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Primera de Juan, capítulo 2, si Dios lo permite, vamos a considerar desde el versículo 12 hasta el versículo 14. Primera de Juan, capítulo 2, desde el versículo 12 hasta el versículo 14. ¿Te esfuerzas por madurar espiritualmente? ¿Te esfuerzas por madurar espiritualmente? Aquí el texto en primera de Juan, capítulo 2, desde el versículo 12 al 14 dice, Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque sabéis Perdón, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, porque... Perdón, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes. Y la Palabra de Dios permanece en vosotros. Y habéis vencido al maligno. ¿Te esfuerzas por madurar espiritualmente? No sé si alguna vez habéis escuchado sobre la carrera, el Ironman, pero es una carrera bastante difícil, donde es una prueba de natación, de bicicleta y de carrera. Ahora, ¿cuál es la carrera más difícil? ¿Cuál es la carrera más difícil? ¿Cuál es la carrera más difícil? Mi hermano en los últimos años ha tenido problemas de salud. Pues él se ha puesto la meta de correr el medio Ironman este diciembre. Ahora, ¿pensáis que se va a presentar sin ninguna clase de preparación? ¿Sin ninguna clase de esfuerzo anterior? ¡Claro que no! Lleva por lo menos un año preparándose para esta carrera. Donde, porque hace años, él no podía ni dar la vuelta a la manzana sin que su corazón no dejase de palpitar. O sea, estaba teniendo una situación bastante difícil de salud donde le costaba caminar largas distancias. Estamos hablando de caminar, pero ahora tiene planes de hacer el medio Ironman. donde se nada un kilómetro coma nueve. En bicicleta son 90 kilómetros. Y en carrera, corriendo, es media maratón. O sea, son 21 coma un kilómetro. Entonces, requiere mucho esfuerzo. Se ha tenido que esforzar. Casi todos los días de la semana tiene una rutina, tiene una preparación, incluso tiene un coach, tiene un entrenador que le dice qué es lo que tiene que hacer, cuándo. Se esfuerza para prepararse físicamente para esa carrera que tiene en diciembre, este diciembre del 2024. Pero, ¿qué de nuestro esfuerzo espiritual? O sea, ¿cuánto nos esforzamos nosotros por madurar espiritualmente? Aquí el apóstol Juan destaca la importancia de vivir la victoria en Cristo. Ahora, aquí el apóstol Juan, inspirado por Dios, se dirige a sus destinatarios en dos secciones de tres expresiones. Y lo que hace es expresar la confianza, o sea, su confianza de que sus destinatarios son creyentes genuinos. Ha estado... atacando a aquellos que dicen ser creyentes, dicen andar en la luz, dicen conocer a Dios, dicen estar en Dios, pero realmente no lo son. Sus hechos dicen exactamente lo opuesto. Afirman una cosa con su boca, pero con sus hechos lo niegan. Y entonces, lo que hace el apóstol Juan, está diciendo, mira, vosotros, o sea, a los creyentes de estas congregaciones, que conoce a aquellos a quienes ama, él tiene confianza de que son creyentes genuinos. Y él quiere asegurar a los creyentes de los beneficios que tienen en Cristo. Y también les quiere alentar y alertar, les quiere alertar de los peligros que permanecen. Y es que lo que hace el apóstol Juan es le recuerda su relación, la relación que ellos tienen con Dios por medio de Jesucristo. Le recuerda de su seguridad de salvación y vida eterna. Es que el creyente tiene seguridad de salvación, por eso En 1 de Juan 5, versículo 13 dice, estas cosas os he escrito a vosotros, que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna. Y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. Eso es 1 de Juan, capítulo 5, versículo 13. Entonces, puedes saber que tienes vida eterna porque has creído en Jesús como Señor y Salvador. Eso es 1 Juan 5, versículo 13. Y por ello aquí el apóstol Juan les reconforta al mostrar confianza en ellos. Y les prepara para la enseñanza que sigue. Les exhorta a continuar siendo fieles a las enseñanzas sobre Jesús. Y que no pongan que no pongan en práctica lo que les enseñan estos falsos maestros, que no les crean, que no crean sus errores porque distorsionan la Cristología, distorsionan el mensaje genuino del Evangelio. Ahora, aquí, este texto, algunos comentaristas lo consideran uno de los textos más difíciles para interpretar de primera de Juan. Entonces, los comentaristas debaten muchos detalles de estos versículos y presentan una variedad de opciones. Mi propósito no es enumerar todas las opciones que se debaten, simplemente es intentar explicar el texto para que lo podamos entender. Y aquí, en el versículo 12, podéis notar una cierta estructura, una estructura bastante sólida, porque podéis notar en el versículo 12, donde empieza, os escribo a vosotros, hijitos. En el versículo 13, os escribo a vosotros, padres. A la mitad del versículo 13, os escribo a vosotros, jóvenes. Y luego, al final del versículo 13, podéis notar otra vez, os escribo a vosotros, hijitos, versículo 14, os he escrito a vosotros, padres, y luego al final, en la mitad del versículo 14, os he escrito a vosotros, jóvenes. ¿Vale? Hay una estructura muy notable donde vemos que está escribiendo en el presente, está escribiendo esta carta para que ellos vivan su fe, vivan en la victoria que tienen. Ahora usa diferentes designaciones, si notáis, y las repite, donde... menciona hijitos, menciona padres, y luego menciona jóvenes. Ahora, de acuerdo al contexto, se puede notar que las designaciones que usa no se refieren a edad física. ¿Vale? No se refiere a edad física. El orden en el cual los presenta, etcétera, no se refiere a edad física. Especialmente porque el apóstol Juan, aquí en la carta de primera de Juan, usa comúnmente y varias veces al referirse a todos los creyentes en conjunto les llama hijitos lo hace varias veces a través de la carta aquí lo vemos en en aquí en en capítulo 2 en versículo 1 dice hijitos míos estas cosas os escribo para que no peguéis también lo vemos en capítulo 3 versículo 18 donde dice, hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. O en capítulo 4, versículo 4, hijitos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido. O también en capítulo 5, versículo 21, hijitos, guardaos de los ídolos, ¿vale? Entonces, varias veces, a través de la carta, identifica a todos los creyentes como hijitos. Entonces, eso es lo que está haciendo aquí, en este texto, aquí en 1 de Juan, capítulo 1 desde el versículo 12 al versículo 14 donde menciona hijitos se está refiriendo a todos los creyentes pero luego lo que hace es dividir a los creyentes en dos grupos donde menciona algunos como padres y otros como hijos, perdón, como jóvenes, ¿vale? Los padres se está dirigiendo a aquellos que son maduros en la fe. O sea, los hombres y las mujeres que son maduros en la fe. A los jóvenes son aquellos que son menos maduros en la fe. Y entonces, si notáis, en cada estructura tiene el porqué. O sea, os escribo a vosotros hijitos, por ejemplo, en el siglo XII, dice PORQUE. Y ese término he traducido porque explica la razón por la que les escribe. No son personas que titubean en su fe, sino que son fieles al mensaje apostólico. Entonces, les está escribiendo porque hay realidades en su vida que deben de recordar. Y deben de recordar su conocimiento de Dios, deben de recordar el Evangelio, deben de recordar la victoria que tienen en Cristo, deben de recordar lo que Dios ha hecho por ellos y que tienen salvación, tienen victoria, tienen vida eterna por la obra de Cristo en la cruz. Y por ello el apóstol Juan se dirige a sus destinatarios como a sus hijos para resaltar su necesidad de instrucción, su necesidad de depender de Dios. Y también al referirse a ellos como hijitos, muestra cariño, el cariño que les tiene. Y también su posición espiritual sobre ellos. Entonces, aquí este término, hijitos, identifica a todos los creyentes. Y es que sus destinatarios son personas que han recibido perdón de pecados. Todo creyente es una persona que ha puesto su fe en Cristo como Señor y Salvador. Y por ello, ha recibido perdón de pecados. Por eso nos dice aquí en versículo 12. Primera de Juan 2, 12. Os escribo a vosotros, hijitos. ¿Vale? A todos los creyentes. PORQUE VUESTROS PECADOS OS HAN SIDO PERDONADOS POR SU NOMBRE. Esto realmente es una palabra de ánimo para todos los creyentes. Si has puesto tu fe en Cristo como Señor y Salvador, tus pecados han sido perdonados. Eso te debe de dar un gozo extremo el saber que ya no hay condenación para ti. porque Cristo ha pagado por ti. Por eso resalta la última parte del siglo XII por su nombre. No es por tu mérito, sino es por el mérito de Jesucristo. Y aquellos que han confesado sus pecados, aquellos que se han arrepentido de sus pecados, Reciben perdón, reciben limpieza. Es como nos dice 1 Juan 1.9, si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Eso es 1 Juan 1.9, donde Dios promete perdonar a aquel que se arrepiente de sus pecados. No es que haya que cumplir ciertos requisitos para recibir perdón, no. Es lo que Cristo ha hecho en la cruz. Hay que confesar nuestros pecados, reconocer nuestra necesidad de un Salvador. Y entonces somos salvos y recibimos perdón de pecados. Y es que por haber confesado sus pecados, conocen lo que es el perdón. Han recibido perdón de pecados y por ello su estado presente es libertad de la culpa del pecado. Por eso aquí, repitiéndose a todos los creyentes, dice, os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Es clave recordar que una persona no logra perdón por sus propios méritos o por sus propios medios, sino por medio de Jesucristo. Dios nos perdona por el mérito de Jesucristo. Y es que el nombre representa su persona, representa su obra, sus atributos, su carácter, y por ello cuando dice, vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre, expresa que es Jesucristo quien ha provisto el perdón. Por eso nos dice Hechos 4, 12. En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos. Solamente en el nombre de Jesucristo podemos ser salvos. Esos Hechos 4, 12. O también en Juan 20, del 30 al 31, hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. O sea, hay que creer en Jesús como Señor y Salvador. Hay que creer en su nombre. Y es por su nombre que obtenemos perdón de pecados. Obtenemos limpieza de pecados. Como nos dice 1 Juan 1,7. La sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado. Porque Él murió por nosotros. Como nos dicen romanos Cinco, ocho, más Dios muestra su amor para con nosotros. En que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Él murió en nuestro lugar. Y Dios aceptó esa transacción. O sea, Él se entregó a Sí mismo. Como ese sacrificio que nos compra, que nos limpia, que nos libera. Ese sacrificio expiatorio por el pecado. Es por medio de su pago. Como nos dice 1 Juan 2, 2. Él es la propiciación por nuestros pecados. No solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Ese término propiciación se refiere al sacrificio expiatorio por el pecado. Es la manera de obtener perdón. Es el pago del rescate que limpia de pecado y satisface la ira de Dios. y se aplica a la persona cuando ésta la acepta por fe, la recibe por la fe. Él se entregó a sí mismo por nosotros. Él murió en nuestro lugar. Cuando nos dice 1 Juan 4, 10, en esto consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Entonces es por la obra de Cristo en la cruz, por la cual tenemos libertad del pecado somos perdonados porque es Cristo quien provee perdón de pecados como nos dice Colosenses 2 del 12 al 15 sepultados con él en el bautismo en el cual fuisteis también resucitados con él mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos y a vosotros estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne os dio vida juntamente con Él, perdonando todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola del medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Sosclosenses 2, del 12 al 15, donde resalta cómo Jesús, por su obra en la cruz, Él Quita del medio esa lista de pecados que nos condenaba. Lo clava en la cruz. Y por él recibimos perdón de pecados. Por su obra en la cruz. Y es que Juan, el apóstol Juan aquí, en primera de Juan, capítulo 2, versículo 12, está pensando en la conversión. de aquellos a quienes escribe. O sea, son hijos de Dios al haber confesado en nombre de Jesucristo para salvación. Y es Cristo quien les da la victoria. Entonces, por ello escribe a todos los creyentes, porque sus pecados han sido perdonados por su nombre. En Brasil 13 dice, os escribo a vosotros padres, porque conocéis al que es desde el principio. Como mencioné aquí el término padres, se refiere a aquellos que son maduros en la fe. Sean hombres o mujeres, son personas maduras en la fe. Se les caracteriza por la madurez espiritual. no se limita a los líderes espirituales de las congregaciones, sino son aquellos que pusieron su fe en Cristo hace tiempo, hace mucho tiempo. Son personas que han avanzado en su comunión profunda con Dios. Han crecido espiritualmente y han madurado en la fe. Son personas que han crecido en la gracia del Señor y también han guiado a otros a Cristo. O sea, han engendrado hijos en el Evangelio. han aprendido la seriedad de sus responsabilidades en la vida cristiana, y ayudan a otros que son menos maduros en la fe. Entonces, por ello, son como los padres espirituales, ¿no? Y viendo su madurez espiritual, dice, os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Lo cual es interesante porque luego, cuando repite una exhortación a los padres, ahí al principio del versículo 14, la exhortación es idéntica. Las palabras son idénticas. Podéis notar ahí en el versículo 14, os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Está resaltando la importancia de mantenerse activos madurando en la fe, creciendo espiritualmente. Ahora aquí, si notáis, dice, porque conocéis, esto es en versículo 13, la primera parte, os escribo a vosotros padres porque conocéis al que es desde el principio. Y aunque podría referirse a Dios Padre en este contexto, es más probable que identifique a Jesucristo, especialmente porque al final del versículo 13 menciona a Dios Padre. Y de todas formas, también el texto está enfatizando la cristología, o sea, la doctrina sobre Cristo, porque los falsos maestros, que tienen tendencias gnósticas, están rechazando el Evangelio de salvación exclusivamente por medio de Cristo, no quieren aceptar a Jesucristo como el Hijo de Dios, como el Salvador. Entonces, por ello, aquí lo que el apóstol Juan está haciendo es resaltando que conocen a Jesucristo. O sea, conocen quién es. Resalta la encarnación de Dios y su ministerio sobre la tierra. Y lo que hace cuando menciona, conocéis al que es desde el principio, Es probable que está señalando el principio de la obra redentora de Dios, Padre, en su Hijo. Pero al mismo tiempo, hay que recordar que la segunda persona de la Trinidad estaba en el principio. O sea, Juan está resaltando la pre-existencia de la segunda persona de la Trinidad. Y luego, en el Evangelio de Juan, donde nos dice que el verbo, hay en el Evangelio de Juan capítulo 1, donde nos menciona que el verbo era Dios, estaba con Dios en el principio. Luego menciona que se encarnó. Esto es en el Evangelio de Juan, capítulo 1, versículo 1 dice, en el principio era el verbo y el verbo era con Dios y el verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por Él fueron hechas y sin Él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres. Entonces, menciona que el verbo, la palabra de Dios, el verbo de Dios estaba con Dios, pero también era Dios. Entonces, viendo donde resalta su deidad, resalta su preexistencia, resalta también que hay diferentes personas en la Trinidad. Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, Pero también resalta su obra en la creación, donde nos dice, esto es Juan 1.3, todas las cosas por él fueron hechas. ¿Vale? Y luego nos dice en el siglo XIV, que se encarnó. Esto es Juan 1.14, aquel verbo fue hecho carne. Y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Entonces hay que recordar, el verbo de Dios estaba en el principio. se encarnó. Y viendo que aquellos que son maduros en la fe pues tienen este conocimiento, han crecido espiritualmente. Son maduros en la fe y tienen una madurez y un conocimiento profundo de Jesucristo. Su relación con Jesús se basa en la muerte y la resurrección de Jesucristo. No es especulación intelectual. No es que simplemente tienen un montón de conocimiento intelectual, un montón de conocimiento de las escrituras en su cerebro, sino que realmente tienen una relación personal, conocen profundamente a Jesucristo porque han desarrollado esa relación. Entonces, en el pasado tuvieron un encuentro con Jesús y fueron salvos, pero ahora poseen conocimiento permanente de Jesucristo. Es que los creyentes maduros han reflexionado mucho sobre el Evangelio. y su experiencia con Cristo, y su conocimiento de Cristo, les mantiene estables. Por ello, las nuevas doctrinas, las nuevas enseñanzas, y especialmente en los tiempos del apóstolo Juan, estas nuevas ideas gnósticas, no van a engañar a los maduros en la fe. Porque conocen a Jesucristo. Porque han madurado en la fe. Y tienen el Evangelio muy claro. Entonces, ahí a la mitad del versículo 13, llegamos a los jóvenes, donde dice, os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Ahora, como mencioné antes, a estos jóvenes se refiere a aquellas personas que aún no han completado su madurez espiritual, no han llegado a una cierta madurez espiritual para que se les pueda considerar como padres espirituales, entonces, identifica a jóvenes en la fe, que disfrutan el perdón de Dios, porque han puesto su fe en Cristo como señores alabador, son creyentes, disfrutan de comunión con Dios, pero siguen creciendo. Ahora, algo que hay que entender es que cuando nos menciona jóvenes, eso no implica que son bebés espirituales, porque por ejemplo en Hebreos 5, del 13 al 14, Hebreos 5, 13, dice, y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia porque es niño. Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. Los Hebreos 5, versículo 13, ¿vale? Entonces, aquí los identifica como jóvenes, no implica que son bebés espirituales, o sea, realmente este texto no les distingue tanto por su inmadurez espiritual, sino por su fuerza y vigor. Porque si notáis, aquí en el versículo 13 dice, os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Si notáis en el versículo 14, a la mitad del versículo 14 dice, os he escrito a vosotros jóvenes porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno. Entonces está resaltando su juventud en la fe, son jóvenes en la fe, pero resalta su fuerza, su vigor. Pero aún así son personas menos maduras que aquellos que identifica como padres, los padres espirituales. Estos jóvenes están activos en la batalla espiritual contra el enemigo. Por eso les vemos donde menciona, os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. O sea, esa idea de que habéis vencido, eso no significa que la batalla haya terminado. Sino que han batallado y han experimentado victoria. Y porque han experimentado victoria, se mantiene afirmados en el resultado. Ellos ahora tienen experiencia sabiendo que en su lucha espiritual obtienen victoria, porque Dios es quien les da la victoria. Y entonces tienen más fortaleza, tienen más vigor, más fuerza, se animan más para batallar. Estos creyentes han conocido la victoria sobre las tentaciones del maligno. Ahora, si notáis, dice, habéis vencido al maligno. El maligno se refiere a Satanás, o sea, al diablo. Él es la fuente de la maldad. Él es quien gobierna el reino de las tinieblas. Y las escrituras le describen como alguien muy dañino. Alguien destructivo. Alguien que influye negativamente sobre el mundo. Incluso aquí en primera de Juan 5.19 Dice, el mundo entero está bajo el maligno. Sosprime de Juan 5.19. Lo que hay que entender es que no está pensando en el mal de una manera abstracta. Juan describe a Satanás como la personificación del mal. Y él y sus agentes son nuestros enemigos reales. Son enemigos reales y persistentes de los hijos de Dios. Como nos dice Efesios 6, del 10 al 12, dice, por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las acechanzas del diablo. porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Eso es Efesios 6, del 10 al 12, donde menciona estos adversarios. Son reales. Son persistentes. Incluye el diablo y sus agentes. Todas estas potestades y estos principados, estas huestes espirituales que están en nuestra contra. Pero aquí vemos como Dios da victoria a los creyentes y da victoria a los jóvenes Y les da victoria porque dependen de Dios. Estos jóvenes saben que el diablo ya ha sido vencido. Y por ello han resistido. Han resistido y le han hecho huir. Como nos dice Santiago 4.7. Someteos pues a Dios. Resistir al diablo y huirá de vosotros. Eso es Santiago 4.7. O en 1 Pedro 5, del 8 al 9. Al cual resistir firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Eso es 1 Pedro 5, del 8 al 9, donde nos manda a resistirle. A resistir firmes en la fe. Y como mencionáis en Santiago 4.7, cuando resistimos al diablo, huirá de nosotros. Viendo esa victoria que Cristo ha provisto. El maligno es un agresor activo. Pero no puede dañar a los creyentes. Nos dice 1 Juan 5.18. Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues aquel que fue engendrado por Dios, le guarda. Y el maligno, no le toca. susprime de Juan 5 18 entonces aunque el maligno nos puede amenazar no nos puede tocar porque dios es quien nos protege dios es quien nos depende y entonces mientras vamos creciendo espiritualmente y madurando espiritualmente nos damos cuenta de ello y dios nos da victoria y entonces por ello nos fortalecemos en esa victoria. Y es que Juan está pensando en la victoria que se obtiene sobre el maligno al creer en Jesús como Señor y Salvador. Es la victoria que Cristo provee para el creyente por medio de su muerte y su resurrección. Y es que el creyente tiene la seguridad de victoria por la obra de Cristo en la cruz y por su resurrección. Es que es Jesucristo quien asegura la victoria para el creyente. Porque todo creyente ha vencido. Nos dice 1 Juan 4, 4. Hijitos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo. Eso es 1 Juan 4, 4. O en 1 Juan 5, del 4 al 5. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo? Sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios. Eso es 1 Juan capítulo 5 del 4 al 5. Y es que el creyente recibe la victoria que Cristo ha obtenido. El creyente debe de vivir en victoria sobre la seducción del mundo y las enseñanzas falsas Y entonces llegamos aquí a la segunda sección, donde si notáis, en versículo 12, aquí en 1 Juan 2, versículo 12, dice, os escribo a vosotros, hijitos. Versículo 13, os escribo a vosotros, padres. A la mitad del versículo 13, os escribo a vosotros, jóvenes. Ahora aquí al final del versículo 13, empieza otra vez a enumerar a estas categorías, ¿no? Dice aquí en la Reina Valera 60, dice, os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al padre. Algo que hay que entender es que la mayoría de las ediciones del griego, del texto griego, aquí se empieza el versículo 14, ¿vale? Entonces, en muchas de las traducciones que podéis leer, empezaría el versículo 14 con, os escribo a vosotros, hijitos. Ahora, lo que hace a continuación es repetir las ideas que acabo de mencionar para enfatizar lo que acabo de decir. Y es que, aún así, hay alguna variación entre sus palabras, aunque, como mencioné antes, las palabras a los padres no cambian. Ahora, la estructura, esta estructura retórica, hace que el texto sea memorable. Quizás a nuestros ojos, digamos, es muy repetitivo, ¿no? Pero hay que recordar que en una cultura oral, o sea, mayormente oral, era necesaria la repetición, porque la mayoría de las personas, en los días del apóstol Juan, no tendrían una copia para leer delante de sí, sino estarían escuchando en un congregación. Entonces, la repetición era necesaria para poder recordar. Y entonces, lo que está haciendo aquí el apóstol Juan, está enfatizando estos puntos, porque quiere exhortar a los creyentes a vivir en la victoria que tienen en Jesucristo. Ahora, otra cosa que hay que notar, que aquí la traducción, la Reina Valera 60, no se puede percibir en la traducción, es, las primeras tres veces, esa idea de os escribo, está en presente. Pero la segunda tres veces, hay un cambio verbal del presente al... es un cambio verbal en... es un tiempo verbal en griego que es el ahoristo. Ahora, el ahoristo es una categoría combinable con el tiempo y el modo que indica bien una acción puntual viene una considerada en bloque sin atender a su duración. Esto es algo que continúa, es algo que ha ocurrido, pero que continúa también. Entonces, hay un cambio verbal, lo cual es interesante porque vemos que la estructura se empatiza aún más. Los primeros tres están en presente, los segundos tres están en aoristo, Ahora, los eruditos presentan varias opciones para dar razón por el cambio de tiempo verbal. Algunos piensan que el presente se refiere a la carta de primera de Juan. Y otros piensan que el ahoristo se refiere al evangelio de Juan. Porque realmente se debería de traducir aquí esta última frase que encontramos aquí en la reina valera 60 os escribo a vosotros hijitos esa última frase debería de ser os he escrito como bien lo traduce el versículo 14 os he escrito a vosotros vale y entonces algunos piensan que esto es esta idea de que os he escrito se refiere al evangelio de juan y ahora os he escrito se refiere a aquí esta primera carta de juan Entonces, otros piensan que simplemente el ahoristo es lo que el apóstol Juan ya ha escrito, aquí en la primera epístola de Juan, y el presente que usa, o se escribo, se refiere a lo que está escribiendo en ese momento, lo que en el presente está escribiendo. Otros también presentan, simplemente es una variación de estilo. Para no ser demasiado repetitivo, simplemente cambia el estilo. No hay que ponerle demasiado énfasis. También hay que recordar que comúnmente, especialmente en... en griego, un escritor muchas veces se ponía en el tiempo que los destinatarios recibirían su carta. Entonces, aunque lo está escribiendo en ese momento, cuando los destinatarios recibiesen su carta, él ya lo había escrito. Entonces, posiblemente, simplemente lo presenta de esa manera. Lo que aparenta es que se usa para avanzar el argumento. O sea, el presente introduce una afirmación y el ahoristo reflexiona sobre la afirmación. Ahora, el segundo grupo de tres fortalece y avanza las afirmaciones del primer grupo. Lo que está haciendo el apóstol Juan está preparando el terreno. para continuar el análisis y la enseñanza. O sea, les exhorta a seguir siendo fieles a las enseñanzas sobre Jesús. Y por ahí aquí, otra vez menciona a los hijos. Como mencioné antes, se refiere a todos los creyentes, ¿no? Hijitos. Cuando dice, os he escrito a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Ahora, si notáis, anteriormente, en versículo 12, dice porque porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre". O sea, esas dos frases son paralelas, ocurren al mismo tiempo, o sea, han recibido perdón de pecados y es porque han conocido al Padre. Esos... estos términos reflejan esta ternura que hay, aunque en el texto original también hay diferentes términos que usa para hijitos, lo más probable es que no haya que enfatizar su diferencia demasiado, pero en el versículo 12 menciona el término, en griego, es tecneon, que enfatiza más la relación de dependencia o debilidad de un niño. Luego, en el versículo, al final del versículo 13, usa el término paideon y enfatiza la inmadurez, la necesidad de instrucción y dirección. Lo que el apóstolo Juan hace es confiar. Él confía en la estabilidad espiritual de sus destinatarios. Pero también entiende que siguen necesitando instrucción, siguen necesitando guía. Y entonces, viendo que les escribe, o les ha escrito, os he escrito a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Y es que se conoce al Padre por medio de Jesucristo. Jesús mismo dijo que Él es quien revela al Padre. Ahí en Lucas 10, 22. Donde dice, todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre y quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Eso es Lucas 10, 22. Entonces, podemos conocer a Dios Padre por medio de Jesucristo. Es a través de conocer a Jesucristo, de creer en Él como Señor y Salvador. Es a través de su sacrificio en la cruz, de su muerte y su resurrección. Es venir al conocimiento de Él. Entonces, por medio de Jesús es como podemos conocer a Dios Padre. Y cuando conocemos a Jesús como Señor y Salvador, recibimos perdón de pecados. Recibimos conocimiento de Dios. Y es que conocer al Padre es el privilegio de un hijo. Es como nos dice Galatas 4.6. Por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama Abba Padre. Eso es Galatas 4.6, donde vemos esa... Esa obra del Espíritu Santo en nuestros corazones donde nos afirma que somos hijos de Dios y nos da a conocer nuestros privilegios como hijos de Dios, nuestra conexión con Dios. Por ello, tener perdón de pecados, como se menciona en el siglo XII, y conocer al Padre van juntos. Lo cual refleja en las promesas del nuevo pacto que encontramos en Jeremías 31. porque en Jeremías 31 versículo 34 aquí en este contexto está hablando del nuevo pacto y dice Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo, conoce a Jehová, porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande. Y dice Jehová, porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. Eso es Jeremías 31, versículo 34. Hace esa conexión, entre el perdón de pecados y el conocimiento de Dios. Y entonces, por ello, escribe a todos los creyentes, porque han conocido al Padre. Como mencioné, la descripción o la expresión para los padres es idéntica. Dice, os he escrito a vosotros padres porque habéis conocido al que es desde el principio. Entonces, resaltando, enfatizando la importancia de su crecimiento espiritual, de continuar en su madurez espiritual, de continuar buscando conocer a Jesús mejor. Y luego termina Una vez más, con los jóvenes. Dice, os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno. Entonces ahí menciona tres cosas, ¿no? Son fuertes, la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno. Esa tercera, pues ya lo ha mencionado anteriormente, Ahí en versículo 13, donde dice, os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Pero entonces aquí añade que son fuertes. Esto es 1 Juan 2, 14. Son fuertes. Ahora, la razón por la que son fuertes espiritualmente es porque la palabra de Dios muere en ellos. Por eso nos dice, y la palabra de Dios permanece en vosotros. O sea, son fuertes En su fe en Cristo. Son fuertes para vencer. Nos dice 1 Juan 5 4. Todo el que es nacido de Dios vence al mundo. Y esta es la victoria que ha vencido al mundo. Nuestra fe. Eso es 1 Juan 5 4. Entonces son fuertes espiritualmente porque dependen de Dios. Tienen su victoria en Dios. Tienen su victoria por la obra de Cristo en la cruz. Son fuertes en su fe. su fe en Cristo. Y también nos dice la palabra de Dios permanece en vosotros, o sea, se aferran a las escrituras, las interiorizan. Como nos dice Colosenses 3,16. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros. Enseñándos y exhortándos unos a otros en toda sabiduría. Cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Esto es Colosenses 3,16. La importancia de tener la palabra de Dios morando en nuestro corazón. Y cuando... nos fortalecemos en el Señor y en el poder de su fuerza, como nos dice Efesios 6, y tenemos la Palabra de Dios morando en nosotros, obtenemos victoria, y por ello, Satanás no puede resistir. No puede resistir el poder de la Palabra de Dios, y por eso han vencido al maligno. Entonces, vemos la importancia de este texto, aquí en el Premio de Juan, donde nos ayuda a considerar nuestro estado espiritual, nuestra madurez espiritual. y que nos demos cuenta de la importancia de buscar crecer espiritualmente, de enfatizar nuestra relación con Dios, de pasar tiempo estudiando la Escritura, pasar tiempo memorizando la Escritura, pasar tiempo en el Evangelio, profundizándonos en el Evangelio, profundizándonos en nuestro conocimiento de Dios y haciendo todo lo posible para agradar a Dios en nuestra vida, batallando fielmente fortaleciéndonos en él, para poder vencer, para poder resistir el poder de Satanás, del maligno. Y por eso la pregunta con la que empecé. ¿Te esfuerzas para madurar espiritualmente? Vamos a terminar en oración.
¿Te esfuerzas por madurar espiritualmente?
Series 1 Juan
Sermon ID | 1117241828518051 |
Duration | 47:40 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 John 2:12-14 |
Language | Spanish |
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