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El título del mensaje es Cristo Cristo nos libra de la condenación hermanos la obra de Cristo nos limpia de toda maldad delante de Dios y Dios en su tribunal nos declara inocentes nos declara inocentes es como cuando alguien tiene una deuda Usted va, compra un televisor, una mesa, una silla, y usted va pagándola poco a poco, la va pagando poco a poco, hasta el día en que termina de pagar la última letra y le sellan ese recibo que dice cancelado. Cristo nos canceló la deuda por nuestro pecado que teníamos para con el Señor en su muerte. en su resurrección, al haber ascendido y sentados a la diestra de Dios, Él continúa intercediendo por nosotros. ¿Por qué? Porque su sangre fue derramada para limpiarnos de toda condenación. Hermanos, si esta es nuestra seguridad, no tenemos seguridad de nuestros méritos, no tenemos seguridad de nuestros actos, no tenemos seguridad de nuestra buena vida, en que somos bueno, sino en la obra de Cristo. Cristo nos libra de condenación. En primer lugar, dice el versículo 34, pregunta, ¿quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió. Cristo nos libra de la condenación porque Él fue quien murió. hermanos en el día final el juez es cristo en el día final que se va a sentar en su trono a juzgar a vivos y muertos es cristo pero precisamente nosotros no somos condenados porque el señor el señor de la gloria murió por nosotros eso dice el versículo 34 ¿Quién es el que condena? ¿Quién nos condena? ¿Quién? Es una pregunta. Cristo, Jesús, es el que murió. Él tomó nuestro lugar en la cruz del Calvario. Él se hizo pecado por nosotros, como dice 2 Corintios 5.21. Él realizó el pago por nuestros pecados, como dice Romanos 3.24. Él hizo el pago En su muerte, él sufrió la condenación que nosotros merecíamos y de la que hemos sido libertados para siempre, como dice Romanos 8. Cada uno de esos pasajes nos recuerda el resultado de su muerte. El resultado de su muerte fue que él murió. El resultado de su muerte es que él pagó nuestros pecados. El resultado de su muerte es que ya hemos sido liberados, libertados de la condenación. Y las Escrituras nos señalan, Él es el Rey, Él es el Soberano, quien era rico y se hizo pobre. Él se hizo pobre por nosotros y de su pobreza hemos sido enriquecidos. como dice 2 Corintios 8-9 de su pobreza hemos sido llenos completamente de bendición por eso Pablo dice quien es el que condena si el mismo que será el juez fue el que murió por nosotros quien condenará a los que han sido perdonados con tan preciosa sangre ¿Quién podrá acusar, si quiera, a los que han recibido el favor, el perdón y la sangre de Cristo? No podemos ser condenados. En la muerte de Cristo hay seguridad. Es la seguridad de nuestra salvación. Es una seguridad tan grande que podríamos dormir en paz aunque el mundo el diablo y todos los ángeles caídos nos acusen podríamos dormir en paz aunque el mundo se levante en contra de nosotros y nos señale nuestro nuestra maldad podríamos dormir en paz y decirle cristo murió por mí él tomó mi lugar la cruz del calvario quien me condenará si el señor jesucristo murió eso lo que dice el apóstol pablo quién nos condenará porque él fue quien resucitó por nosotros eso nos dice el texto romanos capítulo 8 versículo 34 él fue el que murió y también fue él el que resucitó Él resucitó. La resurrección es la prueba definitiva de su victoria sobre el pecado y sobre la muerte. La resurrección es el sello, hermano, de cancelación. El Padre aceptó su muerte. El Padre aceptó su sacrificio por nosotros. No hay condenación para los que han creído en Cristo porque Él resucitó. Leíamos en Tulín la resurrección nos recuerda el pacto eterno en la sangre de Cristo. El pacto donde el Hijo prometía morir por nuestros pecados. Y el Padre aceptó como buen y válido ese sacrificio. Aceptó como buen y válido esa obra y le resucitó. y le liberó de la muerte Dios derramó todo su juicio sobre el Señor de la gloria sobre el Señor Jesucristo y luego fue depositado en el vientre de la tierra por tres días pero la muerte no le pudo retener porque un día como hoy el primer día de la semana el domingo el Señor resucitó El Señor no resucitó el sábado, hermano. El domingo, el primer día de la semana. Por eso es que la iglesia cristiana celebra la adoración a Dios el domingo. Porque celebramos la resurrección del Señor. Cristo resucitó. El Padre aceptó su sacrificio por nosotros en la cruz. eso es lo que significa esa resurrección siendo aceptado su sacrificio él es ahora el primogénito entre los muertos él es quien ha dado vida y perdón a nuestras almas dijo un siervo de dios los creyentes no podemos ser condenados porque cuando dios levantó a jesús de los muertos demostró que su hijo había ofrecido la satisfacción plena por el pecado que la ley demandaba. ¿Qué demandaba la ley de Dios? La paga del pecado es muerte. Cuando el Señor Jesucristo murió por nuestros pecados, Él estaba tomando nuestro lugar, nos estaba sustituyendo, estaba muriendo por mí. estaba muriendo por cada creyente cada hombre y mujer que cree en él ha muerto ha muerto al pecado ya no vivimos para el pecado pero también cada hombre y mujer que ha creído en cristo ha resucitado juntamente con cristo ha resucitado juntamente con él ya no hay condenación tienes que morir ya yo morí Cristo murió por mí tiene que resucitar ya resucité Cristo resucitó y con él yo también en tercer lugar Cristo nos libra de la condenación porque él está a la diestra de Dios eso es lo que dice el versículo 34 dice Jesús es el que murió sí más aún el que resucitó el que además está a la diestra de Dios a la derecha del Padre sentado en el trono junto con el Padre a su brazo derecho la parte más importante está allí el Señor la condenación no puede llegar a nosotros porque cristo ascendió a los cielos y está a la diestra de dios exaltado con honra sobre todos los hombres tribos y naciones como nos dice pablo dios también le ha exaltado hasta lo sumo filipenses 2 9 y le ha dado un nombre sobre todo nombre para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que están en los cielos y en la tierra. Nadie, nadie puede condenarlos, condenarnos, porque el Señor de la gloria fue exaltado. Hermanos, miren el poder y la autoridad. Cuando el Señor mandó a los discípulos a predicar el evangelio, empezó diciendo toda autoridad toda potestad me es dada en el cielo y la tierra por lo tanto como yo tengo toda autoridad vayan y hagan discípulos vayan al mundo y rescaten a mis escogidos del mundo del servicio al diablo el pecado rescátenlos con el evangelio él está a la derecha de dios exaltado por encima de cada hombre hasta que ponga a sus enemigos por estrado de sus pies salmos 110 versículo 1 ese día va a llegar en su segunda venida todos sus enemigos se pondrán postrados a sus pies se inclinarán delante de él serán humillados para que el rey pase por encima de ellos Así como fuimos unidos por la fe a su humillación, porque fuimos humillados con Cristo. ¿Imagínese usted? Si a un papá, a una mamá lo humillan, es como si estuvieran humillando a los hijos. Cuando a Cristo, nuestro Señor y Salvador, lo humillaron, nos humillaron a nosotros también. Cuando lo escupieron, es como si nos tuvieran escupido a nosotros. Cuando lo crucificaron, nos estaban crucificando juntamente con él. Toda esa vergüenza, también parte de esa vergüenza, nos va a tocar en algún momento. Y tú eres cristiana. Ajá. Tú eres de las locas que piensan que la mujer vino de una cotilla, de un hombre. Y si es una mujer, se te va a reír en la cara. Ah, tú eres de los locos que dicen que un hombre que murió y ese nos salvó. Locos, nos van a humillar. Este evangelio no solamente trae alegría y gozo, también trae persecución. Para nosotros, nos perseguirán. porque somos humillados por nuestra fe somos reos junto con cristo para amados hermanos asimismo con nuestro señor somos exaltados somos exaltados juntamente con cristo somos levantados juntamente con cristo y estamos sentados con el señor juntamente con cristo En cuarto y último lugar, Cristo nos libra de la condenación porque Él intercede por nosotros. Cristo nos libra de la condenación porque Él intercede por nosotros. Miren cómo dice el texto. Está a la diestra de Dios el que también intercede por nosotros. El sacerdocio del Señor Jesucristo continúa. Él no solamente fue nuestro mediador aquí, lo sigue siendo a la diestra del trono de Dios. Sigue intercediendo por nosotros. Continúa con una ofrenda continuamente fresca y presente su sangre delante del Padre. Continúa su vida perfecta y santa por nuestra causa delante del Padre. Él continúa sin interrupción hasta que seamos glorificados, intercediendo por nosotros. Continúa sin interrupción. Por eso, hermanos, no necesitamos otros sacerdotes. No necesitamos que hombres intercedan por nosotros. Tenemos el mayor de los sumos sacerdotes a Jesucristo. intercediendo ahorita mismo por nosotros aquí ahora está intercediendo por nosotros cada oración que elevamos padre te lo pido en el nombre de Jesús en el nombre del que está a su derecha intercediendo por nosotros si pecamos y confesamos nuestra maldad el señor perdonó nuestros pecados porque cristo está a la derecha del padre intercediendo por nosotros su sacrificio está ahí vivo con esto no quiero decir que él está en la cruz verdad pegado en el cielo no él resucitó él fue enterrado él fue bajado de la cruz pero él fue glorificado Él fue glorificado. Se parece mucho a una experiencia que uno a veces tiene como profesor, que cuando uno conoce bien a los padres de un estudiante y habla mucho con los padres de un estudiante, a veces uno ve al estudiante y es como si estuviera recordando al padre. Y como ahora yo recuerdo que había un estudiante, un varón que era necio, Un muchacho complicado, pero el papá, mire, era derechito. Y solamente tenía que hacer una breve llamada y decirle, mire, don fulano, ¿el joven no me deja esta clase? Mire, ese hombre venía, al día siguiente me venía a pedir perdón, profesor, yo vamos a arreglar esto, vamos a, vamos a ponerlo derecho, vamos a cambiar todo, profesor, usted va a ver, vamos a andar derechito. Yo decía, tú ves, me gusta hablar con los jefes. para que perder mi tiempo con soldadito si puedo hablar con general con el papá hermano eso es lo que sucede con nosotros tenemos un intercesor que es cristo nuestro único intercesor el hijo de dios la segunda persona de la trinidad no necesitamos a nadie que interceda por nosotros él es suficiente y él está vivo por los siglos de los siglos vive y reina por los siglos de los signos, por los siglos de los siglos, vive e intercede por nosotros por los siglos de los siglos. Y cada vez que yo voy a orar delante del Padre, aquí usted cree que el Padre está mirando a su hijo, a mi papá. Ya yo no voy, Padre. solo ahora yo voy lleno del Espíritu Santo y con el Señor Jesucristo y Jesucristo intercediendo por mí y el Padre mirándome a mí pero realmente es mirando la obra de su Hijo en mí y su intercesión por mí por esto Cristo nos libra de la condenación y nuestra seguridad de la salvación no consiste en lo que podamos hacer sino en lo que Cristo hizo en la cruz, en la resurrección, en sentarse a la diestra de Dios, el ascender y el interceder por nosotros. Esa es la razón de nuestra liberación, de nuestra libertad de la condenación. No somos condenados en el juicio final. No seremos condenados en el juicio final porque nuestra deuda fue pagada. la deuda de nuestro pecado. Y ese es el punto que yo quiero que ustedes piensen. Tu deuda fue pagada. Cristo perdonó tu pecado. Cristo te limpió de tu maldad. Porque si no te limpió de tu pecado y tú no te has arrepentido de tu pecado, tu deuda está presente. Tú no has cancelado. Tu deuda sigue delante de Dios. y el hombre o la mujer que muere sin cristo no tiene esperanza perdió toda esperanza porque lo que le toca es el castigo eterno hay que pagar la deuda contra un dios santo infinito un dios amoroso al cual tú ha despreciado con tus pecados el cual te ha invitado a que te arrepientes de tu pecado y tú dices, no puedo, estoy ocupada, no puedo pensar en esto ahora, tengo mucho que hacer. Entonces nosotros, si somos condenados por nuestro pecado, justamente seremos condenados sin derecho a apelación. Y aunque le hagan 100 misas, no será sacado del infierno. Aunque le hagan un millón de misas, aunque se la paguen, ningún hombre puede sacar al pecador de su condenación, porque la deuda, mi hermano, mira, hay que pagarla. y el que no la paga aquí a través de la sangre de cristo el que no la paga aquí creyendo en jesucristo recibiendo el pago de cristo a su favor la va a pagar por la eternidad en el infierno eterno eso lo ha dicho el dios de amor y de justicia el que es celoso por eso te llamo solemnemente que tú reconozcas tu pecado a que tú reconozcas que en cristo hay libertad ver lo que dice el apóstol quien es el que condena cristo jesús es el que murió él murió por mí él resucitó él está a la diestra de dios él está intercediendo por mí quien me separará del amor de dios quien eso lo puede decir el que ha recibido el amor de dios el que ha creído en el amor de dios el que ha aceptado el amor de dios nadie puede separar a un hijo de dios del amor de dios nadie pero tampoco nadie puede pagar nadie puede pagar en esta tierra el juicio que va a recibir por la eternidad solamente cristo puede pagar tú recibirás la obra de cristo O tú pagarás con tu propia alma, con tu propia mente, con tu propio cuerpo, con un gusano que nunca se acaba, con una conciencia que te dirá y te recordará y te acuerde y te acuerde y tú no hiciste y tú no obedeciste y tú no creíste y tú no creíste. En el juicio eterno. Queridos hermanos, esto venimos a recordarlo. venimos a recordar que ya no hay condenación porque él murió porque él resucitó porque él está a la diestra porque le intercede no hay condenación para los que han creído en él hermanos tenemos que guardar esto porque mire el diablo Cuando haga así, sacuda ese polvo, como a veces uno toma la cama y sacude así, y sacude la sábana, y se levanta ese polvo. A veces uno respira ese polvo, y el diablo, mire, nos lleva otra vez a esos días de pecado, y tú fuiste así, y tú fuiste así, y tú fuiste así. Y está tú, mira, respirando ese polvo y estornudando, estornudando. Y respirando ese polvo que el diablo detrás de esos recuerdos. Y te lo hace respirar de nuevo. Y te hace otra vez oler a esa basura que tú antes comías. Mire, Satanás es muy atuto. Toda esta verdad que está aquí escrita es para nuestra fortaleza y defensa. Tenemos que recordarnos a nosotros mismos. ¿Quién nos separará del amor de Dios? Tribulación. angustia, ángeles, el diablo, nada nos separará porque Cristo murió por mis pecados, porque Cristo resucitó, porque Él es que está a la diestra de Dios y Él aún ahorita mismo intercede por mí. hermano esa es la razón de por qué no somos condenados y por eso tomamos el pan y el vino para recordarnos a través del pan y el vino su muerte su sacrificio su resurrección está a la diestra del trono me voy no comeré más con ustedes este pan no beberé más de la vid del fruto de la vid hasta que lo beba otra vez en el reino prepárense manténganse haciendo memoria de este sacrificio de este pacto no lo olviden fue por el perdón de sus pecados recuérdenlo continuamente por eso es que tomamos el pan y el vino para recordar para recordar para traer nuestro corazón a nuestra memoria su obra su obra para que, hermanos, nos mantengamos firmes en la esperanza que nos han guardado. Yo recordaba ese pasaje en Efesios. Nos han dejado estas verdades para que estemos firmes, disfrutando un poco en este desierto, en este mundo de pecado, para que nos mantengamos firmes con la luz, con el foco prendido. Usted no pone el foco para el cielo. Ahí prendió el foco. Con la Biblia ahí prendía, guiándose, avanzando. ¿Hacia dónde? Hacia la ciudad celestial. Hermano, el que se olvida de esta verdad se vuelve loco, se deprime. Se amarga. Hay tanta maldad en el mundo. Hay tanta maldad. Tanto niño pobre. Tanta mujer. Tanto hombre. Cualquiera que se pone a ver nada más noticias, noticias, noticias. Mataron a uno. Mataron a cuatro. Mataron a diez. Uno llega a hacerse un fatalista. Pero hay esperanza. Hay esperanza en Cristo Jesús. Y yo quiero a los jóvenes decirles eso. Hay esperanza en Cristo Jesús. hay esperanza y perdón de pecado en cristo jesús hay libertad y con de la condenación en cristo jesús hay salvación en cristo jesús hay un cielo y una gloria que ya nos dieron la arra en una en una en una taza las arras que promete la garra el asa en una jarra hay una orejita que usted mete la mano por ahí a eso que las escrituras le llaman las arras por lo que agarra y para tomar de la promesa para tomar de la bendición hermano agárrese de esa bendición de esta promesa agárrese de esta verdad no hay condenación cristo murió resucitó está sentado a la diestra de Dios y está intercediendo, intercediendo, intercediendo por ti. Para que tu fe no falte, para que en el tiempo de la tribulación, aun cuando tropieces y caigas en tu pecado, te arrepientas y vuelvas a él. para cuando hay mucha neblina que tú no sabes qué hacer tú encuentres luz y sabiduría en el señor hermano para eso están estas promesas es para nosotros hoy y para nosotros perseverar hoy, porque el que persevere hasta el fin, ese será salvo. Que Dios nos permite, hermano, con estas grandísimas promesas, recordar la obra, el pan y el vino nos recuerda que Él murió, no seré condenado. Él resucitó, también resucitaré. Él intercede por mí. Señor y Dios y Padre, bendícenos por tu palabra. Ayúdanos, susténtanos y fortalécenos. Que tu santo y glorioso espíritu continúe santificándonos y fortaleciéndonos en el hombre interior. Danos más de tu evangelio, danos más de tu palabra, Señor, y vuélvanos a ti. Guíanos para tu gloria a vivir piadosamente delante de ti. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Cristo nos libra de la condenación
Series La muerte de Cristo
Cristo nos libra de la condenación
Sermon ID | 12292315941479 |
Duration | 28:20 |
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Category | Sunday - AM |
Language | Spanish |
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