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Esta mañana vamos a estar en el texto es Hebreos 11, Hebreos 11 y los versículos que estaremos viendo son los versículos de 8 a 12. Hebreos 11, 8 a 12 y estaremos meditando en la fe de Abraham, la fe de Abraham. Y antes de entrar para comenzar la exposición esta mañana, vamos a entregar este tiempo una vez más al Señor. Gracias, Señor, por realmente tu misericordia para con nosotros, tu paciencia para con nosotros, tu amor, Señor. Y como vamos a ver en la vida de Abraham, como a lo largo de su vida, tú seguías obrando en el Señor. Te pido, Señor, que tú pongas esos mismos fundamentos en nosotros para que vayamos creciendo en nuestra fe, nuestra confianza en ti, en tu nombre. Amén. Voy a comenzar esta mañana haciendo una pregunta sencilla. Respecto a Abraham, Abraham siempre tenía la plena confianza en el poder y la palabra de Dios, ¿no? Es decir, desde el momento de su conversión, él estaba manifestando esa plena confianza en Dios. La respuesta es sencilla, es no. Había muchas fallas, mucho pecado, errores grandes en su vida. ¿Pero qué es lo que vemos en la vida de Abraham? Un crecimiento real, un crecimiento a continuo en Dios, en su palabra y en su poder. Y así, la pregunta para cada uno de nosotros es, ¿nuestra fe está creciendo? Y eso, la manera de ver eso es mirar atrás. ¿Hemos crecido? Y espero que la respuesta de cada uno puede, debe ser sí. Aunque nos queda mucho para crecer, ¿no? Aunque nos puede quedar mucho para crecer, Espero que podemos decir si Dios está obrando en nosotros. Vamos a dar lectura a Hebreos 11 de 1 a 16 esta mañana. Hebreos 11 de 1 a 16. Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, porque por ella recibieron aprobación los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue preparado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles. Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas. Y por la fe, estando muerto, Todavía habla. Por la fe, Enoch fue trasladado al cielo para que no viera muerte. Y no fue hallado porque Dios lo trasladó. Porque antes de ser trasladado, recibió testimonio de haber agradado a Dios. Y sin fe es imposible agradar a Dios. Porque es necesario que el que se acerque a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan. Por la fe en Noé, siendo advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor reverente preparó un arca para la salvación de su casa, por lo cual condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia. que es según la fe. Por la fe, Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia, y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa, como en tierra extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa, porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. También por la fe, Sara misma recibió fuerza para concebir aún pasada ya la edad propicia, pues consideró fiel aquel que lo había prometido. Por lo cual también nació de uno y este casi muerto, con respecto a esto, una descendencia como las estrellas del cielo en número, e innumerable como la arena que está a la orilla del mar. Todos estos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto desde lejos y aceptando con gusto, confesando que eran extranjeros, y peregrinos sobre la tierra, porque los que dicen tales cosas claramente dan a entender que buscan una patria propia. Y si en verdad hubieran estado pensando en aquella patria de donde salieron, Habrían tenido oportunidad de volver, pero en realidad anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo cual Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad. Hasta ahí en la lectura de la palabra. La verdad principal, Yahweh Dios escogió a Abraham para participar en avanzar su reino en toda la tierra. De su parte, Abraham creció en su fe y obediencia a Dios a lo largo de su vida, para llegar a confiar en la palabra y el poder de Dios aún en circunstancias humanamente imposibles. Así que eso es lo que estaremos viendo esta mañana. Y solo para mencionar, voy a estar usando la nueva Biblia de las Américas y también algunos de escuchando algunos sermones del teólogo James White y otros recursos. Entonces, esta mañana solo tenemos dos puntos. Y es la fe para salir de su patria. Y el otro es la fe para tener un hijo. La fe para salir de su patria y la fe para tener un hijo. Cuando Dios le llamó a Abraham la primera vez para salir de su patria, para ir a una tierra extraña, ¿qué es lo que él hizo? Obedeció, basándose solo en las promesas de Dios. Así que para pensar un poco en esto, deseo que meditemos solo unos minutos en el contexto histórico de Abraham. Después del juicio del diluvio y la salvación de Noé, ¿qué es lo que iba pasando con el mundo? Bueno, la gente del mundo iba rebelándose, rebelándose contra Dios. Y eso es lo que vemos en la torre de Babel. Y así que Yahweh Dios juzgó a la gente de ese tiempo por esparcirlos por toda la tierra. Después de eso, ese juicio pasó varias generaciones más. Y leyendo Génesis 11, conforme a eso, y también varios comentarios sobre las generaciones desde Noé hasta Abraham, yo creo que me di cuenta de algo que no había visto antes. Es el hecho de que Noé y Sem casi seguro habría vivido en el tiempo de Babel. Habría todavía estado con vida. Y aún después de Babel, si uno va viendo los números, parece que por lo menos Sam, y tal vez Noah mismo, estaba con vida cuando nació y era joven Abraham. Porque fue en ese tiempo, después del diluvio, que se iban acortando los años de vida. ¿Y por qué hago ese comentario? Noé, sus hijos, Zem, por ejemplo, Ham, Hafet, habían experimentado el juicio de Dios sobre toda la tierra. Y ellos eran testigos de ese juicio. Noé era predicador de justicia. Y pensamos que solo predicaba antes del diluvio. No creo. Entonces, la predicación, las advertencias de Noé, de Sem, especialmente, fácilmente podrían haber llegado hasta el tiempo de Abraham. ¿No? Y, por ejemplo, de que Abraham, sus padres, podrían haber escuchado la historia del diluvio de Sem mismo, es una posibilidad. Y con eso quiero que nosotros entendamos la maldad del ser humano para pensar, Dios había aniquilado todo el mundo. Y obviamente en la torre de Bebel antes de eso, ellos estaban diciendo uno al otro, no va a pasar nada, estamos bien, vamos a hacer las cosas de nuestra manera. Hoy en día, lo mismo. No pasa nada, estamos bien, podemos hacer. No, el mundo sigue sin tomar en cuenta a Dios. Aún en presencia de personas que han vivido un juicio extremo de Dios. En Josué, versículos 24, Josué 24, versículos 2 y 3, nos dice algo de los antepasados de Abraham. dice José 24, 2 y 3, y Josué dijo a todo el pueblo, así dice Yahweh, Dios de Israel, al otro lado del río, el río Eufrates, habitaban antiguamente los padres de ustedes, es decir, Taré, padre de Abram y de Nacor, y servían a otros dioses. Entonces tomé a Abraham, padre de ustedes, del otro lado del río y lo guíé por toda la tierra de Canaán. Multipliqué su descendencia y le di a Isaac. ¿Cuáles fueron los antecedentes de Abraham, de sus padres? Servían dioses paganos. Servían dioses paganos. Y fue en ese contexto de paganismo, que obviamente sobre casi todo el mundo, otra vez, aunque fácilmente podría haber estado con vida todavía Sam, y tal vez Noé por un tiempo en una parte de la vida de Noé o de Abraham, el paganismo ya se había propagado por todo el mundo. El corazón del hombre es malvado. El corazón del hombre siempre se desvía de Dios. Y fue en este contexto otra vez que Dios, Yahweh Dios, llamó a Abraham. Vamos a leer Génesis capítulo 12 en los primeros versículos. Génesis capítulo 12. Uno a cuatro. Y Yahweh dijo a Abraham, vete de tu tierra, vente entre tus parientes, de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan y al que te maldiga, maldeceré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra. Entonces Abraham se fue tal como Yahweh le había dicho y Lot se fue con él. Abraham tenía 75 años cuando salió de Arán hasta ahí. Y algunas verdades de estos versículos antes de ir a nuestros versículos en Hebreos 11. Y eso quiero reflexionar brevemente. Primero Yahweh Dios es quien tomó la iniciativa para llamar a Dios para salir de su tierra y para dejar atrás sus dioses falsos. No fue Abraham quien tomó la iniciativa como para llegar a servir y amar al único Dios verdadero. Y debemos entender con nosotros es lo mismo. Es decir, solo por la gracia y misericordia de Dios, tú estás aquí. Todos nosotros estamos aquí solo por eso. Y eso quiere decir que ninguno de nosotros es mejor que otro. Ninguno de nosotros es mejor aún de los paganos afuera. Es sólo la gracia de Dios. Sólo eso. Dios llamó a Abraham. Segundo, Abraham fue llamado a dejar a sus parientes para ir a un lugar desconocido. Y es muy probable que la familia de Abraham fuera rica, que tenía muchas posesiones, y él estaba dejando atrás mucho de eso. Y podemos decir que, ¿qué es lo que Abraham dejó atrás? Su familia. Dejó atrás lo que le era muy importante, sus dioses falsos. Dejó atrás sus dioses falsos. Dejó atrás su heredad y muchas posesiones. ¿Qué tal de nosotros? ¿Qué es lo que Dios exige de nosotros? También Dios nos llama a dejar atrás los valores de este mundo. Y muchas veces tenemos que sufrir consecuencias de nuestros parientes o por otras personas por haber rechazado su religión falsa. Y aún puede ser que tenemos que vivir con menos posesiones. por hacer las cosas a la manera que Dios nos dice. ¿Por qué? No aceptamos los valores ni el proceder malvado del mundo. Tercero, Dios le prometió a Abraham de hacer de él una gran nación y para darle mucha descendencia, haciéndolo una bendición para todo el mundo. Y con eso quiero que nosotros pensemos. Yahweh Dios le estaba llamando a Abraham a pensar no solo en sí mismo, no solo en su propia vida, su estadía en la tierra, sino en las generaciones futuras. Dios le estaba diciendo a Abraham, no te ocupes de tu propia vida, más bien vive pensando en lo que Dios hará por medio de ti y por medio de tus descendientes. No pensar en ti mismo. Y muchas veces tenemos o nosotros somos tan cortos de vista con tal de que yo esté bien en esta tierra, no importa lo demás. Pero la pregunta es, ¿qué es el legado, el legado especialmente espiritual que estamos dejando para nuestros hijos, nuestros nietos, las siguientes generaciones? Dios dijo a Abraham, voy a ser de ti una bendición para muchos. Y obviamente, ninguno de nosotros vamos a llegar a ser como Abraham en ese sentido, el padre de la fe. Pero sí, Dios nos ha puesto aquí para que podemos bendecir y ser una bendición para las siguientes generaciones. La cuarta verdad que nos va a llevar también al texto de Hebreos es que Abraham obedeció. Y se fue tal como el Señor Yahweh Dios le había dicho. Él obedeció. dice el comentarista Carlo. Las demandas del llamamiento de Dios a Abraham son, primera, Abraham debe dejar su tierra. Y esta era geográficamente Arán, donde temporalmente Abraham estaba viviendo con su padre, Taré. Original y culturalmente era Ur de los Caldeos, civilización avanzada a la cual Abraham pertenecía. Segundo, Abraham tenía que dejar a su padre. Esto significaba dejar lo más querido, lo que representa seguridad y comodidad. Tenía que dejar eso. Además, en el sistema patriarcal implicaba la renuncia de Abraham. el primogénito de Taré, a la herencia y al lugar social privilegiado que le correspondía. Según la cronológica bíblica, Taré vive unos 70 años más después de la partida de Abraham a Canaán. Así que Abraham tenía eso por esperar si hubiera quedado con su familia. Y tercera, Abraham debía ir a una tierra que en su momento dado a Dios le mostraría. Estas eran las condiciones de Abraham. Abandono, renuncias y aceptación de lo desconocido. Como estaba diciendo, es muy probable que Abraham había escuchado las historias del diluvio y de la torre de Babel, pero aún así vivía como pagano. Pero Yahweh, Dios, obró en él de tal forma que él dejó todo eso, esos privilegios, esas posesiones, ese futuro, por decir, atrás. Y esa fe, esa confianza, esa obediencia puso el cimiento para el trayecto, el nuevo trayecto de toda su vida. Hebreos 11, versículo 8. Hebreos 11, versículo 8. Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció saliendo para un lugar que había de recibir como herencia y salió sin saber a dónde iba. Yahweh Dios ni le había indicado exactamente a dónde iba a ir. Más bien, Abraham tenía que confiar en Yahweh para que le guiara en el camino hasta el lugar correcto. Y obviamente es un ejemplo real de fe y confianza, dejó todo lo conocido atrás para obedecer las instrucciones de Dios. Y obviamente habría tenido inquietudes. Creo que Sara tenía inquietudes. Pero aún así, él manifestó su confianza en Yahweh, el Dios verdadero, quien lo llamó a dejar la tierra de sus padres. Y estas primeras promesas de Dios para con Abraham eran promesas que no se cumplirían durante su vida, su vida terrenal. De que él iba a llegar a ser una bendición para todas las naciones, que le iba a dar una descendencia innumerable. Pero con todo, Abraham iba entendiendo su participación en el plan de Dios, no solo para él, sino también para las generaciones futuras. Y así que no debemos pensar ya. Este es el fin, ¿no? Entonces, solo pienso en mí mismo. Más bien, ¿qué es lo que Dios quiere hacer por medio de mí, por medio de nosotros, como matrimonios, como iglesia, como familias, para las siguientes generaciones. Versículo 9, Hebreos 11, 9. Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa, como en tierra extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, correderos de la misma promesa. Cuando Abraham llegó a la tierra, la cual era la tierra prometida, él tenía que vivir como extranjero. Él no se puso a adelantar el plan de Dios como para intentar ya tomar posesión de la tierra por la fuerza, no. Él esperaba el tiempo de Dios respecto a esa promesa de la tierra. Y con eso quiero enfatizar, él vivía con paciencia, con paciencia, esperando que esta promesa de Dios se cumpliría en su debido tiempo. No solo él, sino que también Isaac y Jacob. Vivían como extranjeros. ¿Qué es vivir como extranjero? Bueno, es vivir sin entender muchas costumbres. Es vivir sin entender muchas reacciones, acciones de las personas a tu alrededor. Es vivir sin entender muchas veces el lenguaje, el idioma. Los modismos, su vida, la comunicación. Y eso es vivir como extranjero. Abraham dejó todo lo conocido para vivir en lo desconocido. Esto habría sido la experiencia de Abraham, especialmente en esos primeros años de vivir ahí. Y Abraham confió en Yahweh Dios, que le obedeció, como para llevar a su esposa y sus cosas ahí. También dice que vivió en tiendas. ¿Qué significa eso? Significa que ellos vivían errantes, migrando de un lugar a otro. No tenían, por decir, una casa. toda su vida después del llamamiento de Dios. No tenían su terreno propio. Y así, eso fue otra vez la experiencia de Abraham, también de Jacob, de Isaac, o de Isaac y Jacob. Eso fue su experiencia de vivir en tiendas extranjeras. Y no es fácil, porque hay muchas cosas que pasan por alto a una persona que es extranjera. Dice Kiss the Maker. Sin embargo, Dios le había prometido la tierra a Abraham y le repitió la promesa a Isaac y Jacob. A lo largo de tres generaciones, los herederos de la tierra vivieron por la fe con solo una promesa. Solo tenían la promesa, nada más. La palabra de Dios en su promesa. No fue hasta que las doce tribus de Israel entraron en la tierra bajo el liderazgo de Josué, que fue mucho después que pudieron reclamar la promesa y apropiarse de la tierra. Vivían mirando hacia adelante la promesa de Dios. Y eso es también lo que vemos en versículo 10. ¿Qué es lo que dice? Versículo 10, Hebreos 11, 10. Porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Y la pregunta es, ¿dónde tenía su esperanza? ¿Fue aquí en la tierra? O fue en lo verdadero, en lo celestial. ¿En quién confiaba? Dice, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Abraham no esperaba la ciudad celestial solo por ser la ciudad celestial. No, él esperaba esa ciudad a base de quién es el constructor. Es decir, Yahweh, el único Dios verdadero. Y a través de esta carta de Hebreos, vamos haciendo la pregunta, ¿qué es más real? ¿Es lo terrenal o es lo celestial? Otra vez, el autor nos dirige la vista hacia arriba, hacia lo celestial que durará por toda la eternidad. Otra vez quiero hacernos recordar qué es lo que cada no creyente va a darse cuenta en el momento de su muerte. Cuando pasa de esta vida, cada persona que no es creyente se dará cuenta que ha vivido engañándose. engañándose respecto a lo que es real, a lo que es verídico, a lo que es eterno. Lo que Dios hace, lo que Dios dice, eso es real, eso es verídico. Y muchas veces hay líderes poderosos Hay personas que buscan el placer, que ni piensan en la eternidad, pensando que ya tienen que disfrutar de todo aquí y ahora. Pero no se dan cuenta que esta vida es muy corta. Lo eterno es largo y lo más real Lo verídico es lo eterno y Abraham entendía que su residencia real, su residencia permanente, su patria real, era en la ciudad eterna construida por Dios. Y por eso en estos versículos, que también vamos a estar viendo en la próxima prédica de versículos 13 a 16, es entender que también nosotros somos extranjeros en esta tierra, de una forma. Y debemos entender que la vida real, la vida en esa comunión íntima cercana con Dios, comenzamos aquí, pero vivimos su plenitud en la eternidad. Y eso realmente nos debe ayudar a entender La razón por la cual él podía dejar atrás su familia, su tierra natal. La razón es que al ser llamado por Yahweh Dios, él comenzó a alzar la vista de las cosas terrenales a lo celestial, a lo real, a lo que es eterno. Dios obró en su corazón para que viera que somos forasteros aquí y que nuestra residencia permanente se encuentra en la eternidad. Otra vez la pregunta para nosotros, ¿dónde tienes tus ojos puestos? ¿Están en los afanes y preocupaciones de esta vida? o tienes la mirada en Dios, lo que Él está haciendo, lo que Él está preparando para nosotros por toda la eternidad. Y que también Él cuidará de nosotros, tal como cuidó de Abraham, aún cuando Abraham tuvo que renunciar a su familia, renunciar a sus bienes, renunciar a sus dioses falsos. para ir obedeciendo a Dios. Cuando vivimos afanándonos cada día, cuando vivimos muy enfocados en nosotros mismos, egoístamente, hacemos las cosas, estamos viendo solo aquí, no estamos levantando los ojos. Una y otra vez en esta carta a los hebreos está diciéndonos, levanta los ojos. Lo más real, la patria verdadera que estamos, estamos esperando eso. Y eso es por toda la eternidad. Así que lo difícil que pasamos en este mundo. Cuando tenemos nuestros ojos ahí, Es llevadero porque Dios nos está llevando. Estamos confiando en el poder, la palabra de Dios. Estamos confiando en Yahweh Dios mismo. Termino este punto citando Zeballos. Él dice, seguridad espiritual. La seguridad espiritual no significa algo vago o teórico. La ciudad que Abraham esperó y que todos los herederos de la fe esperan es real. Abraham no conocía la tierra donde iba, pero conocía al arquitecto y constructor de su hogar permanente. porque está fundada sobre los únicos cimientos dignos del nombre y fue diseñada y construida por Dios. La persona de fe es soñadora, diccionaria, pero sus sueños y visiones no son invenciones humanas, se basan en la promesa y en las obras eternas de Dios. Él levantó la vista para ver lo real. ¿Y cuántas veces a la semana estamos viviendo todo preocupado por mañana? Cuando Dios nos está diciendo, obviamente somos responsables aquí. Pero con esa responsabilidad, esa responsabilidad se basa en la confianza verdadera, real en Dios. Continuamos con el segundo punto. La fe para tener un hijo. Aunque humanamente fue imposible, siendo Abraham y Sara ancianos y Sara estéril, Abraham confió en las promesas de Dios que tendría un hijo y una multitud de descendencia. Vamos a leer versículos 11 y 12. También por la fe. Sara misma recibió fuerza para concebir, aun pasada ya la edad propicia, pues consideró fiel aquel que lo había prometido. Por lo cual también nació de uno, y este casi muerto con respecto a esto, una descendencia como las estrellas del cielo en número, innumerable como la arena que está a la orilla del mar. Así que estos versículos, la pregunta es de quién está haciendo referencia al autor. Versículo 11 y versículo 12, tal vez, dice también por la fe. Sara misma recibió fuerza para concebir a un pasado y a la edad propicia. Está hablando de Sara o de Abraham. Y a primera vista, parece que está hablando de la fe de Sara en este versículo 11. Voy a leer de Kiss the Maker, dice, La reina Valera da una lectura representativa del versículo 11. Por la fe, también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir y dio a luz aún fuera de tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Y así que la Biblia de las Américas dice fuerza para concebir, cuando dice recibió fuerza para concebir. Pero añade una nota al margen en la Biblia de las Américas. Literalmente, esa frase quiere decir poder para depositar la simiente. Y esta traducción original representa la esencia del problema que está en el versículo. ¿Por qué? Está usado esa frase solo del varón en otros lugares de la Biblia. Entonces, leyendo varias cosas, escuchando varias cosas, los teólogos están divididos por decir si está hablando de Zara o si está hablando de Abraham. Y creo que, a fin de cuentas, no es tan importante porque sabemos, por ejemplo, versículo 12, Por lo cual también nació de uno y este, casi muerto, una descendencia. Y el versículo 12 sí está hablando de Abraham. Está hablando de Abraham en el versículo 12. Pero Romanos 4 nos habla de eso. Y también si vamos a Génesis, No, aún cuando justo antes de concebir Sara se ríe cuando el ángel del Señor le dice, vas a tener un hijo. Y parece que se está riendo de duda. Pero sabemos que Dios también estaba obrando en su vida. Y yo creo que también Sara llegó a tener esta confianza en Dios también. Obviamente se embarazó. Y teniendo ese hijo, ahí está la evidencia de que la promesa de Dios era fiel a su promesa. Así que sea cual sea la respuesta, el enfoque principal de estos versículos es Abraham. Pero creo que también Sara llegó a tener esa confianza en Dios. Vamos a leer Romanos 4, que nos ayuda a entender estos mismos versículos de Hebreos 11. Y con eso vamos a ir comentando sobre varias cosas. Romanos 4, 17. Romanos 4, 17 en adelante. Como está escrito, te he hecho padre de muchas naciones. delante de aquel en quien creyó, es decir, Dios, que da vida a los muertos y llama las cosas que no son como si fueran. Abraham creyó en esperanza contra esperanza a fin de llegar a ser padre de muchas naciones conforme a lo que se le había dicho. Así será tu descendencia. Y sin debilitarse en la fe, contempló su propio cuerpo. que ya estaba como muerto, puesto que tenía como 100 años y también la esterilidad de la matriz de Sarah. Sin embargo, respecto a la promesa de Dios, Abraham no titubeó con incredulidad, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, estando plenamente convencido de lo que Dios había prometido poderoso era también para cumplirlo, por lo cual también su fe le fue contada por justicia. Así que en esta historia Yahweh obró para que humanamente hablando fuera en medio de algo que fue imposible Humanamente hablando. Primero, tanto Abraham como Sarah eran de edad muy avanzada. Ya no les era posible tener hijos, ni el uno ni el otro. Así que eso iba a requerir una intervención directa de Dios para capacitarlos. Bueno, y algunos tienen la objeción al decir que tal vez Sarah ya era muy anciana como para tener hijos, pero si uno va leyendo en Génesis, después de la muerte de Sarah, Abraham tuvo otros hijos. ¿No es cierto? Hay una respuesta sencilla a eso, yo creo. Que Dios, es decir, revivió esa parte de producir hijos. ¿Cuándo? Al engendrar a Isaac. Y así podía dar otros hijos o tener otros hijos aún después. Porque la escritura dice que ya eran avanzados de edad, ya no podían tener hijos. Así que creo que debemos creer lo que la escritura dice en cuanto a las posibilidades humanas, tanto de Abraham como de Sarah. Y así entender que Dios revivió, por decir esa parte, en reproductivo en Abraham para que no solo con Isaac, pero después tuvo otros hijos. Así que eran ya muy ancianos, no podían tener hijos, pero Dios obró en lo que era imposible, imposible. Segundo, La matriz de Sarah no funcionaba. Ella era estéril. Nunca había tenido hijo. No funcionaba esa parte de reproducción de ella. Así que esta realidad, yo creo que sin lugar a dudas, Dios Obro de esa forma, ¿por cuál razón? Para mostrarnos que Él es el Dios poderoso de las imposibilidades. Dios dejó que Abraham y Sara estuvieron en esas condiciones para decir para ustedes, imposible, imposible que se cumpla esta promesa. Pero para Dios, no es imposible. Romanos 4, 20. Sin embargo, respecto a la promesa de Dios, Abraham no titubeó con incredulidad. Ya para ese entonces, Abraham creía. Sino que se fortaleció en fe. ¿Y cómo lo hizo? meditando en todo su recorrido y la fidelidad de Dios para con él. Se fortaleció en fe dando gloria a Dios, estando plenamente convencido de lo que Dios había prometido poderoso era también para cumplirlo. Lo que Dios había prometido poderoso Es para cumplirlo. Y eso es la pregunta para nosotros. ¿Qué clase de Dios tenemos? ¿Qué clase de Dios tienes? Él, dice en Hebreos 11, 11, consideró fiel. Aquel que lo había prometido, ¿dónde estaba su vista? En Dios, en la fidelidad de Dios. Él no estaba mirando a la imposibilidad, no estaba mirando, no, imposible. Eso jamás va a pasar. Más bien estaba mirando a Dios. El que hace posible lo imposible. Consideró fiel, meditaba. ¿Qué es lo que Abraham estaba haciendo? Meditando, reflexionando. Obviamente de todo su recorrido. Como Dios había sido fiel para con ellos. Y él había llegado a entender Dios es fiel en lo que promete. y había pasado varias pruebas de fe. Algunas de esas pruebas de fe él había reprobado. Si uno va viendo desde la primera etapa de Génesis 12 hasta esa etapa de dar a hijo, ya había reprobado varias pruebas de fe. Pero también había, también ha probado varias pruebas. Y él iba creciendo en su confianza en Dios. Y para ese momento, cuando vino otra vez el ángel del Señor para decir, ya vas a tener un hijo. Y eso ya fue después de haber pecado con la esclava también. Tener el hijo por medio de ella. Y ya él llegó a tener esa plena confianza en el poder y en las promesas de Dios. Otra vez, él estaba mirando lo real, lo eterno, lo verdadero. Y lo verdadero se basa en qué? La palabra de Dios. Hoy en día se burlan de la palabra de Dios. Se burlan de lo que Dios ha dicho, se burlan del juicio venidero, de que Dios tiene derecho de decirnos cómo es la vida, cómo es el varón, cómo es la mujer, cómo es el matrimonio, cómo debemos vivir. Que Dios tiene, es soberano, es rey sobre los reyes de la tierra. Se burlan de eso. Y nosotros, la pregunta es, ¿en quién confiamos y también a quién tememos? Hebreos 11, versículo 12. Por lo cual también nació de uno y este casi muerto. Con respecto a esto, una descendencia como las estrellas del cielo en número, innumerables como la arena que está a la orilla del mar, por lo cual también nació de uno y este casi muerto, ya no tenía posibilidades humanas. Una descendencia como las estrellas del cielo, no importa, cuánto el enemigo obraba para destruir a Abraham y su descendencia. No era suficientemente poderoso como para hacer venir abajo los planes, las promesas y el poder de Dios. Y debemos recordar que esta bendición para darle descendencia a Abraham y Sara no fue solo para ellos, sino esa bendición fue primero para la nación física de Israel y luego para todo el mundo. Gálatas capítulo 3, Gálatas capítulo 3. Gálatas capítulo 3, versículo 6. Así, Abraham creyó a Dios y le fue contado como justicia. Por tanto, sepan que los que son de la fe, estos son hijos de Abraham. La escritura previendo que Dios justificaría a los gentiles, es decir, las naciones, por la fe anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo, en ti serán benditas todas las naciones. Así que los que son de la fe son bendecidos con Abraham el creyente. Si tú eres creyente, tú eres una persona que ha llegado a ser un hijo de Abraham. Tú y yo formamos parte del cumplimiento de esta promesa Abraham. Esta promesa Abraham de que tendría ese descendente como las estrellas del cielo, innumerable como la arena que está en la orilla del mar, tú y yo somos parte del cumplimiento de eso. Dios sigue cumpliendo, siendo fiel a su palabra. Su poder continúa actuando en este mundo. en nuestras vidas y en todos los que llegan a conocerle, a confiar solo en Cristo. Y así llegar a ser hijos de Abraham. Dios está cumpliendo eso por medio de salvar a personas de todas las naciones y uniéndolos al pueblo verdadero de Israel. El comentarista Morris dice, todo esto nos permite estar seguros de que Dios jamás hace promesas que no quiera o no pueda cumplir. Aquí dice, entonces habla de las estrellas y la arena. Así como la fidelidad de Abraham, El pueblo de Israel, tanto en el pueblo de Israel primero y luego para con nosotros es el cumplimiento de esa promesa. Hay dos verdades que deseo recalcar más aquí. Primero, lo más importante y fundamental. Aquel que lo promete. Aquel que lo promete. El que hace la promesa, No es como nosotros. No es como la gente boliviana, que hace una promesa, da su palabra y luego nada. Puede jurar por Dios, por su mamá, por este, por aquello. Dios no es así. Nosotros muchas veces incumplimos. Otras personas no, la sociedad incumple. El que hace esta promesa cumple siempre, 100% del tiempo. Nunca ha dejado una promesa sin cumplir. Así que eso nos debe dar aliento, ánimo. Otra vez entender, cuando hablamos de lo real, de lo falso, si una persona da su palabra aquí, muchas veces es una palabra falsa, que no va a cumplir. Y otra vez, cuando Dios da su palabra, es real, es verdad. Siempre cumple. La segunda verdad. Yahweh Dios utilizó la fe de Abraham como un medio principal por el cual cumpliría esta promesa. ¿Qué hubiera pasado si Abraham no hubiera creído? Dios obró por medio de la fe de Abraham para hacer cumplir esta promesa. Yahweh Dios sigue haciendo lo mismo hoy por medio de sus siervos. que confían en él. Es decir, por medio de nosotros, cada uno de nosotros, la fe, la confianza de nosotros, él sigue cumpliendo sus promesas. Cuando somos fieles en el sentido de compartir de la palabra, ¿qué es lo que Dios hace? Atrae a más gente, ¿no? A la salvación El Espíritu Santo usa su palabra que nosotros les estamos dando para cambiar corazones. Dios usa también a nuestra confianza en él como medio para seguir cumpliendo estas promesas. Aunque a veces nuestra fe es débil, aunque a veces fallamos, Cuando vamos creciendo en nuestra confianza, nuestra confianza tanto en la palabra de Dios como en el poder de Dios, Dios usa eso como medio de seguir cumpliendo sus promesas. Abraham estaba en una situación imposible. ¿Quién de ustedes, quién de nosotros está en una situación imposible? ¿Cuál es la respuesta? ¿Cuál es nuestra respuesta? ¿Es de dudar de la palabra del poder de Dios para con nosotros? Aún si no recibimos la respuesta que queremos en una situación, y no sabemos exactamente, pero tal vez Abraham estaba reclamando a Dios, diciendo, mira, en mi generación quiero ver el cumplimiento o en mi vida, digo, quiero ver el cumplimiento de todas estas promesas. Pero Dios le dijo, no. Va a ser después. A veces estamos muy impacientes. para ver el cumplimiento. A veces no queremos pasar por dificultades. Muchas veces. Bueno, tal vez nunca queremos pasar por dificultades, ¿no? Pero Dios usa esas dificultades, el renunciar a las cosas del mundo para hacer cumplir sus promesas. Y aún, ¿no? Como en la vida de Pablo, Cuando él estaba orando, esa petición específica de quitar de él lo que le estaba molestando, ¿qué era la respuesta? Basta mi gracia en esta situación. No te lo voy a quitar. Y Dios tiene ese derecho. Dios tiene el derecho de usar cada uno de nosotros conforme a su plan. Y la pregunta es si estamos dispuestos a crecer en nuestra confianza y en nuestro poder en nuestras vidas, aún cuando estemos pasando por la dificultad. Casi al final de Hebreos dice, en Hebreos 13, 5 y 6, si el carácter de ustedes sin avaricia contentos con lo que tienen, porque Él mismo ha dicho, nunca te dejaré ni te desampararé. De manera que decimos confiadamente, tal como Abraham hizo, el Señor es el que me ayuda. No temeré. ¿Qué podrá hacerme el hombre? Así que la pregunta para nosotros es exactamente eso. Abraham fue llamado a dejar su tierra. Él obedeció. Dejó todo lo conocido para confiar en la palabra, el poder de Dios. Luego, a través de muchos años de recorrido con Dios, aprendía por medio de sus fallas, de su desconfianza muchas veces, a tener esa plena confianza en Dios para llegar a ser padre de multitud como la arena del mar, como las estrellas del cielo, confiando en Dios en algo que era imposible humanamente hablando. Y así que la pregunta para nosotros es, ¿estamos mirando a ese Dios? Estamos mirando no solo lo que Dios está haciendo en este momento, sino también para las generaciones futuras, para nuestros hijos, nuestros nietos, bisnietos. Estamos pensando en cómo puedo bendecir o hacer una bendición al vivir en confianza en Dios por los que me siguen y dejar así ese legado. para la honra de Dios y para la bendición de los que nos siguen. Recordemos la verdad principal, Yahweh Dios escogió a Abraham para participar en avanzar su reino en toda la tierra. De su parte, Abraham creció en su fe y obediencia a Dios a lo largo de su vida para llegar a confiar en la palabra y el poder de Dios aún en circunstancias humanamente imposibles. Yahweh Dios es poderoso. Él es poderoso para cumplir su palabra y sus promesas. Él va a hacer que avance su reino en su tiempo y conforme a su plan. Y yo creo que Dios está obrando en esta iglesia. Estamos creciendo, estamos avanzando, a veces lento, pero sí estamos avanzando. Y Dios está poniendo también en nuestras vidas muchas dificultades. Y esas dificultades tienen el fin de hacernos crecer en nuestra confianza en su palabra y su poder, de vivir no preocupados No con el temor que los del mundo tienen, más bien de vivir confiando en él, en las dificultades, las pruebas, los retos de esta vida. Vamos a leer el pasaje de hoy para terminar. Hebreos 11, 8 a 12. Por la fe, al ser llamado, obedeció a Abram, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia. Salió sin saber a dónde iba. Por la fe, habitó como extranjero en la tierra de la promesa, como en tierra extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, correderos de la misma promesa. porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. También por la fe, Sara misma recibió fuerza para concebir, aun pasada ya la edad propicia, pues consideró fiel aquel que lo había prometido. Por lo cual también nació de uno y este casi muerto con respecto a esto. Una descendencia como las estrellas del cielo en número, innumerable como la arena que está a la orilla del mar. Vamos a orar. Gracias Señor por este pasaje. Gracias por la vida de Abraham. que a quien sabemos es el padre de la fe, que vemos en su vida que muchas veces no obedeció lo que tú estabas diciendo, pero muchas veces sí obedeció. Y a lo largo de su vida vemos realmente un crecimiento real más profundo en la fe, en la confianza, en tu poder, en tu palabra, Para que aún cuando yo estaba a esa edad avanzada, la matriz de Sara, ella era estéril. Él confiaba que tú eres poderoso para cumplir lo que tú dices, Señor. Y ayúdanos, Señor, también a tener esa misma confianza en ti. Aunque no hemos recibido tal vez promesas terrenales de lo que va a pasar con nosotros en esta tierra, en este momento, tenemos las promesas tuyas de que nunca nos vas a desamparar, nunca nos vas a dejar. Tenemos las promesas de la herencia eterna, la ciudad celestial, la patria real que viviremos contigo por toda la eternidad. Y que en este momento de la historia estamos viviendo para proclamar lo que es real, lo que es verdadero, para hacer destapar los ojos de los incrédulos. Y muchas veces nosotros mismos vivimos en el engaño de las cosas terrenales, preocupados por lo que necesitamos mañana. En vez de orar y entregar el día de mañana en tus manos, vivimos afanados, preocupados. Señor, ayúdanos a entregar el día de mañana en tus manos, ser responsables en lo que tenemos a la mano hoy, confiar en ti, para mañana y vivir en paz, tranquilidad, con acciones de gracias, señor. Gracias otra vez por tu palabra que nos da el aliento que necesitamos. Gracias por esta iglesia, señor, que tú estás obrando aquí, aunque en este momento hay varias dificultades, señor, en en diferentes relaciones, en familias, matrimonios, tal vez en el trabajo de no tener los recursos suficientes. Sabemos que tú estás obrando, Señor. Tú estás haciéndonos crecer al ver nuestro propio pecado, nuestra desconfianza. para esforzarnos en tu poder, para cambiar y para confiar en ti. Así que te doy gracias por esta iglesia, gracias por el crecimiento, gracias por lo que tú vas a estar haciendo, no solo hoy, tú vas a estar haciendo mañana, el siguiente año y después de eso también en las vidas y en el ministerio de todo lo que tienes aquí, Señor. Gracias, Señor, en tu nombre. Amén.
La fe de Abraham
Series Hebreos
Verdad principal: Yahweh Dios escogió a Abraham para participar en avanzar Su reino en toda la tierra. De su parte, Abraham creció en su fe y obediencia a Dios a lo largo de su vida para llegar a confiar en la palabra y el poder de Dios aun en circunstancias humanamente imposibles.
Escrituras tomadas de la Nueva Biblia de las Américas Copyright 2005 por The Lockman Foundation; usadas con permiso; todos los derechos reservados.
Sermon ID | 1062420446402 |
Duration | 1:07:41 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Hebrews 11:8-12 |
Language | Spanish |
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