00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Buenas noches, es bueno verlos esta noche. Voy a pedirle que por favor vaya al Salmo número 13. Salmo 13. Hasta cuándo, Señor, ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? ¿Hasta cuándo he de tomar consejo en mi alma, teniendo pesar en mi corazón todo el día? ¿Hasta cuándo mi enemigo se enaltecerá sobre mí? Considera y respóndeme, oh Señor Dios mío. ilumina mis ojos, lo sea que duerma el sueño de la muerte, lo sea que mi enemigo diga, lo he vencido, y mis adversarios se regocijen cuando yo sea sacudido. Mas yo en tu misericordia he confiado, mi corazón se regocijará en tu salvación, cantaría al Señor porque me ha colmado de bienes. El Salmo 13 no es nada sino algo muy honesto. Y me pregunto a veces cómo nos va a nosotros con una honestidad de esta manera en la Iglesia del Señor. Me pregunto si a veces no somos culpables de no arriesgar cuando se trata de compartir los unos con los otros. lo que está sucediendo en nuestra mente, lo que sucede en nuestras emociones, lo que está sucediendo en nuestros corazones en cualquier momento en este viaje en el que estamos juntos. A lo mejor tememos de que las personas puedan pensar mal de nosotros si somos honestos acerca de nuestras luchas. A lo mejor tenemos miedo de que no podamos, de que no se piense de nosotros como piadosos y queremos que se piense de nosotros como que somos personas piadosas. Así que me pregunto a veces si no tenemos miedo de ser brutalmente honestos y si nuestra falta de honestidad no solamente nos apaga. del ánimo que podamos recibir de otros creyentes si nosotros fuéramos honestos, pero también si nosotros no podamos estar cerrándonos a nosotros mismos de animar a otros, si ellos descubren que lo que estamos sintiendo es lo mismo que ellos están sintiendo. David era honesto de una manera amplia. Y cuando usted compara el mensaje del Salmo 13 con el mensaje del Salmo 12, la profundidad de su dolor no lo deja entender. En Salmo 12, David se siente solo cuando se trata de la presencia del pueblo de Dios. Salmo 12 empieza, Sí, salva, Señor, porque el piadoso deja de ser, porque los fieles desaparecen de entre los hijos de los hombres. David pregunta, ¿Dónde están los fieles? ¿Dónde están las personas piadosas? En el Salmo 13 no es la ausencia de las personas piadosas, la cual David teme. Es la ausencia de Dios. ¿Dónde está Dios? David se siente abandonado por Dios y él tiene suficiente honestidad para decirlo. Tiene suficiente honestidad para expresarlo. No puede haber algo peor que eso, el sentirse abandonado por Dios. ¿Sabe si usted se siente solo en términos de la presencia de las personas, pero tiene un sentido fuerte de que el Señor está con usted? Ese es un sentido que nos sostiene, ¿cierto? Si el Señor es por nosotros, ¿quién puede estar en contra de nosotros? Pero si el sentido que usted tiene es que Dios está en contra de usted, Entonces, todo el acompañamiento humano no puede satisfacer su corazón, si así es como usted se siente. Y no solamente David expresa este dolor de sentirse abandonado por Dios, pero lo expresa en términos que nos deja saber de que es un dolor que no cesa. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo? Cuatro veces dice eso. ¿Cómo respondemos a un dolor que no cesa? ¿Cómo respondemos a circunstancias que nos causan dolor que no tienen sentido y que Dios no está removiendo? David en este sermo habla acerca de la opresión de los adversarios. Esos adversarios no solamente son sus enemigos, son los enemigos de Dios. Por eso es que es capaz de hablar acerca de esto y es capaz de pedirle a Dios ayuda, porque estos no solamente son sus enemigos, sino que también son los enemigos de Dios. Y desde el punto de vista de David, Dios ya debió de haber hecho algo acerca de esto. Ya debió de haberle dado paz acerca de esto. Lo que él esperaba no estaba sucediendo. Parece como que si Dios es inocente, parece como que si Dios guarda silencio, parece como que si Dios es indiferente. Yo sé que David no está solo porque yo le hablo a las hermanas y las hermanas que se sienten de esta manera. Le hablé a alguien la semana pasada que se siente de esta manera. Su esposo ha sido infiel a ella sexualmente y lo está restringiendo en su rostro y él está orgulloso de su pecado. Y ella se pregunta, ¿dónde está mi Dios? ¿Dónde hay la retribución? ¿Dónde está la ayuda de Dios? Estoy tan alegre de que David escribió esto de una manera clara, de que él es brutalmente honesto, porque esto nos anima a nosotros. Es una de las razones por las que nos gustan los salmos, porque el salmista dice lo que nosotros a veces tenemos miedo de decir. Él simplemente lo dice. tres partes de este psalmo. Versos 1 y 2, un clamor de queja. Versos 3 y 4, un clamor por consideración. Versos 5 y 6, un clamor de confianza. Empezamos esta noche con un clamor de queja. ¿Hasta cuándo, oh Señor, me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro? ¿Hasta cuándo he de tomar consejo en mi alma, teniendo pesar en mi corazón todo el día? ¿Hasta cuándo mis enemigos se enaltecerán sobre mí? ¿Hasta cuándo? Un dolor prolongado. Y no es tanto una pregunta como es un ruego. David no está pidiendo un periodo de tiempo. No está preguntando. Van a ser dos meses, tres meses, cuatro meses. Esta no es una pregunta. Este es un ruego. Eso está diciéndole a Jehová. Vas a moverte en esta situación? Vas a actuar? Vas a ayudarme? Eso es lo que él está preguntando. Cuando dice hasta cuándo me vas a ayudar? Vas a intervenir? Él describe su dolor entre sus relaciones. En el verso 1 al 2, él habla acerca de su dolor en términos de su relación con Dios. Él habla acerca de su dolor mientras que él lo experimenta dentro de sí mismo. Y él habla acerca de su dolor mientras que él piensa acerca de sus enemigos. Yo creo que es instructivo e importante para nosotros el saber que cuando David está en problemas, él siempre empieza con su relación con Dios. Y ahí es donde deberíamos empezar nosotros. El primer dolor que él conoce tiene que ver con su comunión con el Señor. ¿Hasta cuándo, oh Señor, me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro? Cuando David habla acerca de ser olvidado por Dios, cuando él habla acerca de que Dios está escondiendo su rostro, dándole la vuelta y mostrando de la espalda a David, escondiendo su rostro de David, él no está sugeriendo algún tipo de debilidad en Dios. Él no está diciendo de que a Dios se le olvidan las cosas. Este es el lenguaje de Dios no ayudando. Esto está diciendo que Dios está preteniendo su ayuda, actuando de una manera, una manera de juicio hacia David. David siente como que si él está siendo juzgado, Dios está en contra de él. Dierick Kidner dijo en el Antiguo Testamento, el recordatorio de Dios y lo que Dios puede ver no son estatutos de conciencia propia, es una a lo que sucede antes de la acción. Si Dios te ve, si Dios se da cuenta de ti, es una preacción a la acción. Así que David se preguntó, ¿dónde están las acciones de Dios? ¿Dónde está su ayuda? Martin Luther comentando acerca de esto dijo, un angustia en el espíritu que se siente como que se tiene que ver con un Dios que está apartado y hostil e implacable e inexertable, cuya furia es eterna, donde la esperanza misma falla. Y aún La desesperación espera, y todo lo que vive es la tristeza que no puede ser menos que nada donde el Espíritu Santo hace interrupción por nosotros. Un lugar donde la esperanza misma se desespera, pero la desesperación espera, dice. Esto es lo que David siente hacia Dios. Y luego él menciona dolor dentro de sí mismo. Verso 2. ¿Hasta cuándo he de tomar consejo de mi alma, teniendo pesar en mi corazón todo el día? Él está luchando dentro de sí mismo. Él está luchando dentro de sí mismo y sin intervención. Parece que no hay un descanso en su tristeza. Cuando dice ahí todo el día, también puede significar día tras día. Y la idea es de que esto sigue regresando. No puedo recibir descanso de mi dolor interior. Mi mente parece quedarse ahí. Mis pensamientos parecen quedarse ahí con mucho gusto. Me desearía de esto. No dejaría atrás con gusto como sería el gozo si fuera posible, pero no es posible. Continuamente estoy tomando consejo dentro de mi alma. Es de otra manera de decir, yo estoy pensando acerca de esta situación, pensando en diferentes posibilidades o lo que pueda resultar o lo que pueda significar para él. Se encuentra a sí mismo pensando acerca de esta situación, tratando de recordarse a sí mismo acerca de la verdad que él conoce, acerca de Dios y la verdad que él conoce acerca de la palabra de Dios. Pero él no puede recibir ninguna paz. Él dice que él tiene tristeza en su corazón. todo el día, o día tras día. Su relación con Dios parece ser extraña, y dentro de su propio corazón no hay paz, hay una tormenta. Y luego él piensa acerca de sus enemigos. Mirad el verso 2, dice, ¿hasta cuándo mi enemigo se enaltecerá sobre mí? Esto es lo que David siente. El enemigo está siendo exaltado y él está siendo humillado. Y la pregunta es, ¿dónde está Dios? ¿Qué está experimentando David? David está experimentando una depresión espiritual. Él está experimentando sentimientos de abandono. James Montgomery Boyce, hablando acerca de la depresión espiritual, él mencionó el hecho de que nosotros somos como David, podemos conocer estas mismas emociones y por las mismas razones. ¿Qué es lo que hace que usted se sienta deprimido espiritualmente a veces? ¿Qué es lo que nos hace a nosotros sentir como que si Dios pueda estar en contra de nosotros, aunque conocemos las verdades de la justificación por la gracia y la fe de Jesús, aunque conocemos intelectualmente cuál es nuestra posición con Dios en Cristo, conocemos nosotros el sentimiento de como que si, sentimos como que si Dios está en contra de nosotros. ¿Qué hace que suceda eso? Así como David, una lucha prolongada puede causar eso. Andrés, muchos años dijo esto, no está bajo lo más afilado, pero los las pruebas más largas en las cuales tenemos la mayor posibilidad de desfalecer. Cuando fue acosado con noticias malvadas rápidamente, él lo soportó con mucha fortaleza, pero cuando él no pudo ver ningún final, el final de sus problemas, él se hundió bajo sus problemas. Eso es lo que hace que nuestros problemas sean difíciles cuando no se van. No es la severidad de ellos. Nosotros hemos pasado por cosas difíciles, pero no ha pasado mucho tiempo y con fortaleza lo hemos enfrentado. Y magnificamos al Señor en medio de ello. Esas son cosas difíciles, pero en muchas maneras es más fácil que la prueba que simplemente continúa estando ahí, día tras día, tras día, tras día. una lucha prolongada donde no hay liberación. Eso nos lleva a la depresión espiritual o como David escribe en el verso 1, una falta de bendición aparente, una falta de ayuda y asistencia de Dios. Esto es especialmente difícil cuando nosotros no hemos conocido la bendición de Dios en maneras manifestadas, en nuestro pasado, en formas que eran claras y parecían como que nunca se iban a ir bendiciones, que simplemente estaban ahí y parecían como que siempre nos íbamos a conocer y ahora se fueron, y parecían como que así no van a regresar más. Empezamos a preguntarme, me pregunto por qué, qué es lo que yo hice. Esto puede suceder en una familia. Usted ha conocido días bendecidos. La mano del señor ha estado claramente sobre su familia, una unidad y bendición. A lo mejor todos vieron a su familia y dijeron, oh, qué familia tan piadosa y qué bendición hay sobre su hogar. Y de repente, a lo mejor un hijo se pierde o algún tipo de frac de fractura en la casa. Usted ahora acerca de ello y usted trata de arreglarlo. Tiene esperanza de que va a ser arreglado, pero ahí está. A lo mejor ya han pasado años y sigue estando ahí. Y usted empieza a preguntarse, ¿qué es lo que yo hice mal? Esto puede suceder en un negocio. la mano del Señor le bendijo y le prosperó. Y ahora de repente, existe esta lucha financiera larga que pareciera que nunca se va a terminar. Esto puede suceder en un ministerio, donde la Palabra de Dios estaba evidentemente siendo bendecida en medio de usted, mientras que usted ministraba en el nombre de Cristo. Y la bendición estaba ahí, claro, para que todos lo vieran. Ahora se pregunta usted, ¿dónde están esos días de gran bendición? Puede suceder aún en su propio caminar con Cristo. cuando usted ha conocido lo que es el tener un corazón cálido, y lo que es el sentir que usted está creciendo en la fe, y que le está yendo bien. Y a lo mejor usted ha estado en el ministerio, y a lo mejor ahora usted está pasando por un periodo seco y largo. Y James Royce lo dijo bien cuando dijo esto, cuando ya nos sentimos de que Dios nos esté bendiciendo. Nosotros nos estancamos en nuestras fallas y caemos en una en una trampa emocional. Cuando nuestras emociones, nuestras emociones toman control, es difícil regresar a un lugar nivelado porque los mejores medios de hacer esto, una reflexión calmada y un repaso de bendiciones pasadas están siendo barridas. Descubrimos de que no podemos calmarnos a nosotros mismos por suficiente tiempo para completar este ejercicio. Yo quiero pensar correctamente. Quiero poner mi mente en mi lugar correcto. Quiero querer las cosas correctas. Y aquí viene algo más que va a molestar todo de nuevo. Podemos agregar a eso otros factores que nos pueden llevar en esa dirección. Algunas personas simplemente tienden a ser mórbidos. Algunas personas en este cuarto a lo mejor no reflejan acerca de nada. Ustedes viven la vida como es. Otras personas son personas que contemplan mucho y reflejan acerca de las cosas. Y son esas personas las que a veces caen en depresión espiritual. Siempre están examinando algo. Así que nuestro temperamento nos puede llevar en esa dirección. Factores físicos nos pueden llevar en este camino también. Hay personas en formas en este lugar. A lo mejor usted ha tratado con la enfermedad por mucho tiempo. A lo mejor usted está en dolor constante. Siempre tratando de vencer lo que sea que usted está tratando en lo físico. Y siempre está usted cansado. Y pensamos acerca de alguien como Elias, después de una gran victoria. y de la manifestación de la bendición de Dios, siguió esa decepción que siguió después de eso y se encuentra a sí mismo en un lugar malo. Martin Lloyd-Jones dijo esto, dijo, el diablo es el adversario de nuestras almas. Él puede usar nuestros temperamentos y nuestra condición física. Él trata de tal manera con nosotros que permitimos que nuestro temperamento nos controle y nos gobierne, en vez de mantener el temperamento donde debe ser mantenido. No hay un final a la manera en que el demonio produce depresión espiritual y siempre tenemos que tenerlo en mente. Quiero recordarle que usted recuerde eso, que recuerde que hay alguien que quiere que usted crea que Dios le ha abandonado, y ese es el enemigo de su alma. Así que primero vemos este clamor de queja. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo? ¿Voy a sentirme apartado de ti? ¿Hasta cuándo? ¿Voy a tener luchas en mi alma? ¿Hasta cuándo? ¿Será que mi enemigo va a ser exaltado? ¿Hasta cuándo? ¿Dónde estás? ¿Cuándo vas a actuar? ¿Cuándo va a cambiar esto? La segunda cosa que vemos es un clamor por consideración. Así que de esta queja viene una petición. Verso 3, considera y respóndeme. Oh Señor, Dios mío, es poderoso. Esas ambas, esas dos son imperativas. ¿Sabe lo que David dice? Mírame. Respóndeme. Sabemos acerca de eso aún en nuestro ámbito humano. Usted está hablando con alguien y el otro no le responde. Entonces, ¿qué dice usted? ¡Mírame! ¡Háblame a mí! Y David, sin duda, de una manera que es reverente y sometida, simplemente derrama esta honestidad a Dios y le dice, ¡Mírame! ¡Respóndeme! Toma nota de mi dolor hacia ti, Dios. Toma nota de mi dolor hacia ti. Considérame. Respóndeme. Ayúdame. Toma nota de mi dolor dentro de mí porque dice, enciende mis ojos, ilumina mis ojos. Y este es el lenguaje del avivamiento. Este es el mensaje de dar vida. Este es el mensaje del refresco. David está pidiéndole a Dios que le anime. Dame algo que me anime. Revíveme. Por ejemplo, en 1 Samuel 14.27, para darle un ejemplo de cómo este tipo de lenguaje se usa. 1 Samuel 14.27, pero Jonathan no había oído cuando su padre puso al pueblo bajo juramento. Saúl hizo este juramento insensato de que nadie comiera mientras sucedía la batalla, por lo cual le extendió la punta de la vara que llevaba en su mano y la metió en un panal de miel, y se llevó la mano a la boca y brillaron sus ojos. Es una manera de decir que él estaba refrescado físicamente. Él necesitaba algo de comer, y cuando lo obtuvo, le ayudó. Entonces uno del pueblo le habló y dijo, tu padre puso bajo estricto juramento al pueblo diciendo, maldito sea el hombre que yo me alimento hoy. El pueblo estaba desfallecido. Entonces Jonathan dijo, mi padre ha traído dificultades a esta tierra. ¿Ves cómo brillan mis ojos porque probé un poco de esta miel? O para ver lo mismo en una manera negativa, Salmo 38, 10 dice, palpita mi corazón, mis fuerzas me abandonan y aún la luz de mis ojos se han ido de mí. Así que si su fortaleza le falla, la luz se va de su ojo. Y si usted está refrescado físicamente, sus ojos son iluminados. David le clama a Dios y le dice, ilumina mis ojos. Refrescame, revivame, animame. Y por lo que sigue, algunos se han preguntado si David está enfermo aquí, si él está a punto de morir en términos de una condición física. Yo creo que eso es muy restrictivo porque él está hablando claramente acerca de enemigos y una amenaza de sus enemigos. No, yo creo que él está desanimado y necesita algo que le anime. Así que en términos de su relación con Dios, él pide, alivio, mírame, respóndeme. En términos de lo que estás diciendo en su alma, él pide, alivio, ilumina mis ojos, revívame, anímame. Y ahora en términos de esos enemigos, él explica el peligro en el que se siente. Dice, no sea, si tú no me ves, si tú no me respondes, si tú no me revives, revivas y me refrescas, si no me ayudas, no sea que mi enemigo diga, perdón, no sea que duerma el sueño de la muerte, no sea que mi enemigo diga, lo he vencido y mis adversarios se regociten, porque yo, cuando yo sea sacudido. Esto es lo que, David, teme que sucede. Señor, si tú no actúas y no te mueves, voy a ser conquistado. Voy a morir. Mis enemigos, ¿quiénes son tus enemigos? van a ser animados. Ellos se van a burlar, se van a regocijar con sus palabras. Ellos van a exaltar por mi situación de dificultad. Juan Calvino dijo esto, como es la oficina particular de Dios, el reprimir la insolencia y la audacia de los malvados cuando se glorían en su maldad. Sólo Dios puede hacer esto. Se da cuenta, Él represa, reprime la audacia y la insolencia del malvado. Calvino dice, David le ruega a Dios que los deprive a ellos de la oportunidad de disfrutar ese alarde. Sin embargo, debe ser observado que él tenía en su conciencia suficiente testimonio de su propia integridad y de que él confiaba también en lo recto de su causa, de tal modo que no hubiera sido irrazonable si se lo hubiera dejado sin socorro en el dolor y si hubiera sido vencido por sus enemigos. En otras palabras, mientras que Dios le pide, David le pide a Dios que le ayude, David siente que él está en lo correcto. Estos no solamente son los enemigos de David, sino que son los enemigos de Dios. No es correcto que se regocijen sobre Dios y se exalten sobre la caída de David. Calvin continúa diciendo, por lo tanto, podemos decir con confianza que podemos orar por nosotros mismos de la manera en que David lo hace por sí mismo solo cuando nosotros luchamos bajo el estándar de Dios y somos obedientes a sus órdenes, de tal modo que nuestros enemigos no pueden obtener la victoria sobre nosotros sin triunfar malvadamente sobre Dios mismo. Esa es una buena palabra. Mientras que derramamos nuestras quejas al Señor, más nos vale examinarnos a nosotros mismos y asegurarnos de que estamos parados en el lugar correcto. ¿Podemos decir que estamos luchando bajo el estándar de Dios, que en esta situación estamos pidiendo a Dios? ¿Podemos decir que en esta situación, si el enemigo triunfa sobre mí, triunfan sobre Dios? porque yo estoy haciendo su causa, estoy parado en su lugar, estoy haciendo su voluntad. Así que está el clamor de la queja y el clamor por consideración. ¿Pero qué final tan sorprendente para este Salmo empezando en el verso 5? Casi parece como que viene de ningún lado. Viene de la nada, pero no viene de la nada. Viene de la gracia, de una manera extraña. La evidencia que David está buscando, de que Dios no está contra él, sino con él y por él, se encuentra por el hecho de que David no puede dejar ir de su confianza en Dios. Dice en el verso cinco, mas yo en tu misericordia he confiado, mi corazón se regocijará en tu salvación. Cantaré al Señor porque me ha colmado de bienes. a lo mejor la evidencia más grande, la mayor evidencia de la genuinidad de nuestra salvación. Y por lo tanto, al Dios habernos dado gracia a nosotros en el hecho de que existimos bajo el favor de Dios, a lo mejor la evidencia más grande de esto es que en nuestros tiempos más oscuros no podemos apartarnos de Dios. No podemos dejar ir de Dios. o dejar ir a Dios. ¿Alguna vez hubo un tiempo en el cual una falta de genuinidad en términos de salvación sería manifestada? Sería en estos tiempos, en los tiempos oscuros, en los tiempos donde usted siempre como que si usted ha sido abandonado por Dios, en el tiempo en que usted espera la ayuda de Dios y no viene. Esos son los tiempos en que alguien dirá suficiente de esto y se apartaría de Dios. de este Dios que ellos han procesado tener fe en el hecho de que nosotros no lo hacemos, nos dice que no somos nosotros los que estamos aferrados a Él, sino que es Él que está aferrándose a nosotros. ¿De dónde viene esto? Viene de la gracia. Viene de Dios. Así que, ¿qué es lo que David confiesa? Él confiesa confianza, dice, pues yo en tu misericordia he confiado. Y esto se expone de una manera que habla de un patrón de David. Esto es lo que ha caracterizado la vida de David. Él es uno que confía en el amor de pacto y fiel de Dios, el amor leal de Dios. Él confía porque Él sabe que este es Dios. Él es uno que ama a su gente, a su pueblo fielmente. Él no puede sentirlo mientras que le empieza este salvo, pero Él lo sabe. Y no lo olvida. Y Él termina confesándolo. Señor, Tú eres fiel a Tu pueblo. Señor, Tú nos amas. No importa cómo me siento, no importa lo que esté sucediendo en mis circunstancias, yo sé que esto es verdad, y es cierto. Yo he vivido esto, y aquí es donde yo estoy parado, y esto es lo que yo escojo, y de hecho es un contraste enfático empezando en el verso 5. Esto es lo que yo he hecho. Esto es lo que está sucediendo alrededor de mí, pero esto es lo que yo escojo. Esto es lo que yo confieso. ¿Por qué? Porque David conoce a Dios, él conoce el carácter de Dios. Y si usted conoce a Dios, si usted conoce su carácter, usted confía en él. Porque usted sabe que él es digno de su confianza, que él es 100% fiel. Quiero decirlo de nuevo, nuestro Dios es 100% fiel. Salmo 9 verso 10 dice, En ti pondrán su confianza los que conocen tu nombre, porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan. Si usted lo conoce a él, usted sabe que él no olvida a su pueblo. Nunca lo ha hecho. Nunca lo habrá. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará. Salmo 37, 28. Porque el Señor ama la justicia y no abandona a sus santos. Ellos son preservados para siempre, pero la descendencia de los impíos será exterminada. La descendencia de los impíos no tienen futuro. pero los santos de Dios, ellos no son olvidados, nunca. Derek Kidner dice esto, el yo del verso 5 es enfático, así que no importa qué grande es la presión, la decisión todavía es de él. y no la decisión de los enemigos, y el pacto de Dios permanece. Así que el salmista se confía a sí mismo, a este amor prometido, y pone su atención, no a la cualidad de su fe, pero al objeto de su fe, y al resultado, el cual él tiene toda la intención de disfrutar. Me gusta eso cuando él dice que él no pone su atención a la cualidad de su fe, pero al objeto de su fe. Escuche, eso es lo que tenemos que hacer cuando tenemos opresión espiritual. Tenemos que quitar nuestros ojos de nosotros y ponerlos en nuestro Dios. Quitarlo de la cualidad de nuestra fe y al objeto de nuestra fe. Solo ponga sus ojos en Él y sepa que Él es fiel. Si usted lo conoce a Él, usted va a confiar en Él. y bajo la luz de esto, la petición de hecho continúa, porque la forma del próximo verbo en el verso 5 es uno que indica, algo que él está diciendo, mi corazón se reconcijará en tu salvación. ¿Voy a ser yo capaz de hacer esto? ¿Voy a ser yo capaz de ver esto? ¿Voy a poder yo ver tu salvación y por lo tanto, regocijarme? Esa es la idea. Y el mismo tipo de cosas se encuentran en la siguiente declaración donde dice, cantaré al Señor porque me ha colmado de bienes. Y yo le voy a decir a usted, yo voy a proclamar como tú tratas conmigo. ¿Y cómo es que él anticipa de que Dios va a tratar con él? Bueno, como Dios siempre ha tratado con su pueblo, y es de una manera abundante, y la idea es ahí de plenitud. Los caminos de Dios son plenos, no le faltan nada, todo suficiente. En otras palabras, las respuestas de Dios exceden nuestras peticiones, y exceden nuestras expectaciones, y excede nuestras esperanzas y nuestra fe. Dios no solamente trata con nosotros mejor de lo que nos merecemos. Muchas veces decimos esto, ¿cómo le va? Bueno, mejor de lo que me merezco, es cierto. Pero Él trata con nosotros no solamente mejor de lo que merecemos, sino que Él trata con nosotros mejor de lo que nosotros conocemos, y mejor de lo que nosotros nos imaginamos. Él está tratando con usted esta noche de una mejor manera de lo que usted se imagina si usted es su hijo. Mejor de lo que usted conoce. Lo que usted no puede ver, si usted pudiera ver, revelaría que Él está tratando con usted mejor de lo que usted conoce. Plenitud, de una manera abundante. Y si usted no conoce eso de este lado de la eternidad por fe, usted lo conocerá del otro lado de la eternidad, más allá de esta vida. Pablo tuvo un vistazo de ello. Segundo Corintios 4.16, él escribió esto, por tanto, no desfallecemos. Antes vieran que nuestro hombro exterior va decayendo, sin embargo, nuestro hombro interior se renueva de día en día. Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación. lo que le está sucediendo a usted, si usted puede verlo, es leve y momentáneo en comparación a lo que va a ser un peso de gloria que va a exceder cualquier cosa a lo que usted pueda comparar ese problema. Y él dice en el siguiente verso, al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las cosas que no se ven, porque las cosas que se ven son temporales, pero las cosas que no se ven son eternas. No solamente mejor de lo que nos merecemos, sino que mejor de lo que sabemos, mejor de lo que conocemos o nos podamos imaginar. Y ahí es donde él termina el Salmo. Y ahí es donde nosotros deberíamos de terminar cuando honestamente hemos derrubado nuestros dudas y nuestros temores y nuestras lástimas y nuestras quejas a nuestro Dios, tenemos que recordar quién Él es y lo que Él ha hecho por nosotros y lo que Él ha prometido. ¿Por qué un Salmo como este? Es asombroso, ¿no es cierto? La lucha de David, la lucha personal de David, por el liderazgo del Espíritu Santo y la voluntad de Dios, la lucha personal de David se volvió en una adoración comunal. ¿Cómo le gustaría a usted que sus luchas personales se volvieran el himno para que todos cantaran? ¿Por qué canciones como estas en la Palabra de Dios? Honestidad clara y brutal. Bueno, número uno, porque usted debe de saber de que usted no está solo en términos de su experiencia, en términos de su depresión espiritual, en términos de los tiempos en que usted está abajo. Usted no está solo. Usted no es el primer creyente que haya pasado por estas cosas. Usted no está solo en este cuarto. Usted no está solo en esta iglesia. Y quiero animarnos, amados. No, escuchen, a no comiserar el uno con el otro de tal modo que vivimos siempre en el foso. No, tenemos que animarnos unos a otros. Pero ¿cómo sabemos? que debemos de animar si nunca nadie nos dice si están desanimados? ¿Cómo sabemos cómo hablarnos la verdad unos a otros en áreas donde necesitamos escucharlos y nadie está siendo transparente acerca de dónde necesitan escuchar esto? Usted no está solo y usted no está solo en esta comunión y en esta comunidad de creyentes. Nosotros debemos de vivir la vida cristiana juntos. Y eso significa que debemos estar dispuestos a ser transparentes los unos con los otros acerca de dónde estamos mal, dónde estamos desanimados y necesitamos ánimo. Usted no está solo. Segundo, tenemos un psalmo como este para que usted siempre sepa que usted no está abandonado. Usted puede sentirse abandonado a veces. ¿Pero acaso David fue abandonado? ¿Qué sabemos acerca del resto de la palabra de Dios? ¿Fue abandonado? ¿Acaso el Señor le amó? Él sabía esto, ¿no es cierto? Al final del Salmo, Él confesó eso. Si usted es uno de los hijos de Dios, usted no está abandonado tampoco. Él le ha amado a usted en su hija. Y así es como Él le ve a usted. Usted ha sido puesto correcto con Dios no por lo que usted es o lo que usted ha hecho, sino por lo que su Hijo hizo por usted. Y usted fue vestido en su justicia y Dios le ve a usted en su Hijo. Él no tiene un compromiso más grande que el compromiso que él tenía a su propio Hijo. Usted no está abandonado. El amor de Dios es fiel. El amor de Dios es constante. 3. Sus tristezas no están siendo desperdiciadas. Nuestras tristezas no están siendo desperdiciadas. No sentimos esto, pero a veces está en esos tiempos en los desiertos, en que de hecho estamos siendo acercados, acercándonos más a Dios. Y salimos del otro lado de esto. Y lo que no podíamos sentir, ahora lo vemos. Vemos de que el Señor ha estado hablando todo el tiempo, acercándonos más a sí mismo. pudimos habernos perdido. Si no, si él no nos hubiera afligido. Nos hubiéramos perdido, a lo mejor. Pero en vez, él ha usado sus aflicciones para mantenernos cerca de él. He hablado antes a las personas que tienen estas enfermedades físicas y problemas físicos y he tratado de animarlos con este pensamiento. Usted no sabe dónde usted estaría si usted no tendría eso. Usted no sabe dónde estaría espiritualmente. Así que usted está amando al Señor, está persiguiendo al Señor. Aférrese a esas cosas como un regalo. El Señor nos aflija nunca, nunca nos aflige para hacernos miserables. para hacernos santos. Sus tristezas no son desperdiciadas. Y finalmente, le digo a usted, en la autoridad de toda la palabra de Dios, usted se regocijará. Nuestros enemigos no triunfarán. No hay un pecado que no sea respondido con justicia. Y así habrá justicia porque ha habido gracia y salvación y perdón y la penalidad justa por el pecado de nuestros enemigos. Algún día descubriremos que fueron tomadas sobre Cristo para que ellos sean perdonados. Y nos regocijaremos en el cielo, aun si no sentimos que somos capaces de hacerlo aquí en la tierra. Nos regocijaremos en el cielo por el rescate de Dios por ellos, aunque nos haya afligido y maltratado. O veremos. que aunque deseábamos de que ellos fueran reconciliados con Dios, porque ellos rehusaron su gracia, ellos responderán por sus pecados contra Dios y su pueblo. Pero la justicia será satisfecha, y Dios será glorificado, y su pueblo se regocijará, y nuestro gozo será eterno. Ese es nuestro futuro. Así que no veamos las cosas que son transientes, sino las cosas que son eternas. No veamos la debilidad de nuestra fe. Mantengamos nuestros ojos en el objeto de nuestra fe. Y recuérdese quién es nuestro Dios. Y la iglesia dirá, Amén. Oremos. Nuestro Padre en el cielo, tenemos gracias de que tú eres quien tú eres. Estamos tan agradecidos de que nuestro Dios es bueno y soberano y fiel y misericordioso, sabio, lleno de amor, poderoso. nosotros no pudiéramos estar más a salvo de lo que estamos en tus manos, y no podríamos estar más bendecidos de lo que somos al haber recibido de ti lo que es abundante. Reconocemos y confesamos de que tú eres más bueno hacia nosotros, no solamente de lo que merecemos, sino de lo que nos podemos imaginar. Gracias Señor de que podemos ser honestos contigo. Que nos has dado permiso para derramar nuestros corazones a ti de una manera sincera. Que nos encuentres ahí. sin, con la verdad, perdón, con la verdad. No nos dejas a los consejos de nuestros propios corazones. No nos dejas a nuestros pensamientos desviados y nuestras emociones desviadas. Tenemos tu palabra y por lo tanto sabemos quién tú eres y lo que estás haciendo. Aún si no conocemos los detalles, vemos la gran imagen. Lo que tú haces, lo haces para tu gloria y lo que haces, lo haces para el bien de tu pablo. Y de eso podemos estar seguros. Y sabemos de que nuestro futuro, nuestro futuro eterno, es uno que es tan pesado y tan glorioso, que ni siquiera podemos compararlo a cualquier tipo de sufrimiento por el que pasamos en este lado de la eternidad. Señor, ayúdanos a mantener nuestros ojos puestos en el futuro. Que tú otorgues esta noche en este lugar y en la vida de aquellos que lo escuchan, que tú otorgues tu paz, que tú ilumines sus ojos, brimes sus corazones y déjales conocer tu presencia de una manera manifestada. Señor, si solamente podemos saber de que Tú estás con nosotros, no importa quién está en contra de nosotros. Pedimos esto en el nombre de Jesús. Amén. Ahora es el momento de que la gente se sienta.
(Spanish) Fe al enfrentar la frustración
En el Salmo 13 David se siente abandonado por Dios. No puede haber nada peor que eso. Y lo que hace que esto sea especialmente terrible es que David siente como si no hubiera fin del sufrimiento a la vista.
¿Cómo respondemos al dolor implacable? ¿Cómo respondemos a las circunstancias difíciles desgarradoras que desafían la lógica que no son eliminadas por Dios?
El pastor Richard Caldwell estudia este tema en el sermón titulado 'Fe al enfrentar la frustración', basado en el Salmo 13:1-5.
Sermon ID | 1113131733123 |
Duration | 47:39 |
Date | |
Category | Midweek Service |
Bible Text | Psalm 13:1-5 |
Language | Spanish |
© Copyright
2025 SermonAudio.