco mayor que los animales. No, Dios nos ve como el pináculo y el colmo de su creación, solamente un poquito menor que Él mismo, solamente un poco menor que los ángeles. Y por eso, la vida de un ser humano sí tiene valor. Y tiene más valor que la vida de un animal. Es una blasfemia en nuestra cultura hoy en día. Es la verdad bíblica. El ser humano tiene valor, el animal no. ¿Por qué? Porque el ser humano es creado en la imagen de Dios y el animal no. Porque Dios dice, Él creó al ser humano un poco menor que los ángeles, no un poquito mayor que los animales. Entonces, tenemos una decisión. Podemos creer en lo que los científicos incrédulos dicen con su teoría. Y teoría no es hecho. O podemos creer la palabra de Dios. Los incrédulos aquí van a creer la ciencia. Los cristianos aquí deberían creer en la Biblia. Entonces, vemos que Dios ha dado también aquí al ser humano el dominio sobre el resto de la creación. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos todo lo pusiste debajo de sus pies, ovejas y bueyes, todo ello, asimismo los peces del campo, las aves, los cielos, los peces del mar, todo cuanto pasa por los senderos del mar. Eso no es nuevo. David nada más está repitiendo aquí lo que Dios mismo dijo en Génesis 1, 26 a 28. Entonces dijo Dios, hagamos a lo menos imagen conforme a nuestra semejanza, y señoré en los peces del mar, en las aves del cielo, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastre sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, barón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo, fructifiquen, multiplíquense, llenen la tierra y sojuzguenla. Y señoreen en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Somos seres humanos débiles. No somos nada en comparación con Dios. Pero puesto que somos creados a su imagen, puesto que Dios piensa en nosotros, y nos usa y nos cuida, y puesto que Dios nos ha dado dominio sobre el resto de la creación, el ser humano, la vida del ser humano, sí tiene valor. No en sí mismo. Un valor que le ha sido dado por Dios. Por eso es tan malo matar a un ser humano, pero podemos matar a los animales para nuestra comida. Por eso es un pecado quitar la vida de una persona, crear la imagen de Dios. Pero es correcto ejercer nuestro dominio sobre la creación y matar a los animales que necesitamos para sobrevivir. Tú tienes una decisión ahora, creer lo que la palabra dice o creer lo que tu cultura dice. Es que hoy en día, yo tengo dos mascotas, no me malentiendan, ¿ok? Son parte de mi familia. No es correcto maltratar a los animales, ese es parte también del pecado. Pero esa idea hoy en día de que no deberíamos matar a los animales, no, por eso están, para comer, ¿ok? Dios nos dice, el ser humano es creado en mi imagen. Puede tener dominio sobre el resto de la creación. Por eso, la vida de un ser humano tiene valor, y la vida de un animal no tiene este valor. Entonces, si están enojados conmigo, pues leen sus Biblias. Así es. Entonces, aún no siendo nada en nosotros mismos, tenemos un valor por haber sido creado en la magia de Dios, y Él nos cuida. y nos protege y nos ama y nos ha dado dominio sobre el resto de su creación. ¿Qué es el resultado de todo eso? Ya terminando. Cuando ya entendemos la gloria y la majestad de Dios, el soberano creador de todo, cuando nos humillamos ante Él porque Él escoge usarnos y cuidarnos y amarnos, ¿qué es el resultado? El resultado debería ser que vivimos cada segundo de cada día en alabanza de Dios, glorificando su santo nombre y obedeciendo su voluntad. O para pensar de otra manera, es doble la aplicación de este salmo. Piensa en primer lugar conmigo. ¿Nos maravillamos suficientemente en la gloria de Dios? ¿En la creación de Dios? ¿En el carácter y los atributos de Dios? Yo estoy seguro que la respuesta es no. No lo hacemos suficientemente. No nos maravillamos constantemente de quién es nuestro Dios. Nuestras vidas no están llenas siempre de su gloria y el asombro de su nombre. No lo hacemos como deberíamos. De hecho, no vamos a hacerlo perfectamente hasta que estemos en la gloria. Pero esa no es excusa para ni intentar. Mientras, antes de ir al cielo, necesitamos practicar. Porque así como los cuatro seres vivientes en Apocalipsis 4, vamos a adorar a Dios con nuestras bocas constantemente cuando estamos en el cielo, diciendo como ellos, Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir. Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas y por tu voluntad existen y fueron creadas. Es lo que vamos a estar diciendo todo el tiempo en el cielo, entonces hermanos, vamos a practicar. Vamos a practicar. No lo vamos a hacer perfectamente mientras estamos aquí, pero no es excusa para no hacer nada. Necesitamos practicar estar maravillados, asombrados, adorando, alabando a Dios constantemente, en cada circunstancia. Cuando vas al trabajo y el pestero está lleno y estás así, alabando a Dios porque tienes vida, por lo menos por un segundo más, ¿no? Alabando a Dios porque vas al trabajo, pero esa es la casa y los niños o los jóvenes están peleando y todo. Alabando a Dios porque tienes familia, porque tienes hijo o hija, aunque a veces te cuesta el trabajo. Alabando a Dios porque otro día empiece, porque levantaste otra vez, porque tienes una iglesia, tienes hermanos en Cristo, tienes familia, tienes, tienes todo. ¿Qué más quieres? No, honestamente, dime, ¿qué más quieres? Quiero saber. Necesitamos tanto asombro de quién es nuestro Dios, que nuestros ojos estén tan fijados en Él, que no queremos nada más. Que toda nuestra vida es constante alabanza y adoración de Dios. Y no solamente esto, sino también queremos que otros lo hagan. Y por eso evangelizamos. Por eso compartimos el Evangelio. Porque queremos que todo el mundo esté lleno de su gloria. y la alabanza y la adoración de su potestad. Por eso, si estás aquí y no entiendes cuán glorioso y majestuoso es Dios, si tú sigues aferrado a tus pecados, a tu propio camino, si nunca has entendido la necesidad de un salvador de tus pecados, Creemos nosotros aquí que hoy sea el día cuando tus ojos estén abiertos y puedes ver por primera vez la gloria y la majestad de Dios. No toda la vida gira alrededor de ti, gira alrededor de Dios y tú la necesitas porque no hay vida sin él. No sigues tan enfocado en ti mismo. Levanta tus ojos para ver al Dios verdadero y conocer quién es, para que tú estés asombrado y maravillado y para que puedas entender tu necesidad de Él. No solamente los incrédulos, sino también como cristianos queremos hablar de este Dios a otros cristianos que todavía no le conozcan como deberían. Tenemos amigos y vecinos y familiares que tal vez sí son cristianos, pero están atrapados en falsa doctrina y realmente no conocen a Dios como deberían. Y necesitamos tener vidas que están otra vez tan explotando con la gloria de Dios, que ellos ven que, pues soy cristiano, pero me falta algo. No estoy hablando de entrar en debates constantes con ellos, sino nada más con tus palabras, con tu testimonio, con lo que se ve en tu ser. que ellos también quieren saber qué es diferente de tu iglesia, de tu salvación, de tu Dios, qué está pasando. Rápido, para terminar, orando este salmo, creo que podemos orarlo en dos maneras. Ante todo, enfocándonos en nuestra oración, en alabar y adorar a Dios por su gloria y por su majestad. Lo hemos estudiado antes aquí en la iglesia. Siempre es bueno recordarnos, la oración no es solamente pedir. El Padre nuestro es un ejemplo, es un patrón, es un bosquejo para nuestras oraciones y empieza alabando y alabando a Dios por quien es. Antes de pedir, porque sí podemos pedir, pero antes de pedir deberíamos pasar Tiempo, un buen rato, nada más alabando y glorificando a Dios por quien es, por su ser, su carácter, sus atributos, y después podemos empezar con nuestras peticiones. Este sábado nos ayuda. Si dices, no sé cómo hacerlo, ok, lees las palabras. Son palabras inspiradas de alabanza a Dios. El miércoles los vamos a hacer. Me da tanto gusto, tantos de ustedes están llegando ahora los miércoles. Más pueden venir también, tal vez. Y vamos a estudiar ese Salmo. Y vamos a orar juntos. ¡Oh Jehová, Señor nuestro! ¡Cuán maravilloso es tu nombre en toda la tierra! Vamos a empezar las oraciones con alabanza y adoración a Dios. Y, por supuesto, cuando oramos ese Salmo, deberíamos pedir a Dios por humildad. Por el poder para glorificar a Dios en todo lo que hacemos. Recordamos lo que dice en 1 Corintios, ¿no? Si comamos, o bebamos, o hagamos cualquier otra cosa, que sea para la gloria de Dios. Tu vida no es tuya. Mi vida no es mía. Si eres Hijo de Dios, tu vida pertenece a Él. Entonces, llena tu vida con esta gloria, con esta maravilla de quien es, y eso te va a ayudar a obedecerle. no caer tanto de sus pecados y cumplir su voluntad. Necesitamos manivillarnos mucho más, hermanos, de la gloria y la majestad de Dios, porque aún siendo el creador de todo, aún siendo el Dios soberano y glorioso, nos cuida, nos usa, nos ama. Vamos a orar. Gracias, Señor, por ese salmo que nos dice tan claramente quién eres y lo que mereces. Sabemos que nuestras palabras humanas son muy débiles. A veces no tenemos el vocabulario para expresar lo que queremos decir. Ayúdanos a usar tu palabra inspirada para orar más bíblicamente. Y te pedimos, Señor, que tú nos impactes hoy con un entendimiento no solamente intelectual, sino experiencial. ¿De quién eres? De tu grandeza, de tu soberanía, de todo quien eres para que podamos estar maravillados y asombrados y llenos de gloria y llenos de gracia hacia ti. Te pedimos, Señor, que tú nos ayudes esta semana para vivir diferentemente. No porque estamos esforzándonos para obedecer algo que no queremos obedecer, sino porque te conocemos un poquito más y queremos obedecerte porque eres un Dios tan grande, tan poderoso, tan amoroso. Cámbianos, te pedimos, Señor, transfórmanos por mí a tu palabra. En el nombre de Cristo. Amén.
La gloria y majestad de Dios
Series Estudio de los Salmos
Deberíamos maravillarnos de la gloria de Dios, porque aun siendo el Creador de todo, Él cuida y usa a nosotros, débiles seres humanos.
Sermon ID | 129171916515 |
Duration | 50:25 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Psalm 8 |
Language | Spanish |
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