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Venimos viendo la doctrina de Cristo en su divinidad, cómo al Señor Jesucristo se le llama Dios, se le llama Hijo de Dios, se le llama Señor, el primer y el último, y vimos también cómo se le asignan cultos divinos, es decir, el único digno de adoración al abanzo de Dios, Y el Señor Jesucristo recibió la adoración tanto de los hombres, de los ángeles, aún de los demonios también. Como lo vimos en la otra vez, también vimos sus cualidades. Hemos visto las cualidades o propiedades de la Deidad que viene siendo la pre-existencia. Vimos como el Señor tiene pre-existencia. En otras palabras, no depende de nada ni de nadie. sino que existe por sí mismo, no necesita de aire, no necesita de alimento como nosotros, sino que emana la vida en él, según el texto de Juan 8 que vimos y Colosense 1, 17. Tiene preexistencia, tiene existencia por sí mismo, tiene inmutabilidad de vida. O sea, inmutabilidad, no cambia, nuestro Dios es el mismo ayer y hoy y por los siglos. También vimos que tiene, habita toda la plenitud de la Deidad. Esto ya lo vimos, también vimos que se le atribuye oficios divinos. los oficios divinos viene siendo la creación, viene siendo el perdonar pecado, viene siendo al resucitar los muertos. Entonces hay tres cosas hermano que solo Dios puede hacerlo y que sólo él le compete a la vez el crear los cielos de la tierra, el dar vida a los muertos, hermano, y también el perdonar los pecados del hombre. Esto, hermano, le compete solamente a nuestro Dios y nada y nadie y nada más a él. Nadie, hermano, no hay otro creador, no hay otro perdonador y no hay otro Resucitador, no hay, solo Dios. Entonces, vimos que Cristo es creador, vimos que Cristo es perdonador, y también vimos que Cristo resucita a los muertos, como vimos, este, la, a Lázaro, y también la, el, el joven, este, que estaba llevándolo en, este, en la sepultura de Nain, el joven de Nain, este, como el Señor lo resucitó. También se le atribuye, hermano, como el oficio de juez. Después, nuestro Dios dice que a Él se le ha dado todo el juicio, todo el juicio del mundo. A un ángel el Señor lo juzgará en su reino y en su manifestación. Ahora, este, vamos a ver ahora atributos. Todavía estamos en los atributos divinos. Vimos a oficio divino, los oficios o el trabajo que sólo Dios puede hacer es crear, crear de la nada Ahora como vi en una ocasión, no sé cómo llamarle, un comentario pero como una reflexión, no sé. Entonces estaba viendo un comentario que alguien subió dice que el hombre dice señor ya lo necesitamos de ti porque ahora podemos clonar dice entonces el hombre ya se cree autosuficiente y el señor ya ahora si ya dice ya podemos clonar es decir podemos sacar una copia igualita como al igual. Entonces, bien dice Dios, supuestamente el comentario, bien dice, está bien, dice Dios, le dice a los que pueden clorar, está bien, dice, pero nada más, dice, no tomen ninguna materia prima, o sea, que no tomen nada de lo creado, que Él haga su propia creación, así como Dios hizo su propia creación de la nada. Sabemos que Dios, dice ahí el libro de Hebreos, que Dios Hizo el mundo de la nada. Es decir, de la nada Dios sacó vida. Ahora que lo haga el hombre, a ver si puede hacer. Entonces, esa es la reflexión que estaban mandando. Que el hombre es cierto que puede sacar copia, pero de lo existente. pero no puede, hermano, crear vida de la nada. Entonces, el oficio del Creador, nuestro Dios, perdonar pecado y resucitar a muertos y juzgar a la vez son atributos que solo a Dios se le Atribuye, ahora lo que venimos viendo es que el Señor Jesucristo es todo esto, la creación, el perdonar, pecado, resucitar muerto y juzgar a lo vivo a lo muerto, se le atribuye a nuestro Señor Jesucristo. Entonces, venimos viendo que Él es el verdadero Dios y la vida eterna, como dice Juan. Vamos a entrar ahora en los atributos divinos, cómo el Señor posee todos los atributos divinos. Vamos a buscar el Evangelio de Mateo, capítulo 28. Mateo, capítulo 28, versículo 18. Dice ahí la palabra del Señor, Mateo 18, 28, 18, pero voy a leer hasta el versículo 16. Dice así hasta el 18. Mateo 28, 16. Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron, pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Jesús está declarando su omnipotencia, hermano, en este texto cuando dice Toda potestad, todo poder me es dada en el cielo y en la tierra. Es decir, hermano, el único soberano El único Omnipotente, según el texto de Mateo 28, 18, hermano, es nuestro Señor Jesucristo. Todo poder se le ha dado en el cielo y todo poder también lo posee, dice, en la tierra. Por eso, vamos a verlo. en esta tarde, los atributos divinos, hablando de su omnipotencia. Vamos a orar y vamos a buscar otros textos que concuerden con este pensamiento. Padre, una vez más te agradecemos, Señor, por tu palabra. Y queremos, Señor, dejar muy bien claro en nuestra mente que Tú eres el Dios sempiterno, el Dios bendito por los siglos, el verdadero Dios de la vida eterna, como dice Tu Palabra. Gracias, Señor. Que no haya ninguna duda en nosotros. Yo sé, Padre, que hay muchas doctrinas heréticas, falsas, Señor, doctrinas que enseñan que Cristo es inferior al Padre y que, por lo tanto, Él no es todopoderoso. Padre, ayúdenos, Señor, para mirar en tu Palabra, que tu Palabra enseña, Señor, con claridad, tu omnipotencia, tu soberanía. Padre, que podamos contemplarlo, analizarlo a la luz de tu misma Palabra. Tu misma boca, Señor, enseña que el poder, el poderío, todo poder se te ha dado a ti en el cielo. Nadie, Señor, puede hacer nada sin tu mandamiento. Padre, todo poder en el cielo, tú lo posees. Y también todo el poder, Señor, lo posees también en la tierra. Entonces, Señor, tú eres soberano sobre todo. Gracias, Señor. Te damos bendiciones. Ayúdenos, Señor. Padre, oramos por los necesitados, los enfermos. Señor, entre nosotros reconocemos que nosotros somos tan frágiles, tan débiles, Señor Insuficiente. Padre, por eso rogamos tu bendición, tu perdón, tu guianza. Padre, bendice tu palabra en esta tarde. Bendice mis hermanos, cada uno, y que podamos recibir con toda solicitud tu palabra, Señor, en esta tarde. Gracias, Señor. Ayúdame a mí a poder exponer con libertad, sencillez y con autoridad tu palabra. En el nombre de Cristo, oramos. Amén. Entonces, hermano, los que no reconocen a Cristo como el verdadero Dios, o sea, el Dios igual al Padre, siempre te van a decir que Cristo es poderoso, pero no es todopoderoso. Eso es lo que dicen. Y usan un texto de la profecía de Isaías donde dice, y llamará su nombre admirable consejero, Dios fuerte y esa palabra Dios fuerte los ruselistas dicen Dios fuerte pero no es todopoderoso eso te dicen una vez me tocó escucharle me dio risa cuando me dijeron dice Dios fuerte pero no dice todopoderoso entonces hermanos la Biblia dice Cristo mismo le está enseñando a sus discípulos todo poder, majestad en el cielo y en la tierra. Es decir, hermano, es la máxima autoridad. Cristo es la máxima autoridad en el cielo y Cristo es la máxima autoridad en la tierra. No hay... Cristo no está subordinado de nadie. Dice, tiene todo el poderío en el cielo. y en la tierra. Por eso dice Pedro que a él están sujetos autoridades, ángeles, principados. ¿Cómo dice? Búsquelo rápidamente para que... Yo sé que lo tengo aquí más adelante, pero me voy a adelantar. Ahí en la carta de Pedro, 1 Pedro, capítulo 3. Este dice a primer Pedro capítulo tres versículo a capítulo tres versículo veintidós ahí estamos este domingo vamos a tocar de hecho dice primer Pedro tres veintidós dice ahí a quien a a perdón quien habiendo subido al cielo Cristo hermano su habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios Y a él están sujetos, dice Ángeles, autoridades. y potestades. A Cristo dice que están sujeto a Él ángeles, autoridades y potestades. Toda potestad bestada, dice el Señor, en el cielo y en la tierra. Apocalipsis capítulo uno, versículo ocho. Este, cuando te demuestren, te quieran enseñar que Cristo no es todopoderoso, muestra el Apocalipsis uno ocho. Vean cómo Él se declara el Todo, el Todo Omnipotente, el Todo Poderoso, el Soberano, el Omnipotente. Apocalipsis capítulo 1, versículo 18, dice ahí la Palabra de Dios. Apocalipsis 1, 8, perdón. Dice uno ocho, yo soy el alfa. Ahora, el alfa hermano es el primero. Yo soy el alfa y la omega. El alfa, el primero y el último. Principio, fin y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir. ¿Qué dice? El todo, el todopoderoso. El Todopoderoso no es nada más poderoso, sino que es el Todopoderoso. El Todopoderoso. Juan 5, 19. Evangelio de Juan. Evangelio de Juan, capítulo 5, versículo 19. Vamos a buscar Evangelio de Juan, capítulo 5, versículo 19. Dice ahí la palabra de Dios. Juan 5, 19. Dice la palabra, pero no hallando cómo hacerle a causa de la multitud. Estoy en Lucas, perdón, es Juan 5, este 19. Evangelio de Juan, capítulo 5, versículo 19, dice la palabra de Dios, respondiendo Jesús, respondiendo entonces Jesús y le dijo, De cierto, de cierto digo, no puede el hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve a hacer al padre. Porque todo lo que el padre hace, vea, porque todo lo que el padre hace, también lo hace el hijo igualmente. Está diciendo que es la misma persona porque el Padre ama al Hijo y le muestra todas las cosas que Él hace y mayores obras que estará de modo que vosotros os maravilléis porque como el Padre levanta a los muertos y les da vida Así también el Hijo, a los que quiere, dice Cristo, da vida. Entonces el mismo poder, hermano, la misma esencia, es Cristo lo posee como el Padre. Ahora, ¿por qué entonces se le dice Hijo? ¿Por qué Hijo? Si es el, ¿por qué hermano? Recuerda que Hijo se le dice porque es humano. porque tomó forma de ciervo como nosotros, porque se hizo hombre. Por eso hermano, el eterno hijo, el hijo de Dios. Pero cuando decimos hijo de Dios, no estamos diciendo que Dios sea el padre más grande y el hijo menor. Claro, nuestra mente humana, nosotros siempre cuando pensamos padre, hijo, siempre pensamos mayor y menor. Pero hermano, en la deidad no existe hermano, no existe como nosotros, nuestro pensamiento. Padre mayor, hijo es menor. Pero hermano, no podemos nosotros rebajar a Dios en términos humanos. Cuando dice Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, no está diciendo que padre mayor, hijo, intermedio, hijo. y el Espíritu Santo más abajo. No, sino que, hermano, se está refiriendo... es como decir luz, calor y... ¿cómo se llama el otro? Luz, energía y calor. Entonces, ¿cuál de los tres es mayor? Hermano, es el mismo sol. El sol produce energía, el sol produce luz, el sol produce color. Hermano, ¿cuál es el mayor? Es el mismo, la esencia. Hermano, entonces así es Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Ahora, la Omnipotencia de Cristo, hermano, se puede ver su todo poder, su poderío. La Omnipotencia de Cristo se puede ver ¿dónde? Se puede ver, hermano, cuando Él sujetó la naturaleza en su ministerio terrenal. Vamos a ver, hermano, dónde el Señor exhibió o mostró su poder, su poderío, la omnipotencia de nuestro Dios. Ahí, hermano, en el Evangelio de Mateo. Vamos al Evangelio de Mateo, capítulo ocho. Dice así, Mateo, capítulo ocho, versículo 23 al 25. Dice 8, Mateo 8, 23 al 25. Dice la palabra, voy a leer hasta el 27. Dice y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. He aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca, pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron diciendo, Señor, sálvanos, que perecemos. Él le dijo ¿Por qué teméis hombres de poca fe? Entonces levantándose reprendió a los vientos y el mar y se hizo grande bonanza. Hermano, aquí estamos viendo, hermano, la omnipotencia de Dios sobre la naturaleza. Cuando ellos subieron en su barquita, en su barquilla y dice que fueron, hermano, al mar, o sea que el mar de Jerez de Zaret, el mar de Galilea, estando en la barca, en el alto mar, se levanta un fuerte viento que dice que cubría la barca, pero Cristo dormía, Cristo estaba durmiendo. Ahora, aquí vemos, hermano, su perfecta humanidad de Nuestro Señor descansando como cualquiera de nosotros. Como cualquiera de nosotros, cansado por el trabajo, por los quehaceres de la vida o por el viaje, no sé. El Señor, dice, se echó a dormir en la barca. Estaba dormido. y los discípulos mientras ellos tratando de cruzar la travesía pero hermano se levanta un viento huracanado, una tempestad tan grande que las olas lo cubrían las barcas y el Señor dormía, descansaba y los discípulos tuvieron que interrumpirle el sueño al Señor lo despertaron diciendo Señor, sálvanos que perecemos Ellos estaban temblando, estaban viendo que su barca estaba casi perdida, ¿verdad? Él le dijo, ¿Por qué temes, hombre de poca fe? Entonces levantándose, vea, reprendió a los vientos y el mar y se hizo grande bonanza. Ébano dice que Cuando el Señor regañó la naturaleza, regañó el viento y el mar. Hermano, el mar se sujetó, el viento obedeció y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron diciendo, qué hombre es este que aún no vio el mar. le obedece. Pues ese hombre, hermano, es el Todopoderoso que estaba entre ellos. Oh, hermano, qué maravilla cuando los discípulos vieron, hermano, que ya su barca se hundía, pero cuando el Señor se levantó y en otra versión, o sea, en otro evangelio dice que le dijo, Caia y emudece, fue lo que le dijo el viento. Caia y emudece. Hermano, las cosas se hicieron como el Señor ordenó. Se hizo grande bonanza, o sea que tranquilito quedó el mar. nada de brisa nada y ellos siguieron cruzando después de un viento huracanado como el señor hermano tiene poder sobre la naturaleza en este caso los vientos y el mar ahora ahí exhibió el señor su poder mostrando su autoridad sobre la naturaleza sobre la naturaleza hermano que nosotros podemos hacer cuando viene el huracán, me acuerdo cuando venía el famoso huracán Mich aquí en el dos mil noventa y nueve, creo que en el noventa y nueve y todos los que vivían en esta región Ahora sí, como le sucedió al mismo Jonás, empezaron a aclamar sus dioses y dice que algunos llevaron a Tadeo allá a la orilla del mar para que supuestamente detenga el... Hermano, ¿qué es eso? Pero esa es la fe de los pobres despertadores ciegos, como dice la palabra. Ahí ponen a Tadeo junto a la arena para que supuestamente... Hermano, Esa es la ignorancia. Nada puede hacer. Sabemos que con la gracia de Dios no llegó, pero qué tal si hubiera llegado. Sabemos que en Nicaragua sí le llegó, cómo hizo un masacre ese huracán, el famoso huracán Mich. Que todos pensaron que traía olas gigantescas. ¡Oh, era un monstruo! Ese huracán recuerdo muy bien. Hermano, entonces el Señor, Él puede regañar El huracán y mire, hermano, se hace las cosas como el Señor lo ordena. Esa es la autoridad de nuestro Dios, hermano, en el cielo y en la tierra. Por eso, toda potestad me dada en el cielo y en la tierra no sólo hermano el Señor tiene autoridad sobre el mar pero también el Señor tiene autoridad sobre los espíritus malos sobre los demonios Lucas capítulo 4 vamos a buscar Lucas capítulo 4 Evangelio de Lucas, capítulo 4, versículo, versículo 33. Vemos aquí, hermano, cómo el Señor también está dominando, sujetando a un espíritu, a un espíritu malo. Lucas 4, 33. Lucas capítulo 4, versículo 33. Dice la palabra, A ver si estoy bien. Este... Lucas 4, 33, sí. Dice ahí la palabra de Dios. Voy a leer el 31. Después descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea, y les enseñaba los días de reposo. Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad. Estaba en la sinagoga un hombre, ahora vea, que tenía un espíritu de demonio, mudo, el cual exclamó a gran voz, diciendo, déjanos. Ahora, si era mudo, cómo es que habló, ¿verdad? Es interesante. Dice que estaba ese hombre en la cenagoga, tenía un espíritu de demonio inmundo, perdón, inmundo, el cual exclamó a gran voz diciendo, déjanos. ¿Qué tienes con nosotros Jesús Nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conjuro. ¿Quién? Yo te conozco. ¿Quién eres? El Santo de Dios. Vea lo que dice el 35. Y Jesús le reprendió diciendo, cállate y sal de él. Entonces el demonio derribándole en medio de ello, salió de él y no hizo daño. Algún. y estaban todos maravillados y hablaban unos a otros diciendo, ¿qué palabra es esta que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos? Y salen, y salen. Entonces, este demonio hermano estaba poseído de un hombre, un demonio. Estaba ahí endemoniado ese hombre y cuando el Señor entró, enseñaba a la cenagoga a ese hombre interrumpió diciendo, déjanos, déjanos, dijo el demonio. ¿Qué tienes con nosotros Jesús Nazareno? Y dice, ¿Has venido para destruirnos? Y el Señor regañó, reprendió, le dijo cállate, le dijo sal de él, le dijo el Señor. Entonces ese demonio dice que sacudió a sus víctimas y salió, se fue. Vemos hermanos como el Señor tiene autoridad no solo sobre los vientos, sobre el mar, pero también sobre los demonios. El Señor ordenó a este demonio que saliera de su víctima y Emmanuel, vemos este que lo dejó, lo dejó libre. La gente se maravilló y dice que con qué autoridad y qué poder es este que manda los espíritus y sale y sale. Ahora el Señor, entonces vemos hermano que el Señor tiene atributo divino porque es todopoderoso. Vemos hermano su poder en el bien del mar. Vemos su poder sobre los demonios. También vemos su poder hermano sobre las enfermedades. Lucas 8, vamos a ir a Lucas 8, 38 al 40. Evangelio de Lucas capítulo 8. La enfermedad también, hermano, el Señor les lo puede reprender. Y así es como el Señor libró a muchos en su tiempo. Lucas 8, 38 al 40. Dice la palabra. Voy a leer el versículo 38. ¿Qué pasa? Lucas 8.38, es el mismo Gadareno, ¿verdad? Parece así. Dice, y el hombre de quien habían salido los demonios, le rogaba que le dejasen estar con él, pero Jesús le despidió diciendo, vuélvete a tu casa y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había Dios hecho con él. este a ver no es el texto exactamente que quiero sobre las enfermedades este vamos a a buscar creo que apunté mal aquí este donde vemos hermano este la la la hay varios este enfermedades que el señor sanó este no solo acá este en Lucas hay en varios no tengo ahorita el texto a ver si lo encuentro este Donde vemos hermano como sanó la suegra de Pedro varios enfermos. Pero vamos a seguir a ver si la encuentro más adelante. Sobre las enfermedades, sabemos que muchas enfermedades el Señor sanó. Reprendió sobre todas las cosas. Hermanos, sobre todas las cosas. El poder de Dios se puede ver. en su ministerio, en su ministerio terrenal. No sé dónde está este texto, quisiera encontrarlo. Vamos a leer el capítulo 6, Lucas capítulo 6, versículo 17. Dice ahí la palabra, Lucas 6, 17. Y descendió, y descendió con ellos, y se detuvo, y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos, y de una gran multitud de gente, de toda Judea, de Jerusalén y de la costa del Tiro y de Sidón que habían venido para oírle y para ser sanado de sus enfermedades. Y los que habían sido atormentados de espíritu inmundo eran sanados. Y toda la gente procuraba tocarle porque, vea, porque poder salía de él y sanaba. ¿Qué dice? Sanaba a todos. Hermano, entonces vemos el poder de Cristo sobre las enfermedades. Todos querían tocar al Señor, dice, y cualquier hermano que lograba tocarlo quedaba sano de toda enfermedad. Venía gente de todo lugar, venían de Judea, venían de Jerusalén. venían de la costa de Tiro, de Sidón, y para oír su palabra, pero también para ser sanados de sus enfermedades. Y los que habían sido atormentados de espíritu inmundo eran sanados, y toda la gente procuraba tocarle porque poder salir de él, y sanaba. sanaba todo, entonces ve el poder hermanos sin igual, quien como nuestro señor verdad, sanando a todo, este paralíticos, cojos, ciegos, mancos, este por eso cuando este visitó, vamos a ver lo que hizo el señor aquí, nada más este en Lucas, creo que Lucas 11, este cuando Cuando Juan el Bautista manda a su discípulo después de ser encarcelado, Juan. ¿Dónde está ese texto? Cuando Juan es encarcelado y entonces manda a dos de sus discípulos para preguntarle a Cristo si él era el Mesías. Y el Señor, vemos que para que presenciaran los discípulos de Juan, lo que el Señor hizo en ese momento, el Señor hizo muchos milagros para que lo vieran los discípulos de Juan. No sé si está en Lucas o... o está en aquí está dice vamos a leer Lucas capítulo 7 versículos 18 vamos a ver que Juan hermano fue encarcelado por causa de Herodías a la mujer de Felipe que lo tenía su hermano Herodes Y dice la palabra que estaba preso por el rey Herodes y Juan hermano mandó a su discípulo o a dos de sus discípulos para visitar a Cristo y preguntarle quién si acaso era el verdadero Mesías o había de esperarse otro. Dice Lucas 7, Lucas 7, 18, los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas y llamó a Juan a dos de sus discípulos y los envió a Jesús para preguntarle, ¿eres tú el que había de venir o esperamos a otro? Cuando pues los hombres vinieron a él, o sea, cuando vinieron los dos mensajeros, dijeron, Juan el Bautista nos ha enviado a ti para preguntarte, ¿Eres tú el que había de venir o esperamos a otro? O sea, la pregunta de Juan el Bautista era si Cristo era el verdadero Mesía o habría de esperarse a otro. Ahora recuerda que Juan el Bautista y Cristo casi eran familiares, eran primos hermanos o primos parientes ahí. Entonces dice, ¿Eres tú el que había de venir o esperamos a otro? Verso 21, en esta misma hora, vean lo que hizo el Señor para que los testigos vieran con sus propios ojos lo que el Señor hacía. Dice, en esa misma hora, mientras estaban presentes los mensajeros de Juan, en esa misma hora sanó a muchos. de enfermedades y de plaga y de espíritu malo y de mucho ciego le dio la vista. Y respondiendo a eso le digo y haced saber a Juan lo que habéis visto y oído. los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y los pobres es anunciado el evangelio. Y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí. Cuando se fueron los mensajeros de Juan, comenzó a decir de Juanla a la gente que saliste a ver al desierto una caña sacudida por el viento, más que, más que saliste a ver a un hombre cubierto de vestidura delicada, y aquí los que tienen vestidura preciosa y viven en deleite en los palacios de los reyes, más que saliste a ver a un profeta, sí, os digo, y más que profeta, dice el Señor. Entonces, cuando estaba prisionero, Juan el Bautista, en el calabozo del Rey, Los discípulos le llevaron la información, fíjense que Jesús está haciendo muchos señales, milagros, pero Juan ya no lo podía ver, entonces comisionó a dos de sus discípulos y los envió a Jesús para preguntarle si Él era el Mesías verdadero o habría de esperarse otro Mesías. después de otro lugar de él. Entonces, cuando llegaron los mensajeros, le preguntaron al Señor, Juan nos envió con esta pregunta. Entonces, el Señor inmediatamente dice que en esa misma hora, mientras los discípulos de Juan estaban presentes, el Señor hizo muchos milagros. sanó a muchos enfermos de diferentes plagas, de espíritus malos, y los ciegos le dio vista, loco, le hizo andar. Hermano, hizo una infinidad de buenas obras el Señor en la presencia de los discípulos de Juan. Después que el Señor hizo todo, todos los milagros, entonces le dice, ¿vieron lo que hice? Vayan y díganle a Juan lo que ustedes vieron. lo que ustedes contemplaron, vayan y cuéntenle. Entonces, claro, ellos vieron todos los milagros y se fueron a los discípulos para contarle a su maestra lo que habían visto, lo que Cristo estaba haciendo. Entonces, Cristo les dijo, les dijo así, Jesús dice, les dijo, id a saber a Juan lo que habéis visto y lo que habéis oído. Los ciegos ven, Los cojos andan, los leprosos son limpiados, los muertos son resucitados y los pobres es anunciado el reino de Dios. Entonces lo que estamos viendo hermano es que el Señor tiene poder sobre las enfermedades, todo dolente dice hermano. Todo tipo de problema el Señor reprendía a la enfermedad y la enfermedad sanaba a las personas. Entonces ese es el poder de nuestro Dios. Ahora sí como vemos también en Lucas 8, sanando a un leproso. a un leproso, ahí en Lucas 8, y vemos el poder de Dios. Dice que solamente el Señor tocó al leproso, inmediatamente la lepra desapareció. El poder, hermanos, sin igual, de nuestro Dios. de nuestro Cristo. Entonces ahí vemos, hermano, al Señor Jesucristo con un poder soberano. Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. No sólo tiene omnipotencia, pero también tiene omnipresencia. El Señor, hermano, No solo es todo poderoso, pero también dice la palabra que está en todo lugar. ¿Quién será aquel que puede estar en todo lugar? Hermano, eso solo Dios le compete estar en todo lugar. Por eso cuando Él dijo, ¿Dónde están dos o tres congregados en nombre? Dijo el Señor, yo estoy en medio de vosotros, dijo el Señor. Es porque la presencia de Dios, hermano, está aquí y a la vez allá en el cielo. Es decir, no necesita, como nosotros estamos limitados. Si estamos aquí, no podemos estar en otro lugar. Si estamos en otro lado, no podemos estar acá. Ni siquiera, hermano, los ángeles son como los ángeles. El mismo Satanás, sabemos que él no es omnipresente, no está en todo lugar. Por eso cuando el Señor Jehová le dice, bueno, ¿tú dónde vienes? Él dijo, de rodear la tierra y de andar por ella. Porque Él no puede, ya le hubiera gustado al diablo estar aquí a la vez allá. Pero hermano, no puede Él, porque es creación igual. Pero nuestro Dios dice, hermano, está en todo. No lleno yo, dice Dios, los cielos y la tierra, dice Dios. No lleno yo los cielos y la tierra. Habla de su omnipresencia. Dios está en todo lugar. Dice que acaso, cuando Dios exhortó a su pueblo, acaso soy Dios de cerca solamente, no soy de Dios de muy lejos. Se puede esconder, dice, se puede esconder alguno en escondrijo que yo no lo vea, dice Dios. ¿Alguien puede esconderse desde donde yo no lo puedo escondriñar? No lleno yo, dice Dios, los cielos y la tierra. Genemía 23, 23, está este texto. Ahora, por eso el salmista, cuando habla de la omnipotencia, de la omnipresencia de Dios, dice, Señor, desde dónde huiré desde el Espíritu, ¿dónde? iré de tu presencia. Si subo los cielos, ahí estás tú. Si en el profundo del abismo, ahí me haciará tu mano. O si agarro y me voy hasta el extremo del mar, ahí también me va a alcanzar tu diestra. Entonces, ¿de dónde podemos huir de Dios? Por eso dice la promesa, donde están dos o tres congregados, yo estoy en medio de ellos. Ahora, por eso el hombre... No alcanzamos a entender esto. Nuestra mente no es tan chiquita. No alcanzamos a entender la unipotencia de Dios. Por eso el granjero, como ustedes ya saben, cuando el pastor le decía, dice, Dios está, Dios va a cuidar tus pollos. Entonces él pensó que Dios iba a ir a cuidar los pollos allá y mientras él iba al templo. Hermano, hay mucha gente que piensa así, cuando escuchó el granjero que Dios estaba también en el templo, dice, ah, entonces no, están comiendo pollo, dice, y mejor me voy a cuidar yo. Hermano, hay gente, hermano, piensa que Dios es como nosotros. Si estamos ausentes aquí, obviamente que no podemos estar presente a la vez. Pero la Biblia dice, Dios lleno yo los cielos y la tierra. Hay otro texto también donde vemos en Juan, en Juan donde dice el Señor, dice el Hijo del Hombre que está en el cielo, pero a la vez estaba platicando con Nicodemo. Nicodemo hermano se le enseñó que Cristo estaba en el cielo, pero estaba sentado con él a medianoche platicando. Esa es la omnipotencia de Dios. Jeremías, búsquelo, Jeremías capítulo 23. Así el Señor enseña su omnipotencia, su omnipresencia, perdón, su omnipresencia. Jeremías capítulo 23. Dice Jeremías 23. Versículo 23 también. Dice ahí, ¿Soy o Dios de cerca solamente? Dice Jehová. ¿Y no Dios desde muy lejos? ¿Se ocultará alguno? Dice Jehová en escondijo, que yo no lo vea. ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? Dios dice, por eso dice Salomón en su oración, dice que Dios no puede contener los cielos de los cielos. Hermano, Dios está en todo lugar. Es omnipresente. Nuestro Dios es un Dios omnipresente. Por eso, hermano, sorprendía a muchos en su tiempo. No entendían, hermano. Dios es omnipresente. Estaba en todo lugar. No solo es omnipresente, pero también es omnisciente. Sabe todo. Todo lo que está sucediendo. Por eso es que sorprendía muchas veces a los que cavilaban en sus corazones. A los que estaban maquinando, pensando. Porque uno, mientras está aquí, yo no sé qué estás pensando. Realmente no sé qué estás pensando de mí, si será bueno o será malo, no lo sé. Pero Dios, hermano, conocía todos los corazones, escudriñaba todos los pensamientos de cada ser humano que estaba en su presencia. Por eso es que, hermano, sorprendía a los fariseos. Cuando los fariseos estaban pensando en su corazón, esta dice que se cree que puede perdonar pecado y estaban cavilando sus corazones y cuando el Señor le dice ¿Por qué? dice el Señor ¿Por qué tú cavila en tu corazón? ¿Por qué piensas mal? ¿Por qué piensas que no puedo perdonar pecado? y así les decía en su cara a los pareceos muchas veces se lo dijo se lo muestro para que vean entonces ellos quedaban sorprendidos La omnipotencia de Dios, de Cristo, la omnipresencia de Cristo. Dice Juan, vamos a ver, voy a mostrarle un texto, Juan capítulo 2, la omnisciencia. Vamos a ver que el Señor también no solo es omnipresente, sino es omnisciente. O sea, sabe todo lo que hay en ti y lo que hay en mí. Juan capítulo 2, versículo 23. Dice Juan así, Juan 2, 23. Evangelio de Juan, capítulo 2, versículo 23 dice, estando en Jerusalén, en la fiesta de la Pascua, cuando muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Ahora claro, es de muchos creían, dice. Pero vean lo que dice el 24, pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía, porque conocía a todos. Ahora dice el 25, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues Él sabía lo que había. ¿Qué dice? Lo que había en el hombre. No era necesario que venga a chisnearle. Oye, señor, fíjese que habló mal de ti. No, no, no, no, no. Dice que el Señor sabía lo que había en el hombre. Él sabe la intención, los pensamientos del hombre. El Señor lo sabe. Por eso Pedro le dijo al Señor, cuando Cristo le dijo, Pedro me ama, dice, Señor tú lo sabes, tú sabes que te amo, dice Pedro. Y otra vez le dice el Señor, Pedro y los demás me aman más que esto. Señor, dice, tú sabes que te amo. Entonces Pedro sabía que Dios era Todo lo sabía. Todo lo sabía. Cristo lo dijo también. Dice que todo sabe. Aún las cosas de Dios lo sabe. Mateo 11.25 dice, Padre te alabo, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste de los entendidos y les revelaste a los niños. Sí, padre, porque así te agradó. Nadie sabe, dice nada, sino solamente el Hijo. Lo sabe todo. Dios, hermano, conoce y escudriña las intenciones del corazón. Así le dijo la iglesia en Apocalipsis 2, 18. Apocalipsis 2, 18. Cuando exhortó a la iglesia Este, de Teatira, yo creo, de Teatira, sí, este, le dijo así, eh, dice, eh, Apocalipsis 2, 18, y escribe el ángel de la iglesia en Teatira, el hijo de Dios, el que tiene ojo como llama de juego y pie semejante al bronce brunido. Dice esto, yo conozco tu obra y amor y fe y servicio y tu paciencia y que tu obra podrá razón. más que las primeras. Entonces, el Señor dice, conoce todo. Yo conozco tu obra. No es necesario que le digamos quiénes somos o qué hacemos. El Señor conoce todo. Todo, todo. El Señor conoce todas las cosas. Todo lo que el hombre piensa, lo que el hombre intenta hacer, o lo que el hombre se imagina. Podemos verlo en la historia de la misma palabra, por ejemplo, le comenté la otra vez, el señor sabía que Pedro, al ir a pescar Pedro, el señor sabía que traía una moneda en la boca del pez. ¿Cómo lo sabía el señor? Por eso le dijo al Señor, ve a pescar, le dice a Pedro. Y Pedro agarra y se va a pescar. Y le dice al Señor, el primer pez que saca, dice, ábrele la boca, dice, hay una moneda en su boca, tómalo, un estatero, tómalo, dice, y paga el impuesto con esa moneda, págalo por ti y págalo por mí, dice el Señor. ¿Cómo sabía el Señor que el pez traía una moneda? Hermano, un pez con una moneda en la boca, se le atoró la moneda. Creo que a algún barco se le cayó una moneda y el pez lo agarró. ¡Pum! Lo agarró el pez, pero se la atoró por acá. Se le quedó la moneda. Un estatero, dice, que era suficiente para pagar su boleto a Pedro ahí en Capernaum. Entonces, ve a pescar, dice el Señor, y el primer pez que saques, tómalo, dice, y págalo el impuesto por ti y págalo por mí, dijo el Señor. Ahora, ahí está la omnipotencia, la omnisciencia de Cristo. Sabía, hermano, que el primer pez que el Pedro iba a pescar, traía la moneda en su boca. ¿Dónde lo puede ver? Mateo 17, véalo, rápidamente, vamos terminando. Mateo 17, 24. Dice Mateo 17, no dije 27, ¿verdad? Mateo 17, versículo 24 al 27. Leo, cuando llegaron a Capernaum, Mateo 17, 24. Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban los dos dragmas. Y le dijeron, vuestro maestro no paga las dos dragmas. Y él dijo, sí, dice Pedro, sí, sí paga. Pero no tenían dinero. Hermanos, vean, tan pobre hermano nuestro Señor. A veces, cuando uno ve al Señor siendo el dueño de todo, rico, el Rey del Universo. Pero no tenía hermano para pagar su impuesto. Por eso mandó a Pedro a pescar. Dice Pedro, tu maestro no paga el impuesto. Dice Pedro, sí. Y al entrar en casa Jesús le habló primero diciendo, ¿qué te parece Simón? los reyes de la tierra de quienes cobran los tributos o los impuestos de sus hijos o de los extraños. Pedro le respondió, de los extraños, o sea que Cristo era tomado por extraño entonces, no lo tomaban como ciudadano, de los extraños dice Pedro. Jesús le dijo, luego los hijos están exentos. Sin embargo, para no ofenderle, el Señor se sometió a las reglas de aquel entonces. Sin embargo, para no ofenderle, ve al mar y echa el anzuelo. Y el primer pez que saques, tómalo. Y al abrirle la boca, hallarás un estatero, o sea, una moneda de cuatro dracmas. ¿Sí? Un estatero, tómalo y déselo por ti. Por mí y por ti. El estatero era una moneda equivalente a cuatro dracmas. Y los cobradores, cada persona pagaba dos dracmas. Entonces necesitaban dos dracmas, cuatro dracmas. Dos para Pedro, dos para Cristo. Y el pez ya lo tenía. Gracias a Dios, el pez no solo pagó el impuesto, pero también lo comieron bien frito, ¿verdad? Entonces, dos por uno. Gracias a Dios. Hermano, pero vemos, hermano, la omnisciencia de Cristo, la omnisciencia. En otra ocasión, también, cuando le dice Cuando le dice a Natanael, este, ah, dice, un verdadero israelita, dice el Señor. Dice Natanael, Señor, dice, bueno, ¿y tú dónde me conoces? Pues te vi, dice, cuando estabas sentado ahí debajo de la higuera. Así le dijo. Hermano, estaba revelando Cristo su omnipresencia. Yo te vi, dice, cuando tú estabas. Habrá pensado este hombre, bueno, dice, pero si ahí no había nadie, yo estaba solo, en mi ranchito, ahí solito, bajo mi higuera. Pero dice que ahí lo vio el Señor. Ahí en Lucas, Juan 1.45, búsquelo. Juan 1.45, vea cómo le reveló la omnipresencia a este hombre. Evangelio de Juan 1.45. Dice, voy a leer el 43 en adelante. Bueno, en el 43, al siguiente día, quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo, sígueme. Y Felipe era de Bethsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. Felipe halló a Natanael, y le dijo, hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas, a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Natanael le dijo, de Nazaret, puede salir algo de bueno. Ahora, ¿por qué, hermano, este, ¿por qué Natanael, este, cuando le dice, cuando le dice, este, cuando le dicen a Natanael, hemos hallado al, al Mesías, a Jesús, hijo de José de Nazaret? Nathanael dijo, de Nazaret, puede salir algo de bueno. ¿Sabe por qué decía eso? Porque Nazaret, hermano, eran puros pescadores. Gente, ahora sí, como dicen los oaxaqueños, gente ruda y cruda. Gente, hermano, que se dedicaban al mar. Ahí pescadores. No había escuela. Era un pueblito. No había ninguna educación. Los rabinos no estaban ahí. No había ninguna escuela de preparación académica. No. Toda la gente de Crema y Nata estaba en Jerusalén. Ahí estaba Judea. Ahí estaba Nataniel. Ahí estaban las mejores escuelas rabinicas. Entonces en Galilea no había nada. ¿Y qué puede salir de bueno? Por eso dice, por eso dice Pedro, perdón, por eso dice Nataniel, de Nazaret, ¿puede salir algo de bueno? ¿Puede salir algo bueno allá? Ah, hermano, ahí salió el gran maestro. Dice, le dijo Felipe, ven y ve. Ven, dice, ven. Dice, ¿Quién voy a ir a ver a esos puros pescadores? Es como si dijera, que voy a ir a ver allá el puro rancho, ahí no hay nada. Ah hermano, pero dice, ven y ve, le dice, ven. Cuando Jesús vio a Natanael, que se le acercaba, dijo de él, he aquí un verdadero israelita, dijo Cristo, en quien no hay engaño. Le dijo Nataniel, ¿de dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo, antes que Felipe te llamara, antes que Felipe te llamara, cuando estaba debajo de la higuera, dice el Señor, te vi. Entonces, Respondió Natanael y le dijo, ¡Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel! Lo creyó. Quedó, hermano, convencido por lo que el Señor le dijo. Él inmediatamente creyó en Cristo. Su corazón, hermano, fue convencido que era el verdadero Mesías. Y le dice Cristo, respondió Jesús, le dijo, porque te vi, porque te dije, porque te dije, te vi debajo de la higuera, ¿crees? Cosas mayores que esta, verá, dice el Señor. Si con esta insignificancia ya creyó, ¿qué no va a hacer de él cuando vea? Resucitar muerto, leproso, ciego, cojo, manco. Ah, no, claro, la fe de ello iba a crecer. Entonces, creyó hermano, ahí vemos la omnipresencia, la omnisciencia de nuestro Dios. Dice que antes que Pedro lo llamara, lo invitara para venir a Cristo, ya el Señor estaba viendo, ya lo había visto, lo había conocido. Bien, vamos a uno más y vemos. Otra, vemos una más hermano aquí, vemos cuando el señor se encontró con la mujer, la mujer, se me va el nombre, la mujer samaritana, el señor estaba sentado junto a la pila del pozo, ahí sentado junto al pozo, y llega la mujer samaritana a sacar agua. Y el señor le dice, oye, dice, mujer, dame agua. Y la mujer se sorprende, bueno, dice, ¿tú por qué? Si tú siendo judío y yo samaritana, dice, ¿me pides agua? Porque dice que samaritana y judío no se llevaban, es decir, estaban separados. Ahora, Cristo le dice, dame agua, le dice, dame agua. Y empezaron a platicar, ustedes ya saben lo que empezaron a platicar, y la mujer empezó, oye, dice, es que ustedes, los judíos dicen que Jerusalén se debe adorar, pero nosotros los samaritanos decimos que aquí se debe adorar. Entonces empezaron a pelear, a discutir dónde se debía adorar a Dios. Allá en el Templo de Jerusalén, donde Salomón levantó o aquí donde Jacob hizo su pozo. Dice aquí donde adoró Jacob, ahí nuestro padre, aquí donde ofrecieron su holocausto, su sacrificio, aquí en el monte Jerisí. Entonces, este Cristo le dice a la mujer, dice Cristo, créeme que ni en Jerusalén adoraría al padre ni en este lugar. sino que dice Dios es Espíritu, los que adoran a Espíritu en verdad es necesario que adoren, dice el Señor. Le estaba diciendo que no importa el lugar donde adores, Dios no está restringido ahí en el Templo de Jerusalén, ni tampoco ahí en el Monte Jericín, sino que en todo lugar se debe adorar a Dios y que se debe adorar a un Espíritu en verdad. Entonces la mujer cuando vio la sabiduría de Cristo, la respuesta sabia de Cristo, dice la mujer Me parece que eres profeta, dice la mujer. Me parece que eres profeta. Entonces le dice el Señor. Le dice el Señor. La mujer parece que fue interesada, le interesó la plática. Entonces Cristo le dice, piéndese si quieres saber más. Anda, dice. Anda. Llama a tu marido. Dice la mujer. Dice, no tengo marido. No tengo marido, dijo ella. Y el señor le dice, bien, has dicho con verdad, no tienes marido, pero cinco maridos has tenido. Y la que tienes ahorita, no es tu marido, le dice. La mujer se espanta cuando le dicen así. ¿Cómo puede? Señor, dice. Es cuando dijo, señor, me parece que tú eres profeta. O sea, se dio cuenta que ya sabían todo su historial. Sabían que esa mujer era una mujer no muy buena. Dice, Señor, me parece que tú eres profeta. Pero el Señor le dijo a esa que su marido, la persona con quien vivía en ese momento, no era su marido. Entonces, esa mujer agarraba una y dejaba otra y agarraba y así se iba agarrando, escogiéndola. Por fin, le dice el Señor. Dice, no es tu marido, le dice el Señor. Entonces, la mujer queda impresionada, corre a la ciudad y le dice, vengan, vengan, dice, vengan a ver un hombre ahí en el pozo de Jacob, vengan. Un hombre que me dijo todo lo que yo soy, dice, todo lo que yo soy. Y no solo le dijo eso, claro, según la vida nada más registra esto, pero me imagino que le dijo, mira, Juan tu primer marido, sí, pero Pedro no fue, Jacobo tampoco, y ese José no es. Entonces, claro, dice, todo lo que yo he hecho me ha dicho, dice la mujer, quedó espantada. Pero hermano, salieron los samaritanos para ver a ese hombre sabio. Ese hombre que ya sabía decirte lo que te va a pasar mañana, salieron corriendo a verlo. Claro, el Señor les predijo y se quedó dos días con ello, y los samaritanos creyeron el mensaje, creyeron que era más que profeta. Hermanos, es la omnisciencia de nuestro Dios. Entonces, miren nada más. Toda la vida está llena de esa enseñanza. ¿Y cómo podemos dudar de Cristo entonces? ¿Cómo podemos decir que Él no es Dios? Ahora nos falta ver uno, este, vamos a ver para la próxima semana, donde el Señor también muestra su Omni, no solo su Omnipotencia, Omnipresencia y también su Omnisciencia. Ahora vamos a ver, este, una cosa más, este, la próxima semana, si Dios nos presta vida. Gracias por su presencia, este, recuerden, Dios sabe todo lo que eres, así que No, por eso debes confesar todo, no tienes que ocultar nada. A veces somos como la samaritana, no queremos decir todo, pero el Señor sabe todo. Entonces, tenemos que confesar, reconocer delante de Él. Dice la palabra que no hay nada encubierto. que se esconde en sus ojos. ¿Qué dice Hebreos 4.13? ¿Qué dice Hebreos 4.13? ¿Alguien lo quiere leer? Hermano Luis, ¿qué dice? Hebreos 4.13, léalo. Y terminamos. Dice... Entonces dice, desnudas, abiertas. ¿Sabe qué dijo Jehová Dios en el libro de Job? Que el abadón no tiene cobertura, dice. Es lo que dice. No tiene cobertura el abadón. En otras palabras, el pozo del abismo desde que a la vista de Dios está destapado. No tiene cobertura. No hay nada que se oculte desde sus ojos. Gracias a Dios. Por eso tenemos que confiar en Dios, descansar en Él, ¿verdad? Todo, todo. Por eso también dice Mateo que antes que nosotros pidamos alguna cosa, Él ya la sabe. Y por eso no hay que, como los rezos, las repeticiones, porque el Señor conoce todo lo que somos y todo lo que tenemos y todo lo que necesitamos. Vamos a despedirnos en oración.
Cristo Posee Todos Los Atributos Divinos
Series Las Siete Posiciones De Cristo
Sermon ID | 1228162019556 |
Duration | 1:03:35 |
Date | |
Category | Teaching |
Language | Spanish |
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