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Vamos a continuar con nuestro tema. El tema es la segunda venida de Cristo. Hemos oído las notas musicales a través de todo Nuevo Testamento que anuncian plácidamente, complacidamente el regreso de nuestro Señor y Salvador. Hemos visto también cómo será la aparición de nuestro Salvador. señalando que será de una manera personal, de una manera visible, de una manera repentina e inesperada, de una manera gloriosa y triunfante. Nuestro Señor vino como un ser indefenso para morir en la cruz. Viene como el rey de reyes, como el señor de señores. Vino para instaurar su reino, viene para consumarlo. Vino y fue maltratado. Visto, pero no miraron en él ningún atractivo para ser deseado. Pero viene con gloria y con poder. Ahora quiero avanzar un poquito acerca de esto. y quisiera tratar con ustedes lo siguiente. La segunda venida de Cristo en la predicación apostólica. Hermanos, son muy pocas las ocasiones en que los apóstoles predicaron presentando el evangelio en razón de la segunda venida de Cristo. Un llamado al arrepentimiento en razón de que serían juzgados Un llamado a acudir a Cristo por lo que Cristo ofrece a aquellos que acudan a Él. Un llamado a hacerlo con fe y con arrepentimiento porque aquellos que permanecieran en su incredulidad recibirían una justa retribución. Los creyentes reciben anticipos, lo necesario, suficiente para nuestro peregrinar. Los incrédulos parece que no ganan, pero dicen tampoco perdemos nada. Van, vienen, compran, venden, sonríen y sufren como los demás, pero dicen no pasa nada, todo está bien. Pero el Señor viene para consumar su reino y dar completa redención, gozo y paz, felicidad plenos para su pueblo que creyó y esperó en Él. y para traer juicio inminente para aquellos que le rechazaron. Y siempre que hubo una predicación, siempre se aludía a estos dos hechos. Quisiera llevarles a través de algunos textos que así lo enseñan. Comenzaremos en el libro de Hechos, pues allí tenemos varias referencias tempranas al regreso del Señor Jesucristo. Como ya hemos visto en el capítulo primero, dos varones vestidos con vestiduras resplandecientes. Cuando los discípulos estaban asombrados, cuando el Señor ascendía, decía yo como si se llevara los ojos y corazones de los discípulos. Fue entonces que los varones con vestiduras blancas les aseguraron que vendría de la misma manera en que lo vieron ir. Es decir, de una manera personal y de una manera visible. Capítulo 1, verso 11. En el capítulo 3 y en el verso 21, Ahora ya no son varones vestidos con ropas resplandecientes. Ahora es un pecador redimido. Ahora es un hombre salvo, un discípulo del Señor el apóstol, el apóstol Pedro. Allí en su predicación él habla de el propósito por el cual vino Cristo, que era el cumplimiento de las Escrituras, y que vino para ser el Salvador de los que creyeran. Y los insta, les llama urgiéndoles a arrepentirse, pero a la par del llamamiento a creer en Cristo, también les advierte de su entronización y la Delegación que Él ha recibido para ser el juez de todo, el juez de toda criatura. Observen en Hechos capítulo 3, particularmente el verso 21. Aquí en desierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo. Ustedes saben que en su contexto cercano hubo un evento extraordinario en el cual un hombre que nació con una discapacidad fue sanado por el Señor, el único que hace maravillas. Y los reconocían a ellos de tal manera que uno de ellos, Pedro, expuso el mensaje. Y les les desvió de donde ellos tenían su atención En el hecho de la y no era para menos verdad El hecho de la sanidad de aquel hombre enfermo Y por supuesto que ellos miraban a los hombres como los protagonistas Ellos dijeron no, no, no, no, no, no es así Y comenzaron a predicar el Evangelio A eso me refería cuando digo que hay pocas iglesias que quieren quitar la atención de sí mismas, pocos pastores que quieren quitar la atención de sí mismos para centrar la atención de sus oyentes si está ganando los oídos para que estos sean dirigidos al Señor. y puedan ver y escuchar la voz del Señor. Porque las ovejas oirán esa voz y seguirán esa voz. Muchos nos oirán a nosotros y pudieran seguirnos, vamos a suponer. Pero eso no es lo importante. Queremos que oigan la voz del Señor y que sigan al Señor. Observemos otra vez nuestro texto. Dice, aquí en desierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas. La expresión restauración de todas las cosas debe llamar nuestra atención. ¿Cuándo sucederá eso? ¿Cuándo van a ser curadas todas las cosas curables? Cuando va a ser restaurado todo lo que ha sido trastocado y dañado por la decisión de nuestros primeros padres. Nuestro Señor al concluir su creación y observarla dijo que todo era bueno en gran manera. Pero algo ocurrió. Sabemos que fue lo que ocurrió. Nuestros primeros padres desobedecieron y trajeron sobre nosotros y sobre la misma creación la maldición. Desde entonces no funciona como funcionó en un principio. Pero volverá a funcionar y mejor que al principio. Volverá a funcionar. Pero es necesario que sucedan muchas cosas para que llegue ese tiempo. ¿Cuándo será ese tiempo? Cuando Cristo regrese. cuando nuestro Señor y Salvador Jesucristo regrese. La expresión, todas las cosas, no significa todo absolutamente. Porque la Biblia no enseña el universalismo. El encarnado, pero ahora glorificado Hijo de Dios, está en el cielo. Y allí debe residir, dice el versículo 21. ¿Cuándo o hasta cuándo? Hasta la curación de todo el desorden curable. Y la restauración, a la comunión, a la vuelta al Creador De todos aquellos los que Él escogió para ser restaurados así Es algo que esperamos hermanos La creación misma, Jime, anhela y desea que eso suceda Cuando se revele plenamente Según Romanos 8, 19 que ya hemos visto, cuando se revele plenamente, completamente, el gran amor que Dios tuvo para este mundo, para restaurarlo, el gran amor que Él tuvo para un gran número de personas, un número incalculable. Hasta ahora no lo vemos claramente, lo vemos oscuramente. Suficiente para alegrarnos, suficiente para congratularnos. para llamarnos a nosotros mismos bienaventurados, bendecidos. Cristo desde allá, la diestra del Padre, desde allí Él guía todas las cosas hasta la consumación gloriosa cuando tendrá lugar el glorioso final del plan maravilloso que está llevando a cabo. Él está llevando a cabo un plan de redención. Y no hay nada que lo impida. No hay nada que lo impida. Él continuará su plan eterno de redención. Su residencia en el cielo es el medio designado por Dios para lograr dicho fin. Pedro, quien es que está hablando aquí en Hechos capítulo 3, verso 21, está hablando de la restauración de todas las cosas. está refiriéndose indudablemente, sin duda alguna, a la segunda venida del Señor. Él ha citado aquí las dos venidas también, el propósito por el cual vino Cristo, primera, y lo que sucederá cuando Él venga. Mientras tanto, Él está a la diesta del Padre y desde allí gobierna todas las cosas, todas. Aquellas que nos hacen sentirnos tristes, acongojados, preocupados, ansiosos o aquellas que nos hacen sonreír y entusiasmarnos. Todas provienen de la mano de Dios. Salomón acerca de esto escribe, en el día del bien, goza del bien. Muchos días buenos, disfrutémoslos, gocémonos. Pero añade Salomón, y en el día de la adversidad, considera Porque ambas cosas, ambas cosas las hizo el Señor. A fin de que el hombre nada halle aparte del Señor. Ecclesiastes 7.14 Nuestro Señor está en control, el reina. Su residencia allí en el cielo es el medio designado para lograr dicho fin. Como dije Pedro quien habla aquí de la restauración de todas las cosas Está refiriéndose indudablemente a la segunda venida del Señor Él dice en su segunda carta Recuerden que es Lucas que está escribiendo hechos Y Él nos está narrando los acontecimientos Y Él nos está diciendo cómo es que Pedro después de que aquellos hombres asombrados les daban a ellos la gloria por la salación de este hombre. Y Pedro ni tardo ni perezoso predicó el Evangelio llamando al arrepentimiento pero también diciendo Cristo reina Cristo está en gloria eso fue escrito así se cumplió y desde ya gobierna hasta que llegue el tiempo de restaurar todo de sanar todo de curar todo lo que sea curable según lo que Dios ha determinado desde un principio Ahora en su segunda carta En el capítulo 3, allí nos dice que habrá grandes cambios. De hecho, nos dice que los cielos y la tierra, tal como son, serán transformados. Y los cielos nuevos y la tierra nueva serán introducidos, aparecerán. Cuando el Señor vuelva hará una obra completa se restaurará o será restaurado todo lo que Dios determinó que va a ser restaurado ya no habrá pecado nada descoyuntado en esta renovada tierra en esta nueva creación mejor que al principio lo mejor es que no habrá pecado y tendremos una comunión íntima con nuestro Dios y Señor Su reino fue inaugurado, primera venida. Su reino consumado, la segunda venida. Y eso fue, eso era lo que los apóstoles predicaron. Otra vez, Pedro, ahora se encuentra en la casa de Cornelio para predicar. Ustedes saben, voy a ser muy rápido por causa de tiempo. Pedro es llamado por Cornelio, quien era un creyente en Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, y ofrecía presentes con frecuencia, adoraba a Dios y el Señor tuvo de él misericordia y le dijo que enviara por Pedro para que él escuchara el Evangelio y creyera el Evangelio y fuera salvo. Y así sucedió. Pedro se encontraba en una casa donde le preparaban unos alimentos y él se fue a la segunda parte o planta del edificio mientras los alimentos eran preparados. Él tuvo una visión donde había un lienzo con diversas imágenes animales allí. Y la voz que decía, Pedro mata y come. Y él dijo, no señor, yo nunca he comido un animal impuro como buen y tradicional judío. Y la voz le dijo, no llames tú inmundo o impuro lo que el señor ha limpiado. Entonces Pedro entendió cuál era el mensaje. Llegaron los mensajeros que envió Cornelio y le dieron el aviso y él ni tardo ni perezoso siguió a los mensajeros yendo otros hermanos con él. Y una vez que llegó a la casa de Cornelio, escuchen ustedes allá en Hechos capítulo 10, los versículos 30 a 31. Entonces Cornelio dijo, hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas y a la hora novena, mientras oraba en mi casa vi que se puso delante de mí un varón con vestido replandeciente. Y dijo, Cornelio tu oración ha sido oída y tus limonas han sido recordadas delante de Dios. y aquí tenemos la solicitud de este hombre la presenta ante Pedro que se encuentra allí con él y entonces hermanos Pedro empieza su exposición verso 34 Pedro abriendo la boca dijo en verdad comprendo que Dios no hace excepción de personas sino que de toda nación sagrada del que le teme y hace justicia. Y es entonces hermanos cuando Pedro comienza su exposición de la palabra de Dios. Ciertamente hermanos en el verso 42 que es que quiero centrar su atención está concluyendo su participación y dice, y nos mandó que predicásemos al pueblo y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por juez de vivos y muertos. ¿Cómo es una conclusión de un sermón? No está siendo Ningún llamado a que levanten las manos o a que pasen al frente o no está preguntando si alguno quiere recibir a Cristo para solucionar algún problemilla que tenga financiero de salud o de relaciones dañadas. Él no está haciendo eso porque ninguno de ellos lo hicieron. Él ahora está dirigiendo la atención de ellos. hacia el Señor, pero hacia el Señor como alguien a quien se le ha encomendado el juicio de todas las cosas. Vuelvan a leer el versículo dice, y nos mandó, Hechos 10, 42, y nos mandó que predicásemos al pueblo y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por juez de vivos y muertos. Se nombra a Cristo como Juez futuro De toda la humanidad De todas las generaciones Pasadas, presentes y las que estén por venir ¿Y cuándo sucederá eso hermanos? Cuando Cristo regrese Creo que en eso Pensó el himnólogo que escribe el himno 214 que hemos estado cantando. Él viene para dar justa retribución a la impenitencia, además de que viene para traer plena y completa consolación a los que creyeron en Él. Estamos viendo la predicación apostólica temprana acerca de la venida de Cristo. Ahora ya no es Pedro, ahora Pablo. Vean otra vez Hechos capítulo 17 y veamos los versículos 30 y 31. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan. Recordemos que Pablo se encuentra en el Areópago. Él fue puesto a salvo, a buen resguardo en la ciudad de Atenas. Y mientras la otra parte de su equipo llegaba allí con él, él caminó por la ciudad. Fue por una y otra calle mirando, conociendo la ciudad. Y vio la idolatría que existía allí. Hubo quienes que se interesaban en escuchar cosas nuevas, en oír a algunos expositores. Le invitaron para que pudieran escucharle a él en el Areópago, en un lugar específico acondicionado para escuchar a diversos oradores. Y allí está el apóstol Pablo. Y allí presenta a los orgullosos griegos señalando que No somos nada sin Dios. Que nos originamos en Dios. Que nos movemos en Dios. Que la razón que somos está en Dios. Que es Dios quien da la vida, el aliento y todas las cosas. Y también les dice que el Señor ha pasado por alto la ignorancia de ellos. No solo de ellos, sino de todos. Pero al concluir su mensaje Recuerden el mensaje donde presenta el Evangelio Donde llama a los atenienses A entender que su origen está en Dios Y que un día se presentará presentarán delante de ese Dios Y para concluir su mensaje les dice Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan. ¿Y por qué? Verso siguiente. Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará el mundo con justicia por aquel varón a quien designó a Jesucristo. a Jesucristo y luego añade, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. El plan de Dios, la venida del Hijo, la vida del Hijo, la muerte del Hijo, la resurrección del Hijo, la ascensión del Hijo, la entronización del Hijo, es el Evangelio. Y es lo que las personas necesitan escuchar. Y deben saber que Dios les da la oportunidad de arrepentirse y alejarse de sus pecados. Y también tener presente que si persisten en sus pecados, entonces sufrirán las consecuencias de su incredulidad y de su rechazo. ¿Pero cuándo? Otra vez, cuando Cristo regrese. Cuando Cristo regrese. Algunos han dicho, ¿pero cómo puede ser eso posible? ¿Cómo el Señor va a traer todo de una manera instantánea? Yo no puedo recordar algunos eventos. Estaba pensando en mi niñez anoche acerca de lo que yo estaba diciendo. Y tengo tres hermanos menores que yo y dos mayores que yo. Éramos seis muchachos allí, niños, y otros compañeritos. Y renové, refresqué algunas imágenes, pero me costó, me costó recordar algunas imágenes. A mi padre trayendo algunas cosas, cargando en la espalda, en el hombro. Y mi madre un poquito más atrás porque también traía algunas cosas, entonces había que correr los mayores para poder ayudar. Nuestra mente varias cosas las ha olvidado. John Newton dijo que su memoria casi se desvanecía, pero recordaba dos cosas. que Dios es un gran salvador y que Él es un gran pecador. Si tu memoria empieza a desvanecerse, si tienes menos de 60 no creo, pero si tu memoria empezara a desvanecerse procura no olvidar quién eres tú y quién es Dios. Y ojalá que tenga la lucidez hasta los últimos años. Pero dicen ¿Cómo será eso? ¿Cómo es que van a venir todas las imágenes y de todas nuestras maldades y de todos nuestros pecados? Acerca de eso tengo una cita de Agustín de Hipona El juicio será una solemne evaluación de toda la humanidad Dios hará que todas las obras de cada uno, buenas o malas, vengan a la memoria y sean vistas mentalmente con maravillosa rapidez. Siglo, finales del siglo IV, principios del siglo V. Entonces dijo él, este hombre, de manera que se juzgará a todos de inmediato y aún así individualmente. Hay quienes no lo creen. La Biblia sí lo dice. Recuerdan que vimos un texto de primera a los corintios donde el apóstol dice a los hermanos que sean mesurados En sus en sus juicios Primera los Corintios capítulo 4 verso 5 Dice no juzguéis nada antes de tiempo Hasta que venga el Señor El cual aclarará también lo oculto De las tinieblas y manifestará las Intenciones de los corazones Sí hermanos será así Será así No olvides que el Dios en quien creemos y quien es nuestro Redentor es omnisciente. Todas las cosas están desnudas a su vista. Ahora pasemos a unas de las epístolas. Recuerden, estamos viendo la segunda venida y la predicación temprana de los apóstoles. Ahora consideremos al apóstol Pablo en una de sus cartas y parte de la segunda carta a tesalonicenses. Primera a tesalonicenses, Están en el orden cronológico, hermanos, no son las primeras, pero las cartas a Tessalonicenses son las primeras que Pablo escribió. Son las primeras cartas que él escribió. Y como sabemos, él escribe para consolación de los hermanos que estaban pasando por un tiempo de aflicción. de afán, de ansiedad. 1 Tessalonicenses 4, 13 a 18. Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual los decimos esto en palabras del Señor que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentad los unos a los otros con estas palabras. Este texto se cita a menudo para apoyar un punto especial en escatología. Y ciertamente en este texto no hay nada acerca de un arrebatamiento secreto. En nuestro pasaje no hay nada como un arrepentimiento, perdón, como un arrebatamiento secreto, porque estarán de acuerdo. Venir con voz de mando, venir con voz de arcángel, con un sonido como trompeta de Dios, eso es un acto público, público y abierto que ningún ser humano podrá hacer caso omiso. Otra vez tenemos que recordar que el apóstol escribe para confortar a los creyentes afligidos acerca de sus seres queridos, hermanos en la fe, creyentes en Jesucristo que habían muerto esperando el retorno de su Salvador. Yo tengo en mi corazón y en mis recuerdos Obviamente mi madre que fue una creyente. Pero queridos amigos y hermanos que el Señor ha llevado a casa. Casi puedo decir que tengo envidia de ellos. Están en la presencia del Señor. Ya no tienen ningún conflicto con su propia carne. Ya no batallan con su temperamento, con su carácter. Ni con el temperamento y los caracteres de los demás. Están gozándose en la presencia de su dulce y tierno Salvador. Y tengo yo la esperanza viviendo de que el Señor viniera. Recuerdo cuando estuve en un accidente y viendo cómo el vehículo de enfrente venía en dirección a mí, pensé que el Señor me llevaría. Y rápido, por segundos, pensé, ahora veré a mi Señor. Si esta es tu voluntad, Señor. Un golpe, de repente no supe nada, después alguien me estaba auxiliando. No fue, no fue esa ocasión. No sé cómo será, pero será en otra ocasión. Pero me gustaría mucho que estuviera vivo y que venga Cristo y que en un abrir y cerrar de ojos se halló transformado. Ya sin la debilidad de este, ya sin esta voz frágil y débil, ya sin esta debilidad corporal. ¿Será así? No lo sé. Mi Señor lo sabe. Pero estos creyentes pensaban ¿Qué pasó con mis hermanos? ¿Qué pasó con mis familiares? ¿Qué va a pasar con ellos cuando Cristo venga? ¿Dónde estarán ellos? El apóstol Pablo les escribe para animarnos porque En Corinto, por ejemplo, estaba corriendo una versión, una teoría que estaba poniendo a dudar incluso de la resurrección, incluso de la segunda venida de Cristo. Y aquí había ese riesgo latente. Ustedes saben lo que cita el apóstol Pablo en la carta a los corintios capítulo 15 donde trata este asunto donde algunos incluso negaban la resurrección. Por lo tanto había un riesgo por eso Pablo escribe a ellos. Les asegura que ellos vienen con el Señor y que será algo realmente realmente maravilloso. Hermanos, no queremos que ignoren acerca de los que duermen para que no os entristezcáis como aquellos que no tienen ninguna esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, y si lo creían, eran creyentes en Jesucristo, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él. Tu ser querido, tu abuelo, tu padre, tu hermano, tu amigo, tu hermana, tu hermano, tu pastor, aquel hombre que te habló de Cristo y que te trajo a los pies de Cristo como un medio utilizado por Dios, un día lo mirarás y quizás te hagas oportunidad de decirle gracias amado hermano. Gracias, no tuve ocasión de decírtelo. Es más, era un imperfecto, impío, incrédulo cuando el Señor te llevó. Lo sentí. Es más, de esa manera es que mi corazón fue sensibilizado. Pero ahora que te veo, oh, bendigo al Señor. Alabo al Señor que puedo otra vez verte. Será algo maravilloso. Pero hay quienes no tienen esa bendita esperanza. Por lo tanto, El apóstol Pablo está escribiendo a ellos para animarles. Ahora decía yo que es un pasaje clásico que algunos citan quienes tienen una postura especial o particular en escatología y lo hacen porque dicen mira aquí no se menciona nada de los incrédulos. Pero el punto es, hermanos, que el escrito no termina allí. Y como decíamos ayer, las divisiones que ahora tenemos, la intención es facilitarnos algo, y la verdad a veces nos facilitan algo, pero a veces nos impiden seguir el curso del texto. No concluye ahí la argumentación. Allí concluye la consolación. Ciertamente allí concluye la consolación. Y concluye su argumento diciendo, por tanto, alentad los unos a los otros con estas palabras. ¿Cuáles? Cristo viene. Y con Él vienen todos los que han muerto. Y nosotros no les vamos a llevar ninguna delantera. Ellos vienen con el Señor y cuando Él venga Nosotros que vivamos seremos transformados Y juntos estaremos con Él Pero ahí no, ahí no termina hermanos Ciertamente allí no, no termina el asunto Tenemos que ir al capítulo 5 Y es importante porque algunos dicen Mira aquí hay un silencio Por lo tanto, no está hablando del juicio, no está hablando de la venida de Cristo para establecer su reino y la consumación de su reino. Argumentan que hay algunos años, hay un periodo de tiempo en que va a esperarse, pero no, no es así. Observen la continuación y la continuidad del pensamiento. Capítulo 5 y verso 1. Pero, Acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad hermanos de que yo os escriba. El apóstol guarda silencio. El apóstol está silencioso en un sentido, él hace un paréntesis. Y es perfectamente natural y fácil de comprender que él haga este paréntesis en la consolación que está dando a la iglesia y la observación de lo que sucederá también con la misma venida, segunda venida de Cristo. Él no está completamente en silencio sobre el destino de los no creyentes. Él también tiene algo para decir. Pero, dice, pero, Él no se queda completamente en silencio. Él ahora va a tratar el destino de los no creyentes. Y los versículos 1 en adelante es la continuidad del texto anterior. El capítulo 5 está estrechamente vinculado al capítulo 4. Y Pablo empieza con la palabra pero. Pero el capítulo 4 trata la pregunta de que qué pasará en la segunda venida con aquellos hermanos queridos que murieron en el Señor. Bueno, ya Pablo ha dado palabras para ellos. Pero el capítulo 5 aborda la cuestión de cuánto o qué podemos saber acerca del momento de ese gran acontecimiento. Pablo trata esto en los versículos 1 a 11. Escuchen por favor. Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones no tenéis necesidad hermanos de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche. que cuando digan paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer en cinta, y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día, no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. Pues no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. quien murió por nosotros, para que ya sea que veleemos o que durmamos, vivamos juntamente con él. Por lo cual, animaos unos a otros y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. El capítulo 5 aborda la cuestión de cuánto o qué podemos saber acerca del momento de este gran acontecimiento. Así que Pablo trata esto diciéndolos qué es lo que va a pasar, qué es lo que pasará. Aquí se demuele completamente la idea de que los santos vayan a ser arrebatados varios años antes del día del Señor. El versículo 4, por ejemplo, dice que ese día tiene que ver también con los santos. Cinco, cuatro. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas para que aquel día os sorprenda como ladrón. ¿Cuál día? La segunda venida de Cristo. En ese día, Él vendrá perfectamente para dar justa retribución a aquellos que permanecieron en la incredulidad. Ciertamente, hermanos, este pasaje está estrechamente relacionado con el anterior. Como he dicho, se demuele por completo la idea de que los santos serán llevados y librados de las diversas tribulaciones o aflicciones que habrán de acontecer. Estarán o estaremos todos. Y dice Pablo en el verso 4, más vosotros. ¿Quiénes son aquí vosotros? Los mismos que están preocupados por sus familiares que han muerto. Los mismos que estaban en riesgo de ser entristecidos. Ellos habían sido instruidos, verso 1, verso 2. Ellos habían sido catequizados y sabían esas cosas. Por lo tanto, deberían estar despiertos porque es un solo evento. Nuestro Señor viene para traer plena y completa consolación, restaurar todo lo restaurable, sanar todo lo curable, pero también viene para traer juicio y justa retribución. Si seguimos la lectura, nos podemos dar cuenta, hermanos, que El apóstol Pablo en este texto nos muestra que el día del segundo advenimiento del Señor trae juicio para los impíos. Pablo asocia con la segunda venida la resurrección y la gloria de los santos y también a la par la destrucción súbita de los impíos. Esto lo pone un poco más amplio y más claro en su segunda carta, en los versículos 3 a 10. Segunda carta 1, 3 a 10. Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda con los demás. tanto que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis. Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seráis tenidos por dignos del reino de Dios y por el cual asimismo padeceis. Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os satribulan. Y a vosotros que sois satribulados, daros reposo con nosotros cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder. en llama de fuego para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluido de la presencia del Señor y de la gloria de su poder. Cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron, por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros. Por lo cual, asimismo, oramos siempre por vosotros para que nuestro Dios os tenga por digno de su llamamiento y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder. Hay un enlace en la segunda avenida de Cristo para consolación para la conclusión del plan de redención y para juicio de quienes permanecen en su incredulidad. Oh, queridos hermanos, sin duda este pasaje guarda relación y ese día guarda relación con ambas partes. Los creyentes deben esperarlo. Versículos 4 a 10. Los creyentes deben estar, debemos estar expectantes. El Señor viene. Oh, que si fuera hoy, y si fuera hoy, podría serlo, podría serlo. Ellos con ánimo, con expectación, deberían también animar a otros. Los predicadores, siempre que presentaron el Evangelio, lo relacionaban con la segunda venida de Cristo. La primera, el propósito. La segunda, la conclusión de ese propósito. La primera, visto de una manera en que fue menospreciado. Será admirado, glorificado en sus santos. Pero muchos, con terror, desearán que las mismas montañas caigan sobre ellos y los cubran. Será un momento, hermanos, terriblemente extraordinario. Ellos finalmente alcanzarán su plena salvación. Verso 9 de 1 Tessalonicenses 5 dice, Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. ¿Cómo alcanzar salvación? ¿No tenemos ya salvación? Sí, hermanos. Tenemos salvación. Hemos sido salvos del castigo. Estamos siendo salvos del poder. Y seremos salvos de la presencia del pecado. Ya no hay ninguna condenación para el que está en Cristo. Salvo del castigo. Justificado pues por la fe tienes paz para con Dios. Cristo es tu reconciliación. Ningún pecado debe enseñorearse de nosotros. Hay residuo, hay remanente todavía. Pero ninguno debe gobernar, ninguno debe mandar. Por su espíritu y por su palabra, seremos, somos más que vencedores. El pecado allí está tristemente y con frecuencia nos lleva a hacer mal. Tenemos que ir otra vez y suplicar a nuestro Señor, nos restaure otra vez, pidiendo que nos vuelva el gozo de la salvación. Y anhelamos, una cosa que anhela el creyente es que ya no haya pecado. Anhela la perfección y ser ármano, pero cuando Él venga. Así que los creyentes deben estarlo esperando, Primera Testamento de Esencia 4, 1 a 10 Los creyentes recibirán plena salvación Versículo 9 Vivirán juntamente con Él Versículo 10 Mientras que este mismo día Acabará con la falsa seguridad de los incrédulos En una destrucción repentina Oh hermanos, tal vez es por eso que algunos no anhelan ese día y es verdad que el Señor retarda su promesa porque Él espera que todos los escogidos escuchen el Evangelio y crean el Evangelio y todos ellos sean salvos. Es por eso que nosotros La Iglesia de Cristo, amadas iglesias representadas aquí. Mientras esperamos a nuestro Señor, no es tiempo de ociosidad. Es tiempo de servir a nuestro Señor. Estamos supuestos como iglesias a hacer sal a esta tierra y luz a este mundo. Estamos supuestos a ser como el fertilizante que hará que las semillas del Evangelio, sembrada en las mentes y los corazones de las personas, desarrollen, germinen de tal manera que en tiempo sean un brote, un tallo, una floración y fruto para la gloria de nuestro Dios. Somos llamados a manifestar la luz de Aquel que es la luz y que mora en nosotros. Es tiempo, amados, amados, de esperar, expectantes. Nuestro Señor, nuestro Señor viene. Decía yo que es posible y es real que hay posturas distintas en algunos creyentes, pero una cosa es verdadera para todos. Creemos que Cristo vino para ser el Salvador y creemos que Cristo viene. Vino para inaugurar su reino, viene para consumarlo. Vino para salvar pecadores y viene para establecer su reino con todos ellos, transformados, glorificados, siendo como es Él. La Escritura nos da esa esperanza. Cuando Él se manifieste, seremos como Él, porque le veremos tal como Él es. Una cosa es segura, entonces, entre nosotros. Creemos en que nuestro Señor vino para ser el Salvador de los pecadores. Viene, viene por su Iglesia. El Señor regresará con plena majestad, gloria y poder. Y exactamente como lo prometió, no perderá ni uno de los que el Padre le dio. Y a todos los resucitará en el día final. Hasta entonces, la promesa de que se acerca el fin realmente debería motivarnos a ir con urgencia y a ser discípulos. Diciéndoles a las personas, a nuestros amigos, a nuestros familiares, que en Cristo y solamente en Cristo hay libertad. Que en Cristo y solamente en Él hay gozo. Que en Cristo y solamente en Él hay seguridad. Necesitan a Cristo. Querido amigo, joven o niño, que no tienes aún la esperanza bienaventurada en tu corazón. necesitas a Cristo. Puedo ser un palabrero solamente, alguien que por educación y respeto escuchas, o tal vez por sujeción a tus padres, o por amistad a quienes te invitaron. Y yo aprecio mucho, valoro mucho eso. Pero si tú murieras en tus pecados, lo lamentarás por toda la eternidad. Oh, que Dios abriera tu corazón y que vinieras a Él disfrutando el beneficio de su primera venida y que tuvieras la esperanza bienaventurada para esperar su segunda venida. Nuestro Señor viene otra vez. Oremos.
La segunda venida de Cristo en la predicación de los apóstoles
Primera Iglesia Bautista Reformada Emmanuel
Calle matamoros #104
88810 Nuevo Progreso, Tamaulipas, México
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Sermon ID | 1030232324292209 |
Duration | 52:18 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Acts 1:11; Acts 3:21 |
Language | Spanish |
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