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Y esta mañana vamos a continuar con lo que comenzamos la semana pasada. El título es la apostesía terminal. Y vamos a entregar este tiempo una vez más al Señor que nos ayude a entender lo que Él dice aquí en su palabra, que realmente sea de ánimo, de bendición, Y que entendamos, por ejemplo, que nosotros, los que estamos aquí, estamos produciendo, dando el fruto real de salvación. Gracias, Señor, por esta mañana. Y, Señor, otra vez, te pido por las palabras, Señor, para explicar este pasaje difícil, Señor. pero de una advertencia fuerte y real para cada uno de nosotros, para los que confiesen tu nombre, Señor, y sabemos que entre los que confiesen tu nombre hoy en la iglesia cristiana, Hay los que no son creyentes verdaderos. Hay los que se van a apostatar, señora. Así que te pido, señor, que nosotros cada uno podemos ver nuestros propios corazones y lo que tú estás haciendo, que hay un fruto real de salvación en nosotros. Gracias otra vez por esta mañana. En tu nombre. Amén. Estamos en Hebreos, capítulo 6. Hebreos, capítulo 6. Y voy a leer, para empezar esta mañana, la verdad principal. La verdad principal es, la apostasía terminal es el rechazo del Hijo de Dios después de haber participado en todas las bendiciones del pueblo de Dios, sin producir ningún fruto duradero que pertenece a la salvación. Vamos a dar lectura a Hebreos capítulo 6, una buena parte del capítulo, Hebreos capítulo 6. Comienza con ese Esa exhortación a la madurez. Así que dice así, por tanto, dejando las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez. no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas de la fe en Dios, de la enseñanza sobre lavamientos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos si Dios lo permite, porque en el caso de los que fueron una vez iluminados que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, pero después cayeron es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y lo exponen a la ignominia pública. Porque la tierra que bebe la lluvia, que con frecuencia cae sobre ella y produce vegetación útil a aquellos por los cuales es cultivada, recibe bendición de Dios. Pero si produce espinos y cardos, no vale nada. Está próxima a ser maldecida y termina por ser quemada. Pero en cuanto a ustedes, amados, aunque hablemos de esta manera, estamos persuadidos de las cosas que son mejores y que pertenecen a la salvación. Porque Dios no es injusto como para olvidarse de la obra de ustedes y del amor que han mostrado hacia su nombre, habiendo servido y sirviendo aún a los santos. Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma solicitud hasta el fin, para alcanzar la plena seguridad de la esperanza, a fin de que no sean perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia hereden las promesas. Hasta ahí, en la palabra de Dios. Y el pasaje de hoy, los versículos 4 hasta 9, son los que vamos a estar viendo esta mañana, terminando de ver. Dicen, voy a leer los versículos 4 a 6, porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial, fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero. Pero después cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifiquen para sí mismos al Hijo de Dios y lo exponen a la ignominia pública. Y en sí, esos son los versículos que vimos la semana pasada. Vamos a repasar brevemente eso. Y para que sepan, estoy usando la Nueva Biblia de las Américas para el desarrollo de hoy. Y en esos versículos hay por lo menos cuatro interpretaciones que hemos repasado brevemente. Una es, son creyentes verdaderos que pierden su salvación. son creyentes verdaderos que pierden su salvación. Pero no creo que es la interpretación correcta por lo que dice, bueno, especialmente en versículo 9 que dice, habla de fruto que pertenece a la salvación. El autor está esperando algo diferente de los destinatarios. Así que Y hay otras razones por las cuales no creo que eso es correcto. El segundo es, son creyentes que pierden recompensas. Son creyentes, verdaderos, que si son salvos, llegan a estar con Cristo en la eternidad, pero que solo pierden recompensas. Tampoco creo que es correcto por las fuertes advertencias de lo que vamos a estar viendo, especialmente en el tercer punto, los versículos 6 y 8, la destrucción segura de esas personas. Así que no creo que es correcta esa interpretación. La tercera es una situación hipotética de lo que pasaría si un creyente rechazara a Cristo y su salvación. Y entonces, en este no es algo que realmente podría pasar. Pero es algo que solo si pudiera un creyente verdadero rechazar a Cristo, eso le pasaría. Pero tampoco creo que es correcto porque en mucho pierde su fuerza la advertencia. Y la última, y tal vez hay otras, pero esos son los cuatro, y eso es lo que yo creo que es la interpretación correcta. No son creyentes verdaderos, pero son personas que han pasado mucho tiempo y participación en la iglesia. Son personas que han pasado mucho tiempo y participación en la iglesia. Y debemos recordar por ejemplo a Judas, el que traicionó a Jesucristo. Luego hay otros ejemplos de Imeneo, Alejandro, compañeros de Pablo. Y así que yo creo que un creyente verdadero es alguien que toma en serio esta advertencia. Una señal de que uno es creyente es que toma seriamente esta advertencia. Vamos a repasar el primer punto que vimos la semana pasada. viendo muy brevemente versículos 4 y 5, más que todo, ahí. Dice en Hebreos 6, 4, porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, una vez iluminados, y ustedes van a recordar que comenzamos hablando de la alusión que este pasaje está haciendo a los israelitas en el desierto. ¿Y cómo fueron iluminados los israelitas? Bueno, por la nube de día, y la columna de fuego de noche. Y luego, cuando habían construido el tabernáculo, la presencia de Dios, de Yahweh, iluminaba el tabernáculo para guiar al pueblo. Entonces, los israelitas Si fueron creyentes verdaderos o no, fueron guiados por esa luz. Fueron iluminados por eso. Pero esa iluminación física también tenía su sentido espiritual. Yahweh Dios mismo iba mostrándoles que sólo Él es la luz verdadera. Sólo Él guía a la verdad, y a diferencia de los dioses falsos de los egipcios y otros pueblos, Yahweh Dios se manifestaba como el único verdadero. ¿Cuál fue la enseñanza para los creyentes hebreos de los que fueron una vez iluminados? ¿Qué significado? Bueno, obviamente el apóstol Juan y otros habla de Jesús como la luz verdadera que vino al mundo y que alumbra, dice Juan 1, a todo hombre. Entonces, la luz de Jesucristo alumbra, da luz, no solo a los creyentes, pero también a los a los no creyentes. Y para los hebreos, los que participaban en la iglesia, en estas iglesias, los destinatarios, ellos habían, como personas habían, o como una comunidad cristiana, habían aceptado el sacrificio de Cristo y que Cristo era o es el Mesías prometido, que tenía que venir de Dios. Y así que, Él, Jesucristo, era la luz y es la luz que estaban esperando los israelitas, los hebreos y obviamente todo el mundo. Y por su perfecto sacrificio había salvado a su pueblo. Pero aún si una persona por un tiempo participaba en la comunidad cristiana, pero luego rechazó esa luz, Ya no hay otra salvación para él. Eso es lo que vamos a estar viendo en el versículo 6. Y así que un rechazo de alguien que participaba en la iglesia es a luz significaría la apostasía. Y la iluminación también para nosotros es igual. Nosotros, los que pasan tiempo, y estamos aquí hablando de personas dentro de, o que pasan tiempo en buenas iglesias, no en iglesias herejes. Estamos hablando de personas que pasan tiempo en buenas iglesias y también tal vez han sido bautizados y participan con el pueblo de Dios. La siguiente frase que vimos en Hebreos 6, 4, que probaron del don celestial fueron hechos partícipes del Espíritu Santo. Y probaron tiene que ver con gustar, con comer, por decir. Es la misma palabra que uso para probar comida. Y creo que está siendo referencia al maná y a veces también la carne que Dios mismo les proveyó a los israelitas en el desierto. Y obviamente el Espíritu Santo participaba en dar esta comida a los israelitas. Para los creyentes hebreos, Jesús, bueno dicen Juan 6, ellos habrían entendido que Jesús es el pan que vino desde el cielo. Los creyentes verdaderos participan en la vida que Jesús da por medio de sí mismo, por medio de su sacrificio y de su vida. Así que probar del don celestial tiene que ver con eso. Algunos seólogos también piensan que tiene que ver con la cena del Señor. Y sin lugar a dudas, sí, estamos hablando de personas que participaban en eso. en tanto en la entre los hebreos como en iglesias buenas hora y la aplicación es igual para nosotros hay personas que profesan ser creyentes participan han sido bautizados participan en la cena del señor pero luego se apartan de dios y es una advertencia para aferrarnos cada vez más a cristo Hebreos 6.5, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero. Y otra vez, que gustaron la buena palabra de Dios, los israelitas en el desierto que tenían recibieron los diez mandamientos. recibieron las instrucciones de Dios acerca de muchas cosas. Y ellos tenían que ser sal y luz a todo el mundo por esa palabra que habían recibido de Dios. Los poderes del siglo venidero, los israelitas participaban y experimentaban muchos milagros de parte de Dios, comenzando con la salida de Egipto y luego todo lo que Dios hizo para sustentarlos en el desierto y hacerlos entrar en la tierra prometida. Fue realmente una experiencia muy extraordinaria para esos israelitas. ¿Pero qué es lo que pasó con todos esos israelitas, o casi todos? Sus cuerpos fueron tendidos, cayeron muertos en el desierto. ¿Por qué? Después de haber experimentado todos esos milagros y los poderes de Dios, desconfiaron. no entraron en la tierra prometida, apostataron de Dios. La enseñanza para los creyentes hebreos respecto a la palabra de Dios y obviamente otra vez Jesucristo se llama el verbo, la palabra, la palabra encarnada, el que vino y manifestó quien es Dios. Él es la revelación final y completa de Dios Padre. También los creyentes en ese tiempo habían visto y los apóstoles proclamaban los milagros que Jesús había hecho. Y varios de los apóstoles y Pablo mismo también participaban en hacer esos milagros. Pero mencionamos que es el milagro más extraordinario que puede pasar. Es el milagro de ser trasladado del reino de las tinieblas al reino de la luz. Algunos van a decir, no, es ser levantado de los muertos físicamente. Bueno, Lázaro fue levantado de los muertos, pero volvió a morir físicamente. Jesucristo dijo, si él levanta a alguien de los muertos, jamás va a morir. Y obviamente está hablando de darle vida eterna, la vida espiritual, la reconciliación con Dios. Así que tanto para nosotros como los creyentes hebreos, de haber visto y estar en la comunidad de creyentes que estaban manifestando ese milagro de ser resucitados de los muertos, y los otros milagros, y luego para apartarse, es rechazo de Dios. ¿Y qué dice Hebreo 6.6 de esas personas? Dice, pero después cayeron todos esas personas, experimentaron todas esas bondades, esas experiencias que Dios les dio. Dice, pero después cayeron. Es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y lo exponen a la ignominia pública. Así que para ellos ya es la perdición. Vamos a ver en este momento los versículos 7 y 8. Luego vamos a estar viendo el tercer, este es el segundo punto y el tercer punto es la destrucción segura, en el cual vamos a ver versículos seis más y el versículo ocho también. Dice versículo siete, porque la tierra que bebe la lluvia que con frecuencia cae sobre él y produce vegetación útil a aquellos por los cuales es cultivada, recibe bendición de Dios. Pero si produce espinos y cardos, no vale nada. Está próxima a ser maldecida y termina por ser quemada. La tierra que bebe la lluvia, que con frecuencia cae sobre ella, produce vegetación útil a aquellos por los cuales es cultivada, recibe bendición de Dios. Pero si produce espinos y cardos, no vale nada. Está próxima a ser maldecida y termina por ser quemada. Y estos versículos están dando una explicación, una ilustración de los versículos anteriores. Entonces, si estamos confundidos de versículos 4 y 5 y 6, estos versículos son una explicación de eso. Y creo que el significado de estos versículos no es tan difícil. Por ejemplo, en versículos 7 y 8 tenemos dos clases de tierra que reciben la misma bendición, la buena lluvia. Esta lluvia no es escasa, sino es abundante. Dice el texto que la lluvia cae con frecuencia. Está bien regada. Primero, es importante entender que tanto la tierra que produce bien, como la tierra que no produce, las dos clases de tierra reciben esta lluvia abundante. Y eso quiere decir que la tierra también que no produce bien, debe estar produciendo. porque recibe todo lo que necesita para producir. Entonces, obviamente aquí en la ilustración hay la tierra que produce bien. Dice que una parte produce vegetación útil para los que la cultivan. Los que están trabajando esa tierra reciben la recompensa correcta y buena por su trabajo. El dueño de esa tierra queda muy contento por la buena cosecha que siempre da la tierra. Por otro lado, existe otra parte que no produce nada. Nada útil, más bien, es inútil. Está produciendo lo que es inútil y dañino. Esta tierra está recibiendo las mismas abundantes lluvias de parte de Dios como para producir bien, pero no produce bien. Si tuvieras, por ejemplo, si uno de nosotros tuviera un cultivo de esta clase, Estamos regando todo por igual, una parte que produce bien, otra parte que solo produce cardos, espinos. Cada vez que pasamos por ahí, ya estamos siendo apinchados por esos espinos. ¿Qué haríamos? ¿Qué vamos a pensar? No vale nada. ¿Por qué esta tierra es inútil? Finalmente, ambas clases de tierra reciben alguna recompensa de parte de Dios. La tierra que produce vegetación útil para su dueño recibe, que dice, bendición de Dios. Y eso es, quiere decir, ¿qué es bendición? Quiere decir que Dios hace lo bueno para esa tierra. Dios mismo actúa a favor de esa tierra para darle lo que es bueno y agradable. Por otra parte, la tierra que solo produce espinos y cardos carece de valor. Dios no pasa por alto, dice, ya, lo dejo nomás. Más bien, Dios, activamente, Dios la maldice. ¿Y qué es la maldición? Es recibir lo malo de Dios. Es recibir castigo. Es recibir lo que es muy desagradable. Y el fin de esa tierra es de ser quemada. Obviamente está totalmente desechada. Así que podemos hacer una pregunta. Tenemos la tierra que produce, que recibe bendición. Tenemos tierra que no produce, más bien produce lo malo y recibe maldición. ¿Quién aquí desea vivir en la bendición de Dios? ¿Queremos vivir en la bendición de Dios? ¿Quién aquí desea vivir en la maldición de Dios. Aunque nadie diría que desea vivir bajo la maldición de Dios, muchas veces nuestras acciones exponen lo que realmente está en nuestro corazón. Y este pasaje está diciendo, si no produces buen fruto en tu vida, está pidiendo la maldición de Dios. Y obviamente hay que ver, está hablando de, qué es lo que está produciendo esa tierra, cardos y espinos. No está produciendo fruto bueno. Pasamos a una parábola de Jesús, y ustedes, bueno, obviamente la palabra que va a venir a sus mentes es del sembrador, pero no vamos a pasar ahí. Más bien, Mateo 7, y es la parábola del árbol bueno y del árbol malo. Mateo 7, 15. Dice Mateo 7.15, Cuídense de los falsos profetas que vienen a ustedes con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces, por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? Así todo árbol bueno da frutos buenos. Pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede dar, no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego. Así que por sus frutos los conocerán. Y esos falsos profetas, ¿quiénes eran? ¿Eran personas que conocían la ley de Dios? Sí, en ese contexto, sí. Eran personas que conocían lo que Dios había dicho. Habían recibido las lluvias abundantes, podemos decir. ¿Pero qué es lo que producían? No malo. Cada clase de árbol produce fruto conforme su naturaleza. Y el fruto que producimos a largo plazo muestra qué clase de árbol es cada uno de nosotros. Volviendo a Hebreos 6, los versículos 4 a 6, miren. Dicen, porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial, fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, pero después cayeron. ¿Qué clase de gente es esa? Es la gente que había recibido lluvias abundantes. y han producido cargos y espinos. Eso es lo que está diciendo. Y cuando pensamos en estos versículos, los versículos 7 y 8, cuando pensamos en los israelitas en el desierto, ellos salieron de Egipto, pasaron los 40 años en el desierto, Eran una generación, como dije, una generación de personas que recibieron las lluvias frecuentes. Dios los colmaba de favor tras favor. Fueron rescatados de la esclavitud, salvados del ejército egipcio, mantenidos con agua, ropa, comida, y se podría ir enumerando bendición tras bendición tras bendición. ¿Pero qué es lo que ellos hicieron? ¿Cuál fue su fruto? ¿Se quejaban? ¿Murmuraban? ¿Desconfiaron? ¿Se rebelaron? ¿Eso fue el fruto? ¿Y cuál fue su fin? ¿Recibieron la maldición de Dios? Sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto. Para los creyentes hebreos, de una forma similar, los que llegaron a participar en la iglesia primitiva, habían participado en toda la enseñanza que Jesús había pasado a los apóstoles. Habían entendido que Jesucristo es el Mesías de Dios. que Jesucristo, el Mesías, había venido para rescatar y salvar a su pueblo. Habían entendido que Jesús es el sacrificio final y el sumo sacerdote eterno quien intercede a nuestro favor. Ellos habían recibido el bautismo cristiano, habían participado en la cena del Señor, habían visto varios milagros, incluyendo las vidas que Dios iba transformando. Pero esas personas, aún después de participar, presenciar todo eso, habrían vuelto atrás, y eso es la advertencia para los creyentes hebreos, de no volver atrás a los sacrificios anteriores. Ellos estaban siendo presionados a desconfiar en Jesucristo, volver atrás a los sacrificios anteriores, y no ser perseguidos por los mismos judíos y otros por creer en Cristo. Así que había esa tentación de abandonar a Cristo por la presión de la sociedad y la persecución que experimentaban. Esas personas terminarían bajo la maldición de Dios. Así que ya hay varios ejemplos de esas personas en el Nuevo Testamento. Ya he mencionado algunos de ellos. ¿Y cuál es la aplicación para nosotros? Es lo mismo. Si participamos en una buena iglesia, recibiendo buena enseñanza, si habíamos sido bautizados, si hemos participado en la cena del Señor y las otras actividades, Con los que participamos en la comunidad cristiana, si participamos en todo eso, sin producir fruto que pertenece a la salvación, terminaremos apostatando de Dios y de su iglesia. Y esa apostasía no es algo que uno no sabe que está cometiendo. Algunos pueden decir, bueno, temo que estoy en la apostasía. Si una persona tiene ese temor, es casi seguro que no está ahí. Porque esto es la advertencia de tener ese temor de entrar en la apostasía. Los apóstoles rechazan deliberadamente a Jesucristo, a Dios y su sacrificio, tal como se manifiesta en la palabra de Dios. En el Antiguo Testamento desconfiaron. Rechazaron el Yahweh Dios, decían algo como, bueno, vamos a elegir un líder y volvamos a Egipto. En el Nuevo Testamento, aquí, en Hebreos, para los Hebreos es, ya, Jesucristo como Mesías no sirve. Vamos a volver a los sacrificios anteriores. Y eso, para nosotros, es rechazar también. Uno puede rechazar a Jesucristo deliberadamente. Y hay hasta pastores de iglesias reformadas, iglesias buenas, que han apostatado. Algunos al mundo mismo. Y otros a iglesias falsas, como la iglesia católica romana. Recuerdan Hebreos 3, 12 a 14. Hebreos 3, 12 a 14. Tengan cuidado hermanos. No sea que en alguno de ustedes hay un corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo. Antes, exhortense los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice hoy. No sea que alguno de ustedes sea endurecido por el engaño del pecado, porque somos hechos partícipes de Cristo. Si es que retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra seguridad. Tengan cuidado, dice. No sé que alguno de ustedes se ha endurecido por el engaño del pecado. Y cuando alguien se va deslizando y luego dice, no te preocupes, no te preocupes. He hecho la oración del pecador, ¿no? Lo que sea, esa persona ya va en ese camino y es de tener temor. Pasando al tercer punto, la destrucción segura. Hay muchas personas que participan en todas las bendiciones de Dios para luego apostatar de la fe. Y estas personas recibirán un castigo muy severo. Y los versículos que veremos en este momento son 6 y 8. Pero después cayeron, dice versículo 6, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifiquen para sí mismos al Hijo de Dios y lo exponen a la ignominia pública. Lo que ustedes tienen en sus Biblias, como cayeron, pero después cayeron, y otras traducciones recayeron, La Biblia net traduce cometer apostasía, cometer apostasía. Itagi dice que esa palabra significa caer al lado de, faltar en, o también apostatar. Apostatar es una definición correcta también de eso. Y debemos entender que la apostesía es un rechazo deliberado y definitivo. Es un rechazo deliberado y definitivo. No es algo que alguien, sin darse cuenta, comete por decir, en un sentido. es repudiar definitivamente algo que antes profesaba. Y en este caso, por ejemplo, en el libro de Hebreos, no era rechazar, lo interesante de eso es, no era rechazar, por ejemplo, los pactos anteriores. Por ejemplo, uno podía ser un judío, por decir, ortodoxo. Una persona bien religiosa. pero apóstata. ¿Por qué? Porque había rechazado, repudiado definitivamente a Jesucristo como el Mesías prometido de Dios. Habían rechazado, eso fue la apostasía explícito en este pasaje. Otra vez, pensemos en los israelitas. ¿Qué es lo que ellos decían cuando Yahweh dijo, ya, aquí está mi ley? En Éxodo, capítulo 19, dice, haremos todo lo que Yahweh ha dicho. Haremos todo lo que Yahweh ha dicho. ¿Pero qué es lo que pasó en el camino? Solo por ejemplo, en Números, capítulo 16, Números, capítulo 16, Dice, Número capítulo 16, los primeros versículos, Y se reveló Coré, hijo de Izar, hijo de Coat, hijo de Leví, Condatán, Abiram, hijos de Eliam, Ion, hijos de Rubén, y se alzaron contra Moisés, junto con algunos de los israelitas, 250 jefes de la congregación, escogidos en la asamblea, hombres de renombre, se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron, basta ya de ustedes, porque toda la congregación, todos ellos son santos. Y Yahweh está en medio de ellos. ¿Por qué entonces ustedes se levantan por encima de la asamblea de Yahweh? Entonces esa gente estaban diciendo a Moisés, Aarón, ya no vamos a seguirlos a ustedes. ¿Pero quién había designado Moisés y Aarón? Dios. Yahweh Dios. Entonces, en sí no estaban rechazando a Moisés y a Aarón, estaban rechazando a Dios. Y luego, más luego en ese capítulo, en el siglo 31, y aconteció que cuando terminó de hablar todas estas palabras, Dios y Moisés estaban hablando ahí, La tierra debajo de ellos se partió, y la tierra abrió su boca y se los tragó a ellos y a sus casas, y a todos los hombres de Corea con todos sus bienes. Ellos y todos los que les pertenecían descendieron vivos al Seol, y la tierra los cubrió y perecieron en medio de la asamblea. Y eso es lo que les pasó por haber apostatado de Dios. Entonces no es siempre por decir volver a ser un ateo. Uno puede ser bien religioso en apostasía. Pero ellos repudiaron a Yahweh y su profeta Moisés. No querían seguir la palabra de Dios. Querían seguir su propio camino. Y fue una decisión que tomaron deliberadamente. Pero, sin lugar a dudas, esa decisión deliberada fue después de muchas otras desviaciones en sus vidas. Muchas murmuraciones, quejas, Desacuerdos con Moisés, con Dios. No es que de un momento al otro uno tome esa decisión. Recuerden, Hebreos 2, cuidado de deslizar. Cuidado, los versículos que hemos leído, que sea endurecido tu corazón. Es algo que va pasando. Para llegar a ese momento de un corazón definitivamente duro. La apostesía contra Dios es algo que se va manifestando en las acciones. y muchas veces son las quejas y desacuerdos con la providencia de Dios. Puede ser respecto a obedecer la autoridad que Dios mismo ha dado en la vida, sean padres, ancianos u otros. Puede ser problemas en el matrimonio o en otra relación que tú rehusas trabajar. Pero después de esas quejas, para justificar nuestra maldad, comenzamos a dar argumentos y negaciones de lo que la Palabra de Dios dice claramente. Y finalmente es el rechazo, completo y final, de Dios y su Mesías, Jesucristo, como la Palabra de Dios manifiesta. Hebreos 6, otra vez volviendo al versículo 6, Dice, es imposible renovarlos al arrepentimiento. Y esta frase, sí, es difícil. ¿Ya? No hay duda. ¿Por qué habla de renovarlos si no había un arrepentimiento genuino anterior? Es buena pregunta. El diccionario, un diccionario del Nuevo Testamento dice así, que la palabra, esa palabra de renovar, así, Tiene que ver con... sólo ocurre aquí en el Nuevo Testamento. Y lo que significa es tener un nuevo o un tipo de arrepentimiento cualitativamente diferente que llevaría a la persona hasta el final. Entonces, una clase diferente, distinta de arrepentimiento. ¿Qué clase de arrepentimiento habían hecho la primera vez? No fue un arrepentimiento genuino de corazón, solo de apariencia. Entonces, hablando de un arrepentimiento, imposible que estas personas tengan un arrepentimiento genuino de corazón que los llevaría hasta el final. Un arrepentimiento genuino forma parte de la base de perseverar hasta el final. Aunque estas personas se vienen por decir arrepentido externamente como para unirse a la iglesia cristiana, no fue, como dije, un arrepentimiento genuino. Y así que cuando se apostatan de Cristo, ya es definitivo. Ya no pueden ejercer ese arrepentimiento genuino. Y hay un ejemplo de eso en Hebreos capítulo 12 también. Hebreos capítulo 12, versículos 16 y 17. Hebreos 12, 16 y 17. Dice que no haya ninguna persona inmoral ni profana como Isaú, que vendió su primogenitura por una comida, porque saben que aún después, cuando quiso heredar la bendición, fue rechazado, pues no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con lágrimas. Ya no había, no podía arrepentirse. Y para eso debemos entender que estas personas apóstatas no desean arrepentirse de verdad, tal como Isaú. ¿Qué es lo que Isaú quería? La primera juventud. Quería la bendición, no quería el arrepentimiento genuino. Solo quería la bendición de Dios. Muchas personas desean las bendiciones de Dios sin el Dios verdadero. Y este versículo también, si volvemos, dice que es imposible renovarlos otra vez para el arrepentimiento. Hay algunos que dicen que este pasaje está hablando de los que pierden su salvación. Pero en tal caso, si eso fue la interpretación correcta, ¿de esas personas sería posible, por decir, volver a ser creyentes? No. Porque una vez que una persona se postrata de Dios, dice imposible volver. Entonces, si uno quiere tener esa interpretación de esas personas, tiene que decir ya. Si una persona es creyente y luego es no creyente, se apostata, ya es definitivo. No puede volver nuevamente. Pero hay los que sostienen que una persona puede ser creyente, después no creyente, después creyente, después no, no. No es así. De todas formas, yo creo que la interpretación que estoy exponiendo, que son personas que han participado en la iglesia sin ser realmente regeneradas, es la correcta. ¿Por qué? Lo que vamos a estar viendo también en el siguiente punto y versículo 9. Continuando con Hebreo 6.6, la parte final nos da las razones por las cuales no puede ser renovado al arrepentimiento. Hay dos razones. Están crucificando para sí mismos al Hijo de Dios y están exponiéndolo nuevamente a la ignominia pública. La primera frase, están crucificando para sí mismos al Hijo de Dios. Y con esta acción están insinuando o diciendo explícitamente varias cosas. El Hijo de Dios y su sacrificio no sirve para nada. Están diciendo que el Hijo de Dios Y su sacrificio no sirve para nada. Recuerden, en el contexto aquí, vuelven a los sacrificios. La advertencia es de no volver a los sacrificios anteriores. Y si una persona hiciera eso, está diciendo, Cristo no sirve para nada. Y aunque voy a decir también otra cosa que están diciendo, insinuando, aunque el Hijo de Dios se levantó de los muertos para jamás volver a la muerte, ¿no? Eso es lo que dice la palabra, los apóstoles desean matarlo nuevamente y hasta borrarlo de la historia, tratándolo como si fuera totalmente insignificante. ¿Quieren matarlo de nuevo? y borrarlo de la historia. También es una acción de alta traición de parte de esas personas, porque ellos participaban en la comunidad de Dios, experimentando muchas bendiciones. Y obviamente, si una persona dice, el Mesías Jesucristo no sirve para nada, Ya no hay valor para esa persona. Ya no sirve para esa persona. Está crucificando para sí mismo el Hijo de Dios. Es decir, el Hijo de Dios para ellos está muerto. No le sirve para nada. Ya no queda vuelta atrás. Tanto por su propia obstinación. Estas personas no quieren volver al Mesías verdadero. No debemos dudar. Estas apóstatas no están clamando, por favor, acéptame de nuevo. No, están rechazando definitivamente al Mesías. Entonces, no hay vuelta atrás, primero por su propia obstinación, como por el juicio tajante de Dios. Dios dice, no más, no más. Sin lugar a dudas, por ejemplo, en el norte, en los Estados Unidos, Canadá, hay muchas personas, hasta pastores en este tiempo, por ejemplo, hablando de la homosexualidad, de la ideología de género, de muchas otras cosas que están pasando ahí, son apóstatas. Están rechazando a Dios como se revela y su Hijo, su Mesías, Jesucristo. Está diciendo, diluyendo toda la palabra de Dios por las filosofías y las enseñanzas humanas. La segunda frase, ¿qué están haciendo? Están exponiendo nuevamente, exponiendo, perdón, a Jesucristo nuevamente a ignominia pública. ¿Qué es exhibir públicamente? Bueno, dice en Romanos 3, 25, vamos a leer ahí en sí, Romanos 3, versículo 5, 26, Bueno, vamos a leer a 24. Todos son justificados gratuitamente por su gracia, por medio de la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre, a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente. para demostrar en este tiempo su justicia a fin de que él sea justo y sea el que justifica el que tiene fe en Jesús. ¿Quién es el que exhibió públicamente Jesucristo, Dios mismo, Dios Padre, y lo hizo para demostrar su justicia, es decir, para manifestar qué tan terrible es el pecado. También para manifestar el sacrificio, el perfecto sacrificio necesario para quitar ese pecado. Pero estas personas no están haciéndolo de esa forma. Ellos Dios había exhibido a Jesucristo como propiciación para satisfacer la idea de Dios, pero estas personas están exhibiéndolo, diciendo su sacrificio no vale nada. Están burlándose de Jesucristo. Estos apóstatas lo están exponiendo a la burla como si su sacrificio no fuera de valor ni suficiente. Otra vez crucifican para sí mismo, otra vez, ¿no? Lo exponen nuevamente también al ignominio público. Están uniéndose con los que crucificaron a Jesús y se burlaron de él, pero su trato es infinitamente más terrible por haber conocido la verdad. y para luego escupirle en la cara públicamente. Un aposteta, así es uno que dice, bueno, por ejemplo, hay muchos caminos al cielo. Si uno dice eso, ¿qué está diciendo Jesucristo? Su sacrificio no vale. Hay muchos otros medios para llegar. Y hay muchas otras maneras de exhibirle nuevamente al ignominia. También, uno otro es, están dando razón a los burladores del Hijo de Dios. ¿Cómo? Por haber, por decir conocido a Cristo, para luego decir que este Cristo es falso y Dios Padre es falso por haber testificado de su Hijo Jesucristo, el Mesías. Están diciendo que Dios Padre y el Hijo son engañadores. Así que, por esa razón, no hay vuelta atrás. El comentarista Ceballos dice lo siguiente de estos versículos. Después recayeron, se partaron del Dios vivo que se manifiesta en la experiencia descrita en los versículos 4 y 5. Cada iglesia tiene miembros que durante un tiempo son de los más activos. Aún llegan a ser líderes, pero después se parten completamente de la vida de la iglesia. Algunos llegan al extremo de negar la fe que antes profesaban. Hubo personas en la iglesia de los hebreos que fueron tentados a comenzar este camino de alejamiento por las dificultades de la vida cristiana y por las presiones de la familia o los amigos no creyentes. El autor les advierte solemnemente que esa actitud de menospreciar las buenas nuevas de Dios y las bendiciones que ofrecía, elimina toda posibilidad de arrepentirse y así recibirlas. En efecto, tal persona se ha unido a los enemigos de Jesucristo, quienes lo crucificaron por fraude y blasfemia. El que prueba la vida cristiana y regresa al mundo expone a Cristo a vituperio, porque está proclamando que él ha encontrado las bendiciones de Cristo sin valor y falsas. El autor quiere advertir que al encubrir la profesión cristiana, uno inicia el camino que llega a la destrucción. También Keastemaker dice, ¿qué significa este pasaje para los lectores originales? ¿Está el escritor haciendo sonar solamente una alarma de advertencia? ¿O es que piensa que el ejemplo de los israelitas podría ser imitado por la gente a la que dirige su carta? Las advertencias constantes, repetidas y sentidas del escritor demuestran de modo convincente que la apostesía puede acaecer. Una y otra vez, él coloca ante los lectores la responsabilidad de proteger cada uno el bienestar espiritual del otro. ¿Para qué? Como dicen 4.11, nadie caiga siguiendo su ejemplo de los israelitas de desobediencia. Es necesario hacer una distinción. El Escritor habla de caer y perderse. no de caer en pecado. Por ejemplo, Judas cayó y se partió de Jesús. Nunca regresó a él. Pedro cayó en pecado, pero poco después vio a Jesús resucitado. Esos dos conceptos, la apostasía y volver a pecar, nunca deben ser confundidos. En este pasaje, el autor está hablando de apostasía. Y tiene en mente la persona que es deliberada y completamente abandona la fe cristiana. La apostesía no acontece. de un modo repentino o inesperado. Es más bien parte de un proceso gradual, una declinación que lleva a la incredulidad, a la desobediencia, a la apostesía. Cuando llegan la caída y el de apartarse de la fe, están estas, llevan el endurecimiento del corazón y la imposibilidad del arrepentimiento. Y por eso, el autor aquí está advirtiendo que ustedes no sean esas personas. Cuidado de eso. ¿Y cuál es el fin de estas apóstetas? Versículo 8, Hebreos 6, 8. Pero si produce espinos y cardos, no vale nada. Está próxima a ser maldecida. Termina por ser quemada. Esas personas se han deslizado para luego darle la espalda al Hijo de Dios, queden bajo la maldición de Dios y recibirán su justo castigo eterno. No son creyentes verdaderos, no llegará, no son por decir creyentes que pierden algo de recompensas. Son personas que deliberadamente se parten del Hijo de Dios y lo rechazan. Pasamos a Hebreos 10 para terminar este punto. Hebreos capítulo 10, versículo 26. Hebreos 10, versículo 26, porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, sino cierta horrenda expectación de juicio. y la furia de un fuego que ha de consumir a los adversarios. Cualquiera que viola la ley de Dios, perdón, que viola la ley de Moisés, muere sin misericordia por el testimonio de dos o tres castigos. ¿Cuánto mayor castigo piensen ustedes que merecerá el que ha pisoteado bajo sus pies al Hijo de Dios y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado? Y ha ultrajado el espíritu de gracia. Pues conocemos aquel que dijo, mía es la venganza, yo pagaré. Y otra vez, el Señor juzgará a su pueblo. Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo. Estos apóstoles muchas veces temen las burlas, la persecución del mundo. Teman lo que les podría acontecer por no ir con la corriente de la cultura. No teman, no entiendan que es horrenda cosa caer en manos del Dios vivo. Como Jesucristo dijo, no teman al que puede matar el cuerpo, no puede ser más. Más bien, teman al que puede matar el cuerpo y luego lanzarlos al infierno. Continuamos con el versículo 9. Y eso es la esperanza del autor. Muchas veces los que dividen los sermones terminan ahí con versículo 8, pero yo no quería hacer eso, porque eso es la parte que nos anima. Y también que muestra, creo que la interpretación que he estado dando de estos versículos es correcta. Dice, el autor está persuadido que estos destinatarios no iban a apostatar. porque había fruto que acompaña la salvación. Hebreos 6, 9. Pero en cuanto a ustedes, amados, aunque hablemos de esta manera, de una forma fuerte, directa, estamos persuadidos de las cosas que son mejores y que pertenecen a la salvación. Esos versículos, sí, son de ánimo de parte del autor, aunque ha estado reprendiendo a los destinatarios por su inmadurez, animándoles a que no fueran como los israelitas en el desierto. En este versículo y los siguientes, les anima con palabras de afirmación. Y esto comienza con diferenciándolos los destinatarios de los que terminan apostatando. ¿Quiénes son los que toman en serio la advertencia de estos versículos? ¿Quiénes son los que leen estos versículos y temen? Son los creyentes verdaderos. No son personas que dicen, bueno, salvo, siempre salvo, no importa lo que hago. Más bien, las personas que tienen la salvación, que muestran, producen este fruto, son los que perseveran, los que se esfuerzan, los que se levantan después de caer. No es que nunca caen, más bien se levantan después. ¿Qué dice el autor? Está persuadido de cosas que pertenecen a la salvación. Hay una clase de fruto que pertenece a la salvación y otra clase de fruto que no. Recuerden, había la tierra, ¿no? Una parte produció bien, otra parte mal. Pensemos brevemente en estas cosas que pertenecen a la salvación. Y vamos a continuar en mi próxima prédica con este mismo versículo, pero viendo hasta, creo que es versículo doce, que habla de estos frutos que el autor está viendo en los destinatarios, y los cuales voy a mencionar algunos de esos ahorita también. Pero cuáles son algunos frutos que pertenecen a la salvación. Es perseverar, es continuar creyendo en el Hijo de Dios como el Mesías prometido. Así que la pregunta para cada uno de nosotros es, ¿tú crees hoy que Jesús es el Mesías prometido? ¿Tú confías hoy en Él? Es continuar creyendo que por su vida, su sacrificio a mi favor, yo tengo perdón de pecados y reconciliación con Dios. En toda esta carta, el autor está diciendo que Jesucristo es el sacrificio final y perfecto de Dios. Es continuar creyendo que Jesucristo es el sumo sacerdote perfecto, quien intercede por nosotros delante de Dios, Padre. y es continuar arrepintiéndome de mi falta de fe y mi desobediencia, volviendo al camino del Señor. ¿Qué es los israelitas hicieron? No, no volvieron, más bien continuaban en su obstinación. Y en esos versículos, y esas varias verdades que hemos visto en los capítulos anteriores, en fruto de salvación. En esos mismos versículos habla de obras de amor para con los santos, obras de amor para con los santos. Y vamos a investigar un poco más en la próxima predica. Sirviendo a los santos, Es otro fruto de salvación. Perseverancia en amar y servir a los santos. Y otro es el rechazo de la pereza en estas obras. El rechazo de la pereza. Uno no dice, ya estoy bien, no importa. Es un esfuerzo. Esos son algunos frutos que acompañan la salvación verdadera. Recuerden, estos creyentes no eran creyentes maduros. Estaban reprendiéndolos por su inmadurez. No eran creyentes perfectos, pero sí ellos habían manifestado obras de amor y obras de perseverancia. A diferencia de estas obras que pertenecen a la salvación, ¿cuáles son obras que pertenecen a la apostasía? Bueno, es ir deslizando de la verdad sin darle la debida importancia. No te preocupes, pastor, estoy bien. Es no meditar en las grandes obras de Dios a favor de su pueblo y a favor de mi persona. Los israelitas meditaban en las dificultades, no en cómo Dios los había ayudado. Es no creer que Dios y su poder puede guiarnos y sostenernos en toda dificultad. No creer. Los israelitas no creyeron que Dios podía. El camino a la apostesía es vivir en esta incredulidad. Decir, Dios no puede. No puede. Esto es demasiado difícil. Es no obedecerle a Dios en lo que Dios dice en su palabra. Es rechazar a Jesucristo como el único camino a Dios. es abandonar a Dios y a su iglesia. Esos son algunos señales, obras que pertenecen a la apostasía, entre otras. Recuerden, los creyentes verdaderos toman en serio estas advertencias, producen fruto que pertenece a la salvación, pero los que llegan a apostatar son los que pasan muy ligeramente por estas advertencias y terminan en la destrucción. Recordemos la verdad principal. La apostesía terminal es el rechazo del Hijo de Dios, después de haber participado en todas las bendiciones del pueblo de Dios, sin producir ningún fruto duradero que pertenece a la salvación. Así que la pregunta para cada uno de nosotros es, ¿dónde está tu corazón? ¿Te vas deslizando al mundo? ¿Estás creyendo a Dios hoy? ¿Estás esforzándote para obedecerle a Dios hoy? ¿Arrepintiéndote cuando fallas? Que realmente seamos un pueblo de esfuerzo, de ánimo, de exhortación mutua en estas cosas y que realmente en este pueblo, en esta iglesia, produzcamos fruto de salvación. Vamos a terminar leyendo Hebreos capítulo 6, 4 a 9, y luego algunos versículos de Hebreos 4. Dice así, Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial, fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, pero después cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento. puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y lo exponen a la ignominia pública. Porque la tierra que bebe la lluvia que con frecuencia cae sobre ella y produce vegetación útil a aquellos por los cuales es cultivada, recibe bendición de Dios. Pero si produce espinos y cardos, no vale nada. Está próxima a ser maldecida. Termina por ser quemada. Pero en cuanto a ustedes amados, aunque hablemos de esta manera, estamos persuadidos de las cosas que son mejores y que pertenecen a la salvación. Volviendo a Hebreos 4, versículo 12, en adelante, Hebreos 4, 12. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que cualquier espada de dos filos, penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. No hay cosa creada o oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto, desnudas ante los ojos de Aquel a quien tenemos que dar cuenta. Teniendo, pues, un gran Sumo Sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. porque no tenemos un sumo sacerdote que no puede compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia y hallemos gracia para la ayuda oportuna. Oremos, hermanos. Gracias, Señor, por este pasaje. Y ayúdenos, Señor, a ser los que tomen en serio esta advertencia. Ayúdenos, Señor, a entender que hay muchos que participan en buenas iglesias, pero luego se van deslizando y terminan apostatando de Ti, Señor. Ayúdenos, Señor, primero con nosotros mismos y luego con nuestro hermano a ir animando, exhortando, orando y participando uno en la vida del otro, señor, para que eso no sea la experiencia de alguna persona aquí en esta iglesia. Ayúdenos, señor, en eso. Ayúdenos a confiar plenamente en el Hijo de Dios, en tu persona, que tú eres poderoso para socorrernos, para ayudarnos, para sustentarnos en cualquier dificultad, Señor. Ayúdanos a ser fieles a Ti, proclamando y viviendo que Tú eres Señor de todo, que Tú has mandado a Tu Hijo, Jesucristo, para hacer la propiciación por nuestros pecados y para resucitarse de los muertos, Señor. Gracias, Señor, por eso. Tú eres nuestro Señor, nuestro Salvador. En Tu nombre. Amén.
La apostasía terminal #2
Series Hebreos
Verdad principal: La apostasía terminal es el rechazo del Hijo de Dios después de haber participado en todas las bendiciones del pueblo de Dios sin producir ningún fruto duradero que pertenece a la salvación.
Escrituras tomadas de la Nueva Biblia de las Américas Copyright 2005 por The Lockman Foundation; usadas con permiso; todos los derechos reservados. www.NuevaBiblia.com
Sermon ID | 108231838165006 |
Duration | 1:16:18 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Hebrews 6:4-9 |
Language | Spanish |
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