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Cuando estuvieron nuestros hermanos, los pastores Rodolfo y Jorge, iniciamos una serie, hermanos, hablando de la segunda venida de Cristo. Y hoy vamos a tocar otra vez este tema, la segunda venida de Cristo. Uno de los fundamentos del cristianismo evangélico ortodoxo es la doctrina de la segunda venida de Cristo a la tierra desde el cielo. Este será el momento trascendental que vivirá la iglesia. Como vimos en otros mensajes, entre la venida de Cristo, su vida, su muerte, Sepultura y resurrección conforme las escrituras. Y la promesa de su segunda venida, no hay ningún otro evento que pueda rivalizar con estos dos. Es por eso que se puede decir que es muy cercano el uno del otro. Es por eso que se puede decir que puede ser hoy. Como vimos en el último mensaje, La predicación acerca de la segunda venida de Cristo temprana a través de los apóstoles. Ellos nunca pensaron que Cristo vendría en parte hasta el año 2000. Ellos creyeron que podría ser, que pudo haber sido mientras ellos ministraban. Este es un fundamento, hermanos, para nuestra profesión de fe. Cristo viene otra vez. Cristo regresará por su pueblo. Dijo que vendría y lo hizo. Viene otra vez, pues Él lo ha prometido. Tengo tres encabezados para proponer en esta hora. y he titulado el mensaje La enseñanza de Cristo respecto a su segunda venida. La enseñanza de Cristo mismo respecto a su segunda venida. Mi primer encabezado va a apuntar algunas de las parábolas, no todas, pero algunas de las parábolas que enseñan categóricamente la segunda venida de Cristo. que viene para traer justa retribución al impío, al incrédulo que persistió en su incredulidad y traer bendición y gloria y redención final completa para su pueblo. Mi segundo encabezado, vamos a observar el discurso del Señor Jesucristo llamado el de el monte de los olivos. Cuando sus discípulos expresamente le preguntaron qué señales habría del cumplimiento de aquellas cosas que él había anunciado. Y en tercer lugar, vamos a ver la escena del juicio que se describe en el capítulo 25 del Evangelio de Mateo. He pedido a Dios, y yo sé que ustedes piden durante la semana y particularmente espero el sábado por la tarde noche, ya sea a mí o al hermano que le toque el mensaje, que el Señor tenga bien honrarse y preservarnos a quien nos toque para que no nos apartemos de la enseñanza de su santa palabra y que a ustedes, a los oyentes, les haga mantener la atención. No será fácil, no soy un predicador ameno en ese sentido, así que tendrán que ustedes hacer un esfuerzo adicional. No solamente ahora nosotros aquí, sino también nuestros hermanos que a distancia, en tiempo diferente, nos van a nos van a escuchar y considerar esta enseñanza. Dios sea honrado a través de ello. Oremos. Amado Dios, Queremos darte gracias porque enviaste a tu hijo para ser el nuestro salvador. Y la conclusión de este plan de redención tiene que ver, Señor, con el regreso de él por su pueblo. Él tiene el poder y la autoridad de dar vida y también de traer juicio final. conforme a tu propósito, ayúdanos, Señor, para entender y después, Señor, implementar lo que entendemos, Señor, en nuestro diario vivir, para gloria tuya. En el nombre de Jesús, oramos. Amén. Amén. Repito, hermanos, la segunda venida de Cristo es uno de los fundamentos del cristianismo evangélico que es sano en su doctrina. El regreso de Cristo del cielo a la tierra. Ese es el momento trascendente que la iglesia espera. No es ninguna otra cosa, ningún otro evento. Habrá muchos, habrá muchos, pero este es el esperado. Vamos a ver la enseñanza de Cristo acerca de esto y comenzamos, hermanos, con unas parábolas. En las parábolas del trigo y la cizaña y de la red, como todos, porque hay distintas opiniones, distintas escuelas, Pero todos admiten que el Señor está presentando un cuadro de la presente era del Evangelio. Era que concluye o tiempo que concluye con su segunda venida. Nuestro Señor a pregunta expresa Él dio algunas respuestas que vamos a ir mirando. Pero en su enseñanza, él habló de su segunda venida y el propósito de esta. Así que nos quedamos primero en Mateo capítulo 13, donde tenemos la parábola del trigo y la cizaña. En el reino, El trigo y la cizaña han de crecer juntos hasta la cosecha en el fin del mundo. Hasta entonces habrá la separación. Nuestro Señor así lo así lo explicó. Quedó velado incluso para los discípulos, pero ellos estaban interesados en entender lo que Jesús había querido decir. Lo que Jesús dijo no fue fácil de entender. Y si no tendríamos la explicación, nos quedaríamos igual. Así que sus discípulos, los creyentes de aquel tiempo y de ahora, van a buscar, tratar de entender, pidiendo a Dios, yendo a la palabra y diciendo Señor, esta o aquella parte no la entiendo. ¿Qué quieres decir Señor? El Señor va iluminar nuestro entendimiento y tendremos la comprensión gradualmente. La segunda parte de nuestra lectura que hicimos con el hermano y ahora vamos a referirnos a ella en Mateo 13, el versículo 36. Jesús despidió a las personas que estaban con él. Siempre había muchas personas para escuchar y aprender de él. Así que, acercándose a él, sus discípulos le dijeron, explícanos la parábola de la cizaña del campo. Un creyente quiere aprender, desea aprender. Entonces Jesús les dice, el que siembra la buena semilla es el hijo del hombre, el campo es el mundo. La buena semilla son los hijos del reino y las cizañas son los hijos del malo. El enemigo que las sembró es el diablo. La ciega es el fin del siglo, el fin de la era del evangelio. Así será el fin de este siglo. Lo que dije anteriormente no lo dice el texto, lo dije yo. Enviará el hijo del hombre a sus ángeles y recogerá de su reino a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen iniquidad. y los echarán en el horno de fuego. Allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su padre. El que tiene oídos para oír, oiga. En el reino, en este mundo donde Dios es rey, en toda la creación donde el gobierno de Dios impera, Los justos y los injustos, los creyentes y no los creyentes, vivimos todos, convivimos, interactuamos. Y si nos vemos en alguna ocasión, en un supermercado, en algún lugar de esparcimiento, en algún parque, no habrá diferencia. La habrá, la hay cuando comencemos a hablar o actuemos concretamente acerca de algo. Se dice que tanto el trigo, como la cizaña, como plantas son semejantes. Solo hasta que fructifican, hasta que tienen fruto, es que se puede ver la diferencia. Eso es algo indicativo. Los creyentes tienen una manera de ser conocidos. Ahora, cuando Jesús explica, Él dice que todos los hijos del maligno que son representados por la cizaña, ellos serán eliminados de la escena. La imagen es el tiempo de la cosecha, el tiempo de la siega. Se recoge el trigo y después se recoge toda la cizaña. Se ata en manojos y se quema, se desecha. Al mismo tiempo que la sentencia cae sobre los injustos, la gloria viene sobre los justos. Según el Señor Jesucristo, Mateo 13, 43 dice, entonces los justos, entonces después de la conclusión, después de la cosecha, Después que el grano ha sido recogido y la paja recogida también y desechada, entonces y sólo entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su padre. Mateo 13, 43. El malo y el justo están juntos hasta la cosecha y entonces hay una separación completa y final. El fin de esta era del evangelio le trae, escuche bien, porque solamente hay dos, no hay un tercer grupo, solo hay dos. El fin de la era del evangelio le trae al incrédulo las penas inmediatas y eternas y al justo la gloria. Por eso es importante la venida de Cristo. Por eso los creyentes podemos y debemos cantar, deseando que nuestro Señor venga, como cantábamos hace un momento. En un mensaje vimos la declaración del Señor. He aquí, vengo pronto. Y los creyentes respondieron con un sonoro, Amén, Amén. Sí, ven, ven pronto. La gloria, queridos hermanos, está en camino. Cristo Jesús viene. Los versículos 40 a 42 de Mateo 13. De manera que como se arranca la cizaña y se quema del fuego, así será en el fin del siglo. Enviará el hijo del hombre a sus ángeles y recogerá de su reino a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen iniquidad. Y los echarán en el horno de fuego. Allí será el lloro y el crujir de dientes. Muchos no lo creen. No lo sorprende. Hermano, hermano, ¿lo crees tú? La intención de nuestro Señor Jesucristo al enseñar acerca de su segunda venida era para imprimir temor en su pueblo, para que ellos de ese conocimiento derivaran diligencia, prontitud, prestancia para poder vivir y desear vivir de la manera en que no fueran sorprendidos. que no fueran sorprendidos, que siempre estuvieran listos. En segundo lugar, o la otra parábola, la parábola de la red también enseña que al final de la era del evangelio, el malo será eliminado, será echado fuera. Veamos los versículos Cuarenta y siete a cincuenta. Asimismo, asimismo, el río de los cielos es semejante a una red que echada en el mar recoge de toda clase de peces. Y una vez llena, la sacará a la orilla y sentado recoge lo bueno en cestas y lo malo echan fuera. Eso se entiende, ¿verdad? Bueno, yo no soy pescador, no he estado en un muelle para ver cómo es que hacen, pero pienso que tiene sentido. Sacaban sus redes llenas, después había que escoger y lo que no era bueno lo desechaban. Pero el señor está usando figuras del lenguaje para dar una lección y aquí viene. Así será el fin del siglo. Saldrán los ángeles y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego. Allí será el lloro y el crujir de dientes. La segunda venida de Cristo, otra vez, trae el juicio para unos y la gloria prometida para otros. Otra palabra, perdón, otra parábola es la de las diez vírgenes. Ahora vamos a el capítulo 25 de Mateo, los versículos 1 a 13. Esta parábola también indica que el regreso de Cristo constituye el gran final, la consumación de todas las cosas. Esta parábola deja clara una cosa, sin lugar a dudas. Cuando el novio llegue, la puerta se cerrará. Esto dijo el Señor. Recuerden, estamos considerando la enseñanza del Señor Jesucristo acerca de su segunda venida. Entonces el reo de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas tomando sus lámparas no tomaron consigo aceite, mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se halló un clamor, aquí viene el esposo, salí de recibirle. Entonces, todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes, dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo, para que no nos haga falta a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo. Y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas, y se cerró la puerta. Después vinieron las otras vígenes diciendo, Señor, ábrenos. Mas él, respondiendo, dijo, de cierto os digo que no os conozco. Velad pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir. Era una práctica social. Las doncellas que acompañaban a la novia Esperaban que el novio viniera a su casa, de la novia, para trasladarse un gran número de amigos, de vecinos, de familiares, de un ambiente festivo, de alegría, de júbilo. Debían estar preparados. Era una práctica. judía. Cuando venía el novio era una gran, había un ambiente festivo y la novia con sus doncellas, todo ese grupo iba a la casa del novio para la celebración, la consumación. Somos la novia, somos cada creyente como se nos está enseñando Como institución, como iglesia sembrada a lo largo y ancho de este mundo. Que se manifiesta, que se expresa en congregaciones o asambleas locales. Que tienen las marcas distintivas que señala el Evangelio. Somos la novia. Y el novio está en camino. El novio está en camino. sucederá algo parecido. Los insensatos y prudentes conviven. Los peces buenos y malos están en la misma red. Las plantas de trigo y sisaya están en el mismo campo. Pero viene un tiempo. No es tiempo ahora de hacer la separación. Nosotros nos alegramos mucho cuando podemos compartir el evangelio o alguien quiere venir para escuchar lo que aquí hacemos, cómo celebramos nuestra redención, cómo recordamos a Cristo. Y si alguna ocasión tenemos la oportunidad de compartir el evangelio con alguien más, nos alegra mucho. No somos quien para distinguir o separar. Y como sabemos cómo será, cuándo será, no, pero sabemos qué será. Anhelamos que otros vengan a ser como nosotros, profesando fe en Jesucristo, sufriendo o experimentando mejor un cambio en nuestra naturaleza, viniendo a ser redimidos. los hijos, los hijos del Señor. Así que esta parábola, hermanos, indica que el regreso de Cristo, la venida del novio, constituye el gran final. Entonces será la consumación de todas las cosas. Una cosa debe quedarnos absolutamente clara, cuando el novio llega, cuando el novio llega, la puerta se cierra. Hoy está la invitación. Venid todos los cargados y trabajados. Hoy Cristo llama al arrepentimiento y la iglesia como una caja de resonancia. Procura expandir este mensaje que se ha escuchado aquí y allá. Dios amado de tal manera este mundo, del cual eres parte, que envió a su hijo Jesucristo para que si crees en él, seas sano, tengas vida, vida eterna. Uno de los peores de la enseñanza de muchos premilenaristas es el de la segunda oportunidad. Ellos dicen que hasta después de su glorioso regreso, la mayoría de los salvados no serán traídos a Dios. Ellos enseñan una esperanza de salvación después que el Señor regrese, después de que el Señor haya venido por los suyos. Ellos creen que habrá entonces algunos que serán regenerados, que serán salvos, ya sea en el tiempo de la gran tribulación o durante el milenio que ellos describen como viniendo, como futuro. Pero la escritura enseña que cuando él venga por los suyos, la puerta se cerrará perpetua y definitivamente. No hay manera de explicar que se corte la cizaña en manojos y que se almacene por mil años para que después de mil años se queme la paja. No. Su venida trae el juicio y la condenación para los impíos que insisten en su incredulidad. Pero trae la consolación y la gloria que ahora vemos en perspectiva, que ahora vemos lejanamente como los del antiguo pacto miraban a distancia la venida de la consolación para Israel. Y algunos fueron llevados a casa solamente mirando borrosamente, pero creyendo que vendría y vino. Hoy nosotros, el pueblo de Dios, disfruta la primera venida del Señor y Salvador, y espera expectante la segunda venida del Señor. En cuarto lugar, o una cuarta parábola, es la de los talentos. Allí mismo en Mateo 25, los versículos que siguen, 14 hasta el 30. Esta parábola contiene la misma enseñanza. La venida del Señor traerá el premio glorioso para sus fieles y al mismo tiempo la pena terrible y la condenación para los impíos y los siervos negligentes. Es la misma, es la misma enseñanza. Verso 14, porque el rey de los cielos es como un hombre que yéndose lejos llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. Y a uno dio cinco talentos y a otro dos y a otro uno y a cada uno conforme a su capacidad y luego se fue lejos. El que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y acabó en la tierra y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo, al final de la era del Evangelio, eso lo digo yo, vino el Señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. Y llegando, el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo, Señor, cinco talentos me entregaste, aquí tienes, he ganado otros cinco sobre ellos. Y su Señor le dijo, bien, buen, siervo y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor. Llegando también, el que había recibido dos talentos dijo, Señor, dos talentos me entregaste, aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su señor le dijo, bien buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu señor. Pero llegando también, el que había recibido un talento dijo, Señor, te conocía que eres hombre duro, que siembras donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por lo cual tuve miedo y fui, escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo, su señor le dijo, siervo malo y negligente, ¿sabías que es ciego donde no sembré y que recojo donde no esparcí? Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle pues el talento y dadlo al que tiene diez talentos, porque el que tiene le será dado y tendrá más, y el que no tiene aún lo que tiene le será quitado. y al siervo inútil echado en las tinieblas de afuera, allí será el lloro y el rugir de dientes. ¿Cuándo será esto? ¿Cuándo serán recompensados los fieles mayordomos, los que procuraron ser hallados diligentes, ocupados, en utilizar aquellas habilidades Ya sean naturales, talentos, o ya sean especiales, espirituales, dones. El malo Pastor Pablo nos ha estado señalando, cada creyente tenemos por lo menos un don. Como miembros del cuerpo tenemos una función mínima. Algunos son equipados de una manera maravillosa y bendecimos a Dios que es el que los equipa a cada quien de los suyos. Pero algunas veces ni agradecemos ni celebramos que algún hermano o hermana esté sirviendo al Señor. Y algunas veces ellos se cansan de hacer bien sin que tengan reconocimiento. Digo yo que se cansan porque la escritura dice no nos cansemos puede hacer bien porque a su tiempo cegaremos y no hubiéramos desmayado. Entonces hay que continuar, hay que seguir. Y es posible que el Señor haga cerrar nuestros ojos aquí y nos vayamos y tal vez en ese momento fúnebre digamos oh que gran hermana, gran hermano eran tal y tal. No te preocupes. La recompensa que vale la dará el Señor. ¿Pero cuándo será? ¿Cuándo recibirán su pago aquellos que viven de una manera abiertamente contra Dios y que aún se complacen en causar daño a los que profesan fe en Jesucristo? Y algunos de ellos cierran sus ojos aquí y se van. Y parece que la libraron. No, no será así. El Señor viene, hermanos. Esa es la enseñanza de las distintas parábolas. Al final del tiempo, nuestro Señor trae la corona de gloria para aquellos que aman su venida. viene para traer recompensa, gloria para los fieles, pero al mismo tiempo, a la vez, una pena terrible de condenación para los impíos y los siervos negligentes. Hasta aquí las parábolas. Mi segundo encabezado tiene que ver con el discurso del Monte de los Olivos. Y ahora vamos a ir a Mateo capítulo 24. Vamos a leer los versículos 40 en adelante. Entonces estarán dos, Mateo 24, comenzando en el 40 al 51. Entonces estarán dos en el campo, el uno será tomado y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino, la una será tomada y la otra será dejada. ¡Venad pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor! Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su Señor sobre su casa para que les dé alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo, el cual, cuando su Señor venga, le halle haciendo así. Ahí nos detenemos en la lectura. Dicen algunos, ¿Ves? ¿Acaso no tenemos aquí la enseñanza del rapto? ¿Acaso aquí no está claramente enseñado el arrebatamiento? ¿Acaso no puedes leer ¿Que uno será tomado y el otro será dejado? Eso dice el verso 40. Y algunos escriben este texto para una postura, para una escuela en escatología. Entonces estarán dos en el campo, el uno será tomado y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino, la una será tomada y la otra será dejada. Vamos a ir con cautela y vamos a leer con cuidado el pasaje completo. Porque de hecho en este pasaje no tenemos ningún arrebatamiento secreto. No hay ningún arrebatamiento privado. Su venida ha de ser todo lo contrario al secreto, todo lo contrario a lo que implica o comprende un secreto. Su segunda venida será como el relámpago visible. Y el juntar o para juntar a sus elegidos se hará con voz de trompeta. No será nada en secrecía. Vamos a ampliar el texto. Vamos a leer versículos 26 y 27. ¿Recuerden? Estamos en Mateo 24, el discurso del Señor conocido como el discurso de los olivos o el monte de los olivos. Y fueron preguntas expresas de sus seguidores, de quienes estaban ahí cerca de él, interesados en saber qué señales, qué evidencias habría de su regreso y de lo que él dijo que sería destruido el templo en Jerusalén. Usted puede leer más tarde, con tiempo, y va a ver que ellos le preguntaron en el verso 3, ¿Cuándo será? Le dijeron, dinos, ¿Cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá de tu venida y del fin de siglo? Leo Jesús en los primeros versículos hasta el 28 da una explicación general de lo que estaría pasando repetitivamente desde ese momento hasta que Él venga. Y en la segunda parte del 29 en adelante ya es un poco más específico en las cosas que estarán sucediendo igual repetitivamente. Así que vamos a escuchar alguna de sus primeras respuestas. Los versículos 26 y 27. Así que si os dijeron, mirad, está hablando de la segunda venida, está en el desierto, no salgáis. O mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el oriente, así será también la venida del hombre. No secreta, no un arrebatamiento que solamente algunos lo verán. Vamos ahora a los versículos 30 y 31. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo. Y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Secreto no, visible sí. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta. Y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos desde un extremo del cielo hasta el otro. Ahora, observemos otra vez los versículos 37, 39 y 40. Más como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos. Así será también la venida del Hombre. Entonces estarán dos en el campo, el uno será tomado y el otro será dejado. ¿Ves otra vez lo mismo de las parábolas? El Señor viene con poder y gloria. Viene para dar justa retribución, pero también consolación para su pueblo. Finalmente su pueblo será vindicado. Y aquí en el texto último que he leído, los versículos 37 a 40, no trata solamente de una mera comparación del día de Noé con el de Cristo. Hay también un equiparamiento de los resultados de estos dos días. Necesitamos recordar qué pasó en el día de Noé. No quisiera cansarlos y aburrirlos, pero pueden ir al Antiguo Testamento y leer lo que pasó. Solo voy a mencionar dos cosas que son las que estamos tratando. En los días de Noé, algunos fueron puestos a salvo, ¿de acuerdo? Y otros fueron abandonados. Estamos de acuerdo con eso. Eso es lo que dice la escritura. Dios purificó lo que había que purificar por medio de agua. Y la tierra será purificada, lo que sea purificable, por segunda vez y última vez por fuego. Pero estas dos cosas que pasaron, hermanos, son las dos cosas que sucederán cuando Cristo, cuando Cristo venga. Por eso he dicho, aquí no se trata meramente de una comparación del día de Noé con el de Cristo. Hay también un equiparamiento de los resultados de estos dos días. En el día de Noé, algunos fueron puestos a salvo. Sabemos quiénes fueron ellos, ¿verdad? Y los otros, la inmensa mayoría, fueron abandonados a una destrucción terrible. Jesús está diciendo, así será también en su segunda venida. En la segunda venida de Cristo, habrá quienes serán puestos a cubierto. Los santos. Los creyentes, los que eran del Padre, que Él decidió amarlos desde antes de la fundación del mundo. Y esos mismos se los dio al Hijo. Y el Hijo, desde antes de la fundación del mundo, decidió venir a este mundo. Vivir conforme las escrituras, morir conforme las escrituras, ser sepultado y resucitar conforme las escrituras. Cristo Jesús, amados hermanos, viene, viene otra vez. Aquellos que el Padre amó y entregó al Hijo, Cristo obtuvo con toda certeza su salvación. Y Cristo viene por ellos. En su segunda venida, ellos, nosotros, gloria a Dios, los creyentes, sin ningún mérito, por cierto, no somos mejores que otras personas que ahora están ocupadas en sus quehaceres, en sus negocios o en sus ocios. La diferencia es la gracia del Señor. Pero para ellos, sembrados como la institución celestial en este mundo, y que se manifiestan en carne y hueso, creyendo en Cristo, adorando a Cristo, ellos son puestos a cubierto o serán puestos a cubierto. Pero también habrá quienes serán entregados a una sentencia horrible. Esta venida traerá la destrucción al mundano y a los que rechazan a Cristo de una manera cierta. Una vez más, debo señalar que esto no deja ningún lugar después de la venida de Cristo para un milenio terrenal en el que las personas no regeneradas vayan a estar bajo el reinado de Cristo y de sus santos. Como alguna escuela es ella, la venida de Cristo es definitiva, bendita y gloriosa. viene para traer gloria para su pueblo y justa retribución para los impíos. Mi tercer encabezado es la escena de juicio que se describe en Mateo 25. Vamos una hoja ahí adelante y nos quedamos en Mateo 25. Todas las naciones serán reunidas ante el trono de gloria de Cristo. Todas las naciones. Y allí, separadas las ovejas a su mano derecha y los cabritos a su mano izquierda, entonces se les asignará respectivamente la vida eterna y el castigo eterno. Verso 31 en adelante. Cuando el hijo del hombre venga en su gloria y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria. Y serán reunidas delante de él todas las naciones, y apartarán los unos de los otros como aparta el pastor de las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces el rey dirá a los de su derecha, venid benditos de mi padre, heredad del reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, fui forastero y me recogisteis, estuve desnudo y me cubristeis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo, Señor, ¿cuándo te vimos? ¿Cuándo te vimos hambriento y te sustentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero y te recogimos, o desnudo y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y vinimos a ti? Y él respondiendo al rey le dirá, de ciertos digo que en cuanto lo hicisteis a uno de mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda, apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me recogisteis, estuve desnudo y no me cubristeis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. Entonces, también ellos le responderán diciendo, Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero y desnudo, enfermo en la cárcel y no te servimos? Entonces, le responderá diciendo, de cierto digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna. A primera vista, esto parece un juicio. Es un juicio. Un juicio final y general. Pero muchos, de la misma escuela que he mencionado, pero muchos lo toman como un juicio de naciones vivientes en su condición de naciones. Y dicen que es el juicio de las naciones para consideración y su justo castigo por la manera en cómo trataron a Israel, cómo trataron a los judíos. Ellos están hablando de que son las naciones como naciones las que son convocadas para recibir su recompensa. Así que las naciones no sé cuántas, hay algunas, que se inclinan en favorecer a Israel. Serán recompensadas, según ellos. Y las naciones que están contra Israel al fin recibirán su pago, según esta escuela. Pero, queridos hermanos, El contexto aquí mismo, inmediato, y el contexto ampliado no nos da lugar para considerar que este sea un juicio de naciones, algunas naciones en particular que son convocadas para que reciban su merecido por el trato que dieron a una nación privilegiada, la nación amada por Dios. La cuestión entera de la interpretación de esta escena de juicio gira en torno al significado de la expresión todas las naciones. Y aquí ellos dicen que todas las naciones se refiere a todas las naciones que dieron un mal trato y algunas naciones que dieron un buen trato a Israel. Pero todas las naciones significa universalmente toda la humanidad. Y se estará llevando un juicio individual. No será por personas, por etnias, por lengua, por tribu, sino individual, personal. En otros textos, esta misma palabra significa todos. Por ejemplo, Mateo 28, versículo 19 dice, por tanto ir y hacer discípulos a todas las naciones. Es el mismo término, la misma palabra que se usa en el capítulo 25 que recién hemos leído. Y aquí se está refiriendo a toda la gente, a toda la humanidad. Es una manera de decirlo así. Hay otro texto ahí en Mateo 24 y el versículo 14 que dice así, y será predicado este evangelio del rey del reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones y entonces vendrá y entonces vendrá el fin. En Mateo 28, 19 se refiere a la raza humana entera. ¿Por qué entonces habría de significar algo diferente en Mateo 25, 32? No hay razón. Por ejemplo, el apóstol Pablo en su escrito a los romanos, En el capítulo 16 y el versículo 26, escuchen ustedes lo que dice allí, Romanos 16, 26. Pero que ha sido manifestado ahora y que por la estitura de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes. Es otra manera de referirse a un todo, no solo a algunas naciones en particular. La atmósfera entera de esta escena muestra que se trata de un juicio de individuos, no de naciones. un juicio de personas, no de pueblos o naciones como tales. ¿Quién pensaría, sensatamente, quién pensaría en naciones como siendo apartadas para el castigo eterno o la vida eterna? La nación que tuvo el privilegio de la provisión rica y abundante de Dios, ni siquiera esa nación tenía la promesa de vida eterna como nación, sino solamente, solamente en la descendencia según el Evangelio, nada más. Y de hecho, muchos, la mayoría, se perdieron. Aunque Pablo lloraba y suplicaba con ruego a Dios para que se convirtieran los de su nación. Entonces, repito, ¿quién pensaría en naciones como siendo apartadas para el castigo eterno o la vida eterna? ¿Quién ha oído en el presente ¿Quién ha oído hablar de naciones como naciones que visitan al enfermo? ¿Quién puede decir que naciones, pueblos como pueblos visitan al encarcelado? Ahora, es importante señalar, valdrá la pena señalarlo, que la palabra naciones es un sustantivo de género neutro. y que el pronombre que sigue inmediatamente después es de género masculino. Por lo tanto, estamos hablando de un juicio individual de personas. Leamos el texto o veamos el texto. Estamos en 25.32. y serán reunidas delante de él todas las naciones. Neutro. Y apartará los unos masculino de los otros masculino, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. El uso del pronombre masculino indica individuos, no naciones. Y por cierto, queridos, esta escena de juicio se parece notablemente al juicio que tenemos en Apocalipsis capítulo 20 y los versículos 11 en adelante. Y vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, no naciones. Vi a los muertos, grandes y pequeños, de piente Dios, y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida. Y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros según sus obras. Usted puede continuar la lectura. Por el acento de la universalidad de dicho juicio, y en ambos casos son semejantes. Que el juicio en ambos casos, el que se menciona en Mateo 25, y este es según obras. Según obras. Obras externas, claro está. La salvación es por la gracia, no es por obras. Pero obras externas que son evidencia, que darán fe de una obra del Espíritu, evidenciarán externamente una fe interna y genuina. El Señor conoce a los que son suyos, pero debe apartarse, alejarse de la iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Dios. Y el Señor toma nota de eso. Podemos ver el mismo énfasis en las palabras de nuestro Señor allá en Mateo capítulo 16 y observen el versículo 27. porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles y entonces, entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. El Señor regresa coronado de gloria y viene para traer gloria, bendición, perdurable para su pueblo. Ya no más lucha, ya no más dolor. ¡Oh, qué día más glorioso será ese, hermanos! Como cantábamos, cara a cara espero verle más allá del cielo azul. ¡Oh, que si fuera hoy el Señor viene! El mismo énfasis, hermanos, se encuentra en las palabras de nuestro Señor. Ahora vamos a ir a otro libro, en Juan capítulo 5 y escuchen ustedes lo que dice a partir del versículo 28 y 29. No os maravilléis de esto porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz Y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida. Mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. ¿Cuándo será esto, hermanos queridos? Cuando el Señor regrese. Cuando el Señor venga por su pueblo. No secreto. A la misma voz. Oída al mismo tiempo. Todos saldrán de los sepulcros para el juicio. Ninguno de los que le oyeron entonces pudo, por un esfuerzo adicional de imaginación, haber tomado las palabras del Señor como si hablara de dos juicios y separados uno del otro por un milenio. No. Ellos siempre supieron que la venida del Señor traía estos dos eventos, estas dos cosas juntas. Atanasio escribió un credo y es un, el credo de Atanasio, es un excelente resumen de lo que ahora hemos recogido de la enseñanza del Señor acerca de su segunda venida. Cito, Él subió a los cielos. Está sentado a la diestra de Dios, Padre Omnipotente. Desde allí vendrán a juzgar a los vivos y a los muertos. a su venida, todos resucitarán con sus cuerpos y darán cuenta de sus propios actos. Cuando entonces comparezcamos ante el tribunal de nuestro Señor, nuestra única esperanza es Cristo Si se nos preguntara por qué habríamos de entrar, por qué se nos permitiría pasar, nosotros miraríamos a Cristo y apuntaríamos a Cristo, señalándole como nuestro intermediario. se ofreció a sí mismo por nosotros. No, no hay nada en nosotros mismos, pero Él viene, amados hermanos. Nuestro Señor enseña claramente un juicio general y universal en Su segunda venida. Esta venida será, como vimos en un mensaje, tal vez lo recuerdan, personal, visible, repentina, y gloriosa. Nuestro Señor viene de manera personal, de manera visible, de una manera repentina e instantánea y de una manera triunfante, gloriosa. No como fue la primera vez que le vieron, pero sin atractivo para ser deseado. Le mirarán con asombro y con terrible pánico algunos, cuando venga en su gloria con sus santos. Para los injustos significará el juicio final e irrevocable. Para los santos, no la bienaventuranza de un milenio, sino el mismo lugar que el Salvador fue a preparar para ellos. Diciéndoles, voy pues a preparar lugar para vosotros, para que donde yo esté, vosotros también estéis. Juan capítulo 14. Y en Juan 17, casi al concluir la oración, nuestro Señor dijo, Padre, quiero que aquellos que me has dado puedan estar conmigo donde yo estoy. Aquellos que me has dado, Quiero que donde yo estoy, ellos también estén conmigo. Será una creación renovada. Será tal como fue en el diseño al principio o mejor que lo que Dios dispuso al principio. Oh, hermanos, somos una iglesia tal vez menospreciable para algunos, poco atractiva para otros y tal vez poco valorada por nosotros mismos. Pero Cristo dejó su gloria para purificar, lavar en su sangre y preparar para él este grupo de creyentes. que esperamos que Él, mediante su poder y la palabra que tratamos de exponer, crezca. Somos solamente una pequeña gota, un grano de una alfolía enorme, una gota del océano. Millares y millares de hombres y mujeres, jóvenes y adultos, nos regocijaremos cuando Él venga. Esa será. definitivamente una gloria sin fin. Regocíjense los santos, Cristo viene, que los indolentes estén avisados. La sentencia de bendición o maldición se pronunciará en aquel entonces y será definitivo.
La enseñanza de Cristo respecto a Su segunda venida
Primera Iglesia Bautista Reformada Emmanuel
Calle matamoros #104
88810 Nuevo Progreso, Tamaulipas, México
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Sermon ID | 1120232230426595 |
Duration | 1:04:09 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Matthew 13:36-43; Matthew 24-25 |
Language | Spanish |
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