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primera carta de Juan capítulo tres versículo cuatro todo el que practica el pecado practica también la infracción de la ley pues el pecado es infracción de la ley vamos a pedirle al señor sabiduría para comprender su palabra. Oh Padre, una vez más, clamamos en el nombre de Cristo. Ayúdanos a entender tu palabra, a predicar tu palabra. Guía a tu iglesia para que guarde tu palabra en su corazón y la ponga por obra. Por Jesús nuestro Señor, te lo rogamos y suplicamos. Amén. El título del mensaje es Conociendo a nuestro enemigo, el pecado. Estamos, hermanos, estudiando el tema de la santidad. Y para vivir en santidad, amados hermanos, hemos dicho que es necesaria la obra de Cristo, creer por la fe en Cristo. Eso lo vimos en el mensaje anterior. Es necesario que nosotros debemos de practicar la santidad diariamente. Cada día tenemos que practicar la santidad en nuestra vida personal, no solamente en el devocional, no solamente a la hora, sino en nuestro trabajo. también nuestras actividades diarias, en el compañerismo con nuestros amigos, practicar la santidad con nuestras hermanas, con nuestros hermanos, cumpliendo nuestros deberes, tenemos que practicar la santidad. Y tenemos que también practicar la santidad mortificando el pecado. Y nos quedamos allí. Tenemos que luchar contra el pecado. y el pecado hermanos es el gran terrible enemigo no único pero principal enemigo que tenemos para nosotros vivir en santidad y ahora queremos estar viendo la importancia de conocer a nuestro enemigo la importancia de conocer a nuestro enemigo para poder mortificar el pecado, para poder mortificar ese pecado remanente en nosotros. Tenemos que saber quién es, cómo actúa, cuál es la raíz que lo mantiene atado a nosotros. Un correcto conocimiento de la santidad nos llevará a vivir vidas piadosas. Un concepto, una idea clara de lo que es la santidad nos ayuda a entender la batalla que tenemos, una lucha constante contra el pecado que está asediándonos. La verdad sencilla o llana es que ser santo también tiene que ver con un conocimiento correcto del pecado. Porque esta es la raíz de toda la batalla del creyente. Usted necesita, para ser santo, entender contra quién está luchando. Usted ve que en cada batalla, una de las primeras cosas que hace un guerrero o un ejército es conocer a su enemigo. Imagínese que usted vaya con un cepillo de diente a una batalla, mientras su enemigo tiene espada, ametralladora, tanque de guerra, y usted se presenta con un cepillo de dientes porque no le explicaron contra quién iba a pelear. Lo primero que Dios hace cuando convierte a una persona a Cristo es enviar luz a su corazón y mostrarle cuán pecador es. Esa es una de las primeras cosas que hace el Señor. Con el con la con el creyente si el hombre no se da cuenta de la naturaleza peligrosa de la enfermedad de su alma no podrá preguntarse nunca cómo puedo ser salvo si el hombre no entiende que está muerto en su pecado a dónde va a ir no sabe dónde ir él no podrá ir a Cristo necesitamos entender las consecuencias del pecado que es la muerte y la condenación para poder huir del pecado pero huir hacia dónde hacia cristo aclamar al señor por eso queremos ver hermanos que es importante en este siglo 20 la enseñanza una enseñanza clara sobre el pecado Juan, primera de Juan, capítulo tres, versículo cuatro, todo el que practica el pecado, todo el que tiene una vida de uso en todas sus áreas, ya sea como padre, como esposo, como amigo, como empleado, todo el que tienen en toda su vida la práctica del pecado. Este, como dice el pasaje, es un infractor de la ley. pues el pecado es infracción de la ley. Vamos a ver, hermano, en primer lugar una definición general de lo que es el pecado, porque necesitamos entender quién es nuestro enemigo. En términos generales, el pecado es la corrupción o la maldad que se encuentra en cada hombre. no fuera del hombre sino dentro del hombre dentro de la mujer la misma muerte en pecado la misma naturaleza corrompida de Adán cuando este pecó se transmitió a los hombres recuerden lo que enseña la palabra romanos capítulo 5 versículo 12 que el hombre Adán pecó Y a través de él los hombres pecaron. Pero a través de esa muerte, a través de ese pecado de Adán, también con ese pecado de Adán entró la muerte. Lea conmigo brevemente allí en Romanos capítulo 5, por favor. Romanos capítulo 5, versículo 12. tal como el pecado entró en el mundo por un hombre y la muerte por el pecado así todos los hombres así también la muerte se extendió a todos los hombres porque todos pecaron aquí se nos está se está refiriendo a adán nosotros somos descendientes de adán adán pecó Y él era el primer hombre, el representante oficial delante de Dios. Él es representante oficial de todos los hombres delante de Dios. Y Romanos 5.12 nos dice que el pecado entró a través de ese hombre al mundo. El mundo no tenía pecado. El hombre no había pecado. Dios lo hizo perfecto, originalmente santo. Pero cuando Adán peca, entonces él introduce con el pecado al mundo la muerte. Como pueden observar, hermanos, se parece mucho a lo que estuvimos hablando en la escuela dominical. Este tema es muy importante. Porque la persona que no entiende el pecado, a su enemigo, la persona que no entiende la condición del hombre, no sabe qué medicina aplicar. No sabe qué medicina aplicar. Hay personas que llegan al hospital con un dolor de una apendicitis. Y si a una apendicitis usted la deja sola por un tiemposito, y le comienza a dar algo para quitar el dolor, la apéndicea explota y la persona se muere. Porque tú quitaste el dolor, pero el problema no era el dolor, era lo que producía el dolor. Investigar, hacer exámenes para ver qué produce ese dolor. No, no, tómate eso para que se te quite el dolor. No, no, yo quiero saber lo que me produce el dolor. ¿Cuál es el problema? Tengo un problema en el estómago. Ah, pero si yo me tomo esta pastillita, ya se me quita. Pero ven acá. Y tú no quieres saber qué es lo que te produce el dolor. Un licobacter es una bacteria que no se puede ver a simple vista. No se puede ver a simple vista. Tan pequeñita. Pero ¿sabes lo que está haciendo ella por dentro? Comiéndote vivo. Y esa pequeña bacteria se multiplica de 1 en 5, de 5 en 20, de 20 en 100, de 100 en miles. Y te están comiendo por dentro. Y tú estás todo el tiempo mal, con dolor. Y tú no haces nada con una aspirina. Eso no sirve para eso. O algo para quitar el dolor. Tú necesitas matar la bacteria. ¿Entiende el asunto? Lo importante de entender el problema, lo importante de entender el pecado es que si no lo entiendes él te va a matar y tú vas a sufrir en esta vida y por la eternidad condenado en esta vida una vida de pecado por eso cuando Adán entró al mundo sin pecado Adán representaba a los hombres y Adán cuando pecó traspasó a todos los hombres el pecado de él porque él es representante oficial como dirían por ahí representante federal representaba a todos los hombres y la biblia si lo describe romanos 5 12 el pecado no entró al mundo por muchos hombres fue por uno y con ese pecado la muerte ahora hablando de forma general así nació el pecado en la vida del hombre Es una maldad que está en la naturaleza del hombre que nos ha corrompido internamente Eso es lo que ha hecho el pecado corromperme internamente mi naturaleza cambió mi manera de pensar cambió ahora mis ojos mi boca mi mano mi mente mi corazón todo se inclina al pecado y hasta los dones que Dios me ha dado la capacidad que Dios me ha dado para hacer cosas buenas y bonitas también las uso para el pecado yo las uso para el pecado porque son mis dones, pero los uso para el mal. Queridos hermanos, todo hombre está condenado en esa condición. Por eso, el pecado es algo universal de toda la raza humana, porque fuimos representados en Adán. Ahora, de manera particular, si miramos 1 Juan 3, 4, de una manera más particular, al hablar de un pecado, ¿Qué es el pecado? El pecado es la desobediencia a la ley de Dios, la infracción de la ley. Es decir, el pecado es todo lo que tú piensas que va en contra de la ley de Dios. Todo lo que tú dices, todo lo que tú hablas, todo lo que tú imaginas, todo lo que tú maquinas en tu mente que va en contra de la ley de Dios y todos tus actos es decir que aquí se está englobando todo todo lo que el hombre puede hacer con su ser infringir la ley pisotear la ley desobedecer la ley con tu mente El Señor Jesucristo decía en Mateo 5, 21 y 28, que cuando un hombre mira a otra mujer para codiciarla o una mujer mira a un hombre para codiciarlo, ya ha pecado. Lo miró solamente y en su corazón, en su mente, codició. Eso es pecado. Pero yo no he hecho nada. Pero tú pecaste con tu pensamiento. Cuando tú sabes lo que es bueno y no lo haces, ¿te es pecado? Santiago, capítulo 4, 17. El desobedecer la palabra de Dios o el no obedecerla, hermano, ¿es pecado? Pero yo no lo sabía, pero es pecado. ¿Has pecado? Es como la persona que llegó a un país con droga, Y cuando llega al país, lo meten preso. Pero en mi país se puede. Sí, pero tú no estás en tu país. Tú estás aquí ahora. Y tú vas preso 10 años de cárcel. En su país era permitido. No se confunden. Tú no estás en su país. Usted está aquí. Y usted va a ver que eso va a suceder mucho. En los Estados Unidos hay algunos estados que está legalizada la droga. Pero no se equivoque, eso es en tal estado. Si se pasa por otro estado que no está legalizado, preso cinco o diez años de cáncer o en cualquier otro país. Pero la infracción de la ley se infringe, se falta la ley, usted sabiéndolo o no sabiéndolo. Eso es el pecado. Pecado es infringir la ley, desobedecer la ley con su mente, con su corazón, con sus actos, con su palabra, con toda o cualquier acción. Y pueden haber pecados por actos o pecados por no haber actuado correctamente. La definición del pecado la podemos ver desde estos dos puntos de vista. De forma general, Es esa naturaleza del hombre que ya ha sido saboteada, dañada y ahora estamos inclinados al pecado. ¿De dónde vino eso? Desde Adán. Adán nos representó, Adán pecó y nos traspasó el pecado. Pero en segundo lugar, de una manera, eso es de una manera general, de una manera particular, el pecado es la desobediencia a la ley de Dios. ¿Cuál es el origen o la raíz del pecado? ¿Cuál es el origen o la raíz del pecado? Lo pecaminoso del hombre no empieza desde afuera, sino desde adentro. Tu naturaleza ya está dañada. La imagen que tú tienes de Dios está dañada. Cuando el hombre pecó en Adán cuando Adán desobedeció su naturaleza cambió dejó de ser puro y santo y ahora es un hombre inclinado hacia el mal ya no es puro y santo y eso lo traspasó a sus hijos y a su familia y a toda la humanidad amados hermanos el origen del pecado empieza desde su misma naturaleza desde su mismo corazón La culpa de su pecado fue traída a toda la humanidad. Es decir, se cargó a la humanidad, a cada hombre y mujer, su pecado, la maldad de Adán y Eva, su desobediencia. Pero al mismo tiempo, ellos, de su propio corazón, también producen impiedad. Es como si dijeran, el papá de Rafael es un ladrón. Ese muchacho puede salir ladrón. Es decir, el efecto de la vida del papá puede afectar al hijo. Estoy poniendo un ejemplo que es frágil, no es muy fuerte. Pero entonces las acciones del hijo o confirman o niegan ese testimonio del padre. Algo así sucedió con Adán. Adán nos representa delante de Dios. Pero en el caso de Adán él sí nos afecta y ahora yo soy un pecador pero entonces aparte de que mi padre pecó y a través de mi padre yo soy pecador yo mismo hago actos de impiedad y de maldad yo mismo actúo mal es decir amados hermanos que la culpa del pecado la raíz del pecado está en la misma naturaleza y esencia del hombre todos estamos inclinados hacia el mal y querido hermano mientras más rápido tú lo entiendas eso más rápido va a poder comprender la razón de sus malos pensamientos la causa de sus mentiras la causa la razón de que usted está inclinado a mirar lo que no debe a coger lo que no debe Y podrá ponerse en guardia contra estas cosas. En guardia para luchar contra estas cosas. ¿De dónde viene mi amargura, mi queja, mi codicia? La culpa no es del vecino que compró algo nuevo. Mira eso. Ahora Ledy compró unos zapatos nuevos. Ah, qué cosa esta ahora. Como que la culpa es del vecino. No. El problema no es que le den un zapato nuevo. El problema es la envidia de mi corazón. Y por eso yo murmuro y me quejo. La raíz del problema, ¿dónde está? No es en el otro. Es en mí. La desobediencia. Ay, es que estos muchachos me hacen decir malas palabras. No, no, no, no. Tú dices mala palabra por tu corazón engañoso y mentiroso. Las malas palabras salen de tu corazón. La culpa no es del muchacho. Mira que si, yo no sería ladrón si la gente no fuera tan tonta y dejara todo ahí que se viera. Que encontran los celulares, así no me inclinarían a robarle. Entonces, el ladrón, ¿cómo mente? ¿A quién le echa la culpa? A la pobre persona que iba caminando. resolviendo un problema, tal vez, o que se llevaba su celular en el bolsillo, el ladrón le echa la culpa al pobre hombre o a la pobre mujer. No, tú eres un ladrón porque tú eres un pecador, idólatra. Tú idolatras el dinero, los bienes o tus vicios. La razón del pecado, hermano, la naturaleza, la raíz del pecado, este es mi corazón, Algunas mujeres dicen, yo no sé, los hombres ningunos sirven. Y mujeres dicen lo mismo, las mujeres ningunas sirven. Pero si tú vas a buscar empío a la calle, en una cantina, ¿qué usted cree que usted va a encontrar? Algo bueno. Usted va a buscar problemas a la calle, ¿con qué se va a encontrar? Con problemas, porque usted ha salido a buscar problemas. Le echamos la culpa al otro. cuando en la realidad es mi pecado, mi maldad. Adán fue constituido por Dios cabeza federal, representante de toda su posteridad. Y hermano, cuando él cayó, nosotros caímos. Su naturaleza cambió, su corazón cambió. El mío también cambió. El corazón de cada hombre y mujer está inclinado al mal. Y para ser santos, tenemos que entender que hay un enemigo dentro de nosotros un pecado remanente hermanos hay un enemigo aquí adentro mire que no quiere que usted sea amable no hombre no dile tres malas palabras para que él aprenda a respetarte eso es lo que se levanta en mi corazón si yo lo pongo en supuesto eso es lo que se levanta en mi corazón el enojo, la codicia, la malicia, la maldad. ¿De dónde proviene eso? No, que la culpa es del vecino. No, la culpa es mía. La culpa es mía. Y el hombre puede decir, si las mujeres se vistieran bien, yo no tendría que tener malos pensamientos. La realidad no es esa. La realidad es que sale de tu malo corazón, de tu malvado corazón, un malo pensamiento. Y de las mujeres, el vestirse mal, de su corazón también. Es decir, cada uno de su maldad saca lo que tiene. Cada uno de su maldad. Por eso Dios no excusa a nadie, hermano. Dios no excusa a nadie. Ay, déjalo, le pasa que cogió un pique. Vamos a perdonarla. Dios no excusa a nadie. Dios no le pone, no espera pero de nadie. Dios llama al arrepentimiento a todo hombre. hay que yo soy muy joven diría samuel yo soy un jovencito yo lo que tengo son 12 años 13 12 años 13 a 11 11 yo soy un niño usted es un niño pecador es un hombrecito pecador y si no no no yo no puedo ser pecador bueno pregúntale a yami a veces porque ya me veo no es pecador bueno eso pique que le hacen Bueno, esta cosa que la... Es decir, si tú examinas tu corazón con sinceridad, tú vas a ver cosas malas que nacen de ahí. Es que yo no sé, profesor, me di un pique y quise ahogarlo. ¿De dónde salió ese deseo de ahogar a su amiguito? De tu corazón. De ahí fue que salió. Por eso es que Dios llama a todos los hombres a que se arrepientan. Pequeños, grandes, viejitos, viejitas, jóvenes, todos. Porque todos están dañados, contaminados de su pecado. Y yo quiero que usted entienda esto porque es la base del arrepentimiento. Mientras la persona queda que buena, No tiene de qué arrepentirse. Yo soy bueno. Las malas son las mujeres. Yo soy bueno. El malo es el jefe mío. Yo nada más llego media hora tarde al trabajo y ¿qué es lo que él quiere? Nada más me exige y me exige que llegue temprano. Que llegue él temprano. Nosotros nos excusamos y excusamos el pecado. Nuestra maldad la excusamos para nuestro propio mal humano. Por eso es que el Dios manda a los padres a usar la faja con los hijos. Porque si no la usa, si no la usa, la maldad del niño llegará hasta un punto que se te va a subir encima de la cabeza y te la va a pisar. Porque ese es el corazón rebelde del pecador. Y cuando ese niño cree que si se haga un hombre o una mujer, Imagínate si ahora te da golpe, cuando sea un hombre, te va a matar. Por eso la vara alejará la necedad del corazón del muchacho. Antes que le pase una desgracia, disciplínalo. Porque es un pecador. Por eso es que Dios a los hombres y las mujeres, Dios los disciplina. Hebreo capítulo 12, Dios usa la faja con los hombres y las mujeres y los humilla y le quita todo. pa' humillarlo, no sean orgullosos, arrogantes, pa' que el orgullo y la arrogancia no lo mate, porque lo va a terminar matando el orgullo y la arrogancia. El pecado, hermano, es nuestro enemigo. Hablemos un poco también de la amplitud del pecado, hemos hablado de la definición del pecado. del origen es el corazón en la naturaleza misma nuestra la amplitud del pecado mateo 15 18 al 20 dice porque del corazón salen los malos pensamientos de dónde sale el corazón de dónde salen los malos pensamientos del corazón los homicidios salen del corazón los adulterios la fornicación y la lista es larga porque sigue ahí la lista de dónde salen del corazón Eso significa que el pecado, si usted lo observa, está en todos los hombres, el pecado es universal. Si usted observa la vida de cada persona, la que usted cree que es más santa es una pecadora, es un pecador, tiene que pedir perdón, tiene que arrepentirse. Hermanos, el único bueno es Dios. Y me refiero al único que no tiene naturaleza de pecado Su naturaleza es santa, perfecta, justa, purísima Él no puede ver ni aceptar el mal, no lo puede ni ver Hermanos literalmente el único puro y santo es Dios Tenemos una naturaleza, el pecador, cada uno de nosotros, que no es buena, es mala. Y eso hay que entenderlo, porque si no, tú no vas a corregir nunca la boca que tú tienes. O los ojos, está mirando lo que no tiene que estar mirando. O oyendo lo que no tiene que estar oyendo. Es una batalla que cada uno de nosotros tenemos. El pecado está en todos los hombres. el pecado satura el pecado llena compromete involucra a cada parte de nuestra cuerpo de nuestra alma facultades mentales hermano cuando el átomo lo dividieron cuando el átomo se dividió se pensó un principio utilizar su energía para alumbrar para iluminar una energía limpia La división del átomo, que la están usando algunos países para tener energía, mire, por cientos de años, miles de años. Pero adivine para qué la usaron. Para una guerra. La convirtieron en bomba. La división del átomo, que en sus inicios o finales fue de Albert Einstein, Óigame, la utilizaron para destruir dos pueblos en Japón. Había una, eso fue durante la Segunda Guerra Mundial. Pero algo limpio, bueno, nosotros los hombres, hermanos, tenemos esa naturaleza tan corrompida que lo bueno lo transformamos en malo y lo usamos para el mal. Por eso, amados hermanos, la amplitud del pecado abarca toda nuestra facultad. Usted puede ser bueno en arte, bueno en ciencia, usted excelente dibujando, usted excelente vendiendo, usted excelente haciendo trabajos. Si usted no anda en el temor de Dios, usted va a usar esas cosas para el mal. Usted va a terminar usando todas esas cosas, sus dones y capacidades para el mal. Y hay tantos ejemplos, tantos ejemplos, donde usted puede encontrar, aún dentro del deporte, que se utiliza mucho para promover a la juventud, vamos a hacer deporte para alejar a los jóvenes del obicio. ¿Qué va? Pregúntale a Maradona qué fumaba, qué olía. ¿Droga? Destruyó su vida, destruyó su familia, y por misericordia de Dios, no destruyó a tal deporte. Por misericordia de Dios, no destruyó el deporte. Destruyó todo. ¿Qué? No, eso fue la droga. No, eso fue su corazón. De ahí salió. Porque tiene un don dado por Dios, señores. La persona que sabe jugar, la persona que sabe moverse, eso es un don que Dios da. ¿Pero para qué lo usó? Para su autodestrucción. Y no fue el único. No fue el único. Usted ve gente que le siguieron los pasos. Todo el que le siguió los pasos terminó mal. Y eso no solamente en esa área. Hay médicos. que han matado gente. Con ese don que Dios le ha dado, esa capacidad, han usado sus instrumentos para el aborto, para enriquecerse, para promover la promiscuidad, para matar millones de niños. No estamos hablando de dos o tres, millones, millones y millones. Se habla aproximadamente de unos 62 a 65 millones en Estados Unidos, desde el momento en que se aprobó hasta los últimos días. Millones de bebés. ¿Quiénes? Médicos que hacen hasta un juramento para defender la vida. Entonces, hermano, el don no tiene problema. El don que Dios te ha dado no es el del problema. El problema es mi naturaleza, tu naturaleza. La naturaleza del hombre es una naturaleza inclinada hacia el mal. Colocas a un hombre en la presidencia, en la alcaldía, en los diputados, y si no tiene temor de Dios, ¿sabe lo que va a hacer? Lo mismo que hace la mayoría. Con esto no quiero decir que sea cristiano porque hay personas que tienen un cierto temor a dios que se alejan y no son cristianos pero comúnmente el que no tiene temor de dios el que no honra a dios el que no ama a dios el que no conoce a cristo como salvador y señor comúnmente se entrega y hasta cristianos se han entregado a hacer mal yo recuerdo en época dominicana de un creyente, un supuesto pastor, que lo pusieron en un lugar. ¿Y sabe lo que hizo? Sacó a todo el mundo, metió a toda su familia a trabajar. Limpió, botó a todo el mundo, no importa la cantidad de años que tuviera, y metió a toda su familia. Venga, ¿a qué llamábamos nosotros a gozar ahora? Un abuso. Y gracias a Dios que eso se sacó a la luz. ¿Pero dónde estaba el problema? ¿En qué? En que él no conocía el evangelio, él conocía la palabra. ¿Pero de qué se llenó? ¿De codicia? ¿De envidia? Entonces, ay, no podemos creer en nadie. Sí, en Cristo. Sí, tenemos que creer en el Señor Jesucristo. Por eso, amados hermanos, es que este tema es importante para nosotros. Porque todos nos hemos desviado. Y si usted no corre a Cristo, si usted no cree en Cristo, su pecado lo condenará por la eternidad. La santidad, hermano, es una batalla en hombres y mujeres creyentes, porque así como hay una lucha y una generación y el mundo está englobalizado en esa práctica, ese cosmo, en ese mundo inclinado a la maldad, También hay la idea de que el creyente, en el creyente hay un pecado remanente. ¿Cómo se ve eso en el creyente? Bueno, el creyente, que es pecador, cree en Jesucristo y el Señor Jesucristo le perdona sus pecados. Ok, se perdonó sus pecados. Pero en el creyente continúa un pecado remanente, del cual Pablo habla en Romanos capítulo 7. diciendo miserable de mí, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Hablando de ese cuerpo, ese viejo hombre, ese pecado que sigue ahí haciendo la vida imposible a Pablo. Haciendo la vida imposible para que no orara, para que no leyera la Biblia, para que no se congregara, motivando a Pablo a lo malo. Y Pablo era creyente. aquí encontramos que el pecado además de tener un efecto universal en el creyente lo encontraremos como un pecado remanente que ha perdido el poder y la autoridad sobre el creyente porque esta parte es importante aunque nosotros luchamos con un pecado remanente ya este pecado no tiene poder sobre nosotros Ya no tenemos que ir a obedecerle ya no tenemos Que ir a someternos debajo de su autoridad Ahora el creyente tiene victoria sobre el pecado Ahora el creyente lucha contra el pecado Ahora el creyente sabe que tiene una armadura Y una espada la palabra de Dios y un escudo El de la fe para poder luchar hay una lucha en el creyente una batalla espiritual en el creyente por eso el señor se nos llama a perseverar a ser pacientes en medio de la prueba porque pasaremos por tiempo dificultad porque recuerda que estamos en un mundo globalizado pecados pero nosotros o aquel que ha creído en cristo que ahora tiene las armas espirituales que ahora tiene la fe para creer ahora tiene la palabra de dios ese creyente continúa en esa batalla pero ahora libertado por cristo entonces hermano esta parte también para nosotros es como iglesia es importante porque si usted cree que usted está todavía bajo el yugo de esclavitud no es así ya cristo libertó del yugo de esclavitud cristo rompió las cadenas que le mantenían atado a sus pasiones cristo le dio libertad a su corazón ahora usted puede hacer la voluntad de dios ahora usted puede luchar contra el pecado Ese es el estado en que está el creyente ahora. El inconverso está atado, está muerto en sus pecados. Es un siervo del pecado. Eso es el inconverso. El creyente ahora tiene victoria en Cristo. Por eso Pablo dice, sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está o sepulcro tu victoria? Pablo pregunta, cuestiona, cuestiona hasta la muerte. porque ahora él tiene victoria él está en cristo sin lugar a dudas el pecado en el corazón del cristiano ya no domina ya no controla el pecado no controla el creyente pero mire él intenta si usted ve la carta de los romanos usted verá que pablo se siente desdichado romano 7 hay de mí Porque había una lucha en su mente y su corazón. Yo conozco la ley de Dios, yo quiero obedecerla. Pero qué dificultad me da obedecer. Qué difícil se me hace obedecer. ¿Qué te hace las cosas tan difíciles, Pablo? Mi pecado. Me enfrenta, me grita, me seduce, me engaña. Me engaña. Voy ahí a llevarle una ayudita a un hermano y que no, que ese hermano no necesita eso. Que no, que no hay dinero. Que no, que no se puede. Que no, mil peros se me meten en la cabeza. Y yo quiero llevarle esa ayudita a esos muchachos, a ese hermano que está enfermo. Hermano, ¿de dónde salen las preguntas, la queja de mi propio corazón? ¿De ahí que sale? De ahí que sale la maldad de mi propio corazón La vida del creyente es una vida de lucha Pero también es una vida de victoria También es una vida de victoria Porque si es verdad que tenemos la lucha Ya no estamos atados Ahora queremos hacer la voluntad de Dios Y podemos hacerla Queremos y podemos hacerla ya no hay ese reclamo del pecado tú a mí me perteneces no yo le pertenezco a cristo él es mi salvador y señor por eso es que la entrada a la vida eterna es cristo es que hasta que tú no seas liberado del pecado tú estás atada atado hasta que tú no seas transformado tú estás muerto en tu pecado Tú necesitas que el Señor Jesucristo te rescate de tu pecado. Tú necesitas que el Señor te salve, te perdone, te limpie. ¿Es lo que necesitas? La raíz de la amargura de tu corazón es tu pecado. La raíz de los conflictos en tu alma es tu pecado. Ve a Cristo. Clama a Cristo. Y amado hermano, manténgase firme en Cristo. Y en último lugar, miren lo ofensivo que es el pecado. Y solamente voy a leer unas pequeñas fracciones. Para ver lo ofensivo del pecado, tenemos que mirarlo a través de los ojos de Dios. Para mí, eso no es ofensivo. Sí, Dios dice eso es pecado. contaminado nuestra mente y corazón no nos parece no aquí no hay nada pero yo dice no yo no voy a entrar ahí hay hay maldad de impiedad para yo poder comprender lo ofensivo hay que mirarlo a través de dios jeremías 44 4 dice que el pecado es abominable yo lo aborrezco dice el señor Jeremías 44.4 Abacub 1.13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio Una falta pequeña, ni eso el puede ver Santiago 2.10 La transgresión más leve de la ley nos hace culpable de todos los mandamientos. Tú faltas en un pecado, tú faltas en un mandamiento y por los días ya estás condenado. Ezequiel 18.4. El alma que pecare, esa morirá. Eso dijo el Señor. La paga del pecado es muerte. Romano c 23. Miren lo tajante de cómo Dios trata con el pecado. No trate de entender el pecado según tus circunstancias. Es que tienen que entenderme. No. Mire el pecado como Dios lo ve, para que tú veas lo malo que es. Romanos 2, 16. Dios juzgará los secretos de los hombres. Marcos 9, 44. El gusano de ellos no muere. El fuego nunca se apaga. Hablando del juicio final. Salmo 9, 7. Los malos serán trasladados al Seol e irán estos al castigo eterno. Salmo 9, 7. Miren cómo Dios se siente en gran manera ofendido con el pecado. Él ni el agravio puede verlo. Mucho menos la mentira. Él no puede ver que a alguien se le haga una falta mucho menos un pecado como el robo o la codicia. ¿Y cuál es la condena, Señor? No, definitivamente la muerte. Eso es lo que Dios dice en Ezequiel 18.4. El alma que pecare, que muera. Miren la malignidad, lo ofensivo que es para el Señor el pecado. El yo decir que soy un pecador no es un juego de niños, me hace un hombre que va a morir, me condena. El yo decir que soy un pecador me hace un hombre que voy a morir, que me condena por la eternidad en el infierno. ¿Pero sabe qué? Todos somos pecadores. Entonces, todos estamos condenados. Todos vamos al castigo eterno. Por eso las escrituras hablan con claridad que la respuesta a la condición, a la naturaleza malvada del hombre y a su vida de pecado, la respuesta de Dios es la muerte de Jesucristo en la cruz del Calvario. Presta atención. Esa es la razón, la causa. No hay otra forma de resolver la condición del hombre de pecado. Por eso, amado hermano, el tema del pecado es un tema que para nosotros, a algunos de nosotros nos ofende tratar este tema, nos hiere, nos molesta, nos inquieta, nos incomoda. Pero si usted no lo entiende, si usted no entiende en qué condición usted se encuentra si no es creyente, usted está condenado. Usted no va a ir a Cristo. Si usted siendo creyente no entiende la lucha que tiene, usted se va a entregar y va a decir, como yo he escuchado a muchos hombres, no, yo le di un trompón porque ella se lo merecía. Bueno, la Biblia dice que tú mereces la muerte por haberle maltratado a ella. No, pero tampoco así, no fue tanto. Ah, pues tú crees que el pecado tuyo es pequeño. El pecado de ella sí, muy grande, porque fue contra mí. es en base a esa es la medida que usamos si es contra mí es muy grande el pecado ahora si soy yo que pego contra otro no es tan grande queridos hermanos todo pecado es inmensamente perverso y malvado delante de dios todo pecado no importa quién lo cometa aunque sea un bebé aunque sea un bebé o un jovencito, o una niña, o un adulto, no importa a quién lo cometa, la paga del pecado sigue siendo la misma. Ustedes ven el bucle del Libro Levítico, ¿saben lo que hacían con los jóvenes que no obedecían a sus padres? Lo apedreaban. Lo apedreaban. Está pecando. Está pecando. Lo apedreaban. ¿Sabes lo que hacían con los adúlteros y las adúlteras? Los apedreaban. Porque estás pecando contra Dios. Es que nunca se ve pecado contra la persona, contra la humanidad. Es un pecado contra Dios. Es tan malvado y tan perverso lo que tú has hecho, que tú has destruido la gloria de Dios con tus malos actos. Esa es la malignidad, la ofensa del pecado. Y amado hermano, cuando nosotros empequeñecemos el pecado, lo estamos haciendo para nuestro propio mal. Porque el pecado, si usted no mata el pecado, el pecado lo matará a usted y lo condenará. Si usted no se arrepiente su pecado, el pecado lo llevará hasta el infierno. Si usted no trata con su corazón, usted se encontrará condenado para siempre. Ser santo en un mundo de pecadores, con un pecado remanente, no es cualquier mandamiento, no es cualquier cosa. Usted sale por ahí, En cualquier lugar, cuando usted voltee la cabeza y usted lo que ven son actos de pecado, yo no quiero ni ponerme los zapatos del Señor Jesucristo, siendo santo en un mundo de pecado, aborreciendo el pecado como él aborrece. Yo no entiendo cómo él vivió aquí tanto tiempo. Yo no entiendo. A veces usted mismo quiere salir de este mundo. Usted a veces quiere salir de este mundo, de tanta maldad que hay. Y si usted se pone a leer la noticia todos los días, durante un mes, ¿usted su mentalidad la cambia? A miedo. Cuidado, espérate. Y angustia, y temor, y angustia, y horror, y molestia. Porque usted está mirando el mundo como es. Terremoto por aquí, sangre por allá, pestilencia por el otro lado. En tu propia familia, COVID. Señor. Digo un momento que usted clama. Señor, ven pronto. Ven, Jesús. Ven. Pero ¿qué es lo que tú estás mirando? La naturaleza pecaminosa de este mundo y de los hombres. Que Dios, hermano, nos ayude, porque para vivir en santidad, esta es la batalla y este es el enemigo que tenemos. Este es el enemigo que tenemos. Y mientras mejor tú conoces tu enemigo, va a ser más útil para ti, para tu poder mantenerte en guardia, para tu poder velar y orar. Que Dios bendiga y sustente nuestras almas. Porque yo traté de una manera lo más resumida este tema, pero este tema un poquito más amplio. Es un tema que la humanidad necesita pensar, razonar, profundizar y entender porque entonces sabrán la razón de por qué Cristo vino a buscarnos y a salvarnos. Entenderán la razón de por qué Cristo dio su vida por nosotros. La urgencia de que Él perdone y limpie nuestra maldad. Qué urgente, amados hermanos, que prediquemos el evangelio. El pecado es la razón de por qué tenemos que predicar el evangelio. Porque no hay esperanza para un hombre pecador sin Cristo. No la hay. Pero si tú quieres ser librado del pecado, si tú quieres tener libertad de esas ataduras y poder realmente agradar a Dios, Cristo es el camino. No tomes otro camino, Cristo es el camino. Si tú quieres tener paz con Dios, Cristo es la verdad. Cristo es la vida si tú quieres realmente vivir. Porque observe, todo pecador está muerto. está muerto camina pero está muerto si nosotros queremos que ese pecador tenga vida lo que tenemos que predicarle a cristo porque cristo es el que le puede dar vida y perdón de pecados amados hermanos que dios nos despierte y nos ayude para ser santos tenemos un enemigo al que hay que enfrentar y no está lejos está muy cerca de nosotros que Dios nos permita poder ser vencedores por medio de la sangre de Cristo pelear la buena batalla de la fe por medio de Cristo sostenernos por medio de Cristo animarnos por medio de Cristo porque mano ahora tenemos victoria en Cristo Jesús si tú has recibido a Cristo para ti victoria pero hasta que tú no recibas a Cristo tú no tienes victoria sobre el pecado La victoria la da Cristo porque él la recibió y él la ganó. Vamos, hermanos, a orar. Padre, damos gracias por tu cuidado y bondad. Damos gracias por tu palabra. Y damos gracias, Padre, porque tú nos ayudas a mirar de frente a nuestros enemigos. Danos la gracias, Señor, de poder guardar nuestro corazón y andar en tu temor, de poder velar y orar para no caer en tentación. Pero también danos la gracia de poder alcanzar a aquellos que están sin Cristo, condenados y esclavizados, muertos en su pecado. Danos la gracia de poder alcanzarlos por tu poder, por el poder de tu Santo Espíritu y por el glorioso mensaje de Cristo Jesús. Bendícenos para tu gloria. Por Jesús te lo pedimos. Amén.
Para vivir en santidad debemos conocer a nuestro enemigo el pecado
Series Santidad
Para vivir en santidad debemos conocer a nuestro enemigo el pecado
Sermon ID | 1228231754565448 |
Duration | 54:35 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Bible Text | 1 John 3:4 |
Language | Spanish |
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