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Primera de Juan, capítulo 1, versículo 5 al 7. Primera de Juan, capítulo 1, si os lo permite, vamos a considerar desde el versículo 5 hasta el versículo 7. Andar en luz identifica al creyente genuino. ¿Andas en la luz? O sea, andar en luz identifica al creyente genuino. ¿Qué de ti? ¿Andas en la luz? Aquí el texto nos dice 1 Juan capítulo 1 desde el versículo 5 al 7. Este es el mensaje que hemos oído de Él. Y os anunciamos. Dios es luz. Y no hay ningunas tinieblas en Él. Si decimos que tenemos comunión con Él, y andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo, Su Hijo, nos limpia de todo pecado. Eso es primero de Juan capítulo 1 desde el versículo 5 hasta el versículo 7. Ahí el apóstol Juan, inspirado por Dios, deja muy claro que el creyente genuino anda en la luz. Porque refleja su relación con Dios. Tiene conocimiento de Dios, tiene comunión con Dios y Dios es luz. Entonces, una persona que no anda en luz es porque no tiene conocimiento de Dios. Es porque no tiene comunión con Dios. Ahora, por si no lo sabéis, el Real Madrid Club de Fútbol es rival del Fútbol Club Barcelona. Yo creo que todos aquí lo tienen muy claro. El blanco y el azul y grana no van juntos. Por lo menos aquí en España, la gente tiene mucho fervor para su equipo, y os podéis imaginar una persona, quizás un conocido, os dice, ¡sí, yo soy madridista! Pero nunca le ves llevar la camisa del Real Madrid, sino lo contrario, le ves siempre llevando la camisa azul y grana del Barça, del Barcelona. Y sabes que es socio del Fútbol Club Barcelona, y que lleva siendo socio desde hace años. Ahora, si esta persona, aunque se puede identificar como madridista, tanto como quiera, pero su conducta demuestra que está mintiendo. Dice algo con su boca, pero sus hechos lo niegan. Eso es básicamente lo que nos está diciendo aquí el apóstol Juan inspirado por Dios. Una persona puede decir que anda en la luz, pero si su conducta refleja las tinieblas, es que no está andando en luz. Realmente está mintiendo. Por eso, Nos dice ahí versículo 6, si decimos que tenemos comunión con Él, o sea, que tenemos comunión con Dios, y andamos en tiñeblas, mentimos y no practicamos la verdad. Y es que andar en la luz identifica al creyente genuino. Porque Dios es luz, es lo que nos dice el versículo 5, dice, este es el mensaje que hemos oído de Él. Entonces aquí el apóstol Juan, explica que el mensaje que proclama viene de Cristo. Lo ha escuchado de su boca. O sea, el apóstol Juan y ninguno de los apóstoles, ninguno de ellos se ha inventado el mensaje, sino que viene de Dios. Es un mensaje importante porque viene del Dios encarnado. Y Juan empieza su argumento con la enseñanza de Jesús, demostrando que la naturaleza de Dios es luz. Y es un mensaje que debe comunicar. Por eso dice, este es el mensaje que hemos oído de Él, o sea, he escuchado este mensaje de Jesús mismo, y os anunciamos. Tiene la necesidad de anunciarlo. tiene ese llamado de anunciar este mensaje y el contenido de su mensaje es que Dios es luz y se está centrando en la naturaleza de Dios. Ahora, si Dios es luz, aquellos que le conocen de verdad caminarán en la luz. Ahora, Es interesante porque en los evangelios no encontramos esta enseñanza específica, pero sí vemos que Jesús es la revelación de la luz. Como nos dice en Mateo 4.16, el pueblo asentado en tiñeblas dio gran luz. Y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció. Está hablando de Jesús y de su ministerio en esa área, identifica como la luz. En Juan capítulo 1, desde el versículo 4 hasta el versículo 9, dice, en él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. Aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre venía a este mundo. Eso es el Evangelio de Juan, capítulo 1, del versículo 4 al versículo 9, donde ahí también identifica a Jesús como el que revela la luz. Él es la luz. Y revela esa luz. Y aquella luz verdadera vino al mundo. También nos dice Juan 3, del 19 al 21. Y esta es la condenación, que la luz vino al mundo. Los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo aborrece la luz y no viene a la luz. Para que sus obras no sean reprendidas. Más el que practica la verdad viene a la luz para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Esos Juan 3 del 19 al 21. donde resalta esa idea de que Jesús vino al mundo, Él es la luz del mundo, incluso Él mismo se identifica a sí mismo como la luz cuando nos dice en Juan 8, 12. Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Entonces, ahí podéis notar cómo Jesús mismo se identifica como la Luz. Él es la Vida. Incluso aquí mismo, en primera de Juan, le ha identificado, en el versículo 1, primera de Juan 1.1, como el Verbo de Vida, y aún también le identifica como la Vida Eterna, en versículo 2. Entonces, hace esa conexión entre la Vida y la Luz. Entonces, Jesús, quien es la Vida, Él viene Él es la Luz y Él revela a Dios y Él es la Luz. Entonces, esa conexión que Él se identifica a Sí mismo como la Luz, y aquí nos describe a Dios como la Luz, es parte de su esencia, de su carácter, de su naturaleza. Lo cual, Jesús mismo es la luz, como mencioné. Nos menciona ahí Juan 9, 5. O en Juan 12, 46. O sea, aquellos que se apropian del sacrificio de Cristo por la fe, pues reciben la luz, reciben la vida eterna, reciben a Jesús como Señor y Salvador. Incluso Jesús mismo enseñó a sus discípulos que ellos debían de reflejar su luz, debían de ser luz en el mundo. Como nos dice Mateo 5, del 14 al 16, vosotros sois la luz del mundo, una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud sino sobre el candelero y alumbra a todos los que están en casa así alumbre vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro padre que está en los cielos eso es Mateo 5 del 14 al 16 entonces los seguidores de Jesús deben de reflejar la luz de Cristo deben de reflejar su relación con Cristo deben de ser luz para este mundo que está en oscuridad. Y es que Dios es luz. Eso es el mensaje que el apóstol Juan proclama aquí en primera de Juan capítulo 1 versículo 5 y dice Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en él. Entonces, viendo que aunque en los evangelios no vemos esta enseñanza de una manera... con estas palabras, sino lo vemos a través de la enseñanza de Jesús, dando a entender que Él, que Jesús mismo es la luz, Él ha revelado la luz, Él es la revelación de la luz, y muestra la naturaleza. de Dios siendo luz. Y es que Dios es luz y Jesús es la encarnación de la luz divina. Ahora, ¿qué es lo que hace la luz? La luz provee iluminación en lugares oscuros. Y aquí está, por eso está haciéndose el contraste entre la luz y la oscuridad. No sé si alguna vez habéis estado en un lugar muy oscuro y de repente os sorprende la luz, ¿no? O quizás, cuando vais a entrar en un cuarto o una... o estáis entrando en vuestra casa de noche y están todas las luces apagadas, en cuanto prendes la luz, la oscuridad se disipa, ¿no? La luz y la oscuridad realmente no pueden estar juntos. Y eso es lo que está enseñando aquí. Dios es luz. Entonces, Él no puede estar con las tinieblas, no puede estar con la oscuridad. Ahora, como mencioné, la luz y la vida van juntos, como nos dice Juan 1.4. Entonces, esta idea de luz implica también de que en Dios hay vida, Él es el autor de la vida, Él es el autor de la luz. Dios revela, se revela a sí mismo, porque Él es la luz y se revela para que le conozcamos. Él revela su carácter, su naturaleza, para que sepamos cómo vivir. Revela que Él es santo, Él es puro, Él es perfecto. Entonces, esta idea de que Dios es luz resalta su vida, o sea, resalta que él es la vida, resalta que él se revela para que lo conozcamos, y resalta también su pureza, su perfección. Lo cual, este texto, enfatiza el contraste entre Dios y las tinieblas. Y es que vivir en tinieblas es vivir lo opuesto a como Dios desea que vivas, ¿no? Vivir en tinieblas es incompatible con el compañerismo con Dios. Y es que Dios es bueno y justo, y junto a Él no hay lugar para el mal. Por eso nos dice, aquí en 1 Juan 1.5, Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en Él. Entonces ahí resalta la limpieza, la pureza de que en Él no hay maldad, en Él no hay ninguna clase de pecado, sino que Él es puro, Él es perfecto, Él es santo y va a permanecer así. Y en versículo 6, aquí el apóstol Juan empieza a mencionar diferentes afirmaciones. Aquí, desde el versículo 6 hasta el versículo 10, presenta tres afirmaciones que muestran la perspectiva de aquellos que están causando problemas en la iglesia, que son falsos maestros. Y aquí, en el versículo 6, incluso, sí, del versículo 6 al versículo 7, mencionan esta primera afirmación donde, básicamente, algunos están diciendo que pueden tener comunión con Dios aunque andan en tinieblas. Pueden tener comunión con el Dios Santo aunque ellos persisten en pecar. Persisten en vivir en maldad. Esa es la afirmación que dicen. Luego en versículo 8 veremos en otra ocasión otra afirmación donde básicamente dicen no tenemos pecado. Y en versículo 10 la tercera afirmación donde dice no hemos pecado. Y entonces el apóstol Juan va a estar respondiendo y argumentando en contra de estas afirmaciones. Pero vemos aquí la primera afirmación, en versículo 6, esto es 1 Juan 1, versículo 6, dice, Si decimos que tenemos comunión con Él y andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. O sea, aquí si podéis notar, el apóstolo Juan se incluye a sí mismo para aplicar estas declaraciones a todos. O sea, todos deben entender el peligro de estas ideas y erróneas sobre el pecado. Y es que en cada caso, Juan compara la afirmación de la persona con su vida. Vale, eso es lo que afirmas, vamos a ver tu vida, vamos a considerar cómo vives para saber si es una afirmación real o si es falsa, si es verdadera o si es falsa. Y es que Juan deja claro que aquellos que realmente desean tener comunión con Dios, pueden tenerla, pero tienen que acercarse a Dios a su manera, a la manera de Dios, no como ellos quieren. Y es que había algunos que afirmaban una relación verdadera con Dios, pero no aceptaban toda la enseñanza de la Escritura. No se separaban del pecado, sino que persistían viviendo en su pecado. Ahora, aquí el apóstol Juan, en su carta, esta primera epístola de San Juan, los eruditos piensan que está está respondiendo a los... a alguna clase de gnosticismo, aunque no es el gnosticismo del segundo siglo, pero tiene elementos de esta secta, y los gnósticos pensaban que si una persona era verdaderamente espiritual, ningún acto del cuerpo les podrían contaminar. Porque ellos hacían separación entre lo espiritual y lo físico. ¿Vale? Y lo material. Lo material es malo, pero lo físico, perdón, lo espiritual es bueno. Y entonces, una persona podía estar bien con Dios espiritualmente, Y, y, y, o sea, en su espíritu estar bien con Dios, pero lo que hacía con su cuerpo no impactaba su relación con Dios. Entonces, por ello, eso les convirtió en una moralidad deficiente. Hacían lo que querían con su cuerpo, podían vivir como quisieran, pero ellos afirmaban estar bien con Dios. Y lo que el apóstol Juan dice, estáis en error. Eso es exactamente lo opuesto a lo que la Escritura enseña. Pensaban que podían ser justos sin hacer justicia. Y es que Juan combate su afirmación manifestando que siguen viviendo en tinieblas. Juan deja claro que lo espiritual, o sea, el interior va a par con el exterior. O sea, tienes que poner en práctica lo que conoces, lo que afirmas. Y es que Juan deja claro que mentir y no practicar la verdad implica andar en tinieblas. Por eso nos dice aquí en Jesucristo 6. Primera de Juan 1.6. Es que vivir en la luz es vivir de manera compatible con la luz. Es vivir en santidad. Es vivir una vida apartada del pecado. Vivir en las tinieblas es vivir sin el beneficio de la iluminación y la guía divina. Vivir en tinieblas es vivir en el pecado. Y aquí el apóstolo Juan está subrayando que no se puede vivir en compañerismo con Dios y vivir en el pecado al mismo tiempo. Y es que tener compañerismo con Dios significa caminar en la luz, porque Él es luz. Pero vivir en el pecado es caminar en tinieblas. Y por eso lo que Juan está diciendo es que dices que caminas con Dios, que en él es luz, deberías de caminar en luz, pero si caminas en tiñeblas, estás mintiendo. Y por ello Juan llama la atención a la conducta que contradice su afirmación de tener comunión con Dios. Una conducta pecaminosa constante demuestra que andan en tiñeblas, porque afirmaban tener comunión con Dios, pero sus vidas eran incompatibles con la luz de Dios. Porque tu conducta refleja tu creencia. Debes de poner en práctica lo que crees. Y estas personas están mintiendo intencionalmente. Por eso dice, si decimos que tenemos comunión con Él, esto es 1 Juan 1,6, y andamos en tiñeblas, ¡mentimos! O sea, están mintiendo intencionalmente. Estos no es que se están engañando a sí mismos, no. Están mintiendo. Dicen que conocen a Dios bien, que tienen una relación con Dios, que tienen comunión con Dios, pero no están viviendo como Dios desea que vivan, entonces demuestran que están mintiendo. Es un engaño lo que están diciendo. Porque no solamente contradicen la verdad con sus palabras, sino que también niegan la verdad con sus acciones. Y la realidad es que no están practicando la verdad. Por eso dice, mentimos, o sea, si actuamos de esa manera, decimos que tenemos comunión con él y andamos en tiñebras, mentimos y no practicamos la verdad. Ahora, practicar la verdad Es vivir conforme a la voluntad de Dios. Es vivir conforme a las Escrituras. Y Juan deja claro que aquellos que persisten en vivir en pecado no tienen una relación con Dios. Estas personas mienten sobre su relación con Dios y no practican la verdad. Porque aquellos que practican la verdad se apartan de la maldad. Nos dice en el Evangelio de Juan, Juan 3 del 20 al 21. Porque todo aquel que hace lo malo aborrece la luz. Y no viene a la luz para que sus obras no sean reprendidas. Más el que practica la verdad viene a la luz para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Eso es Juan 3, del 20 al 21. Supongo que sabréis que Las personas se aprovechan de la noche, se aprovechan de la oscuridad para hacer toda clase de maldad. Hay menos robos durante el día porque la gente puede ver, ¿no? ¡Hay luz! Y básicamente es lo que está mencionando. O sea, el que va a hacer lo malo va a escondidas. Y se mantiene en la oscuridad para hacer su maldad. Y se aparta de la luz porque no quiere que le vean, no quiere que le puedan identificar en su maldad. Se aparta de la luz porque la luz le reprende. Demuestra que está haciendo lo malo. Y entonces, básicamente es lo que están mencionando ahí en Juan 3 del 20 al 21, ¿no? Aquellos que practican la verdad se apartan de la maldad. El que practica la verdad, el que hace lo que es recto siempre, pues vive su vida para Dios, no tiene que preocuparse si le están observando, si le están evaluando por qué va a hacer lo que es recto. Pero el que hace lo malo, constantemente tiene que estar preocupado. ¿Quién le está mirando? ¿Quién le está evaluando? Si le van a pillar a hacer lo malo, ¿no? Entonces, viendo la importancia de caminar en la luz, de practicar la verdad. Las personas pueden afirmar conocer a Dios, pero si no viven de acuerdo a la verdad del Evangelio, y evitan el pecado, están en error. Y por ello aquí, En 1 Juan 1, versículo 6, el apóstol Juan, inspirado por Dios, deja muy claro que puedes afirmar tener comunión con Dios, pero si andas en tinieblas, persistes andando en pecado, tu afirmación es una mentira. Y llegamos aquí al versículo 7, porque ahora el apóstol Juan presenta el contraste. Describe lo que ocurre si andamos en luz. O sea, lo opuesto de vivir en tinieblas es vivir en la luz. Y aquí el versículo 7 dice, pero, pero, si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros. Y la sangre de Jesucristo, Su Hijo, nos limpia de todo pecado. Entonces aquí dice, pero si andamos en luz. O sea, vivir en la luz es vivir a la luz de la revelación de Dios. Es poner en práctica la revelación divina de la verdad. Lo cual nos enseña a vivir. Y vivir en la luz es vivir en santidad. Es vivir en total sinceridad. Estás en la luz y no estás intentando esconder nada. porque andas en la luz. Andar en tiñeblas impide comunión con Dios, porque Dios es luz. Andar en la luz nos permite disfrutar de la comunión con Dios. Y por ahí aquí Juan Proclama este mensaje, el mensaje del Evangelio, para que podamos tener comunión con Dios. Incluso el versículo 3, volviendo ahí a 1 Juan 1, versículo 3, dice lo que hemos visto y oído eso os anunciamos para que también vosotros tengáis comunión con nosotros y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Entonces ahí está resaltando que aquellos que ponen su fe en Cristo como Señor y Salvador No solamente tienen comunión con los hermanos en Cristo, sino también tienen comunión con Dios mismo. Y es por la obra de Cristo en la cruz. Y tenemos comunión con los hermanos en Cristo y también con Dios. Con Dios Padre, con Dios Hijo. Y por ello aquí, volviendo al versículo 7, primera de Juan 1.7, dice, pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión. unos con otros. Y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado. Ahora, los falsos maestros afirmaban comunión con Dios. Pero, si no tienen comunión con los hermanos en Cristo, aquellos que están viviendo en la luz, si no pueden tener comunión con aquellos que viven en la luz, demuestran que son parte de las tinieblas. Están equivocados. No pueden tener comunión con Dios si no tienen comunión con los hermanos en Cristo. Y es que las personas que se aíslan de la comunidad de creyentes no pueden tener comunión con Dios. La luz descubre su pecado y por ello se apartan. Porque sus obras son malas. Y no quieren reprensión. Como el texto que leí antes ahí en Juan 3.20. Porque todo aquel que hace lo malo aborrece la luz. y no viene a la luz para que sus obras no sean reprendidas. Eso es Juan 3, versículo 20. No obstante, aquellos que quieren vivir en la luz de Dios tienen comunión con la comunidad de creyentes y con Dios. Aquellos que viven en la luz reciben limpieza de pecado. Porque la razón por la que viven en la luz es porque tienen relación con Dios quien es la luz y es porque han puesto su fe y confianza en Jesús como Señor y Salvador y por eso han recibido limpieza de pecados y por eso aquí esta última frase del versículo 7 nos dice y la sangre de Jesucristo su hijo nos limpia de todo pecado viendo esa limpieza que obtenemos por la obra de Cristo en la cruz Ahora, esto no significa que los que andan en la luz nunca pecan, sino que rápidamente confiesan y viven vidas de arrepentimiento. Realmente, aquí este texto, aquí en 1 Juan 1, versículo 7, está hablando del proceso de santificación. Porque sabemos que cuando ponemos nuestra fe en Cristo como Señor y Salvador, Posicionalmente, delante de Dios, ya somos justos porque recibimos la justicia de Jesucristo. Como nos dice 2 Corintios 5, 21. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. Eso es 2 Corintios 5, 21. O sea, Jesús tomó nuestro pecado y él nos dio su justicia. Entonces, delante de Dios, ya somos justos. cuando le aceptamos a él como Señor y Salvador. Nos dice 1 Pedro 2, 24. Está hablando de Jesús y dice, "...quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos en los pecados, vivamos en la justicia, y por cuya herida fuisteis sanados." Eso es 1 Pedro 2, versículo 24. Entonces, posicionalmente delante de Dios ya somos justos. Aquellos que hemos aceptado a Jesús como Señor y Salvador. Pero, Mientras vivimos en esta naturaleza pecaminosa, estamos en un proceso de crecimiento espiritual, donde vamos creciendo espiritualmente día tras día, mientras más nos sometemos a la voluntad de Dios, más le obedecemos, más nos apartamos del pecado. Y eso es de lo que está hablando aquí, en este proceso de santificación. en esta santificación progresiva, donde estamos creciendo y siendo conformados a la imagen de Jesucristo. Y por eso nos dice, y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado. O sea, aquí el apóstolo Juan asocia la limpieza de pecados por la sangre de Cristo con andar en la luz. Porque al andar en la luz nos damos cuenta de dónde fallamos. Porque la luz revela nuestro pecado y nos arrepentimos de nuestro pecado. O sea, andar en la luz no es lo que produce la limpieza, sino que nos muestra nuestra necesidad de limpieza. Lo cual resalta que Dios ha provisto la manera de obtener perdón de pecados. Este texto expresa el poder salvador del sacrificio de Cristo. Es que la sangre de Cristo se refiere a su muerte y sacrificio. El efecto del sacrificio de Cristo es la limpieza de pecado. Lo cual es importante, porque el pecado, el pecado destruye las relaciones con los hombres y con Dios. Incluso en Isaías 59, versículo 2, Y Isaías 59, versículo 2, dice, vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios. O sea, nuestro pecado nos separa de Dios. Por eso es tan necesario que nos demos cuenta de nuestro pecado y que nos arrepentamos de nuestro pecado. Y cuando nos arrepentimos de nuestro pecado, la sangre de Cristo es lo que provee esa limpieza de pecados, ese perdón de pecados. Esa idea de limpieza de pecado es igual a perdón de pecados. Y por ello recibimos perdón. Recibimos limpieza de pecados por la sangre de Cristo que nos limpia de todo pecado. Nos dice ahí 1 Juan 1, versículo 7. Y es que andar en la luz, o sea, aquellos que andan en la luz han puesto su fe en Cristo como Señor y Salvador. Por eso andan en la luz. Y por eso recibir esa limpieza de pecados. Pero vemos que estamos en este proceso de crecimiento de constantemente pecamos. ¿Y qué es lo que tenemos que hacer? Arrepentirnos de nuestro pecado. Nos arrepentimos de nuestro pecado y cambiamos nuestra conducta. Volvemos a hacer lo que es recto delante de Dios. Entonces tenemos que confesar nuestro pecado. Por eso el versículo 9. Primero de Juan 1, 9. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Entonces aquí En 1 Juan 1, versículo 9. También nos dice Jeremías 33, 8. Los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí y perdonaré todos sus pecados con que contra mí pecaron y con que contra mí se rebelaron. O sea, Dios provee limpieza de pecados. Y es a través de Jesucristo. O sea, la obra de Cristo en la cruz provee las condiciones para que podamos tener comunión con Dios. Y por eso vemos aquí la importancia de que reconozcamos que debemos de vivir en la luz. Y debemos de vivir vidas de arrepentimiento. Por eso aquí este texto nos dice aquí 1 Juan 1 del 5 al 7 dice este es el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos Dios es luz y no hay ningunas tiñeblas en él si decimos que tenemos comunión con él y andamos en tiñeblas mentimos y no practicamos la verdad pero si andamos en luz como él está en luz tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado. Entonces, debemos de considerar. O sea, ¿caminas en rectitud sólo cuando te están mirando? ¿O haces lo que es recto siempre, por amor a Dios? ¿Trabajas con ganas sólo cuando está el Jefe? ¿O trabajas para servir a tu Señor? ¿Te apartas del pecado para no quedar mal con otras personas? ¿O porque deseas agradar a Dios? ¿Hablas lo bueno sólo cuando te rodean otros creyentes? ¿O hablas lo bueno siempre? ¿Honras a Dios con tus palabras, pero luego le deshonras con tus hechos? ¿Dices que Dios es tu prioridad, pero luego pones otra actividad delante de servirle? ¿Dices que eres honesto pero luego no corriges al cajero cuando te devuelve más dinero de lo que debería? ¿Dices que tu relación está bien con Dios cuando en realidad no le consideras en tu día en día? Es que andar en la luz identifica al creyente genuino. ¿Qué de ti? ¿Andas en la luz? Vamos a terminar en oración.
Andar en luz identifica al creyente genuino; ¿andas en la luz?
Series 1 Juan
Sermon ID | 1013241730473177 |
Duration | 35:27 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 John 1:5-7 |
Language | Spanish |
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