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Vamos a tomar tiempo y leemos del capítulo 3, 1 hasta el versículo 12. Nos ponemos de pies y leemos. Dice así hermanos. Santiago 3. Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Y aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan y dirigimos así todo su cuerpo. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. Y aquí, cuán grande bosque enciende un pequeño fuego. Porque toda naturaleza de bestias y de aves y de serpientes y de seres del mar se doma y ha sido domado por la naturaleza humana. Con ella bendecimos a Dios el Padre y con ella maldecimos a los hombres que están hechos a la semejanza de Dios. ¿Acaso alguna fuente hecha por una misma abertura agua dulce y amarga Así también ningún puente puede dar agua salada y dulce. Pueden tomar su lugar, hermano. Gracias. Vamos a continuar, hermano, a dar un último repaso antes de entrar en la sabiduría, porque el versículo 13 al 18 es la aplicación que está dando el Pastor Santiago, de cómo se puede catalogar una lengua, una lengua que es para bendición y una lengua que es solamente para maldición. Entonces, sí, la lengua se usa desde la palabra para dos. para dos cosas. Bien puede usarse para la lengua, puede ser una bendición, pero así también como puede ser una maldición la lengua. Veníamos viendo desde la semana pasada que el Pastor Santiago se está refiriendo a la madurez espiritual y él demuestra que la madurez espiritual se cataloga este mediante el uso, el buen uso de nuestra lengua. Dice Santiago que hay peligro, hay peligro de apresurarse de usar nuestra lengua para lo bueno y hacerlo en una forma presentuosa. Es una responsabilidad también usar nuestra lengua inclusive para lo bueno, debemos usarla para la gloria de Dios. Donde nos quedamos, donde estábamos detenidos, es con el peligro de caer en el perfeccionismo, es decir, que la perfección más difícil de alcanzar en nuestra área es en el habla, es en la lengua. Dicen que la lengua no se puede domar, nadie lo ha domado. este con su lengua. Por eso Santiago exhorta que el varón perfecto es aquel que controla, que tiene un control absoluto, un control sobre su lengua. y la verdadera madurez espiritual de un cristiano se puede ver con el uso o el buen uso o el control de su lengua. Ahora, recuerda que vimos con Santiago cinco ilustraciones para frenar la lengua El primer simil que usó Santiago es el freno de los caballos. El freno de los caballos que sirve, dice, para gobernar el cuerpo del animal. Entonces, así como el freno que se pone en la boca de los caballos para gobernar todo su cuerpo y dirigir así esta bestia, Así también dice Santiago que debemos poner freno en nuestra boca. Es decir, debemos nosotros poner freno en nuestra lengua, en nuestra boca, para poder dirigir nuestro cuerpo. Ahora, también usa otro simil como el timón del barco. Entonces, si Santiago toma este ejemplo como un barco, un barco es gobernado por un pequeño timón. Entonces, así Santiago dice que el cuerpo también, toda la vida nuestra es gobernado por este timón, la lengua, la lengua. Así lo muestra también el Proverbios, Proverbios 3 de 3, dice que el poder de la vida y de la muerte está La vida y la muerte están en el poder de la lengua. Entonces, el freno de la boca de los caballos, dice Santiago, que sirve para gobernar el cuerpo de la bestia. Así debemos poner nosotros freno en nuestra boca. Así como un barco es gobernado por un pequeño timón y las goberna donde el que las quiere, Así también el creyente debe gobernar su cuerpo mediante el buen uso de su lengua. Ahora, llega a otro ejemplo donde dice que la lengua también es comparada como juego. y la lengua dice que es un fuego, es un juego, es un mundo de maldad y puede devastar, puede destruir todo un bosque, un pequeño este fuego, puede hacer un gran incendio. Así dice también el hombre puede causar grandes males con este pequeño, este pequeño, esta pequeña lengua que tenemos, podemos hacer grandes daños, grandes daños, quemar todo una comunidad. Este, claro, Santiago se está refiriendo que la forma de quemar o la forma de destruir un bosque con nuestra lengua, o como él mismo lo dice en el versículo seis, dice, la lengua es un fuego. Un mundo de maldad. La lengua está puesta en nuestros miembros y contamina todo el cuerpo. Ahora, dice que esta lengua contamina todo el cuerpo e inflama la rueda de la creación, inflama la rueda de la creación. ¿Qué es lo que inflama la rueda de la creación? Es decir, es la rueda de la creación, hermano, que se refiere a Santiago aquí, es el propio cuerpo, es el propio cuerpo. Dice que la lengua está puesta entre nuestros miembros y contamina todo, todo el cuerpo, todo nuestro ser. Inflama la Rueda de la Creación y ella misma es inflamada por el infierno. Eso es lo que vemos. Entonces la lengua sí tiene que ser, dice, condenada, castigada. La forma de inflamar la Rueda de la Creación es mediante la calumnia mediante insultos, mediante la blasfemia o el mal uso de nuestro lenguaje. Usarlo en una forma por la cual Dios nos dio, no usarlo en la cual Dios no fue el propósito. El murmurar, el calumniar, el insultar, el blasfemar, usar para palabras obscenas, dice entonces la forma de cómo contamina la rueda de la creación. Entonces, en el versículo, creo que nos quedamos en el versículo siete, donde dice, porque toda naturaleza es de bestia. Ahora, Santiago dice que toda naturaleza es bestia, y de aves y de serpientes y de seres del mar se toma y ha sido tomada por la naturaleza humana. Es decir, el hombre ha sido muy eficiente, capaz de poder tomar un inmenso elefante. ha domado, dice, el elefante para su uso doméstico, esos animales salvajes. Como vemos, pueden ellos, sobre todo en la India, aquí no tenemos elefantes, pero por allá, en esas partes del mundo, Vemos como el hombre se ha apoderado de los elefantes y los ha maestrado, adiestrado, tomado y lo usan para el servicio del humano. Ellos lo usan para jalar grandes tronco de madera, derribar grandes árboles, para muchas cosas usan el elefante. Lo han atrapado, lo han encerrado, aún por manadas grandes, el hombre ha usado este inmenso animal para trabajos pesados. prácticamente los ha agarrado como su bull, como su tractor, así los ha agarrado el hombre. Ahora, son animales que tienen una fuerza bruta, mas sin embargo el hombre lo ha dominado, es increíble. que el hombre haya, por eso dice San Diego, toda naturaleza de bestia, o sea, toda naturaleza de bestia. Ahora, hasta el rinoceronte, lo han dominado. ¿Cómo se llaman esos vacas salvajes? No, recuerdo ahorita, lo han usado para arar tierra. Es decir, el hombre es capaz, tiene una capacidad. este increíble de poder este este domar todo toda naturaleza de bestia dice ahí está el caballo el caballo hasta hasta hasta creo que el el este la misma cebra lo han domado entonces este todo todo todo dice la palabra también Podemos pensar el tigre de Bengala como lo han usado los cirjeros para su uso, para sacar ganancia, para exhibición, para todo tipo de negocio lo han entrenado. El león lo han enjaulado, lo han forzado a ser dócil, Y todo el hombre ha logrado con esos animales salvajes. Como un león tan feroz, como la misma Biblia dice que el león es el rey de la selva. Pero el hombre lo ha forzado a hacerlo como si fuera un perro, ¿verdad? Lo ha dominado, lo ha encerrado. Dicen que en una ocasión... Alguien me puede traer un poco de agua. Perdón. Dicen que en una ocasión un hombre entró en un circo y quería mostrar cómo el león era tan... el domador del león hizo que abriera su inmensa boca, el animal, Y luego, dice que él, el domador, agarró y metió su cabeza en la boca del león. Un minuto la tenía metida su cabeza dentro de la boca del león. Y luego lo estancó. Era este, gracias. Era este, la exhibición que estaba haciendo con su animal. Entonces, Este, imagínense, un león hambriento. Que, gracias. Este, un león hambriento. Este, que se le mete la cabeza dentro de su boca. Imagínense. Otro, dice que, este, agarran los cirqueros, este, y le traen carne fresca, y se lo dan, este, al león, y el león no lo puede tocar. ¿Sí? Aún con hambre. Y bueno, hay cosas, hay cosas que han hecho. El tigre de bengala, y se puede andar rodando encima de una, este, de una, este, de una gran bola de, de, de, de, no sé qué, de pelota, no sé. Y bueno, hacen cosas, el hombre ha, ha hecho con el pobre animal como él ha querido. Entonces, hablando también de la serpiente, puede ser la misma cobra, puede ser la búa o el pitón, trituradora, lo apestan en la selva de la Amazona para exhibirlo en un circo. Mujeres dicen que hay mujeres que se dejan enroscarse con una inmensa, esos animales trituradores o anacondas. mujeres del circo, en la culebra se enrosca y llega hasta acá, su cabeza. Imagínense que, hermano, todo eso, nada más en pensarlo ya, me está dando miedo, ¿verdad? Me está dando miedo lo que puede. ¿Qué tal? Por eso se dice que en una ocasión, en una ocasión Claro, Dios providencialmente lo permitió. Un hombre estaba ordenando a su pitón, a su anaconda, que se enrollara en él. Y el animal no hizo, no obedeció. No obedeció a quererle enroscarse así como lo hacía siempre. Entonces insistió el domador de serpiente o el entrenador, insistió, insistió que lo hiciera y lo hizo el animal y después lo enrolló, lo trituró. lo mató. Entonces, hermano, ahí, claro, por algo no quiso la primera el animal, porque sabía que no tenía humor, yo creo. Pues todo animal es, como se dice, tiene su naturaleza feroz. Entonces, lo que estamos viendo, hermano, es que el hombre sí ha dominado el mundo animal, ya sea bestia, ya sea serpiente, dice seres del mar. Ahí están los delfines, ahí está. ¿Qué es lo que hacían con el pobre Keiko? ¿Cuántas toneladas tenía Keiko? hacían que el pobre Keiko se subiera encima de la alberca. Entonces todo eso el hombre lo ha hecho. Es impresionante lo que el hombre ha hecho. Pero Santiago dice que el único, el único, la única cosa que no ha podido dominar el hombre es la lengua. dice toda naturaleza de bestias y de aves y de serpientes y de seres del mar se toma, se toma dice y ha sido tomado por la naturaleza humana pero dice el versículo ocho pero ningún hombre pero ningún hombre puede tomar la lengua entonces La lengua dice, no lo ha tomado el hombre. Ningún hombre puede tomar la lengua que es un mal que no puede ser refrenado. Es un mal, dice la palabra. La lengua es un mal que no puede ser refrenado. Imagínense, hermano, que dice que ningún hombre puede tomar, dice, puede tomar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Oh, hermano, nada más fíjese cómo hablan los hombres, cómo, cómo usan su lengua. Es el único que no puede tomarla. llena de veneno mortal. Esto parece que San Diego estaba pensando en la cobra de África. Esas cobras venenosas que hasta escupen. Hay cobras que escupen su veneno a distancia. Y así compara la palabra, el hombre que usa su lengua para mal, está lleno de veneno mortal. ¿Cuántos problemas, hermano, nos ha causado nuestra lengua? Se ha preguntado. ¿Cuántos problemas usted ha tenido porque usted no sabe tomar su lengua? Este es el problema. Nos metemos en problemas porque nuestra lengua nos mete en problemas. ¿Qué tal si no tuviéramos lengua no tuviéramos problemas, verdad? La lengua nos ha metido en serios problemas. Ahora nuestra propia pareja. Tenemos problemas con nuestra lengua. Entonces, por eso Santiago dice que necesitamos freno en la boca como los caballos. Necesitamos saber gobernar nuestro cuerpo con el pequeño timón que es nuestra lengua. Necesitamos tener mucho cuidado con nuestra lengua porque la lengua es como un fuego prendido. No puedes tú jugar el fuego, tirarlo donde sea porque va a hacer un incendio. Por eso Santiago dice, no podemos nosotros usar nuestra lengua nada más así porque vamos a causar problemas, vamos a causar males, vamos a quemar todo un bosque. Ahora, vamos a inflamar, dice, la rueda de la creación, que es el cuerpo, el cuerpo del hombre. Ahora, por eso Santiago está mostrando lo peligroso que es nuestra lengua, porque dice que nuestra lengua no solo es como fuego, como fuego que puede quemar todo un bosque, pero también dice que es como el veneno de una cobra, de una cobra real llena de veneno mortal. Entonces, si tú sabes que tu lengua está llena de veneno, hermano, mientras la cobra no escupa, no hay problema. El problema es cuando tú escupes tu veneno. ¿Eh? Ahí está el problema. Hermano, ¿cuánta gente se le juzga, se le mal juzga o simplemente te odian? ¿Por qué? Porque tú no sabes domar tu lengua. Este siempre me critica, siempre dice esto. Miren hermano, Santiago nos está enseñando que la lengua es un mal, dice. Es un mal que no puede ser domada. Ahora, Santiago sigue, prosigue, mostrando el peligro de la lengua. La lengua, dice, nunca ha sido domada. Se declara que es un mundo de maldad lleno de veneno mortal. Santiago califica la lengua como un mal que no puede ser refrenado. Dice, no puede ser refrenado. Esa lengua, dice, no tiene freno. Es como un carro, imagínese un carro de carrera que no tenga frenos. ¿Qué crees que sucederá? Dice, versículo nueve, ahora, Santiago muestra, el versículo nueve, que la lengua, con ella, bendecimos al Dios y Padre. Con ella maldecimos a los hombres que están hechos a la semejanza de Dios. De la misma boca procede bendición y maldición. Santiago dice, hermanos míos, esto no debe ser así. No debe ser así, dice Santiago. ¿Cómo? No debemos bendecir a Dios y a la vez maldecir a los hombres. No podemos, dice Santiago, usar nuestra boca para bendición y a la vez usarlo para maldición. No debe ser así, dice Santiago. Solamente debe ser para una sola cosa, para un solo uso exclusivo. Es incongruente emplear la lengua para propósitos buenos y malo a la vez. No hay nada así en la naturaleza, dice Santiago. No hay. En ningún momento en la naturaleza hemos encontrado o en ningún lugar hemos encontrado como el ejemplo que da Santiago del agua, de la fuente que echa agua dulce y a la vez agua salada. En ningún lado la vamos a encontrar. Y tampoco dice Santiago que no vamos a encontrar un árbol que pueda dar dos frutos a la vez. No hay fuente que pueda echar dos tipos de agua. agua dulce, agua salada. Tampoco dice un árbol de fruto que pueda dar dos frutos diferentes. No. Entonces no hay nada así en la naturaleza como la lengua. Es increíble. No hay nada en la naturaleza que dé dos cosas a la vez. Pero Santiago dice que la única cosa que produce dos cosas es la lengua. La lengua dice puedes bendecir a Dios y con tu lengua puedes maldecir a los hombres. Con la lengua dice puedes producir bendición. Y a la vez, usarlo para maldición. Pero Santiago dice, esto no debe ser así. Dice, no debe ser así. Obviamente que no está de acuerdo. Aunque así se usa, así está, así es como lo vemos en la realidad. Que hay muchos aquí en el templo, señor, cantando. Allá al rato están chismeando, insultando. Este no es lo bueno, dice Santiago. No debe ser así, dice Santiago. Entonces es algo incongruente emplear la lengua para dos cosas a la vez. ¿Por qué? Porque ni la naturaleza misma dice es así. En un momento alguien bendice a Dios con su lengua y luego maldice a aquellos que fueron hechos a la semejanza de Dios. Un estado de cosas así no debe existir. La lengua, Santiago dice que la lengua con malicia, maldice a los hombres que están hechos a la semejanza de Dios. Es decir, esa lengua encendida con el fuego del infierno, con sus murmuraciones, destruye el buen nombre del inocente, difama por la espalda, aunque habla, hable amistosamente. Salmo 50, ahí creo que no sé si recordamos este. Vamos a ver Salmo 50, versículo 19. Salmo 50, 19, 20. Dice Salmo, Salmo 50, 19, 20. Tu boca metías el mal y tu lengua componía engaño. Tomabas asiento y hablabas contra tu hermano. contra el hijo de tu madre ponías infamía. Entonces, la lengua dice que compone el mal. Proverbio 26 Proverbio 26, versículo 24 Proverbio 26, versículo 24 Dice, el que odia El que odia disimula con sus labios, mas en su interior maquina engaños. Cuando hablare amigablemente, no le creas, porque siete abominaciones hay en su corazón. Aunque su odio se cubra con disimulo, su maldad será descubierta en la congregación. Ahora es interesante lo que enseña el proverbio dice que una persona que odia disimula con sus labios o sea que en otras palabras Una persona que te odia, nunca te lo va a decir de frente. Cuando está la persona en frente de ti, la vas a saludar, la vas a sonreír, disimula con su lengua, con su labio, dice el proverbio. Pero dice que en su corazón, más en su interior, maquina engaño. Ahora, dice, cuando hablar amigablemente, No le creas, porque ciertas abominaciones hay en su corazón. Entonces, el odio, hermano, el odio dice muchos, muchos el odio lo disimulan. Este, aunque su odio se cubra con disimulo, o sea, aunque trate de tapar, aunque trate de, de, de, de, de, cómo se, de, cómo se dice, de, este, No sé cuál es la palabra. Disimular, ¿se entiende? La palabra disimular. Aunque trate de disimular su odio, dice que su maldad será descubierta en la congregación. O sea que, tarde que temprano, el que odia va a salir a luz. Va a salir a luz. Entonces, hermano, La lengua es un mundo, es un mundo de maldad, es un mundo que destruye las ruedas de la creación. El éxito del hombre, como ya vimos con los animales salvajes, no se ha hecho realidad en la propia área de la vida del hombre. Debido a la caída, el hombre ha perdido dominio sobre su propia vida. Esa causa de la caída, esa causa del pecado, que el hombre no puede tomar su lengua. La naturaleza humana no tiene la capacidad, ni la fuerza, ni el poder para gobernar su propia lengua que es un miembro tan pequeño. Sólo un corazón lleno del Espíritu de Dios puede controlar la lengua indomable. Hermano, la lengua es para el hombre, escuche bien, La lengua para el hombre es indomable. Sólo Dios puede domar la lengua o en este caso, sólo Dios puede domar tu lengua. Si Dios no domina tu lengua, tú no lo puedes hacer. La Biblia dice que es indomable. Es Dios el que va a ponerte freno en la boca. Es Dios, hermano, el único que puede frenar tu lengua del mal. Efesios 5, vamos a ver. Por eso dice aquí el apóstol Pablo, Efesios capítulo 5. Efesios capítulo 5, versículo 18. No os embriagueis con vino en la cual hay disolución, anden bien, sed llenos del Espíritu Santo, del Espíritu. Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones, dando siempre gracia por todo el Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Ahora, fíjense, ¿Qué cosas no ha salido en tu lengua? Ponte a pensar un ratito nada más. ¿Qué cosas no has sacado en tu lengua? Insultos, mentiras, murmuración, quejas. La lengua, a veces, en lugar de usarla para cantar a Dios, el hombre lo usa para cantar. las bestias, las flores, el mar, el paisaje, el sol, la luna, las estrellas, todo. Pero hermano, el hombre ha usado su lengua todo para todo tipo de cosas, pero no quiere usarlo para la gloria de Dios. Es porque el hombre no puede domar su lengua. El hombre sin Dios jamás podrá domar su lengua. No lo va a poder hacer. Sólo Dios puede poner freno en la boca del hombre. Por eso el salmista entendía muy bien. Él sabía que él no podía hacerlo. Pero Dios sí tiene la facultad. Por eso tenemos que confiar en Él. Salmo 39. 39 o 49 déjeme checarlo. ¿Dónde está? No, no tengo el texto ahorita apuntado. Donde dice... Este... Dice, círculo 141. Vamos a buscar ahí. Si no me equivoco. Salmo 141. Versículo 3. Dice la palabra. Pon guarda a mi boca. Ojo va. guarda la puerta de mis labios. No dejes que se incline mi corazón a cosas malas, a hacer obras impías con los que hacen iniquidad y coma yo de sus deleites. El salvista dice le dice a Dios que le ponga un guarda en su boca. Es decir, un vigilante en otras palabras. Ponme un vigilante en mi boca. Dice, oh Dios, guarda la puerta de mis labios. No dejes que se incline mi corazón a cosas malas y a hacer obras impías. Entonces, hermanos, solo Dios puede verdaderamente controlar nuestra lengua. Toda aquella persona Toda vida llena del Espíritu Santo podrá tomar, podrá controlar su lengua. Pero ya no es él, sino el poder de Dios en nosotros. Pero un hombre no regenerado, un hombre no salvo, hermano. Santiago asegura que verdaderamente no puede tomar su lengua. Puede tomar el mundo salvaje, reptiles, aves, acuáticos, pero algo que no puede domar es su propia lengua. ¿Por qué? Porque el hombre ha caído en el pecado, es el pecado el amo, el amo que gobierna. La fuente de agua que dice Santiago, acaso alguna fuente hecha por una misma abertura, agua dulce y amarga, ninguna fuente da agua dulce y amarga a la vez. La lengua tampoco, así como ninguna fuente da agua dulce y a la vez amarga, así la lengua tampoco debería hacerlo. Pues así como en una fuente no puede salir agua dulce y agua amarga a la vez, al mismo tiempo, así de la boca de un salvo no debe salir lo bueno y a la vez lo malo. No debiera. Por eso Santiago 5, 3, perdón, Efesios 5, 3 dice que nosotros los creyentes no debemos usar nuestra boca para cosas como, como, como truanerías. Es lo que dice, salmo, perdón, Efesios capítulo 5. Efesios capítulo 5, versículo 3. Efesios 5, 3. Pero fornicación y toda inmundicia, o abundancia, o avaricia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros como conviene al Santo. Ni palabra deshonesta, ni necedades, ni truanerías, que no convienen, no convienen, dice Santiago, sino antes bien, ¿qué? acciones de gracias. Entonces el creyente solamente debe usar su boca para acciones de gracia, no hablar de fornicación, de inmundicia, de avaricia, ni de palabras deshonestas, ni necesidades, ni truanería, sino solamente para acciones de gracia. Esto quiere decir, hermano, que el verdadero creyente no debe salir de su boca bendición y a la vez maldición o cosas malas. No debe ser así. Así como Job cuando escuchó que había perdido todo en su vida, él solo de su boca salió la bendición. En lugar de queja, bendijo a Dios, sea el nombre de Dios bendito. Jehová dio y Jehová quitó. Mateo, vamos a ver Mateo 5, 44. Mateo 5, 44. Mateo capítulo 5, versículo 44, dice... Pero yo os digo, Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos y injustos. Porque si amáis a los cosas, amán que recompenses del Rey. No hacen también lo mismo los publicanos. Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Verso 48. Sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Entonces, el creyente dice que si alguien, si el creyente es, tuviera enemigo, Dice esta, debe amar su enemigo el creyente, debe bendecir a los que lo maldicen, debe hacer bien a los que le aborrecen y debe orar por los que le ultrajan y los persigue. ¿Por qué? Porque dice que así se distingue el verdadero Hijo de Dios. Diferente completamente de los demás. Porque si no es así, Dice Cristo que entonces, ¿cuándo está la diferencia? Para que sea Hijo de tu Padre que está en los cielos, que hace sol, hace sol sobre el mar. Y bueno, ya se lloverá sobre justo y sin gusto. Porque si amas a los que te aman, que recompensa tendrás. Y no hacen también lo mismo los republicanos, hermano. Entonces, el creyente sí debe ser muy diferente con su uso de su vida, en otras palabras. San Diego termina mostrando el árbol. Con el árbol puede acaso, dice San Diego, puede acaso la higuera producir aceitunas o la vid higos? Claro que no. Así como es ilógico que un árbol de higuera produzca aceitunas o como la vid que produzca higos. Pues esto no existe. Así tampoco una vida regenerada no debe dar frutos contrario de lo que se espera. Por eso Cristo dice en Mateo 7, 15, 20 que el árbol por su fruto se conoce. En la naturaleza un árbol solo produce una clase. de frutos, una clase. No produce dos. Una clase de frutos produce en la naturaleza el árbol. Ya sea vid, va a dar, si es una vid, va a dar uvas. Si es higuera, va a dar higos. Entonces, no podemos, no podemos encontrar o nunca, nunca encontraremos un árbol que quede otro tipo de fruto. Si es mato de nance, nance. Y si es de naranja, naranja. Si es de papaya, papaya. Es decir, si es de mango, mango. No, no va a dar otro, otro, otro fruto. Entonces así. Dice Santiago, vamos a regresar a Santiago, ahí Santiago dice que es ilógico, es ilógico que una persona pueda usar su lengua a la vez, a la vez para dos cosas. No, dice Santiago, no debe ser así, no se debe. Hermanos míos, Dice San Diego, acaso alguna fuente, verso 11, San Diego 3, 11, acaso alguna fuente hecha por una misma verdura, agua dulce amarga. Hermano mío, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas? Hola, vi higos. Así también ninguna fuente puede dar agua salada. y agua dulce. No. Dice puede darle. No puede. Así también ninguna fuente puede dar agua salada y a la vez dulce. Ha de dar uno a la vez. O sea, no hay fuente que pueda dar agua salada y a la vez agua dulce. No. Entonces Santiago Está mostrando las lecciones de la naturaleza para enseñarnos, hermano, que es ilógico que nosotros usemos nuestra lengua para dos cosas. No podemos usar nuestra lengua para bendecir a Dios, dice, y también a la vez maldecir a los hombres. No podemos usar nuestra lengua para dos cosas a la vez. Dice Santiago que eso no se permite, no debe ser así. Estas lecciones de la naturaleza nos son representadas para recordar que nuestra manera de hablar ha de ser constantemente buena, sazonada con sal, como dice el apóstol Pablo. Así Santiago nos pone prueba por lo que respecta a nuestra manera de hablar. Finaliza, finalizamos diciendo que ningún verdadero creyente puede dar agua dulce y agua salada a la vez. Si es dulce, será dulce. Y si es salada, siempre será salada. Es imposible que pueda dar agua dulce porque es contrario, dice Santiago, a la naturaleza. Es contrario a la naturaleza. Proverbios 10, 11. Vamos a ver un texto aquí. Proverbo 10.11 dice, manantial de vida es la boca del gusto, pero violencia cubrirá la boca de los impíos. Entonces, manantial de vida es la boca del gusto, y mientras que el del impío dice que es violencia, es violencia. Hermanos, entonces como dice Santiago, nosotros tenemos que disciplinar y sobre todo rogar a Dios que nuestra lengua sea como este árbol que solamente produzca una sola cosa, como una fuente que solamente puede brotar un tipo de agua. No podemos esperar que un árbol de dos frutos diferentes. Así como naturalmente no se ve que un árbol pueda producir dos frutos diferentes a la vez, así dice Santiago, la lengua no debe ser usada para dos cosas a la vez, solamente una cosa. Si es para a bendecir a Dios, entonces esa lengua no está para maldecir a los hombres, solamente para bendecir a Dios. Y verdaderamente Dios nos dio nuestra lengua para que nosotros sepamos hablar para que nosotros podamos hablar alcanzado, para poder animar, enseñar, corregir todo. La lengua, hermano, que Dios nos dio Dios los dio para que nosotros expresemos nuestra gratitud a Dios. Para eso Dios los dio. No para que lo uses para sandeces, o para soeces, o para truenerías. o para insultos o palabras obscenas. Hermano, Dios no nos dio nuestra lengua para eso, ni para maldecir, sino, dice, solo para bendecir, para bendecir. Entonces, hermano, que Dios nos ayude, que nuestra lengua, hermano, sea una bendición. Árabe dice que es manantial de vida la boca del justo, la lengua del justo, es manantial de vida. Eso que decía, hermano, que nuestra lengua solamente debe cantar a Dios, agradecer a Dios, y no debemos usar nuestra lengua para cosas obscenas, o cantar canciones mundanas. A veces vienen a tu mente canciones que ya antiguamente has escuchado, y quieras decirle, no, no debemos, hermano. Debemos poner freno en nuestra boca. Freno en nuestra boca. Dios, hermano, le dio al hombre su habla. La lengua, Dios nos la dio para que nosotros la usemos para la gloria. Por eso dice, Si coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria, para la gloria de Dios. Ahora yo pregunto y terminamos. ¿Para qué has usado tu lengua? ¿Eh? ¿Para qué has usado tu lengua? ¿O para qué quieres usar tu lengua? Bueno, si usted dice, bueno, es cierto, yo he usado mi lengua para insultos, para mentiras, para chismas, para murmuración, para calumniar, para cantar canciones mundanas, para... mire, la verdad, la lengua es una bendición. Gracias a Dios que podemos expresar cosas bonitas. A veces, ¿por qué no nos proponemos a decir solo cosas bonitas? Cosas hermosas. ¿Por qué tenemos que herir a la gente? ¿Por qué? Porque como dice la palabra, dice que de la abundancia del corazón habla la boca. Entonces, ¿por qué a veces herimos? Ofendemos. Porque realmente eso es lo que hay dentro de nosotros. Entonces, Cristo dijo, Cristo fue más allá cuando dijo que del buen tesoro se saca cosas buenas. Del mal tesoro se saca cosas malas. Entonces, por eso dice que de la abundancia del corazón, abra la boca. Lo que hay en ti, lo que hay dentro de ti, es lo que tu lengua va a expresar. Sinceramente. Ahora, como dice Cristo, donde está el tesoro, ahí está también el corazón. Entonces, lo que hay en nosotros, si hay salmo y cántica espiritual, obviamente que se va a expresar, va a salir Pero si no hay nada de eso, no hay salmo, no hay himno, no hay cánticos espirituales, pues no va a salir nada de tu boca. ¿Sí? Y así el mundano hermano no tiene nada de palabra en él. ¿Qué hay en él? Hay solamente el chisme de la novela, la película que vio ayer, es decir, lo que dice su vecina, la canción que escucha. Es todo lo que tiene y es lo que saca. pero nosotros lo tenemos que usar para la gloria de Dios nuestra lengua, nuestra vida que Dios nos dio. Que Dios ayude a cada uno de nosotros a consagrar su lengua para la gloria de Dios. Vamos a despedirnos en oración en esta mañana. Me siento un poco... físicamente no muy bien, pero hermano, con ayuda de Dios, oren por mí en la tarde que tengamos la fortaleza del Señor para una lección de la palabra también. Vamos ahora al Padre. Te agradecemos Señor por el día. Gracias Señor por el privilegio que nos has dado en esta noche, en esta mañana. Señor, permítenos en la noche volver a reunirnos, Señor, y glorificar tu nombre en esta casa. Gracias, Señor, te damos. Gracias por el privilegio que nos das de poder congregarnos en esta casa. Bendice, mis hermanos, Señor. Hay muchos enfermos adoloridos, Señor, entre nosotros, con varios síntomas de infección. Padre, tengo misericordia de Pablito, de mi cuerpo también, y de los que están enfermos entre nosotros, Señor. Desconozco, Padre. Oramos por los hermanos de Tabasco también, seguramente están ahí, en este lugar, adorándote, en espíritu de verdad. Bendice los hermanos, ayúdenlos. Bendice los hermanos de Donaín. Señor, también los hermanos de Oaxaca. Padre, seguramente estará haciendo más frío por allá. Oramos, Señor, que los bendigas. Que bendiga la vida de cada uno. También los hermanos de la sierra, aún más. todavía más frío en esa parte. Padre, tú has hecho las estaciones, tú has hecho, Señor, las diferencias. Tú eres, Señor, el responsable, Señor, de las diferentes lugares que hay, Señor, en este mundo. Padre, que la gloria y la honra sea para Cristo, el único Redentor de nuestras almas. Rogamos y suplicamos todo en tu nombre. Muchas gracias. Llévanos con bien, Señor, antes de salir. Guárdanos Señor, guarda nuestra vida, guarda nuestro ser, guarda nuestros pensamientos y guarda nuestra boca, Señor, que nuestra boca solo sea para bendición y no para maldición. Gracias, Señor, te damos por todo. En el nombre de Cristo Jesús, oramos. Amén.
La Madurez Espiritual Se Mide Por El Uso De La Lengua Parte 3
Series Estudio Expositivo De Santiago
Sermon ID | 12615164031 |
Duration | 55:05 |
Date | |
Category | Teaching |
Language | Spanish |
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