hermano, acompáñenme a Eclesiastes capítulo diez, versículo dieciséis nos dice la palabra, en el verso dieciséis, hay de ti tierra cuyo rey es un muchacho y cuyos príncipes banquetean de mañana, bienaventurada tú tierra cuyos reyes noble de cuna y cuyos príncipes comen a su debida hora para fortalecerse y no para embriagarse. Por negligencia se hunde el techo y por pereza tiene gotera la casa. Para el placer se prepara la comida y el vino alegra la vida y el dinero es la respuesta para todo. Amén. Salomón nos muestra hermanos en este final del capítulo 10 las nefastas consecuencias que hereda un pueblo cuando es dirigido por necios por gente en la que no encontramos vestigios de sabiduría y a la vez nos muestra la gran bendición que hay para una nación cuando es dirigida por hombres que son sabios. Salomón mismo sentía cuando fue llamado a ser rey que no tenía la sabiduría necesaria, que era un niño para guiar el pueblo de Dios. ¿Y qué pidió, hermanos? En el primer libro de Reyes, capítulo 3 y versículo 7 al 10 revela que él pidió sabiduría ¿para qué? Para dirigir el pueblo de Dios. Entendió esa gran responsabilidad que implicaba para él gobernar, dirigir el pueblo que Dios había puesto bajo su mando. Por eso, él clamó al Señor que le diera sabiduría para dirigir a su pueblo. Y amados hermanos, el bienestar o la perdición de una nación, de un pueblo, en gran manera está ligado a la madurez de sus líderes. Fíjense que dice en la versión Reina Valera, hay de ti tierra cuyo rey es un niño y cuando habla de niño allí no se refiere a la edad sino a la madurez piensan como niño, actúan como niño, se conducen como niño. La falta de madurez en esos líderes para una nación produce cuatro cosas que nuestro texto menciona aquí. Lo primero que produce esa falta de madurez es un desenfoque en las prioridades. Las escrituras mencionan aquí eran inmaduros y en vez de estar haciendo lo correcto para gobernar su pueblo, lo que andaban era de banquete en banquete. Por eso traen las ruinas a su nación y a su familia. Ve el versículo 18. Por negligencia se hunde el techo y por pereza tiene gotera la casa. Ahora traduzca eso a una nación, hermanos. Cuando sus presidentes lo que andan es de rumba en rumba, de banquete en banquete, dándole rienda suelta a sus pasiones. ¿Qué pasa con el pueblo? Sufrimos la consecuencia de eso, porque al final todo eso se hace con el dinero de nuestros impuestos, que deberían estar destinados para la salud, para la educación, para darnos una mejor calidad de vida, pero dicen ellos que la vida se la dan ellos. Viven para el placer y para sus propios intereses por encima del pueblo. y reponen sus fuerzas cuando se van de vacaciones o lugares para qué para lo bueno no para lo malo para seguir en lo malo hermanos vean este cuadro que se muestra aquí en la escritura y miren nuestro mundo miren lo que está pasando hoy en día cómo va en estos días leía un o veía más bien un documental y En dos años y medio, que es más o menos lo que lleva la guerra de Ucrania y Rusia, dos años, hermanos, el potencial que había alcanzado Alemania durante los últimos 16 años, se ha ido abajo en dos años y medio. Pregúntese por qué. Porque su presidente, en vez de legislar y gobernar para su pueblo, lo que anda es haciendo campaña para la guerra en Ucrania. y el gas, la electricidad y la comida está costando en dos años y medio 74% más de lo que costaba. Un desenfoque total, ese es un niño, un inmaduro. Sin embargo, el mismo documental ponía la misma situación de Hungría, donde hay un presidente conservador, donde el aborto está prohibido y todas esas libertades están prohibidas. ¿Y saben qué ha pasado, hermano? Hungría tiene la mejor tasa de vida de Europa a pesar de la guerra. ¿Por qué, hermano? Porque su presidente está en lo que tiene que estar, cubriendo y cuidando el bienestar de su pueblo. Y cuando le preguntaron, se llama Viktor Orbán, ¿y cuándo usted dejará de comprar el gas ruso? Cuando los estadounidenses me lo vendan más barato que los de Rusia. Esa fue la respuesta clara y precisa. Yo no estoy aquí para complacer el gobierno, sino para el bienestar de mi pueblo. Usted quiere que yo le compre gas a Estados Unidos? Que me venda más barato que Rusia. Y usted verá que le voy a comprar a los Estados Unidos. Al que me lo venda más barato, porque lo que quiero es el bienestar de mi pueblo. Hermano, es un presidente que está claro de lo que debe hacer. Por eso dice el versículo 17, bienaventurado, tu tierra, cuyo rey es noble de cuna, y tu príncipe come a su debida hora, y se fortalece, y no para embriagarse. Se fortalece ¿para qué? Para seguir haciendo lo que debe hacer. El pueblo que tiene un presidente, un gobierno, un príncipe, como declara el versículo 17, tiene un hombre que sabe cuáles son sus prioridades y responsabilidades, que trabaja para el bienestar, de su pueblo y que no va tras la corriente de los sediciosos y los vagos inventores de maldad de este tiempo. Porque eso es lo que son muchos de esos que andan promoviendo este asunto por ahí. O dicho como dice la versión, la traducción viviente este texto dice dichoso el país que tiene un rey honorable y gobernante que comen a su debida hora para reponer sus fuerzas y no para nada y no para emborracharse al holgazán le cae el techo y al que no hace nada toda la casa el pan es para disfrutarlo y el vino para gozar de la vida dice esta versión hermanos Nosotros debemos poner ojo a estas cosas, porque últimamente estamos siendo seducidos y arrastrados por la corriente, corrientes globalistas que andan por ahí, que lo que buscan es destruir la familia. ¿Y saben qué? Luego vamos y votamos por ellos. Eso es lo más triste de todo. Luego vamos y votamos por ellos. Votamos por esos vagos que sabemos lo que son desde antes de llegar ahí y después nos andamos quejando mira cómo estábamos como pueblo mira cómo estábamos como nación y qué esperamos hermanos qué esperamos si estamos eligiendo niños para que nos gobiernen niños para que nos dirijan niños para que vayan al congreso a legislar caprichos caprichos de dos o tres gente No, no, ahora se nos ocurrió que tenemos que legislar para cuidar a los perros más que a la gente, porque los perros también tienen vida. Hermano, los perros tenemos que cuidarlos, no tenemos que maltratar los animales. Pero hermanos, ¿de ahí a llegar a legislar y comparar la vida de un perro con la vida de un ser humano? ¿Qué usted cree que son los que están legislando eso? Y esa gente, hermano, lo votamos nosotros para que esté en el Congreso actuando como niños. que quieren vivir de vago, fundación para recoger perros, vaya a darle comida a la gente con necesidad, haga una fundación para ayudar a niños con síndrome de Down, haga una fundación para que trabaje con niños autistas, haga una fundación para Eso es el bien que debemos estar propugnando, hermano, no perdiendo el tiempo en cosas que no tienen realmente importancia. ¿Por qué pasa eso? Porque elegimos niños para gobernar, gente inmadura, que van a los congresos simplemente a servirse y a llenarse los bolsillos del bien que el pueblo produce, de los recursos de nuestros hermanos, hombres y mujeres trabajadores. Mano, que el Señor no dé la convicción a nosotros, sino dé la claridad de poder ver estas cosas en cada elección para que sepamos cómo elegir y podamos elegir bien. Para que no elijamos por capricho ni por colores, como ha dicho el pastor Guzmán otras veces, sino por principio, gente que pueda gobernar y hacer bien su trabajo delante del Señor. Morremos. Padre, te damos gracias porque tú enfrentas nuestros corazones y traes estas verdades a nuestra mente para que Seamos confrontados con ellas y para que podamos discernir bien frente a lo que tenemos delante de nuestros ojos. Danos la madurez necesaria para que nosotros podamos servir a nuestra gente bien para la gloria de tu nombre y el bienestar de ellos. Y concédenos, Señor, la gracia de poder seguir creciendo y orando por nuestra nación. a fin de que tú, Señor, tenga misericordia de nosotros y no nos pague conforme a lo que merecemos, sino que nos pagues dándonos gobernantes que sean serios, honestos y que puedan hacer su trabajo como aquellos que tienen que dar cuenta delante de ti algún día, Señor. Pues te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.