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El gran acontecimiento del futuro es el regreso del Señor Jesucristo. Este será, este es el momento trascendental que espera la Iglesia. No ha habido y no habrá eventos más extraordinarios en este universo que el que Dios haya tomado forma humana y habitado entre nosotros para vivir la vida que la justicia santa de Dios demandaba para la salvación de su pueblo. Y el segundo evento es el regreso del Salvador. Él prometió al irse que regresaría. Y al hacerlo, tomaría a sí mismo, a su pueblo, para que éste disfrute plena y totalmente la culminación del plan eterno de redención. Hoy hay aflicción, tristeza y dolor para este pueblo, la iglesia. Hoy muchos se salen con la suya, hacen como quieren, viven como quieren y dicen no hay tal cosa. Como que Dios vaya a ajustar cuentas en algún tiempo, en algún momento. Pausamos un poco. Vamos a regresar, estamos regresando para tratar con el tema de la segunda venida de Cristo. La segunda venida de Cristo es una de las verdades consoladoras con las que Dios bendice, anima y fortalece a su pueblo amado. Juan, en el último libro que escribe, me refiero al apóstol Juan, en el versículo 7 que hemos leído, tiene una frase espectacular. He aquí que viene con las nubes, en referencia al anhelado Salvador, al esperado, al esperado regreso. Este anuncio tiene su base en las profecías registradas en el Antiguo Testamento, vez a vez. No solamente anunciaban su primera venida, sino también su segunda venida. Y haremos alusión a algunos de estos versículos, particularmente en el libro de Daniel y en el libro de Zacarías. Estas palabras de Juan el apóstol en Apocalipsis 1-7 también hacen referencia al sufrimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Y al regreso que Él mismo, a su regreso que Él mismo anunció. Y el apóstol Pablo también hizo mención de ese regreso. Esta es una doctrina hermanos que poco se predica lamentablemente. A veces queremos escuchar cómo tener un matrimonio sin problemas. Cómo criar, educar, formar hijos. que sean buenos hijos, que sean exitosos, que sean obedientes, que sean responsables. A veces quisiéramos saber la manera en obtener la felicidad plena, completa. Pero esta enseñanza, hermanos, es clave en la escritura. Para los cristianos es una de las doctrinas que componen la columna vertebral de su creencia ortodoxa. Nuestro Señor regresa. Pidamos al Señor dirección. Soberano Dios, tu pueblo a lo largo de la historia ha gemido con dolores indecibles. Algunos hombres y mujeres tanto jóvenes como adultos han perecido Señor como desamparados en este mundo, pero con una firme esperanza que al cerrar sus ojos aquí los abrirían en tu dulce presencia y siempre esperaron tu regreso. Han pasado ya dos mil años casi Y nosotros, Señor, ahora recobramos fuerza y vigor por esta verdad contenida en Tu Palabra. He aquí, el Salvador viene con las nubes, y todo ojo le verá, incluso los que le traspasaron, y todos ellos harán lamentación. Oh Señor, que Tu Palabra haya cabida en los presentes para la edificación de su fe en otros para una exhortación Señor una amonestación a sus conciencias y que en todo tu nombre sea alamado en el nombre de Jesús amén por favor busquen en sus biblias en el libro de Daniel y Escuchen lo que escribió el profeta en el capítulo 7 y el versículo 13. Es una profecía mesiánica acerca del regreso del Señor Jesucristo. miraba yo en la visión de la noche y aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre que vino hasta el anciano de días y le hicieron acercarse delante de él Juan dice Apocalipsis 1 7 He aquí que viene con las nubes y todo ojo le verá y los que le traspasaron y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí. Amén. Otra vez en el Antiguo Testamento vean por favor en Zacarías capítulo 12 y el versículo 10 Zacarías capítulo 12 y verso 10. Y derramaré sobre la casa de David y sobre los moradores de Jerusalén espíritu de gracia y de oración. Y mirarán a mí, a quien traspasaron. Y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose como quien se aflige por el primogénito. Otra vez Juan Apocalipsis 1.7 dice, Y todo ojo le verá, y los que le traspasaron y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí. Amén. Nuestro propio Salvador habló de este evento en el Evangelio de Mateo capítulo 24 Les pido de favor que vayan a él, si gustan en sus Biblias, o escuchar la lectura que haré de el versículo 64. Mateo capítulo 26, perdón, creo que dije 24, pero es capítulo 26 y el versículo 64. Jesús le dijo tú lo has dicho y además os digo que desde ahora veréis al hijo del hombre sentado a la diesta del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo. Siguiendo en el Nuevo Testamento, vean ahora el Evangelio de Juan en su capítulo 19 y veamos los versículos 34 a 37. Juan 19, 34 a 37. Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero. Y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la escritura, no será quebrantado hueso suyo. Y también otra escritura dice, mirarán al que traspasaron. Otra vez Juan o Apocalipsis 1 7 dice y todo ojo le verá y los que le traspasaron todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí. Amén. ¿Cuántas veces ha leído usted esta porción de la escritura? ¿Cuánto tiempo de sus pensamientos ha ocupado para pensar en el regreso del Salvador. Decíamos en un mensaje anterior que a la manera que los antiguos esperaban la venida del Señor Jesucristo porque en Él estaría la consolación de Israel. Y ellos vez a vez acudían a los escritos para poder visualizar algo, alguna señal. Incluso los que no eran judíos, incluso los que no creían, aquellos que gustaban de la astronomía y observar las constelaciones, estaban asombrados y admirados. de lo que podían contemplar con su vista, pero a la vez sabían que habría señales en la misma creación. Cuando ellos observaron las señales, diligentes, presurosos, empezaron su camino para ir y encontrarse con aquel que había venido del cielo. para rendirle tributo, para rendirle adoración. Hoy la iglesia generalmente hablando parece más interesada y ocupada en las cosas de este mundo. No estamos en contra de las buenas cosas que Dios nos da en este mundo. Me encanta ver a una familia mayormente en la iglesia pero en alguna plaza, paseando, en algún centro comercial comprando un helado para sus hijos, descansando del trajín de la tarea que lleva este hombre durante la semana. Es bueno encontrarse con este cuadro Pero no es usual, no es común encontrar imágenes de personas que estén expectantes esperando que el Señor venga. Las cosas que Dios nos da aquí son buenas y son de gustarse. Disfrutar de la familia, disfrutar de los hijos, disfrutar de las personas, disfrutar de las cosas. Pero esas son de paso. Ahora están, ahora ya no están. Oh, que quisiéramos que el Señor nos enseñara a contar nuestros días de tal modo que trajéramos a nuestro corazón sabiduría. Que digamos, hazme contar mis días. Sepa yo cuán frágil soy. porque en un momento estamos y en otro ya no. Hay poca expectativa en la iglesia generalmente hablando. No me estoy refiriendo a ninguna en particular y no quisiera pensar que nosotros estuviésemos distraídos y ocupados solamente en las cosas que ahora están en un instante y ya no están. Estuvimos orando por Cristóbal, por su amada esposa y su bebé. Y creo que participamos a distancia y de una manera diferente, pero del dolor que les embargó en estos días recientes pasados. Sé que uno de los pastores, Pablo, Estuvo afligido por la cercanía, por la por la amistad. Cualquiera cosa que tuviera el alcance este hombre lo hubiera entregado. Si pudiera alargar, si pudiera preservar el tiempo para disfrutar de Camila. Las cosas que Dios nos da aquí son buenas. Amo a mi familia. Disfruto mucho ahora ver a mi nieta, cargarla. Pero la quiero cargar con los brazos abiertos y tener las cosas con las manos abiertas. Porque el mismo que da es el mismo que puede retener conforme su propósito, según su tiempo. He aquí que viene con las nubes tiene la intención de animar, de consolar, de fortalecer, de redirigir los afectos de los creyentes. En aquel tiempo hermanos, primer siglo, recientemente había pasado una terrible persecución Los cristianos eran genuinos, verdaderamente genuinos, afligidos por causa de su profesión de fe. Hoy en día algunos dicen profesar fe en Cristo y viven como si no conocieran nada de Cristo. No someten a Cristo sus voluntades ni sus afectos. Esta frase aquí que viene con las nubes del capítulo 1 es el primer anuncio del retorno de Jesús en este libro. Que ustedes que lo han leído saben que se vuelve intenso, muy intenso al final del libro. Al final del libro, en el capítulo 22, verso 7, verso 12 y verso 20. He aquí, vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. 12. He aquí, yo vengo pronto y mi galardón conmigo para recompensar a cada uno según su obra. 20 el que da testimonio de estas cosas dice ciertamente vengo en breve Juan los creyentes decimos amén si ven señor Jesús el apóstol Juan en este libro no solamente escribe del sufrimiento y triunfo del salvador Que eso es lo que se contiene en este libro. Él es triunfante, victorioso. Y Él está en gloria, entronizado a la vista del Padre. Y desde allí dirige todo acontecimiento, todo evento. Ha habido grandes y extraordinarios eventos. Pero todos ellos son pequeños en comparación al que habrá de suceder. y por el que la iglesia debe estar expectante. No solamente habla del sufrimiento y triunfo del Salvador, habla de su sacerdocio, habla de su gobierno soberano. También habla, y más aún, claro, de su inminente retorno, que será triunfante y glorioso. A Juan se le permite ver el futuro y ve a Jesús que regresa y viene sobre las nubes. Tal como el mismo Señor Jesucristo lo había prometido. Allá en Mateo capítulo 24 y el versículo 30. Esta es parte de la respuesta que Jesús dio. A la pregunta expresa de los discípulos cuando le preguntaron. Verso 3 la parte B. Dinos ¿Cuándo serán estas cosas y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo? Los versículos que siguen son la respuesta y parte de ella es el verso 30. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Juan con asombro y gran expectación llama la atención de sus lectores ¿Para qué? Para que ellos fijen sus afectos, para que ellos enfoquen sus esperanzas en esta realidad, el regreso del Señor diciéndoles mirad, he aquí que viene con las nubes y todo ojo le verá Sus palabras, queridos hermanos, son un llamado a una espera expectante de todo cristiano. He aquí que viene. El Señor viene por su pueblo. Todos han de esperar su regreso. Los burladores dicen, jajajaja, qué ilusos. Dice el caballero que presume, ostenta algún o algunos títulos a su mujer y a los hijos. Bueno, si les enseñan algo bueno allí está bien. Y específicamente si logra un control sobre su familia. Dicen los seculares, jajaja, eso no puede ser. ¿Cuándo? ¿Cuándo hacerá eso? Eso se viene diciendo. día a día, mes a mes, año a año, siglo a siglo. Mira, estamos en tal siglo y no ha pasado nada. Otros argumentan que eso es imposible porque hay extensas zonas del mundo que con frecuencia están sin nubes, que no hay nubes. Es como algo falaz, que el Señor venga en una nube. Juan, sin lugar a dudas, dice que Jesús de hecho retorna en una nube. Veamos Juan, quiero decir Apocalipsis, veamos 14, 14 y 16. 14, 14 y 16 de Apocalipsis. Miré, y aquí una nube blanca, y sobre la nube uno sentado semejante al hijo del hombre, que tenía en la cabeza una cola de oro y en la mano una hoz aguda. 16. Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue cegada. ¿Puede usted volver a leer 24.30 que ya hemos leído? Y es lo que nuestro Señor anunció o dio en respuesta a pregunta ¿Cuándo será esto? ¿Y qué señal nos da de que tú vas a regresar? Juan se encuentra en Padmos, Juan está aislado Por causa de su testimonio, por causa de su profesión de fe. Él está preocupado por el bienestar de la iglesia. Él tiene en mente, él recuerda las palabras que el Señor Jesucristo dijo, Mateo 24, 30. Pero ahora él es consolado porque Dios le permite ver lo que está en camino, lo que está viniendo. Las nubes en las escrituras son signos visibles con los que Dios ostenta su majestad. Esto es recurrente en las sagradas escrituras. Por ejemplo, vamos al libro de Éxodo y vamos a ver algunos versículos y comenzamos en el capítulo 13 y el versículo 21. Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna, corrijo y leo otra vez. Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles a fin de que anduviesen día y noche. El Señor ostentó su majestad y su gloria, guiando a su pueblo, protegiéndolo, protegiéndolo de la inclemencia del día, del sol del día en una nube. Vea capítulo 16 y el verso 10. Y hablando a Arón, a toda la congregación, de los hijos de Israel miraron hacia el desierto. Y aquí la grúa de Jehová apareció, ¿qué creen? Otra vez, en una nube. Éxodo 34, verso 5. Y Jehová descendió en la nube. Y estuvo allí con él proclamando el nombre de Jehová. Con frecuencia, las nubes son signos visibles con los que Dios ostenta o manifiesta su majestad y su gloria. Y Jesús mismo y sus ángeles son rodeados por nubes. Veamos en el Nuevo Testamento y observemos comenzando en el libro de Mateo capítulo 16 Mateo 16 los versículos 27 y luego pasamos a Mateo 24 y veremos los versículos 30 y 31 16-27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la iglesia de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. El Señor viene con sus ángeles vea ahora pasamos a 24 los versículos 30 y 31 entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta y juntará sus escogidos de los cuatro vientos desde un extremo del cielo hasta el otro. Si continuamos buscando textos que hablan de esto, podríamos decir, sí, ven Señor Jesús. Ah, bueno, no. Tenemos un proyecto para este, para este fin de año. Que espere un poco más. ¿Cuánto tiempo dedicamos a pensar en esto? Es verdad que yo lo hice tratando de extraer aquello, textos, argumentación, imágenes, para poder, trato de eso, trato de eso. de imprimirlos en sus mentes, en sus corazones. Y mientras lo hacía, me decía a mí mismo, ¿cuándo has perdido? ¿Cuánto tiempo has perdido? Deberías, a mí mismo, deberías meditar más, reflexionar más en esto. En otro lugar, El Salmista en el Salmo 104 dice que Dios hace de las nubes, Dios hace de las nubes su carroza, su carruaje, su limusine, su vehículo de transporte, ¿Por qué habría de sorprendernos lo que dice Juan? He aquí que viene con las nubes. Parece que Juan fue avivado, fue animado, fue exhortado, fue consolado. Parece que la adoración en su persona fue aumentada por la expectativa de la segunda venida del Señor. Su reverencia fue profundizada. Su adoración fue avivada por la emoción de la proximidad del regreso del Señor. ¿Tenemos que ser exiliados, hermanos, para anhelarlo? ¿Tenemos que estar en prisión para anhelar que el Señor venga? Bueno, si es así, que Dios nos lleve al punto donde veamos cuán frágil es nuestra vida, cuán insuficientes son las cosas y que deseemos un poco, un poco más de Él. Juan se emociona, se entusiasma. Su expectativa, que era frágil, débil, se aviva, se fortalece. Como el trabajador, que se activa un poco más cuando oye que su patrón viene. Como un hijo, como un niño se emociona al aproximarse la llegada de su papi. como la bien amada esposa que se alegra con el regreso de su esposa. Me imagino, caballeros, que es algo semejante para ustedes, pero me emociona mucho cuando yo puedo estar unos días, no por estar fuera, pero por el regreso, por el regreso. La hermana que Dios me dio por compañera se entusiasma, se alegra. Así debería ser con los santos, expectantes, emocionados. Su Redentor viene. El ser que fue a la cruz tomando su lugar y para poder darles a ellos el suyo, Dios puso en él el pecado de ellos para poner en ellos su justicia. Ahora le adoran, con santa expectación se ocupan de sus tareas, de sus trabajos. padre, esposo, ingeniero, contador, mecánico, aseador de calzado, lo que sea que le toca hacer, lo hace con dedicación y con empeño. Porque sabe que eso es solamente el vehículo que le tocó usar en este traslado, en este viaje. Ve que otros tienen un vehículo mejor y tal vez él con su vehículo va a un paso más lento. Pero dice, bueno, me rebasó, me pasó, pero vamos a llegar al mismo lugar. Estamos en camino al mismo lugar. Podemos ver a alguien o algunos usando otras cosas, viviendo de otra manera. Pero si no tienen a Cristo en su corazón, no tienen nada. y perecerán por la eternidad. Esas cosas objetivas vienen a ser subjetivas, vienen a ser nada. Las cosas que ellos consideraron aquí subjetivas, como nulas, como vacías, como fruto de imaginación, vinieron a ser algo concreto, algo real. Queridos hermanos, así como el trabajador se activa, el niño se emociona, la esposa se alegra, así los santos, así la iglesia debe sentir que su devoción es avivada, debe ser efervescente, llena de santa, de santa expectación, porque su Señor Tiene en mente las palabras que su Señor les dijo. Juan 14, 3. Escuchen las palabras que nuestro Señor dijo a sus discípulos y a nosotros. La parte B del versículo 3. Y os tomaré a mí mismo para que donde yo estoy vosotros también estéis. Y os tomaré a mí mismo para que donde yo estoy vosotros también, también estéis. He aquí viene con las nubes. Esta afirmación debe ser no solo el recordatorio de una promesa, sino la impresión de una imagen viva del regreso de Cristo por su pueblo. Hermanos queridos, debemos oír el carro viniendo. Él está en camino y ordenemos nuestra casa para recibirle, que tal que fuera hoy. pidamos percibir el sonido de la trompeta y dejemos que este sonido de la trompeta despierte nuestra alma adormecida, aletargada, inmersa en tantas cosas como Marta se encontraba. Marta, Marta, afanada y turbada. Pero una cosa es necesaria, y tu hermana la ha escogido. Oh, queridos hermanos, pidamos, esperemos y busquemos que se nos conceda que vivamos de un modo más completo bajo esta influencia admirable. Nuestro Señor viene. Todos los acontecimientos están bajo su supervisión. Todos. Lo que acontece en las reuniones más importantes a nivel mundial. Las que tienen que ver con la economía o con la salud. la que tiene que ver con la prevención o con la corrección. Incluso aquellas que están planeadas para atraer algún disturbio o generar algún problema en algún lugar de este mundo. No hay nada que escape al control del Señor. Todo está bajo su supervisión y providencia y todo está en preparación para su venida. Todos los acontecimientos de la historia de la humanidad, todas las grandes decisiones tienen como fin este gran día, el regreso de Cristo por su pueblo. Y hay cosas importantes, sin duda alguna, personales, familiares, regionales, nacionales, mundiales. A veces nos alegramos con algún descubrimiento, algún beneficio que se obtiene a través de un científico que en verdad viene a ser provechoso para la humanidad en salud o en tecnología o en economía. Pero como he señalado, Juan Apocalipsis 1-7, toma prestado el lenguaje de la profecía mesiánica de Daniel 7-13. Allí se señala el retorno visible de Jesús diciendo que todo ojo le verá, implicando que le verán de una manera clara todos, creyentes y no creyentes por igual. Y la cláusula que dice y los que le traspasaron tiene que ver no solo con los judíos y gentiles que rodearon la cruz de Jesús burlándose de él. No se refiere solamente a ellos. Incluye también a todos los que le desprecian, ridiculizan y rechazan. Pienso si entre ellos estaría alguien que ahora está entre nosotros. Alguien que sonríe para sus adentros y dice ¿Cómo pueden creer esto? ¿Cómo no creer esto? Si está escrito Y este sagrado libro ha sufrido severos ataques y ha resistido y permanece vigente. No es un libro viejo, tampoco es nuevo. Es un libro vigente. Juan escribió, bienaventurados los que guardan las palabras de este libro. ¿Cuándo? Final siglo I, principio siglo II, siguen siendo vigentes, siguen siendo vigentes, son para nosotros. La expresión, ¿harán lamentación por él? significa una manifestación de lamento externo, pero no necesariamente un pesar interior y un arrepentimiento genuino. Será el momento de doblar toda rodilla y confesar que Jesucristo es el Señor. Otra vez vamos a leer Mateo Capítulo 24 y el verso 30. Entonces aparecerá la señal del hijo del hombre en el cielo y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra. Y eso es lo que está diciendo Juan. Apocalipsis 1 7. Y todo ojo le verá y los que le traspasaron y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. será tiempo de guardar silencio. Como escribió el apóstol Pablo en Romanos capítulo 3 y el versículo 19. Pero sabemos que todo lo que la ley dice lo dice a los que están bajo la ley para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios. Ellos lamentarán, sí, pero solo será un lamento externo, no manifiesta un arrepentimiento genuino. Tendrán que cerrar sus bocas y doblar sus rodillas y lo único que podrán confesar es Jesucristo es el Señor, Jesucristo es el Señor. El apóstol Pablo cita esto en su carta a los filipenses capítulo 2 versículos 10 y 11 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos y en la tierra y debajo de la tierra y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios hermanos sin duda este mensaje debe predicarse en nuestros púlpitos y al hacerlo debo confesar Necesitamos y suplico al Señor nos conceda fervor, nos conceda la santa urgencia, fervor y urgencia que son pertinentes, que son necesarios para que nuestra fe se rejuvenezca. Para que los creyentes se dispongan a esperar Esperar en oración, velando en oración Porque no saben cuándo será el tiempo No sea que cuando venga Estés, estés sorprendido O seas sorprendido Allá Marcos capítulo 13 Los versículos 33 Y 36 dice así, mirad, velad y orad, porque no sabéis cuándo será el tiempo. Es como el hombre que yéndose lejos de su casa y dio autoridad a sus siervos y a cada uno a su obra y al portero mandó que velase. Velad pues, porque no sabéis cuándo vendrá el Señor de la casa, si al anochecer o a la medianoche o al canto del gallo. o a la mañana, para que cuando venga de repente no os halle durmiendo. Pidamos pues, hermanos, que como fue con Juan, sea también con nosotros, que se avive la adoración. Sigamos disfrutando de las cosas que Dios nos da. Jóvenes, alegrense. Vivan su adolescencia, vivan su niñez, pero no olviden que un día el Señor los llamará a cuentas. Queridos hombres, disfruten su masculinidad. Emprendan, generen, produzcan. hagan feliz a los que están cerca de ustedes. Y les aseguro que haciéndolo ustedes mismos serán muy felices, más felices que si solo pensaran en ustedes mismos. Y lo mismo digo a mis queridas hermanas, sean mujeres, femeninamente atractivas, femeninamente ocupadas. sean mujeres cuidadosas de sí y de sus casas. Haciéndolo, su Señor, a quien ustedes llaman Salvador y Señor, oh Señor y Salvador, será honrado y sus vidas satisfechas. Pidamos que nuestra expectación, hermanos, crezca. en nuestras vidas personales, en nuestras familias y en nuestra reunión de adoración para alabar y bendecir a nuestro Dios. Hermanos, como he dicho, lo repito, lo he repetido en los sermones cuando he tocado el tema de la segunda venida. La segunda venida de Jesús es una de las doctrinas más consoladoras y alentadoras con las que Dios bendice, anima y fortalece a su amado pueblo. Tengan presentes las palabras de nuestro Señor. Juan 14, 2b y 3. Voy pues a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere, y os prepararé lugar. vendré otra vez y os tomaré a mí mismo para que donde yo estoy también vosotros estéis". Al final de estas palabras que se encuentran en los capítulos 14, 15 y 16 de Juan, al final de estas palabras, nuestro Señor elevó una oración. Y casi al final de esta oración, Él dijo estas palabras, Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos también estén conmigo. Juan 17, 24. Sí, queridos hermanos, el Señor viene por nosotros, su iglesia, y todo ojo le verá. incluso los que le rechazaron. Oh, qué día tan glorioso para la amada iglesia. Cristo viene por ella. También debo decir que será un día aterrador. Indescriptiblemente aterrador. No sólo para los que vivan físicamente, sino para los que murieron físicamente. Porque al sonido de la trompeta, cuando el Señor venga en las nubes, todos resucitaremos. Qué glorioso será que vivamos si vamos manejando o si estamos en algún lugar y vamos pensando en lo hermoso, en lo dulce que será encontrarnos con nuestro Señor. Gustamos nuestra casa, nuestros enseres y todo muy limpio, muy cómodo, pero hay algo mucho mejor, por lo cual nuestro espíritu, nuestra alma suspiran y anhelan. Cristo, ver su rostro será algo dulce, será algo maravilloso. Yo decía el miércoles que fui sensibilizado por la imagen y el comentario que puso una hermana en una recordación de sus seres queridos, que también son seres queridos para mí. Les extrañaré siempre hasta que les vuelva a ver. Y estoy de acuerdo en que nos emocionaremos al ver a nuestros seres amados Pero nada que ver con la gloria del Salvador. Oh, eso será maravilloso para el creyente. Pero para el no creyente será un día aterrador. Será el día de juicio y de venganza. En ese entonces clamarán a los montes y a las peñas pidiendo ¡Cúbrannos! ¡Escondannos! Será aterrador para ti si mueres en tus pecados cuando Cristo venga. ¿No serás el primero que me tilda de fantasioso? En algunos lugares nos tildan de embusteros para cautivar las conciencias de los oyentes y mantenerles atemorizados. ¡Oh no! Nada más lejos de la realidad. Los creyentes somos, claro, llenos de temor, pero un temor reverente que nos allega, que nos acerca y nos hace deleitar a Dios. aspiramos a encontrarnos en la presencia de Dios y en un sentido disfrutamos su presencia cuando oramos, cuando alabamos, cuando cantamos y eso solamente son anticipos que nos hacen desear un poco más pero aquí solamente se nos da para el camino lo mejor está, está allá El gran día de su ira llegará. ¿Y quién podrá sostenerse en pie? Nadie, excepto aquellos que estén cubiertos por la sangre del Cordero. Sólo aquellos, sin ningún mérito en ellos, ignorantes, desconocidos, menospreciados, errantes, extranjeros, peregrinos, sin tener nada estable aquí, nada que los retuviera, nada de que van a gloriarse. Pero su Señor tiene algo reservado para ellos. Y eso es lo maravilloso de la vida cristiana. Aunque encontrarnos aquí para adorar a Dios es bueno, lo mejor será cuando nos encontremos allá. He aquí que viene con las nubes y todo ojo le verá. y los que le traspasaron y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Así sea. Amén.
He aquí que viene con las nubes
Iglesia Bautista Reformada Monte Sion
Francisco Villa S/N en Ejido San Agustín
27400 Torreón, Coahuila de Zaragoza, México
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Sermon ID | 1218232234503920 |
Duration | 53:09 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Daniel 7:13; Revelation 1:7 |
Language | Spanish |
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