En este año 2024 se celebran 507 años desde el inicio de la Reforma, el cual fue un movimiento que buscó volver a la autoridad de las Escrituras y a la pureza del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. La gran Reforma que proclamó a todo grito la salvación sólo por gracia, mediante la fe en la obra de nuestro Señor Jesucristo. ¿Rechazando las obras humanas porque nadie puede ser salvo por obras? Y en ese contexto surgen las cinco solas. Y las cinco solas resumen el mensaje de la reforma, es decir, solo escritura, solo gracia, solo fe, solo Cristo, y la última soli deo gloria, solo a Dios la gloria. Afirmando que nuestra salvación y vida cristiana dependen completamente, únicamente a Dios, y todo esto para su gloria. El día de hoy vamos a ver la última sola solideo gloria solo a Dios la gloria y vamos a leer solamente un versículo y se encuentra en el libro de romanos capítulo 11 el versículo número 36 y una vez que leamos este versículo Tendremos una breve oración y posteriormente iniciamos con la exposición. Pero antes de adentrarnos en este versículo, me van a permitir primero de manera muy breve poner en contexto ese versículo. Así que leemos la palabra del Señor en Romano, capítulo 11, versículo número 36, y dice así de la siguiente manera, porque de él por él y para él son todas las cosas. A él sea la gloria para siempre. Amén. Tengamos palabras de oración. Amado Señor, estamos, Señor, delante de tu presencia, rogando, Señor, de que tú hables a nuestras vidas por medio de la exposición de tu palabra, la cual, Padre, las necesitamos para crecer en el conocimiento, Señor, de tu persona, y así, Señor, poder honrarte en esta vida, Señor. Padre bendice Tu Palabra y te rogamos Señor que traiga abundantes frutos a nuestras vidas. En el nombre de Tu Hijo Amado Jesús oramos. Amén. soli deo gloria solo a Dios la gloria y específicamente en el versículo que hemos tomado el día de hoy que es romano en el capítulo 11 versículo número 36 permítame de manera muy breve poner en contexto este versículo y si usted lee los versículos anteriores es decir todo el capítulo número 11 de romano el versículo 36 es una declaración de alabanza que que culmina una sección de la carta en la que el apóstol Pablo ha expuesto de manera maravillosa la salvación de Dios, es decir, su evangelio, especialmente su gracia salvadora hacia Israel y hacia los gentiles. En este versículo, Pablo nos muestra que todo lo que existe Toda la historia y toda la obra de redención tiene un propósito central, la gloria de Dios. Así que Romanos capítulo 11, versículo número 36, no sólo nos enseña a adorar a Dios, sino que nos recuerda que toda nuestra vida debe estar orientada hacia su gloria. Como les decía al inicio, el título del sermón del día de hoy es Solo a Dios la Gloria. Y la prédica está estructurada de la siguiente manera, una breve introducción, qué significa la gloria de Dios, la salvación para la gloria de Dios solamente como un tercer punto, y de manera breve, la conclusión o un resumen y luego las aplicaciones. Así que veamos una breve introducción para el sermón del día de hoy. Y es que mis amados hermanos y ustedes notan la frase solo a Dios la gloria. Esto se escucha comúnmente entre nosotros los creyentes. Cuando nosotros hacemos algo y nos dicen gracias, hermano, por ese favor que tú me hiciste, inmediatamente decimos hermano, adiós sea la gloria para la gloria del señor. Es una frase que creo yo que la repetimos, no sé, muchísimas veces durante el día o durante la semana. Es una frase fácil de recordar. pero difícil de entender y prácticamente imposible de vivir de manera consistente dada a nuestra naturaleza pecaminosa. Solo a Dios la gloria es una frase corta y sencilla de pronunciar, pero al mismo tiempo es una frase difícil de entender porque muchas veces no la comprendemos bíblicamente. No comprendemos lo que significa o lo que implica darle a Dios la gloria. Y si no comprendemos lo que significa su gloria, mucho menos entenderemos lo que implica darle la gloria a Dios. Y muchas veces le estamos dando la gloria al hombre o muchas veces de manera enfermiza. Si de manera enfermiza estamos buscando la gloria de Dios para nosotros. Solideo gloria tiene dos significados. Veamos brevemente cada uno de ellos. La primera. En cuanto a la redención del hombre, esta frase significa que sólo Dios recibe la gloria en la salvación del hombre. Por qué? Porque él es el autor de la salvación. Nosotros no cooperamos para obtener nuestra salvación, sino que la salvación es el resultado de la obra de un Dios exclusivamente soberano. La salvación es del Señor, dice Jonás en el capítulo 2, versículo 9. Y esa salvación es de principio a fin solamente de él. ¿Por qué? Porque es Dios quien llama, es Dios quien regenera. Es Dios quien santifica, es Dios quien preserva y glorifica, como dice la palabra del Señor en el libro de Romanos, capítulo ocho, versículo veintiocho al versículo número treinta. Lea conmigo este pasaje de Romanos, capítulo ocho, versículo veintiocho al versículo número treinta. Y nos dice así y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien. Esto es para los que son llamados conforme a su propósito, porque a los que de antemano conoció también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. y a los que predestinó a esos también llamó y a los que llamó a esos también justificó y a los que justificó a eso también glorificó. La frase sencilla y corta solideo gloria a Dios sea la gloria en la última de las cinco solas de la reforma. Perdón si ustedes recuerdan la primera es solo escritura. La segunda sólo fide o sólo por fe solamente. La tercera sólo gratia o sólo por gracia solamente. Sólo Cristo o en Cristo solamente. Y la última sólideo gloria sólo a Dios la gloria. Pero como vamos a ver más adelante, esta sola sólo a Dios sea la gloria encierra las cuatro solas anteriores. ¿Por qué? Porque predicar o enseñar las Escrituras es predicar de Cristo. Y predicar a Cristo es predicar de su obra en la cruz del Calvario y predicar de su obra en la cruz del Calvario que él murió por nuestros pecados. Es predicar de su preciosa gracia y predicar de su preciosa gracia. Es predicar la justificación por fe solamente y predicar la justificación. Es atribuir toda la salvación a la gloria de Dios. Por eso, usted y yo estamos llamados a responder a las buenas nuevas de salvación en obediencia y gratitud en nuestra vida diaria, mis amados hermanos. El segundo alcance de la frase, solo a Dios sea la gloria, tiene que ver con que nosotros fuimos creado exclusivamente para la gloria de Dios solamente. Todos los seres humanos hemos sido creado exclusivamente solo para la gloria de Dios. Todas las personas y el resto del universo fueron creado con la intención expresa de glorificar a nuestro Dios. Isaías capítulo 43, versículo 7 afirma esta verdad y nos dice Isaías capítulo 43, versículo número 7. a todo el que es llamado por mi nombre y a quien he creado para mi gloria, a quien he formado y a quien he hecho. Expresado, amados hermanos, de otra manera o un poquito para frasear este versículo, la razón de tu existencia, la razón de tu trabajo, la razón de tu matrimonio como esposa, como esposo, como hijo, como suegros, como abuelos, como hermanos en Cristo Jesús. La razón de nuestra, incluso, incluso de nuestras diversiones debe ser primeramente para la gloria de Dios. El apóstol Pablo nos recuerda también esta verdad de una forma aún más clara en el Nuevo Testamento. Podemos ver esto en primera de Corintio, capítulo 10, el versículo número 31. Y Pablo nos dice entonces, ya sea que coman. que beban o que hagan cualquier cosa, háganlo todo para la gloria de Dios. Primera de Corintios, capítulo 10, versículo 31. Hasta en las cosas más cotidianas como el comer y el beber, estamos llamados a darle la gloria solamente a él. Fuimos creado para constituirnos, decía alguien, en espejos humanos que reflejan la gloria de Dios por toda la tierra y eventualmente por todo el universo. En el pasaje que hemos leído al inicio de Romanos capítulo 11, el versículo número 36, Si usted observa de manera detenida, aparecen tres preposiciones. ¿Pero qué son las preposiciones? En nuestro idioma castellano es bastante complicado porque hay nueve tipos de palabras. Están los verbos, están los sustantivos, están los adjetivos. Y hermano, ahora tú me dices que veamos las preposiciones. Bueno, si usted lee de manera detenida Romano, capítulo 11, versículo 36, te voy a enseñar dónde están esas preposiciones y qué significado tiene en este versículo. Si usted lee el versículo, dice porque de él, por él y para él. Ahí están las preposiciones de, por y para. Son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén. ¿Por qué? ¿Por qué todo es de Él? Porque Él es el propietario de todas las cosas. Él es el dueño de todas las cosas. El rey David reconoció esa gran verdad y nos dicen el Salmo 24 1 del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y los que habitan en él. Por qué todo es por él? La segunda preposición. porque todo ha sido hecho por él. Él es el creador de todas las cosas, pero no solamente es el creador de todas las cosas. Él sustenta todo, amado hermano. Y hay muchas referencias bíblicas que afirman esta verdad. Y la tercera preposición, porque todo es para él, porque todo ha sido creado por medio de él y también para él. Todo ha sido creado por medio de Él y para Él. Y esto nos lleva al segundo punto del sermón del día de hoy. Después de haber dicho todo esto, ¿qué significa la gloria de Dios? Si todo es de Él, todo es por Él y todo es para Él, ¿qué significa esto? Amados hermanos, definir exactamente la gloria de Dios es casi imposible porque nadie ha visto jamás a Dios. Entonces, lo que vamos a hacer por medio de este sermón es acercarnos un poco a la orilla del océano. No pretendo, hermano, darte una definición de manera así exacta. Esta es la gloria de Dios. Seríamos arrogante decir que vamos a darte en todo su esplendor el concepto de la gloria de Dios. Hay algunos que han tratado de definir qué es la gloria de Dios. Yo traigo esos conceptos que algunos hermanos han elaborado, pero aún ellos, cuando elaboran esos conceptos, han dicho yo no puedo decir que esto es exactamente la gloria de Dios. También ellos, con mucho temor, se acercan a la orilla del océano. Moisés le rogó a Dios que le mostrara la gloria. Se puede revisar en Éxodo capítulo 33, versículo 18. Moisés le rogó a Dios que le mostrara su gloria. Y en el versículo 20 de ese mismo capítulo 33, Dios le respondió, no puedes ver mi rostro porque nadie puede verme. vivir. No podemos definir su gloria, pero sí podemos, conforme las escrituras, hablar de aquellas cosas que su palabra revela acerca de esa gloria. Y como les decía hace unos minutos, de algo sí estamos seguros. Nosotros no podemos tomar esta frase, solo a Dios la gloria, de manera liviana, ligera o trivial. En algunos pasajes de las escrituras, la palabra la gloria de Dios suele significar honor. En otros pasajes suele significar excelencia. En otros pasajes de la Biblia suele significar reputación y en otros pasajes de la Biblia suele significar elogio. Es por eso que nosotros afirmamos que el creyente tú y yo estamos llamado a glorificar a Dios con nuestra vida. Cuando las personas terminan hablando bien de Dios por lo que ven en usted, por la forma en que usted habla de los demás, cuando las personas terminan hablando bien de Dios por su comportamiento, estamos glorificando a Dios. Nuestra función en la vida es poder manifestar las virtudes de Aquel que nos llamó de la tiniebla a su luz admirable. Eso nos dice la palabra del Señor en primera de Pedro capítulo 2, versículo 29. No estoy sacando nada de su contexto. Yo no estoy añadiendo nada, amados hermanos. Es lo que nos dice la palabra del Señor de manera Clara, nuestra función en la vida es poner de manifiesto las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Nuestra existencia no tiene otro motivo aquí en esta tierra. Dios crea al hombre como una forma más de expresar su preciosa gloria. En esencia, lo que hemos dicho hasta el momento, la gloria de Dios puede resumirse, decía alguien, como el conjunto de cualidades o atributos que Dios tiene en su ser interior. Y externamente podemos decir que la gloria de Dios es el despliegue de sus atributos en su creación. Juan Calvino decía la creación, la creación, en primer lugar, es el teatro de la gloria de Dios. La palabra del Señor nos dice en el Salmo capítulo 19, versículo 1, los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Y todo esto sin pronunciar palabras. Los cielos glorifican a Dios porque la creación refleja su sabiduría, su poder, su majestad, su trascendencia, su belleza. Pero amado hermano, pero la creación no puede poner de manifiesto su bondad, su benevolencia. Eso solamente lo puede hacer la obra que el Señor hizo en la cruz del Calvario. Hay evidencia de su amor por nosotros, su misericordia, su justicia, su santidad. Como alguien decía, la gloria de Dios es la infinita belleza y grandeza de sus múltiples perfecciones. Esta gloria se revela a través de la obra de Dios en la creación, como lo hemos dicho, y en la salvación de la humanidad. En otras palabras, el propósito supremo del plan de salvación de Dios. es ser glorificado a través de la salvación de los pecadores. Los creyentes somos llamados a anunciar las virtudes de Dios y vivir de una manera que lo glorifique. Y esto me lleva al siguiente punto de la prédica, la salvación para la gloria de Dios solamente. La salvación para la gloria de Dios solamente. La obra de nuestro Señor Jesucristo en la cruz del Calvario puso de manifiesto un aspecto de la gloria de Dios que la creación y el universo, como dijimos, no puede mostrar. La crucifixión de nuestro Señor muestra a ese Dios santo e inocente, tomando el lugar del pecador y sufriendo el castigo que debió haber caído sobre nosotros. Y lo hizo. Por una sola razón, por las riquezas de su gracia nos dice su palabra, amados hermanos. Mis amados hermanos, tenemos el deber como hijos de Dios de reflejar la gloria de su gracia que hemos recibido en la salvación. Que nuestras vidas transformadas por su amor y su misericordia sean un testimonio de la obra de Dios en nosotros para que Él, no nosotros, sino para que Él sea exaltado. El apóstol Pablo nos muestra esta verdad. Yo quisiera que lea conmigo Efesios capítulo 1, el versículo 3 hasta el versículo 14. Es un pasaje algo extenso, pero yo lo invito a que busque esa cita bíblica de Efesios capítulo 1, el versículo 3 al versículo número 14 y lea conmigo este pasaje y de manera intencional Haré un énfasis en tres frases de esta porción de las Escrituras, donde el apóstol Pablo nos muestra que fuimos salvos para la alabanza de su gloria o de la gloria de su gracia. Y dice así la palabra del Señor. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales, en Cristo, porque Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuéramos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme a la buena intención de su voluntad, y el versículo 6, ahí haré el énfasis, para alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el amado. En él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia. que ha hecho abundar para con nosotros. En toda sabiduría y discernimiento nos dio a conocer el misterio de su voluntad según la buena intención que se propuso en Cristo, con miras a una buena administración en el cumplimiento de los tiempos. es decir, de reunir todas las cosas en Cristo, tantos las que están en los cielos como las que están en la tierra. Versículo 11 También en él hemos obtenido herencia, habiendo sido predestinado según el propósito de aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de su voluntad. versículo 12, a fin de que nosotros, que fuimos los primeros en esperar en Cristo, que dice seamos para alabanza de su gloria en él también. Ustedes, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de su salvación y habiendo creído, fueron sellados en él con el Espíritu Santo de la promesa que nos he estado como garantía de nuestra herencia con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios para alabanza de su gloria. Mi amada iglesia, como hemos observado por medio de este pasaje un poco extenso, la palabra de Dios describe una historia de redención, un Dios céntrico de principio a fin. Todo es de él, por él y para él. Por lo tanto, a él sea la gloria. Amados hermanos, lo que podemos encontrar en este pasaje que hemos leído en el libro de Efesios, capítulo uno del versículo 13 en adelante, es que cuando Dios nos vio que íbamos camino a la perdición sin esperanza de salvación, ¿Por qué? Porque nosotros estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Porque nosotros no estábamos interesados en él, ni lo buscamos tampoco. Como bien lo dice también la palabra del Señor en Romanos capítulo 3, versículo 11. Dios intervino. Dios intervino en la historia de una manera que ningún ser humano lo hubiera hecho. Dios nos dio a su Hijo hecho hombre cuando éramos sus enemigos para que llegásemos a ser sus hijos. Dios le quitó la vida a su Hijo para darnos vida a nosotros porque estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Dios deposita su ira sobre su propio Hijo para darnos su gracia, su misericordia, Así que, amado hermano, Dios aplicó su justicia a su hijo para poder aplicarnos a nosotros su preciosa misericordia. Entonces, la salvación es para la gloria de Dios solamente. Es el fruto de la trinidad a favor de los seres humanos. Esto pone de manifiesto, de manera preciosa, de manera extraordinaria, los atributos de Dios. que el resto de la creación, con toda su belleza, no puede mostrar. La Biblia nos enseña y también los reformadores entendieron que la salvación es un trabajo ejecutado por cada uno de los miembros de la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada uno de ellos cumplen su función. El padre elige en la eternidad. El hombre no busca a Dios por su propia cuenta, no lo desea hacer, sino que es atraído hacia Dios por su misericordia. El hijo nos redime en la cruz del calvario, eliminando la pena, es decir, la condena por nuestros pecados. Eso nos dice Romano capítulo 3 del versículo 20, el versículo 26. Y el Espíritu Santo, el cual mora ahora en ti, amado hermano, nos regenera y santifica. Él va debilitando el poder del pecado en nosotros. Eso lo dice la palabra del Señor en segunda de Corintios capítulo 3, versículo 18. Mis amados hermanos, la salvación es del Señor. La salvación es del Señor. Iglesia, roguemos, supliquemos al Señor en oración que nos ayude a glorificar como Él merece ser glorificado. Que persigamos este propósito con todas nuestras fuerzas. Porque nuestra realidad es que en muchas de las actividades que hacemos y decimos que es para la gloria de Dios, en realidad las hemos hecho para nosotros mismos. Esa es la triste realidad. En el fondo hacemos cosas esperando que alguien las reconozca. Y cuando ese reconocimiento no llega, nos sentimos mal. Cuando ese reconocimiento no llega por algo que yo hice y no recibo los aplausos y no recibo palabras de gratitud. Y si esa persona, ese hermano, esa hermana o esa persona cual sea, no me ha puesto en un pedestal y no me ha puesto en el centro de su vida y no ha hecho distinción entre este y el otro. Yo no estoy bien. En el fondo lo hicimos para ser reconocido. aunque hemos dicho que lo hacemos para la gloria de Dios, en la práctica lo hacemos buscando nuestra propia gloria. Juan Calvino decía que el hombre es una máquina de hacer ídolos. Siempre anhela de manera enfermiza glorificarse a sí mismo y a muchas personas le cuesta aceptar que todo debe hacerse para la gloria de Dios. Aún el predicar. Hay algunas personas que son abusivas, no tienen temor de Dios y pueden predicar para buscar gloria a sí mismo. Anhelan que al bajarse del púlpito, la gente los aplauda y le digan cosas bonitas. Y mientras yo no escucho esas palabras, yo no me puedo sentir bien. Hasta me puedo sentir mal si al otro le han dicho cosas buenas mejor que a mí. Por eso, algunos creyentes incluso preguntan ¿Y eso no hace que Dios parezca egoísta? ¡Sólo Él quiere la gloria! Y la razón por la que hablan así es sencilla. ¿Saben por qué? Porque solemos a pensar que Dios es como nosotros. Dios no es como nosotros, amados hermanos. Alguien decía, por un lado nosotros hacemos algo y lo hacemos exclusivamente pensando en nosotros. En el caso de Dios, cada vez que Él se glorifica, el ser humano es beneficiado. Dios se glorificó en la creación y nosotros recibimos el beneficio de ser creado. Dios se glorificó en la salvación de los perdidos y nosotros fuimos redimidos. Dios se glorifica en tu matrimonio y el hombre recibe una ayuda idónea. Dios glorifica la procreación y la persona recibe hijos que traen gozo. Yo le doy gracias al Señor porque el Señor me ha dado la bendición de tener a mi hijo mayor por 13 años. Él me ha permitido gozarlo, besarlo, abrazarlo, darle mi amor y también he recibido amor de él, igual también de Mieli. Y creo que también cada uno de los padres que están aquí nos traen gozo. Así que Dios se glorifique en la procreación, pero ¿quiénes reciben el gozo de los hijos? Somos nosotros, amados hermanos. Mis amados hermanos, Dios es el centro de todas las cosas. ¿Ya lo vieron? Dios no tiene que luchar para ser el centro de atención. Somos nosotros. Cuando el sol sale cada mañana, dice sin palabra, Gloria a Dios. Cuando Dios exige que las cosas se hagan para su gloria, Él no está buscando que lo aplaudan. Porque de hecho, después de aplaudir a Dios, después de haber hecho este servicio de adoración, nos quedamos cortos con el atributo que Él merece. Mi amado hermano, recuerda esto. Después que adoremos a Dios, Él no está más completo o más feliz antes de recibir nuestra adoración. Dios está satisfecho consigo mismo desde la eternidad. Por eso, Nuestra adoración es algo que debemos dar a Dios porque Él es el origen y la fuente de todo bien en el universo. Conclusiones o resumen y aplicaciones. Hemos visto que la creación es del Señor como también lo es la redención, la salvación. Dios nos creó cuando no tenía necesidad de nosotros y Dios nos salvó cuando podía habernos condenado ejerciendo su justicia santa. Así que mis amados hermanos, recuerda que en él vivimos, nos movemos y existimos. Él nos predestinó, Él nos llamó, nos justificó y nos glorificó. Amada iglesia, glorifica a Dios porque después de ser salvo por su gracia, el Señor continúa poniendo en nosotros tanto el querer como el hacer y nos preserva en este camino de fe. Glorifica a Dios porque Dios el Padre hizo la elección en la eternidad pasada. Dios Hijo ofreció el sacrificio y Dios Espíritu Santo nos santifica y nos preserva. Y también hemos visto que glorificamos a Dios porque Cristo vino y completó todo el trabajo de redención a favor de nosotros y luego ascendió a los cielos a preparar un lugar para nosotros y desde ahí intercede por nosotros. Déjame hacerte un par de preguntas antes de terminar. ¿Cómo glorificas a Dios en tu familia? Si estamos llamados a glorificar a Dios en todas las cosas. Mi amado hermano, ¿sientes que en tu casa a veces olvidas reflejar la gloria de Dios con tus acciones? ¿Por tu impaciencia? ¿Por tus palabras groseras y feas? ¿Con tu dureza en tu trato al esposo o a la esposa o a los hijos o a tus familiares? ¿Cómo glorificas a Dios en tu familia? Te hago otra pregunta, mi amado hermano. ¿Cómo glorificas a Dios en la iglesia? ¿Sientes en algunas ocasiones que tu participación en la iglesia es más un deber que un placer? ¿Y no sientes gozo al venir aquí? Dedica tiempo a reflexionar sobre los dones que Dios te ha dado. Dedica tiempo a reflexionar en la obra que el Señor ha hecho por ti. y lo que Él te ha dado por gracia. Mi amado hermano, ¿cómo glorificas a Dios en tu trabajo y en tus relaciones personales? ¿Cómo enfrentas las situaciones difíciles en tu trabajo? Cuando el ambiente laboral se torna difícil, donde hay chismes, discusiones, el cual eso es normal en los centros de trabajo. ¿Eres ejemplo con tu conducta de manera que reflejas la gloria de Dios en esa circunstancia difícil? Mi amado hermano, déjame hacerte una última pregunta y espero que puedas contestarla con sinceridad en tu corazón. ¿Cómo enfrentas esas situaciones cotidianas donde a veces algunas conversaciones con tus familiares, con tu esposo, con tu esposa o conocidos son conversaciones tóxicas? ¿Cómo tú tratas con estas situaciones? ¿Cómo tú glorificas en medio de estas situaciones? Son conversaciones tóxicas que te alejan de la gloria de Dios. Sabes que en situaciones como esta ayuda a tener una lista de textos bíblicos y de frases bíblicas para que tú puedas compartirlas cuando surjan estas oportunidades y para que en estas discusiones que surgen a menudo sólo se refleje la gloria de Dios. Recuerda, amados hermanos, ciertamente de Él, por Él, Y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén. Que el Señor nos ayude. A Él sea la gloria en todo y por siempre. Roguemos al Señor que así sea. Vengamos en oración. Amado Señor, Padre, venimos delante de Tu preciosa presencia, Señor. Estamos conscientes que estamos delante de Ti. Tú estás muy cercano, por favor, me resta decirte que nos ayudes, por favor, a glorificarte, a exaltar Tu precioso nombre, Padre, en todas las cosas que nosotros hagamos. Guíanos por medio de Tu Espíritu Santo. Tráenos convicción de pecado cuando estamos hablando de una forma que no glorifica Tu nombre. Tráenos convicción de pecado y redargullen nuestros corazones cuando estamos maquinando cosas que no honran Tu nombre. Padre, te suplico, Señor, amado Dios, que sane nuestros corazones, Padre eterno. Te lo ruego. Cuando hacemos algunas cosas, no con la finalidad de que tú seas honrado, sino, Señor, queriendo buscar la gloria para nosotros mismos. Trata, Señor, con nuestros corazones necios y engañosos, como lo dice tu palabra. Cuando hemos hecho algo, Y no hemos recibido, según nosotros, el mérito que nosotros quisiéramos recibir de esa obra que hemos hecho. Exórtanos, Padre Eterno. Bendice cada uno de los hermanos que están aquí presentes. En el nombre de tu Hijo Amado Jesús oramos. Amén.