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Señor, gracias por las alabanzas, las verdades que ahí, Señor, recuerdas a nuestras almas, que podemos cantártelas, Señor. Gracias porque tú eres un Dios fiel. Señor, gracias por la santa cena. También gracias por lo que tú, Cristo, has hecho por nosotros. Ayúdanos a nunca olvidar la cruz. y el sacrificio que tú has pagado por nosotros. Ayúdanos siempre, Señor, a tener eso en nuestros corazones presente, la gran salvación que nos has otorgado. Y también ahora pedimos por tu palabra que nos ayude, Señor. Sabemos que tu palabra, como leíamos, es eficaz. Tus verdades son absolutas y es poderosa, Señor, tu palabra. y yo te pido Señor que tu Espíritu Santo pueda usar este tiempo, esta meditación y podamos nuestras mentes sumergirnos en tu palabra, en lo que tú dices, nuestros corazones puedan creer lo que tu palabra dice y así poder ser alentados, animados Señor, porque es el alimento para nosotros, para nuestras almas Señor. y que realmente podamos todos salir bendecidos en esta mañana. En el nombre de tu hijo Jesús te pedimos. Amén. Amén. Entonces, Lucas capítulo cuatro. Vamos a estar viendo otro milagro del Señor Jesucristo. Este relato se encuentra en el Evangelio de Mateo, también está en Marcos, y también lo vemos aquí en Lucas. Entonces, vamos a dar lectura, pero antes, ahí en sus boletines, los que tienen los boletines, el título dice La autoridad de Jesús sobre la enfermedad. Y esto es en base al contexto de Lucas, ¿no? Recordarán ustedes en el anterior sermón, habíamos hablado acerca de Lucas capítulo cuatro versos treinta y uno en adelante y ahí vimos acerca de la autoridad de Jesús sobre los demonios, ¿no? La expulsión de este demonio cuando Jesús estaba en la sinagoga enseñando este demonio se manifiesta y en el capítulo cuatro del treinta y uno adelante nosotros vemos como Jesús en su autoridad manda a salir este demonio de esta persona Y ahora vemos acá en Lucas lo que vamos a leer acerca de la autoridad de Jesús sobre la enfermedad. Y más adelante en el contexto de Lucas, en el capítulo 5, también nosotros estudiamos acerca de este encuentro de Simón, que estaba toda la noche pescando y no pescó nada. Y el Señor Jesús le dice que lleve la barca más allá. y entonces viene esta pesca milagrosa y ahí también se puede ver la autoridad de Jesús sobre la creación, como los peces van a las redes de Pedro. Entonces Lucas está queriendo claramente resaltar la autoridad de Jesús en varios aspectos y más adelante también la autoridad de Jesús en sus discípulos cuando les va a ir enviando a los distintos lugares. Entonces la autoridad de Jesús se ve a lo largo de estos capítulos. Por eso el nombre también de a de esta parte, que es la autoridad de Jesús sobre la enfermedad. Leemos Lucas desde el capítulo 38 en adelante. Dice Estoy leyendo de la Biblia de las Américas y levantándose, salió de la sinagoga y entró en la casa de Simón y la suegra de Simón se hallaba sufriendo con una fiebre muy alta. y le rogaron por ella. E inclinándose sobre ella, reprendió la fiebre y la fiebre la dejó, y al instante ella se levantó y le servía. Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades se los llevaban a él, y poniendo él las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. También de muchos salían demonios gritando y diciendo tú eres el hijo de Dios, pero reprendiéndolos no les permitía hablar porque sabían que él era el Cristo. Ahí en nuestra introducción en cuanto a la verdad que ustedes tienen también en su boletín dice Jesús es soberano sobre la enfermedad. algunas veces sanando de manera inmediata enfermedades, algunas veces prolongando algunas enfermedades y algunas veces también usando medios como los médicos para sanar enfermedades y algunas veces decidiendo no sanar las enfermedades. Jesús tiene la soberanía, la autoridad sobre la enfermedad. Dice, no hay enfermedad tan complicada para él. Y aunque podría hacerlo todo solo, decide usar nuestras oraciones como medio para llevar a cabo su labor. Nuestra respuesta de gratitud siempre debe ser el servicio. Y vamos a ver este encabezado que claramente se desprende en los versículos que vamos a estudiar. Son simplemente el 38 y el 39, ¿no? cuando estaba pensando en este... yendo de manera cronológica acerca de los milagros del Señor Jesús, me encontré con esto y decía, lo más fácil es pasar algo parece más sustancial, que tenga más contenido donde se pueda explicar, porque en estos dos versículos, a primera vista parecía que mucho no se podía ver, mucho no había para enseñar, o así lo pensaba. Pero recordé ese texto en Timoteo que dice que toda la palabra de Dios es inspirada por Dios, y si es inspirada, entonces es útil. Entonces, eso me animó a poder seguir insistiendo en estos versos, estos dos versículos que vamos a leer hoy día y poder entender el punto de esto, acerca de la obra de Cristo y ver la autoridad de Cristo dentro de estos versículos. Entonces, tenemos un bosquejo sencillo que se desprende del mismo texto. La primera parte, vamos a estar viendo el cuadro de salud, el cuadro de salud de esta mujer, Después vamos a ver acerca de la intercesión de estas personas por esta mujer. Después vamos a ver la intervención de Cristo en respuesta de las oraciones de estas personas. Y por último, vamos a ver la respuesta de esta mujer una vez que fue sanada. Estos cuatro puntos vamos a estar viendo en esta mañana de manera sencilla. Voy a leer algunos versículos en Mateo, como he dicho en Marcos, para ir notando un poquito las diferencias y para que enriquezca también a nuestro contexto acerca de este milagro. Por ejemplo, en el Evangelio de Mateo, esto está en el capítulo 8, Mateo capítulo 8, en el verso 14 en adelante dice, vino Jesús a casa de Pedro y vio a la suegra de éste postrada en cama con fiebre. y la tocó y tocó perdón su mano y la fiebre la dejó y ella se levantó y le servía el evangelio de Marcos capítulo uno del versículo veintinueve también está ahí este relato Marcos uno veintinueve dice al salir de la sinagoga vinieron a casa de Simón y Andrés con Jacobo y Juan y la suegra de Simón estaba con fiebre y enseguida le hablaron de ella. Entonces se le acercó y la tomó de la mano y la levantó e inmediatamente le dejó la fiebre y ella les servía. Y el texto que nosotros tenemos en Lucas Tiene algunas connotaciones que tanto Marcos como Mateo no rescatan, pero Lucas dice en el verso 38, noten las diferencias. Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. La suegra de Jesús tenía una gran fiebre. Esto es algo que ni Mateo ni Marcos mencionan. Lucas menciona que en la Reina Valera dice tenía una gran fiebre, ¿sí? Y en la Biblia de las Américas, en la Biblia de las Américas se nos dice que Jesús entró en la casa de Simón donde se hallaba su suegra y añade algo más que es sufriendo. sufriendo con una, sufriendo dice se hallaba sufriendo con una fiebre y no usa gran en la Biblia de las Américas sino usa una fiebre muy alta, muy alta. Ahora es importante ver el contexto que estamos viendo en Lucas, Jesús este milagro por si acaso se llevó a cabo el día sábado el día sábado en el capítulo anterior nosotros hemos visto que Jesús había estado enseñando en la sinagoga todo el día de reposo y sólo para recalcar el día de reposo para los judíos empezaba de sol a sol recuerdan cuando el sol se estaba poniendo del día viernes empieza el día de reposo hasta el día sábado cuando el sol se estaba poniendo Y lo sabemos que era el día de reposo porque claramente Lucas dice, por ejemplo, en el capítulo 4 y descendió de Acapernaum, verso 31, ciudad de Galilea, y les enseñaba en los días de reposo. y estaba todo el día enseñando en la sinagoga expulsando demonios y sabemos que el día de reposo ya estaba terminando ¿por qué? porque en el versículo 40 después de los versos que vamos a estudiar miren lo que dice después de hablar de la suegra de Pedro dice el versículo 40 del capítulo 4 al ponerse el sol todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades se los llevaban a él poniendo las manos sobre él sobre cada uno de ellos los sanaba también muchos endemoniados y aquí hay algo interesante las personas sabían que el día del reposo no les era lícito cargar enfermos y todo eso entonces estaban esperando a que el sol se esté poniendo y una vez que el sol se puso del día sábado entonces corrieron a la casa de Pedro con sus enfermos endemoniados para que Jesús los ayude y lo que podemos y digo todo esto para el contexto para entender es que Jesús Dice el versículo 38, que es el objeto de nuestro estudio, levantándose salió de la sinagoga. Una posibilidad de esto es porque Jesús estaba ya cansado, todo el día enseñando, echando, estaba para acabar el día de reposo y dice que se dirigió a la casa de Simón. tal vez el milagro de la suegra de simón se hizo público de alguna manera que también las personas dijeron también en esa casa va a sanar entonces vamos también ahí y tal vez jesús quería ir a la casa de simón porque quería de alguna manera descansar todo el día enseñando, echando fuera demonios, el día estaba terminando y va a la casa de Simón. La razón principal no sabemos por qué Jesús se dirigió a la casa de Simón. Marcos nos dice que en la casa de Simón vivía también Andrés y Jesús dice Marcos que fue acompañado por Juan y Jacobo. Posiblemente, no sabemos, porque Jesús fue invitado a después de un día de trabajo largo en la tarde para cenar. Y decimos esto porque lo interesante es que después de esta gran sanidad que esta mujer va a experimentar, y en el versículo 39 dice, y después que lo sanó, se levantó y le servía, en otras versiones, ¿saben qué dice? Se levantó y les preparó algo de comer. se levantó y le preparó algo de comer. Esa es la palabra que aparece en el griego que es de diáconos, el que atiende a las mesas. Esta mujer se levantó ni bien, recibió el milagro y preparó algo de comer. Por eso la implicación puede ser que Jesús pudo haber sido invitado a cenar después de ese trabajo, pero también puede ser que no. La pregunta es ¿cuánto tiempo puede tardar una persona en entrar en un cuadro de fiebre tan elevada? Si esa persona estaba con fiebre solo ese día, posiblemente le invitaron una semana antes y les dijo, el sábado te invitamos a casa a cenar. Entonces no lo veían venir. Pero si era algo que ya venía con tiempo, es difícil invitar a alguien a tu casa cuando tienes a alguien que está muy enfermo. Pero no sabemos el punto, pero el contexto es ese. Jesús está cansado, seguramente. Se está dirigiendo a la casa de Pedro con otros más. Y cuando va a la casa de Pedro, en este primer punto que nosotros tenemos, se encuentra con este cuadro complicado de salud. La suegra de Pedro estaba con fiebre. Y dice Lucas, estaba con una fiebre muy alta y estaba sufriendo. Ahora, algo interesante acá es esta palabra que dice, gran fiebre, Marcos y Mateo, y Lucas usa la palabra alta, Es interesante que en el griego la palabra es mega. Una, podrían decir en español, una mega fiebre. Ahora, yo solo estuve investigando un poquito acerca de la fiebre y cómo en esos tiempos ellos sanaban la fiebre. Nosotros hoy, por ejemplo, cuando tenemos un niño, cuando es bebé al menos, y la fiebre está muy elevada, el médico nos da dioxadol y te dice unas cuantas gotitas y la fiebre Baja. ¿Pero saben qué es interesante? Averiguando un poco acerca de la fiebre, es lo siguiente. En los tiempos bíblicos, solo la fiebre se categorizaba en dos categorías. En fiebres pequeñas y fiebres grandes. No había más. Fiebres pequeñas y fiebres grandes. Otra cosa interesante que en los tiempos bíblicos se creía era que la fiebre en sí mismo era una enfermedad. La fiebre en sí mismo era una enfermedad. Nosotros hoy sabemos que la fiebre es un signo, es un síntoma de algo, que el cuerpo está mal, una inflamación, una infección, y por eso produce fiebre. Pero el punto acá, y lo interesante de acá, las palabras que se usan, sufrir y una fiebre muy alta, vienen de quién? De Lucas. ¿Y qué es Lucas? Lucas es médico. Lucas es médico y por eso va a estar usando estos términos y entendía muy bien de lo que estaba hablando. Entonces, la suegra de Pedro estaba con una fiebre, dice Lucas, muy alta. Y nosotros podemos un poquito intuir qué estaba pasando. Otra cosa que podemos pensar en este tiempo es lo siguiente. Cuando nosotros vemos a nuestros niños, más común en niños, a veces también en nosotros, con fiebre, ¿cómo nos damos cuenta que alguien tiene fiebre? Básicamente por la temperatura corporal. Y a veces todavía dudamos, ¿verdad? Le tocamos la frente, le tocamos aquí, nos tocamos nosotros, decimos, ¿yo también estoy caliente? No parece. Pero agarramos un termómetro y le ponemos y nos damos cuenta, más de 37, ya, sí, tiene fiebre. Más de 36 y ya es fiebre. Tiene fiebre. Pero en ese tiempo no tenían eso. Entonces, ¿cómo podían ver que esta mujer estaba con una fiebre alta y estaba sufriendo? En versiones de Marcos y Mateo dice que esta mujer estaba postrada en cama con una gran fiebre. Lucas dice sufriendo con una fiebre alta. Y casi podemos imaginar el cuadro. Esta mujer estaba en cama. ¿Qué cosas le estaban pasando a esta mujer? Que básicamente no se podía con un termómetro medir, pero su cuerpo estaba experimentando. posiblemente una fiebre muy alta. Y otra cosa es que la fiebre también en esos tiempos era una enfermedad común, o sea, se producía de manera común, como en nuestros tiempos. Alguna vez mi niño tiene fiebre, pero no estábamos pensando que va a morir. Pero en esos tiempos también la fiebre era algo común. Y ustedes también saben, y como el cuerpo es el mismo, que también en esos tiempos había fiebres que venían y aún sin ningún tratamiento se iban. Pero también, como digo, habían fiebres que se categorizaban en estas fiebres altas o grandes en ese tiempo, que sabían que era tan grave que no había recurso para poderlas calmar. Tal es el caso, y solo quiero mostrar dos ejemplos en la Biblia con personas con fiebre, que lo único que les quedaba a las personas era esperar su muerte. Y el primer caso está en algo que ya leímos, vayan un momentito a Juan capítulo 4. Juan capítulo 4 es este relato que también en parte lo vimos la anterior vez. En Juan capítulo 4 se nos habla del hijo de una oficial, ¿recuerdan? De un oficial del rey que tenía el hijo con fiebre. ¿sí? Y en y y solo en el versículo cuarenta y seis dice entonces vino otra vez a Canán de Galilea donde había convertido el agua en vino y había ahí cierto oficial del rey cuyo hijo estaba enfermo en Capernaúm cuando oyó que Jesús había venido de Judea a Galilea fue a a su encuentro y le suplicaba le suplicaba para que bajara y sanara a su hijo porque estaba al borde de la muerte sigue diciendo Jesús entonces le dijo si no veis señales y prodigios no creeréis el oficial del rey le dijo señor baja antes de que mi hijo muera sigue diciendo Jesús le dijo vete tu hijo vive y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo y se fue mientras bajaba a sus siervos le salieron al encuentro y le dijeron que su hijo vivía entonces les preguntó a qué hora había empezado a mejorar y les respondió ayer a la hora séptima se le quitó la fiebre Este hombre tenía, dijimos en esa vez, una posición de autoridad. Eso quiere decir que acomodadamente estaba en la parte económica. Eso quiere decir que este hombre, al ver a su hijo con fiebre, seguramente ya habían hecho todos los esfuerzos que en ese tiempo se podía hacer. Pero aún con todo eso, la fiebre no bajaba. Y lo único que le dice claramente él, por favor, apresúrate. ¿Antes de qué? Muera. Otro caso muy similar a esto acerca de la fiebre, la Biblia tiene pocos casos de la fiebre y ese está en Hechos capítulo 28, cuando Pablo está en la isla de Malta, Pablo en la isla de Malta, Hechos capítulo 28, ¿sí? Y es este el el papá de este hombre que tenía, dice el versículo 7 del 28, y cerca de ahí habían unas tierras que pertenecían a un hombre principal de la isla, este hombre era adinerado, que se llamaba Publio, el cual nos recibió y nos hospedó con toda amabilidad por tres días y sucedió que el padre de Publio yacía en cama enfermo con fiebre y disentería y Pablo entró a verlo y después de orar puso las manos sobre él y lo sanó Otra vez, un caso de fiebre de un hombre acomodado, que lo único que le quedaba era tener a su papá, tal vez, igual como Lucas diría, sufriendo, esperando lo peor. Entonces, de hecho, lo interesante es cuando muchas veces en un diccionario que usa la palabra, por el Nuevo Testamento Griego, buscas la palabra fiebre, en vez de fiebre, muchas veces saben qué se puede poner, inflamación o infección. inflamación o infección. Y hoy día nosotros sabemos que muchas veces cuando la fiebre está muy alta, es porque hay una infección estomacal, hay una inflamación en los intestinos o hay algo que está produciendo la fiebre. En cierta manera, la fiebre es una buena señal, porque si no tuviéramos fiebre, posiblemente directo moriríamos sin saberlo. Pero la fiebre nos está avisando que algo no está bien. Bueno, esta mujer estaba con fiebre elevada, una fiebre muy grande, Y ¿saben qué? Yo creo, y claramente se puede ver, que lo que estaba pasando en la casa de Pedro era que estaban en la misma situación de estos dos ejemplos que he leído. Esta mujer estaba en esta situación y podemos imaginar posiblemente, cuando una fiebre está así, ¿qué empieza a pasar a nuestro cuerpo? Algunas cosas que pasan, por ejemplo, es que empezamos a delirar. Sentimos una presión en la cabeza, como un dolor de cabeza, una debilidad en el cuerpo, un dolor muscular. Estamos postrados porque no hay ni siquiera ánimo para tomar agua. Con una fiebre así. Todos los que alguna vez hemos tenido una fiebre, tal vez que hemos vuelto de esa fiebre, podemos entender eso. Pero esta mujer estaba, dice, postrada con estas características. Y Lucas lo pone en el orden. Yo creo que a veces en la Biblia el orden de las palabras de izquierda y derecha también quieren mostrar un énfasis. Esta mujer, dice Lucas, estaba sufriendo. Esta mujer estaba sufriendo. En otras versiones dice, esta mujer estaba siendo afligida. Esta no era una enfermedad que podía quitarse con las cosas que ellos usaban, ciertas hierbas. Olvidé el nombre escribir. Algunas veces ellos en los tiempos bíblicos usaban una hierba, porque muchos de nosotros sabemos que muchos de los medicamentos vienen de las hierbas. Y ellos usaban algunas hierbas para bajar la fiebre o incluso cuando la fiebre estaba muy alta, decía un autor, lo que hacían era, buscaban en el codo una vena y pinchaban para que la sangre drene, y cuando la sangre drenaba a tal punto de que la persona se desmayaba y de esa manera la fiebre se controlaba. Era como lo hacían en ese tiempo. Hoy también nosotros sabemos que cuando uno tiene fiebre muy elevada, tienen que tratar de poner paños o cosas así para tratar de bajar la temperatura corporal, porque la fiebre elevada afecta muchas cosas en el cerebro. Pero esta mujer estaba así, Lucas dice que estaba, perdón, sufriendo. Estaba sufriendo, estaba muy afligida. Perdón, hermanos. Ahora, otra cosa que es interesante ver acá, en este primer punto, es lo siguiente. La fiebre no era una fiebre que podían curar. Seguramente ya lo habrían intentado, ¿verdad? Pero no, no era así. Y Lucas nos dice la condición de esta mujer como médico, ¿no? Cuando un médico bueno como Lucas dice, tu cuadro es este, no tenemos ningún derecho para dudar. Él sabe lo que dice y no está exagerando. Pero yo quisiera también poner la atención en algo acá acerca de del sufrimiento, obviamente el sufrimiento físico como lo vimos, pero también obviamente había un sufrimiento en la parte emocional. Cuando uno está con una enfermedad y haces varios tratamientos y nada, uno dice, y encima estás en un contexto que no sé por qué escuchas ciertas cosas que le temes justo en la radio o en alguien comenta y ya tú dices, haré mi testamento, ¿no? Siempre pasa esto. Entonces, emocionalmente, uno dice, hasta aquí llegamos. Y estaba sufriendo. Y eso también causa sufrimiento. De hecho, eso creo que a veces causa más que la parte física. Porque la parte física uno a veces puede, de alguna manera, sobrellevar, pero la parte emocional, uno ni siquiera por el temor puede dormir bien. Pero esta mujer, dice Lucas, una vez más, estaba sufriendo. Pero qué interesante es... Yo estaba pensando solo... El contexto acá, la Biblia nos dice que cuando uno se casa debe dejar padre y madre para ir a vivir con su esposa, ¿verdad? Y nosotros sabemos varias de las razones, que a veces decimos de esas razones, pero algunas veces en nuestro contexto se escucha de que Cuando te preguntas, ¿dónde vives? Te has casado y dices, estoy viviendo en la casa de mi suegra. Estoy viviendo en la casa de mi suegro. Esto pasa en nuestra cultura. Pero yo creo que una cosa que no es tan normal es preguntarle a tu suegra y le dices, ¿dónde vives? Y la suegra te diga, estoy viviendo en la casa de mi yerno. Si han dado cuenta que eso no es muy normal, pregúntense como suegras o como mamás, ¿qué harías si te dice tu yerno, vente a vivir con nosotros? No, ustedes vengan a vivir a mi casa. No es muy normal. No es muy normal. Pero esta mujer, la suegra de Pedro, dice la Biblia, estaba viviendo en la casa de Pedro. en la casa de Pedro y yo quiero resaltar esto y mostrar algunas características de esta mujer porque es el mismo Pedro que era el apóstol Pedro que muchas veces va a hablar de varias cosas como el apóstol Pablo muchas veces también le va a decir a Timoteo acerca de las mujeres porque posiblemente esta mujer ya era anciana. Pedro, su mamá de su esposa, ya tendría algunos buenos años. Y en ese contexto, esta mujer está viviendo en la casa de Pedro. Pero veamos algunas características de esta mujer. Lo primero que podemos ver acerca de esta mujer es que esta mujer era una seguidora de Jesucristo. Esta mujer cuando fue sanada, como vemos adelante, no es que comenzó en ese momento a quererle atender o servir a Jesús, era una persona que seguía a Cristo. Otra cosa que podemos ver de esta mujer es que era una mujer piadosa, servicial, hospitalaria, aunque no era su casa, pero era muy hospitalaria, y era una mujer que tenía buen testimonio también de los de afuera. ¿Por qué decimos eso? Porque Marcos nos dice que también Jacobo y Juan estaban yendo a la casa de Pedro. Pero cuando se enteran que la mujer estaba postrada en casa, dice, y les rogaron. ¿Quiénes? Todos ellos fueron a Jesús, dice Lucas, y les rogaron por ella. Yo estaba hablando con mi esposa sobre lo que iba a predicar y Mónica dijo, cuidado con hacer bromas de suegras, ¿no? Y yo dije, no voy a hacer, no voy a hacer. Pero eso dijo Mónica porque normalmente en nuestra cultura esto es muy normal. De hecho, nos asombra cuando estudiamos el libro de Ruth y vemos la relación de Ruth con su suegra. Pero aquí vemos otro buen ejemplo. Y estaba leyendo ese versículo de Pablo a Timoteo, donde le dice, nada tenga que ver con chismes, con fábulas de viejas, dice, ¿no? Y Pablo lo dice en un sentido de que hay... Y más adelante dice, ¿por qué estas mujeres, y hablando de las viudas que han enviudado, y dice que están ociosas, que están metiéndose de chisme de aquí para allá? ¿Timoteo cuida eso? Y yo estaba diciendo, pero mira lo que tenemos aquí. Una mujer, servicial, piadosa, hospitalaria, de buen testimonio, pero con todo eso era una mujer que estaba muy enferma. Y esto es algo importante, creo yo, porque a veces pensamos que solo cuando estamos mal y nos viene una enfermedad y uno dice, ya, seguro es porque no estoy bien, ¿no? Pero esta mujer estaba bien con el Señor. Estaba gozando de una buena reputación. Estaba siendo buena y, a pesar de eso, estaba enferma y me recordó el versículo cuando cuando le avisaron a Jesús de su amigo Lázaro cuando Lázaro estaba enfermo cuál fue la frase que le dijeron a Jesús le dijeron ven porque aquel que amas está enfermo aquel que amas está enfermo y yo estaba pensando muchas veces nosotros cuando estamos con una situación difícil de salud lo que menos vemos en ese momento es el amor de Jesús pero es posible como aquí vemos que ser amado por Jesús, ser seguidor, estar andando en comunión con Jesús y a pesar de eso estar muy enfermo y sufriendo. Y esta mujer tenía todo eso y creo que también yo decía es una buena reflexión para nosotros un día para también hermanas que están aquí de edad y poder decir cómo soy yo como suegra. ¿Soy como esta mujer? No es muy propio, ¿verdad? no es muy propio. Muchos de nosotros, cuando tenemos reuniones de matrimonios, escuchamos de testimonios de ni siquiera viviendo con el suegro, pero los suegros y las suegras metiéndose mucho en los matrimonios de sus hijos. Eso no es muy normal. Esto es anormal. Y también es anormal que nosotros, como yernos, traigamos a nuestras suegras a vivir a nuestras casas. Y posiblemente Pedro lo hizo porque tal vez quería cuidar de ella, ayudarla. Y ella también aceptó por el testimonio que Pedro tenía. Y es posible llevar eso, pero miren las características que aquí se presentan. Qué desafío, qué importancia para nosotros como yernos y qué importancia para las mujeres en edad acerca del testimonio que pueden tener con los de adentro y con los de afuera. Entonces, se nos dice una vez más, esta mujer Estaba sufriendo. Esta mujer era así. Estaba viviendo en la casa de Pedro. Y con todo esto, se nos plantea este primer punto. Y yo puse ahí, en el bosquejo que ustedes tienen, dice, un cuadro complicado de salud. Pero en este caso está hablando acerca de la salud. Pero lo que Lucas quiere resaltar, y no está exagerando, es que es un cuadro que se está haciendo imposible de solucionar. imposible de solucionar y que requiere una intervención inmediata o si no, como veíamos en los pasajes anteriores, algo malo va a pasar. Esto es, como decía, de salud, pero yo quisiera que ustedes piensen, y yo creo que Dios nos habla por medio de la predicación de su palabra. Algunas personas pueden estar pasando una situación, tal vez no necesariamente de salud, pero un cuadro difícil en algo, ¿sí? Un cuadro difícil en algo que realmente requiere la intervención de Dios. Y este es el primer punto acá, acerca de esta gran necesidad. ¿Y saben qué? Otra de las cosas que me llevan la atención es que esta situación estaba trayendo sufrimiento a esta mujer. Y por eso decía que tal vez no necesariamente es un cuadro de salud, y puede ser otra la situación, pero el punto es el mismo. Esa situación está trayendo sufrimiento a tu vida. Estás sufriendo. Y yo no sé ustedes, pero cuando, normalmente, yo no escucho esa palabra entre nosotros, ¿no? Alguna vez en la reunión de oración, tal vez lo inferimos, pero no es muy propio de nosotros pararte o decir, oren porque estoy sufriendo. Porque hasta parece como uno se estaría quejando de Dios, o como que Dios no te está tratando muy bien. Pero Lucas nos dice, esta mujer estaba sufriendo. Y yo no sé cómo tú responderías cuando te dicen, tal hermano está sufriendo. tal hermana está sufriendo. ¿Cómo reacciona tu corazón? ¿Qué haces realmente cuando es honesto, es sincero y te dice, este hermano realmente está sufriendo? Yo creo que si tú realmente eres hijo de Dios, estás en comunión con el Señor y escuchas eso de una cosa honesta, tú quieres hacer algo por él. Tú quieres ayudar en algo. ¿Cómo puedo ayudar? ¿verdad? Y ese es el segundo punto que nosotros tenemos. Cuando se vio este cuadro de esta mujer que estaba sufriendo, el segundo punto nos dice acá, la intervención de sus hermanos. La intervención de sus hermanos. Dice otra vez en Mateo, vino Jesús a casa de Pedro y vio la suegra de este postrada en cama con fiebre. tocó la mano y la fiebre la dejó y ella se levantó y le servía. Noten que aquí Mateo nos rescata lo que va a decir Lucas. Dice Marcos, al salir de la sinagoga vinieron a la casa de Simón Andrés con Jacobo Juan y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre y enseguida le hablaron de ella. Ellos mencionan, le hablaron de ella. Ahora, ¿y qué dice pero Lucas? Dice todo lo mismo, estaba sufriendo con una fiebre muy alta y y les rogaron por ella. Lucas dice, les rogaron por ella. ¿Quiénes? Todos los cuatro que entraron, Pedro, Andrés, Jacobo, Juan y posiblemente la esposa de Pedro, tal vez, y no sé si los hijos de Pedro, todos ellos que estaban ahí atendiendo, dice que fueron a Jesús y les rogaron por ella. Versiones como la NTV dicen, le suplicaron, por favor, sánala. Por eso decíamos hace rato que esta mujer gozaba de un buen testimonio. Y otra vez, en este tema de hacer bromas y todo esto para las suegras, alguien podría decir, Pedro, si realmente cómo es nuestra cultura, podría decir, déjala así. Pero Pedro le dice, le rogaron por ella, aún el apóstol Pedro le está viendo como una madre. como a una madre, y dice que van a Jesús y le suplican, dice la Biblia de las Américas, le suplicaron por ella, intercedieron por ella. Y yo estaba pensando acerca de esta frase, que es este segundo punto, interceder por otros, acerca de cuál debe ser la primera fuente a la que debemos acudir en tiempos de prueba. ¿Saben? Muchas veces en mi vida, no solo en la salud, sino en los negocios o en cualquier otra cosa, me he encontrado que he intentado muchas cosas y cuando todas las cosas me han fallado, recién he ido al Señor. Pero aquí dice que lo primero que hicieron al enterarse de la situación fue acudir a Cristo a rogarle. Y eso es interesante que veíamos también en Juan acerca de este oficial del rey cuando se enteró que Jesús estaba cerca, fue y le suplicó. Y es la misma palabra aquí que vemos en la Biblia NTV, le suplicó para que la sanara. Y estaba pensando en esto acerca de la importancia de la oración unos por otros. Creer en el poder de la oración. Saber que realmente Jesús es tan real como lo fue en ese momento. Y hace rato decíamos acerca de la autoridad y la soberanía de Jesús sobre la enfermedad. Nosotros realmente no sabemos sobre las enfermedades, si Dios realmente las va a sanar, si Dios realmente quiere usar medios como la oración de iglesia, un médico o quiere prolongar. Pero lo que sí sabemos es que sí, Él tiene poder sobre la enfermedad. Él sí tiene poder sobre la enfermedad. Y otra de las cosas que podemos ver acá, y yo lo compartí un poquito acerca de esto en la reunión de oración, es que se nos dice, yo no sé, dos cosas yo no sé, y estaba preguntándome este texto, y creo que puedo seguir meditando y tratando de ver. Una es, ¿por qué razón Jesús tenía que ir a la casa de Pedro? ¿Por qué fue a la casa de Pedro? Podía ir a la casa de Jacobo, y después nos enteraríamos en otro capítulo donde decía, y la suegra de Pedro murió. como habrían muerto la suegra de Jacob o algo así, pero fue a la casa de Pedro. Entonces eso es algo que me preguntaba y no encontraba una respuesta. Tal vez alguien diría porque tenía que ir a sanar a la suegra de Pedro, posiblemente. Posiblemente Jesús en su omnisencia lo vio y por eso se dirigió a ese lugar. Pero también, hablando de la oración, nosotros no sabemos muchas veces por qué razones Dios, como leíamos en Eclesiastés, en el día bueno y en el día malo, de ambas cosas Dios las hace. ¿Por qué cosas Dios nos permite entrar en cuadros de situaciones difíciles? Pero algo sí sé, y estaba viendo a lo largo de esta semana en la Providencia muchos textos hablando acerca de la oración, de la oración, de la oración. Y la otra cosa que también quería compartir decía, yo no sé cuánto tiempo esta mujer estaba así. Y realmente quisiera saber, pero es un poco difícil, ¿verdad? Porque a veces la fiebre puede venir en un momento repentino, o uno puede estar todo un día o dos días con fiebre. Realmente no sé cuánto tiempo esta mujer estaba así, pero algo sí sabía, que esta mujer estaba sufriendo sola. piensa en un momento al menos sé que todo un día Jesús estaba en la sinagoga dice Lucas enseñando y echando fuera demonios mientras esta mujer estaba en cama postrada sufriendo. Y saben qué? Y es interesante que era una seguidora de Jesús, conocía a Jesús, podemos ver por el servicio, no es que en el servicio le iba a conocer a Jesús, sabía quién era Jesús y por eso también Jacobo y Juan interceden por ella. Pero a pesar de todo esto, esta mujer estaba sufriendo y algo que estaba pensando acerca del sufrimiento de esta mujer era que seguramente estaría orando ella por sí misma, diciendo Señor, Señor, porque ya sabía que la fiebre no bajaba, era muy alta, las cosas iban mal y seguro estaba orando por sí misma, pidiendo ayuda. O tal vez la esposa de Pedro estuvo ahí asistiéndole a ella, a su madre, tratando de hacer lo que se pueda. Pero noten que fue hasta que sus amigos, los que llegaron, dice, cuando llegaron se enteraron, entonces ellos fueron a Jesús y le rogaron por ella. Y es ahí cuando Jesús responde, va y la sana. Y esto es una cosa muy básica, muy sencilla que muchos de nosotros varias veces hemos escuchado, pero solo estoy diciendo esto porque ¿cómo podemos orar a Jesús, rogarle, suplicarle por ti si no sabemos por lo que estás pasando? En un sentido estás sufriendo y estás sufriendo, sea hombre o mujer, solo, sola. Y yo estaba pensando en esto porque a veces, ¿cuáles son las razones por las que a veces no compartimos acerca de cosas que están trayendo sufrimiento a nuestra vida en una sociedad tan prejuiciosa como la que nosotros tenemos? Pero lo que estaba pensando es la bendición que nosotros nos perdemos de beneficiarnos al saber que hay otras personas que están orando por nosotros. Muchas veces, hermanos, van a pasar cosas en nuestra vida que ni cuenta en ese momento nos vamos a dar, pero vamos a mirar atrás y serán porque tal vez fueron respuestas de otros que fueron pidiendo por nosotros. Y así esta semana, no sé si el jueves o el anterior, alguien dijo estaba sufriendo algo, pero de la noche a la mañana desapareció. Muchas veces eso ya se ve como algo como que esto ya no está pasando en este tiempo. Creer en la oración, seguir orando. Y algo que el pasaje que venía a mi mente cuando estudiaba esto acerca de la oración, unos por otros, de interceder, obviamente era Santiago capítulo 5, leo estos versos, en el verso 3 en adelante dice, está alguno de vosotros afligido, haga oración, está alguno alegre, cante alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llama a los ancianos de la iglesia y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si hubiere cometido pecados, les serán perdonados. Dice después, confesaos vuestras ofensas unos a otros. Y aquí ya dice ya no tanto a los ancianos, sino dice, orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Y saben, es interesante esto, ¿no? Oren unos por otros para que sean sanados. Y una de las cosas que estaba viendo a lo largo de la Biblia y en mi experiencia es que cuando Dios va a hacer algo, lo primero que Dios hace es que Dios incita por medio de su espíritu a su pueblo a que oren por eso. El medio por el que Dios va a hacer eso que quiere hacer es la oración de sus santos. Y aquí dice en Santiago, oren unos por otros para que sean sanados. La oración eficaz puede mucho. Y yo estaba pensando, ¿qué es una oración eficaz? ¿Y saben hacia dónde me llevó la concordancia de la Biblia de las Américas cuando traté de ver oración eficaz? ¿Qué significa? Me llevó al pasaje de... al pasaje de Génesis 18 donde Dios va a destrozar Sodoma y Gomorra y Abraham empieza a interceder recuerdan ustedes y si hay 50 igual lo vas a destrozar y si hay 40 y si hay 20 y después Abraham dice no se enoje no se canse mi señor pero si hay 10 Y ahí me llevó este tema de la oración eficaz. ¿Y saben qué es lo interesante? Dice, la oración eficaz del justo puede mucho. ¿Pero saben cuál es el texto que viene despuésito de ese versículo? el versículo 17 dice elías era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras y oró fervientemente para que no lloviese y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses y oró otra vez y el cielo dio lluvia y la tierra produjo fruto la misma idea habrán perseverando, insistiendo. Elías dice igual que nosotros, pero igual perseverando en oración. Y cuando ves la vida de Elías, realmente era como nosotros. Cuando nosotros decimos, pero yo no soy Elías. Yo no soy Elías para orar para que esto suceda. Fíjense la vida de Elías. Un día en la gloria y el otro día en el piso. Es como nosotros. Un día estamos muy animados y un día estamos tan desanimados. Un día estamos viendo al Señor y el otro día parece que Dios, parece que ni cristianos fuéramos. Así era Elías. Pero Dios escuchó su oración. ¿Por qué? Porque fue una oración Perseverante, perseverante. Yo creo, hermanos, que Dios quiere hacer, no, como he dicho, no solo algo en la parte de la salud, quizás en la salud, pero está llamando a la persona y al pueblo de Dios a orar de una manera perseverante, perseverante. Como dice el texto, suplica, suplica, rogar. Y la idea es una y otra vez, una y otra vez, y ver la mano del Señor. Y realmente ver la vida de Elías a mí me anima, porque decir, yo también soy así, pero Dios puede escuchar mis oraciones de manera perseverante por esto. El punto tres dice después de esta oración de los amigos de Pedro, de la suegra de Pedro, nos habla de la intervención de Jesucristo. Mateo nos dice que Jesús le tocó la mano y la fiebre la dejó y ella se levantó. Marcos nos dice que se acercó, la tomó y la levantó e inmediatamente le dejó la fiebre. y Lucas nos dice que se inclinó sobre ella, reprendió a la fiebre y la dejó. Yo no sabía, hermanos, algo que mientras estudiaba aprendí, que tanto la lepra como la fiebre eran cosas que hacían que los judíos se volvieran inmundos. La lepra uno lo entiende y es muy claro, pero también, aunque de la fiebre no esté escrito, porque ¿has leído alguna vez que alguien que toca uno con fiebre se vuelve inmundo? No está en la Biblia, pero ¿sabes dónde está? En la tradición que los judíos habían puesto. Los judíos también habían puesto que si una persona tenía esta calentura corporal, no se les podía tocar, porque si no, se volvía inmundo como tocaba un lepros. Pero aquí Cristo nos dice que se acercó, tomó de la mano, dicen otros autores, y otros dicen que se acercó, se postró como si se inclinó sobre ella y la fiebre la dejó. Y saben algo muy importante en esto es que Jesús, como siempre sabemos, podía decir una palabra y la fiebre la dejaba, pero noten que se acerca y Lucas dice que un autor dice que Lucas lo dice de una manera como tomando la postura que un médico en ese tiempo tomaba hacia un enfermo que estaba postrado. Jesús tomó esta parte que dice, inclinándose sobre ella. Exactamente queremos tratar de imaginar cómo fue eso, pero un comentario decía, esa era la postura exacta que un médico tomaba hacia un enfermo que estaba postrado. ¿Y saben qué quiere decir esa frase que dice, le tomó de la mano? Quiere decir, cuando nosotros vamos a un hospital y alguien está en una situación difícil y le tomas de la mano, ¿sabes qué estás diciendo en pocas palabras? Le estás diciendo, aquí estoy. estoy y Cristo le está diciendo a esta mujer esto aquí estoy aquí estoy y algo que podemos entender si bien Jesús no ha prometido que no vamos a pasar por situaciones difíciles pero lo que sí debemos saber es esto hermanos que cuando estemos en situaciones de dificultad va a tener una gracia especial que no la que no la tiene en nuestro día a día Cuando estemos en una situación difícil, su cercanía, su proximidad, su acercarse a nosotros va a ser más notorio que cuando tenemos días comunes y corrientes. Eso es algo precioso y de ánimo. Tal vez tú estás diciendo, yo no estoy enferma ahorita, no me está pasando nada, pero eso es un ánimo para ti. Cuando el día malo llegue, puedes saber que Jesús va a estar caminando muy cerca de ti. Muy cerca de ti. Y eso es lo que nos dicen acá, y dice después que reprendió a la fiebre y esta le dejó y es interesante la palabra reprender porque es la misma palabra que en los versículos anteriores acerca del demonio usa reprendió al demonio y el demonio se fue reprendió a la fiebre y la fiebre se fue y muchos William Hendrickson piensa que cuando usa reprendió es porque esta enfermedad era causada por un demonio o uno de sus servidores Y eso es otra cosa que muchos de nosotros son temas como muy ajenos a nosotros. Pero muchas veces la Biblia habla acerca de las acechanzas del diablo y cómo el diablo quiere venir y tenernos cautivo. Y otra palabra, ¿saben qué dice? Cuando dice, y la fiebre le dejó, cuando buscaba en el original dice, y fue liberada. La idea es que estaba como en una prisión y fue liberada y alguien la tenía prisionera. ¿Y saben qué me he dado cuenta? Hay muchas enfermedades Y con la enfermedad vienen los pensamientos que nos tienen cautivos, prisioneros, que no se puede salir. Y la idea es esa, Jesús liberando Pero saben, aquí hay un milagro mucho más grande que solamente dejar la fiebre. Posiblemente, como sabemos, algo estaba pasando en su cuerpo, tal vez una inflamación, una infección, y Jesús la sanó. La fiebre se fue y eso pasó en segundos. Se pueden imaginar, si fue una infección, por así decir, en el estómago, seria, la infección frenó, se sanó, la fiebre bajó, pero hay algo más. Todos nosotros sabemos que cuando hemos estado con fiebre o muy enfermos de fiebre, Después que la fiebre baja, estamos tan débiles que tenemos que estar casi todo el rato todavía en la cama. Pero ¿sabes qué dice aquí? Dice que la sanó e inmediatamente se levantó y empezó a atenderles. Aquí había un milagro extra, una yapa, por así decir. ¿Qué hizo? La sanó y encima le dio una gracia que restableció sus músculos, su cuerpo, y ella inmediatamente se reincorporó. una obra completa del Señor Jesús. Y el último punto, hermanos, es la respuesta de gratitud. Creo que en ninguno de los milagros vemos esto que se ve acá. Inmediatamente esa nada, y es como que algo la estaba prisionando a la cama, la estaba sujetando a la cama para que ella no vaya y empiece a servirle al Señor. Y cuando esa cosa se liberó, entonces ella rápidamente fue y empezó, dice, a servir. Empezó a servirles. Como dije en otras versiones, empezó a atenderlos, empezó a preparar algo para que coman. Y yo quiero ya ir terminando con este punto acerca del servicio. Yo estaba pensando una pregunta que un misionero esta semana compartiéndole algunas cosas, aunque no me lo dijo directamente, en la conversación salió. Cuando estás, por así decir, usando el mismo ejemplo de la salud acá, Y la pregunta que venía en la conversación es, ¿para qué quieres que Dios te sane? Aunque él no me lo dijo directamente, pero él dijo, a veces queremos sanar solamente porque queremos vivir bien, disfrutar un poco más de esta vida, de los hijos, tal vez hacer estito, hacer estito, y no está mal en sí mismo, ¿verdad? Pero todo eso es vanidad de este mundo. Todo eso es vanidad. Y él mencionó la palabra vanidad. Y yo recordaba una prédica del pastor Paul Washer una vez, porque él dice que en su cuerpo tiene muchas operaciones y muchos fierros en distintas partes, que cuando está pasando por el aeropuerto automáticamente suena, porque tiene varias cirugías y cosas así. Y él dice, a veces tengo tanto dolor que le pido al Señor que me sane. Pero ese pensamiento me viene a mi mente acerca de la misma pregunta, ¿para qué quieres que te sane? Y él llegó a entender su enfermedad, su dolor, y le dice al Señor, le dijo, Señor, si sanándome no va a avanzar tu reino, déjame así. Y esto es una pregunta para nosotros, porque es serio, ¿no? Es decir, Señor, ¿qué vas a hacer cuando te sane? ¿Te vas a olvidar? Tal vez mientras te tengo enfermo, te tengo cerca. pero cuando te sane te olvidas y vuelves a lo mismo de antes y a veces uno dice cómo debo orar por esto y aquí hay un ejemplo la única razón por la que Dios nos da vida y nos establece la salud es para él es para servirle a él y podemos orar así señor dame salud para que te sirva dame salud para que siga quiero servirte señor pero a veces no puedo estoy cansado no me permite y entonces el señor aligera las cosas pero esa es la enseñanza clara de este texto inmediatamente dice lucas fue y le servía y saben que es bonito acá dice esta mujer se levantó y no sólo le sirvió al quien le hizo el milagro También dice, les servía. Les sirvió a quienes oraron y acudieron a Jesús para que ellas reciban lo que recibió. En otras palabras, les sirvió a aquellos que caminaban con Jesús, a aquellos que estaban con Jesús. Yo estaba pensando, servirle a Cristo es servirle a los suyos. Señor, dame salud para servir a la iglesia. porque servirle a cristo es servirle a su iglesia y eso es lo que también se ve aquí les sirvió a todos de comer en un sentido decir gracias por orar por mí gracias gratitud servicio entonces yo pienso hermanos que otra vez repito esto no cada vez que dios va a hacer algo lo primero que hace es incitar a su pueblo a orar Y a veces no siempre va a ser el resultado, como he dicho, veíamos al principio la soberanía de Dios en la enfermedad, sanando, prolongando, usando tratamientos, dejándonos así, varios caminos, ¿verdad? Muchas veces dándonos la gracia día a día que necesitamos hasta el último día, varios caminos en su soberanía del Señor. Pero como veíamos, Dios tiene la autoridad Dios tiene el poder para hacer eso, ¿no? Entonces, yo quería animarles a ustedes en esto, realmente, como Elías. No solo por mí, cuando pienso en Elías, pienso en otros. Pienso en, ¿saben cuando otra vez cito a un hermano que decía, tal vez no puedo visitarte todo este tiempo, pero tienes algún motivo por el cual puedo estar orando? El pastor Eduardo nos decía, yo le dije, ¿qué vas a hacer? Estoy viendo el tiempo porque, disculpas Ramón, la anterior vez yo me pasé con mucho, pero ahora ya me anoté, estoy en hora. Yo le pregunté al pastor Eduardo, ¿qué vas a hacer en Canadá? Y esto les comparto, ¿no? Y él me dijo, todavía no sé, pero algo sí sé, voy a estar orando por ustedes. Y uno puede mirar eso como, no, pero ¿qué vas a hacer? Voy a estar orando por ustedes. Y en estos días, al menos Edward y yo en Los Ancianos y Liderazgo hemos recibido varias veces ese texto. Estoy orando por ustedes. Estoy orando por ustedes. Yo le decía algo esta semana. Un hermano que conocí en este tiempo me llamó y me dijo, Jaime, estás en la lista de oración de mi familia. Y yo pensaba, ¿eso es poca cosa? A veces cuando uno está buscando dinero y otra cosa y alguien te dice, estoy orando por ti. ¿Cuánto peso tiene eso en nuestras vidas? ¿Cuánto creemos en la oración? Y realmente yo recordé a ese pastor que un día fue a predicar y le estaban pensando preocupados. ¿Cuánto será la ofrenda que cobre este pastor? ¿Cuánto le vamos a pagar? Y el pastor agarró el micrófono y dijo, hermanos, no me den nada. Oren por mí. Y yo estoy pensando, creo que el punto es obviamente la autoridad de Jesús, pero esa autoridad por así se mueve cuando su pueblo intercede. Dice muchas veces textos en la Biblia que cuando Dios vio una necesidad, no hizo nada. ¿Por qué? Porque su pueblo no hizo vallado. Y esa palabra vallado es porque su pueblo no oró. No oró. Yo creo que es un llamado para mi vida, no solo para orar por mí, sino para pensar en el hermano y decir, ¿sabes que está sufriendo tal hermano? Y decir, y después preguntar. Yo a veces me pregunto, ¿por qué algunas personas te preguntan cómo estás? ¿Cómo ya estás? Y hasta a veces uno dice, ay, qué difícil responder esa pregunta. Pero si te están preguntando, tal vez es porque realmente están esperando que algo pase. Y eso es lo que creo que el Señor quiere. Por eso el artículo del pastor, el estudio de ayuno y oración. Ayuno y oración. Quiero animarles en eso, hermanos, y aunque uno puede decir, pero mi oración de mí no tiene. Piensa en Elías, igual que nosotros, con mucho pecado, pero insistente, insistente, insistente y Dios respondiendo. Yo creo que Dios quiere hacer algo así, no sé si en mi vida, en la iglesia o en alguno de ustedes. y yo quiero animarles con eso, espero haberlos animado y que realmente podamos en la semana pensar en eso, ¿no? Acerca de los compromisos, las cosas que son imposibles para nosotros, pero que Dios manifieste su poder. Porque cuando eso pasa, ¿qué pasa con nuestras almas? Se animan. Empezamos a... Y eso estoy orando al Señor porque responda. Responda para que en las noches de oración podamos decir, estaba orando por esto y así pasó. Eso es algo que Dios puede hacer para unir, para animar a la iglesia. Amén. Vamos a orar, hermanos. Señor, gracias por tu palabra. Gracias por esta experiencia que tú has tenido con esta mujer. Gracias, Señor. Y yo te pido porque nos mantenga cerca de ti, nos anime saber de que tú has prometido una gracia especial y que no usemos nuestra mente para dudar de ti, nuestra energía para desconfiar de ti, más bien para confiar, para poner nuestra esperanza, para saber Señor que el futuro te pertenece, y podemos descansar, señor. Gracias por esta mañana y te pido también por mis hermanos que puedan tener esa preocupación que tuvieron estos hombres y estas personas por esta mujer, que cuando nos enteremos que alguien está sufriendo o está pasando un mal momento, no dejemos de orar, no dejemos de orar. Señor, líbranos de ser indiferentes o de solo estar pensando en nosotros, señor. Que podamos ser una iglesia, como dice Santiago, que están orando unos por otros. Ayúdanos, Señor. Ayúdanos. Te lo pedimos en el nombre de tu hijo Jesús. Amén.
La autoridad de Jesús sobre la enfermedad
Series Parábolas y Milagros de Jesús
Verdad principal: Jesús es soberano sobre la enfermedad (sanando algunas inmediatamente, prolongando algunas, usando médicos en otras, no sanando algunas). No hay enfermedad tan complicada para Él, y aunque podría hacerlo todo solo, decide usar nuestras oraciones como medio para llevar a cabo su labor. Nuestra respuesta de gratitud siempre debe ser el servicio.
Escrituras tomadas de: La Biblia de las Américas® (LBLA®), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. www.LBLA.com
Sermon ID | 1029241027411978 |
Duration | 1:00:00 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Luke 4:38-39 |
Language | Spanish |
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