
00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Primera de Tessalonicenses, capítulo 4, versículo 1 al 3. Por lo demás, hermanos, os rogamos, pues, y os exhortamos en el Señor Jesús, que como habéis recibido de nosotros instrucciones acerca de la manera en que debéis andar y agradar a Dios, como de hecho ya andáis, así abundéis en ello más que más. Pues sabéis, ¿qué preceptos os dimos por autoridad del Señor Jesús? Porque esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación, es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual. que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y en honor. Amén. Hermanos, vamos a continuar en esta mañana con los mensajes que hemos estado trayendo de el pastor Juan Carlos Rai, un pastor de 1700 en lo que él plasmó tratando el tema de la santidad en nuestras vidas. Y hoy vamos a estar trayendo el título la justificación y la santificación. Vamos a estar hablando hoy sobre la justificación y la santificación. y vamos a estar viendo hermanos que estas dos enseñanzas aunque muy parecidas son importante definirlas y aclarar sus diferencias para que para nuestro beneficio como en la vida cristiana muchos creyentes tergiversan muchos creyentes se equivocan al hablar sobre la salvación y hablan de la salvación como un proceso pero la salvación no es un proceso la santidad es un proceso muchos creyentes hablan de la santidad como un acto donde ya tú eres perfecto pero la Biblia no habla de así la santidad entonces muchas veces confundimos estas dos enseñanzas La confundimos de tal manera que no nos sirven de estímulo, de fortaleza y de gozo en medio de nuestras luchas y debilidades. Entonces, yo quiero que hermanos, que nosotros veamos en esta mañana la justificación y la santificación. Cosas en las que sí son parecidas y cosas en las que son diferentes. en qué sentidos son iguales la justificación y santificación y en qué sentidos son diferentes. Antes de pasar a eso, vamos a tener una breve definición para que nos ayudemos. ¿Qué es la justificación? En primer lugar, la justificación es el acto de Dios en el que Dios declara en su tribunal al pecador inocente porque éste ha recibido la muerte de Cristo en su persona y la perfecta justicia de Dios en su cuenta. Es decir, que en la justificación Dios declara a un pecador inocente, santo, porque este pecador ha recibido a su favor la muerte de Cristo, ha recibido a su favor la perfecta justicia de Cristo. Esto es importante recordarlo, porque la obra de Cristo aquí, es central. Cuando alguien cree en Jesucristo, Dios lo declara inocente. Dios lo perdona de sus pecados. Dios coloca a su favor la obra perfecta de Cristo en la Cruz del Carvalho. Hermanos, esto es la justificación. Ahora, al hablar de santificación, al hablar de santificación, esta inicia al igual que la justificación como la obra de Dios. Cuando él nos aparta del mundo. Es decir, cuando yo creo en Jesucristo y Dios me declara inocente en su tribunal, Entonces, ahora yo soy un hombre apartado del mundo, un hombre que se conformará, imitará, aplicará en su vida la santidad, el carácter de Dios. Observen cómo en la santidad y la justificación es Dios el que obra. Pero la justificación es un acto de Dios donde la persona que se arrepiente recibe completo perdón de pecados. La persona que cree en Cristo recibe la justicia de Jesús a su favor. Y cuando uno cree en Cristo, entonces Dios lo aparta del pecado, lo separa del mundo, es una nueva criatura, es una nueva persona. Y esa persona vivirá para vivir, para actuar en santidad con el carácter de Dios. Estas dos definiciones nos permiten ver que ambas son el acto de Dios, pero ambas actúan de manera diferente. En la justificación es un acto, en la santificación Dios lo introduce a uno en un caminar con él, en un proceso donde él va creciendo a la imagen de Cristo conforme al carácter de Cristo. la palabra santidad describe el carácter de Dios Dios es santo la palabra santidad describe los el atributo de Dios que los separa de toda su creación la palabra santidad nos habla de la manera en que Dios evalúa las cosas y actúa siempre en completa perfección y justicia. Ambas, la santidad como la justificación proceden de Dios. Y ahora vamos a ver en qué se parecen la justificación y la santificación. Hemos dado una pequeña definición, pero ahora vamos a ver en qué se parecen. Parecen hermanas, Bueno, son hermanas, pero se parecen en primer lugar en que proceden de Dios. Y eso es lo primero. ¿En qué se parece la justificación? El acto de Dios perdonar al pecador, señalarlo como justo. ¿Y en qué se parece la santidad? Ese proceso en el que el creyente va creciendo en el temor de Dios. conforme al carácter de Dios, se parece en primer lugar en que ambas vienen de Dios, proceden de Dios, es Dios que actúa para salvar al pecador, es Dios quien actúa llevando en crecimiento espiritual al creyente. Quiero que vea esto hermano como algo necesario entender, porque si ciertamente yo he sido perdonado del pecado y ahora soy un hijo de Dios, yo necesito dejar, dejar el pecado, dejar la mentira, dejar el orgullo, dejar aquellas áreas en la que tristemente yo sigo desobedeciendo a Dios. y cómo voy a hacer eso de un momento de una vez para siempre no y uno va llevando y uno se enseña su palabra Dios nos amonesta y uno dice no no es por ahí es por aquí y nos corrige Dios usa la faja con nosotros y nos disciplina entonces uno es el acto de la salvación y el otro es el acto de la santificación donde vamos creciendo y fortaleciéndonos en la fe entonces ambos vienen de Dios ambos nacen de Dios si ustedes leen conmigo Romanos capítulo 3 versículo 24 Romanos capítulo 3 versículo 24 dice la palabra siendo justificado gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús. Observe allí la justificación gratuita, el acto de Dios salvando al pecador a través de Jesucristo. el acto del cual hemos estado hablando. ¿En qué otra cosa nosotros somos? ¿En qué otra cosa se parecen la justificación y la santificación? En segundo lugar, en que ambas son parte de la gran obra de salvación de Cristo. En el pacto eterno ha realizado que Él ha realizado para el bien de su pueblo Cristo es la fuente de vida de la que fluye tanto el perdón de nuestros pecados como la santidad es decir que la raíz de donde viene tu perdón es de Jesucristo pero la raíz de donde tú vas a crecer espiritualmente y fortalecerte en el Señor es de Jesucristo tú no puedes decir que yo soy cristiano puedo vivir mi vida de pecado como yo quiera porque entonces no eres cristiano el creyente que ha recibido el perdón de sus pecados ahora camina con Cristo camina con Dios y obedece la palabra de Dios por eso hermano hay una íntima relación entre tu fe y tu obediencia si tú no obedeces tú no eres cristiano porque el que obedece a Dios lo hace porque ama a Dios porque ahora es un hijo de Dios por medio de la fe en Cristo Por esa causa, la raíz, el fundamento del perdón de pecados, de ser declarado inocente, y el fundamento de que seamos santos, de que caminemos con Dios, que crezcamos espiritualmente, es la misma, es Jesucristo. Esa es la raíz. Por eso, uno puede identificar al que es creyente y al que no es creyente. Uno lo puede identificar. porque el inconverso no obra conforme a la Palabra de Dios. Al hombre impío no le importa si su mujer come o se baña, no le importa, vive en su día de pecado. Al inconverso no le importa honrar a su pareja a su madre, no le importa. No ama a Dios, no ha sido perdonado por Cristo sus pecados. Ahí que tuve la verdadera fe, No en lo que dice, sino en cómo vive. La vida práctica de santidad es un testimonio del perdón de los pecados y de la justificación. En tercer lugar, ¿en qué son iguales la justificación y la santificación? En que ambas están en una misma persona. es decir, Dios al que perdona también santifica Dios al que le limpia de su pecado también lo mueve a que obedezca Dios al mismo que trata transformándolo como nueva criatura a ese mismo también lo santifica y lo fortalece la piedad vamos a ir por favor a romanos capítulo 8 versículo 29 romanos capítulo 8 versículo 29 romano 8 29 dice porque a los que de antemano conoció también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su hijo para que él sea el primogénito entre muchos hermanos y a los que predestinó a esos también llamó y a los que llamó a esos también justificó y a los que justificó a estos también glorificó Observen hermanos como aquí se habla de la salvación y al mismo tiempo se habla de de mi imagen en Cristo. Si Dios llama a un hombre a la salvación, también hace de él un pequeño Cristo. Si Dios a una mujer la salva, también a esa mujer la convierte en una hija de Dios y la lleva a crecer en santidad y en el temor de Dios. No hay una separación entre salvación y santidad. El que dice que es cristiano pero anda con un impío, es un impío. El que dice algo con su palabra pero con su vida lo niega, ¿Qué es? ¿Qué es? Eso es importante verlo para nuestro propio autoexamen. Porque en el día del juicio, Dios conoce quiénes son sus hijos. Y Él los va a apartar, uno a la izquierda y otro a su derecha. Y aunque tú digas, hey, perdón, ángel, excusame, hubo una equivocación, yo soy del otro lado. El ángel dirá, no, tú perteneces aquí. Hacedor de maldad. Escucha la palabra Hacedor, el que practica la maldad. Por eso, amado hermano, la verdad, el Evangelio, está en nosotros. Y si somos salvados, también nosotros tenemos al Espíritu Santo obrando, transformándonos, santificándonos, haciéndonos hombres y mujeres fiadosos. más piadoso para gloria de Dios. En cuarto lugar. En qué otra cosa se parece la santidad y la justificación? En que ambas comienza comienzan al mismo tiempo. El momento en que una persona comienza a ser una persona justificada, declarada inocente, al mismo tiempo comienza a ser santificada. quizá tú no lo percibas quizá tú no lo puedas entender inmediatamente pero ya el proceso inició en la persona vamos a ir a 1 Pedro capítulo 1 vaya conmigo por favor para que usted vea lo que enseña la palabra no me crea todo lo que yo digo 1 Pedro capítulo 1 versículo 17 al 19 Y si invocáis como Padre a Aquel que imparcialmente juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor. durante el tiempo de vuestra peregrinación. Versículo 18. Sabiendo que no fuiste redimidos de vuestra vana manera de vivir en la edad de vuestros padres con cosas perecederas como oro plata, sino con sangre preciosa como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo. Observe que al momento en que un hombre o una mujer cree en Jesucristo, se le dice, sed santos. Señor, pero yo me convertí ayer. Sed santos. Tú tienes el Espíritu Santo morando en ti. Tú tienes la Palabra de Dios morando en ti. Tú tienes a Cristo morando en ti. Sed santos. Ya Dios nos pide, nos demanda que andemos en santidad. Ya empezó la vida cristiana en ti. Hermanos, esto es importante para nosotros porque nosotros estamos continuamente trabajando con nuestro corazón, leyendo las escrituras, pero cuando tú no ves eso en una persona es realmente cristiana. No, no es cristiana. Porque la salvación no está separada de su amor por la palabra. La persona que dice hoy no voy a ser cristiano, mañana sí. ¿Sabe lo que está diciendo? Hoy voy a ser un vil enemigo de Dios. Hoy voy a vivir mi vida de pecado. Tal vez mañana me convierta. es un engaño que la gente está viviendo la gente se esconde detrás de que hay mucha gente que es así mira tal pastor hace tal cosa entonces la gente se esconde detrás de la mentira del engaño del pero pero las escrituras nos enseñan que si Dios te llama a salvación ya Dios te llama a que tú practiques la santidad Por eso dice el texto, como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos. ¿Cuándo Dios me llamó? Versículo 19. Cuando te llamó a través de la sangre preciosa, como de un cordero sin tacha, sin mancha, la sangre de Cristo. A partir de la obra de Cristo, hermanos, ya somos hombres y mujeres santos. ya tenemos que guardar nuestras vidas del pecado y apartando del pecado de la mentira hermano y hay pecados que son como esos esas bacterias que se meten en el cuerpo hay bacterias que se meten en el cuerpo que no salen sino hermano literalmente con veneno muchas personas van al médico y le dan un medicamento, que es más, ese medicamento es tan fuerte que si tú no tienes la bacteria que él va a atacar, el medicamento te ataca a ti, te enferma a ti. Para que ustedes entiendan una idea de lo fuerte que es la bacteria que puede ser, que tú puedes tener en el cuerpo, esa bacteria de que se aloja en los intestinos con la cual mucha gente tiene que ir al baño y va al baño y va al baño y como que nunca se acaba el ir al baño esa bacteria sin tu saberlo te está matando y esa bacteria se está alimentando de ti y el medicamento es tan fuerte que el objetivo es matar la bacteria y los huevos que esa bacteria pone allí porque también se reproduce y se esconde en el intestino y sale corriendo de ahí, se mete en otro lugar del cuerpo, del cuerpo humano, esperando que el medicamento se vaya y entonces vuelve y sale y vuelve y sale otra vez el mar. eso hace el pecado, el pecado se esconde, el pecado que nos mata se esconde de tal manera que nos miente y nos engaña y necesitamos la Palabra de Dios, una porción diaria de la Palabra de Dios, un alimento sólido de la Palabra porque de lo contrario tu vida de mentira tu vida de orgullo te va a destruir a ti, a tu familia, a tu hogar y todo y esa bacteria, ese pecado está ahí escondidito con apariencia de santidad él es tan bueno, ella es tan buena pero no le toque lo suyo ella es tan buena pero no te meta con lo de ella y allí sale el pecado. Amados hermanos, la obra de Cristo que empezó con la salvación, también empezó la santificación. En quinto lugar, ambas son necesarias para la salvación. Nadie ha llegado al cielo, amados hermanos, sin Cristo. Nadie ha llegado al cielo sin ser santo. Y queridos hermanos, esto es muy importante para nosotros. Si usted cree que va a llegar al cielo desde la iglesia, le voy a decir algo, está equivocado. El hecho de que tú vengas aquí y te duermas en la silla, no dice que tú eres cristiano. Eso es importante. El hecho de que tú vengas aquí y no prestas atención a nada de lo que se ha dicho, no dice que tú eres cristiano. hermanos la verdadera salvación es para el que oye la palabra cree la palabra y la obedece muchos se levantarán diciendo señor señor yo estuve en la iglesia y la respuesta del señor es yo no te conozco quien tu eres quien eres tu si señor yo me sentaba en la iglesia en la silla número tal era verde la silla roja la silla yo a ti no te conozco tú no eres un hijo mío apártate de mí hacedor de maldad esto es importante hermano porque usted se puede ir al infierno desde una silla de la iglesia haber venido aquí a la iglesia haber escuchado himnos, haber escuchado mensajes de la Palabra, se le metió por un oído y se le celó por el otro. Y sin santidad, nadie verá al Señor. Y hermano, es un texto que usted tiene que repetírselo para que no crea que usted salga sin esa santidad, sin Cristo. Sin santidad, nadie verá al Señor, hermano. y esa santidad está unida al perdón de tus pecados está unido a tu fe en cristo hay pero yo soy yo soy cristiano pero tú eres santo porque si tú eres si tú no eres santo entonces tú no eres cristiano están unidas, la salvación y la santidad están unidas porque ambas vienen del mismo Dios, ambas vienen a través de Cristo y ambas son el testimonio de tu propia vida delante de Dios. Queridos hermanos, esto es importante considerarlo con reverencia, con asombro. Señor, como así de que si yo no creo no soy santo como así de que yo puedo decir que soy cristiano y aún así no soy cristiano muchos se están engañando en la iglesia estando en la iglesia no tienen parte ni suerte con el Señor Jesucristo porque no son salvos y al no ser salvos por lo tanto que tú ves en su vida un desorden porque el desorden es el producto de su separación de Dios no están unidos y por eso amados hermanos yo los animo a que cada uno de nosotros nos evaluemos nos examinemos porque qué difícil será aquel día en la que vayamos a la presencia del Señor y no seamos salvos y solamente ya hemos tenido una vida de apariencia apariencia de piedad pero en segundo lugar amados hermanos consideremos ahora lo opuesto ya vimos lo que son iguales veamos en segundo lugar lo opuesto Yo no puedo decir que justificación y santificación es lo mismo, no es lo mismo. En primer lugar, la justificación es Dios declarando justo al pecador basado en la obra de Cristo, basado en la muerte de Cristo. basado en la justicia perfecta de Cristo. Eso es lo primero. Ahora, la santificación es el hecho de que Dios le ha dado a este hombre pecador la santidad y ahora tiene que practicar la santidad. Él tiene que vivir la santidad. Observe esto, en la justificación es un acto de Dios, en la santificación es el acto de Dios en la que el pecador también está involucrado. Si tú y yo no nos podemos involucrar en ser santos, es porque tampoco somos santos. En el acto de la justificación, Dios obra en el pecador y lo salva. En el acto de la santificación, Dios obra en el pecador y lo anima, lo mueve para que él viva en santidad. Por eso la santificación se puede ver en nuestras vidas. Se puede ver en nuestras vidas. En segundo lugar, una diferencia, otra diferencia es que la justificación. No es nuestra. La justificación no es nuestra. Yo no he hecho nada para ser justificado. Cristo lo hizo todo en la cruz. Cristo murió por mis pecados. Cristo vivió una vida perfecta en santidad. Ahora, en la santificación soy yo quien debo de practicar la santidad. Obviamente necesito a mi favor la obra de Cristo y el Espíritu Santo, pero soy yo que tengo que dejar la mentira, soy yo que tengo que dejar el chisme, soy yo que tengo que dejar el adulterio, soy yo que tengo que dejar mi desorden. Ahí yo estoy involucrado. ¿Ven la diferencia? El acto de Dios y donde estoy yo involucrado en la santificación. Por eso es que mucha gente se confunde y dice, tú ves que tú tienes que actuar para ser salvo. Y la Biblia no enseña eso. En la salvación solamente es Dios quien actúa. Vamos a ir a Primera de Juan capítulo 1. primera de Juan capítulo 1 versículo 1 perdón versículo 7 al 8 primera de Juan mas si andamos en luz como él está en luz tenemos comunión unos con los otros y la sangre de Jesús su hijo nos limpia de todo pecado si decimos que no tenemos pecado nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros miren que es, miren este pasaje el texto dice si decimos perdón si andamos en luz es decir si tu vives una vida práctica de santidad si tu vives una vida práctica de agradar a Dios entonces es verdad tu eres cristiano es verdad la sangre de Cristo está en ti pero si tú no andas en luz si tú no practicas la santidad tú no eres hijo de Dios el versículo 7 mas si andamos en la luz versículo 8 si decimos que no tenemos pecado nos engañamos nosotros mismos observen ahí como una práctica pecaminosa revela mi estado espiritual. El yo vivir de espalda a mi pecado, el yo vivir sin confesar mi pecado, el yo no necesitar a Dios para que me perdone, eso evidencia de que yo no soy cristiano. ¿Cuándo fue la última vez que tú pediste perdón a Dios por tu pecado? ¿Cuándo fue la última vez que tú confesaste tu pecado? yo tengo años que yo no peco será que hace años que tú no eres un hijo de Dios porque somos pecadores si decimos que no tenemos pecado es mentira somos pecadores la verdad no está en mí el creyente tiene una lucha con su pecado pero el creyente está viviendo en santidad práctica Por eso, amados hermanos, que una iglesia, el pecado a la mentira, el pecado al orgullo, el pecado al adulterio, el pecado a la codicia, no se puede permitir. Porque esa es la práctica de la maldad de nuestro corazón. Cada uno de nosotros tiene que estar huyendo de su pecado, corriendo de su pecado, luchando con su pecado. Esa, es la evidencia de que somos creyentes. Y amados hermanos, esta enseñanza para nosotros es importante, porque el diablo va a procurar engañarnos. Mira, volviste a pecar, tú ves que tú no eres cristiano. No, eso no dice que no somos cristianos. Satanás, luego que nos tienta, luego que nos empuja a pecar, luego coge el pecado y lo pone como el lodo en nuestra cara. y nos muestra mira tu pecado tu porque tu no eres cristiano pero no mi amado hermano el creyente puede caer en pecado arrepentirse y dejar su pecado el no practica el pecado el vive en santidad el lucha por la santidad el agrada a Dios pero cuando ha pecado busca a su abogado cual es su abogado? Jesucristo Jesucristo es su abogado. Entonces aquí vemos a alguien que ha sido salvado, justificado, pero que ahora tiene una lucha, ¿contra quién? Contra su pecado, presta atención, contra su pecado. En cuarto lugar, la justificación es una obra terminada y completa, la santidad no, la justificación, Dios te perdonó y como le pasó al ladrón en la cruz el ladrón está muriendo nunca, posiblemente nunca se pudo, nunca fue a una iglesia posiblemente vivió su vida entera de ladrón y allí en la cruz el Señor Jesucristo le dice que le perdona su pecado y le dice que estará hoy con él en el paraíso Oiga bien, la salvación es un acto en la que el pecador se arrepintió y murió y se fue al cielo. Es un acto de Dios. Pero en la santificación este pecador estará día tras día perseverando en el temor de Dios. Y hay dos pasajes que hablan de esto, Romano capítulo 5, hablando de la salvación en Cristo y Romano capítulo 7, que habla de la lucha de ese pecador que ha sido salvado. Romano 5 habla de que hemos sido salvados en Cristo, hemos sido perdonados. Pero en Romano 7 vemos al mismo hombre, a Pablo, gritando miserable de mí. Quién me librará de este cuerpo de muerte? El mismo hombre por un lado alabando a Dios porque Cristo le salvó y por el otro lado diciendo miserable de mí, miserable de mí, este pecado con el que estoy luchando, el mismo hombre, porque, porque la salvación es una vez pero aquí en la tierra él tiene una lucha contra su pecado y él persevera ¿y sabe dónde está su enemigo? en su propio corazón es un enemigo que llevamos dentro el pecado remanente por eso es, esto es una diferencia muy amplia que hay que entender porque si usted es cristiano y usted no entiende la lucha de su corazón ¿Es posible que un cristiano tenga problemas con la pornografía? ¿Es posible que una cristiana tenga problemas con el chisme? ¿Es posible que un cristiano tenga problemas con la codicia? Eso es posible. Porque ese cristiano fue perdonado, pero él continúa en este mundo del pecado y luchando contra el pecado remanente de su corazón. Y vaya a ver usted las luchas que tienen algunos creyentes cuando Dios los rescata de una vida de adicción. Hay personas que su adicción es con la lengua, no retienen nada, todo lo que oyen lo dicen. Verdad o mentira no saben, pero lo dicen. ¿Y qué importa que quien sea? No importa. Otros tienen problemas con la envidia, no pueden ver ni los zapatos de los hermanos porque les gustan esos zapatos. Yo quiero esos zapatos. Tienen problemas con la codicia. Otros tienen problemas con el burlarse y reírse. Si a otro le va mal, ellos se ríen y se gozan, se alegran de que a otro le vaya mal. Pero ven acá, y no es cristiano fulanito de tal. Es posible que esas personas sean creyentes, hayan sido salvadas por la sangre de Cristo, pero tengan esas luchas en su corazón. ¿Por qué tienen esas luchas? Porque estén en un proceso de santificación. Por eso usted va a encontrar a un hombre tan piadoso como el salmista David, mirando a una mujer, codiciándola, fornicando con ella, matando al esposo, y luego escondiendo todo su pecado en un motín. Y va a ver a Dios que usa la espada para disciplinar a David. Usó la espada hasta el último día de su vida. Y David sabía que toda esa disciplina era por amor a su alma. Te he escuchado que algunos estudiantes llegan, pasan de curso con el pecho quemado porque pasó con la nota lo pasaron la nota más bajita era 69 y él pasó con 68.5 pasó quemadito eso va a pasar con muchos cristianos Dios los va a salvar a través de la sangre de Cristo pero van a llegar al cielo miren con la narga roja de tanto fuertazo y disciplina van a llegar al cielo así porque Dios al que ama disciplina y es cristiano, pero es honesto y Dios lo va a poner derechito Dios lo va a enderezar y que va a usar? la faja ¿por qué? porque Dios lo ama es que Dios lo ama y Dios lo salvó pero él en el proceso de santificación a él le cuesta para él es más difícil porque ha vivido una vida de pecado y ahora para arrancarse de eso es una batalla espiritual por eso la justificación usted va a encontrar la justificación otra diferencia es que no incluye crecimiento usted no puede crecer más en la salvación es decir usted es salvo y eso es un hecho ahora en la santificación usted debe de crecer usted debe de crecer y es bonito ver a un creyente que crece y se fortalece en el Señor vaya conmigo a Efesios capítulo 4 Efesios capítulo 4 versículo 22 miren lo que Pablo dice que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir os despojéis del viejo hombre que se corrompa según los deseos engañosos y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente. Mira lo que Pablo está diciendo allí versículo 24 y os vistáis del nuevo hombre el cual a la semejanza de Dios ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad. Pablo dice ustedes tenían una manera de vivir una vana manera de vivir. Usted era jugador, mentiroso, ladrón, codicioso, adúltero. Esa era su manera vana de vivir, su antigua manera. Cuando creíste en Jesucristo, cuando Cristo te salvó, eso pasó. Ahora eres una nueva criatura. Óigame bien, usted me va a dejar esa vida de pecado. Usted va a vivir en santidad. Si usted era un mentiroso, usted va a hablar conforme a la verdad. Si torna chismosa, usted no va a hablar nada de nadie. Usted se va a morder la lengua, se va a poner hasta un paratrapo. ¿Habéis visto un paratrapo como una mascarilla? Pero bien amarrado para que no hable. Si usted es un codicioso, usted no va a mirar a nadie para no codiciar nada. Usted va a contentarse con lo que Dios le dio. Oiga bien, va a ser una batalla para ese pecador, pero ahora él está con Cristo, él está muchísimo mejor, ya esa vida vieja pasó, es una nueva criatura. Hermano, eso es lo que está pasando, es una guerra espiritual que hay en el pecador, es una guerra espiritual que hay en el alma. ¿Pero dónde está la guerra? Es que ahora él es cristiano y ahora el Espíritu Santo muere en él. y Él vive, lucha por andar en santidad, Él no quiere volver atrás. ¿Y qué es volver atrás? ¿Al mundo? ¿A su vida de pecado? ¿A la muerte? ¿A la condenación? Eso es volver atrás. Amados hermanos, la justificación y la santidad son diferentes en diferentes áreas. La justificación se refiere en especial a nuestra persona, nuestra posición ante los ojos de Dios, nuestra liberación de la culpa. La santificación se refiere a nuestra naturaleza y la renovación moral en nuestro corazón. Y esto es algo interesante y bonito, porque aquí en Cristo yo soy un nuevo hombre perfecto para el Señor. Yo diría Esta persona es un santo. Pero en el lado de la santificación, Dante es un niño espiritual. Dante tiene que crecer espiritualmente. Dante, mira que yo quiero predicar, no, tú no puedes predicar, tú te vas a sentar a aprender. No, no, mira que ya yo sé, ya yo sé orar. No, sí, está bien, pero tú no vas a orar. Sigue practicando en tu casa. Tiene que ejercitarse. Tiene que crecer en la justificación. Todo esto está en mí, en mi persona. Es mi posición delante de Dios. Yo soy un hijo de Dios. Ya no soy enemigo de Dios en la santificación. Posiblemente yo sea el más chiquito de la casa. El más pequeño. Yo tengo que seguir avanzando. Tiene que ver con mi naturaleza. tiene que ver con mi carácter por eso usted ve que hay muchos creyentes de mucho tiempo en la fe que a veces no han madurado en su naturaleza en su carácter y siguen siendo niños espirituales y siguen diciendo la misma mentira de siempre tú nada más tienes que oírlo te saludan Dios te bendiga te saludan y te prometen todo lo que nunca han hecho y tú le coges el tiempo y a la semana que viene ya no está ha faltado a todo lo que ha prometido ¿qué ha pasado con esa persona? si es un verdadero creyente no ha entendido el cambio, la transformación en su naturaleza y que debe seguir trabajando y ampliando y creciendo Hay otras pequeñas diferencias aquí, pero lo voy a detener por causa del tiempo, llegamos al final. Pero amados hermanos, yo quiero que usted medite en esto, porque justificación, tu salvación está unida a tu santificación, pero no es lo mismo. Es posible que tú seas un hombre de fe, una mujer de fe, pero que no estés creciendo. eso es posible que esté pasando en tu vida tú seas una mujer de fe pero al mismo tiempo te dejes arrastrar por tu mala compañía ser una mujer de fe, un hombre de fe y aún así tú sigas cediendo al pecado sin entender que tienes que proseguir hacia la santidad sigue avanzando Y esta es una de las cosas que me ha motivado. Esto es lo que me motiva a mí, hermano, a seguir leyendo la Biblia y conociendo más la Biblia. Y mientras más la leo, más entiendo. Y es como si Dios abriera una puerta que anteriormente estuvo cerrada. Y mientras más la leo, Dios me abre más puerta, más entendimiento, más santidad, más amor, más dejo mi pecado. y yo te voy a decir una cosa es muy posible que algunas personas te juzguen y te condenen por lo que tú fuiste y hay personas que harán eso te condenarán por lo que fuiste y no quieren ver en lo que Dios te ha ido transformando paso a paso Por eso, nuestros ojos deben estar puestos en Jesucristo y seguir perseverando hasta erradicar, sacar completamente esa vida, ese hábito, ese pecado que está allí que corrompe tu alma. Queridos hermanos, el creyente ya tiene su posición como hijo de Dios y eso no lo puede perder. Ahora, el gozo, El gozo de la salvación sí se puede perder. Salmo 51, vuélveme el gozo de tu salvación. Espíritu noble me renueve. Tú puedes perder tu fortaleza en la fe. La salvación no se puede perder, pero la fortaleza que tú has adquirido y en la que has crecido, eso se pierde. y otra vez comienzas a dudar, comienzas a dudar y a temblar ante los problemas que anteriormente también tuviste firme. ¿Dónde está el problema? El problema no está en si tú eres cristiano o no, el problema está en que te has descuidado de tu vida de santidad y no has seguido avanzando no lees, no estudias, no memorizas las escrituras, has olvidado el poder de Dios. Por eso este tema es importantísimo. Lo mismo hermano, llegar al cielo a golpe, a fajazo limpio, que llegar llevando a otros. teniendo a muchos que son mi corona, mira, Yami se convirtió conmigo, Ledy se convirtió conmigo, mira Folá se convirtió conmigo, gloria a Dios. Crecí en santidad y llamé a otros a Cristo, ¡qué hermosa corona! Diferente al creyente que llega, bueno yo me voy a morir pero yo no sé si voy a llegar al cielo, con los signos de interrogación, ¿soy o no soy? ¿soy o no soy? donde está el problema? en que no procuras vivir en santidad aunque eres un hijo de Dios no procuras vivir en santidad que Dios nos despierta hermanos a esta verdad gloriosa porque necesitamos seguir avanzando si la iglesia va a seguir avanzando hermanos cada uno tiene que seguir creciendo y entender que una cosa es tu salvación Y otra cosa es tu responsabilidad de leer la Biblia, de crecer espiritualmente y de avanzar. Son cosas completamente diferentes, aunque están unidas. Que Dios te conceda poder conocer y entender esto. Vamos hermanos a orar. Padre nuestro damos gracias por tu bondad y misericordia y por tu palabra. Ayúdanos Señor a perseverar en tu temor. y a creer en tu palabra. Guíanos por tu espíritu a crecer en santidad y en tu temor. Sé tú con nosotros. En el nombre de Jesús. Amén.
La justificación y la santificación 06
Series Santidad
La justificación y la santificación
Sermon ID | 101823356244060 |
Duration | 1:00:15 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Bible Text | 1 Thessalonians 4:1-3 |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.