El ser humano está lleno de delicadas susceptibilidades, pero… ¿acaso nosotros, siendo copartícipes del favor de Dios mediante la fe en Cristo, no somos llamados a ser también copartícipes del menosprecio sufrido por Él a manos de sus familiares y amigos? Aquí, cómo el rechazo es algo con lo que los creyentes debemos aprender a lidiar mejor.