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Vayamos a Marcos capítulo 9, verso 14 al 29, retornando a nuestra serie en este evangelio extraordinario escrito por Marcos acerca de la persona, de la vida y del ministerio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Marcos capítulo 9, versos 14 al verso veintinueve dice cuando llegó a donde estaban los discípulos vio una gran multitud alrededor de ellos y escribas que disputaban con ellos y enseguida toda la gente viéndole se asombró y corrieron a él les saludaron y les preguntó que disputáis con ellos Y respondiendo uno de la multitud, dijo, Maestro, traje a mi hijo, que tiene un espíritu mudo, el cual donde quiera que le toma, le sacude, y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando. Y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. Y respondiendo él, les dijo, oh generación incrédula, ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traedmelo. Y se lo trajeron, y cuando el Espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al Padre, ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo, desde niño, Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua para matarle. Pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos. Jesús le dijo, si puedes creer, al que cree, todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo, creo, ayuda mi incredulidad. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole, espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él y no entres más en él. Entonces el espíritu, clamando y sacudiendo con violencia, salió y él quedó como muerto, de modo que muchos decían, está muerto. Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó y se levantó. Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte, ¿por qué nosotros no pudimos echarle fuera? Y les dijo, este género con nada puede salir sino con oración y ayuno. Amén. Bueno hermano, este pasaje que hemos leído es la antítesis del anterior En el pasaje anterior a este texto que hemos leído, ahí encontramos a nuestro Señor Jesucristo quien había subido al monte de la transfiguración y allí Él le brindó una exposición del cielo a tres de sus discípulos. Ahí en aquel lugar, Él le dio una exhibición celestial a esos hombres. le dio una visión de la gloria del cielo que disfrutaremos todos nosotros el día que pongamos nuestros pies en ese lugar. Allí le enseñó, le enseñó todos los aspectos que disfrutan en el día de hoy Moisés y Elías, los cuales ya habían partido. unos años que habían partido Moisés y Elías, sin embargo, aunque sus cuerpos habían sido dejados en la tierra, Moisés y Elías continuaban vivo y disfrutando de la gloria celestial. Aquí vemos un contraste bien interesante entre lo que es la vida en el cielo y la vida aquí en la tierra. Y es básicamente lo que quiero contrastar en esta mañana, aquí entre nosotros. No duran mucho tiempo los momentos, las ocasiones y circunstancias en que experimentamos una realidad celestial en nuestras vidas, un gozo y un deleite del cielo en nuestras vidas, no duran mucho tiempo. aún no estamos preparados para el disfrute del cielo, en los términos que lo estaban disfrutando Moisés y Elías, de lo cual le dieron un vistazo a estos discípulos. Nubes se suceden y cubren nuestra visión celestial y nuestro disfrute de esa visión celestial como aconteció con estos discípulos que acompañaron al Señor al monte de la transfiguración. Sin embargo, observamos aquí que cuando el Señor descendió del monte con Pedro, Jacobo y Juan, una gran multitud les aguardaba. Dice, cuando llegaron, cuando llegaron a los discípulos vieron una gran multitud alrededor alrededor de ellos y a unos escriba que disputaban con ellos esa fue la bienvenida que le dieron al descender de aquel monte llamado el monte de la transfiguración se vieron de pronto rodeados de una gran multitud de personas que habían ido allí no por mera curiosidad, sino en busca de ayuda, en busca de socorro para tratar y lidiar con sus múltiples, variadas necesidades. Y sin lugar a duda, mis amados hermanos, esto tiene una lección importante para nosotros. para hacernos solitarios, insociables, y ermitaños sino que nuestros retiros espirituales deben de servir para equiparnos a fin de que seamos más útiles y competentes a la hora de servirle a las multitudes nuestros retiros espirituales nos deben de capacitar para salir al encuentro de las demandas de la vida cotidiana que tenemos nosotros de manera personal pero que también tienen nuestros familiares y todos aquellos en la casa, sea en el trabajo, o sea, en la iglesia. De hecho, la competencia y todo el bien que le podamos brindar a los demás a través de nuestros servicios, ministerios, y buenas obras, en buena medida dependerán de cuán celestial haya sido nuestra preparación para lograr tales fines. Estos hombres, los discípulos, fueron llevados a ese retiro exquisito. Pero mis amados hermanos, no para que se quedaran chupándose los dedos por muchos días, sino para equiparles, para que fueran más competentes, más sensibles, más más idóneo para ministrar a las necesidades multitudinarias que normalmente acompaña a nuestra gente. Por otro lado, además de la multitud, cuando dejaron el monte de la transfiguración, se encontraron con los nueve restantes discípulos viviendo un amargo episodio en el cual habían fracasado de manera estrepitosa en el intento de expulsar al demonio que había habitado en la vida de ese muchacho. No solamente estaban viviendo un amargo episodio de fracaso, sino que también estaban siendo vilipendeados por los escribas que sin lugar a duda en ese contexto se hallaban frotándose las manos al ver el fracaso de ellos en el intento de expulsar el demonio de la vida de ese muchacho. Como bien dice William Henderson, no extrañaría que estos escribas se estuvieran riendo acarcajadas con muestra de burla y maligno deleite al ver la incapacidad de los nueve discípulos para sanar al niño dominado por el espíritu maligno. Les estarían ridiculizando. nueve se veían en graves apuros para intentar defenderse ante toda aquella gente. Ahora, hermanos, es interesante observar que en medio de esa vergonzosa dificultad en que se encontraban los discípulos en gran aprieto, ahí apareció el Señor Jesucristo. Él nunca llega tarde y para Él nunca es tarde. No importa lo adversa que sea la situación, lo vergonzosa que sea, lo humillante que sea, lo desesperante que sea la circunstancia que rodea a sus discípulos, Él nunca llega tarde y para Él nunca es tarde. Aunque tu caso ya hiera, como Lázaro, después de tres días sepultado en una tumba, él puede decir, Lázaro, ven fuera. Y no importa cuán putrefacto sea tu caso, cuán perdida sea tu circunstancia, él puede decirte, Lázaro, ven fuera. Y desde allí te sacará Él a un de las mismas fauces del infierno. En segundo lugar, vemos en este pasaje que en Cristo está el fin de toda controversia. En Él está la potestad no solamente para dar fin a toda controversia, sino también para expulsar a Satanás de todos sus dominios y de todas sus posesiones. Lo primero que el Señor hizo fue preguntar por la causa de aquella controversia que se daba entre los discípulos y los escribas, que disputáis con ellos. Le respondió uno de la multitud, maestro, traje a mi hijo porque tiene un espíritu y donde quiera que se apodera de él, lo derriba. Echa espumarajos y cruje los dientes, y se va desgastando. Dije a tus discípulos que lo echasen fuera, pero no pudieron." Ahora, es interesante observar que en este pasaje vemos que la respuesta que le dan al Señor a la pregunta que Él hace, no procede de los discípulos, tampoco procede de los escribas, sino que quien sale inmediatamente para responder la pregunta es el padre del muchacho por el cual había dado lugar a esa controversia. Eso es lo primero que dice. Y notemos ahí en ese texto, hermanos, que este hombre no solamente explica la causa de la discusión, sino que también le narra la condición en que se encontraba su amado Hijo. Es evidente que la falta de fe en los discípulos para expulsar el demonio fue lo que originó la burla de los escribas y el mal reporte del padre del niño. Había una situación delicada para los discípulos, pero también aquí había una situación delicada para el testimonio del ministerio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Por su incapacidad, no solamente quedaban mal parado ellos sino que también dejaban mal parado el nombre de nuestro Señor Jesucristo porque en el nombre de Jesús era que ellos llevaban a cabo aquella obra de liberación de las potestades satánicas que poseía este niño o que tenía este niño Amados hermanos, lo mismo sucede en el día de hoy con nosotros. ¿Qué es lo que la gente ve? ¿Qué es lo que la gente examina? ¿Qué es lo que la gente juzga y valora? Obviamente que ellos, la gente que nos rodean, ven nuestra conducta, examinan nuestra conducta, juzgan nuestra conducta y valoran nuestra conducta en la vida cotidiana, en nuestro andar diario, en nuestro andar cotidiano. La gente sabe muy bien y puede identificar nuestra condición y circunstancia a la hora de resolver problemas, los problemas de la vida. y nos juzgan por la manera en que nosotros enfrentamos los problemas y le damos solución a los problemas que afectan nuestras vidas en nuestro diario vivir. Y este es un punto sumamente importante, mis amados hermanos. Cada problema que afecta nuestra vida, cada circunstancia que afecta nuestra vida, estamos llamados a resolverlo y a enfrentarlo con el poder de Dios por medio de la fe. Ahora, cuando la gente ve nuestro fracaso en resolver nuestros problemas a la manera de Dios, con el poder de Dios, con la sabiduría de Dios, con la gracia de Dios, con el poder de Dios por medio de la fe normalmente reaccionan como estos escribas haciendo burlas y escarnio no solamente de nosotros sino también de Cristo y del Evangelio estamos llamados a vivir en el poder de Dios y a actuar y a enfrentar cada asunto de la vida en el poder, en la gracia y en la sabiduría de Dios por medio de la fe la gente juzga, valora, examina, condena o aprueba nuestra conducta cotidiana de cara a los problemas que enfrentamos, de cada a las adversidades que confrontamos, de cara a las demandas que confrontamos de ahí la importancia de que cada día crezcamos mis por medio de la fe para enfrentar cada asunto, cada necesidad, cada circunstancia de nuestra vida personal, de nuestra vida familiar, de nuestra vida social, de nuestra vida eclesiástica. Estamos llamados a eso. ¿Para qué? Bueno, para que podamos decir con Pablo, todo lo puedo en y ese todo lo puedo, amados hermanos, sin lugar a duda que es el fruto del uso del poder y la gracia de Dios para afrontar todos los problemas que la vida encierra para cada uno de nosotros. Observemos que el Señor, con el fin de acabar con aquella disputa y resolver el problema del padre y su hijo endemoniado, preguntó, ¿qué disputáis con ellos? Por eso, el padre, ansioso de ver a su hijo libre de aquella cadena de demonio que le ataba, tomó la palabra de la multitud y le explicó sus circunstancias, dándole un detalle de todo lo sucedido y explicando la condición en que se encontraba su hijo. Hermanos, ¿cuánta gente te ha pedido la oración por problemas particulares que están enfrentando a lo largo y ancho de tu vida cristiana? ¿Qué tú haces con esas peticiones que te hacen para que tú le lleven oración delante de Dios. ¿Te olvidas de ello? ¿O haces tú un récord de esas oraciones que tú has hecho delante del Señor pidiendo sojorro en favor de alguien que está en apuros, como este Padre? Y amados hermanos, este pasaje nos dice que un ser humano puede ser dañado por Satanás desde muy temprano en la vida. Padres, susrayen eso. Susrayemos esto. Desde muy temprano en la vida nuestros hijos pueden ser dañados. El caso de ese padre puede ser el tuyo y puede ser el mío. Desde una edad tierna, Satanás puede sumergir a nuestros hijos en miserias espantosas, en densas tinieblas de mentira y de error, y en vicios atroces que sumirán sus vidas en una ruina desde muy temprana edad. Note la pregunta del Señor, ¿cuánto tiempo hace que le sucede esto? Él dijo, desde niño. Muchas veces le echa en el fuego o en el agua para matarlo. Pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos. Observemos en este texto que desde niño el diablo empezó su actividad en la vida de ese infante, desde niño. Amados hermanos, cada pecado que mora en la vida de nuestros hijos es tan malo como el demonio que habitaba en el corazón de ese muchacho. Cada pecado que habita en la vida de uno de nuestros hijos es tan dañino y arruinante como el demonio que habitaba en la vida de ese muchacho. Desde niño Oiga bien, desde niño muchas veces le echa en el fuego. Y desde niño muchas veces le echa en el agua para matarlo. Así obraba el diablo. No respetaba que era un niño. Quería quemarlo. No respetaba que era un niño. Quería ahogarlo. Hermanos, el diablo vino a eso, a matar y a destruir. Y esa actividad no solamente la despliega con los adultos, es la que despliega desde que son niños. Nuestros hijos son el sujeto, el sujeto de esa obra mediante el cual Satanás quiere quemarlos Y si no lo puede quemar, intentará ahogarlos, o con agua o con fuego. El asunto es sacarlo de circulación. Sacarlo de circulación. Esto nos enseña que si Satanás trabaja desde temprano para arruinar la vida de nuestros hijos, Es nuestra responsabilidad y papel como padre, como madre entregarnos desde la madrugada de su vida para trabajar a tiempo y fuera de tiempo usando los medios públicos y privados que Dios nos ha dado para que expulsemos a Satanás, los demonios el pecado que mora en sus vidas. En la casa, en la iglesia, deben haber hombres y mujeres llenos de Cristo para hacer la obra de Cristo en el corazón y en la vida de nuestros hijos. Eso es lo que Dios espera, lo mínimo que Dios espera de nosotros. ¿No perdamos tiempo? Nunca es demasiado temprano para comenzar a trabajar con la vida de nuestros hijos. Nunca es demasiado temprano. Mi hermano, el diablo trabaja bien temprano en sus vidas. Usted y yo debemos comenzar madrugando a trabajar en la vida de nuestros hijos. Si él se levanta temprano, tú y yo debemos levantarnos de madrugada a trabajar en favor de nuestros hijos. ¿Cómo debemos empezar a trabajar en sus vidas? Hermanos, orando. Orando por ellos desde temprano, en nuestros hogares, en nuestras habitaciones. en nuestras camas, cuando nos desvelamos, rogar allí. Eso es trabajar en favor de ellos y en bien de ellos. Nunca es muy temprano para que le hablemos del Señor Jesucristo. Nunca es muy temprano para que le hablemos del pecado, de la realidad, de la pecaminosidad de sus corazones. nunca es muy temprano para que le hablemos de la realidad de la muerte y de la condenación eterna que les aguarda si no se arrepienten de sus pecados, porque el hecho de que sean nuestros hijos no le librará de las llamas del infierno si no se han convertido. Por eso es necesario que desde temprano le hablemos de Satanás, de sus artimañas, de sus obras, de la consecuencia de ser un hijo de satanás en esta vida. Es necesario que le hablemos de la salvación del cielo, del infierno, que le hablemos de sus propias almas, de la necesidad que hay de un salvador. Hermanos, desde temprano hay que comenzar esa tarea, porque el diablo desde temprano empieza a hacerlo. desde muy temprano él empieza a hacerlo nunca es muy temprano para que le hablemos de la gracia inescrutable que libremente es ofrecida por Cristo Jesús para todo pecador arrepentido si se pueden convertir siendo niños Cristo también habita en los corazones de los niños si se arrepienten de sus pecados trabajemos para sacar el espíritu malo de sus corazones para que sean llenos del espíritu santo y mis amados hermanos no cometa la desfachatez de dejárselo al diablo y a la televisión mientras tú estás aquí en el culto no cometa esa desfachatez a que mi esposo es inconverso y lo apoya Con tu marido inconverso, tu hijo será al infierno también. ¿Eso es lo que tú quieres? ¿Eso es lo que tú quieres? ¿Que con tu marido impío tu hijo se vaya al infierno? Pues está bien, déjalo ahí, que por ese camino van a llegar junto al infierno. Ahora su sangre te la van a demandar a ti. Su sangre te la van a demandar a ti. No temos que el padre del muchacho le atribuye el fracaso de los discípulos a la falta de poder que había en ellos. Sin embargo, nuestro Señor Jesucristo corrige ese error y les enseña a ellos que el fracaso en la expulsión del demonio no se debió a la falta de poder, sino a la incredulidad, a la falta de fe. Mis amadas hermanas y hermanos, La razón por la cual muchas veces dejamos a nuestros hijos para que anden en sus anchas, en su vida de pecado, se fundamenta en eso. Nuestra incredulidad y falta de fe para creer que la gracia de Dios le puede alcanzar a ellos desde su tiene edad. Por eso no nos esmeramos ni nos sacrificamos para levantarlo temprano desayunarlos y traerlos a la iglesia para que reciban el pan de una buena escuela dominical por eso se lo dejamos allá a la televisión para que lo empapen de entretenimiento y lo hagan cada vez más bruto y voto a los asuntos del evangelio Dije a tus discípulos que lo echasen fuera, pero no pudieron. Y respondiéndoles dijo, ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os soportaré? ¡Traedmelo! Se lo trajeron, y cuando el Espíritu le dio, de inmediato sacudió al muchacho, quien cayó en tierra y se revolcaba echando espumarajos. Jesús preguntó a Su Padre, ¿cuánto tiempo hace que le sucede esto? Él dijo, desde niño. Muchas veces le echan el fuego o en el agua para matarlo, pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos. Jesús les dijo, si puedes, al que cree, todo lo es posible. inmediatamente el padre del muchacho clamó diciendo creo ayuda mi incredulidad mis amados hermanos aquí en este texto se revela algo interesante para nosotros y esto es importante hermano viéndolo en el contexto de lo que son nuestros hijos y de la carga que sentimos en el corazón al ver su dureza al ver su resistencia a venir a la iglesia su resistencia para participar de un devocional familiar, su resistencia a la lectura de la palabra de Dios, su natural rebeldía que exudan sus poros. Es normal que nos llenemos de preocupación, pero mis amados hermanos, he aquí el modelo de Dios para los padres, ¿Qué es lo que este texto nos dice a los padres? Aquí se nos enseña con claridad meridiana que para resolver nuestros problemas y satisfacer las necesidades que tienen nuestros hijos el camino para hacer eso y lograr eso es el camino de la fe es el camino de la fe por medio de la fe Dios otorga el perdón de todos los pecados, por medio de ella Dios remite o da remisión de todos los pecados, a través de ella Dios brinda justificación en la corte divina de todos los pecados, por medio de ella Dios ofrece santificación de todos los pecados, el da vida eterna, el don del espíritu y la liberación de las prisiones de satanás a través de qué? a través de la fe por eso mis amados hermanos nuestro papel como padre cada día debe de ser crecer más y más en esa fe en esa fe que nos ha de capacitar para lidiar con nuestros hijos y para presentarle con mayor claridad a Cristo en sus circunstancias personales en las que se hayan sumido y esto desde su temprana edad desde su temprana edad usted y yo debemos de ser diestro en la comunicación a sus almas del mensaje del perdón de sus pecados Usted y yo debemos de ser diestros en la comunicación del mensaje de la remisión de sus pecados. Debemos de ser diestros en la comunicación del mensaje de la justificación por medio de la fe, o el de la santificación, o el del don del Espíritu Santo, o el de la liberación de la esclavitud del pecado. Usted y yo debemos de ser diestros en el conocimiento de las doctrinas bíblicas, mis amados hermanos, porque ahí está el poder de Dios para redimir, salvar, liberar a nuestros hijos de la potestad de Satanás en la cual se encuentran desde niños, desde niños, si aún no se han convertido. Si este padre iba a ver a su hijo libre del demonio, ¿Cuál era el requisito que les planteaba aquí el Señor Jesucristo? ¿Cuál era? Debía de creer que Cristo era todopoderoso. Él debía de creer que Cristo era todopoderoso, capaz de hacer todo aquello que los discípulos no pudieron hacer para liberar a su Hijo del demonio. Y esto, mis amados hermanos, es algo en lo cual hay que crecer. Hay que crecer. ¿Y cuál es el medio que Dios ha dado para que crezcamos en fe? La palabra de Dios. Ella es el abono que hace crecer ese árbol de la fe, grande, gigantesco, florecido y frutífero en nuestros corazones. Y es bajo ese árbol que Dios quiere que nuestros hijos crezcan sanos y saludables, libres de la influencia y el poder de Satanás en este mundo. Nuestras vidas familiares, nuestros hogares deben de ser un copioso árbol de fe. donde se vive por fe y donde se practica la fe en cada circunstancia y en cada aspecto de la vida familiar. Y es interesante ver que este hombre era suficientemente sabio para reconocer el tamaño de su fe. Por eso, él dice, yo creo, pero mira, yo no estoy seguro de todo lo que creo, yo no sé todo lo que yo creo no conozco todo lo que yo creo por eso lo primero que él hace ¿qué fue? poner su corazón en las manos del Señor poner lo poco que tenía en las manos del Señor ¿por qué? porque él sabía que lo poco en las manos del Señor se convertía en mucho automáticamente por eso Él, su poca fe, la puso primero que nada en las manos del Señor, porque Él conocía que Cristo tenía la capacidad de multiplicar esa escasa fe que había en su corazón. Creo, ahora, ayuda, ayuda Mi incredulidad, en otras palabras, saca ese pecado de mi corazón, expúlsalo de allí. Y mis amados hermanos, aquí hay una clara lesión de que Dios premia la fe, sea grande o sea pequeña. Dios premia la fe, sea grande o sea pequeña. dándonos lo que le pedimos por medio de ella, espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él y nunca más entres en él. Ese fue el mandato de Cristo en respuesta a la fe de ese padre afligido que clamaba y suplicaba por la gracia y la misericordia de una intervención divina para liberar a ese pobre muchacho que desde niño había sido nada más y nada menos que residencia de un demonio. Entonces, clamando y desgarrándole con violencia, el Espíritu salió y el muchacho quedó como muerto de modo que muchos decían está muerto pero Jesús le tomó de la mano y le enderezó y él se levantó ahora es interesante en ese texto observar la reacción del demonio cómo reaccionó el demonio al mandato de Cristo Entonces, clamando y desgarrándole con violencia, el espíritu salió y el muchacho quedó como muerto. La palabra griega sparasas, desgarrar, significa romper, despedazar, descuartizar, arruinar, deteriorar, estropear. ¿De modo qué? Eso fue lo que el diablo, este demonio hizo con este muchacho. Cuando se iba, ese fue el regalito que le dejó. Ese fue el regalito que le dejó. El diablo paga mal siempre al que bien le sirve. ¿Con qué paga Satanás? Al dejar la casa que le sirvió de morada desde que ese joven era niño, el muchacho quedó como muerto. Hermanos, así es como el diablo deja la casa, así es como él deja los instrumentos que le sirven cuando se va, los deja como muerto. Si tú impides que tus padres te traigan a Cristo y a la iglesia para que Él te libere de esos pecados endemoniados que están rompiendo tu vida, que están despedazando tu vida, que están descuartizando tu vida, que están arruinando tu vida, que se hayan deteriorando y estropeando tu existencia, prepárate. Porque lo que el diablo hizo con ese muchacho, lo hará también contigo. Tú no serás la diferencia. El diablo siempre paga mal a los que son buenos instrumentos en sus manos. Esa será tu historia mañana. Si no la es hoy, ya. Ahora, ya. Así dejará Satanás tu vida si no le entrega tu alma a Cristo para que Él te libere del imperio de Satanás. Este joven fue bienaventurado en tener un padre que, aunque reconoce que tenía poca fe, era suficientemente creyente como para reconocer que él mismo no tenía la capacidad para reformar a su hijo pero también para reconocer que en Cristo sí estaba el poder para transformar a ese muchacho en donde el demonio había hecho una tragedia, una tragedia. Este joven era un muchacho dichoso y bienaventurado. porque tenía un papá responsable. Hermanos, ¿se puede decir eso mismo de nosotros como padres? ¿Se puede decir eso mismo de nosotros como papá, como mamá, que somos responsables de brindarle a nuestros hijos la oportunidad de que conozcan a Cristo como Señor y Salvador? pues estamos conscientes de que Él es el único de que le puede librar de todo aquello que rompe sus vidas, que despedaza sus vidas, que descuartizan, arruinan, deterioran y estropean su existencia. Él es el único que lo puede librar. Amados hermanos, finalmente, a la pregunta que los discípulos hacen de sus incapacidad y impotencia, Cristo también le da la respuesta. Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron en privado, ¿por qué no pudimos echarlo fuera nosotros? Él les dijo, es de género, con nada puede salir, sino con oración. El trabajo en el Señor no es fácil, ni siquiera, ni siquiera en nuestras propias casas. El trabajo en el Señor, hermano, no es fácil en ningún lugar, ni siquiera con los nuestros ha sido fácil. Y hoy, tampoco lo es. Tampoco lo es. Nunca ha sido fácil hacer la obra de Dios, ni en nuestro propio hogar, ni siquiera en la vida de aquellos que le hemos dado la vida, nuestros hijos. No es fácil. todos, absolutamente todos, se hallan en la misma condición y en el mismo estado, en que se halla el mago del cual dice Pablo, en Hechos 13, 10, ¡Oh tú, lleno de todo engaño y de toda malicia! Hermano, ¿a quién se describe ahí? al vecino no, nuestros hijos, esos son nuestros hijos esos son tus hijos y los míos si no se han convertido naturalmente están llenos de todo engaño y de toda malicia son hijos del diablo ese es el problema son hijos tuyos en la carne pero en el espíritu son hijos del diablo por eso es tan difícil trabajar con ellos y es fácil trabajar con el diablo ¿Cuándo ha sido fácil? Nunca ha sido fácil. Son enemigos de toda justicia. Hermano, ¿cuánto trabajo da traerlo a la iglesia? ¿Por qué? Porque son enemigos de la justicia. Este es el problema. ¿Cuánto trabajo da ponerlo a leer la Biblia diariamente para que mediten en ella y sean impactados por su mensaje? Ahora, ¿por qué no se oponen a ellos? Porque son enemigos de toda, no de alguna justicia, de toda justicia. No cesará de pervertir los caminos rectos del Señor. ¿Qué hacen ellos normalmente? Pervierten los caminos rectos del Señor. Usted lo pone a leer la Biblia, si usted no está ahí, pregunten lo que aprendieron de lo que leyeron. Primero de Juan 3.10 dice, en esto se revelan los hijos de Dios y los hijos del diablo. Todo aquel que no practica justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano. De ahí, mis amados hermanos, que debemos de aplicar la receta de nuestro Señor Jesucristo, aquella que le dio a los discípulos, si queremos que no nos pase a nosotros como le pasó a los discípulos cuando se enfrentaron a ese demonio, ahí, en esas circunstancias. Nuestros hijos necesitan de padres que oren por ello, de padres que sean buenos creyentes, de padres que sean responsables en administrarles los medios públicos y privados de gracia. Hermanos, es en ese contexto donde Dios habrá de obrar en su vida la liberación que sus almas necesitan. Necesitamos poder Y para obtener ese poder, para comunicar el mensaje, necesitamos orar. Tenemos un mandamiento para llevar el mensaje. Y para obtener tal cosa, debemos de orar. Tenemos una promesa de que seremos bendecidos. Ahora, para lograr eso, ¿qué debemos de hacer? Orar. Esa es la receta de Dios. Y mis amados hermanos, no nos cansemos. no nos cansemos nunca de hacerle bien a nuestros hijos ministrándole la palabra de Dios con fidelidad y eficiencia porque el diablo nunca se ha cansado ni se cansará de hacerle mal a tus hijos y de llevarlo rumbo al infierno ese es su propósito de ahí que debemos de trabajar a tiempo y fuera de tiempo en el ministerio de enseñar la palabra de Dios a nuestros hijos y sobre todo de llevar a nuestros hijos a los pies del Señor Jesucristo. Él es el único que le puede salvar de todas las obras del diablo en sus vidas. Y créanme que lo que el diablo hizo con ese muchacho comenzó bien temprano en su vida, esa es una realidad que describe a cada uno de nuestros hijos. Cuando el diablo empezó su obra en tu hijo, desde que fue concebido en el vientre de tu madre, porque ahí fue concebido en pecado, dice la Escritura. Y de ahí en adelante no ha habido un solo segundo en el cual Él no haya estado activo en ese ministerio de romper a tu Hijo en muchos pedazos, moralmente hablando, de despedazar su formación espiritual, Él no ha descansado en su actividad para descuartizar los principios de la verdad que tú le has establecido. Él no ha descansado nunca para traerles ruina. Ruina en todos los aspectos de su vida. Nunca se ha detenido en procurar deteriorar su relación contigo. Nunca se ha detenido en trabajar activamente para llevarle a la muerte. Oh, mis hermanos, que Dios nos dé gracia para entender estos principios bíblicos, para trabajar con nuestra familia, para trabajar con nuestra familia. Quiera Dios que cuando lleguemos al cielo, nuestros hijos entren con nosotros a ese mismo que el premio de Dios al trabajo serio, diligente y fiel con el que hemos vivido todos los días en esta tierra, desde que ellos llegaron al seno de nuestros hogares. Que Dios nos ayude, hermanos, porque ciertamente qué difícil es, qué difícil es hacer la tarea, qué difícil es hacer la tarea. Solamente Cristo puede liberar al ser humano del pecado y de todas las consecuencias del pecado. El padre de ese muchacho estaba muy consciente de eso. Por eso lo llevó a Cristo, porque él sabía que los discípulos no podían hacer nada, lo intentaron y no lo lograron. Él tampoco podía hacer gran cosa. excepto llevarlo a los pies del Señor Jesucristo. Y ahí, ahí y solamente ahí logró liberar a su hijo y logró liberar el pesar que había en su corazón por cargar con esa cruz de un muchacho endemoniado desde que era niño. Mis amados hermanos, cuando Cristo trae libertad a uno de nuestros hijos de cuántas lágrimas, de cuántas lágrimas nos está liberando. Qué cosa más maravillosa es ver a nuestros hijos caminando los caminos del Señor. Ahí estarán en un refugio seguro y ahí nuestra paternidad, como predicaba el Patrurdante, será premiada por cuanto le dejamos a nuestros hijos el legado más valioso que jamás criatura alguna en este mundo pueda recibir. Oh, mis amados, que Dios nos conceda ver a nuestros hijos caminando con el Señor.
Jesús libera a un endemoniado
Series Evangelio Marcos
Jesús libera a un endemoniado
Sermon ID | 11224620174950 |
Duration | 53:58 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Bible Text | Mark 9:14-29 |
Language | Spanish |
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