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Y menos aquello, aquello, aquello, aquello, todo. A veces cantamos mentira. Y yo estaba pensando que espero que hoy, en la noche, espero que usted no canto mentira. Porque cantábamos hoy en la noche. Yo quiero estar con Cristo en lo rudo de la vida. Espero que no cantase mentira, hermanos. Porque yo me he fijado, hermano Parada, que a veces cuando estamos en el rudo de Lalit parece que no tantos quieren estar ahí, hermano. Y yo les voy a decir algo, hermanos. De vez en cuando Lalit se va a poner rudo. Sí, ¿cierto? Y la verdad es, hermanos, ¿sabes qué? Cuando Lalit se pone difícil y cuando esos cañones se están tirando y el diablo está enfocado, mira a su izquierda, a su derecha y toma nota de quién está ahí contigo. porque a veces usted no puede saber quiénes son estos que son de verdad compañeros de guerra hasta que usted está en el rudo de la vida y hermanos, ustedes que conocen la historia de su siervo saben que el año pasado, fines del año después de la conferencia, su siervo pasó por los rudos de la vida y ustedes que han pasado por los rudos de la vida ya saben, hermanos, que Cristo es muy precioso muy precioso. Por eso es que el autor de ese himno, yo creo que apuntó, yo quiero estar con Cristo, por lo dulce que es Cristo, cuando estamos en los rudos de la vida, hermanos. Doy muchas gracias por sus oraciones, por mi Teresita, le traigo buenas noticias, que ella está ya hablando otra vez, hermanos. No está cien por ciento, pero la semana pasada estábamos en conferencia de damas otra vez, y qué haciendo lo que a ella le gusta, le encanta hacer, sirviendo a Dios, sirviendo a las esposas de, de los pastores. Estaba su servo preparando el hilario para este, esta conferencia, y había un himno ahí que me agarró, es el número veintinueve, ábrelo por favor. Yo sé que eso ya lo, ya lo cantamos en la mañana. Pastor, permítame decirle a usted, varón, Y yo no sé con cuál carga usted ha venido a esta conferencia. Usted, papá, usted, mamá, yo no sé cuáles son las aflicciones de su alma. Yo no sé cuáles son las necesidades representadas aquí. Yo nada más sé que esta semana este himno ha sido bendición para mí. Entonces yo he pedido al hermano Antonio venir. Vamos a ponernos de pie antes que predico. y vamos a cantar el himno Él me sostendrá los cuatro versículos y hermanos por favor cántalo como una expresión de fe diciendo Dios me va a cuidar Dios me sostendrá, Él me sostendrá, venga hermano Antonio Número veintinueve, Él me sostendrá Todos Él me sostendrá. Y si el mal me amenaza Él me sostendrá. Él me sostendrá. Él me sostendrá. nunca yo podré ser firme contando mi historia. Él me sostendrá. Jesús que tanto me ama, Él me sostendrá. soy complacencia cuando se salvó, y al salvarme su clemencia, Él me sostendrá. Él no quiso ver perdida la maldad. Dios su sangre por mí Muchas gracias, hermanos. sabes que yo conozco de algunas necesidades aquí mientras que estábamos cantando estaba pensando en la verdad el te sostendrá el único consejo que podemos dar es el te sostendrá tu Jesús que tanto te ama el te sostendrá amen hermano hermanos dicen que hay dos señales de ponerse viejo pero yo no me acuerdo cuáles son la verdad es que no me acuerdo sucede que aquí en mi mano yo pregunté a mi buen amigo el Pastor David Acevedo cuál será el mejor Biblia, la mejor Biblia que debo usar para predicar y él me recomendó uno aquí la tengo en la mano y a propósito yo voy a predicar de esta versión, esta versión aquí dice que es la antigua versión de Casiodoro de Reina 1569, revisada por Cipriano de Valera 1602 y posteriormente con algunos, aunque es lo que dice. Yo a propósito voy a predicar de esto de la noche. Yo sé que muchos de ustedes tienen la sesenta y normalmente, usualmente, su servo predica de la sesenta. Yo voy a predicar de esta Biblia de la noche por varias razones, uno de los cuales es que tengo tan gran respeto para mi amigo, el hermano David Acevedo, y siempre cuando su siervo paro en este pulpitó, yo trato y busco predicar de la Biblia que él usa. Y número dos, yo quiero hacer una declaración, que sí se puede usar una versión diferente como esta, y no es punto de separación. Y yo espero, hermanos, que nadie le diga a usted que usted no tiene la Biblia, porque tenemos la Biblia. Pero me resulta que, como digo, no me acuerdo los señales de ponerse viejo. Pero aquí, hermano, la letra es muy pequeña. Entonces, por favor, tenga paciencia con su ciervo, porque yo creo que voy a estar subiendo aquí la Biblia de vez en cuando, saber por qué, porque no me acuerdo, pero la verdad es que vamos a estar leyendo. Hoy en la noche les voy a estar hablando acerca de cómo vencer los obstáculos. a la victoria. ¿Cómo vencer los obstáculos a la victoria? Dios no quiere que usted y yo vivimos en derrota. Dios quiere que vivimos en victoria. Dios no quiere que su matrimonio se destruya. El que quiere que su matrimonio se destruya es del otro lado. Pero Dios no quiere. Dios no quiere que sus hijos se críen y se crecen a ser rebeldes, a dejar la iglesia. Dios no quiere, Dios quiere que sigan fiel. Dios no quiere que usted muera sin que usted haya cumplido su tarea. El que quiere que usted falla, el que quiere que usted no cumple, es del otro lado. Este es el lugar del cual habló un político, un lugar que huele a azufre. el del otro lado este es el lugar y permítame decirles hermanos que este enemigo nuestro que quiere destruir su familia que quiere arruinar sus hijos que quiere destruir su iglesia que quiere destruir su ministerio pone obstáculos a la victoria y hay muchos obstáculos que el diablo pone pero vamos a buscar tres obstáculos a la victoria y cómo vencerlos. Miren sus Biblias, el libro de Hueses, por favor. Libro de Hueses. Aquí tenemos la historia de este profeta Gedeón. En realidad, siempre cuando leo este capítulo, a veces tengo que reír porque algunas de las cosas aquí son fiestosas. Mira, por favor, el versículo 8 del capítulo 6 de Hueses. Siga por favor con su mirada mientras que susiervo leo aquí. Dice la palabra de Dios, Jehová envió un varón, profeta, a los hijos de Israel, el cual les dijo, Así ha dicho Jehová, Dios de Israel. Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servilumbre, y os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales echó de delante vosotros, y os di su tierra. y dijeron, yo soy Jehová vuestro Dios, no temáis a los dioses de los amoreos en cuya tierra habitáis, mas no habéis obedecido a mi voz. Permítenme decirle gloria a Dios por este hombre, que fue enviado Dios a decir al pueblo la verdad. Y si usted tiene un pastor que está dispuesto a predicar duro en contra del pecado, o usted tiene un pastor que le ama a usted. Si usted tiene un pastor que está dispuesto a predicar duro acerca de sus obligaciones y sus deberes y sus responsabilidades delante de su Dios, o usted tiene un pastor que le ama a usted. Y si usted tiene un pastor que nada más quiere entretenerte, usted debe buscar un pastor que le va a predicar así duro. Porque usted y yo necesitamos la predicación de la Palabra de Dios. Y envió a ese profeta. Y después que envió al profeta Miro versículo 11, y vino el ángel de Jehová. Ustedes estudiantes de la Biblia ya saben que cuando la Biblia habla del ángel de Jehová en el Antiguo Testamento está siempre hablando de Jesucristo. Este varón Gedión tuvo el privilegio de recibir una visita de Jesucristo mismo. Ahora, permíteme decirle, usted y yo no debemos esperar recibir una visita personal del Señor Jesucristo. porque nosotros tenemos algo que Hegedion no tenía, tenemos la Palabra de Dios completa, la profecía completa, no debemos añadir ni quitar esto es la Palabra de Dios y esta profecía nos dice cuando va a regresar Jesucristo es el evento que se nombra el rapto y cuando este evento sucede va a venir Jesucristo en las nubes con voz de arcángel, con trompeta y todos los vamos a ver en el por mientras, no debe esperar usted una visita física, una visita personal del Señor Jesucristo. La verdad es, un hermano dijo, una hermana dijo que Cristo la visitó y yo tuve que decirle que no es así. ¿Por qué? Porque el Cristo cuando venga va a venir con voz de arcángel y con trompeta. Yo también lo voy a oír y lo voy a ver y no vi ni he oído nada. Entonces Cristo no ha venido. Pero este Jehovión tuvo el privilegio de recibir una visita de Jesucristo mismo, el Dios creador del universo, el Emmanuel, el Dios con nosotros, el Salvador, el Redentor. Él recibió una visita del ángel de Jehová. Mira el versículo 11, continuamos. Dice la palabra de Dios, y sentóse debajo del alcornoque que está en Ofra, el cual era de Joas a Biesagrita, perdón a mi español, hermanos, a veces se me traba la lengua, pero el mensaje que tengo le va a ser útil. Y su hijo Gedeon estaba sacudiendo el trigo en el lagar para hacerlo esconder de los marianitas. Ustedes que conocen la historia saben que los marianitas se habían esclavitizado al pueblo de Israel. se habían esclavizado al pueblo israelí y los oprimían y este hedion tenía un trigo pero él no quería que se la quitaran Porque si le vieron que tenía trigo, que le sobraba ese trigo, él tenía miedo que iban a inventar una multa o una infracción o algo, por alguna manera le iban a quitar. Es algo parecido a tratar de cruzar el DF con placas de otro estado. Usted sabe cómo está el asunto. Uno va vigilando para que no le pesca. Y él tenía ese miedo. ¿Y sabe lo que pasó? Él sencillamente estaba allí de escondidos. La palabra de Jehová dice, ¡No temáis! El profeta vino, ¡No temáis! Nada más, se les hace falta el obedecer. Este Jehová estaba ahí de escondidos. Y entonces Jesucristo personalmente lo visita. Mira el siglo XI, y el ángel de Jehová se le apareció y díjole, Jehová es contigo, varón impulsado. Amén. Hermanos, quiero decirle algo. Si Jehová está conmigo, Estoy bien. Estoy bien a pesar de lo que dice la gente. Estoy bien a pesar de las circunstancias. Estoy bien a pesar de mis sentimientos. Estoy bien a pesar de mis emociones. Estoy bien a pesar de mi salud. Si Jehová está conmigo, estoy bien. Y si Jehová no está conmigo, entonces no está bien. Aunque las circunstancias son excelentes y mi salud es excelente y todo el mundo habla bien de mí. Si Jehová no está conmigo, para que levanto. Y este varón recibió las noticias, que va, que está contigo, pero mira aquí el primer obstáculo a la victoria. En el versículo trece vemos la respuesta del varón Gedeón. Dice, y Gedeon le respondió, ¡Ah, Señor mío! Si el Jehová es con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo, no nos sacó Jehová de Egipto y ahora Jehová nos ha desamparado y nos ha entregado en mano de las Madianitas? Permítame decirle algo, hermanos. Este primer obstáculo a la victoria es falta de fe en Dios mismo. Imagina, Cristo mismo apareciendo y le dice, ¡Varón esforzado! No parece esforzado, está ahí escondidito, ahí sacudiendo su trigo, porque tiene miedo a los madianitos. Pero dice, ¡Varón esforzado! Entonces le dice, ¡Pero basta contigo! ¿Y cómo responde este varón? Responde como Pedro respondió cuando quitó su mirada de Jesucristo. Estaba ahí, y yo tengo mucho, mucho respeto a Pedro porque él tuvo más ánimo que su servo. Él salió de la vaca. Estaba caminando ahí, mirándole a Jesucristo, pero cuando quipó su mirada al autor y consumador de su fe, empezó a mirar las circunstancias alrededor de él, empezó a dudar. Y eso es exactamente lo que Edión había hecho. Él dijo, ¿cuál Jehová? Si de verdad está con nosotros, ¿por qué somos oprimidos? Yo he oído a otros hablar de las maravillas. Otros me han contado de las maravillas con que nos ha respetado. ¿Pero cuál, Jehová? Dudando de Dios mismo. Y si usted no tenga cuidado, usted puede caer en la misma trampa. La verdad es, hermanos, que yo conozco cristianos que cuando les platico parece que su Dios ha muerto. Sí, está en la edición. Usted le pregunta cómo le va y nada más le sale las palabras y se arrepiente de haberle preguntado. las historias no me va de mal a mal hermano Garley, de peor a peor. Saben, estábamos ahí en Perú hace años y un pastor ahí joven vino a mi papá con esa actitud que Dios ha muerto y todo va mal y él estaba diciendo ay mi hermano Garley tengo problemas y este problema y este problema y este problema al fin mi papá le dijo yo te voy a decir cómo deshacerte de todos los problemas en su iglesia Dijo mi papá, te tienes que deshacer de toda la gente. Hermanos, no estamos jugando canicas. Estamos en guerra. Estamos en guerra. y yo quiero estar con Cristo en lo rudo de la vida. ¡Es campo de batalla, hermanos! Y a veces las circunstancias nos van a ir mal. Algunos me dicen, Yo he visto al hermano que cuando era, Dios le contesta, pero a mí me parece que los cielos son de bronce. Nunca me contesta mi Dios. Si usted no tenga cuidado, puede caer en la trampa de empezar a faltar a fe en su Dios. Nunca obtendrás la victoria sin fe. Sin fe es imposible agradecerle el justo vivirá por él. Exactamente. Estábamos en El Salvador cuando tuvieron la guerra de Honduras. Es la única guerra que ambos países ganaron. Sí, ambos declararon victoria, tuvieron su celebración. No pudimos ir, mi papá tenía allí, unos estudiantes queríamos ir a conferencia en Nicaragua, Y no podíamos cruzar por tierra porque la guerra estaba fresca. Entonces, enfrentamos lancha. Y fuimos ahí, salimos de la puerta ahí de El Salvador para pasar al Nicaragua. Y una patrulla hondureña nos vio, empezó a acercarnos a investigar el asunto. Entonces fuimos más y más y más al Mar Pacífico. jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaj Ahí estábamos. A mí me gustó mucho porque yo pudo aquí así meter mi manito y tocar el agua. Cuando repente aparecieron unos tiburones y empezaron a ir abajo de la misma barca. yo creo que quizás pudiera haber tocado el tiburón cuando pasó por ahí no lo intenté pero quizás pudiera haberlo hecho estábamos así cuando en ese momento oí la voz de mi papi que empezó a cantar diciendo Con Cristo en tu barco puedes sonreír al tiburón, sonreír al tiburón, sonreír al tiburón. Hermanos, estoy aquí con todo mi corazón queriéndose de bendición a usted. No falta fe en su Dios. Con Cristo en tu barco puedes sonreír hasta al tiburón. Él te sostendrá. Él te sostendrá. Mi Jesús que tanto te ama, Él te sostendrá. Mira la respuesta de Cristo ahí, en versículo 14, dice, Y mirándole, ¡oh! Esto me enchina el cuervo. ¿Sabes por qué, hermanos? Porque a pesar de mis dudas, Él me mira con amor. Mirándole, Él, quien conoce todo, lo miraba a pesar del encierto que le estaba dando. Piénsalo bien, este Cristo dice, varones forzados, yo voy hasta contigo. Y mira la respuesta casi blasfemiosa que sale de los labios del éore de la historia, diciendo, Jesús le mira. Amén. ¿No lo consideras un milagro que Dios quiere usarnos a nosotros? Es un milagro. Es un milagro. Yo no estoy poniendo pretexto por pecado. Dios demanda pureza porque es tres veces santo. Pero hermanos, a pesar de mis debilidades y de mi humanidad, todavía me mira. a ver hermano, eso si, si eso no lo enseña el cuarro, usted tiene cuero de rinocero hermano la verdad es que mira, mirando a Jehová dijole, ve con esta tu fortaleza Dios dice, ve, yo estoy contigo y Dios dijo, pues lo dudo Entonces vaya solo, pero vaya. Vaya con tus fuerzas. Y mira la respuesta. Esto me acuerda de Moisés, ¿se acuerda? Cuando la salsa se ardía. Allí en El Salvador tuvimos un predicador que vino, gracias por su paciencia con nosotros, que a veces se nos falla una palabra por ahí y por allá, Pero este pastor predicaba de que Dios había dicho a Moisés, quita la sandilla de tu pie, dice. Pero ¿se acuerda la historia? Dijo, Moisés, yo todavía quiero que cumples con tu propósito, regresas tu llamamiento. Y él dudó, pues ¿quién soy yo? Es un buen perspectivo, yo no soy capaz. Misionera Venezuela me dice, hermano Gales, es que yo no me creo capaz de realizar la obra y la visión que Dios me ha dado. Y yo le contesté diciendo, me parece que estás listo, vaya. La verdad es, hermano, que Moisés dijo, ¿quién soy yo? Y Dios dijo, no importa quién eres tú, lo que importa es que yo voy a estar contigo. Entonces Moisés dijo, pues ¿cuál es su nombre? ¿Quién es usted? Y Dios dijo, yo soy. ¡Yo soy! todo lo que necesitas. Pero aquí tenemos el revés. Con Moisés dijo, vayas tú, dijo yo. Yo no soy capaz. Y Dios dijo, pues yo tengo confianza, voy a ir contigo. Aquí tenemos, dice, yo voy a estar contigo. Dice, yo lo dudo. Y digo, pues vaya tú solito, dice. Pero vaya, vaya en tus fuerzas. Y mira la respuesta, mira la respuesta en versículo 15. Entonces le respondió, es decir, Jevión le respondió, ¡Ah, Señor mío! ¿Con qué tengo que salvar a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manassas, y yo el menor en la casa de mi padre. ¿Se acuerdan las palabras que Cristo le dijo en el mero principio? ¡Varones forzados! Y aquí contesta este cobarde, Sí, dice Dios, va porque yo voy a estar contigo. Y dice, no, yo lo dudo. Yo no he visto a Jehová. ¿Quién es Él? He oído de Él, pero no lo conozco. Dice, pues vayan tus fuerzas, porque yo te envío. Y contesta, dice, ay, pues yo tampoco soy nada, dice. Yo soy de una familia muy pobre y yo soy el menor de todos. Ay, los pretextos que ponemos. El segundo obstáculo al cristiano es falta de fe en su Creador. Hermanos, Dios no se ha equivocado, tampoco se ha equivocado en darme a mí este mensaje para esta noche. Alguien aquí necesita este mensaje. Dios les está diciendo, yo quiero que subas, yo quiero que hagas grandes cosas para mí, yo quiero que tú enseñes una clase de Escuela Dominical, yo quiero que tú empiezas, yo quiero que tú seas patrón, yo quiero que... Y estás contestando, no señor, yo no puedo. ¿Usted cree que Dios se equivoca? Cuando estábamos en El Salvador, en realidad hermanos, a mí me molestó el color de mi piel y de mi cabello. y de mis ojos. Todos mis amiguitos fueron así, con cabello negro y ojos negros. Yo quería cambiar mi piel a ser más café. Sí, fui y me puse en el sol. Sí, sí, sí, sí, sí. Pero mi piel, mi piel es de Jorge Hermanos. Mi mamá es un Georgia Peach. Y yo nada más me puso rojo como una langosta. Y miserable a la vez. Y yo decía a mi papi, ¡Papi! Estaba en serio. Decía, ¡Papi! ¡Papi! ¿Por qué Dios me hizo así tan muero? Y la sabiduría de mi papá cuando contestó diciendo, ¡Ay, mi hijo! ¿Acaso tú crees que Dios se equivocó? Y yo le voy a hacer la pregunta, ¿usted cree que Dios se ha equivocado? Yo conozco jóvenes que se ponen en el espejo y dicen, ah, estas orejas de elefante. Este, este nariz tan grande parece Pinocchio. Y estos mismos que están así criticándose en el espejo, salen y tan pronto al mirar como sus críticas están ahí como el Don Juan, aquí estoy señoritas míramelo. ¿Sabes qué? Te voy a decir algo, Dios no se equivoca. Y usted, mi hermano, usted, mi hermana, está completamente capacitado, está completamente capacitada para cumplir con lo que Dios quiere que usted cumpla. Dios mismo dice, yo te envío. Pues no me preparaste bien. Si de verdad quieres que yo vaya, me hubiera dejado nacer en un hogar más rico. Me hubiera permitido no ser el menor de mi familia. Falta de fe en su Creador. diciendo yo no tengo valor delante de él nada podría ser más lejos de la verdad porque el valor suyo es en los ojos de Dios no basado en sus circunstancias algunos están aquí y la vida le ha tratado muy mal y muy duro y ha recibido golpes y Dios todavía quiere que usted le sirve Dios todavía quiere que usted sea útil en sus manos. Hermanito, venga para acá, venga tú. Sí, rápido, rápido. Rápido. Queremos dar tiempo. Yo le voy a regalar algo a usted, hermano, si usted quiere recibirlo. Yo no sé si seguro que vas a querer recibirlo. Pero si usted quiere recibirlo, yo le voy a regalar este billete. Si usted lo quiere, pero no estoy seguro que lo vas a querer. Le voy a hacer una pregunta. ¿Lo quieres? Siéntate, siéntate. Pasa usted, hermano, por favor. Pasa usted. Pasa usted, hermano. Venga, venga, venga. ¿Cómo digo? Yo le voy a regalar ese billete. Si todavía lo quieres, ¿ok? Lo único que quieres decirme es que lo quieres. Si de verdad lo quieres. Y si no lo quieres, no mienta, ¿ok? ¿Lo quieres? ¿No lo quieres? Suéntese. Estos jóvenes de este iglesia, cómo están, no lo quieren. Venga, hermano. Venga tú. Estaba predicando con el hermano Mario Arjona a los pastores y yo quería enseñarles que muchas veces pedimos a los jóvenes a hacer el ministerio exactamente como nosotros lo hacemos cuando tienen otra capacidad y para mi ilustración como soy alto Yo pensaba, yo voy a decir, la meta será poner este taza ahí donde sale el aire. Yo sabía que mi asistente, el que me ayudaba en la ilustración, no le alcanzaba. Yo quería enseñar, para mí es fácil, por lo alto que soy, y para él no será fácil, ¿sabe lo que cree? Y yo, pues así, fácil, ¿verdad? Sí, sí, dice. Le daba el tú, y fue, agarró una mesa, una silla, y se subió y le puso. Arruinó toda mi ilustración. ¿Lo quieres? ¡Oh, men! Pues mira, vamos a ver. No termino con él. ¿Ves? Ahora sin arrugas. Ahora está bien arrugada. ¿Todavía lo quieres? ¡No! ¡Ha sido maltratado y golpeado y pisoteado! ¿Pero todavía lo quieres? Pues es tuyo. Gracias, hermano. hermano, sencillamente lo que quería decirle a usted es esto no importa cómo este mundo le ha tratado a usted el valor suyo con su Creador está adentro y Él todavía le quiere a usted y para decir otra cosa es faltar fe en el mismo Creador quien le ha creado a usted no me importa cómo es no me importa lo que ha sucedido estaba en la iglesia el humano Cortés una persona de afuera que visitaba decía yo no sé si Dios podría usarme a mí o si Dios puede usarte y es cierto que hay ciertos pecados que descalifican a uno de ciertas posiciones en el ministerio por ejemplo, si usted roba banco hoy si usted roba el banco hoy, yo dudo que debemos ponerle a usted del tesorero mañana obviamente aunque hay ciertos pecados que le descalifican a uno de ciertas posiciones Pero no importa, a pesar de su pecado, a pesar de sus circunstancias, a pesar de sus debilidades, a pesar de sus defectos, Usted es de gran valor al Creador Suyo. Mientras que palpita su corazón, Él quiere que le siga sirviendo. Él quiere que le siga sirviendo. Mira lo que dice ahí el versículo 15, hermanos. Entonces le respondió, ¡Ah, Señor mío! ¿Con qué tengo de salvar a Israel? Y aquí que mi familia es pobre en Manassas, y yo el menor en la casa de mi padre. ¡Hermanos, somos hechura de Él, somos creación de Él! Mira cómo Dios responde, en versículo 16, Siobal le dijo, Porque yo seré contigo, y herirás a los marionetas como a un solo hombre. Y luego viene este tercer obstáculo y con eso terminamos. Y él, es decir, Gedeon, respondió, yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo. El tercer obstáculo es faltar fe en la palabra de Dios. Faltar fe en el mismo llamamiento que Dios nos ha dado. Moisés dijo lo mismo. ¿Cómo van a saber que tú me enviaste? Dios respondió diciendo que tienes a la mano con lo que ya tienes, ya te ha dado lo que necesitas. Vaya, cumple lo que yo he puesto delante de ti. Vamos a terminar con un versículo en primero de Tesalonesenses. Capítulo 5. El obstáculo a la victoria es falta de fe. Es falta de fe. Falta de fe en Dios. Falta de fe en su creación. Falta de fe en su palabra. Mira lo que dice ahí el versículo 24. Aquí, en esta versión, empieza con la palabra FIEL. Es el que os ha llamado. el cual también lo hará. Hermanos, vamos a terminar el mensaje como lo empezamos. Voy a pedir a los músicos pasar otra vez y vamos a cantar una vez más el número veintinueve. Él me sostendrá. ¡Ánimo! ¡Ánimo! Dios no ha muerto, y Él te ha preparado bien. Y eres llamado, y mandado, y enviado con propósito. ¡Cúmprelo! Fuera los pretextos, Él te sostendrá. Vienen los músicos. Y si no vienen, póngase de pie, lo cantamos a capulco, hermanos. Amén. Perdón, a capelo. Listos, número 29. Si la puedo abandonar, Él me sostendrá. Y si el mal me amenazar, Él me sostendrá. ¡No temas! ¡No temas! Él me sostendrá. ¡Cuenta con ella! ¡Él te sostendrá! Él me sostendrá. Nunca yo podré sortirme con tan débil fe, pero Él me sostendrá. Él me sostendrá, Él me sostendrá. Mi Jesús que tanto me ama, Él me sostendrá. Con su gozo, con su paciencia, ¿cuántos él salvo? ¿Y cuántos quiere salvar? ¿Cuántos más quiere salvar? ¡No te rindas! ¡Adelante! Todavía hay sierra para conquistar. Él me sostendrá, Él me sostendrá. Él me sostendrá, Él me quiso verte, vida y alma, la maldad. Dios su sangre por mi vida en eso se da. Él es Dios omnipotente, severano y todavía está en control. Y Él lo ha creado a usted con un propósito específico. El Dios probó el amor que tiene para por usted. Confíele, tome ese paso de fe y sírvale, sírvale, sírvale. Gracias Dios por la manera que la historia terminó. Gracias por la victoria que lograste con estos 300 hombres. Gracias por lograr la victoria de tal manera que nadie podrá decir ¡Ay, qué hombre! y todos tendrán que decir ¡Ay, qué Dios! ¡Qué hombre sirve! ¡Oh, Padre, anima estos corazones que vinieron dudando! ¡Anímales! ¡Fortaléceles! Y, Padre, le ruego que nos ayuda a cada uno de nosotros terminar bien y oír de Ti estos benditos palabras, bien hecho, bien hecho, cumpliste, no desmayaste, terminaste, y eso te lo pedimos en nombre de Jesucristo, amén y amén. Pueden estar sentados hermanos.
Como Vencer Los Obstaculos A La Victoria
Series Conferencias 2007
Sermon ID | 1028071924308 |
Duration | 42:35 |
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Language | Spanish |
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