LA ESPERANZA DE UN FUTURO PROMETEDOR

Somos llamados a ser celosos, según ya vimos. Dios nos llama a ser celosos por su reino, su causa, su pueblo, etc. Debemos tener pasión de que Dios nos use en nuestras áreas no exploradas o en cualquier área que usted vea que pueda ser útil al reino de Dios. Ese celo debe motivarse no apagarse. Póngase en las manos del cuerpo de ancianos para que le orienten en lo que puedas todavía servir en la Iglesia de Cristo. Acompáñame y envíame tus inquietudes en lo que respecta a este sermón basado en el tema: Terminando el curso de la vida con Gozo.