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Esta mañana estamos en Hebreos 11 y estamos viendo los versículos 23 a 26 de Hebreos capítulo 11 y el estudio de esta mañana vamos a comenzar a ver algo de la vida de Moisés. Y bueno antes de ver el pasaje de esta mañana vamos a entregar este tiempo al Señor para que Él nos ayude, nos bendiga para que podamos realmente aprender y seguir aprendiendo que es confiar en el Señor en la dificultad y también tomando decisiones contrarias a lo que el mundo diría que es su sabiduría. Así vamos a entregar este tiempo al Señor. Gracias señor por esta mañana y gracias por tu palabra que nos instruye, nos muestra el camino a la sabiduría. Señor, muchas veces tu palabra va en contra de lo que el mundo diría y eso es exactamente lo que vamos a estar viendo esta mañana. de que Moisés tenía todas las posibilidades humanas delante de él como para disfrutar, como para llegar a un puesto de mucha influencia en Egipto, pero rechazó eso porque quería identificarse con Cristo y su pueblo. Y así te pido Señor que tú nos ayudes a poder aprender a poder realmente profundizar, meditar estas verdades para que entendamos lo que significa para nosotros mismos cada día. Gracias, Señor. En tu nombre. Amén. Bueno, esta mañana, como dije, vamos a estar viendo los versículos 23 a 26 de Hebreos, capítulo 11. Y en sí vamos a estar viendo dos ejemplos de fe, como vemos en el versículo 23. Comienza hablando de los padres de Moisés, que también eran ejemplos de fe. Y debemos entender que que los padres, como padres, tenemos una buena e muy importante influencia en las vidas de nuestros hijos. aún siendo muy pequeños. Así vamos a dar lectura. Estoy leyendo de la Nueva Biblia de las Américas. Vamos a dar lectura de varios versículos de Hebreos 11. Les voy a indicar. No vamos a leer desde el principio todo el pasaje, pero vamos a comenzar versículo 1 hasta versículo 3 y luego vamos a leer algunos otros versículos para ponernos en contexto. para el pasaje de esta mañana. Así, Hebreos, capítulo 11, vamos a leer de 1 a 3 para empezar. Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella recibieron la aprobación los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue preparado por la palabra de Dios. De modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles. Pasamos a versículo 6, Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe, y que recompensa a los que lo buscan. y luego pasando versículo 23 hasta versículo 29, 23. Por la fe Moisés cuando nació fue escondido por sus padres durante tres meses porque vieron que era un niño hermoso y no temieron el edicto del rey. Por la fe en Moisés, cuando ya era grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo más bien ser maltratado con el pueblo de Dios que gozar de los placeres temporales del pecado. Consideró como mayores riquezas el oprobio de Cristo. que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. Por la fe Moisés salió de Egipto sin temer la ira del rey, porque se mantuvo firme como viendo al invisible. Por la fe celebró la pascua y el rozamiento de la sangre para que el exterminador de los primogénitos no los tocara a ellos. Por la fe pasaron el mar rojo como por tierra seca. Y cuando los egipcios intentaron hacer lo mismo, se ahogaron. Y continúa Hebreos 11. Hasta ahí en la lectura de la palabra de Dios. La verdad principal esta mañana es que los padres de Moisés confiaban en Yahweh Dios y pasaban ese fundamento a sus hijos. Moisés llegó a tener tal confianza en Yahweh que escogió el oprobio de Cristo y el maltrato de su pueblo en lugar de toda la riqueza de Egipto. Así que esta mañana vamos a ver dos ejemplos de fe y la importancia de estos dos ejemplos de fe. comenzando con los padres de Moisés. Los padres de Moisés le fueron ejemplos de fe al proteger su vida del mandato malvado del rey y al criarlo en el temor de Yahweh, Dios. Y lo que realmente es muy impresionante es entender que, bueno, no sabemos exactamente cuántos años Pero por el poco tiempo que Moisés estuvo en la casa de sus padres, el impacto que ellos y su fe, su temor a Dios, tenía en su vida. Dice en versículo 23, Hebreos 11, 23, Por la fe, Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres durante tres meses. Y ahí está hablando de la fe de sus padres porque vieron que eran un niño hermoso y no temieron el edicto del rey. Y este versículo enfatiza algo que yo creo que no muy a menudo Algo que no meditamos mucho. Y es el hecho y el rol importante que los padres juegan en la vida de sus hijos. Nuestra fe, nuestro temor de Dios realmente tiene un impacto grande en nuestros hijos. Cuando nosotros somos ejemplos de confianza en Dios, en medio de circunstancias difíciles, ¿Qué es lo que eso está manifestando a nuestros hijos? Estamos poniendo esas bases. Vamos a leer algo de Éxodo para entender este versículo en Hebreos 11, 23. Y vamos a leer primero de capítulo 1, antes de hablar de los padres mismos, vamos a leer el contexto en el cual nació Nació Moisés. Versículo quince. Éxodo uno y versículo quince en adelante. Entonces el rey de Egipto habló a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Cifra y la otra Puah. Y les dijo, cuando estén asistiendo a las hebreas a dar a luz y las vean sobre el lecho del parto, si es un hijo, le darán muerte. Pero si es una hija, entonces vivirá. Pero las parteras temían a Dios y no hicieron como el rey de Egipto les había mandado, sino que dejaron con vida a los niños. El rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo, ¿Por qué han hecho esto? Y han dejado con vida a los niños. Las parteras respondieron a Faraón porque las mujeres hebreas no son como las egipcias, pues son robustas y dan a luz antes que la partera llegue a ellas. Dios favoreció a las parteras y el pueblo se multiplicó y llegó a ser muy poderoso. Y por haber las parteras temido a Dios, él, es decir Dios, prosperó sus familias. Entonces Faraón ordenó a todo su pueblo, todo hijo que nazca lo echarán al Nilo, pero a todo, toda hija la dejarán con vida. Y eso es el contexto del nacimiento de Moisés. Y deseo destacar dos verdades aquí respecto a estas parteras que obviamente también son las mismas bases que tenían los padres de Moisés. Estas parteras temían a Dios. Y también a Dios como para hacer lo que es bueno y correcto delante de Dios en lugar de temerle al rey terrenal como para obedecer y hacer lo malo, en ese caso, de seguir la maldad, ese mandato del rey. Y muchas veces hoy en día escuchamos de personas que hacen la maldad. Dicen, bueno, solo estuve siguiendo órdenes, las órdenes de mis superiores en el gobierno. Puede ser también en una familia o en En otro lugar, cuando dicen, bueno, solo estaba cumpliendo con lo que me había dado para hacer. Mi autoridad terrenal, sea quien sea. Pero que es lo, aquí, estas parteras habían recibido este mandato del rey y ellos decían entre sí, no, no está bien. No coincide con lo que Dios dice. Así que vamos a temer a Dios. Eso es lo que dice versículo 17. Pero las parteras temían a Dios. Es decir, ellos entendían el contexto. Ellos entendían que lo que el rey les estaba mandando era malvado. Y ellos decidieron, no, no lo vamos a hacer. Y así que debemos entender por igual que ninguna autoridad terrenal, no importa quién sea, de cualquier autoridad de la familia, de la iglesia, del gobierno civil, tiene el derecho de superar o de mandar a los que están bajo su autoridad a hacer lo malo. Y como creyentes, en estos casos, tenemos el deber primero de saber lo que está mal y luego no obedecerle a Dios en lugar de obedecer esa autoridad terrenal. Y el segundo es que Yahweh Dios premió a esas parteras por haberle temido a él. Ellos, esas parteras, perdón, ellas habían temido a Dios, habían arriesgado sus propias vidas para hacer lo que le agrada a Dios. Y con eso Dios decidió premiarlas. Y obviamente no estoy diciendo que siempre recibimos la recompensa por acciones de fe en esta vida, pero sí Dios siempre recompensa. Y eso es obviamente lo que dice, hemos visto en el versículo 6 cuando leímos el contexto, no? Y sin fe es imposible agradar a Dios porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe, que recompensa a los que lo buscan. Y eso es exactamente lo que esas parteras hicieron. Vamos a continuar leyendo algo en Éxodo. Vamos a comenzar el versículo 22, capítulo 1, 22, y continuar con los primeros versículos de capítulo 2. Entonces Faraón ordenó a todo su pueblo. Todo hijo que nazca lo echarán al nido, pero a toda hija la dejarán con vida. Un hombre, capítulo 2, un hombre de la casa de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví. Y la mujer concibió y dio a luz un hijo. Viendo que era hermoso, lo escondió por tres meses. Pero no pudiendo ocultarlo por más tiempo, tomó una cestilla de juncos y la cubrió con asfalto y brea. Entonces puso al nilo en ella. y la colocó entre los juncos a la orilla del nido. Así que hasta ahí en la lectura. Pharaon, ¿cuál fue la reacción de Pharaon después de escuchar las parteras? Cuando escuchó que esas parteras no le hicieron caso, decidió ordenar a todo el pueblo a que matase sus hijos echándolos al Nilo. Él quería infundirles a ellos, a todo el pueblo, temor. No solo a las parteras, sino también a todo el pueblo. Él y yo creo que también usando también las amenazas también para contra ellos y tal vez aún hasta incentivando a que pudieron delatar, hablar, descubrir a sus vecinos si no vencían ese mandato. Pero cuál fue la respuesta de los padres de Moisés cuando él nació? Ellos, que dice, no temieron tampoco al mandato del rey. Ellos obedecieron más bien a Dios por la fe, que dice al final de Hebreos 11, 23, no temieron el edicto del rey. La fe de ellos fue evidente en no dar muerte a su hijo. Dice Ceballos, aún como niño, y fue en ese contexto que Moisés fue criado, aún como niño vivió en la atmósfera visionaria y estimulante de la fe. Sus padres oyeron el decreto del faraón. Echar al nilo a todo niño que nazca. Pero por los ojos de fe podían ver que en su hijo recién nacido algo del plan de Dios tenía para él. Ejercieron su fe y arriesgaron sus propias vidas para obedecer ese plan de Dios. El autor no da detalles acerca de qué vieron Amram y Jokabed en su hijo. Así que, y eso realmente hay mucha especulación respecto a eso. Pero después de tres meses, los padres volvieron a ejercer su fe, exponiendo al niño en una arquilla sobre el nido. Y sin duda, su fe fue confirmada y fortalecida cuando supieron que la hija del faraón había recogido y adaptado a su hijo. Y fue en ese contexto que también los mismos padres llegaron a tenerlo y a criarlo por unos años que Fue en ese contexto que fue creado Moisés. Tanto las parteras como los padres de Moisés temieron a Dios en lugar de temerle al rey. Y fue ese temor fundamental de Dios en lugar de un temor al hombre que ellos pasaron a sus hijos. Y si continuamos, leyendo la historia, como acabo de comentar, en Éxodo. No vamos a continuar leyendo en Éxodo, pero sabemos que el resultado fue que ellos criaban a Moisés por algunos años. Y aún en eso, los comentaristas, hay varias opiniones. Lo más probable es hasta que tuvo unos tres, hasta cinco años de edad, para luego ser llevado al palacio. También hay una posibilidad No es muy probable, pero que fue hasta como 12 años de edad. Pero sea lo que sea, probablemente hasta como 3 o 5 años de edad, que estuvo en la casa de sus padres. Pero solo pensando en eso, ¿qué tan grande fue el impacto que tuvo el temor de Dios, la fe de sus padres hacia Dios, en él. Y eso impactó su vida como para ayudarle en toda su niñez, en toda su juventud, y como adulto también estaba aprendiendo o tenía puesto esas bases. Y deseo, antes de pasar al punto dos, en el cual vamos a pasar la mayor parte de nuestro tiempo esta mañana, deseo hacer tres aplicaciones para nosotros de los padres de Moisés. Primero, tanto las parteras como los padres entendían cuáles son los mandatos de Dios y entendían cuando la autoridad terrenal pasaba sus límites de autoridad. Es decir, el rey mandaba por ejecutar a los niños. Pero las parteras y los padres de Moisés decían, no, no está bien. Y ellos entendían y obedecían a Dios en lugar de la autoridad terrenal. Y hoy en día, obviamente, hay muchos aspectos que nuestros gobiernos terrenales, diferentes autoridades están promoviendo y hasta poniendo leyes al respecto. cosas en cuanto al aborto, eutanasia, la destrucción del matrimonio, la homosexualidad, la ideología de género. Y hay muchas otras cosas y aún cosas más útiles como no tener el debido respeto por los padres. Hay muchas cosas que están pasando en nuestro ambiente y nosotros debemos entender lo que es bueno, lo que es malo. Debemos ir meditando en esas cosas. Y un ejemplo que tuvimos hace unos años atrás, en el tiempo de COVID, que muchos gobiernos estaban restringiendo o hasta prohibiendo las reuniones de la iglesia. Y la pregunta es, ellos tienen esa autoridad? Y la respuesta es no. Así que como creyentes y como la iglesia de Dios, debemos ir meditando estas cosas, entendiendo la autoridad de Dios que está sobre todo. Y así debemos obedecer las autoridades Terrenales en todo lo que es correcto, pero cuando pasa su límite es obedecerle a Dios y temerle a Dios. La segunda aplicación. La primera tiene que ver con nuestro conocimiento más que todo. Pero la segunda es, ¿qué es lo que tú temes? ¿Qué es lo que yo temo? ¿Tú vives en el temor de tus circunstancias? Tal vez de la mala economía. Tal vez en las opiniones de familiares que te están animando a hacer lo que es contrario a lo que Dios dice. Aun los padres de muchas de las personas en la iglesia, que no son creyentes, animan a hacer cosas en contra para destruir su propio matrimonio. ¿Qué tal de ir a lo que ya hemos hablado de ir en contra de toda la perversidad sexual, de proclamar lo que Dios dice sobre el matrimonio y sobre la familia? Nosotros necesitamos temerle a Dios y ese temor va a manifestarse en nuestras acciones y nuestras palabras delante de los que nos oponen. La tercera aplicación es también lo que hemos visto aquí. ¿Cuál es la enseñanza y cuál es tu ejemplo para con tus hijos? Nosotros tenemos ese reto para pasar a nuestros hijos ejemplo de temor a Dios y también de enseñarle de Dios. Y hay que entender las circunstancias de los padres de Moisés eran bastante difíciles. No eran fáciles. Mucho más difícil que nuestras circunstancias. Pero en medio de esas circunstancias bastante difíciles, ellos temieron a Dios. Y ellos escogieron obedecerle a Dios. Así que la enseñanza, obviamente que recibió Moisés, y luego el ejemplo de ellos fueron coherentes como para infundirle a eso a Moisés. Obviamente eso no significa que sí o sí nuestros hijos van a seguir ese ejemplo y esa enseñanza. Hay muchos ejemplos de en la Biblia de padres que amaban a Dios, temieron a Dios, pero sus hijos no. Pero lo que no van a poder decir nuestros hijos si manifestamos o si tenemos ese ejemplo de vida es que ustedes no me enseñaron. Ustedes no me mostraron el temor de Dios. Así que deseo que nosotros seamos fortalecidos en nuestro conocimiento de lo que Dios dice, en nuestro temor a Dios, que realmente estamos temiendo a Dios y no temiendo las cosas de este mundo. Y la tercera es que podemos ser ejemplos para nuestros hijos. Pasamos a Moisés. El carácter de Moisés fue establecido a través de muchos pecados y dificultades, pero aun en su inmadurez, Moisés rechazó su familia adoptiva, la fama, las muchas riquezas y los placeres del mundo para identificarse con Yahweh Dios y su pueblo. Y uno puede ir leyendo la historia en Éxodo respecto a algunas de las dificultades que tuvo Moisés en su juventud como adulto, más joven, su inmadurez y algunas decisiones que tomó. Pero el punto es que aún en medio de eso y a través de eso, Moisés ya estaba ejercitando ejerciendo la fe en Dios. Vamos a leer versículos 24 a 26. Hebreos 11, 24 a 26. Dice, Por la fe, Moisés, cuando ya era grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo más bien ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres temporales del pecado. Consideró como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. Muchas veces leemos estos versículos, yo creo, bueno, me incluyo en eso, sin pausar para meditar en su significado. Moisés era un hombre como tú y yo. Él tenía los mismos deseos que nosotros como seres humanos tenemos. El deseo para tener la seguridad económica. El deseo de disfrutar de los placeres humanos, terrenales. El deseo para tener un puesto de importancia. Y más que solo tener deseos, Moisés contó con todos los privilegios que los egipcios reales experimentaron. Todos en la casa del rey de Egipto tenían todo lo material, toda la educación, todo placer a su disposición. En sí, Moisés tenía delante de él una vida llena de todas las cosas que este mundo puede ofrecer. una vida que ninguno de nosotros pueda imaginar y en sí sabemos de hechos que Él era un hombre que había llegado a ser poderoso en palabras y en hechos. Entonces, él se había destacado aún entre los mismos egipcios de la casa de Faraón. No era un hombre de carácter débil, sino uno que tenía todas esas posibilidades para avanzar y ser alguien de mucha influencia y poder. Así que, estos versículos, debemos tener eso bien en cuenta cuando estamos estudiando eso. Nosotros, muchas veces, decimos, ¿qué es lo que necesito, por decir, rechazar para seguir a Cristo? Bueno, y ninguno de nosotros tiene mucho en un sentido de lo económico, en cuanto a influencia y todo eso. Así que, por decir, no estamos rechazando mucho de lo terrenal como para seguirle a Cristo. Pero Moisés, en cambio, sí estaba rechazando todo lo que el mundo tenía para él, para seguirle a Cristo. Primero, ¿qué es lo que rechazó? Rechazó su familia adoptiva. con todos esos privilegios, y obviamente había varios privilegios. En Hechos 7, vamos a ver dos versículos ahí, Hechos 7, 21, y pueden mantener un dedo ahí, un dedo en Hebreos 11. Hechos, capítulo 7, versículo 21, dice, Después de ser abandonado para morir, la hija de Faraón se lo llevó y lo crió como su propio hijo. Entonces, Moisés fue criado, hasta llegar a ser adulto, en la casa de Faraón. Fue criado como el nieto de Faraón. ¿Pero qué dice Hebreos 11, 24? 11 24 dice Por la fe Moisés, cuando ya era grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón. Él fue llevado a la casa de Faraón, fue criado como el hijo de la hija de Faraón. Pero cuando ya era grande, rechazó todos esos privilegios. Y no solo rechazó los privilegios, rechazó también su madre adoptiva. Y solo hay que pensar los que son madres y también nosotros los que somos padres. ¿Qué es el impacto cuando un hijo nuestro nos dice, te rechazo a ti, te rechazo a todo lo que tú me has enseñado y voy a seguir otro camino? Eso es lo que Moisés decidió hacer. Moisés rechazó primero a su madre adoptiva, la que había criado. Y no sabemos exactamente el amor, pero yo creo que sí lo había amado y le había puesto delante o dado todos los beneficios de ser su hijo. Y Moisés rechazó su madre adoptiva como para identificarse con el pueblo esclavizado. Y yo creo que muy pocas veces nosotros meditamos en la locura humana de tomar esa decisión. ¿Qué le pasaba a Moisés que no entendía sus posibilidades terrenales? Que estaba rechazando todo. por tomar esa decisión. Dice Kistemaker, el escritor de hebreos dice que Moisés por la fe rehusó ser conocido como hijo de la hija de Faraón. El título hijo de la hija de Faraón era prestigioso en Egipto. Traía consigo poder y privilegios. Romper el vínculo con la hija de Faraón y escoger identificarse con los maltratados esclavos hebreos demandó fe y valor. Moisés no actuó imprudentemente guiado por fervor juvenil, sino con la madurez de un hombre que a la edad de 40 años estaba totalmente educado. Deliberadamente, él se asoció con el pueblo de Dios, los hebreos. Así que él decidió rechazar su familia terrenal en ese sentido, su familia adoptiva para identificarse con Dios, el único Dios verdadero y el pueblo de Dios. ¿Qué tal de nosotros? ¿Tenemos más lealtad a nuestra familia terrenal? A una familia que rechaza a Cristo, que hallaba a Dios mismo, ¿dónde está nuestro corazón? ¿Cómo estamos nosotros? En eso, ¿qué más es lo que rechazó? Él rechazó sus posibilidades políticos de poder. Moisés no solo estaba rechazando su familia adoptiva, sino también estaba rechazando sus posibilidades políticas de poder en Egipto. Él obviamente tenía muchas posibilidades como una persona política ahí en Egipto. En Hechos, volviendo a Hechos 7.22, Hechos 7.22 dice, Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios y era un hombre poderoso en palabras y en hechos. Como dice en ese pasaje, Moisés ya se había destacado, se había preparado y llegó a ser una persona de poder y de mucha influencia, podemos decir. ¿Y qué es lo que le pasó para que llegara a rechazar esas posibilidades? Y es interesante que él podría haberse dicho, mira, Dios me puede usar como rey de Egipto aún para liberar a los israelitas. ¿Qué es lo que pasó con José? Dice Zeballos, José sirvió a Dios y ayudó a su pueblo en la misma situación que Moisés rechazó. Pero Hebreos presenta a los dos como ejemplos de la fe. La fe es obedecer la voluntad de Dios distinta para cada persona. Imitar las acciones de otra persona no es compartir su fe. Moisés imitó la fe de José con acciones opuestas a las suyas. Dios tenía un plan para José El plan de estar, sí, en el gobierno de Egipto. Y Moisés, para Moisés, tuvo otro plan, Dios, para él. Y así que él tenía que entender eso. También Morris dice, las perspectivas que habrían tenido Moisés si hubieran permanecido en la corte, habrían sido fantásticas. Como hijo adoptivo de la princesa, que según la leyenda era estéril, podría haber llegado a ser monarca o faraón, pero el valor de una renuncia se aprecia en aquello a que se renuncia. El valor De una renuncia se aprecia en aquello a que se renuncia. Él renunció todo lo terrenal. Debemos notar que la fe de Moisés lo llevó a renunciar todo lo que la providencia había colocado al alcance de su mano. Es que la providencia gobierna las circunstancias Pero la fe gobierna, la conducta. La fe es lo importante. Y muchas veces aún pensamos, bueno, Dios es soberano y eso es verdad. Y cuando estamos con una decisión delante de nosotros, muchas veces vemos la decisión más horizontal en vez de realmente evaluarlo de forma vertical, es decir, tomando en cuenta lo que Dios dice. Y así la fe gobierna la conducta en medio de las circunstancias. El vivir por fe no es vivir la vida de otro, tal como hemos visto aquí. Moisés rechazó todas sus posibilidades políticas en Egipto para vivir la vida de fe que Dios tenía para él. Y así debemos entender que Dios tiene para cada uno de nosotros un camino en la fe, que es diferente. Es perseverar, es seguir en medio de dificultades, lo que sea, en lo que Dios nos ha dado. ¿Qué más rechazó Moisés? Rechazó su familia adoptiva, rechazó sus posibilidades políticas, pero también rechazó todos los placeres y riquezas del mundo. Dice versículo 25, Hebreos 11, perdón, Hebreos 11, 25. Escogiendo más bien ser maltratado con el pueblo de Dios que gozar de los placeres temporales del pecado, consideró como mayores riquezas el propio de Cristo que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. ¿Qué es lo que rechazó Moisés aquí en esto? Bueno, él rechazó el pecado placentero de la idolatría con los dioses falsos de Egipto. Él rechazó participar en la idolatría de todos esos dioses. Y como sabemos, en la liberación de los israelitas de Egipto, Dios estaba ejecutando juicio sobre esos dioses. Y Moisés rechazó ese pecado placentero para identificarse y participar con los egipcios. Él también rechazó el pecado placentero de la sensualidad. Sin lugar a dudas, tanto por ser familia de Faraón como por participar en la idolatría en ese tiempo, implicaba tener a su disposición todo placer sexual que le hubiera gustado. Eso también es lo que él rechazó. Él rechazó el pecado de oprimir a otros seres humanos. Habría tenido que participar en la opresión y el maltrato de otros seres humanos. Y es muy interesante, ¿no? La tentación del poder, la tentación de influencia, la tentación de tener, de ejercer autoridad sobre otros, es tan, ¿cómo decir?, engañoso, que aún en las iglesias cristianas, muchos pastores ceden a esa tentación. Y el pecado es de oprimir a otras personas aún dentro de su iglesia. Los padres lo hacen, los gobiernos lo hacen. Y eso, obviamente, es un pecado. Y Moisés tenía a su alcance, ¿no?, esa clase de poder de oprimir a otros seres humanos. Y podemos decir, no solo los israelitas, pero también llegando a ser faraón podría hacer eso con los mismos egipcios. Así que tenía a su alcance el poder, por decir casi, ilimitado, sin límite. Número cuatro, el pecado, él rechazó el pecado de acumular las riquezas de forma pecaminosa y avariciosa. Otra vez, todos, yo creo en nuestro interior, llevamos o tenemos avaricia. Aun si no tenemos, queremos y manifestamos eso por nuestra falta de gratitud a Dios. Muchas veces no tenemos, no estamos agradecidos a Dios. Por lo que todo lo que nos ha dado, obviamente primero en Cristo y luego aún las bendiciones terrenales, siempre nos falta, siempre queremos más, siempre deseamos acumular algo más. Moisés tenía todo eso a su disposición. Él podía acumular para sí toda esa riqueza, pero él rechazó esa tentación. Y obviamente cuando huyó, huyó sin llevarse nada. Él también tenía a su disposición el placer, el pecado de desperdiciar su vida terrenal en la vanidad. Él podía desperdiciar la vida que Dios mismo le había dado en toda vanidad humana. Y tenía eso, lo que uno puede imaginar, estaba a su disposición. Y obviamente, podemos decir en sentido muy general, cuando decimos que él rechazó todos los placeres y riquezas del mundo, él tenía a su disposición lo que podemos imaginar, sea cual sea. Estaba delante de él y él rechazó eso. Y cuando pensamos en eso, ¿Quién entre los incrédulos usa los recursos de tiempo y dinero para expandir el reino de Dios? Moisés rechazó los placeres, las riquezas de este mundo. Él rechazó usar la energía y el tiempo que Dios le había dado para fines egoístas. para usarlos para el reino de Dios. ¿Y cuál, quién, o cuál incrédulo, voy a decir, usa los recursos que Dios le ha dado para el reino de Dios? Bueno, ninguno. Ningún incrédulo puede hacer eso. ¿Por qué? Su corazón está lejos de Dios. Su corazón está en rebeldía contra Dios. Y por eso los egipcios obviamente no podían entender esas decisiones de Moisés. ¡Qué locura! Tienes todo a tu disposición, ellos decían, pero estás rechazando eso. Y el mundo por igual nos van a ver como locos cuando decimos no. Yo voy a rechazar todas las posibilidades humanas Todas las oportunidades, voy a decir, humanas para temerle a Dios y seguir vivir por fe en Dios. Así que en lugar de tomar para sí todos esos privilegios, ¿qué escogió Moisés y por qué lo escogió? ¿Qué es lo que escogió Moisés y por qué lo escogió? Y estos versículos nos dicen. En lugar de identificarse con la familia del rey de Egipto, él se identificó con Yahweh Dios y su pueblo. Entonces, él escogió identificarse con Yahweh Dios y con el pueblo de Dios. Dice esos versículos, otra vez, versículo 25, Hebreos 11, 25, escogiendo más bien ser maltratado con el pueblo de Dios. que gozar de los placeres temporales del pecado consideró como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto. En lugar de gozar de los placeres terrenales y temporales del pecado, Moisés escogió identificarse con el pueblo de Dios. Él escogió el maltrato junto con el pueblo de Dios que todos los placeres. Otra vez, los del mundo dirían, qué insensatez, qué loco es esta persona, qué le pasó como para rechazar todo placer humano para identificarse con el pueblo de Dios. Bueno, estando en el sano juicio, ¿quién escogería el maltrato sobre el placer? ¿Quién escoge la dificultad en lugar del placer? Ninguno. Y la única razón por la cual podía haber tomado tal decisión, fue porque realmente tenía la fe puesta en Yahweh. Él entendía, como dicen estos versículos, lo pasajero de los placeres temporales del pecado. Entendía la felicidad eterna de lo que le esperaba. Él escogió unirse al pueblo de Dios, sufrir con el pueblo de Dios. Y eso significaba mucho sufrimiento. Y obviamente con esa elección, como sabemos, aunque Moisés no sabía en ese momento, en ese momento él estaba escogiendo por ponerse bajo, por ser oprimido bajo la esclavitud. Según el plan de Dios, Moisés también tenía delante de él el sufrimiento de todas las dificultades en el desierto de estar con un pueblo que muchas veces hacían lo contrario de lo que Dios había dicho. Significaba sufrir con el pueblo de Dios tanto en las buenas como en las malas. Así que Moisés escogió eso. ¿Qué es la aplicación obvia para nosotros? Aquí dice, escogiendo más bien ser maltratado con el pueblo de Dios. Identificarse con el pueblo de Dios. ¿Qué es lo más obvio? Moisés escogió identificarse con el pueblo de Dios. Y otra vez, es una verdad que seguimos enfatizando. Hay muchas personas que dicen, bueno, yo soy cristiano, pero soy cristiano por decir solitario. No necesito la iglesia de Dios. No necesito participar ni formar parte de una iglesia aquí. La respuesta a eso es sencilla. Moisés aquí está escogiendo identificarse con el pueblo de Dios. Él decidió pasar tiempo con los otros israelitas. Y para nosotros, ¿qué es lo que significa unirse a Cristo? Tener fe en Dios significa pasar tiempo con los hermanos en Cristo. Significa participar con los hermanos que no me caen bien. Significa soportar las acciones de hermanos que a mí no me gustan. Perdonar y pasar por alto pecados y malos entendidos. Significa crecer juntos bajo la instrucción y disciplina de Dios. Y significa sufrir juntos el menosprecio e insultos del mundo por ser leales a Dios. Significa todo eso. Y es interesante, cuando sufrimos juntos como el pueblo de Dios, ¿qué es lo que eso hace? Eso produce una unión más íntima entre el pueblo de Dios. El sufrimiento real en la vida de los hermanos en Cristo, produce ese vínculo más íntimo. Hay los que profesan ser, no cuando viene el sufrimiento, cuando viene la persecución, hay los que profesan ser creyentes que se parten y dicen ya no, eso no es para mí. Pero los que permanecen los que continúan en la fe llegan a tener un cuerpo mucho más unido, mucho más fuerte, los vínculos de amor. Y eso es lo que, precisamente, lo que yo estoy orando por nuestra iglesia. Que Dios esté obrando a nosotros para tener ese vínculo de amor fraternal. de ir trabajando relaciones que no están bien, de ir perdonando, soportando, conversando con los hermanos y amando tal como Cristo ha hecho por nosotros. Y Moisés aquí escogió unirse y en este caso el maltrato del pueblo de Dios. Cuando una persona se convierte en Cristo, implica participar con el pueblo de Dios. Volviendo a Hebreos 11, 26, la primera parte dice, consideró como mayores riquezas el oprobio de Cristo. Y en este momento quiero enfatizar la última parte ahí que dice el oprobio de Cristo. Moisés escogió identificarse con Cristo, con Dios, obviamente, y llevar su oprobio, que disfrutar de todas las riquezas de Egipto. Y algunos pueden, y debemos yo creo, preguntar, Moisés vivió antes de Jesucristo. Así que, ¿cómo es que él podía considerar como mayores riquezas lo propio de Cristo? Pero, dice el comentarista Kistemaker, el escritor es bastante explícito en su redacción, ya que en el griego original se refiere a el Cristo. En otras partes de su epístola, él dice Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por siempre. Dado que Cristo trasciende los siglos, el escritor de Hebreos afirma con confianza que Moisés sufrió el oprobio por amor a Cristo. Moisés consideró que el oprobio por Cristo tenía mayor significado que todas las riquezas relucientes de Egipto. Por consiguiente, el escritor da a entender que aunque Moisés nunca utilizó el término Mesías, Él tenía plena confianza en su presencia y en su venida. Entonces Moisés ya estaba consciente de una forma de lo que Dios iba a hacer para liberar realmente a su pueblo. El énfasis aquí, volviendo al énfasis, que él consideró como mayores riquezas el oprobio de Cristo, ¿qué estaba haciendo Moisés? Él estaba pesando las alternativas. Él estaba diciendo, por un lado, tengo el gozo temporal, las riquezas terrenales, los placeres pecaminosos. Él podía haberse satisfecho con todos esos deleites que el mundo ofrece. Por otro lado, tenía el oprobio de Cristo y ese oprobio por un breve tiempo para lograr participar en el eterno peso de gloria. Dice, si quieren pasar a 2 Corintios 4, 16 a 18. Por tanto, no desfallecemos antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo Sin embargo, nuestro hombre interior se renueva de día en día. Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación. Al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. Moisés escogió identificarse con Cristo y su pueblo porque tenía la mirada puesta en la recompensa segura y la recompensa eterna. Esto es lo que literalmente dice en ese versículo en Hebreos 11 versículo 26 dice porque tenía la mirada puesta en la recompensa. Él estaba pensando en eso. Y hemos leído en Hebreos 11.6 que dice, y que recompensa, Dios recompensa a los que lo buscan. Esta recompensa que él estaba pensando era de estar en la presencia inmediata de Dios. Es amarle. y no amar a Dios y amar a otros perfectamente por toda la eternidad. Es disfrutar de una herencia eterna y varias otras cosas. Así que Moisés estaba pensando ya por un lado tengo los placeres terrenales temporales. Por otro lado tengo El eterno peso de gloria. Tengo la recompensa eterna que Dios había prometido. Y Él decidió o escogió lo eterno. Y muchas veces, ¿no? ¿Cuál es nuestra reacción? El comentarista Morris dice de Moisés, la inteligencia de su resolución, humanamente hablando, su decisión parecería necia por todo lo que perdería de disfrutar. Pero Moisés se daba cuenta de que el mundo de pecado y todo lo que nos puede proporcionar en cierta medida de placer, satisfacción terrenal, temporal, Es real, pero luego nos dejan un sabor amargo. Los placeres del mundo realmente no son satisfactorios a lo largo y tampoco tienen sus consecuencias. eternos. El estímulo, el autor continúa diciendo, el estímulo que animaba a Moisés era el premio o el galardón. Bien se ha dicho, ok? La fe es la vista del ojo interior. Moisés tenía la habilidad de verlo inmediato a la luz de la eternidad. Esa sí que es una perspectiva especial. Él renunció la abundancia del mundo a cambio de la gloria eterna. Lo primero ya ha desaparecido hace siglos. Lo último sigue disfrutando aún. Podemos hacer la pregunta, ¿dónde está Moisés ahorita? Esa historia es de unos siglos, bueno, milenios atrás. ¿Dónde está Moisés en este momento? Él está disfrutando en la vida eterna, la recompensa eterna en la presencia de Dios. Él sigue disfrutando eso. Él va a seguir disfrutando eso por toda la eternidad. ¿Dónde está Moisés? Perdón, ¿dónde está el rey de Egipto? ¿Dónde está la madre adoptiva egipcia de Moisés? donde está toda la familia real de Egipto, con la cual participaba Moisés. Ya están recibiendo el castigo que les corresponde. Ellos sí disfrutaron todos los placeres terrenales, pero ahora ya vienen las consecuencias. Y muchas veces la pregunta para nosotros es, ¿qué es Realmente, ¿qué es la insensatez? ¿Es insensato escoger lo eterno y dejar lo terrenal? No es insensato. Eso es la sabiduría de Dios. ¿Cuál es tu elección? ¿Cuál es la elección de cada uno de nosotros? Tristemente, aún dentro de entre nosotros, varias personas han elegido los placeres temporales del pecado por encima del eterno peso de gloria. Y este año ha sido un año difícil por lo que hemos tenido que hacer en cuanto a la excomunicación Algunos han tomado decisiones para seguir los placeres de este mundo, optando por el placer terrenal, temporal, en lugar del eterno. Y la pregunta para cada uno de ustedes, para mi persona, es, en un año, en cinco años, en diez años, se va a revelar dónde está nuestro corazón. Si estamos creciendo en nuestra fe, en nuestro temor a Dios y en la vida de Moisés, sí vemos algunas decisiones no tan correctas en su vida. Pero él aprendió y a base de la fe y el temor que tenía en Yahweh Dios, continuaba creciendo en eso. Mantuvo ese camino. en medio de dificultades, en medio de muchas decisiones difíciles que tenía que tomar. Y sabemos que nuestras decisiones diarias en cuanto a rechazar el egoísmo, rechazar, seguir mis propios deseos. Servir en nuestro contexto sería servir a mi cónyuge, amar a mis hijos, a los hijos, a los niños es obedecer de corazón a sus padres. Las decisiones diarias que tomamos realmente tienen ese impacto a lo largo de nuestra vida. Las decisiones diarias de los padres de Moisés tuvieron un impacto en la vida de Moisés. Y luego Moisés también tomaba decisiones coherentes con eso. Dice en Mateo 16, Mateo 16 a 24, para ir concluyendo, Mateo 16, 24 a 26. Entonces Jesús dijo a sus discípulos, si alguien quiere venir en pos de mí, Niéguese a sí mismo, tome su cruz y que me siga, porque el que quiera salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí la hallará. Pues qué provecho, qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero? Y eso es lo que Moisés tenía a su disposición. Pero pierde su alma. o quedará un hombre a cambio de su alma. ¿De qué te sirve ganar todo lo que el mundo ofrece? La fama, el dinero, los placeres. Y aún con todo, teniendo todo eso, perder tu arma. En la política es increíble ver cómo los políticos luchan, pelean para tener un puesto de autoridad por muy breve tiempo. Van matando, van haciendo toda clase de maldad para tener eso. Y separado de Cristo, eso está en cada uno de nosotros. ¿De qué le sirve? No le sirve nada. ¿De qué le sirve también, no? Para nosotros. Si nosotros como padres, si no estamos siendo ese ejemplo a nuestros hijos. Si les damos todos los privilegios, todas las posibilidades humanas, pero no les inculcamos qué es tener fe en Dios. Realmente no es de ningún valor. Nosotros como padres, nuestros hijos, los niños, los adolescentes, los jóvenes que están aquí también escuchando, Realmente solo hay algo que es de valor y es el temor de Yahweh Dios. Es la fe verdadera en Yahweh Dios. Así que la pregunta es, ¿vives con los mismos afanes que los del mundo o estás viviendo en el temor del Señor y enseñando o aprendiendo que es la fe en el Señor? La verdad principal fue los padres de Moisés confiaban en Yahweh Dios y pasaban ese fundamento a sus hijos. Moisés llegó a tener tal confianza en Yahweh que escogió el oprobio de Cristo y el maltrato de su pueblo en lugar de toda la riqueza de Egipto. Vamos a leer los versículos de esta mañana para terminar. Hebreos 11, 23 a 26. Por la fe, Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño hermoso y no temieron el edicto del rey. Por la fe, Moisés, cuando ya era grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo más bien ser maltratado con el pueblo de Dios que gozar de los placeres temporales del pecado. consideró como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa. Vamos a orar. Gracias, Señor, por esta mañana y gracias, Señor, por porque sabemos que este mundo es tuyo. Y tú has puesto a estos ejemplos en tu palabra, Señor, como para instruirnos, como para manifestar a nosotros lo que es real, lo que vale, lo que es eterno. Y sabemos que aún en este momento Moisés sigue disfrutando la vida eterna, la recompensa eterna que tiene en ti. Si hubiera escogido, Señor, los placeres del mundo, todas las posibilidades terrenales que tenía a su disposición estarían en el otro lado, sufriendo las consecuencias eternas bajo tu ira justa, Señor, por toda la eternidad. Ayúdanos, Señor, realmente a meditar en eso. Ayúdanos a entender, Señor, que eso no solo tiene que ver con las decisiones grandes que tomamos, sino también tiene que ver con las decisiones pequeñas, diarias, que tomamos, Señor. Sabemos, Señor, que hay personas en nuestra congregación que están viviendo, no separado uno del otro. que no están en la comunión, que hay amargura, falta de perdón. Señor, sabemos que también en los matrimonios hay muy poca comunicación. A veces no hay amor. Cada uno viviendo para sí mismo. Y en vez de pasar a nuestros hijos, los valores de amor, de mirar la recompensa eterna Señor, estamos viviendo por decir el placer temporal del pecado, de tener la razón, de imponer mi opinión. Aun en las cosas pequeñas, Señor, y eso es lo que realmente Moisés, aún en su inmadurez, ya estaba aprendiendo a rechazar lo terrenal para estar viendo lo eterno. Y ayúdanos, Señor, que es negarnos a nosotros mismos en lo pequeño. Conforme a tu palabra, amando a mis hermanos, amando al cónyuge, a nuestros hijos. Señor, y viviendo buscando la armonía. Sabemos que el enemigo ha venido para destruir, para robar, para matar. Y Señor, si en nuestras vidas estamos viviendo en la muerte, si estamos viviendo en las discusiones, los desacuerdos, estamos cediendo al enemigo. Te pido, Señor, que pongamos la vista en ti, que entendamos lo eterno, el eterno peso de gloria que nos espera, Señor. Y te pido que hoy día podemos negarnos a nosotros mismos nuestros deseos egoístas, Señor, para amarte a ti, para temerte a ti, para obedecerte a ti y para tener la mirada en la recompensa eterna. Gracias, señor, por tu pueblo. Gracias por la iglesia bíblica de Lyon. Gracias por el crecimiento, señor, que tú estás dando y que tú nos ayudes cada uno, señor. Tanto los adultos, los jóvenes, los niños, que estemos viendo esto, señor. Gracias, señor, por todo lo que tú has hecho por nosotros en tu nombre. Amén. Amén.
La fe de Moisés y sus padres
Series Hebreos
Verdad principal: Los padres de Moisés confiaban en Yahweh Dios y pasaban ese fundamento a sus hijos. Moisés llegó a tener tal confianza en Yahweh que escogió el oprobio de Cristo y el maltrato de Su pueblo en lugar de toda la riqueza de Egipto.
Escrituras tomadas de la Nueva Biblia de las Américas Copyright 2005 por The Lockman Foundation; usadas con permiso; todos los derechos reservados. www.NuevaBiblia.com
Sermon ID | 12824215474939 |
Duration | 1:10:55 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Hebrews 11:23-26 |
Language | Spanish |
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