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Esta mañana vamos a estar en Hebreos capítulo 6, los versículos 13 a 18. Y vamos a estar hablando de la fidelidad de Dios, la fidelidad de Dios. Así que les animo realmente a pensar dónde está tu mirada puesta esta mañana. Vamos a orar, entregar este tiempo al Señor y ir viendo lo que el Señor tiene para nosotros esta mañana. Gracias, señor, por tu palabra. Y realmente es un gozo ir pasando por esta carta a los hebreos que fue escrita para animar a los creyentes, los creyentes judíos, a no desanimar ni volver atrás a los sacrificios anteriores, porque la realidad de lo que todo del Antiguo Testamento, los sacrificios, el culto, todo lo que tenían que hacer en esa época anterior ya había sido cumplido en Jesucristo, el Mesías. Y ayúdenos realmente a fijarnos la vista en lo que nosotros tenemos, que tú estás cumpliendo todas tus promesas a nosotros, tu pueblo, Señor. de toda la tribu, nación, lengua, Señor, estás llamando para ti a un pueblo. Y estas promesas son para nosotros, individualmente y colectivamente. Gracias, Señor, en tu nombre. Amén. Solo quiero recordarles en Hebreos 1, solo unos pocos versículos para empezar. Hebreos 1 dice, en el versículo 1 y 2, Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo. En estos últimos días nos ha hablado por su Hijo. ¿Qué es lo que los creyentes en Hebreos 11 tenían tenían la palabra hablada por los profetas. Y ellos creyeron en Dios. A base de lo que Dios había revelado en ese tiempo, pero nosotros y toda la carta a los hebreos. Apunta al Mesías. Jesucristo, quien vino y cumplió todo lo que se había predicho en el Antiguo Testamento y también al culto, los sacrificios, el sacerdocio estaba apuntando en el Antiguo Testamento. Versículo en Hebreos 11, versículo 39, y todos estos, hablando de esos creyentes del Antiguo Testamento, Habiendo obtenido aprobación por su fe, no recibieron la promesa. Porque Dios había provisto algo mejor para nosotros a fin de que ellos no fueron hechos perfectos sin nosotros. Es decir, juntos íbamos a ser perfeccionados en el Mesías prometido. Así que nosotros tenemos la revelación completa y perfecta. Y eso es lo que estamos viendo en estos capítulos en Hebreos 6. Así que el ánimo, quiero decir, se encuentra en lo que estamos viendo aquí en Hebreos. El pasaje de hoy es de la fidelidad de Dios a sus promesas. Y la pregunta he puesto como título ahí, ¿tu Dios es fiel o infiel a sus promesas? Es decir, ¿tú estás confiando en el Dios verdadero, un Dios falso? Y muchas veces nosotros, como seres humanos, actuamos como si nuestro Dios fuera infiel a sus promesas. Así que quiero animarnos esta mañana a ver la fidelidad de Dios a todo lo que nos ha prometido. Y aún en ese capítulo de capítulo 11 de Hebreos dice que muchos de ellos no recibieron aquí en la tierra realmente cosas muy agradables. No pasaron una buena vida. Dios no nos ha prometido, por decir, una vida muy agradable terrenalmente, es decir, conforme a los estándares del mundo. Pero vamos a estar viendo lo que sí tenemos. Y nosotros, si pasamos por decir bien terrenalmente o no, tenemos una herencia eterna por las promesas de Dios. Este pasaje, estamos esta mañana en Hebreos 6, 13 a 18. Los versículos anteriores nos han animado a no ser perezosos, sino a continuar en fe y paciencia, imitando a los que hereden las promesas de Dios. no ser perezosos sino a continuar en fe, paciencia, imitando a los que heredan las promesas. Antes de eso estaba hablando de la apostesía, los que no producían fruto y terminaron apostatando de la fe. Vamos a leer una parte del capítulo 6 para el contexto. Vamos a leer a partir del versículo 9 en capítulo 6. Versículo 6, 9. Pero en cuanto a ustedes, amados, aunque hablemos de esta manera, estamos persuadidos de las cosas que son mejores y que pertenecen a la salvación. porque Dios no es injusto como para olvidarse de la obra de ustedes y del amor que han mostrado hacia su nombre, habiendo servido y sirviendo aún a los santos. Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma solicitud hasta el fin, para alcanzar la plena seguridad de la esperanza. a fin de que no sean perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y paciencia heredan las promesas. Puesto cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por uno mayor, juró por el mismo, diciendo, ciertamente te bendeciré y ciertamente te multiplicaré. Y así, habiendo esperado con paciencia, Abraham obtuvo la promesa. Porque los hombres juran por uno mayor que ellos mismos, y para ellos un juramento dado como confirmación es el fin de toda discusión. Por lo cual Dios, deseando mostrar más plenamente a los herederos de la promesa, la inmutabilidad de su propósito, interpuso o garantizó un juramento. a fin de que, por dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, los que hemos buscado refugio seamos grandemente animados. ¿Qué es lo que debemos recibir este grande ánimo esta mañana para hacernos de la esperanza puesta delante de nosotros? Tenemos como ancla del alma una esperanza segura y firme que penetra hasta detrás del velo, adonde Jesús entró por nosotros como precursor hecho según el orden de Melquisedec, sumo sacerdote para siempre. La verdad principal, Yahweh Dios es el único quien siempre cumple sus promesas. Podemos confiar plenamente que Él es fiel para darnos todo lo que Él nos ha prometido. Y vamos a estar usando, yo estoy usando la nueva Biblia de las Américas esta mañana. Entonces vamos a estar viendo los tres puntos del bosquejo. Dios cumple fielmente sus juramentos. Luego la experiencia de Abraham en cuanto a eso. Y que nosotros también debemos esperar con toda seguridad en la fidelidad de Dios. Dios cumple fielmente sus juramentos. A través de toda la historia humana Yahweh Dios es siempre fiel. a todo lo que prometen. En este momento vamos a estar viendo el versículo trece y unas partes también de los versículos dieciséis a dieciocho. Comenzamos en sí con el versículo dieciséis hebreo seis dieciséis. Porque los hombres juran por uno mayor que ellos mismos. Y para ellos, un juramento dado, como confirmación, es el fin de toda discusión. Entonces, aquí el versículo dice, los hombres juran por uno mayor que ellos, y para ellos un juramento es el fin de toda discusión. Bueno, para nosotros tal vez ese versículo nos parece un poco extraño, porque no es nuestra experiencia. Leyendo este versículo, podemos decir, no están así en nuestra cultura. Cuando alguien jura, te dice, por ejemplo, te juro por mi mamá, te juro por mis hijos, o por mi vida, o hasta decir, te juro por Dios, ¿Podemos estar seguros de que está diciendo la verdad? No, para nada. Muchas veces usan esos juramentos mintiendo. Eso es nuestra experiencia. Obviamente no debe ser así. Pero con esa clase de juramento, quiere convencer a la otra persona de lo que está diciendo es verdad, si sea verdad o sea mentira. Y muchas veces es mentira. En el norte, por ejemplo, también, o aquí también, juran sobre la Biblia en las cortes. Pero muchas veces, jurando así, por decir por Dios, están mintiendo. Debemos entender que no es algo nuevo lo que está pasando en la cultura. De hecho, en Mateo capítulo 23, lo mismo pasaba. En el tiempo de Jesús, Mateo 23, 18 dice, también ustedes dicen, no es nada si alguien jura por el altar, pero el que jura por la ofrenda que está sobre él contrae obligación. Entonces, y continuó el pasaje, ellos juraban por la ofrenda, por el templo, por Dios, pero muchas veces estaban mintiendo. Los mismos judíos hacían lo mismo. El comentarista Kistemaker dice de los juramentos de los judíos, La mayoría de los juramentos eran hechos en el nombre de Dios o aquello que se asociaba con Dios, ¿no? Los cielos, templo, Jerusalén. Eso no significa que el judío identificase a Dios con los objetos usados como sustitutos, sino más bien que los judíos del tiempo de Jesús no tomaban sus juramentos seriamente, no tomaban sus juramentos seriamente en ese tiempo. Jesús prohibió el juramento a causa de esta práctica pecaminosa. Él enseñó que la palabra del hombre debe ser incuestionablemente veraz, para que como consecuencias los juramentos ya no sean necesarios. Así que, aún en ese tiempo, ellos juraban mintiendo. Entonces, debemos entender que eso sí es el contexto ahí, y es el contexto nuestro. Pero el versículo 16, volviendo a Hebreos 6, está diciendo algo que debe suceder, ¿no?, y que sí a veces sucede. pero que debe estar sucediendo. Entonces, volviendo a leer Hebreos 6.16, porque los hombres juran por uno mayor que ellos mismos, y para ellos un juramento dado como confirmación es el fin de toda la discusión. Entonces, lo que debe pasar es, cuando uno dice, juro por Dios, y estoy llamando a Dios como testigo de lo que estoy diciendo, debe estar diciendo la verdad. Normalmente, por instinto, ¿no? Sabemos, cada uno de nosotros, yo sé, por ejemplo, que yo no soy la persona o el objeto más fidedigno. Yo no soy el más fiel. Así que buscamos algo mayor por el cual jurar. Y así, con eso, diciendo, juro por algo mayor que mi persona, estoy diciendo, realmente eso es la verdad. Eso es lo que ese versículo está diciendo. Por instinto, nosotros sabemos que debemos jurar, no por mi persona, sino por algo o alguien mayor que mi persona. Entonces, sabemos eso. Volviendo a Hebreos 6, 13. 6, 13. Pues cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por uno mayor, juró por él mismo. Entonces Dios, por ejemplo, Yahweh, en ese momento estaba queriendo transmitir a Abraham algo que iba a hacer, y le iba a dar su juramento, y no quería dejar ninguna duda de que lo que iba a decir era, iba a pasar. Y por decir, Yahweh estaba mirando toda su creación, buscando algo mayor por el cual jurar. ¿Qué es lo que encontró? ¡Nada! No hay nada mayor que él mismo. Y así que, juró por sí mismo. Y en sí él es, la verdad, él es siempre fiel. Así que él juró por sí mismo para confirmar la veracidad de lo que él había prometido. Y así que en la vida de Abraham, la pregunta fue, en ese momento, ¿debo creer lo que Yahweh Dios me está diciendo? ¿O no sé realmente si está diciendo algo que va a pasar? ¿Yahweh realmente es poderoso? ¿Es fiel para cumplir lo que está prometiendo? Y sin lugar a dudas, ya ese pensamiento, si no llegó a la mente en ese momento, llegaba a la mente después. Nosotros tenemos el fin de la historia de Abraham. Él no tenía ese fin de la historia. En el próximo punto vamos a estar viendo la historia de Abraham y si él creía lo que Yahweh le había prometido. Pero Yahweh le transmitió a Abraham su promesa diciendo, seguramente voy a hacer esto, jurando por mí mismo. Continuando con Hebreos 6, 17. Y estos versículos también vamos a ver en el último punto del bosquejo esta mañana. Pero enfocándonos en Dios, por lo cual Dios, deseando mostrar más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su propósito, interpuso juramento. Entonces, este pasaje, estos versículos, comienzan diciendo Dios hizo una promesa a Abraham, jurando por sí mismo. Luego, da el ejemplo de Abraham. Luego dice, mira, a los herederos, ¿y quiénes son los herederos de la promesa? ¿Quiénes son los herederos de la promesa que está hablando aquí en este versículo? Somos nosotros, somos todos los creyentes en Jesucristo, en Mesías. Entonces, en este pasaje, y eso fue obviamente dirigido a los creyentes hebreos, pero también incluye a nosotros, Dios está diciendo, mira, la promesa, las promesas que les he hecho, Son inmutables. ¿Y qué quiere decir la palabra inmutable? Que no se cambia. Que no se cambia. ¿Y qué es lo que no se cambia? La promesa y también de su propósito. Y es interesante aquí, en estos versículos, Estamos viendo, vamos a seguir viendo, ya hemos visto una parte, y vamos a seguir viendo el sumo sacerdocio de Jesucristo. Y algo que se pierde en las traducciones es, bueno, tanto en inglés como en español es por igual, es la palabra interpuso o garantizó un juramento al final del versículo 17. Dice, Perdón, dice, voy a leer todo el reciclo y luego enfatizo la palabra que estoy apuntando. Por lo cual, Dios deseando mostrar más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su propósito, interpuso, y esta es la palabra, garantizó un juramento. Y esta palabra tiene que ver con Bueno, un garante, uno que se pone en medio de dos partes, un intercesor. Y el pasaje de lo que estamos viendo está apuntando al garante que es Jesucristo. Y eso vamos a estar viendo un poco más al final, en el punto final también. Entonces, Jesucristo, el mediador, está aquí y los próximos versículos van a hablar de él. Pero Dios Está diciendo, poniendo delante de nosotros, ¿quién? Sí mismo y su promesa. Hebreos, hay varias cosas que hablan de la promesa, del propósito, y voy a leer un pasaje en Hebreos 7 que habla de eso. La promesa, el propósito de Dios en esto, Hebreos 7, 15 en adelante, Hebreos 7, 15 en adelante. Y esto es aún más evidente. Si es semejanza del Melquisedec, se levanta otro sacerdote que ya ha llegado a hacerlo, no sobre la base de una ley de requisitos físicos, sino según el poder de una vida indestructible. Puesto de Cristo se da testimonio, tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. porque ciertamente queda anulado el mandamiento anterior por ser débil e inútil, y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios. Y, por cuanto no fue sin juramento, Pues en verdad, ellos llegaron a ser sacerdotes sin juramento. Pero él, por un juramento de Dios, del que le dijo, el Señor, es decir Yahweh, ha jurado y no cambiará. Tú eres sacerdote para siempre. Por eso Jesús ha venido a ser fiador. Y eso es lo que estamos, estuve apuntando ahí, interpuso, garantizó, ahí cuando dice, Jesús ha venido a ser fiador, la garantía o garante de un mejor pacto. Y la pregunta es, ¿va a fallar? ¿Dios va a fallar en sus promesas? O tal vez Jesús, como garante, va a fallar. Otra vez, veintidós ahí, siete veintidós. Por eso Jesús ha venido a ser fiador de un mejor pacto. Los sacerdotes anteriores eran más numerosos porque la muerte les impedía continuar, pero Jesús conserva su sacerdocio inmutable, intransferible, no puede pasar a otro, puesto que permanece para siempre. Por lo cual, Él también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos. Y aquí tenemos muchas cosas. El juramento de Dios. Y la pregunta, ¿Él es fiel a sus promesas? El garante que es Jesucristo, que Él se pone entre el que hace la promesa y los que reciben, para ser fiador de eso. Dice que Jesucristo conserva su sacerdocio inmutable. ¿Qué más es inmutable? Eso es capítulo siete. Aquí, versículo diecisiete de capítulo seis, dice la promesa, perdón, quería demostrar a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su propósito, de que Dios no va a cambiar de parecer. No está diciendo, ya, hoy voy a hacer eso. ¿Quiénes de nosotros hacemos eso? Y luego, ah ya, tal vez olvide, o mañana. Los propósitos de Dios no cambian. Y en este pasaje está diciendo, la herencia que yo les prometo, es garantizado. No tienen que dudar. Hebreos capítulo nueve, versículo quince, Hebreos nueve quince. Por eso Cristo es mediador de nuevo pacto a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los que han sido llamados reciben la promesa de la herencia eterna. Y es interesante ir viendo estas palabras promesa, herencia, y también de esas cosas en hebreos. Se ve también en hebreos 11 y varios capítulos. Y aquí dice, Habiendo tenido lugar la muerte de Cristo, los que han sido llamados, es decir, cada creyente verdadero que se ha convertido a Cristo, la promesa de la herencia de Eterna es segura. Esto es lo que Yahweh nos ha prometido, a los que permanecemos en fe y perseverancia hasta el final. Hebreos 6, 18. Un concepto, solo vamos a ver la primera parte en este momento. Dice, a fin de que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta. Entonces tenemos dos cosas inmutables que no se puede cambiar otra vez. Y es imposible que Dios mienta. Y el autor otra vez está poniendo, ayudándonos a entender que Dios no es como los hombres. En Romanos 3 dice que Dios sea veraz aunque cada hombre sea mentiroso. Dios siempre es fiel. Podemos mirar a nuestro alrededor y ver todo el engaño, las mentiras, que a veces nosotros también participamos en esos. Pero Dios no es así. Dice imposible que Dios mienta. Y vamos a estar viendo también las dos cosas inmutables al final. Pero otra vez, la palabra inmutable no cambia. Cuando Dios dice algo, es firme. Y vamos a continuar viendo la fidelidad de Dios en el segundo y el tercer punto. Solo voy a terminar este punto leyendo algo del comentarista Kistemaker. Una vez más, leemos un argumento que va de menor a mayor. La apístola a los hebreos está repleta de ejemplos de este tipo de argumento. El hombre, al apelar a Dios, establece la verdad en un asunto determinado. ¿Cuánto más significativo es, por comparación, el juramento que Dios hace para confirmar la seguridad del cumplimiento de sus promesas a aquellos que las han recibido? El mensaje que el escritor de Hebreos transmite es que el hombre puede confiar en la plena veracidad de Dios. Y en realidad, el juramento que Dios hace es, en un sentido, suplúfero. No es necesario, porque Dios va a decir la verdad sí o sí. Ya que Dios mismo es verdad. El hombre a causa del pecado confirma la veracidad de sus palabras, invocando el nombre de Dios. Pero Dios no necesita Hacer eso. ¿Por qué, entonces, formula Dios un juramento? Él desea, otra vez, y eso es lo que quiero transmitir en este momento, demostrar efectivamente a los herederos de la promesa que pueden confiar plenamente en su palabra. Podemos confiar plenamente en su palabra. Pasando al segundo punto, ¿cuál fue la experiencia de Abraham en recibir lo prometido? Yahweh le había prometido a Abraham descendencia, y cuando ya no había esperanza humana, Yahweh la cumplió. Vamos a leer del versículo 13 a 15, Hebreo 6, 13 a 15. Puesto, pues, cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por uno mayor, juró por sí mismo. Diciendo ciertamente te bendeciré y ciertamente te multiplicaré. Y así, habiendo esperado con paciencia, Abraham obtuvo la promesa. dice en versículo 14 diciendo de cierto o ciertamente en esta traducción te bendeciré ciertamente te multiplicaré en la reina valera ese versículo dice de cierto te bendeciré con abundancia te multiplicaré grandemente y la variación en la traducción parece tal vez muy diferente ¿no ve? Pero en el original es difícil traducir palabra por palabra, porque aquí está haciendo un énfasis. Y eso es lo que las dos traducciones están transmitiendo. En la Biblia de las Américas, o la Nueva Biblia de las Américas, dice, ciertamente, En la Reina Valera dice, de cierto, con abundancia. Y en sí, una traducción más literal sería, ciertamente o de veras, bendiciendo, te bendeciré. Multiplicando, te multiplicaré. Es decir, en el original, tiene, repite la misma palabra, bendiciendo, te bendeciré. Multiplicando, te multiplicaré. Y eso fue la manera que ellos, los hebreos, hacían énfasis. Repetían la palabra en otra forma gramatical para hacer énfasis. Yahweh no quería dejar ninguna duda en la mente de Abraham de la certeza, ¿no? Con eso, bendiciendo, Te bendeciré. No te voy a dejar sin bendición. Y de la historia, cuando vamos pasando por la historia, ¿cuántos años pasó desde el momento que Dios le dio a Abraham la promesa hasta que él obtuvo la promesa? ¿Ustedes saben? Unos veinticinco años. Veinticinco años. ¿Quién de nosotros ha esperado 25 años para recibir algo que Dios había prometido? Apenas esperamos un día, dos días, unos meses. Tenía que esperar 25 años. Pero toda la historia de Abraham no fue sin sus altibajos. Cuando vamos viendo su historia, Es, a veces está bien, otras veces no tan bien. Hebreos, perdón, vamos a pasar brevemente a alguna parte de esta historia. De Génesis 12, 1. Génesis 12, 1 dice, hasta 3. Y Yahweh dijo a Abram, vete de tu tierra, de entre tus parientes, de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. En ti serán benditas todas las familias de la tierra. Y en sí se puede ver por decir dos promesas. En versículo dos, haré de ti una nación grande. Haré de ti una nación grande. Y con eso, ¿no?, engrandeceré tu nombre. Y versículo tres, En ti serán benditas todas las familias de la tierra. En ti serán benditas todas las familias de la tierra. Y en sí nosotros estamos experimentando esa bendición. Somos cumplimiento de esa promesa ahí. Pero En ese mismo pasaje, en Génesis 2, también le promete dar una tierra para sus descendencias. Pero unos años después, ¿qué es lo que pasó? Si pasamos a Génesis 15, versículo 2, Y Abraham dijo, oh señor Yahweh, ¿qué me darás? Puesto que yo estoy sin hijos, y el heredero de mi casa es Eliezer de Damasco. Dijo además Abraham, no me has dado descendencia. Y uno nacido en mi casa es mi heredero. No estás cumpliendo Dios. No tengo descendencia. sino uno de mis siervos, es heredero. Su confianza, su fe, en ese momento no fue muy firme. Pero la historia no se detiene ahí. Capítulo 16. Los primeros versículos. Sarai, mujer de Abraham, no le había dado a Luz hijo alguno. Pero ella tenía una sierva egipcia que se llamaba Agad. Entonces Haray dijo a Abram, mira Yahweh me ha impedido tener hijos, llégate, te ruego a mi sierva, quizá por medio de ella yo tenga hijos. Y Abram dijo, no, no es la manera, no es correcto. No, más bien, ¿qué dice el versículo? Abraham escuchó la voz de Sarai. Después de diez años de habitar Abraham en la tierra de Canaan, Sarai, mujer de Abraham, tomó a su sierva, Agar, la egipcia. Se la dio a su marido Abraham por mujer y Abraham se llegó a ella y ella concibió. El relato deja claro que no fue conforme al plan de Dios. Tomaron las cosas en sus propias manos. Y tal como con Adán y Eva, Abraham hizo caso a su esposa, desviándose del plan de Dios. Continuando con capítulo 17, Entonces Dios dijo a Abraham, perdón, versículo 15, 17, 15. Entonces Dios dijo a Abraham, a Sarai, tu mujer, no la llamarás Sarai, sino Sara. Será su nombre. La bendeciré y de cierto te daré un hijo por medio de ella. La bendeciré y será madre de naciones. Rey de pueblos vendrá de ella. Entonces, Abraham se postró sobre su rostro, se rió y dijo en su corazón, a un hombre de cien años le nacerá un hijo, y Sarah, que tiene noventa años, concibirá. Y el pasaje continúa. Y aquí hay un debate si realmente Abraham estaba desconfiando o confiando. Yo creo que para este entonces, ya Abraham estaba confiando. No se ría, como dice ahí, se rió en versículo 17 y dijo en su corazón, a un hombre de 100 años le nacerá un hijo. Yo creo que en este caso, Es una pregunta por decir de fe, diciendo si a un hombre de 100 años va a nacer un hijo. ¿Por qué digo esto? Para este entonces ya Abraham tenía fe. Yo digo eso por lo que dice en Romanos 4. La Biblia interpreta entre sí, ¿no? Entonces debemos dejar que Estamos guiados por la palabra misma. Romanos 4, 17. Habla exactamente de este pasaje. Romanos 4, 17. Al fin de llegar a ser padre de muchas naciones, conforme a lo que se le había dicho, así será tu descendencia. Y sin debilitarse en la fe, contempló su propio cuerpo, que ya estaba como muerto, puesto que tenía como cien años. Eso es lo que hemos visto en Génesis 17. Y también la esterilidad de la matriz de Sara. Sin embargo, respecto a la promesa de Dios, Abraham no titubeó con incredulidad, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, estando plenamente convencido de lo que Dios había prometido. Poderoso era también para cumplirlo. Entonces, ya parece entonces, por fin, podemos decir, Abraham estaba cayendo en la promesa de Dios. Ya casi teniendo 100 años, su cuerpo ya, por decir, no funcionaba como debe o debería. Su esposa, 90 años, muy anciana. No, a esa edad ya no era normal tener hijos. No es normal. Entonces, su cuerpo mismo no daba. Más, la esterilidad de Sarah. Nunca había tenido hijos. ¿Cuáles posibilidades tenían ellos para recibir, por decir, la promesa? Cero, en cuanto a la capacidad humana. Viendo sus posibilidades humanas, no había posibilidad. ¿Pero qué dice el pasaje? Se fortaleció en su fe. Diciendo Dios es poderoso. Va a hacer lo que ha dicho. ¿Y qué dice en Hebreos 6, 14 o 15? Obtuvo la promesa. Obtuvo la promesa. Abraham ya había crecido en su fe. Y sabemos eso porque a continuación, si uno continúa leyendo la historia, ¿qué es lo que se ve? En Génesis 22, Dios dice, Abraham, lleva a tu hijo como sacrificio. La descendencia, el que iba a ser padre de muchas naciones por medio de Isaac. En Hebreos 11, Hebreos 11, 17, Hebreos 11, 17, habla de Génesis capítulo 22. Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac, y el que había recibido las promesas, ofrecía su único hijo. Fue a él a quien se le dijo, en Isaac te será llamada descendencia. Él consideró que Dios era poderoso para levantar a un de entre los muertos, de donde también, en sentido figurado, lo volvió a recibir. Así que vemos la fe de Abraham. Y habiendo recibido, justo antes de recibir, y en ese interín entre Agar, cuando Agar tuvo el hijo, hasta tener, bueno, recibir la visita otra vez, o la promesa de Dios otra vez, en Génesis 17, cuando él tenía casi 100 años, En ese tiempo ya la fe de Abraham fue fortalecida en el sentido de ya decir ya Dios es poderoso, Dios puede ser lo que dice. Llegando a Génesis 22, Dios dice, lleva a tu hijo, el que va a ser padre, no, en siguiente generación, en este, para levantar esta nación grande y sacrificarlo. Y Abraham no dice, no, no, pero tú has prometido por fin tengo este hijo, no voy a hacer eso, sino más bien obedeció. Y Dios fue fiel en eso. Volviendo, perdón, entonces en todo eso vemos dos verdades. La primera verdad es que Abraham, el padre de la fe, también tenía que crecer en su fe. Nosotros sí tenemos que crecer en nuestra fe. Dios tiene paciencia, pero no debemos quedar estancados ni ir deslizando. Tenemos que ir progresando. Y con las caídas es levantarnos, continuar. Y el otro, obviamente, es el más importante, el fundamental en todo eso. Dios es fiel a sus promesas. El ejemplo de Abraham nos muestra la fidelidad de Dios. Eso es lo que este pasaje está diciendo. Y eso nos lleva al tercer punto. Esperemos nosotros, ¿no? Que nosotros debemos esperar con toda seguridad en la fidelidad de Dios para cumplir sus promesas. En toda la historia, la pregunta para nosotros, en toda la historia humana, ¿cuándo Dios ha sido infiel a sus promesas? Pero ya va a comenzar a ser infiel en mi propia vida, ¿no ve? No va a poder en mi vida, en los problemas que yo estoy enfrentando, en las dificultades que yo estoy pasando. Muchas veces pensamos así. Actuamos así. Hebreos 6, 17 y 18. Y hay muchas verdades aquí. Por lo cual Dios, deseando mostrar más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su propósito, interpuso juramento a fin de que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, los que hemos buscado refugio seamos grandemente animados. para hacernos de la esperanza puesta delante de nosotros. ¿Para qué ha hecho eso? Los que hemos buscado refugio, perdón, seamos grandemente animados. El pasaje está escrito para que nosotros seamos grandemente animados. Otra vez hacemos la pregunta. ¿El Dios en el cual tú estás creyendo es fiel o infiel? ¿Tú crees en el Dios verdadero, quien es fiel, o tú crees en un Dios impotente e infiel? El Dios verdadero no es como cualquier hombre mentiroso, ni una deidad creada a nuestra imagen, que no puede cumplir lo que dice. El Dios verdadero es fiel. Hebreos 6, 17 comienza diciendo, por lo cual Dios deseando mostrar más plenamente a los herederos. Yahweh Dios hace este juramento Él tenía que comunicar eso a nosotros. Tenía la obligación para nada. Es la condescendencia de Dios para decir, ¿qué es lo que Él quiere decir? Dios deseando mostrarnos algo. Entonces Dios se esfuerza decir, mira, te quiero manifestar algo. deseando mostrar plenamente que no tengamos duda. Si nosotros somos personas, si por ejemplo yo soy una persona cumplida, voy a decir, y cuando le digo a mi hijo, vamos a hacer esto, y cumplo. Y eso es el patrón. Si eso es el ejemplo, si en un momento dado le digo a mi hijo, te voy a llevar a hacer esta actividad, pero mi hijo no da importancia a lo que le digo, ni cree lo que estoy diciendo, ¿qué está manifestando mi hijo de mí? que no soy veraz, aunque le he manifestado una y otra vez la veracidad de mi palabra. Llevando eso, el pasaje aquí está diciendo eso, pero obviamente de una forma mucho más excelso, de Dios mismo. Dios mismo ha condescendido diciendo Esto lo voy a hacer. Esto es mi promesa. Y voy a dar un juramento además. Yo soy veraz. No necesito dar juramento. Pero para que no dudéis de ninguna forma, voy a jurar también. Y dice ahí, por dos cosas inmutables. Por dos cosas inmutables. Y eso, ¿No? Es, otra vez, hablar de la inmutabilidad de la promesa de Dios. Y cuando dice inmutable, ¿cuáles son esas dos cosas inmutables que no va a cambiar? Según el contexto, la inmutabilidad del propósito de Dios en dar la promesa. Dios no ha dado la promesa para luego retractar. no cambiará su propósito. Y luego también la garantía que ha dado para cumplir su promesa. Tampoco o también es inmutable. Yahweh no ha dado garantía en su juramento para otra vez retractarlo. Entonces tenemos la inmutabilidad de su promesa y también el garante, la garantía de eso. Y recuerden lo que dije de versículo diecisiete, cuando antes no, cuando dice interpuso juramento o garantizó un juramento. Y eso quiere decir, el compendio del diccionario teológico dice, Dios no es simplemente una de las partes, sino que respalda la promesa con juramento, se puede señalar, sin embargo, que Cristo sigue siendo el mediador, garantiza la salvación. Garantiza la salvación es Jesucristo está en medio de este pasaje también y a continuación en los próximos versículos explícitamente. Yahweh nos ha comunicado. Claramente lo que él está diciendo o prometiendo y al final del versículo 18 dice Hacernos de la esperanza delante de nosotros. Hacernos de la esperanza delante de nosotros. Y cuando usamos la palabra esperanza, muchas veces decimos, espero que eso pase. Y en ese sentido, ¿tenemos seguridad que va a pasar? No. La esperanza aquí no es una esperanza así. La esperanza aquí es algo segura. Es algo que sí o sí se va a cumplir. Por ejemplo, hay varias promesas que Dios ha dado y todos tienen que ver con nuestra vida eterna en él, la herencia eterna y varias cosas. que son seguras. No es una esperanza, tal vez sí, tal vez no, quién sabe. No es así. Es una esperanza segura. Los versículos que hemos leído anteriormente en el capítulo 7, Hebreos 7, 23. en adelante los sacerdotes anteriores eran más numerosos porque la muerte les impedía continuar pero Jesús conserva su sacerdocio inmutables puesto que permanece para siempre por lo cual él es poderoso para salvar para siempre no sólo esperando salvar tal vez va a salvar es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de él se acercan a Dios, pues que vive perpetuamente para interceder por ellos, siendo mediador. Él es mediador, intercediendo por nosotros. Hebreos 9 15 otra vez la promesa de recibir la herencia eterna 9 15 por eso Cristo es mediador de un nuevo pacto a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones. Que se cometieron bajo el primer pacto los que han sido llamados reciben la promesa de la herencia eterna. Otra vez, eso es lo que necesitamos, estar aferrándonos a esas promesas. Final del versículo 18, otra vez, 6, 18. Hacernos, es decir, agarrar firmemente la esperanza delante de nosotros. Dios no va a fallar. Y los próximos versículos va a decir, tenemos este ancla para el alma. Algo seguro. No tenemos que dudar, no tenemos que ir a la deriva. Tenemos esto seguro. Los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna. ¿Y cuál es esa herencia? Bueno, hay varios versículos que hablan de eso. Uno, por ejemplo, Romanos 4, 13. Romanos 4, 13. Porque la promesa a Abraham, o a su descendencia, de que él sería heredero del mundo, no fue hecha por medio de la ley, sino por medio de la justicia, de la fe. Y todo ese pasaje muestra que somos descendencia de Abraham, si creemos en el Mesías. ¿Pero qué es la promesa ahí? La promesa es que Abraham, su descendencia, sería heredero del mundo. Y una buena pregunta es, ¿dónde en el Antiguo Testamento es que Dios dijo, Abraham, que iba a ser heredero del mundo? No creo que hay. Pero si uno va leyendo, creo que es Génesis 2 a 12, 3, donde dice en ti serán benditas todas las naciones de la tierra. Y luego hay otro versículo semejante en capítulo 17. Ahí está. Pero no dice explícitamente como este, pero si somos creyentes, saben nuestra herencia, No es un pedacito de tierra. No como están pensando algunos israelitas o algunas personas dentro de la iglesia buscando para la nación de Israel hoy día. Más bien, nuestra herencia es el mundo, todo el mundo. Y dice también, si ustedes quieren leer, en Apocalipsis 21, Habla de la nueva Jerusalén, los nuevos cielos y tierra también. Ahí está. Esa es nuestra herencia. Esa es la promesa o parte o tal vez el fin de la promesa que Dios nos ha prometido. Y la pregunta es, ¿Dios es fiel en esa promesa? Ahí en Romanos 4, 13, la promesa Abraham, o su descendencia, de que él sería heredero del mundo. Eso es para nosotros. No duden. Nosotros vamos a recibir esa herencia. ¿Quién recibe la herencia? Los herederos. Eso es lo que está diciendo en Romanos 4. Eso es lo que está diciendo Hebreos 6. ¿Qué dice Hebreos 6, 17? Por lo cual, deseando mostrar más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su propósito. Y ahí, parte de esa promesa es de que seríamos herederos del mundo. Así que en este pasaje, la pregunta es, o la verdad, el fundamento de lo que estamos viendo es, Yahweh Dios es el único quien cumple sus promesas, siempre cumple sus promesas. Este pasaje en sí no está diciendo, bueno, depende de ti, más bien es Yahweh quien es fiel. Nosotros tenemos que esperar con toda seguridad en la fidelidad para cumplir sus promesas. Podemos tener plena confianza que Yahweh Dios sí o sí cumplirá lo que Él ha dicho. ¿Para quiénes son estas promesas? ¿Para quiénes son? ¿Para todas las personas sin excepción? No. Hebreos 6, 18. Bueno, hay varias frases en todos estos versículos, pero vamos aquí. Dice los que hemos buscado refugio, los que hemos buscado refugio. Este refugio se encuentra en Jesucristo por su obra de salvación y mediación a nuestro favor. Los que creen, perdón, los que no creen en Jesucristo están expuestos a toda la furia e ira de Dios, que se menciona una y otra vez en esta carta y aún unos pocos versículos anteriores. Pero los que entramos en el reposo de Dios, podemos, no por confiar plenamente en Cristo, es para nosotros. Es para nosotros los que confiamos plenamente en Cristo. Y esa confianza se manifiesta en la perseverancia. Se manifiesta en la perseverancia. Somos nosotros los que hemos buscado refugio, no solo por un momento, sino que siempre estamos refugiados en él. Y quiero terminar este punto con la frase en medio de Hebreos 6, 18. Dice, seamos grandemente animados. Grandemente animados. El ánimo se basa en Dios, sus promesas y lo que Él ha hecho en Jesucristo. y también en lo que nos ha prometido a base de eso. El ánimo de decirnos confiadamente, con perseverancia, que dice ahí al final, para decirnos para que, buscando refugio, seamos grandemente animados para decirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. El ánimo de decirnos es que estamos agarrando con todas nuestras fuerzas por lo que Cristo ha hecho, por quien es Dios. Debemos desconfiar en nosotros mismos y confiar en Dios. Y dice no solo que seamos animados, más bien que seamos grandemente animados. No es un poquito de ánimo. Más bien es realmente entender la promesa de Dios, es segura y Dios es fiel. Y sí o sí vamos a recibir. Seamos grandemente animados. Recordemos a Abraham, él vio su propio cuerpo como muerto. La esterilidad de su esposa, también la edad de su esposa, no había esperanza humana. Confió plenamente en Dios. Y para nosotros, Podemos ver nuestras circunstancias personales, podemos ver lo que está pasando en el mundo, toda la maldad, y decir, ya ha salido del control. No es así. La esperanza, la firmeza, la seguridad de la promesa sigue vigente, sigue en pie, es segura. Así que para ir concluyendo, otra vez la pregunta, ¿tu Dios es fiel o infiel a sus promesas? ¿Actuamos en nuestro diario vivir como si Dios nos tuviera digno de confianza? Los israelitas experimentaron muchas bendiciones de Dios. Sin embargo, se quejaban, desconfiaban. En la palabra, las promesas de Dios. Desconfiaban en el poder de Dios. ¿Cómo actuamos nosotros? Yo sé que hay cosas difíciles, muy duras, que pasamos. No estoy minimizando eso. Pero donde tenemos nuestros ojos puestos, en nuestro salvador, el fiador, el garante, en Dios quien hace las promesas, o nosotros mismos, nuestras circunstancias, y ya, lo que tememos. Esa es la pregunta para nosotros. Recordemos la verdad principal. Yahweh Dios es el único quien siempre cumple sus promesas. Podemos confiar plenamente que Él es fiel para darnos todo lo que nos ha prometido. Y para terminar voy a leer dos pasajes. Primero de Pedro 1. 3 a 5, bendito, primero de Pedro, perdón, 1, 3 a 5, bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo. de entre los muertos para obtener una herencia incorruptible, inmaculada y que no se marchitará, reservada en los cielos para ustedes. Mediante la fe, ustedes son protegidos por el poder de Dios para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo. Y segundo de Corintios 4. Segundo de Corintios 4, 16 a 18. Por tanto, No desfallecemos. Antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo, nuestro hombre interior se renueva de día en día. Segundo Corintios 4, 17. Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven, porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. Oremos, hermanos. Gracias señor por este pasaje y sabemos que fue escrito para que nosotros seamos grandemente animados al contemplar tu fidelidad, que tú nos has dado promesas, y también tú te has dignado a comunicar estas promesas a nosotros, tus criaturas, para que nosotros pudiéramos tener la plena seguridad de que sí o sí vas a cumplir lo que has dicho. Sabemos que por nuestro Mesías Jesucristo, el que se ha dado su vida, el que también está intercediendo por nosotros, podemos tener la plena confianza de recibir todo lo que tú nos has prometido. Y Señor, muchas veces, en el día a día, nos quejamos, desconfiamos, nos desanimamos, Pero Señor, te pido que una y otra vez podemos levantar nuevamente la vista a Ti, Señor. Y ayúdenos tampoco a desanimarnos por nuestra propia falta de fe. Ayúdenos más bien a volver la mirada de nosotros mismos a Ti, viendo que Tú eres fiel, Señor. Y te pido, Señor, por cada hermano, la dificultad que cada hermano está pasando, aún si, o especialmente si está desanimado, si está flaqueando su fe, puede volver a mirarte a ti, Señor, el que es fiel a tus promesas, Señor. Tú eres el único Dios verdadero y tú eres el único que cumple fielmente todo lo que tú has dicho. Y nosotros tenemos una herencia eterna garantizada por ti. Gracias, Señor, por eso. Y otra vez, ayúdenos a estar grandemente animados hoy, esta semana y en nuestras vidas, Señor. Ayúdenos a seguir volviendo la mirada a ti, en tu nombre. Amén.
¿Tu Dios es fiel o infiel a Sus promesas?
Series Hebreos
Verdad principal: Yahweh Dios es el único quien siempre cumple Sus promesas. Podemos confiar plenamente que Él es fiel para darnos todo lo que nos ha prometido.
Escrituras tomadas de la Nueva Biblia de las Américas Copyright 2005 por The Lockman Foundation; usadas con permiso; todos los derechos reservados. www.NuevaBiblia.com
Sermon ID | 115232229485508 |
Duration | 1:12:11 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Hebrews 6:13-18 |
Language | Spanish |
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