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Ahora buscan en sus Biblias, otra vez en el Evangelio según Juan. Seguimos con esto. Estamos abriendo camino aquí para terminar este asunto de la Havana Gloria. Nos tiene detenidos, ¿no? Y estamos en acercándonos a una conclusión sobre este tema, y por el momento estamos detenidos aquí. Y busquen también, este, estoy viendo aquí los, hasta dónde vamos a llegar el día de hoy, este, en Corintios. Por favor, en segunda de Corintios. En este tema nos vamos a meter más a fondo el día de hoy. Esperemos con la ayuda de Dios. Traigo mi voz un poco afectada. hablando siete horas en Mérida sin micrófono. Mark está en esa día de hoy, otras personas están, algunas personas enfermas. Me sorprende, yo no sabía que muchos lo iban a tomar como puente porque van a encarcelar a alguien el martes, no voy a decir a quién, va a suceder algo que ustedes no comprendan y por eso es día festivo. Ok, cállate Tomás, ya no digas más. Horemos Padre, damos muchas gracias por tu providencia que nos ha permitido vernos aquí el día de hoy. Pedimos por cada persona presente para que nos ayudes a concentrarnos y a ver más a fondo todo lo que implica glorificarte y buscar tu gloria tan solo en en ver en tu palabra lo que tú eras, lo que tú haces y cómo esto nos conduce a postrarnos a tus pies y a reconocer la grandeza de tu gloria y el privilegio que tenemos de ser instrumentos, instrumentos separados, apartados del mundo y consagrados a Cristo. con el fin de que seamos estos vasos, no tan solo que reciban su misericordia, sino vasos de honra y gloria para su nombre. Por eso te pedimos el día de hoy que ayudas a cada uno de nosotros. En el nombre de Cristo Jesús. Amén. Seguimos aquí con este tema en Juan 5 que fue la base de toda esta miniserie en donde nuestro Señor Jesús se niega a glorificarse a sí mismo e incluso no busca recibir gloria de los hombres. En su misión vino a glorificar a su Padre Celestial Y esto es su afirmación repetidas veces en una lista, es una larga lista de textos. Y nosotros lo hemos visto cada semana, ¿no? En el 41. Gloria de los hombres no recibo. Y en contraste con esto, el tema de cómo los demás andan buscando esta gloria primero de los demás y luego en toda una lista, estos son temas combinados, de cosas materiales, externas y superficiales, de cómo el mundo entero sin Dios pretende buscar Gloria, ¿no? Y esta palabra la hemos visto, ¿no? Es una palabra profunda. Están buscando propósito, razón de ser, algo trascendental, algo que pueda dar significado, verdadero propósito a sus vidas. ¿Y cómo lo vimos? Estos fueron los primeros tres, cuatro, cinco sermones. ¿Cómo lo buscan todos en sí mismos? Van agloriándose, ¿no? Buscando la gloria en forma equivocada, en donde no se encuentra. Y equivocándose por completo. En cuanto a su razón de ser, su propia vida, y por qué han recibido el privilegio de existir, ¿no? De ser. Y luego hemos visto cómo Dios, en uno de los bosquecos que repartimos, y a ese bosqueco volveremos, son más de 20 ejemplos de cómo Dios siempre busca su propia gloria, su fama, su nombre a través de sus atributos, a través de manifestar a nosotros su naturaleza, su carácter, nos está mostrando la fuente de verdadera gloria que hemos de buscar, que hemos de reflejar, que hemos de glorificar incluso nosotros. Y luego hemos empezado aquí, en esta parte estamos detenidos, a discutir este asunto de cómo tú y yo podemos glorificar a Dios. En esto estamos detenidos y hemos hecho una mini introducción a esto, diciendo que hemos de mirar muy de cerca lo que Dios hace al manifestar su gloria, al manifestar sus atributos. Hemos de meditar en esto, incluso a ese tema de la meditación vamos a volver. Y hemos de ser instrumentos, ¿no?, que reflejan esta gloria. En nuestro sermón hace ocho días terminamos con una pequeña parte de esto en el contexto, agarro el hilo, ¿no?, del Salmo 37 que dice que debemos deleitarnos en Dios. Y es uno de los textos más citados de la Biblia. Deléitate en Jehová y él te concederá las peticiones de tu corazón. Incluso hay un sermón muy famoso de Spurgeon sobre ese texto. Deléitate en el Señor, ¿no? En Jehová, la palabra en el hebreo. Y esta palabra deléite, ¿no? Habla de encontrar todo, desde encanto, fascinación, Delicia, satisfacción, placer, gozo, incluso gloria en Dios. Porque es tan solo en Él que se encuentra esta gloria. Y hemos llegado a esta parte de nuestro tema en donde la regla fija en todo este asunto es la de 1 Corintios 1, de gloriarnos tan solo en el Señor. Esta es la regla, esta es la norma, esta es la meta, sopresivamente. Y el hecho de gloriarnos en tantas cosas que no son dignas de gloria, esto ya lo hemos descartado. Y la gran responsabilidad y privilegio que tenemos como creyentes de gloriarnos, como dice Jeremías, en tan solo conocer al Señor, el que ha de gloriarse tan solo en el Señor. Lo vimos terminando en Jeremías 9 hace ocho días. Y esto es obvio, ¿no? Esto es evidente. El tema aquí es uno de los más profundos y a la vez más fáciles de entender en relación con la realidad. Si tenemos un verdadero Dios que excede en su ser todo lo que la mente humana es capaz de entender, si este Dios es fascinante, en su majestad, en la gloria de su naturaleza, en sus atributos, en sus perfecciones, en el misterioso, la profunda, misteriosa realidad de su propia existencia. Medio mundo quiere saber de dónde procede Dios. ¿Quién creó? ¿Quién hizo a Dios? Y todo el asunto de su autoexistencia, su existencia eterna, y estos temas, ¿no? En la medida en que vamos profundizándonos, descubrimos que este Dios no tan solo es poderoso, no tan solo es inteligente, no tan solo es capaz, sino es la persona más sabia. Y esto es una parte, Salil, lo que vamos a agarrar, la persona más sabia que existe. la única fuente de sabiduría. Y para nosotros, en la medida en que vamos entendiendo algo de la gloria de nuestro Dios, lo que tenemos que hacer es valuar, estimar, honrar y glorificar a Dios en nuestras vidas. Todo lo que estamos viendo aquí, en esto vamos a aterrizar, ¿no? De cómo glorificar a Dios más allá de simplemente reconocer estas verdades, sino cómo todo esto nos tiene que impactar. Y esto es el hilo que vamos a agarrar hoy y vamos a Terminar aquí con el tema de la bondad de Dios, pero primero volvemos a lo que vimos hace ocho días, al hecho de que tan solo este Dios es sabio. Y lo que vimos en Séntesis, en Buscan en Efesios, en este texto, en donde Pablo habla de la multiforme sabiduría de Dios que está siendo dada a conocer, el texto en Efesios 3, 10, al universo entero, a los seres inteligentes misteriosamente que nos rodean, No son extraterrestres que vendrán con aves convencionales o con tecnología extraordinaria. No, no, no. Son los seres que habitan la dimensión paralela. Hay mucha gente que nunca ha entendido que al leer la Biblia, en una larga lista de ejemplos, se abre el panorama para que veamos que hay una dimensión invisible. Nosotros no podemos ver, vi hace poco una ilustración que me gustó, todas las ilustraciones son limitadas aquí, pero la ilustración de ver algo tan solo en dos dimensiones, es como si tú estás leyendo aquí tu biblia en dos dimensiones. ¿No? Estás viendo algo escrito con tinta y papel y con tus ojos y tu cerebro. Lo que está aquí escrito no pasa de ser algo que existe como algo en dos dimensiones, pero si a eso se fuera a agregar una tercera dimensión para que se volviera palpable lo que estás leyendo, para que se convirtiera como, yo voy a usar la idea como en una película, si estás leyendo el apocalipsis, ese es el gran ejemplo de este argumento y lo que se narra ahí, si lo fueras a ver visualmente en otra dimensión, aparte de lo que estás leyendo en dos dimensiones, pero esa tercera dimensión no la podemos ver todavía, salvo aquí. En ese sentido, Estoy ilustrando algo sobre la multiforme sabiduría de Dios, ¿no? Esta palabra que habla de que hay una multiplicidad de sabiduría, y esto es nuestra mayor necesidad. Para nosotros, en todos los aspectos de nuestra vida, nos hace falta esta sabiduría que procede tan solo de Dios, ¿no? Y esta multiforme sabiduría de Dios es la que nos hace falta en todas las decisiones importantes en la vida, en nuestras relaciones los unos con los otros, en relación con nuestra chamba, las responsabilidades, en sentido, el tema es muy amplio aquí, en sentido práctico, moral, intelectual y espiritual, nos hace falta una fuente inagotable de sabiduría para vivir sabiamente en este mundo. Y desde esta perspectiva estoy ilustrando como algo que parece ser simplemente técnico, sabiduría, ¿no? Cuando se trata de sabiduría moral, en las decisiones éticas de moralidad y conducta, se entra en vigor una tercera dimensión. Cuando se habla de sabiduría intelectual, va más allá de analizar palabras, entender definiciones técnicas o comprender algo escrito, ¿no? se convierte en algo más profundo, esta sabiduría mental, intelectual, cuanto más en cuestiones espirituales, ¿no? Cuanto más el conocimiento del Santísimo es la inteligencia, así de Proverbios en su capítulo 9, y en nuestra relación con Dios y la forma en que hemos de vivir, conducirnos y ser estos instrumentos que reflejan algo de su gloria a un mundo en converso, ¿no? Les hemos de reflejar en algunas formas, la realidad de todo lo que estamos diciendo aquí de esta multiforme sabiduría divina, esto es un papel crucial. Ahora rápido, esta sabiduría de Dios La vemos manifestada en la creación física. Esto vamos a volver repetidas veces. Incluso algo sobre esto lo veremos más adelante. Y esta sabiduría de Dios la vemos en su providencia, en toda una lista de cosas que Dios hace al sostener el planeta y todos sus ecosistemas y la interdependencia y el diseño inteligente. Es un gran paquete increíble. que vemos en la creación de la cual somos nosotros una parte, lo vemos en su forma más profunda en el plan de salvación y en el argumento aquí en Efesios es el plan de salvar conforme a una determinación eterna. El versículo 11, en su capítulo 3 de Efesios, una determinación o decreto o propósito eterno que Dios hizo en Cristo Jesús, nuestro Señor Jesús, lo que es la esencia de esta sabiduría y vamos a seguir discutiendo una parte de esto ahora. Esta sabiduría se ve en el plan de salvación, lo vimos en parte hace ocho días en la persona escogida, determinada, ¿no? este predestinada para redimir a los hombres y esta persona resulta ser nuestro señor Jesús, la segunda persona de la divinidad. Lo que vemos en la sabiduría divina es en el misterio de su encarnación, un sinnúmero de cosas se lograron, ¿no? Como este nuestro señor Jesús, el designado, el elegido, fue el sustituto mediador, salvador, el único posible, ¿no? Entró en vigor todo este plan en que como un hombre pecó, un hombre tiene que librarnos de las consecuencias del pecado. Como un hombre ofendió a Dios, un hombre tiene que darle satisfacción al Dios ofendido, no? Y como Cristo es Dios, él puede satisfacer todas las cosas, todas las exigencias necesarias para rescatarnos de la catástrofe del pecado. Como el segundo Adán, fundador de una raza redimida, vino a este mundo y venció el pecado, derrotó al diablo, salió victorioso sobre la muerte. Y como vamos a volver a ver el día de hoy, todo con el propósito de glorificar a su padre celestial y como increíblemente llevarnos a nosotros. a participar de esa gloria. Y esto lo vemos en todos los aspectos de su ministerio, vida perfecta, desde su muerte en la cruz del Calvario hasta la derrota de Satanás mismo. Todo esto es un gran tema, vimos una pequeña parte de esto hace ocho días. Ahora vamos, este es el hilo, vamos a continuar aquí con el argumento. Según nuestro texto, esta sabiduría de Dios que le glorifica increíblemente. Eso es lo que se va a ver en el día de juicio. Este Dios omnirracional, sus miles y miles y miles de razones en todo lo que hace. Todo esto será manifiesto en el día final y a lo largo de la eternidad futura para nosotros. Pero se ve ahora algo de esto, según Pablo, en el milagro de la iglesia. Y la iglesia, ¿no? Ese es el milagro que surge de la sabiduría divina. Y el milagro de la iglesia es cómo Dios saca de la miseria y la ruina del pecado un pueblo propio, un pueblo escogido, un pueblo destinado no tan solo a ser rescatado, redimido, sino cambiado, transformado, hecho semejante a su hijo, un pueblo destinado a gobernar al universo entero, En lo que nosotros entendemos como la eternidad futura, el debate acerca de si hay conceptos de tiempo dentro de la eternidad, la respuesta es que sí. Edades, plural, en una lista de palabras griegas tenemos el concepto que va más allá de algo simplemente cronológico y no nos vamos a meter en los debates sobre esto. Pero los creyentes somos colocados en una relación con Dios a través de Cristo, a través de su evangelio, a través del milagro de su gracia y esto explíquense bien, nos convierte en sus hermanos, en sus hermanas, increíblemente, la familia, la nueva familia, nos convierte, estos conceptos son tremendos, no nos vamos a detener a discutirlos, pero nos convierte en el gran misterio de la unión espiritual entre Cristo y su pueblo, nos convierte en su cuerpo. ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué tan profundo es la sabiduría de Dios en esto? Nos convierte en su cuerpo, espiritualmente hablando, nos convierte incluso en su esposa, como su esposa. La Biblia que comienza con con un matrimonio termina con una boda en donde la iglesia se casará con Cristo como su esposa. No con qué tipo de sabiduría, qué tipo de misterios están metidos de por medio en todo esto. Pero en virtud de nuestra relación con Cristo y la sabiduría de Dios en el plan de salvación. Ahora Dios es nuestro padre. Nosotros somos sus hijos. Cristo es nuestro hermano. formamos en un tema más amplio la familia de Dios. la nueva raza en base a la redención. Y lo que Dios hace a través de todo esto, no solamente nos está rescatando de la ruina del pecado, sino que Dios está manifestando su multiforme sabiduría. Ese es el argumento en el texto. Ahora rápido, vamos a ver algunos detalles aquí antes de llegar al tema de la bondad de Dios en todo esto. Ahora rápido, la lista aquí es muy importante. La sabiduría divina en todo esto, vean, se manifiesta, vean esto, esta gloria de Dios que es un reflejo, su sabiduría divina es una parte, un reflejo de esta gloria, esta gloria, esta sabiduría se manifiesta en el amor de Dios que la caída del hombre ocasionó. Ahora, ¿qué quiere decir esto? Es algo que lo hemos comentado antes. Si los hombres no hubiéramos caído en pecado, Dios jamás podría haber manifestado la gloria de su amor y su gracia en sus tratos para con nosotros. Nosotros somos la manifestación de la gloria de su amor porque somos los objetos escogidos de ese amor. Y la venida de Cristo y toda su obra salvadora se centraba en la gloria de este amor divino. Algo que si no hubiera sido por el pecado y su catástrofe, no habría sucedido en términos humanos, ¿no? Pero vemos el amor de Dios en una forma que nunca lo habríamos visto. Es un amor redentor, es un amor de sacrificio total. Es un amor de autonegación de parte del redentor que vino desde el cielo. Es un amor de humillación total. Lo vemos con Cristo cuando se pone de rodillas a lavar los pies de sus discípulos, incluso del mismo Judas en ese momento. Esta anchura, longitud, profundidad y altura del amor de Dios en Cristo. Eso es el argumento, el amor de Dios que viene más adelante aquí en el versículo 18. Este es el amor de Dios que si no fuera por su sabiduría, jamás lo habríamos conocido. Además, ahora bien, este amor de Dios en lo que hace nos saca de la miseria, nos saca de la ruina, nos rescata de la catástrofe del pecado. Y esto, su efecto sobre nosotros es, como dice Juan, nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. Y esto nos coloca en una condición y en una posición, ven lo que estamos diciendo, como los que conocemos este amor de Dios, los creyentes, en una forma en que nadie más en el universo entero lo conoce. Lo comentábamos hace otros días, los ángeles elegidos aman a Dios. Sí, y lo aman con un amor perfecto, claro que sí, pero estos ángeles no fueron redimidos por la sangre de Cristo. Nuestro Señor Jesús no derramó su sangre a favor de ninguno de ellos. Cristo no sufrió por ningún ángel, no derramó su vida en sacrificio, en propiciación por el pecado, como lo hizo con nosotros. Nuestro Señor Jesús ha demostrado su amor para con nosotros de una manera que sobrepasa lo que los ángeles elegidos conocen en su propia experiencia. Por lo tanto, nosotros tenemos motivos, nosotros tenemos razones, ¿no? Nosotros tenemos, en este sentido, obligaciones con nuestro Señor Jesús que nadie más en el universo entero tiene, habiendo sido, éramos sus enemigos. Habiendo sido convertidos en sus amigos, éramos rebeldes, habiendo sido convertidos en sus siervos obedientes. Tenemos motivos que correspondan a la gloria de Dios, a la sabiduría de Dios. Tenemos motivos que nos conducen a amarle a él más que a padre, más que a madre, más que a hijos. La lista no más que tu pareja, más que tu marido, más que tu mujer. Motivos metidos de por medio en esto que fluyan de esta sabiduría de Dios. Cuanto más, ahora comenté una pequeña parte de esto por la prisa hace ocho días, ahora lo quiero destacar. Escuchen. En esta gloria de la sabiduría de Dios, vean esto, nosotros tenemos una felicidad que sobrepasa, que sobrepasa, ¿no?, cualquier concepto humano de la palabra felicidad. Y el por qué de esto, el tema es muy profundo aquí, pero el por qué de esto de entrada es el mismo punto. ¿Debido a qué? Debido a que nosotros conocemos el bien y el mal. En una forma que nadie salvo los creyentes puede conocer el bien y el mal. ¿Pero qué quiere decir esto? Nosotros estimamos el bien porque conocemos la realidad de la maldad y el pecado. Y hemos sido conducidos a arrepentirnos del pecado, a experimentar este cambio de mente, emoción, volición, en cuanto a, sin discutirlo a fondo, en cuanto a lo que es la rebeldía. y el pecado. Pero esto es algo extraordinario, este argumento, porque en la experiencia de cada creyente lo que estoy diciendo, esto es la realidad. Hemos conocido la ruina, hemos conocido la miseria, hemos experimentado algo, algo de las consecuencias temporales del pecado y la maldad en nuestra propia experiencia antes de ser convertidos a Cristo. Y tal como vean, las ilustraciones aquí son las más conocidas, tal como las personas que ahora disfrutan de salud después de haber pasado por ríos profundos de enfermedad, ahora tienen algo por primera vez desde hace años o meses, se han recuperado la salud. ¿Cómo es que ahora estiman? ¿Cómo es que ahora aprecian esta salud, habiendo sido más que enfermos? ¿Cómo es que, la lista es la más sencilla, cómo es que los que han sido verdaderamente pobres, Pero ahora ya no lo son. Ahora han llegado al nivel, no es clase media, no es clase alta, se han vuelto ricos. ¿Cómo es que aquellos ahora que son verdaderamente, en sentido físico, material, externo, ricos, habiendo sido pobres, cómo es que valoran la riqueza que tienen? Y así los ejemplos, tal como los que han sido esclavizados por el pecado, por el diablo, valoran ahora el perdón de sus pecados y la liberación de la esclavitud del pecado y la salvación que han recibido en Cristo Jesús. Y así, así, así, resumiendo todo en la fórmula, creo que lo mencionábamos hace ocho días, tal como los que estábamos en peligro de ir al infierno. La convicción de pecado Algunos de nosotros, ¿no? Llegábamos tan cerca a la realidad de ser echados al infierno, ¿no? Que como con Juan Bunyan a veces se despertaba Bunyan con el olor de fuego y azufre en el aire, ¿no? Habiendo pasado por una pesadilla en la noche en donde se imaginaba como ya con un pie en el infierno. Los que estábamos así, los que pasábamos por un proceso de convicción de pecado así, los que estuvimos en peligro de ir al infierno, Y ahora sabemos, a ciencia cierta, somos los que somos destinados a ir al cielo. O sea, no es solamente que nos ha librado del infierno, sino que somos destinados al cielo. Al cielo, vamos. Son ejemplos de lo que estoy señalando aquí. ¿Cuánta sabiduría hay de Dios? En todo esto, ¿no? Incluso en el apocalipsis es un debate en estos textos cuando cantan y honran en el capítulo 4, en el capítulo 5 y en otros, ¿no? Los que están glorificando y honrando a Dios, ¿no? ¿De quiénes son? ¿Quiénes son los cuyas voces se escuchan con más fervor y con más intensidad y los que quieren glorificar y honrar a Dios más que todas las criaturas inteligentes en el universo entero? ¿Quiénes han de ser estos? Son los creyentes. Son los que forman, sin discutir aquí el concepto bíblico de la palabra iglesia, ¿no? Ese es un tema en donde es más del 98% de las veces que se refiere a la palabra iglesia en que se refiere a la iglesia local. La iglesia local, ¿no? Que se reúne en tal... No es este concepto místico de algo invisible. No, no, no. Estamos hablando de algo real y concreto. Y en la iglesia local, Dios hace toda una lista de milagros. al unir a personas y los temas aquí, el templo nos permite ver los conflictos y divisiones entre los judíos y los gentiles. Todo eso es un gran tema en donde en donde la muralla que separaba al uno del otro y todas las divisiones entre ellos se borraron en la iglesia local, en Roma, en la iglesia local, en Corinto, en la iglesia local, en Éfeso, no en Colosenses, así tantos textos. Pero el argumento es este Dios acaba con todas las divisiones que fueron producidas por el pecado. entre toda una lista de personas en aquel entonces, las enemistades, los prejuicios, las diferencias de clase, de raza, de nivel social, de cultura, de nivel educativo, las distinciones incluso socioeconómicas, las distinciones todas borradas a través del misterio de esta sabiduría divina que nos une, los unos con los otros, En la iglesia. Es increíble hasta 47, 48 veces la fórmula unos a otros, unos a otros, unos a otros, en donde lo que Dios logra es lo que el mundo anda atacando, criticando a Dios y al cristianismo en relación con estos mismos, mismísimos puntos. Dicen yo no veo como el cristianismo, como el evangelio, como la obra de Cristo haya traído paz, pero en la iglesia local en gran medida hay paz. Una paz que el mundo desconoce por completo. Yo no veo cómo la obra de Cristo haya cambiado todas esas distinciones raciales. Créanme, sino aquí en nuestro querido México, en el primer mundo, hay una abundancia de iglesias con una mezculanza de todas las razas y todas las culturas y hasta todos los grupos nacionales, étnicos, socioeconómicos, políticos, incluso, y en un sentido, unidos, ¿Sí? En el mismo amor de Dios, unidos por la misma fe en Cristo, unidos en las mismísimas creencias, y las mismas creencias incluso doctrinales, unidos con la misma esperanza, unidos en la misma lucha, ¿no? Y es increíble ver esto, como personas de todo tipo de trasfondos, ¿no? ¿Cómo es que comparten en la iglesia las mismas aflicciones, los mismos sufrimientos, las mismas pruebas, las mismas luchas, las mismas dificultades, la misma oposición del mundo, y cómo es que encuentran entre sí, cómo es que encuentran que tienen a este Cristo, que tienen su amor, que tienen su obra, que tienen sus propósitos, todo en común, todo en común, y que lo que sucede a uno al fin y al cabo es lo que le sucede al otro. en su experiencia del proceso de santificación y transformación. Están todos pasando desde recién nacidos hasta pequeños niños, hasta más grandecitos, hasta adolescentes, y luego más maduros en la fe, personas adultas, y así, así, así, en una carrera de servicio, de entrega, de transformación, de madurez. ¿Y cómo es que ¿Cómo es que compartan este mismo conocimiento? ¿Y este mismo amor? ¿Y estas mismas esperanzas? ¿Cómo? ¿Cómo es que esto haya sucedido? Y el mundo en converso mirándonos a la catástrofe del pecado en el mundo entero y pasando por alto la multiforme sabiduría de Dios. ¿Cómo este Dios hace todo lo necesario para alcanzar, para redimir, para transformar a quien sea? ¿Cómo es que este Dios, no hay ningún impedimento, no hay ningún obstáculo, no hay nada imposible? ¿Cómo esta sabiduría resulta ser perfecta? En su plan, en su propósito, lo que vimos hace ocho días, de reunir todas las cosas en Cristo, rescatar a la creación física de la catástrofe, la ruina del pecado, ¿no? Y podríamos, créanme, podríamos continuar dos o tres domingos con uno tras otro, tras otro argumento para decir exactamente lo mismo aquí. Porque esto es así. Créanme, yo me acuerdo. Perdónenme. Yo me acuerdo. La primera vez en un pueblito en Veracruz, sentado a un lado de mi esposa, en una pequeña misión, me comenzaron a cantar en un idioma que yo estaba tratando de aprender. Recién llegado a México. Quebrantado en llanto como ahora. Y me di cuenta. El mismo Dios que conocemos en los Estados Unidos. Es el mismo Dios que está aquí. Es el mismo Dios. al escuchar a personas cantando en español. Un himno bien, a lo mejor Lisa se acuerda exactamente de cual fue el himno. Y yo me quedé así, quebrantado en llanto, por lo que estoy diciendo. La sabiduría de este Dios, la gloria de este Dios, en algo tan sencillo como personas de otra cultura, de otro país, de otro trasfondo, cantando gloria a su nombre. Me di cuenta de que esto es indiscutible, esto. Y esto es el testimonio de cada cliente. ¿Cómo es que tú fuiste alcanzado? ¿Por qué te encuentras aquí el día de hoy? ¿Quién hizo esta obra en tu corazón? ¿Quién te convenció de la verdad del Evangelio? ¿Quién te condujo a los pies de Cristo? ¿Quién cambió tu voluntad? Este mismo Dios. Este mismo Dios. Ahora, en el tiempo que nos resta, esto fue la introducción a lo que vamos a ver el día de hoy. Ahora vamos a discutir una pequeña parte de esto y hay algunos puntos aquí a los cuales vamos a volver antes de concluir esta miniserie. Ahora vamos a discutir este mismo argumento desde la perspectiva de lo que estamos escuchando aquí de la bondad de Dios. En el texto de entrada que hemos visto repetidas veces, cuando Moisés quiere ver la gloria de este Dios, y recibe la respuesta misteriosa que sorprende a tantas personas, te ruego que me muestres tu gloria, y la primera cosa que sale de la boca de Dios como respuesta, yo haré pasar todo mi bien, delante de tu rostro. Comienza proclamando su nombre, su soberanía, su misericordia, todo lo que vemos, los atributos de Dios en una forma amplia forman esta gloria de Dios, como ya lo sabemos. Pero en la lista de cosas, la primera cosa que se menciona, no simplemente tendré misericordia del que tendré misericordia, sino primero, primero, ¿qué? Voy a pasar delante de ti, delante de tu rostro, todo mi bien. Y eso es el gran tema que conocemos. Esa es la bondad de Dios. Y eso es la gloria de Dios. Y nos vamos a dedicar aquí en esta parte principal del sermón del día de hoy. Vamos a hablar de eso. De esta bondad de Dios, ¿no? La perfección de su naturaleza. Este tema es el argumento mencionado por nuestro Señor Jesús. Aquí tengo esta Biblia abierta al texto en relación con el joven rico. ¿Por qué me dices, bueno, ninguno hay buenos y no solo uno Dios? El argumento, ¿no? Todos los atributos de Dios forman la bondad de su naturaleza. Todos los atributos de Dios en su conjunto son buenos. Si su gracia es buena, su misericordia es buena, de igual manera su justicia, su ira y su santidad son de igual manera buenas, ¿no? Es un gran argumento. Muchos toman tan solo los atributos que nos favorecen, gracia, misericordia, amor, y les dan bienvenida a estas realidades acerca del carácter de Dios, y luego piensan que no puede ser, no puede ser que su justicia y su santidad y su ira sean cosas tan buenas. Y se enredan en contradicciones. Porque en su lista de atributos, los que gobiernan su relación con los hombres, sin discutir esto, menciona ambos lados del cuadro. Dios en mostrarle a Moisés todo su bien. Y como vamos a ver otra vez, el hecho de que Dios castiga el pecado es buenísimo. Volveremos a ver. Y Dios dejaría de ser bueno si no castigara el pecado. Entonces, aquí vamos a detenernos. Una parte crucial de la gloria de Dios está en este tema. La bondad de Dios significa que Dios es lo mejor que hay. La suma en su totalidad de lo que significa la palabra bien. La palabra bien. La bondad de Dios es la realidad de lo que es su carácter y su bondad no puede ser aumentada ni disminuida por nada ni nadie, él es el sumo bien y en todo lo que hace, hace el bien. Es un argumento que conocemos, infinitamente bueno, la esencia misma del bien, la esencia misma de toda bondad, la fuente de todo lo que entendemos con la palabra bien en el universo entero. Y esto es un tema extraordinario, porque esto quiere decir que si Dios es la fuente de todo, entonces todo el bien que tú y yo hayamos recibido a lo largo de nuestra existencia, Todo, en cualquier sentido que entendemos la palabra bien, todo el bien que los demás nos hayan otorgado, prestado o dado, ha fluido, ha tenido su origen, en su caso, su fuente desde un principio en él. Hasta tus regalos navideños te lo aseguro. ¿No? No puedo decir más. Todo fluye de la fuente. Y esto es algo más allá de algo trivial como lo que acabo de decir. Todo el amor, toda la ternura, todo el cuidado, toda la atención, toda la consideración, toda la paciencia, toda la ayuda, todo el socorro, todo el soporte, toda la bondad que hayas recibido de cualquier forma, a través de cualquier medio o instrumento, a lo largo de tu estancia en este mundo, te ha llegado como los que dicen, ¿dónde dice esto la Biblia? Por favor, El texto lo tengo que leer. Toda buena dádiva, todo don perfecto es de lo alto, que desciende del padre de luces en el cual no hay cambio, no hay mudanza, ni la más mínima sombra de variación. ¿Qué es esto? Que todo lo que tú has recibido de las demás criaturas, a esto vamos a llegar aquí en un momento, te ha llegado como algo prestado, algo que en su fuente, origen y causa se encuentra en él y Dios te lo ha dado. Te lo ha comunicado, te lo ha otorgado como su criatura, como algo prestado de su mano, así. De tal modo que no podemos decir, la pregunta apostólica, ¿qué tienes que no hayas recibido? ¿Algo? ¿Que Dios no te haya dado? ¿Qué tenemos que Dios no nos haya dado? Y en ese sentido comienza el argumento. Dios es la causa, Dios es la fuente. Y es a la luz de esto que obviamente nuestras obras no pueden ganar ni merecer nada de su mano. Es por lo tanto que la salvación tiene que ser por gracia, ¿no? Que habiendo hecho, aún en el mejor de los casos, todo lo que nos ha sido ordenado, resulta que somos estos siervos inútiles del cual habló nuestro Señor Jesús, y de que no le estamos, a cambio, dando ningún beneficio a Él. Este argumento que hemos citado mil veces del Salmo 16, mi bien a ti no aprovecha, de la boca, la versión antigua del salmista, ¿Qué quiere decir esto? Nada de lo que yo haga en el sentido de hacer algo bueno le aprovecha, le sirve, le ayuda a Dios como algo que le hiciera falta. Es todo lo contrario. No le estamos beneficiando a Él en nada. No nos necesita. Es lo contrario. Es lo opuesto. Dios es la causa de todo el bien que cualquier persona haga, sea quien fuera la persona. Ninguno es bueno sino solo uno Dios. Esta fórmula lo vuelvo a decir de la boca de nuestro Señor Jesús. Ahora, el argumento que vamos a discutir en un momento Procede de este texto en el Salmo 119 que dice, bueno eres y bien haces. Bueno eres y haces el bien. Bueno eres y tú eres el bienhechor, el que hace bien. Y esto es un gran argumento en donde hay muchas cosas. En forma de resumen menciono esto. Este texto, entre otros, afirma que Dios no puede hacer el mal. Que todo lo que Dios hace es bueno. Es un tremendo argumento al cual vamos a llegar, ¿no? Porque muchos dicen que no. Y los que ignoran la sabiduría de Dios no entienden por qué Dios permitió la entrada del pecado al mundo. Le acusan, ¿no?, de ser el autor intelectual del pecado que entró al mundo. ¿Ah, de veras? ¿Ah, de veras? Y le acusan de haber hecho algo indebido. Pero el asunto no es así. Dios no puede hacer el mal, ¿no? El argumento, otra vez, de entre tantos textos que pudiéramos citar, es de cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios, porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni Él tienta a alguno. Y esto es el asunto de tentar no poner a prueba, sino de tentar hacer la maldad y el pecado. No tienta a ninguno. sino que cada uno es tentado cuando de su propia concupescencia y la fórmula técnica, la reacción en cadena, atraído, seducido, vencido, por su propia concupescencia, Y luego, cuando el pecado ha concebido, da la luz al pecado y el pecado siendo cumplido, una vez cumplido engendra la muerte. Ahí está la respuesta para los que le acusan a Dios. Ahí está la respuesta. Entonces, en este tema nos vamos a meter. Ahora, sabemos de este texto, hay muchos, que de inmediato vienen a nuestra mente cuando escuchamos de este tema. El más citado en el Nuevo Testamento romano es otro, todas las cosas encaminadas para el bien, pero la pregunta cuál bien, ¿no? Y en relación con tu definición del bien, el contexto define el bien como el hecho de ser por fin hechos semejantes a Cristo, ese es el bien. Todas las cosas encaminadas para ese bien en la vida de cada creyente, sean buenas o malas las cosas. Nos ayudan para llegar a ese fin, a ese bien. Lo mismo en la boca del salmista. Tremendo. Dentro de poco vamos a predicar uno o dos domingos consecutivos sobre el salmo 23. Ciertamente el bien y la mercedicordia me seguirán todos los días de mi vida. David, ciertamente el bien. Sin lugar a dudas, la mesedicordia como una parte de ese bien. Me van a seguir. Es una ilustración gráfica. No puedo alejarme nunca. Están a mi lado. Me están siguiendo en el camino. Están por detrás y por delante de mí todos los días de mi vida. Y en Jeremías 32, el juramento de este Dios, no me volveré para atrás. No me echaré para atrás. ¿En qué? ¿En cuál punto? En este punto de hacerles bien. De hacerles bien. Y luego lo pinta los que dicen que Dios, nos quieren decir que Dios no tiene emociones, por favor. Me regocijaré, me alegraré de todo mi corazón, dice Dios. Me alegraré de toda mi alma. Haciéndoles bien. Increíble. Haciéndoles bien, ¿no? ¿Y tú qué me quieres decir que Dios no tiene emociones? No, tú crees en una filosofía que sostenían los griegos acerca de un Dios convertido en un tipo de iceberg, ¿no? Inmovible, por su concepto errado de la inmutabilidad de Dios. No crees lo que está escrito en la Biblia. Y aunque te lo haya dicho algún bautista o presbiteriano o reformado sacando su bandera, están equivocados. Por favor. Y tú estás atacando el bien de nuestro Dios, el que se regocija de todo su corazón. Y tú dices, no, hermano, son antropomorfismos. Ni saben qué quiere decir esa palabra. Vámonos, ¿no? A discutir ahora esto. La gloria de Dios se manifiesta en su bondad, es lo que estamos diciendo, en su bien. Y esto es increíble, es un tema que conocemos, que hemos tocado muchas veces. Desde el Génesis, Dios dio todo lo que había hecho y aquí era bueno, en gran manera, buenísimo la creación original. Y volveremos a esto con el lobo y el cordero que serán apacentados juntos, ¿no? Y el león que volverá a comer paja como el buen y no afligerán ni harán daño en mi monte santo, ¿no? Ningún daño ni en el reino animal que vemos hoy en día como una escuela de teología donde todos los horribles efectos del pecado humano se reflejan. en la naturaleza de las bestias salvajes. Todo esto terminará, creenme, volveremos algo totalmente diferente, pero desde un principio, antes de la entrada del pecado al mundo, buenísimo todo, toda la creación. Y llegamos al grado en el Nuevo Testamento en relación con cuestiones alimenticias, en cuanto a, no vamos a discutir esto, yo no estoy hablando de estos debates sobre si nos están envenenando con diferentes tipos de comida hoy en día, de eso no estoy hablando, ni Pablo, cuando dice el texto, todo lo que Dios creó es bueno en relación con las comidas. Tienen que darme el beneficio de la ayuda. Las hamburguesas tienen que ser buenas. Tienen que darme, por favor, perdónenme la ilustración. Yo les doy el beneficio. Yo creo que los taquitos también. Buenísimos, ¿no? Estamos bien aquí. Pero la creación reflejaba en un principio esta bondad en una forma extraordinaria. Todas las criaturas participaban de esta bondad y aún participan en alguna medida. de esta misma bondad, porque todas esas criaturas sirven un propósito, bueno, en el plan de Dios. Eso es un tema extraordinario, no vamos a detenernos a discutirlo. El argumento lo conocemos, ¿no? Y cuando nos detenemos a ver Este argumento aquí, me voy a adelantar aquí, quería poner las cifras en el pizarrón. Cuando vemos el reflejo de la bondad de Dios en este argumento tan sencillo, de las cosas necesarias para sostener nuestras vidas, esta lista es increíble. llegando a los 30 años de edad, una persona habrá, a través de un proceso de respiración, habrá 252 millones de veces, habrá respirado 250 millones de veces, inhalaciones, respiros, ¿De aire? Eso es un tema extraordinario. En un futuro vamos a discutir esto con el tema de los árboles y la fuente de energía y cómo todo el oxígeno producido por las plantas es la cosa necesaria a través de un proceso técnico que los científicos no entienden hasta el día de hoy, hasta que ya cuando sacan la radiografía de tus pulmones, sale lo que parece ser, lo que parecen ser dos árboles. dentro de tus pulmones y que parecen ser las raíces y las ramas de árboles por el mismo proceso internamente en donde tu cuerpo está recibiendo el oxígeno, el aire y todas las formas de vida relacionadas en un increíble misterioso asunto en que vemos la gloria y la bondad de Dios Y luego rápido, tú a los 30 años de edad ya has, yo no sé cuál es la palabra aquí, has inhalado, has en tu respiración, de inhalación y, what is it, exhalación, no sé, más de un trillón de litros de aire. Es lo que tengo aquí en litros. Uno, cero, cero, treinta y tres mil cuarenta y dos litros de aire, ¿no? Producido por el ecosistema en el mundo en que vivimos, suficiente para cada persona, ocho mil millones de personas respirando este aire, ¿no? Y estoy tentado de decir muchas cosas, no las voy a decir. Y a los treinta años de edad, consumido, comiendo, más de 22.000 kilos de alimentos de todo tipo, 22.000 kilos. O sea, como si pudiéramos ir a una bodega y hubiera los 22.000 kilos de comida almacenadas ahí, que ya no existen, porque tú, a través de alimentarte a lo largo de 30 años, tú acabaste con toda aquella comida, para decirlo así. Y has tomado 17 mil, mínimo 17 mil litros de agua a los 30 años de edad. 17 mil, es lo mismo, vamos a la bodega, ahí están los 17 mil litros de agua. Pero ya no, porque entraron por tu cuerpo, por tu boca. Y así la lista de cosas. Y cuando llegamos al nivel biológico de tu ADN, las cosas son increíbles, ¿no? Resulta que hay 37.20 células en tu cuerpo, que en una forma cíclica se han renovado a lo largo de estos 30 años, pero 37 con 12 ceros, las células, y cada una de esas células por dentro algo más complejo está por dentro que todo lo que hay en la gran ciudad de México, por dentro en cada una de esas células, te lo aseguro que sí, que esto es así. Y si vamos al tema de tu corazón, es un promedio de 100.000 veces cada día, 5.000 veces por hora, para llegar a los 30 años de edad, rebasando un billón de bombeos, un billón de veces que tu corazón late bombeando. ¿Qué tipo de bomba, qué tipo de órgano? ¿Qué tipo de complejidad? ¿Qué tipo de atinación a detalle? ¿No? Porque a los 30 años de edad ya tu corazón rebasó más de mil millones de bombeos. ¿Cómo? ¿Y más de tres millones de litros de sangre? ¿Han circulado más de tres? ¿Millones de litros de sangre han pasado por las arterias y el sistema circulatorio de tu cuerpo? Las venas, todo el paquete. ¿Cómo? ¿Cómo es posible esto? La bondad de Dios. Ni hablar, ni hablar de tu cerebro. Ni hablar de 100 billones de neuronas en tu cerebro. Cien billones, ¿no? Algunos discutan, dicen, se rebasa el número de estrellas en el universo a nivel microscópico, hablando de todo lo que está en tu cerebro. ¿Cómo? ¿Cómo es posible? Y más cosas que no. Estoy ilustrando la manifestación de la gloria y la bondad y la grandeza de nuestro Dios. En este cuerpo. Voy a traer dentro de poco, tengo uno de esos folletos que analiza cada órgano. Es increíble todo lo que está pasando en cada uno de los órganos en tu cuerpo. Lo lees y lo ves y piensas, ¡imposible! No. No. No, para Dios nada es imposible. Es la bondad de Dios. Es la providencia de Dios. Bueno es Jehová para con todos. Y sus mercedicorios sobre todas sus obras. Es desde la perspectiva de gracia común o cualquier punto de vista. Toda buena edad iba, todo don perfecto, todo desciende de lo alto. Si esto de tu corazón cien mil veces al día, esto quiere decir que en el transcurso de este día, por lo menos cien mil veces pudieras haber fallecido. Cien mil veces. Pudiera o no. cumplido su trabajo, su deber como bomba, tu corazón, cien mil veces, pudiera haber sido sí o no. Y como hay una sola forma para entrar a este mundo, no vamos a discutirlo por la procreación, una sola manera, millones de formas para salir de este mundo, y por lo menos cien mil oportunidades para que esto te suceda cualquier día, cada día, cada momento. Con los latidos de tu corazón, en donde el que te da en la fórmula apostólica en el libro de los hechos, vida, respiración, y en la fórmula respiración lo que estamos ilustrando aquí abarca todo el tema, Y si dejamos esto, estoy discutiendo innecesariamente la bondad de Dios. Si lo vemos desde la perspectiva de nuestra salvación, y aquí no es el tema de todo lo que hizo Dios al enviar a su Hijo para rescatarnos, y las infinitas riquezas de su benignidad y bondad en esto. Aquí el punto es desde la perspectiva de que tú y yo somos los vasos escogidos para glorificar a Dios en su plan de salvación. El hecho de que lo hemos escuchado tantas veces, no somos diferentes de los reprobados, no somos diferentes de los no escogidos. En nosotros mismos no hay diferencia alguna. El hecho de que Dios te haya escogido Para este papel glorioso que vamos a repasar, aquí traigo una hoja en un futuro, en la parte finalizando esta miniserie, vamos a discutir algunos puntos que voy a repasar aquí un momento. El hecho de que Dios nos haya escogido, te haya escogido, a ti, a mí, cuando merecemos lo contrario, cuando tan fácilmente nos pudiera haber reprobado, cuando no tenemos mérito alguno en el asunto, cuando desde la perspectiva de nosotros es la gran ilustración en nuestra versión antigua de las personas que parece que estas son las personas que ganaron la lotería. Cuando Nefesios habla de la predestinación y lo pinta como si desde nuestra perspectiva nos tocara la suerte, como si fuera al azar, como si fuera de pura suerte que hayamos sido escogidos y predestinados. Este gran argumento que hemos visto tantas veces, asimismo dice en nuestra versión antigua, tuvimos suerte. ¿Qué? Habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el consejo de su voluntad. Pero a nosotros nos cayó como si fuera pura suerte. ¿Por qué suerte? Porque no es en base a ningún mérito nuestro. Hay de méritos de nuestra parte, ningún mérito a nuestro favor. ¿Y de pura suerte? ¿Pura suerte? Como vamos a ver aquí, todo este tema de la herencia, vamos a discutir esto más a fondo en otro sermón, de esta herencia que es la gloria a la cual vamos en este plan, es de recibir una herencia que es incalculable en su magnitud, en su grandeza, en lo que es su realidad. Es una gloria descrita como las riquezas de una herencia que Dios tiene preparada para nosotros y que resulta ser. Es imposible que las palabras humanas se acaban en cualquier idioma, en cualquier diccionario. No son suficientes para describir esa gloria y el papel que nos ha sido asignados en esto, el más glorioso posible. Vasos de gloria. ¿Cómo es posible que a nosotros todo esto nos ha llegado? ¿Cómo es posible que algunos de ustedes han perdido la capacidad de oír su celular? Eso es lo que, eso es otro, ya de repente el tema cambió. Alguna persona está aquí con su celular y no, ya, está escuchando tanto el sermón que va a desaparecer su celular. Ahora, escuchen, aquí voy a detenerme, el tiempo se nos va a acabar, pero está bien. porque vamos a llegar a un punto crucial en un momento. Ahora, voy a repasar. Incluso les pido que vean, si pueden, porque vienen en secuencia en romanos, corintios, efecios, filipenses, colosenses y tesolonicenses. En una forma secuencial vienen los textos. Entonces yo los tengo aquí apuntados en una hoja que vamos a repartir en otro sermón. Pero lo que quiero que escuchen es lo que estoy señalando aquí. Cada texto Los teólogos tienen libros. Yo tengo una colección de libros que analizan este argumento. Escuchen los textos. En Romanos 5, 1 y 2. Justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por el cual tenemos Entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes. Todo un gran argumento acerca de paz, gracia, salvación, justificación y el resultado es lo que nos interesa. En cada texto apunta a un resultado final de esto y el resultado señalado, la meta señalada, el fin señalado es nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Este texto es nuestro tema. No es vana esta gloria, no. Es verdadera gloria, porque resulta ser la gloria de Dios. Y el texto dice que estamos tan firmes, tan asegurados, tan convencidos, tan seguros de todo esto, que en nuestra peregrinación por este mundo, anticipando todo esto, ya nos gloriamos ahora. No es vana gloria, es verdadera gloria. Es gloriarnos ¿En la esperanza de qué? La esperanza es convicción firme, no es una cosa dudosa, es lo contrario, es algo seguro de compartir esta gloria de Dios. Y aquí se abre el panorama de esta bondad de Dios para con nosotros. Somos destinados a participar, a compartir esta gloria. Como todos los sexos lo dicen, ¿no? En Romanos 8, 18, tengo por cierto de lo que se padece en ese tiempo, no se compara Y Pablo había hecho, de todos los que dicen que han hecho su visita en su supuesto turismo celestial, ninguno de estos ha ido al cielo y regresado. Todos menterosos, todos engañados o engañadores, como sea. El único que hizo esto, el apóstol Pablo, vio esta gloria. Es un gran tema, lo narra, no vamos a discutir el texto, Y Él dice, habiendo ido, habiendo visto, Él dice que lo que nos espera en esta gloria no se compara con nada. Nada. No es de comparar con la gloria venidera que en nosotros, y cada texto lo pinta en estos términos, no es simplemente algo que veremos, no es algo simplemente al cual llegaremos, que en nosotros ha de ser manifestada. Pablo lo pinta como que Cristo vendrá para ser glorificado en nosotros. En nosotros. ¿Qué tipo de participación significa esto? Y luego en Romanos 8, toda la creación será liberada de la esclavitud y de la corrupción para así alcanzar la libertad y se describe libertad gloriosa de los hijos de Dios y la libertad desde todas las consecuencias, todos sus efectos, todos los estragos, todos los rasgos, todos los los frutos amargos del pecado, librados. Y se describe esta liberación, libertad gloriosa. ¿Qué será esto de vivir en un mundo sin pecado? Y luego lo pintan como algo tan seguro que la cadena de oro a los que justificó, comienza con los que predestinó, justificó. A los que justificó, a esos también glorificó en Romanos 8.30. Y esto de que a estos ya Dios nos mira como si ya nos hubiera glorificado ya porque esto es tan firme, tan seguro que tiene que suceder. Y lo pinta con, es un gran debate sobre los verbos en tiempo pasado, preterito pasado, a los que llamó, bueno primero a los que predestinó los llamó y a los que llamó justificó a los que glorificó, como si ya fueron hechos. Pero vean, con sus biblios, vean en 1 Corintios 2, 7 este texto, que es nuestro tema. Hablamos sabiduría de Dios sin misterio. Hablamos sabiduría de Dios oculta. Lo vimos el domingo pasado. La cual, esta sabiduría oculta, este misterio de este plan de Dios habla de la sabiduría y la gloria de Dios. Y vean lo que dice, la cual Dios predestinó antes de los siglos. ¿Qué es esto? Es un plan. No hay un plan B, C, D. No, es el plan, el único plan antes del comienzo del tiempo. La palabra siglos aquí en pluralidad habla de el comienzo cronológicamente del tiempo para nosotros. Dios predestinó todo esto antes de los siglos. ¿Para qué? ¿Qué dice? Para nuestra gloria. ¿Cómo? ¿Nuestra gloria? Todo el asunto, nosotros pensamos todo eso es para su gloria, pero lo que estamos viendo en cada texto, el plan nos incluye en esa gloria, para nuestra gloria dice. Y en 3.18 de 2 de Corintios estamos siendo transformados en la misma imagen de la gloria de Cristo, de un grado de gloria, de otro grado de gloria. ¿Qué quiere decir esto? Como por el Espíritu del Señor, que Dios al comenzar a transformarnos ahora nos está preparando para esa gloria. En el proceso de cambiarnos y santificarnos ya comenzamos a reflejar en algunas medidas algo de esta gloria. Aunque los demás no lo ven, aunque los demás no lo comprendan, aunque los demás no tienen idea alguna de eso, esto es así. Y en 2 Corintios 4, 17, hablando de sus luchas, ¿no? Nuestra tribulación, todo lo que estaban viviendo horribles persecuciones. Es momentáneo, dice. Es increíble este texto. El hombre más perseguido con la excepción de nuestro Señor Jesús en la historia del cristianismo. Este hombre dice, todo es momentáneo. Nuestra tribulación leve. ¿Leve? Sí, dice. Leve. ¿Por qué leve? Ah, porque nos sobra un sobremanera alto. Estas son las palabras, algunos dicen difíciles de traducir. Un sobremanera alto y eterno. ¿Qué? Peso de gloria. Entre más perseguidos, entre más atribulados, entre más sufrimiento, El resultado más, cada vez más, ¿no? Gloria eterna, ¿no? Sobremanera, ¿no? Sobrepasando la medida posible, humanamente hablando, un peso de gloria es lo que nos espera al final de todo esto, sí. Así es, así lo dicen. Y luego en Efesios, este texto al cual hemos hecho referencia, orando para que Dios abra nuestro entendimiento, para que podamos ver una parte, y escuchen lo que dice, ese Efesios 1.18, de las riquezas de la gloria, de su herencia en los santos. Estas riquezas de gloria, que son la herencia de los santos. Es increíble esto. El tema lo volveremos a ver, lo menciono, aquí no puedo resistir. Con una herencia normal lo que sucede es que el heredero tiene que morir para otorgarnos la herencia y pueden suceder un sin número de cosas que impidan que nos llegue la herencia. Esto no lo vamos a decir más sobre eso ahora. Pero en este asunto, el que nos otorga esta herencia ya murió y fue a preparar en una forma increíble un lugar para nosotros que es una parte de esta herencia y lo que tiene que suceder con nosotros para que nosotros recibamos la herencia es que nosotros tenemos que morir. Es increíble esto. No, están con que, no, se nos otorgó una cantidad increíble como herencia y ojalá que no suceda algo que pudiéramos morir antes de sacar provecho de esto. No, no, no, eso es lo contrario. Es al morir que entramos a la herencia. Increíble esta cosa. Y los textos, el tiempo se nos fue, voy a cortar aquí. Pablo se refiere a esto como un misterio acerca de nuestra salvación y las riquezas de la gloria de este misterio en Colosenses 1.27. Y las riquezas de la gloria a la cual se refiere resulta ser Cristo en nosotros. 1.27 de Colosenses. ¿Y qué quiere decir Cristo en nosotros? Las riquezas de esta gloria es un gran misterio entre los pueblos centiles. Cristo en nosotros, la garantía firme, la esperanza de gloria. Para ser herederos de todo esto, tan solo tenemos que estar unidos con Cristo, tenemos que creer en Cristo, tenemos que pertenecer a Cristo. Y esto es la garantía, la esperanza firme de recibir esta gloria. Al grado en que Colosenses en 3 dice Estás muerto, tu vida está escondida con Cristo en Dios. Y cuando Cristo, nuestra vida sea manifestado, entonces vosotros también seréis manifestados con él. en gloria. Cada vez este tema. Hablando de la segunda venida de Cristo y la realidad de todo esto en la dimensión espiritual, no lo percibimos. Todo está preparado, todo está oculto ante nuestros ojos por el momento. Está escondido todo esto con Cristo en Dios. Y cuando viene Cristo, seremos manifestados con Él en esta misma gloria. Increíble el texto. Y luego, cortando la lista, llega a esto. Según los estadounidenses, ora para que el nombre de Nuestro Señor Jesús sea glorificado en nosotros y nosotros en Él. Ese es nuestro tema. Que nosotros seamos instrumentos para glorificar a Cristo. Y en la medida en que esto sea una realidad, nosotros seremos glorificados juntamente con Él. En Segundas y Segundas Licencias 1 el texto y termina con que en el último texto aquí dice que Dios nos llamó por medio de su evangelio para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Fuimos llamados para alcanzar esa gloria. Y luego vienen otras cosas. En su argumento sobre su evangelismo dice que estaba sufriendo todo por amor de los escogidos para que ellos también consigan la salvación que es en Cristo Jesús. Y no puede dejar de decirlo. La salvación que está en Cristo Jesús con gloria eterna. Una y otra vez, una y otra vez vuelve a sacar este argumento. Ahora vamos a concluir. Y la forma que lo vamos a hacer es yendo directamente a una sola aplicación. Ya vamos a dejarlo por el momento. Estamos detenidos. ¿Con cuál tema? Ya no estamos interesados en esta gloria vana. Nos interesa muchísimo la verdadera gloria. Y acabamos de volver a decir el día de hoy que en la sabiduría de Dios fuimos destinados para esto y en la increíble bondad de Dios. Tenemos parte, suerte, lugar en esto si somos creyentes. Y obviamente en la medida en que esto sea una realidad para nosotros, vamos a dedicarnos a honrar y glorificar a este Dios. De eso no hay duda. Ese es el efecto de entender esto. Es entregarte a Dios de todo corazón y pedirle que Él sea glorificado con tu vida. Así de sencillo. Pero como respuesta, como efecto de esta verdad, de esta realidad. Hay muchos asuntos aquí que no vamos a discutir el día de hoy. Y tenía la plena intención de volver a discutir esto en otra forma. No lo vamos a hacer. Lo menciono de paso, y buscan ustedes en Malekías, ¿no? Este texto lo mencioné en la clase previo a este culto, Malekías 3. Vamos a terminar con esto. Los inconversos hacen lo contrario con sus vidas. Y tengo que mencionar esto en una forma muy resumida, nosotros lo entendemos. Estas personas, en vez de glorificar a Dios, por todo lo anterior, todo el bien que han recibido, cada momento, cada instante, con cada latido de su corazón, deberían de darle a Dios la gloria. Pero en vez de hacer eso, los inconversos se dedican a lo contrario. Y la acusación que conocemos en romanos de menospreciar las riquezas de la bondad y paciencia y longanimidad de Dios, que te guía al arrepentimiento, de endurecerse, de no arrepentirse. Y el argumento, véanlo, es Romanos 2. Este texto que hemos citado mil veces. Pablo acusa a la gente religiosa en conversa a los judíos en aquel entonces, en vez de glorificar, honrar, a Dios con sus vidas de menospreciar todo esto, y específicamente de menospreciar la gloria de Dios en su bondad. y en su paciencia, y en su longanimidad, y eso es lo que será manifiesto en el día de juicio, de cuánta bondad menospreciaron, de cuánta paciencia hicieron caso omiso, de cuánta longanimidad, de cómo abusaban de que, no, Dios no me ha hecho nada hasta ahora, y todo marcha bien, y las cosas salen a mi gusto, y en vez de glorificar, honrar y entregarse, con un corazón lleno de gratitud, hacen lo contrario, se endurecen, Y se niegan a arrepentir. Y en el versículo 5 dice que lo que están haciendo en la medida en que los creyentes, así lo voy a decir, escuchen, estamos atesorando cada vez más gloria. Increíblemente. en la medida en que somos estos objetos de honrar y glorificar a Dios. Es peligroso decirlo así, pero lo estoy diciendo así. Se nos está incrementando cada vez más peso de gloria. Acabamos de leerlo. Se está aumentando, se está atesorando más y más gloria para los creyentes. Pero para los inconversos, cada vez más ira, atesorando para ti mismo ira. Cada día más, cada momento más, cada segundo más, cada hora más, ira para el día de la ira y la manifestación del justo juicio de Dios. ¿Qué sucede aquí? Lo contrario. Lo opuesto de lo que hemos escuchado. ¿Y esto por qué? Porque los inconversos, en vez de honrar y glorificar a Dios, abusan. ¿No? De él. Y las acusaciones aquí son las más fuertes de la Biblia. Menospreciando toda su bondad. Increíble. Menosprecian toda la bondad de Dios que reciben. Cada vez que Dios les manifiesta más bondad y más benignidad, se endurezan, no se arrepientan, ¿no? Hacen lo contrario. Esto es increíblemente pesado. Y es la triste realidad, ¿no? Y muchas personas no entienden que eso es lo que está pasando. Eso es lo que estamos viviendo. Las personas que se endurecen contra Dios, contra su Palabra, contra su Espíritu Santo, contra su Evangelio, contra su Verdad, son todos los encombarsos. Y en vez de ablandar su corazón, en vez de darle algo verdaderamente de gracias, hacen lo contrario, se endurecen a sí mismos, engañándose a sí mismos, entregándose cada vez más al pecado, cada vez más a sus consecuencias, las consecuencias del pecado se están entregando, sí. Increíblemente, sí. Y su corazón de por naturaleza duro se convierte cada vez más en piedra durísima, ¿no? Incapaz de ser conmovida, incapaz esta persona de ser movida, sacudida, afectada, ablandada. Es lo contrario. Sí. Y el gran argumento en tantos textos, los que se endurecen contra Dios luego son endurecidos por el mismo Dios. Y este argumento llega a la conclusión, esta serie que creo que está en internet en algún lugar, prediqué tres meses, dos meses sobre este texto. Mirad, este, el texto es espantoso. Mirad pues la bondad de Dios y de inmediato y la severidad de Dios. Ese texto. De todos los que se endurecen en contra de su bondad vendrá la severidad. Están despreciando a este Dios. Están menospreciando a su creador. Le están tratando como si no fuera el sumo bien. Le están tratando como si él fuera malo. Como si lo que les pide fueran debido. Le están tratando como si nunca les hubiera concedido bendición alguna. Están tratando como si Dios fuera, como si Dios tuviera tan solo el propósito de hacerles miserables al ordenar o exigir o mandar que abandonen sus pecados o tomen como que, ¿en dónde está el amor de Dios? Y por su falta de gratitud, por su falta de un corazón agradecido, están garantizando algo inimaginable. Y eso es lo que van a cosechar. Así. Es una tremenda advertencia, antes de concluir. Una tremenda advertencia. Y esto lo vemos por todos lados, con los enconversos, quejándose, murmurando, acusando. Siempre pintándose como víctimas, ¿no? Y si Dios existe, le van a reclamar y le van a exigir y le van a poner contra la pared y, oh sí, okay, oh yeah, oh really, oh really, por favor. Pero así se comportan. Ahora, para concluir, dije no, malequías, ya Tomás, con malequías. Ahora, este texto lo mencionamos en la clase en otro contexto. Ahora, para concluir, lo que quiero decir es algo muy, muy importante aquí. A la luz de lo que hemos escuchado, aquí viene este argumento. Malaquías es el último libro de la Biblia en donde Dios cierra sus tratos con los judíos y hay silencio por un lapso de 400 años antes de la llegada de nuestro Señor Jesús. Y en Malaquías hay muchas cosas que no vamos a discutir el día de hoy. Y en el texto que vamos a leer hay cosas que no nos interesan, ¿no? El tema es Acusándoles a los judíos de una larga lista de cosas aquí, llega a este tema de su mayoría. Bajo la ley mosaica practicaban el diezmo. Que en el Nuevo Testamento, aunque muchos grupos cristianos, muchas iglesias insisten en que esto sigue vigente hoy en día, no lo es. Lo que está vigente hoy en día es la idea de dar de manera proporcional en la medida en que hayamos sido prosperados. Esa es la regla apostólica. Y tantas veces lo comenté en la clase, una persona que gana 100,000 pesos al mes, un diezmo es una propina para esa persona. Eso no significa nada. Son dos comidas en un restaurante aquí a la vuelta de la esquina. No es nada. Pero una persona que gana 10,000 pesos, un diezmo proporcionalmente es mucho. Por lo tanto, en el Nuevo Testamento, entre otras cosas, el tema es en la medida en que hayamos sido prosperados, es proporcional. Dejamos esto, esto no es nuestro tema. Pero esto es de donde vamos a sacar la ilustración y el desafío. Dios les dice a estos judíos rebeldes, trae todos los yesmos a la alfolía. En las iglesias que creen que el yesmo está vigente bajo el nuevo pacto, nuevo testamento para iglesia neo-testamentaria, luego se enredan en un sinumbre de argumentos para mostrar que la iglesia local tiene que ser el alfolía. Hasta ese extremo llegan. Eso no es el debate. Y dice, ¿para qué hay alimento en mi casa? De inmediato vemos que esto es en otro contexto. Pero ahora lo que nos interesa, probadme. Ah, sí, esto es lo que nos interesa para concluir. Probadme, dice. Y eso es un gran tema. No lo vamos a discutir el día de hoy. Porque hay textos que nos adviertan a no poner a prueba a Dios. Esto no es nuestro tema. Ese es otro asunto, créanme, pero esto sí, esto es Dios mismo. Pónganme a prueba, dice. Probadme ahora, y ven lo que dice, en esto, en este tema que yo acabo de resumir sobre el diezmo bajo la ley mosaica, y daban en la realidad es tres diezmos, no vamos a discutir esto, bajo la ley mosaica si te interesa el tema. No, probadme en esto, dice, en este asunto de su mayordomía, y ver, Pónganme a prueba, dice Jehová de los ejércitos, ¿no? Y muchas versiones agregan, y van a ver, o verán, esto no está en nuestras versiones en español, van a ver que, si nos abriré las ventanas de los cielos. Y viene, dice la versión antigua, vaciaré, derramaré, ¿no? Este... Es un modismo en inglés, pour out, es como un deluvio, como un tsunami de bendición sobre vosotros hasta que sobreabunde. El texto sobre el cual nunca hemos predicado a lo largo de tantos años. Nunca hemos usado este texto para manipular y sacar dinero ni provecho de nadie como lo hacen en tantas iglesias. Ahora, hay que concluir, ¿qué tiene que ver esto con lo que hemos escuchado el día de hoy? Mucho. Mucho. ¿Por qué? Ah, porque el principio de poner a prueba a Dios en cosas sobre las cuales Él nos ha hablado. Para ellos, el diezmo. Para nosotros, otras cosas. Y el punto es este. Hay que probarle a Dios. Probémoslo, ¿no? Le pongamos a prueba. Y aquí viene, es otro sermón, pero con esto hay que concluir. Hemos de probar, ¿qué? La bondad de Dios. Lo que hemos escuchado, en parte, de forma muy resumida, sobre esta parte de la gloria de nuestro Dios. Hay que probar su sabiduría en nuestras vidas. Hemos de poner a prueba la sabiduría de Dios. Eso es un tema increíble, ¿no? Podríamos estar aquí una hora y yo podría comenzar a poner la lista de cosas en las cuales tantas personas piensan que saben más que Dios, en un contexto cristiano incluso aquí, en donde, no, esto de que el hombre tiene que ser la cabeza, no, yo no estoy de acuerdo, se me hace que esta sabiduría de Dios es puro machismo o algo peor. ¿Qué tiene que ver con la cultura de aquellos malvados judíos y quizás con el ex fariseo Pablo? No, no, no. Yo no veo la sabiduría de Dios en esto para nada. Increíblemente es lo que dicen muchísimas mujeres y muchos hombres. Supresivamente muchos varones. No, y la parte de someterse del lado de la... No, ¿cómo puede haber sabiduría? ¿Sabiduría divina en esto? ¿Cómo? Cuando lo pinta Pedro, dice semejantemente, maridos, habitar con ellas, y una de las traducciones es, sabiamente, dando honor a la mujer como al vaso más frágil, pero se mete de por medio el mismo asunto de que esto es la sabiduría. No, dicen eso, nunca puede ser algo sabio. Y así comienza la lista, cosas en las cuales muchísima gente, aún en un contexto cristiano, Pretenden servir, honrar y glorificar a Dios y están cuestionando su sabiduría en una larga lista de cosas. Incluso en los principios que gobiernan sus finanzas, mayordomía, chamba. Lo mismo. Lo mismo. Lo mismo. En una larga lista de cosas. En la relación de padres e hijos, así comienza la lista. En donde estas personas pretenden ser, no esto de disciplinar y si fuera algo corporal jamás podría ser esto algo muy sabio. Lo que vas a lograr es un complejo de abuso y inferioridad y desconfianza y falta de amor de parte de tus hijos. Y estoy tentado, no Tomás. Hay que concluir. Probémoslo. Esa es la forma. Pruébanme. Pónganme a prueba y escuchen esta lista. Comenzando con su misericordia. Deja limpio su camino. El hombre inhibe sus pensamientos. Vuélvese al Señor que tendrá de él misericordia. Vuélvese a nuestro Dios quien será amplio en perdonar. La vida cristiana comienza haciendo la prueba de estas invitaciones que son interminables en la Biblia. Cada creyente ya hicimos la prueba de su misericordia, de su gracia. Hicimos la prueba para encontrar exactamente lo que el texto dice al arrepentirnos de nuestros pecados y volvernos a Dios. Él fue amplio en perdonar, y no ha dejado de ser amplio en perdonar, y ha tenido misericordia en nosotros, y nunca dejará de tener misericordia en nosotros. Y esto lo hemos probado, y lo estamos probando el día de hoy, y lo vamos a probar hoy en la tarde, y lo vamos a probar hoy en la noche. Hemos hecho la prueba un sinnúmero de veces, y hemos comprobado que el asunto es así. Porque es así. Y luego en toda la lucha en la vida cristiana hemos hecho la prueba en relación con la eficacia de su gracia y hemos encontrado que su promesa al gran apóstol Pablo, bástate mi gracia, me es suficiente tu gracia, mi poder se perfecciona en tu debilidad. Esta prueba ya la hemos hecho cuantas veces, hemos comprobado la suficiencia de su gracia, de su poder para superar todas nuestras debilidades, todas nuestras necesidades. Lo hemos probado, lo estamos probando. Y así, así, así. En cuanto a la cuestión de su providencia, cuando hicieron la primera vuelta, yo dije, esto no es normal. Más que raro, nunca han hecho lo que hicieron ayer en ese vuelo. Yo llevo cientos y cientos de vuelos entrando y saliendo de la Ciudad de México. Escuchan, hacen algo bien raro y luego en la segunda vuelta, estamos a punto de tocar. Airbus 321, el avión es nuevo y rapidísimo. Abortaron el despegue, o mejor dicho, el aterrizaje. Y yo estoy con, ¿qué? ¿Qué es esto? Y en su providencia, los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. ¿Y esto en el contexto de qué? De que Él cuida de vosotros, Él cuida de nosotros. El Mateo 10, el texto. Y esto lo hemos probado, la providencia que misteriosamente mantiene el latido. Ya van más de 5.000 latidos, ¿no? En el transcurso de este sermón, algunos dicen 30 mil, no voy a decir más, depende de qué tan aquitado haya sido tu corazón. Y así la lista, hagamos la prueba de su bondad, la bienaventuranza de su servicio. Esta promesa no hay hombre ni mujer, no nadie que haya dejado casa, padres, hermanos, mujer, hijos, la lista por el reino de Dios que no haya recibido mucho más en este tiempo. 10.000 veces es el cálculo de los actuarios en uno de los términos griegos usados, es un número incalculable, 10.000 veces más. ¿En este tiempo? ¿Y en el mundo venidero, vida eterna? ¿Qué tipo de prueba? Háganme la prueba. Y resulta que cientos de millones, yo me atrevo a decir miles de millones, han probado a lo largo de la historia todo esto. Esta palabra es probada. Estas promesas son probadas, son confirmadas, son seguras, son veraces, son inquebrantables. Son vivas, son reales, nunca han fallado. Ninguna prueba. No han fallado ni una sola vez estas palabras, estas promesas. Son infalibles. No fallarán jamás. Nunca. Y tú y yo tenemos que hacer la prueba de todo esto por nosotros mismos. Gustad y ved que el Señor es bueno, bienaventurado el hombre que confía en Él. Hay que hacer la prueba. Y haciendo la prueba, yo te aseguro, te lo garantizo, Tú y yo confirmaremos que Dios es veraz, que Dios es bueno, que Dios es sabio, y que su evangelio es glorioso. Amén. Paz, estamos muchas gracias por el tema, Tu palabra por tu bondad. Cuán grande es el privilegio de esta generación de mexicanos. Cuán grande es tu bondad para con nosotros. De habernos colocado en este momento en el plan tuyo, en la historia de esta nación, y con grande tu bondad para con cada creyente presente, porque habiendo pasado por ancestros millones y millones de generaciones pasadas, ancestros nuestros, para alcanzarnos a nosotros ahora, en este tiempo. Oh Dios, gracias. Gracias. Y te honramos y te glorificamos. Y te damos toda la gloria. En Cristo Jesús. Amén.
La Vanagloria 7
Series Guerras y Pacificadores
Los creyentes deberían ser las creaturas que más glorifican a Dios en todo el universo...
Sermon ID | 10624431286214 |
Duration | 1:51:40 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | James 1:17 |
Language | Spanish |
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