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Vamos a pasar al capítulo 3 para hablar más específicamente. Habíamos terminado el capítulo 2 con el ejemplo de Epáfras y Timoteo. Y Epáfras y Timoteo son personas desinteresadas, son personas a las que tenemos que imitar en el hecho de cómo ellos hacen las cosas sin ningún tipo de interés personal, sino entregados totalmente a la obra del reino. Y es en verdad como tú y yo tenemos que vivir. Usualmente pensamos en que hay compartimientos en que tenemos que dedicar ciertas cosas a uno mismo, a la familia, etcétera, que no está mal. Ya ustedes saben nuestra posición, pero es el reino. Tú eres ciudadano del reino y tenemos que vivir continuamente en esa ciudadanía para el reino. Entonces Filipenses 3 nos va a permitir entrar a otro de los versículos que es muy hermoso, conocido por la cristiandad desde el momento que se escribió esta epístola. Una epístola que debe ser leída una y otra vez y cada vez que leemos una y otra vez nos trae más verdades, nos trae más un peso, madurez en el conocimiento de las cosas de nuestro buen Dios. Así que vamos a leer esto, el valor infinito de conocer a Cristo. Capítulo 3 de Filipense. Por lo demás, hermanos míos, regocíjense en el Señor. A mí no me es molesto escribirles otra vez lo mismo, y para ustedes es motivo de seguridad. Cuídense de sus perros, cuídense de los malos obreros, Cuídense de la falsa circuncisión, porque nosotros somos la verdadera circuncisión que adoramos en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no poniendo la confianza en la carne. aunque yo mismo podría confiar también en la carne. Si algún otro cree tener motivo para confiar en la carne, yo mucho más, circuncidado a los ocho días de nacer del linaje de Israel de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos en cuanto a la ley fariseo, en cuanto al celo perseguidor de la iglesia, en cuanto a la justicia de la ley, hay algo irreprensible pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por Él lo he perdido todo y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo. y ser hallado en él no teniendo mi propia justicia derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe, y conocerlo a él, el poder de su resurrección y la participación en su padecimiento, llegando a ser como él en su muerte, a fin de llegar a la resurrección de entre los muertos. No es que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado, pero una cosa hago, olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que todos los que somos perfectos tengamos esta misma actitud. Eso también se lo revelará Dios. Sin embargo, continuemos viviendo según la misma norma que hemos alcanzado. Hermanos, sean imitadores míos y observen a los que andan según el ejemplo que tienen en nosotros. Porque muchos andan, como les he dicho muchas veces, y ahora se lo digo aún llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo, cuyo fin es perdición, cuyo Dios es su apetito, y cuya gloria está en su vergüenza, los cuales piensan sólo en las cosas terrenales. Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un salvador, el Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aún para sujetar todas las cosas a Él mismo. Esperemos. Gracias, Señor, que nos das la oportunidad de leer todo este capítulo. de filipenses, de lo que tú inspiraste a nuestro amado apóstol Pablo, el amor que él tenía por su pueblo, por la iglesia que estaba en aquel tiempo, en aquel momento, sin pensar que a través de las generaciones nos alcanzaría a nosotros. Somos tu pueblo, Delfín. Somos la generación, Delfín. Creemos que va a faltar muy poco para que tú vuelvas. Así que ayúdanos a andar de acuerdo a esta ciudadanía que tenemos. Ayúdanos, Señor, a seguir expandiéndonos, creciendo en la vida cristiana para que otros vean nuestras buenas obras y te glorifiquen a ti, Padre, que estás en los cielos. Porque nosotros no tenemos ningún valor ni mérito, sino simplemente el hecho de dar a conocer tu nombre y lo daremos a conocer aún más. Por lo tanto, bendice a todos los oyentes. a todos los asistentes, a todas sus familias, porque tienen mucha familia, muchos seres queridos alrededor de ellos, donde ellos son su única esperanza, donde ellos son los que oran, interceden como sumos sacerdotes para que también te conozcan. Oh Padre, libéralos de la ignorancia y de las tinieblas, derrama tu favor sobre sus corazones así como lo has hecho en nosotros. para que estemos todos algún día contentos y gozosos, regocijándonos que tu palabra es verdad, que tu palabra es una alegría para ellos. En el nombre de Jesús oramos. Muy bien. Cómo vivir la vida cristiana. enfocados en la meta, o sea, cómo ponemos nosotros nuestros ojos en la meta. El versículo clave de esta visión, de lo que es también nuestra misión, nos dice aquí claramente que tenemos que poner nuestros ojos, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Y por supuesto, tú y yo sabemos que uno está hablando a ver si quizá vamos a llegar al cielo. A ver si quizá a lo mejor el Señor nos permite entrar al cielo porque ya sabemos que hemos sido salvos por la gracia, que la fe que el Señor haya ramado en nosotros es una fe en que tenemos la absoluta confianza y seguridad de que nuestros pecados han sido perdonados. de que hemos sido librados de una vida sin propósito, de una vida de inmundicia, de una vida que no nos permitía ver el rostro de Dios. Pero ahora tú y yo tenemos esa confianza. Una confianza que leímos en el inicio también en el escritor de hebreo, dice acercaos confiadamente. Mira las religiones que hay hoy en el mundo, tanto en el pasado como ahora en el presente, te dicen cómo acercarte a Dios. y te meten miedo o te dan ciertos consejos de cómo puedes acercarte a Dios. Pero aquel que conoce a Cristo ya está con Dios. Hemos entrado a su misma presencia. Entendemos el drama y la tragedia del Golgotha, del Calvario, de que él, como participamos de la cena del Señor en esta mañana, recordamos que su muerte fue por mi muerte, por mis pecados. que su sepultura fue para que yo tenga la absoluta confianza y seguridad de que mis pecados fueron sepultados con él, de que yo no puedo de ninguna manera borrar la injusticia de mi corazón. ¿Cómo puedo hacer blanco aquello que está inmundo a los ojos de Dios? No hay bueno ni aún uno. O sea que la correcta presencia que tú y yo tenemos, imagen de Dios, es que si no fuera por él no podría ser salvo. Si no fuera por Cristo, que es mi Rey, Señor y Salvador, no podría entrar en Su presencia, ni es más, ni atrevería a hablar de Él en este púlpito, si no tuviera la convicción de que Él ha perdonado mis pecados, tanto pasados como presentes, y aún futuros que espero no sean. Porque el creyente espera, cuando pone sus ojos en la meta, vivir una vida sin pecado. No es que seamos perfectos, pero vamos camino a la santidad. Y entonces sabemos que hay problemas que se presentan. Y el apóstol no va a dejar de mencionarnos alguno de esos inconvenientes, pero el creyente tiene que tener sus ojos puestos en la meta. Es como un corredor que se prepara, se entrena para una carrera especial. Sea un maratón, sea un triatlón, sea un decatlón, como quiera, nadie entra en esta carrera si no está preparado. lo mismo tú y yo ya estamos preparados por la gracia de Dios para entrar en esta carrera. Entonces tú y yo también hemos sido al oculista en diferentes puntos y partes en nuestra vida, por lo menos yo soy míope desde muy joven y me di cuenta de aquello cuando el que me medía la vista me decía bueno eres míope tienes que usar esto. eso fue corregido pero los lentes que uso es para poder leer más cómodamente porque conforme avanzamos en año nuestra vista de lectura se acorta, se vuelve borrosa entonces ya no eres míope sino más bien hay presbicio por eso todo el mundo después de los 40 trata de ocultar que ya usa lentes pero la edad y los ojos nos delatan ¿por qué ocurre aquello? bueno porque este es un cuerpo de humillación para que lo tengan presente que Pablo dice este es un cuerpo de humillación, el cuerpo caído, pero es un cuerpo humillado pero regenerado por la gracia de Dios hecho una nueva criatura. Entonces por eso es que necesitamos ver bien cómo el Señor al salvarnos nos permite tener una comprensión más clara de la vida. No estamos para complicarnos la vida. Estamos para hacerla más simple y sencillo porque adoramos a Dios en espíritu y en verdad. Pero muchas veces me temo que nuestra visión es muy borrosa. Todavía no podemos a veces definirnos o definir algunas cosas de la vida cristiana porque somos nuevos. Por ejemplo, un niño nace y solamente por los movimientos que hace o conforme va creciendo, le ponemos un sonajero o algo y él sigue el ruido. Ah, sí, oye, sí ve, pero todavía su comprensión de la vista o de lo que oye es muy limitado. Y lo mismo ocurre en la vida cristiana. Vamos, como recién nacidos, hay muchos que ya pueden ver mucho más allá. comprenden y entienden algunas de las cosas de Dios que son difíciles, pero al mismo tiempo vamos hacia esa meta, vamos viendo más. Y ocurre lo contrario de lo que ocurre con nuestro cuerpo de humillación. En verdad cada vez vemos mejor las cosas de Dios, con mayor claridad. Por eso al usar esta ilustración de poner nuestros ojos en la meta. O sea, estamos preparándonos en el camino para cuando lleguemos al cielo, pero no olvidamos la visión peripheral. Así que por eso apelo también a lo que tú has sido cuando has sido al oculista, a un optómetra o a un oftalmólogo, te miden la visión peripheral, mire al frente, mire al derecho, mire allá, y entonces comienzan con su dedito a ver dónde es que comienza a saber, para ver si tu vista peripheral está bien. Y tú sabes, es una maravilla. El ojo es una mecánica muy simple realmente, pero es una maravilla. Y entonces tú sabes que hay algunas cosas que están ocurriendo por tu derecha, mi derecha, y hay otras cosas que ocurren por la izquierda, pero es la mirada directa, derecha, la que nos importa en la vida cristiana. Porque hay muchas distracciones en el mundo. Entonces, no es que no estamos interesados en lo que no ocurre a nuestro alrededor, pero considera lo que es para quitar tus ojos de la mente. La vista peripheral puede ser importante, pero lo vamos a usar como Pablo lo utiliza. Hay una vista peripheral 1 y hay una vista peripheral 2 porque tenemos dos ojos. Miramos a la derecha o miramos a la izquierda, pero no descuidamos lo que hay al frente. Y eso cuando a veces hay distracciones ocurren accidentes como hace poco que nos ocurrió a nosotros. porque alguien se descuidó bajo la vista y no se dio cuenta que los carros habían parado y me dio por atrás. Siempre hay una primera vez. No había tenido un accidente así, no voy a decir, casi nunca en la vida. Y no sorprende porque como tú no has experimentado aquello, entonces no sabes qué es lo que está pasando, lo que está ocurriendo. realmente me hicieron volar en el carrito pero gracias a Dios no pasó nada y siempre todas las cosas pasan y ocurren con un propósito alguien que no pone sus ojos al frente que no está atento a lo que ocurre alrededor va a fracasar entonces Dios no nos ha permitido que vivamos la vida cristiana en la ignorancia o como te parezca porque la gente a veces emplea su discernimiento corrupto para decir esta es la manera de hacer las cosas entonces yo no entiendo porque por eso Dios te ha dejado a ti maestro y líder para que no haga las cosas como a ti te parece sino más bien como el Señor nos guía a nosotros para hacer las cosas porque ese es para tu bien porque todos nosotros ponemos nuestros ojos en Cristo en la meta y por eso estaba hablando de la armonía está hablando de que hagamos todas las cosas sin dudas, ni murmuraciones. Entonces el diccionario examina y define la meta como un término señalado a una carrera. Y por eso Pablo dice, no que lo haya alcanzado ya, porque él estaba vivo. Mientras tú y yo vivimos, no hemos llegado a la meta. Pero vamos a llegar. Y por eso él habla de libación. y era la libación, dice, bueno, yo espero ser liberado, pero si no soy liberado y tengo que morir, a eso es a lo que se refiere él, mi vida ha sido derramada en libación. Y era interesante todas las ofrendas que el judaísmo que Dios le dejó al pueblo de Dios. O sea, cuando tú y yo vivimos, hemos vivido el Evangelio, voy a ponerlo desde muy niño, o muy jóvenes en la vida, creo que no hay nada de malo en que te hayas convertido de adulto pero siempre una persona adulta dice me gustaría haber conocido al señor de joven si hubieran evitado muchos de esos errores y cosas que han pasado en la vida en verdad agradezco al señor esa oportunidad pero Dios siempre tiene su propósito lo más importante es entrar en la carrera porque si no entras en la carrera no llegas a la meta Así que, dejando lo que queda atrás, porque Pablo se convirtió a adulto, y no es que su vida haya sido inmoral, al contrario, fue muy religiosa, pero en esa vida religiosa amenazante mató a algunos. Fue peor de la vida que muchos, a lo mejor de nosotros, llevamos en categoría moral, porque todos somos pecadores. Es la gracia la que nos salva. pero Él dice no que lo haya alcanzado, aunque mi vida sea derramada en la invasión, porque desde el momento que Él conoció al Señor, y ese debe ser el momento para todos nosotros, es que sí, yo tengo un trabajo secular, pero mi vida es de Cristo. Yo tengo que trabajar para el reino. Toda mi vida y mi meta, aunque tenga yo que trabajar para el gobierno, aunque tenga que trabajar para algún empleador, aunque tenga que recibir órdenes de alguien más, Mi rey es Jesucristo. Yo soy ciudadano del reino. Así que yo tengo que vivir en esta tierra porque algún día espero cruzar la meta. Otra vez, no porque dependa de mi sobra, sino porque es lo que Él me manda. Y por eso Él decía, no todo lo tengo por basura, con tal de ganar a Cristo. Su deseo era vivir ardientemente por el Señor, agradar a Cristo, sin importar lo que digan los demás. Cada segundo de su vida, aunque sea derramado en libación. Y hay un acontecimiento en el Antiguo Testamento, para cuando tú lo leas, en que va a traértelo a la mente y al recuerdo, si ya lo has leído, en que David está atacado, rodeado de filisteos, y no puede llegar a un pozo de agua. O sea, tú y yo que vivimos en una civilización tan adelantada y tan moderna en estos tiempos, comparado a 1492, del descubrimiento de América o el comienzo de la Edad Media para algunos, o el término. Realmente hay muchas cosas que tú y yo podemos tomarlas como aludidas o asumidas, pero la gente vivía muy difícilmente. Todavía no, mucho tiempo atrás todavía hay gente que vive en condiciones que son muy difíciles. Y David, que estaba acercado y que la gente vivía del pillaje, tiene sed. Algo muy común, no importa si naciste en la época de Abraham o los otros días, los niños, las niñas, todo el mundo tiene sed. Y él anhela y dice, yo recuerdo de mi vida vieja pasada, hay un pozo en Belén, ¿quién me diera a beber del agua de ese pozo? De ese manantial, ¿no? De ese ojo que embrota del pozo, esa agua que hoy día siempre tratamos de tomarla de la mejor manera posible. Y hay algunos colaboradores, soldados, sus nombres se me escapan, que oyen aquel deseo del rey. Y hacen una escaramuza y se meten y le traen al rey el agua. Para satisfacer el anhelo de su rey, que había enfrentado tantos males y que ahora ellos estaban con él. ¿Y qué hace David? La derraman y vacían. jamás beba yo lo que estos hombres pusieron su vida a riesgo de sus propias almas para satisfacer un deseo mío. Lo interesante de esto es que cuando tú y yo venimos a esto y que Pablo menciona en la evasión, él ha derramado su vida, sigue derramándola. Bueno, ya murió, está con el Señor, disfruta de él como muchos de los creyentes, pero su vida fue derramada en la evasión para él. quemamos la vela de ambos cabos, que cuando tú puedes mirar atrás, todo, cualquier cosa que tú hagas para Dios es lo que cuenta. Cualquier asunto que tú hagas en relación a Dios en tu vida es una animación para el Señor. Por eso Pablo habla también en Romano de que ponemos nuestra vida en el altar del sacrificio. Y cada vez que tú hagas la voluntad de Dios claramente y que no dejes de hacer los asuntos del reino porque tú prefieres sacrificar aquello por la obra del reino, el Señor dice es una aliviación, es olor grato a su nombre. No es porque el aplauso o que esta persona dice mira qué bien trabaja. Entonces tú y yo tenemos que tener nuestros ojos siempre centrados en aquello. Aún cuando tú das de amamantar a tu bebé, Como madre, cuando cumples tu deber de madre. Cumples como esposa tu deber en la casa. Cumples tu deber como padre. No solo dedicarte a tus hijos, sino dedicarte a tu casa. Cuando cumples tu deber y responsabilidad en tu trabajo por el jefe que más agrio sea, o tu jefa más agria sea, y que nos tratan de hacer la vida a cuadritos a nosotros. Recuerda que eres ciudadano del reino, que tu vida debe derramarse en divasión para Dios. ¿Qué es lo que estamos haciendo para Dios? Entonces tomamos como que si hacemos ese parado en lugar de vivir, que la manera como vivimos incluye todas las cosas que hacemos, todo lo tenemos por basura con tal de ganar a Cristo. Y por lo tanto ponemos nuestros ojos en Jesús. Es lo que otra escritura nos dice a nosotros. Y he puesto un árbol. Y no hay nada que ocurra en nuestra vida que se envanue, porque hace poco estuve frente a ese árbol. Esta es una foto reciente. Es un cedro. Cumple lo que todo árbol debe hacer. Su raíz va para abajo, y sus ramas, aunque nos parezcan torcidas, dice, el cielo es mío, la expansión de los cielos. Tú no vas a ver, aunque sea una rareza, que el árbol crezca para abajo. Los árboles siempre van hacia arriba. Eso es el álamo. Este es un cedro, pero esto en el álamo, el fuerte o la iglesia que está en ¿Cómo se llama el lugar? San Antonio. Casi digo San Agustín porque está tan cerca aquí. En San Antonio, Texas. Hay otro árbol más viejo, pero este me llamó la atención porque dice, no importa, la cosa es que yo tengo que extenderme porque mientras más me extienda, más luz, más alimento. No aún para la Tierra como Dios lo ha hecho. Y claro, la geografía es diferente. Al vivir nosotros en la florida, el calor y la humedad, No hay árboles de esta naturaleza que puedan crecer tan bien, pero cuando tú vas alrededor del mundo encuentras toda clase de árboles. Lo interesante es que han respetado aún en el centro de la ciudad estos árboles que son cedros y ves la edificación pegada. Aquí tratamos de quitar todos los árboles, no ese que caiga en la casa con el huracán. Pero no hay árboles de esta naturaleza porque la geografía sí es, incluso cuando vas más hacia arriba a la altura no vas a encontrar esta naturaleza de árboles. Pero nos recuerda al Salmo 1, dice que el varón que es bienaventurado, que sigue el consejo de Dios, que se alimenta de las cosas de Dios, es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae. Pero tú ves, si no lo riegas, tus plantas que te adornan tan bonito tu casa, se mueren. Si no pones atención a esto, por eso, tú y yo, ¿cómo crecemos en la vida cristiana? Todos los mensajes anteriores se aplican. Todos estos mensajes porque el creyente tiene que ocuparse en su salvación con temor y temblor. Tiene que preocuparse en que se ha crecido, que si la expansión de los cielos es tuya, quizá hoy día no comprende, quizá eres una ramita, pero tú vas a crecer, vas a ver las maravillas y las promesas de Dios en tu vida de manera tal que dices, es verdad. Y es Dios quien te bendice, es Dios quien te guía, es Dios quien te ha arraigado a ti en Cristo Jesús. Y por eso nuestro peregrinar, la analogía que emplea Juan Bunyan del progreso del peregrino, es tan cierta y tan real para nosotros. Porque tú y yo vamos en este camino de la vida, este viaje de la vida. ¿Te acuerdas cuando eras adolescente? Tal vez te acuerdes algunas cosas de la niñez. De vez en cuando le pregunto a mi hijo si se acuerda que de niño ocurrió esto o lo otro y me dice que sí. eso quiere decir que está grabado en su memoria pero muchas veces pensamos que esas son cosas triviales que a lo mejor los niños no se acuerdan o te acuerdas de las cosas que hiciste de adolescente las rebeldías a lo mejor y las locuras etcétera de la vida de juventud o de adulto pero cuando venimos al Señor entonces todo lo demás tiene sentido como Dios a pesar de tu vida te cuidó y como Dios te ha bendecido ahora de manera tan de que realmente ves que hay una diferencia en el varón próspero. La gente hoy habla de prosperidad en otros términos, no habla de la prosperidad espiritual, de la bienaventuranza, no existe casi una palabra en que podamos decir que las beatitudes, las virtudes, muy distinto del shalom o de la justicia que se mencionaba en el Antiguo Testamento, o de este regocijarse que, entrando en el texto recién, capítulo 3, versículo 1, dice, por lo demás, hermanos míos, regocijense en el Señor. O sea, el creyente, esta palabra regocijarse, es todo lo que hay de que cuando la Palabra de Dios, tú la vives, que a pesar de los problemas y obstáculos es Dios quien resplandece su rostro sobre ti para que tú tengas paz te das cuenta que es Dios quien está guiando tu vida que es Dios quien norma tu vida eres como este árbol es añejo más de 200 años y te asombra pero está haciendo su labor esa es su labor Su función es crecer. Y tú y yo somos seres humanos a los cuales tú y yo tengo que emplear ilustraciones para que entiendas que nosotros no reclamamos cosas que son temporales. Porque a la gente le gusta reclamar cosas que son temporales y materiales. No los famosos de claro, yo reclamo. No, reclama para ti tus ojos en la meta. en la manera como Dios conduce tu vida cristiana, porque cosas que ojo no vio, ni oído yo, ni han subido en corazón de hombre, no es para los muertos, es para nosotros. Que hoy en día cada vez que alguien nos enseña, nos predica, tú comienzas a abrir tus ojos, es maravilloso. Dice, no sabía que existía esto, no sabía que esta verdad de la palabra de Dios era para mí. y te das cuenta conforme vas creciendo en la vida cristiana. Y si hay algo que tienes que reclamar, es reclamar esto que el Señor dice, cosas que ojo no vio, ni oído yo, ni han subido en el corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Entonces, en esto de la vida cristiana, ya tenemos ahí, han visto su meta, su objetivo, vamos a considerar entonces ahora la vista peripheral número uno. y Pablo nos enseña por el Espíritu Santo que tenemos nosotros que tener cuidado de aquellas tres cosas. Usualmente los antiguos y maestros antiguos en la Biblia siempre empleaban las triadas, se han dado cuenta cómo hemos empleado anteriormente tres flechas, tres cosas, aún en esto de la vista peripheral, la vista peripheral dos y la meta son tres, que nos ayuda a nosotros que las cosas prácticas de la vida recordar Entonces yo creo que va a ser fácil. ¿Dónde tiene usted que mirar siempre? Al frente, a la meta. Y las cosas que ocurren circunstancialmente no deben distraerte. Pueden ser importantes, pero olvidamos que estamos tú y yo, soltero, casado, niño, joven o adulto, vivir la vida cristiana para nuestro Señor Jesucristo. Así que Pablo ahora dice, cuídense, otra vez de tres cosas. Esa triada de los perros, de los malos obreros y de la falsa circuncisión. O sea, guiándonos en la vista peripheral y los versículos 1 al 13. Y sobre todo el resumen está en el versículo 2. Cuídense de esos perros, cuídense de los malos obreros, cuídense de la falsa circuncisión. ¿A qué se estaba refiriendo el apóstol con éste? Bueno, nosotros venimos de una familia perrera. No que seamos perros, pero nos gustan los perros. Aunque yo estoy llegando a la edad de jubilación de perros. Y a conforme se vayan yendo, no volverán. Pero siempre desde niño yo me acuerdo que había perros. Algunas veces no eran muy amables conmigo. Digamos, me rechazaban seguramente porque me veía en cara de perro, no sé, pero bueno. Yo creo que uno de los primeros perros que yo recuerdo se llamaba Copetón. y mi mamá que está acá seguro dará testigo de él. Y he sido el único perro que me ha mordido, porque no recuerdo otro perro que me haya mordido. Se han puesto medio agresivos, pero no me ha mordido como decir, ah, me mordieron. A través de la larga vida que el Señor nos da. ¿Qué eran los perros? Para un judío. ¿Pero por qué Pablo está hablando de los perros? Y pienso yo de que no necesariamente se está refiriendo al canino. Pero también hay otra raíz griega para perro, que significa nuestra adoración a Dios. Por ejemplo, casi todos sabemos que si yo digo, ese es un buen cano, espero que los dominicanos no se vayan por el cano. sino que me refiero al perro, es un can, es un canino. ¿Me van siguiendo? Y resulta que la palabra para adorar a Dios, pro-can, es como un perro que dobla sus rodillas delante de Dios. Así que podemos asumir, sin exagerar mucho, que Pablo está refiriéndose a aquellos que creen que adoran a Dios. pero no lo son. Pero quizás el término más pegado de cango a estos perros es que los perros son oportunistas. ¿Has visto cómo se roban la comida, sobre todo de los más chiquitos? Ellos están viendo la oportunidad y de repente se escapó el perro y hay gente que está horas buscándolo. ¿Buscan una oportunidad? Y quizá va más en esa dirección, porque estamos hablando de la vista peripheral, sobre todo cuando tú ya creces un poquito y estás en medio de este ambiente, las llamadas que mucha gente utiliza para engañar. Dice, cuídese de tal engaño, cuídese de los emails que le mandan. Hay mucha gente que es oportunista. Entonces nos manda a ser astutos como la serpiente, sencillos como la paloma. ¿Recuerdas el proverbio? ¿Recuerdas cómo el Señor nos avisa, nos enseña a nosotros a ser avisado? Y cómo en esta vista peripheral, mientras vamos corriendo y caminando la vida cristiana, hay que tener cuidado con la gente que nos rodea, con la gente que pone ciertos pensamientos en nosotros, con la gente que muchas veces parece ser fiel, como el perro lo es. Parece que está de nuestro lado, pero son perros que muerden la mano del que le da de comer. Me gusta emplear dichos castizos. El gato representa el animal doméstico ingrato. Ese es un gato ingrato. El perro no, pero aquí, en este caso, en nuestra vista peripheral, el apóstol Pablo me enseña a mí que tengo que tener cuidado de lo que él subdivide de un grupo mayor de los judaizantes. de la gente que es oportunista, de esos malos obreros también, esos perros que están al acecho y no necesariamente van a representar de un grupo religioso, puede ser, pero hay mucha gente que trata de aprovecharse de nuestra condición y situación y tú y yo tenemos que tener discernimiento. Y creo que muchos de nosotros hispanos somos bastante maliciosos en una buena manera, pero a veces somos demasiado inocentes. Inocente en el sentido en que no vemos la malicia de otra gente, en cómo conducen. Y quizá, y sin tratar de ofender, es la manera como hombres seducen o como mujeres llevan al esposo a tomar decisiones que realmente no son bíblicas, sino nos alejan de nuestra correcta adoración al Señor. Y luego habla de los malos obreros. de aquellos que sí a lo mejor tienen intenciones religiosas, sí a lo mejor trabajan en un grupo religioso, pero no buscan nuestro bien, sino el bien de ellos. Entonces, la diferencia que Pablo está poniéndonos aquí entre Epafrodito y Timoteo con malos obreros, son de aquellos que trabajan para su propio bien, su propio beneficio. Entonces tú y yo tenemos que tener cuidado en eso. Sí hay perros que son oportunistas, sí hay malos obreros, malos hermanos, malos familiares aún creyentes que te pueden incitar a desviarte de las cosas de Dios en su vista peripheral, pero tú estás advertido. Dice, no, no, este me quiere distraer de las cosas de Dios. Por eso hablo de la novela, de la analogía de Juan Bunyan. porque me parece que a pesar de que fue escrito en 1600 de nuestra era cristiana, él está en la cárcel por causa de Cristo y describe cómo el cristiano que va rumbo al cielo, a la ciudad celestial, todo lo que pasa alrededor, por la feria de la vida, por las tentaciones, por el desaliento, por los ataques del diablo, una analogía maravillosa, porque estamos en el camino angosto, no en el camino ancho. Así que un creyente va a ser probado. No te asustes, es normal. Estás bien, estás vivo. Algunas veces la gente se asusta del dolor. Bueno, claro, nadie quiere tener dolor. Pero si tienes dolor y sientes dolor, estás vivo. Amén. O sea, minémoslo por el lado positivo, porque el dolor nos avisa. Es el cuerpo de la humillación que estamos preparándonos para entenderlo. Pero hay gente que son malos obreros, que están en un púlpito, en una iglesia, en una religión, aún personas mayores, maduras, supuestamente en la fe, que tratan de desviarnos. Son malos obreros. No están en la viña del Señor para que la viña florezca y crezca, sino son como el mayordomo malo, que solamente piensan en la carne. Nota cómo habla también más adelante, cuyo fin es perdición, cuyo dios es su apetito y cuya gloria está en su vergüenza, los cuales piensan sólo en las cosas terrenales. Son enemigos de la cruz de Cristo. Y aunque eso corresponde a la otra visión peripheral, el apóstol lo une. La enseñanza de Dios nos dice, son malos obreros. Y ni hablar de aquellos que tienen una apariencia religiosa, son los que más daño hacen. Y tú lo miras cuando la gente trata de defender una religión que los conduce a la perdición. Por eso me parece muy adecuado que el Señor haya llamado a un religioso a la vida cristiana y espiritual como fue Pablo. Antes era Saulo de Tarso. Nota cómo él habla de las cosas de su religión, de la que él podía tener mucha jactancia, que era justo ante los ojos de la gente, pero no justo ante los ojos de Dios. Dice, porque ellos cuídense de la falsa circuncisión. Y creo que aquí tenemos que elaborar un poquito más, porque él siendo judío y siendo varón fue circuncidado al octavo día. O sea, él como hombre tenía en su cuerpo las marcas de su religión. Y casi no has visto que toda religión tiene una marca, tiene un logo, tiene un eslogan, tiene una visión, tiene una misión, para que lo reconozcamos y pareciera que fueran los únicos que existen. Querido hermano, hay 7.000 personas, como emplea Pablo en Romanos, que no han doblado sus rodillas ante Bahá'í. Hay mucha gente que enseña y predica la palabra de Dios. Hay muchos hombres siervos hispanos y no hispanos. que a través de la gracia del Señor los ha llamado para hablarnos la Palabra del Señor. Pero somos también afortunados de tener un cuerpo en el cual podemos crecer, porque hay mucha gente desmembrada. Dirá usted, pastor, usted a veces ora o dice cosas, pero no entiendo cuál es el contexto. Lo va a entender poco a poco en las aplicaciones. ¿Cuál es el contexto en que el creyente tiene que vivir? porque hoy en día que tenemos tanta tecnología la gente comienza a oír a gente en Siberia, en la Rusia a gente en el África como que ahí Dios nomás está obrando a gente en otro país y dice fíjate has oído a fulano en cuanto a esto no tengo ningún tipo de requemazón ni de envidia ni nada por el estilo pero es como que tú me dijeras que el esposo de tu vecino es mejor esposo que el tuyo o como un esposo dijera, oh pero mira esa esposa es magnífica, como atiende al esposo, es mejor, por eso es mejor esposa, mejor esposo. O tu miras a unos niños y dices, me gustaría que mis hijos fueran así, creo que a nadie le gustaría eso, porque tus hijos son tus hijos. Quizá puedes ver otro tipo de comportamiento pero tú no sabes. Por cuanto todos pecaron están destituidos de la gloria de Dios. Tenemos expectativa y esperanza, pero las comparaciones siempre son malas y negativas. Pero Dios nos permite a nosotros, la congregación local, para crecer. Porque somos miembros, no desmembrados. La oreja no puede vivir aparte de la cabeza. La cabeza no puede andar por un lado y los brazos y las piernas por otro. Si no tienes piso, te caes. Caeremos como una guanábana madura. Caeremos como un mango de lo alto maduro. Hay leyes que tenemos que obedecer en cuanto a Dios. Y hay gente que piensa que guardando su religiosidad se va a salvaguardar de aquello. No están poniendo sus ojos en la meta. Entonces tú y yo tenemos que, hoy en día, casi todo el mundo es cristiano. Todo el día dicen, yo también leo la Biblia, yo también, hasta ciertos católicos romanos creen en ser cristianos hoy en día. y leen la Biblia, y leen el Santo Evangelio, y tienen sus nombres y su liturgia, y hay una diversidad de manera de ver mucha teología del punto de vista de luteranos, episcopales, bautistas, menonitas, a lo mejor traen confusión, pero no al creyente que anda por el Espíritu y que su mirada, su vista, la manera como tú creces, está en Cristo. y Pablo no lo enseña claramente a nosotros. Si tienen en qué confiar ellos en la carne. Mira cómo domina tal o cual cosa. Las lizonjas a las cuales estamos acostumbrados muchos, de nada me sirve. Al pastor predica muy bien. De nada me sirve si no lo aplicas a tu vida. De nada sirve que diga, mira, coordina muy bien. O, ah, sí, esto es verdad de lo que la palabra dice. Si no lo vives. Por eso Dios nos manda a vivir en comunidad. la comunidad cristiana. ¿A qué le escribe Pablo? Imagínate tú si lo que digo es verdad o no, si es cierto o no. Pablo escribe a la comunidad cristiana en Filipos, a la comunidad cristiana en Romanos, en los Gálatas. El creyente no puede crecer a su manera. Es imposible que una de estas ramas vaya por su propia vida si la cortamos a ver que se haga otro árbol. Estamos unidos al tronco de Cristo. Su rica savia nos nutre. Y entonces tomamos y reclamamos las verdades de Dios. Y Pablo dice, pero antes yo me gloriaba en estas otras ramas. Cuídense de aquellos legalistas, de aquellos que tratan de guardar una religión, que dan la apariencia de piedad, pero no lo son. Cristo mismo no lo dijo. O sea, los apóstoles toman muchas de las enseñanzas de Jesús y te la aclaran, te la amplifican, porque el Hijo por su fruto los conocerá. Hay de ustedes, ¿verdad?, fariseos hipócritas, porque dejan a un lado lo mejor de la ley, simplemente para buscar ciertas cositas, pero hacen reo del infierno a mucha gente, porque ustedes ni con el dedo meñique la quieren levantar. Jesucristo, el gran cumplidor de la ley, es el que nos da su justicia, pero no para que te gloríes en las cosas que religiosamente has hecho. Yo fui caballero de no sé qué, ya tú puedes ponerle al apellido. Yo fui hermana de no sé qué, pero que no sea hermana en la carne, sino de la congregación tal, y se jactan de aquellos logros. Una vez entré a una casa y me dijeron, mira aquí está, yo fui a tal lugar santo y me dieron mi diploma que está sellado que fui a aquel lugar santo. Tomé el agua de aquella fuente, me bauticé en aquel río. Es lo que Pablo está diciéndonos. Si alguien tiene de qué jactarse en la carne, yo más. Yo fui fariseo, fui circuncidado del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín. Yo pertenezco a la genealogía, al linaje hebreo de hebreos en cuanto a la ley fariseo, en cuanto al celo perseguidor de la iglesia, en cuanto a la justicia de la ley hallado irreprensible. Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. O sea, cuando la cruz se abrió ante Él, el monte Golgotha y el Cristo resucitado. ¿Quién eres, Señor Jesús? Yo voy a hacer todo lo que tú me pidas. Porque Él se dio cuenta que todo lo que había hecho en su vida pasada, aún esa religiosidad que Él tenía era basura. Habían dado por el camino equivocado, el arrepentimiento lo hizo a un volver de una religión pagada en un sentido, en una religión hueca y vacía. porque estaba confiando en su propia justicia. Era para él ganancia. Era para él en los logros, el sentirse que sí había alcanzado y que Dios, cómo tú no me vas a salvar. Mira todo esto, gentiles. Mira todo esto, perro. Cómo este cristianismo va creciendo. No te conocen a ti, o que va, que has dado la ley en el monte Sinaí. Porque tú eres el que has hablado a Moisés. Fariseo de fariseo estaba andando al pie de la ley. Pero era basura. Y ahora al comprender todas esas cosas con tal de ganar a Cristo, dice, lo estimo como pérdida. La vista, el perder la vista en ese sentido para con tal de ganar a Cristo, vale la pena. Por él lo he perdido todo y lo considero como basura, a fin de ganar a Cristo, y ser hallado en él no teniendo mi propia justicia derivada de la ley que él trató infructuosamente de cumplir, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe, y conocerlo a él, el poder de su resurrección, el poder de la resurrección que lo salvó, y la participación de su padecimiento, estaba preso, Sé que tú y yo participamos de las aflicciones y las pruebas por ser cristiano, llegando a ser como él en su muerte, a fin de llegar a la resurrección de entre los muertos. Pero no me duermo en mis laureles, no que lo haya alcanzado ya. Y eso es lo mismo para ti y para mí. No que lo hayamos alcanzado. Así que, ¿qué podemos nosotros decir como una aplicación para nosotros al terminar en esta mañana? La vida espiritual que tenemos es gracias al Señor. Corremos esta carrera con los ojos puestos en Jesús. No hemos encontrado una varita mágica como algunos piensan para traer prosperidad a tu vida. No. La resurrección del Señor Jesucristo en nosotros también nos equipara con su padecimiento, sus sufrimientos. Cuando tú padeces, cuando tú sufres, cuando padecemos la ignominia y el desprecio de los demás, sabes que estás en el camino verdadero. Si no, si el diablo no te estorba, si la gente que no es creyente no te estorba en la vida cristiana, entonces cuestionamos si en verdad seguimos en un legalismo, en una religiosidad. Pero si has contemplado a Cristo, tú te vas a tirar por un barranco. Eso de que la gente te lava el cerebro como emplean algunos, no. Ojalá que Cristo siga lavándonos, amén, con su sangre preciosa. que siempre que respondamos y que nuestra vida sea porque Cristo realmente es nuestro Rey y Salvador. Así que Pablo está hablando aquí no de una descendencia en la carne, no de aquellos que hoy en día, por ejemplo, hay mucho mesianismo. La gente sale por ahí, hay que orar por Israel cada vez que hay un enredo de estos que ocurren en el Medio Oriente. Tú eres el nuevo Israel. Tú eres el pueblo. La gente debe orar por nosotros. Oramos por nosotros. Intercedemos más bien por ellos, porque están todavía ciegos. Pero piensan que acercarse a esas cosas es la circuncisión. Estás fijándote en una vista peripheral. No que Dios vaya a tratar, pero es una vista peripheral. Pablo, que era judío de judío, nos dice, no, amados hermanos, sus ojos en Cristo. Él es el cumplimiento de la ley. Él mismo lo dijo, yo he venido para cumplir la ley, no para abolirla. Cuando miramos a Cristo, Él cumple la ley por nosotros. La vida de justicia que tenemos es la vida de la justicia de Cristo. Así que no creamos aquella gente que piensa que por guardar una religión o por hacer tal o cual cosa, tu vida va a mejorar. tu matrimonio va a mejorar, o tus hijos se van a comportar y van a ser de tal o cual manera. No, Pablo, lo que nos enseña a nosotros es que tú eres descendencia de Abraham. No nos gloriamos en la carne, somos descendientes de Abraham por medio de la fe. Hagamos tres rápidamente aplicaciones de lo que Pablo nos enseña a nosotros. ¿Qué tenemos que hacer entonces? que es la mejor visión que tenemos. ¿Qué tenemos que hacer? Es regocijarnos en la verdad de Dios. No te regocijas en la verdad de Dios. Y cuando nos regocijamos en la verdad de Dios es que necesitamos recordar la verdad de Dios. Cuando recordamos la verdad de Dios somos como ese árbol, nos afirmamos en la verdad de Dios. o sea que como en un mismo ser viviente, quizá no racional. ¿Has visto la maravilla y la misericordia de Dios? La raíz agarra la tierra. La raíz crece siempre para abajo. La tierra lo atrae, la raíz. Ella busca aquello porque de ahí obtiene, ¿qué? Su alimento. Pero las ramas, las hojas, miran al sol. Hasta tenemos una flor, girasol. Porque de ahí obtienen su fotosíntesis. Lo que obtiene la raíz, ellas la transforman para vida y crecimiento. Así que tú siempre verás, nota la planta que tienes a lo mejor en sombra. Si tú la mueves de lugar, ella va a moverse hacia la luz. Tú y yo somos así, en Cristo. Queremos arraigarnos más y más en Cristo para seguir esa luz y lo demás ven. Porque hoy en día, más que nunca, la gente tiene que contemplar verdaderos cristianos. Porque dondequiera que tú vayas, te ven. Y te ven en las buenas y en las malas. ¿Cómo respondemos? En las buenas o en las malas. Entonces, por eso es que el creyente no puede ser desmembrado. Porque cuando tú te regocijas y lo que Pablo está diciendo, regocijense en el Señor, a mí no me es molesto escribirles otra vez lo mismo. Y para ustedes es motivo de seguridad. ¿A qué se refiere esto? Por ejemplo, vivimos en un país, y en un tiempo, porque es en todos los países, donde siempre tienen que traernos algo nuevo. y ocurrió desde que comenzaron las computadoras de que tiene el disco duro aquí y después el Pentium 1, Pentium 2, Pentium 3 y ahora ya no sé ni en qué Pentium vamos y ahora empiezan primera generación, segunda generación, tercera generación, cuarta generación y lo más interesante es que es cierto y funciona mejor y que no te puedes quedar atrás en la tecnología y después apareció el control remoto Y comenzaron los juegos de video. O sea, hay varias cosas en que uno ve que en la tecnología ha avanzado tanto. Pero no hay que olvidar cuál es el principio. Lo mismo ocurre con los carros. Los trenes son fantásticos. O sea, la mecánica, todos los niños o alguien que tenga interés nos sorprenden todas esas maravillas. hasta que hemos llegado al avión. ¿Cómo un aparato de más de 80 toneladas de peso pueda estar en el aire? O sea que cuando tú analizas son toneladas y toneladas que pesa un avión, no estás hablando de cualquier cosita. Sin embargo tiene la fuerza, la energía y entonces decimos el avión vuela. Bueno, no es que vuela, porque las aves sí vuelan. Simplemente él se impulsa por la energía y el poder que tiene y decimos, volar. Entonces, ¿qué es lo que nosotros tenemos que hacer? Recordar lo simple. Repetirnos una y otra vez. Porque la verdad de Dios, y eso fue un testimonio de la lectura en esta semana, en que a veces has leído un pasaje antes, y ahora que vuelve en otra situación, dice, Cuando tú vas a tu boico, si a la primera vez y eras nuevo, todavía estabas medio verde. ¿Recuerdas la vez y cuando nuestras hermanas dan su testimonio de salvación? Tuve lo mismo. Todos hemos empezado por ahí, aunque te parezca que no. Pero qué bueno que podemos hablar del Señor, que alguien nos hace pensar qué hay de la fe. O sea, ¿por qué yo creo y otros no? Eso es lo que mueve la vida cristiana, en que tú has creído en el yo vivo y verdadero, y tu fe va creciendo, va aumentando. Nos regocijamos en la verdad de Dios, mirando a los perros, a los malos obreros, a los impíos, incrédulos. Esa excusa de que hay millones de religiones y yo no sé qué creer, es para los ignorantes. Es para aquellos que no se quieren detener en las Escrituras y aprender y regocijarnos en la verdad de Dios. Porque cuando tú y yo miramos la Biblia, nos regocijamos en la verdad de Dios. Que lo que el pastor está diciendo, porque no eres un desmembrado, es continuo. Tú dices, estoy creciendo. Esa verdad de Dios es mía. Nota cómo Pablo le habla de Segunda Tesalonicenses, capítulo 2, versículo 13, y sé que te vas a identificar con esto. Capítulo 2, versículo 13 de Segunda Tesalonicenses. Firmes en la doctrina, pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados, por el Señor. Porque Dios los ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. Fue para esto que lo llamó mediante nuestro Evangelio. para que alcancen la gloria de Nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos, estén firmes y conserven las doctrinas que les fueron enseñadas ya de palabra, ya por carta nuestra. Ahora bien, y también en I Tesalonicenses, en capítulo 1, en el versículo 6, para complementar aquello que leímos en II Tesalonicenses, nos dice así, Y ustedes llegaron a ser imitadores de nosotros y del Señor, habiendo recibido la Palabra en medio de mucha tribulación, con el gozo del Espíritu Santo. de tal manera que llegaron a ser un ejemplo para todos los creyentes en Macedonia y en Acaia, porque saliendo de ustedes la palabra del Señor se ha escuchado no solo en Macedonia y Acaia, sino que también por todas partes la fe de ustedes en Dios se ha divulgado, de modo que nosotros no tenemos necesidad de decir nada. ¿Cuándo empezó tu fe? Cuando alguien comenzó a cuestionar tu cristianismo. lo que tú creías en Dios en relación a la palabra que se enseña y se predica. ¿Cómo estás creciendo en las cosas de Dios? Por la manera como se te enseña y se te predica. Por eso es que el oico hace crecer bueno, bien, rápido, muy rápido la gente. ¿Por qué? Porque comienzas a pensar. El Espíritu de Dios te hace pensar. La palabra de Dios debe ser leída con el entendimiento de los conversos. La palabra de Dios es inútil para aquel que es un no creyente. Analízalo. Cuando tus hermanos o tus hermanas o tu familia comienza a debatir contigo, es en relación a la verdad de la palabra que tú conoces. Porque antes estabas en la misma ignorancia que ellos. Y por eso Pablo dice que va a la iglesia en Tesalónica, que eran romanos, que creían en sus dioses, al igual que en Filipo. Y le dice, pero ahora regocíjense ustedes en la palabra de verdad, en cómo Dios abrió el corazón de Lidia, en cómo Dios abrió el corazón del carcelero de Filipo y cómo ambos lo llevaron a sus casas para que participasen de ese evangelio. Y lo hicieron en medio de oposición. Siempre que ves la verdad de Dios, que se te predica la verdad de Dios y ve la oposición, date seguro en tu corazón que has creído en aquel que vive para siempre. Has creído en aquel que ha dado su vida por ti, no por un mundo pagano, no por un mundo ciego, por ti. Que él llevó tus pecados en la cruz y que cuando él salió victorioso de la tumba, lo salió también victorioso por ti. Que algún día que tus ojos están en la meta de él, tu cuerpo resucitará, viviremos con él, estaremos con él y con él una gran multitud de otras personas que han creído como tú. Que tenemos el perdón de pecados en él. La Palabra de Dios actúa en los creyentes. Es la capacidad que tiene la Palabra para hacer de nosotros hombres y mujeres de bien, para que nuestra vista peripheral no nos interrumpa, no nos nuble la visión. Nuestra vida pasada es igual como cuando estudiamos Segunda de Pedro. Tiene la virtud de hacer de nosotros personas virtuosas. Porque somos salvos. Hemos creído en el Señor Jesucristo y vamos creciendo. Y para eso, mira a tu alrededor. Haz tu inventario. Es muy fácil. Todo lo demás es basura. Pero cuando pones tus ojos en Cristo, cualquier cosa que hagas para Él, el poder de la Resurrección se manifiesta en ti. Vamos a quedarnos aquí. Ayúdanos a morir a esto terrenal, Señor, y a vivir por Cristo. Creemos en la glorificación final y en la resurrección de entre los muertos, pero ayúdanos a recordar esa verdad de Dios, la verdad preciosa del Ayúdanos a afirmarnos en este tiempo tan inestable que vivimos, en este mundo tan cambiante y no necesariamente para cosas buenas, en este mundo de zozobra, en la que cada vez nos enseñas más tu que todo es temporal. Danos ese peso de eternidad, a pesar de que estamos en este cuerpo de humillación. Danos un eterno peso de gloria, como tu palabra también nos afirma. Cuídanos mientras dura nuestro peregrinar aquí en la tierra y tú reúnes a todo tu pueblo para que a una sola voz y como un solo hombre y una sola mujer estemos dando gloria y honra por siempre la gloria del Evangelio de Cristo en nosotros. Amén.
Enfocados en Cristo Jesús
Series Filipenses
-Cómo vivir la vida cristiana: enfocados en la meta.
-Cuídense de los perros, malos obreros y falsa circuncisión.
-Regocijarnos, recordar y afirmarnos en la verdad de Dios.
Sermon ID | 1019212325554488 |
Duration | 1:01:57 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Philippians 3 |
Language | Spanish |
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