Las 5 Solas de la Reforma encapsulan los principios fundamentales de la fe cristiana que surgieron durante la Reforma Protestante del siglo XVI. Estas solas nos recuerdan que nuestra salvación es enteramente obra de Dios, desde el principio hasta el fin. En primer lugar, Sola Scriptura declara que la Escritura es la única autoridad infalible para la fe y la práctica del creyente. Sola Gratia nos enseña que la salvación es un regalo inmerecido de la gracia de Dios, no algo que podamos ganar. Sola Fide proclama que somos justificados únicamente por la fe en Jesucristo, no por obras. Solus Christus afirma que solo Cristo es el mediador entre Dios y los hombres, y que en su obra redentora encontramos nuestra única esperanza. Finalmente, Soli Deo Gloria exalta que toda la gloria de nuestra salvación pertenece exclusivamente a Dios.

En conjunto, estas verdades transformadoras llaman al creyente a descansar en la suficiencia de Cristo y su Palabra, reconociendo que no hay lugar para el orgullo humano, pues toda la